
La cosa avanza y Rou aprende nuevas habilidades, cómo no. ¡Feliz lectura!
-Xeniaxen
Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)
Re:Monster
Traducción: Xeniaxen
Traducción: Xeniaxen
Día 655
A medida que transcurría ese tiempo monótono, a pesar de enfrentarme a un enemigo tan poderoso, había perdido por completo la sensación de peligro. Chabomaru incluso se acurrucó dentro de mi corona y se quedó dormido. No sé si es por su atrevimiento o porque confía en mí. Si yo estuviera en su lugar, probablemente haría lo mismo.
Hubo muy pocos cambios en el estado de la batalla contra Tiramatías en su forma de [Coronado de Lodo Fetal]. Mis llamas negras, que cubrían todo su cuerpo, le causaban un daño constante, y quemaba los monstruos que generaba incesantemente y desaparecían en el instante en que aparecían. Los ataques de erupción eran poco frecuentes y, como eran fáciles de anticipar, los esquivé sin dificultad. Si el suelo se convertía en lava ardiente, alzaba el vuelo y punto. Ninguno de estos ataques me rozó siquiera, y eso que iba a lomos del lobo negro. Prácticamente no había elementos que podían ponerme en una situación fatal.
En cambio, mis ataques no estaban dando resultados visibles. La forma de [Coronado de Lodo Fetal] de Tiramatías tiene una estúpida capacidad de generación y su defensa mejora gradualmente. Por mucho que lo desgastaba, se recuperaba lentamente. Como el entorno circundante era todo lodo, Tiramatías lo absorbía constantemente para reparar su cuerpo dañado. Además, a medida que su tamaño disminuía, no sé si aumentaba su densidad o desarrollaba resistencia. Mis ataques se volvían cada vez más ineficaces...
Era como avanzar tres pasos y retroceder dos. Así me sentía. Como no veía el final, la sensación de futilidad era muy fuerte. Si no hubiera sabido qué hacer, habría sido derrotado por la fatiga mental antes que por el agotamiento físico.
Mis predecesores, el grupo de Gerani, se mantuvieron firmes contra él durante una semana en su primer intento, pero su resistencia los obligó a retirarse. Estuve de acuerdo con las quejas de la Emperatriz y continué incendiando a Tiramatías durante todo el día. Me di cuenta de que el daño constante de las llamas negras, que rara vez se apagan una vez que se encienden, es de gran utilidad contra oponentes tan resistentes y aburridos.
Aunque me llevará algún tiempo, la estrategia de bajo consumo que debo seguir es esta. Me centraré en seguir el procedimiento con calma y luchar mientras hago pausas de descanso.
Día 656
Todavía seguí incendiando a Tiramatías hoy. Gracias a las llamas negras, pude continuar la incursión con tranquilidad y descansando periódicamente.
Tiramatías a veces mudaba su piel y se desprendía de todas sus capas externas. En ese momento, debía tener cuidado de volver a prenderle fuego rápidamente, porque de lo contrario se recuperaba muy rápido. No podía bajar la guardia por completo, pero pude lidiar con eso sin problemas.
Y el tiempo pasó de forma monótona, pero con perseverancia, al fin pude vencerlo.
Reduje a Tiramatías, un volcán activo imponente en su forma de [Coronado de Lodo Fetal], a un tamaño de unos diez metros. Aunque a simple vista podía parecer que con una estocada con la lanza carmesí lo atravesaría, en este tamaño, su presencia era incluso más fuerte que al principio.
Su piel era una armadura de múltiples capas de un color negro que parecía absorber la luz del sol, formada por rocas y lodo comprimidos al límite. En su interior, el poder mágico no liberado se convertía en magma de un calor extremadamente alto y se filtraba a través de las innumerables grietas que recorrían su cuerpo con una intensa luz roja.
Se había convertido en una bola de llamas negras que esparcía fuego a su alrededor con solo existir. Pero ahora que se había vuelto tan pequeño, la ubicación del [Núcleo de Lodo Imperial], su punto débil en esta forma, era obvia: el centro. Era el lugar más protegido y donde el poder mágico se condensaba más. Estaba a punto de acabar con él, pero aun así no bajé la guardia.
