30/07/2025

Re:Monster - 659





Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)

Re:Monster


Traducción: Xeniaxen




Día 659


Durante el día de ayer, me dediqué a recorrer la ciudad en busca de artículos útiles que se pueden obtener en misiones. Los eventos ocultos eran variados, desde recados sencillos y resolver problemas leves, hasta el rescate de ciudadanos acosados por organizaciones clandestinas o la derrota de personajes raros que aparecen en templos. Gerani me proporcionó un mapa de los eventos ocultos, así que pude avanzar de manera eficiente, haciendo recados incluso mientras.

Se parece a la mecánica habitual de conquistar una mazmorra, pero al tener la naturaleza de una ciudad, entran en juego las circunstancias y las necesidades de muchas personas. Fue un poco difícil, pero no tengo ninguna duda de que los artículos que obtuve me serán de gran utilidad.

En cualquier caso, ayer cerré el capítulo de los eventos ocultos. Hoy me he centrado de lleno en la incursión.

La seguridad en el castillo negro es estricta. Hay [Caballeros de la Guardia] con una excelente capacidad de detección. Patrullan las murallas y los alrededores, y han desplegado una red de vigilancia mágica de la que no puede escapar ni un ratón. Incluso después de atravesarla, me esperaba un número incontable de [Caballeros de la Guardia Real], cuyas habilidades superaban varias veces las de los [Caballeros de la Guardia].

Además, derrotar a un gran número de [Caballeros de la Guardia] y [Caballeros de la Guardia Real] me haría acumular [Puntos de Odio], lo que fortalecería al [Señor del Castillo Negro Ilusorio]. Por tanto, un ataque frontal era contraproducente. Solo conseguiría cansarme innecesariamente y fortalecer al enemigo.

En lugar de eso, hice lo que Gerani me había dicho debía hacer. Cogí un mapa y una llave que obtuve de antemano en un evento oculto llamado “El camino de la sombra que se acerca a la luz”. El mapa mostraba los detalles de la ciudad y, al abrirlo y desear ir a un lugar específico, indicaba la ruta más corta y segura.

Siguiendo esas indicaciones, llegué a la entrada del alcantarillado. Estaba bastante oculto, sin ninguna vigilancia alrededor. Avancé por su interior, que probablemente nunca habría sabido que existía sin el mapa. Mientras me abría paso, y soportaba el mal olor, fui quemando a los monstruos de tipo limo que encontraba con la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador].

El mapa me condujo a una puerta oculta que solo podía abrirse con la llave que venía con el mapa. Al otro lado de la puerta había una escalera y, al compararla con el mapa, parecía que llevaba al castillo negro. No había trampas en el camino, así que subimos tranquilamente y llegamos a salvo al almacén subterráneo del castillo. Fue tan sencillo que me hizo sospechar...

Allí usé [Sigilo]. Fundiéndome con el entorno, me moví de un punto ciego a otro, eludiendo las patrullas de los [Caballeros de la Guardia Real]. Y me acerqué a mi destino.

La seguridad dentro del castillo era aún más estricta que en el exterior. Además de los numerosos [Caballeros de la Guardia Real], había [Magos de la Guardia Real] con túnicas, y soldados gólem que se mimetizaban con los muebles. Sin embargo, como tenía información previa, sabía dónde buscarlos.

Una vez que entendí el truco, me tomó algo de tiempo, pero finalmente llegué a la entrada de la sala del trono.

Dos [Caballeros de la Guardia Real] estaban de pie ante la puerta del salón del trono, pero me pegué al techo alto, salté desde su punto ciego y los eliminé en silencio. Si me hubiera demorado allí, los otros [Caballeros de la Guardia Real] y [Magos de la Guardia Real] cercanos se habrían reunido, así que no podía bajar la guardia. Por suerte, pude eliminarlos casi al mismo tiempo.

Luego, abrí la puerta un poco y vi al [Señor del Castillo Negro Ilusorio] sentado en el trono, a decenas de metros de distancia. Era un hombre grande con una armadura de hierro negro que cubría todo su cuerpo. Llevaba una barba poblada, con una gran espada a su derecha y un bastón mágico a su izquierda. Su estilo de combate era único, y sus habilidades, perfeccionadas hasta la maestría, se decía que eran capaces de aniquilar a cualquier intruso.

Se supone que se envolvía en un aura negra en caso de que hayas acumulado muchos [Puntos de Odio], pero por ahora mismo no la tenía. Quizás sea el resultado de haber farmeado [Puntos de Fama] para evitar que los [Puntos de Odio] me aumentaran en exceso.

En cualquier caso, no entré en el salón del trono, sino que lancé mi lanza carmesí con toda mi fuerza (habiendo activado algunas habilidades, por supuesto), hacia el [Señor del Castillo Negro Ilusorio] desde el exterior. Envuelto en llamas negras, un destello rojinegro iluminó el salón del trono.

Lo hice así porque el [Señor del Castillo Negro Ilusorio] solo comienza a moverse una vez que un intruso entra en el salón del trono. Hasta entonces, se queda sentado en el trono con gran dignidad.

