29/07/2025

Re:Monster - 652, 653, 654



¡La batalla comienza! 👀


-Xeniaxen




Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)

Re:Monster


Traducción: Xeniaxen




Día 652


El entrenamiento de las señoritas terminó hoy. Estoy un poco triste... Personalmente, me gustaría seguir viéndolas, pero la prioridad ahora es la incursión contra Tiarmatías. Además, voy atrasado en comparación con mis antiguos compañeros, así que quiero actuar de inmediato para recuperar el tiempo perdido.

Aun así, no me sentía bien terminando de manera abrupta. Era inevitable interrumpir el entrenamiento, pero quería, al menos, cerrar esta etapa. Así pues, para el entrenamiento final, me convertí yo mismo en el oponente de mis discípulas.

Las reglas del entrenamiento de hoy fueron simples: si me empujaban fuera de un círculo de menos de dos metros de diámetro grabado en el suelo, yo perdía. Pero si lograba abatir a la heredera, ellas perdían.

En este entrenamiento me di cuenta de que, tal vez por haber sido tan duro con ellas últimamente, habían perdido la inocencia inicial. Antes, probablemente habrían comenzado con un combate cuerpo a cuerpo con armas. Eran unas señoritas educadas y, en muchos aspectos, serias; no dudaban en la batalla, pero carecían de una verdadera intención de matar. Su mentalidad no era la de matar a alguien en serio desde el principio, y menos aún en un entrenamiento. En otro momento habrían intentado empujarme fuera del círculo con ataques cuerpo a cuerpo en lugar de usar su máxima potencia mágica.

Pero ahora es diferente. Me atacaron con la intención de matarme desde el principio. Quizás se deba a que saben lo duro que soy como oponente y creen que no moriré. No se contuvieron ni un poco. El primer ataque que me lanzaron fue una ráfaga de magia. Con [Oleada Gemlim], que han dominado en los recientes entrenamientos, su poder de ataque ha aumentado drásticamente. La más inexperta ahora es varias veces más fuerte que antes, y la heredera lo es unas diez veces más.

La magia de las acompañantes llenó el área a mi alrededor y me emboscó en el centro. Me lanzaron una variedad de hechizos: ataques que arrojaban gemas gigantes a alta velocidad, tormentas de gemas diminutas y otros que creaban bestias de gema para atacar. Fue una ráfaga de nueve tipos de magia distintos. Incluso una bestia gigante o una criatura del linaje de una [Sierpe Sabia] podría cursar heridas graves. Concentraron en cada ataque el máximo de poder mágico. Era una maniobra a vida o muerte, sin pensar en las consecuencias, y no podía perder ante eso.

Para hacerles frente, activé [Armadura Relámpago Dorada], que aprendí del Héctor Casco Tesla. Una coraza dorada cubrió mi cuerpo en un parpadeo. Tomando la forma de un exoesqueleto, aceleré la circulación del poder mágico para aumentar la dureza de la coraza. Cuanto más rápida era la circulación, más rayos salían de mi cuerpo, haciéndome parecer brillante. Y en el instante en que las ráfagas de magia de gemas entraron en el círculo, liberé la corriente de poder mágico hacia el exterior de forma explosiva.

> Coraza liberada: [Cast Off]

Un destello cegador lo cubrió todo, y la presión del poder mágico que estalló desde el interior impulsó la coraza dorada, que se disparó en todas direcciones con un estruendo de trueno. Es una coraza extremadamente resistente; sería muy difícil cortarla incluso con espadas famosas o espadas mágicas. Que se dispersara en innumerables fragmentos, grandes y pequeños, portando rayos dorados, era como si una explosión hubiera barrido todo el área.

De hecho, los fragmentos destrozaron la magia circundante solo con su dureza y velocidad. Y los rayos dorados, como si tuvieran voluntad propia, se clavaron como colmillos eléctricos en las chicas que habían lanzado los hechizos.

Un pequeño grito se mezcló con el estruendo del trueno. El impacto de los rayos dorados probablemente superó con creces su resistencia. Se quedaron rígidas antes de caer al suelo, sin fuerzas. Varias partes de sus armaduras y cuerpos quedaron carbonizadas como si se hubieran quemado, y desprendían un olor peculiar. La mayoría parecía haber perdido la consciencia, y las pocas que resistieron un poco no parecían poder moverse. Quedaron fuera de combate.

No obstante, la heredera no estaba entre ellas, y su presencia seguía siendo fuerte. No podía verla. Estaba oculta y era transparente, ya que manipula la refracción de la luz con su magia.

El tiempo que las acompañantes ganaron fue breve, pero para ella fue muy valioso. La magia que se tejió gracias a él se manifestó en el cielo.