Su armadura era tan extremadamente dura que si la atacaba con un arma débil, esta podría romperse. Por otro lado, un ataque a medias no le haría ni un rasguño. Además, el calor extremadamente alto que emitía era especialmente molesto. Si me acercaba sin tomar precauciones, me quemaría y me convertiría en una antorcha viviente.
Se había hecho más pequeño, pero la dificultad de la incursión había aumentado. De todos modos, solo tenía que superar su extrema dureza y el calor extremo; el resto sería sencillo.
Al acercarme a él, se me quemó toda la piel, pero debajo de la piel quemada se me empezó a formar una nueva. Aunque sentía el calor, el daño era menor que mi capacidad de regeneración, así que, sin preocuparme, tracé una línea vertical con la lanza carmesí, en mi mano derecha. Su armadura no podría detener la lanza, que tiene un filo fuera de lo común. Encontró algo de resistencia, pero solo eso. Corté su dura capa exterior de un solo golpe y, en el centro, sentí que había cortado algo más con una textura ligeramente diferente.
En ese instante, la forma de [Coronado de Lodo Fetal] de Tiramatías, que antes tenía una presencia imponente, se detuvo como si se hubiera marchitado de repente. Del centro de su cuerpo, partido en dos, rodó una esfera con ondas púrpuras y rojas, el [Núcleo de Lodo Imperial] que, sin duda, había destruido.
Así completé la derrota de la primera forma de Tiramatías, el [Coronado de Lodo Fetal].
Pero no me detuve ahí. Me apresuré a desmantelar la coraza negra de múltiples capas antes de que desapareciera. Con la lanza carmesí en mi mano derecha y la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador] en la izquierda, las usé con destreza como un cuchillo y un tenedor para cortar la capa exterior a intervalos regulares. Como los corté en forma de cuadrícula, las porciones se veían un poco como un filete.
Desprendió un olor muy aromático, tal vez porque era negro y caliente, o por el poder mágico que contenía. El tamaño de cada filete era comparable al de una cabeza humana. Planeaba comerlos más tarde, pero no pude resistirme, así que agarré uno con la punta de la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador], me lo llevé a la boca y le di un gran mordisco.
La superficie era dura. Se escuchaba un fuerte sonido al masticar. Pero el interior también tenía una parte blanda que se deshacía en la lengua. Un profundo y rico sabor a carne curada se esparció por mi boca. Y encima de eso, una quemazón como la de un chile ardiente. No era solo picante, sino un picor tan intenso que me quemó la lengua, el estómago y entumeció mi cerebro.
Una vez que lo probé, no pude parar. El picor era fuerte y, como estaba caliente, empecé a transpirar naturalmente, pero mis manos no se detuvieron. Y al final, me comí el [Núcleo de Lodo Imperial], la esfera con ondas púrpuras y rojas, donde el poder mágico estaba más comprimido y el umami más concentrado.
Habilidad [Generación de Núcleo de Lodo Imperial] aprendida
Habilidad [Montaña de Lodo en Movimiento] aprendida
Habilidad [Lodo Inflamable] aprendida
Al triturar el [Núcleo de Lodo Imperial], un torrente de umami inundó mi boca. La sensación de euforia me hizo olvidar el cansancio de la larga batalla, y una sensación de placer, como si todas las células de mi cuerpo se hubieran renovado, recorrió todo mi ser. Recuperé de golpe todo el poder mágico que había agotado, tanto que sentía como que podía empezar a luchar contra la segunda forma inmediatamente.
No obstante, el rastro del propio Tiramatías no estaba por ninguna parte. A su alrededor, solo quedaba el campo de batalla, desolado por la lucha y convertido temporalmente en un espacio seguro.
Tiramatías se recupera por completo al pasar de una forma a otra, y así hasta la cuarta. Parece que el [Dios de la Ilusión], el creador de Tiramatías, consideró que su capacidad para regenerarse más rápido que sus contendientes era demasiado y le otorgó la característica de no aparecer hasta que haya pasado un tiempo determinado después de derrotar a una de sus formas.
Qué misericordioso el [Dios de la Ilusión], ¿no?
Según los datos del pasado, a los desafiantes les ha tomado a menudo más de dos semanas superar esta primera forma. Es una batalla increíblemente larga. Los recursos consumidos suponen muchas dificultades: el agotamiento físico y mental, el poder mágico, la gestión inevitable de las necesidades fisiológicas... Como a veces se lucha sin dormir, si no existiera este tiempo de descanso, la dificultad de la incursión se dispararía considerablemente.