Por eso, muchos, al igual que yo, intentaron atacarlo desde fuera del salón, pero todos fueron sometidos por la abrumadora destreza y la violencia del [Señor del Castillo Negro Ilusorio]. Por mucho que lo ataques por sorpresa, si alguien es fuerte es capaz de resistir y derribar a los débiles sea como sea. Mostrar tal confianza es quizás la marca de un rey, ¿no?

Esta vez, un solo golpe de mi lanza carmesí fue suficiente. Intentó defenderse con su gran espada, pero en el momento en que la lanza carmesí la tocó, esta se hizo añicos y abrió un gran agujero en su torso. No murió al instante, pero no pudo hacer nada cuando las llamas negras lo quemaron por dentro.

Fue sorprendentemente rápido, pero así logré superar la tercera forma, el [Linaje Estructurado de Lodo]. Aunque la sensación de victoria fuera leve, me apresuré a recoger los restos del [Señor del Castillo Negro Ilusorio] antes de que desaparecieran.

En ese mismo momento, la ciudad comenzó a desmoronarse y a convertirse de nuevo en lodo, así que escapé rápidamente al exterior. Mientras atravesaba una ventana y el lobo negro volaba brevemente, el espléndido castillo negro se desvaneció sin dejar rastro. Lo único que quedó fue un lodal.

No quedaba nada, y aún me quedaba un poco de tiempo antes de enfrentarme a la cuarta forma, el [Regente del Lodo Ilusorio]. Tenía solo una hora, el tiempo más corto, pero era suficiente para saborear al [Señor del Castillo Negro Ilusorio].

Me lo comí tal cual, sin cocinarlo. El [Señor del Castillo Negro Ilusorio] desbordaba un delicioso sabor a carne curada. Era una pieza maestra, minuciosamente preparada por las manos de un artesano, su umami maximizado por los años de longevidad. Con cada mordisco, un torrente de sabor inundaba mi boca.

Habilidad [Esgrima de la Espada Meteoro de Hierro Negro] aprendida

Habilidad [Hechicería del Bastón de la Estrella de Hierro Negro] aprendida


Mientras me deleitaba, el tiempo pasó rápidamente.

La atmósfera, que hasta hacía un momento era ligera, se volvió pesada de repente. Esto era un presagio de que algo inmensamente poderoso estaba a punto de aparecer. La enorme cantidad de poder mágico oprimía el ambiente.

Me preparé, preguntándome qué seguiría después de la ciudad, pero no hubo cambios a mi alrededor. Solamente, la atmósfera se volvió cada vez más densa. El lobo negro se puso a temblar, y Chabomaru piaba en mi cabeza con un tono de disgusto.

Agarré con fuerza mi lanza carmesí y la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador] y miré a mi alrededor. El tiempo comenzó a cambiar rápidamente en un momento dado.

Una vasta tierra de lodo se extendía por toda el área. No había viento y el cielo permanecía en silencio. Pero poco a poco, desde las profundidades del suelo, un eco sordo y pesado comenzó a resonar a intervalos regulares. Finalmente, se formó un torbellino en el centro. Comenzó a girar lenta pero firmemente, hundiéndose mientras absorbía el lodo circundante.

De su centro, lo primero que emergió fue un anillo que brillaba con un resplandor plateado. Al principio, no sabía qué era, pero poco después, emergió una cara lisa sin nariz, orejas ni boca, solo con unos ojos que brillaban con un inorgánico color dorado, y entonces supe que era una especie de halo de ángel.

A continuación, un cuerpo gigante, predominantemente blanco, apareció lentamente. La superficie de su cuerpo era una armadura blanca, pulida y lisa. Unas líneas doradas, que supongo que significaban algo, formaban patrones artísticos que irradiaban una luz pulsada suave. Su estatura era de unos diez metros. Con ese halo de ángel y ese cuerpo andrógino, aquella figura esbelta y musculosa tenía una belleza sin igual, como la de una escultura.

Aunque era drásticamente más pequeño en comparación con las formas anteriores, la presión y la presencia que emitía eran incomparables.

Entonces, la cuarta forma, el [Regente del Lodo Ilusorio], dio un paso lento sobre la tierra lodosa. Un sonido grave resonó con un fuerte estruendo. A juzgar por su apariencia, debía tener un peso considerable. Esperaba que se hubiera hundido más en el lodo blando, pero en contra de mis expectativas, donde pisó, se formó un pavimento de piedra blanca, como la base de una nueva ciudad.

Entonces emitió un rugido (pese a no tener boca) que resonó como si el entorno se rompiera. El inmenso poder mágico que liberó se convirtió en presión, y sopló una ráfaga de viento como cuando se avecina una tormenta. Instintivamente me protegí la cara con mi brazo metálico, pero él siguió caminando.

De su majestuosa espalda crecieron unas alas arquitectónicas de color blanco puro. En ellas había numerosos puentes, torres, escaleras en espiral, y agujas al revés. Una multitud de estructuras de múltiples civilizaciones, hechas con diversos estilos, materiales y construcciones arquitectónicas, se juntaron a la fuerza para formar la silueta de un ala gigante. Batió esas alas suavemente, esparciendo una luz dorada.