> Magia de gemas de sexto nivel: [Cometa Halley]

En el cielo apareció un rayo de luz. Parecía el rastro de un cometa, pero estaba formado por innumerables gemas. Era el hechizo más fuerte que podía usar: un ataque de múltiples etapas en el que un pequeño grupo de gemas seguía al cometa central. Su poder destructivo era extremadamente alto y, al ser un ataque en serie, era difícil de defender. Si llegara dominarlo por completo, podría serle útil contra oponentes superiores.

Sin embargo, en su estado actual, su habilidad no era tan alta y el hechizo no era perfecto. La trayectoria se desviaba ligeramente, así que se podría anular desintegrando la estructura mágica. En una batalla real, habría aprovechado esa vulnerabilidad para contraatacar. Pero en lugar de hacer algo tan brusco, decidí esperar para ver qué pasaba.

El cometa destruía todo lo que tocaba y se precipitó hacia el suelo a los pocos segundos de aparecer. El punto de impacto era yo. Si lo recibía sin defenderme, seguramente sufriría una herida mortal.

Para contrarrestarlo, activé [Tormenta Fortaleza], que aprendí de la mariposa gigante Miraflasiblan Morphoeus, en la punta de la lanza carmesí. La levanté sobre mi cabeza y concentré el área de efecto de la habilidad, que de por sí ya desvía y bloquea cualquier ataque. A esto le agregué el [Calamidad Encarnada] y el [Presagio de Colapso], que aprendí de Histoclock, el Emperador de la Causa y Efecto del Antiguo Pasado. La tormenta se transformó en algo parecido a una esfera negra, y se escuchó un sonido extraño, como si el espacio mismo se estuviera desintegrando. Y la esfera chocó violentamente con el cometa.

En el instante del choque, se sintió una presión en el aire, pero duró solo un momento. La esfera negra se tragó los cometas que caían uno tras otro, sin dejar escapar la luz. Cuando hubo acabado con todos, la anulé y desapareció sin dejar rastro. Ni siquiera quedó el polvo de los cometas, ni nada que se pudiera percibir. Incluso el poder mágico natural que debería existir en todas partes había desaparecido. En una escala minúscula, podría decirse que había desintegrado el mundo mismo. Fue un resultado un poco inesperado, pero en cualquier caso, incluso usando el hechizo más poderoso que tenía, la heredera no pudo empujarme fuera del círculo.

Llegados a ese punto, ya no pudo mantener más tiempo el hechizo que la hacía invisible y se materializó, exhausta y respirando con dificultad. Por ahora, di por terminado el primer asalto. Como todas habían puesto todo de sí en un corto lapso de tiempo, su poder mágico estaba casi agotado.

Aunque estaban magulladas, todo lo que habían hecho eran cosas que no habrían podido hacer antes. Se puede decir que han crecido enormemente, tanto física como mentalmente.

Mientras me daba cuenta de su crecimiento, la heredera seguía pensando en qué hacer a continuación, a pesar de su agotamiento. Aún podría hacerse más fuerte si la siguiera entrenando, así que me aseguré de que disfrute del día al máximo.

Después de recuperarse, repetimos el entrenamiento una y otra vez. Por la tarde, nadie podía moverse. Aunque hubo un deje de tristeza, creo que el último entrenamiento fue un tiempo muy significativo.



Día 653


Por ahora, mi trabajo con las señoritas ha terminado, aunque me gustaría seguir en contacto con ellas. Después de despedirme del patriarca de la familia, les regalé unos libros de hechicería que podrían serles útiles en el futuro. Al hurgador de barro gemlim, con quien se había creado una pequeña distancia por mi ascenso de estatus público a raíz de la Emperatriz Gerani, le prometí invitarle a una buena copa de sake cuando terminara mi gran misión. Luego me di la vuelta y me puse en marcha.

Mi destino es la Gran Ciénaga Ilusoria – Claytaria.

Será la segunda vez que me adentre en ella, pero ya he obtenido toda la información que necesitaba de la Emperatriz Gerani. Ella me contó muchos más detalles y con una precisión quirúrgica, en comparación con mi colega hurgador de barro.

De hecho, la información que me había dado él se volvió casi inútil. Pero es injusto compararlos, ya que sus años de experiencia, habilidades y medios son muy diferentes. Es increíble que él supiera incluso una pequeña cantidad de lo que la Emperatriz Gerani sabe.

En cualquier caso, con tanta información valiosa, pude vislumbrar una estrategia. Estoy motivadísimo y tengo la intención de moler a este jefe final cuanto antes.

Mientras avanzaba a lomos del lobo negra, descendió un halcón con un mensaje de la Emperatriz Gerani. Chabomaru, que estaba en mi cabeza, se alegró como si hubiera encontrado a un igual y pió con alegría. El muñeco de barro se puso a bailar al compás, y adoptó la misma forma que Chabomaru. Los dos comenzaron a dar vueltas alrededor de mí, que estaba sentado con las piernas cruzadas. Después de un rato, su energía aumentó aún más: la voz de Chabomaru se hizo más fuerte y la velocidad de sus vueltas incrementó. Es un poco estridente cuando quiere...