Aunque a mí me hubiera gustado desafiar la segunda forma de inmediato, como es una regla, no pude evitarlo, así que decidí dormir para descansar.
Día 657
Después de dormir toda la noche, esta mañana me desperté renovado. Absorbí por completo el [Núcleo de Lodo Imperial] que ingerí y ya forma parte de mí. Mis músculos estaban visiblemente más tonificados y mi estado era óptimo para luchar con todas mis fuerzas de nuevo. Lleno de motivación, miré a mi alrededor, y me di cuenta de que el paisaje había cambiado. Estaba en un bosque con árboles enormes, que parecían tener miles de años.
(Xeniaxen: Esto parece la isla de Big Mom de One Piece, donde los árboles se mueven y cambian de sitio solos.)
Cambió drásticamente del páramo quemado sin una sola brizna de hierba que dejó la primera forma, debido a las repetidas erupciones y el lodo ardiente. Fue un gran cambio, pero en la Gran Ciénaga Ilusoria – Claytaria los terrenos y las estructuras fluctúan, así que no me quedó más remedio que aceptarlo.
En cualquier caso, me sentía como un enano en este lugar donde todo era tan grande. La batalla contra la segunda forma de Tiramatías, con su forma de [Especie de Lodo Original], que descendió de la copa de un árbol, comenzó con un rugido.
Su segunda forma parecía ser un cúmulo de innumerables vidas sin una forma específica.
Con una longitud de unos 150 metros, era gigantesco y estaba formado básicamente por lodo rojizo y negro. Su forma era maleable, pero su apariencia básica era la de una quimera.
La pata trasera derecha tenía escamas y aletas como un pez, mientras que la izquierda parecía una pierna humana. La pata delantera derecha era musculosa como la de un león, y la izquierda tenía articulaciones como las de un insecto. (Xeniaxen: ¿Y puede caminar bien este bicho con patas tan diferentes entre sí?) De su espalda crecían huesos de alas como de un pterodáctilo, plumas de cuervo negro y púas como las de un puercoespín, así como tres colas. Una de ellas parecía la de una serpiente gigante, otra era un hueso trenzado en cadena, y la última tenía una forma inquietante, como si fuera una serie de innumerables manos humanas. Su cuerpo deforme estaba cubierto de piel gruesa, un caparazón como el de un crustáceo, cerdas duras como el metal, escamas como las de un pez y un caparazón de insecto, variando según la parte del cuerpo. Su cabeza fluctuaba más que las otras partes; cambiaba cada vez que la miraba. A veces era la cara de una bestia con los colmillos al descubierto y babeando, otras la de un ser humano sonriendo con los labios levantados y los dientes blancos, otras una cabeza deforme con solo las bocas de varios animales, y otras con innumerables ojos de diversas razas.
Imitaba a varias criaturas sin ser ninguna de ellas. Podía convertirse en cualquier criatura, pero no podía ser ninguna criatura por completo. El método para derrotar a este Tiramatías, el [Especie de Lodo Original], también era simple.
Solo tenía que desgastarlo sin cesar. Solo así, podría reducir su volumen. La segunda forma no tenía un punto débil como el [Núcleo de Lodo Imperial] de la primera. Si le cortaba una extremidad, le crecía una nueva, y si le aplastaba la cabeza, le crecía una nueva también.
A primera vista podría parecer una batalla sin fin, pero cuanto más daño le causaba, más lodo perdía su gigantesco cuerpo. No tenía la ridícula capacidad de regeneración de la primera forma ni se hacía más duro. En ese sentido, se había vuelto más fácil, pero su movilidad y su inteligencia habían mejorado mucho. A ver, seguía teniendo más la mente de una bestia que de un humano, pero era capaz de pensar y actuar en consecuencia para acabar con su presa.
Un cuerpo de lodo que no siente dolor y que cambia constantemente. Un cuerpo tan grande que tenía que mirarlo desde abajo, que se movía como un carnívoro, que atacaba como un insecto inorgánico, y que cambia para adaptarse a varias situaciones.
Me tomé con ganas el hecho de estar a punto de entrar en una batalla directa contra un monstruo así. Agarré mi lanza carmesí y la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador], y me lancé a la carga a lomos del lobo negro, esparciendo llamas negras con todas mis fuerzas desde mi halo.