La luz cayó lentamente como la nieve, rebotando al tocar la tierra lodosa. Con cada rebote, innumerables civilizaciones nacían en la tierra. El área, que solo era lodo, se convirtió en una estructura caótica similar a una ciudad, mezclando los estilos de múltiples civilizaciones de sus alas.

Se podría decir que era una existencia que había nacido del lodo, había alimentado innumerables civilizaciones y había gobernado sobre todo lo que nació de ellas. La figura del [Regente del Lodo Ilusorio] era la de un dios gigante que creaba naciones, construía culturas y observaba el destino de la vida misma.

Mientras observaba qué tipo de ataque lanzaría mi nuevo oponente, este extendió sus dos brazos con un movimiento letárgico. Liberó una onda de luz dorada, haciendo que las estructuras circundantes hirvieran violentamente.

La ciudad de múltiples civilizaciones cambió de forma, y de ella surgieron una tras otra extrañas armas.

Lo primero que apareció fue una nave voladora con forma de disco de cincuenta metros de diámetro. Parecía un OVNI, flotaba en el cielo con un movimiento en zigzag. El circuito mágico en forma de anillo que recorría su borde exterior comenzó a girar. A medida que aumentaba su velocidad, la luz dorada se intensificaba, y se oían truenos resonar. Por eso, pude predecir que su ataque sería un rayo o algo similar. Si era así, su velocidad sería considerable, por lo que aquella nave voladora sería una existencia muy molesta.

A continuación, la tierra se partió y emergió un gigantesco taladro. Era un monstruo inorgánico creado con el único propósito de perforar. Su velocidad de rotación era anormal y, con cada giro, emitía una vibración que parecía hacer que el espacio circundante temblara. El [Regente del Lodo Ilusorio] lo agarró y lo sacó de la tierra. El taladro fue cambiando de forma gradualmente, cuando llegó a su mano, se había convertido en una gigantesca lanza taladradora. Era lo suficientemente grande como para coincidir con la envergadura del [Regente del Lodo Ilusorio], su punta capaz de perforar cualquier material al contacto.

Además de eso, también aparecieron otras cosas:
  • Un tren mágico con un cañón ridículamente grande; un templo solar, como una pirámide de cristal.
  • Un gran escudo formado por la unión de innumerables espadas mágicas.
  • Una pared negra con cañones mágicos gigantes incrustados.
  • Un ejército de caballeros mágicos humanoides armados de unos cinco metros de altura.
Estas cosas se construyeron alrededor del [Regente del Lodo Ilusorio]. En muy poco tiempo, levantó un rascacielos de armas gigantes cuyos cañones apuntaban hacia nosotros. Estaba seguro de que aquello iba a ser una masacre.

Hice que el lobo negro corriera a su máxima velocidad para desviar algunos de los ataques, pero parecía imposible escapar de todos. Para que sirvieran de señuelos, también esparcí [Bestias Demoníacas de Llamas Negras] en la trayectoria de los proyectiles, y los hice chocar contra las estructuras más cercanas.

Sin embargo, antes de que lograran su cometido, una andanada de cañones hizo temblar el espacio. El primer ataque fue un rayo de la nave voladora.

Mi lanza carmesí actuó como pararrayos, así que no hubo problemas, pero si me hubiera quemado y retrasado mi movimiento, aunque fuera solo un poco, no habría quedado ni rastro de mí después de la siguiente y feroz emboscada. Las [Bestias Demoníacas de Llamas Negras] ampararon algunos ataques, pero yo no podía seguir escapando continuamente; mi resistencia tiene un límite.

Así pues, saqué de mi halo de llamas negras el [Huevo de Sacrificio de Geranielle], el más valioso de los objetos que me dio Gerani. Era un diamante con forma de huevo del tamaño de mi puño.

Era de un solo uso y se rompía al usarlo, pero su efecto es muy potente. Tenía la capacidad de generar una versión de la Emperatriz Gerani con sus habilidades potenciadas, y cuanto más poder mágico se le infunda, más poderosa es.

Lo había tenido dentro de mi halo desde que me lo dio, y lo había ido llenado con una enorme cantidad de poder mágico, incluso demasiada. Cuando lo saqué, brillaba intensamente y temblaba. Me preocupaba que hubiera superado el límite de almacenamiento de poder mágico y que pudiera explotar en cualquier momento.

A pesar de ello, el resultado debía ser acorde con la inversión. Para desahogar toda mi frustración, le pediría a Gerani que se esforzara al máximo.

Al lanzar el [Huevo de Sacrificio de Geranielle] frente a mí, este se abrió, liberando una gran cantidad de poder mágico, y generó una versión de la Emperatriz un poco más joven y de piel más oscura. “Emperatriz Gerani, te elijo a ti...”



3 comentarios:

  1. Gracias por el capítulo
    Que Pokémon company no se entere de esto o van a demandar al autor.

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    1. for what?

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    2. Por lo de "Emperatriz Gerani, te elijo a ti..." 🤣🤣

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