El halcón no reaccionó a mis dos ruidosos compañeros. Desató la gema que llevaba atada en una de sus patas y se elevó de nuevo hacia el cielo. Parece que, en vez de palomas mensajeras, aquí usan halcones.

Al apretar suavemente la gema, me llegó la voluntad de la Emperatriz Gerani. Según ella, Tiramatías, que deambula por la vasta Gran Ciénaga Ilusoria – Claytaria y con quien normalmente es difícil encontrarse, se ha acercado a la entrada. Es posible que hoy logre dar con él y estar listo para desafiarlo mañana en perfectas condiciones.

Por la tarde, emprendimos el camino con entusiasmo. No sin antes degustar la gema de despedida que me había dado Gerani, por supuesto.



Día 654


Ayer entré en la Gran Ciénaga Ilusoria – Claytaria, crucé una montaña y un valle, y atravesé dos bosques a lomos del lobo negro. Después de pasar la noche en una vasta llanura, mientras desayunaba, tal y como me había dicho Gerani, pude ver a mi objetivo: Tiarmatías.

Para describirlo en pocas palabras, es un volcán viviente en movimiento...

A ojo de buen cubero, mide unos 900 metros de diámetro y unos 500 metros de altura. Como volcán, parece que tiene un cráter en la cima, desde donde se elevaba una enorme columna de humo y ceniza que contiene una gran cantidad de poder mágico. Su gigantesco cuerpo está cubierto por múltiples capas de roca y lodo, y se arrastra lentamente por la tierra, provocando fuertes estruendos. Después de su paso, deja la tierra desolada, quemada por el lodo ardiente, pero al poco tiempo, esta se transforma en un entorno completamente nuevo.

Era como una versión a escala de la [Gran Depresión de Lodo], el evento que cambia drásticamente el entorno y ocurre una vez al mes. El entorno transformado parece ser más difícil que antes, por lo que las zonas de alto nivel de este lugar nacen de donde el jefe final ha pasado.

A simple vista se nota que es una existencia fuera de lo común, pero según la Emperatriz, esta forma se llama [Coronado de Lodo Fetal]; es su primera forma. Tiene una segunda forma que se llama [Especie de Lodo Original], una tercera forma llamada [Linaje Estructurado de Lodo], y una última cuarta forma: el [Emperador del Lodo Ilusorio].

En su último intento, el grupo de la Emperatriz llegó a la cuarta forma, y el propio Tiarmatías, Antiguo Emperador del Fango Ilusorio, les dijo que esa era su forma final. Me enseñó la estrategia completa de cada forma, excepto la cuarta, así que sabía cómo enfrentarme a la primera.

Lo que había que hacer era simple y claro. A partir de aquí, lo que más voy a necesitar es perseverancia.

Al ser la primera forma, [Coronado de Lodo Fetal] es el más débil. Su velocidad de movimiento era casi nula, y sus ataques básicos se limitaban a transformar temporalmente el suelo en lodo ardiente como magma, a generar monstruos hechos de roca y lodo y, ocasionalmente, a expulsar una erupción. ¡Era pan comido!

El ataque que convierte el suelo en lava era difícil de esquivar por su gran alcance, pero había zonas seguras. En el aire, por ejemplo, no me afectaba en absoluto. Los monstruos hechos de roca y lodo tenían una docena de variaciones, y aunque sus patrones de ataque cambiaban, todos tenían en común que eran poderosos pero lentos. El ataque de la erupción no me lo tomé a la ligera, ni por su escala ni por su poder, pero tenía precursores que lo hacen fácil de predecir.

Creo que si me hubiera enfrentado a él por primera vez, podría haber sufrido algún daño, pero como ya sabía lo que me esperaba, había pocos elementos realmente aterradores.

La característica más importante de esta forma fue su resistencia anormal. La única manera de derrotarlo era excavar y destruir su [Núcleo de Lodo Imperial], que medía alrededor de un metro y se encontraba en el centro del volcán activo. Pero excavar a través de su gigantesco cuerpo cubierto por capas de roca y lodo sería lo mismo que demoler una montaña entera. Sin embargo, los monstruos usan la roca y el lodo de su propio cuerpo como material, por lo que la estrategia consiste en obligarle a generar muchos y destruirlos todos. Aun así, la cantidad de roca y lodo es incalculable.

Preparado para luchar durante varios días, lancé mi lanza carmesí con todas mis fuerzas desde la distancia, salté en el aire y disparé llamas negras desde mi halo.

Tiarmatías, en su forma de [Coronado de Lodo Fetal], un volcán activo, retumbó al arder con llamas negras en lugar de rojas.



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