En respuesta, la cabeza del monstruo, que había tomado la forma de un enorme león, rugió. El rugido del gigantesco cuerpo de la segunda forma vino acompañado de una increíble presión sonora, tan fuerte que hizo crujir los grandes árboles circundantes.
Ante un ataque tan brutal, que de cerca podría romper los tímpanos y sacudir el cerebro, yo tampoco me quedé atrás y contraataqué con un rugido múltiple: utilicé la habilidad [Alboroto Senil], que aprendí de la forma de Aquario del Zodiac Calibre, para crear bocas falsas en el dorso de mis manos, y al mismo tiempo [Rugido Triple], que aprendí del Cancerbero.
Sin embargo, la diferencia en potencia era demasiado grande. No pude anular el rugido y sentí un dolor como si todo mi cuerpo se desgarrara. Logré mitigar la potencia, eso sí, lo que redujo el daño a un nivel soportable. Pero como no podía permitirme recibir continuamente ese ataque, aumenté la velocidad de la carga y me lancé directamente a las enormes fauces del león.
El interior de la boca de león era lo suficientemente grande como para triturarnos a mí y al lobo negro con facilidad. Sus afiladísimos colmillos eran gruesos y anchos. Había abierto la boca para devorarme e intentó cerrarla, pero fuimos más rápidos, se la atravesamos y alcanzamos el esófago. Su esófago resultó ser más corto de lo que pensaba; no estaba formado del todo. En su interior no había más que una masa de lodo rojizo y negro sin ninguna forma concreta. Era un callejón sin salida.
Si nos quedábamos allí, el lodo nos tragaría, así que me envolví en llamas negras y activé varias habilidades más, como [León Solar] y [Piel de Dragón Gris Plateado], para aumentar la potencia de mis ataques. La ola de calor que emitía el lodo rojizo se mitigó y, con la lanza carmesí y la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador], me abrí un camino. Exacavé frenéticamente para no quedar enterrado bajo el pesado lodo, y salí por su espalda.
En su espalda, los huesos de alas de pterodáctilo, las plumas de cuervo negro y las púas de puercoespín se giraron de inmediato para apuntar sus afiladas puntas hacia mí. Me atacaron desde todas las direcciones, mas gracias a las llamas negras que me envolvían, se evaporaron junto con la capa superficial de su espalda. En parte, también fue gracias a que activé simultáneamente las habilidades para aumentar la potencia de los ataques.
Estuve corriendo por su espalda durante un tiempo, causándole daños a medida que me movía, pero los cambios a mi alrededor fueron asombrosos. Las partes que no se evaporaban se hacían más gruesas para contrarrestar las llamas negras. Aumentaron su tamaño al doble, tal vez. Con ese nuevo tamaño, no se veían tan afectadas por las llamas. Esa era su defensa contra el calor.
Me impresionó la rapidez con la que se adaptaba a mis ataques. De repente, una horda de armas letales se acercó desde todas las direcciones, como si fueran a aplastarme cual parásito en su espalda. Cada una de ellas tenía la mitad de mi tamaño y poseía suficiente poder destructivo como para convertirnos en carne y hueso con el más mínimo error de juicio.
Siguiendo el movimiento silencioso del lobo negro, me moví libremente a través del cambiante campo enemigo. Mientras lo hacía, no olvidé atacar su espalda de forma aleatoria con la lanza carmesí y la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador]. Si no le causaba daño constantemente, la batalla se prolongaría.
Después de hacer lo que pude, lo siguiente que se acercó fueron las tres colas. La de serpiente fue a clavarme sus colmillos venenosos, así que la corté verticalmente con la lanza carmesí. La cadena de huesos intentó aplastarnos, así que la atrapé con la [Gran Espada de Ciempiés de Lava Emperador] y le prendí fuego. La de forma grotesca como de innumerables manos humanas intentó agarrarnos, pero mi lobo saltó y la esquivó con recochineo. De las tres colas, la más problemática fue la última. Cada una de las manos era independiente. Cuando estaban conectadas, parecían una sola cola, pero su esencia era la de un enjambre. A diferencia de las otras, si intentaba esquivarla en el último momento, las manos me atrapaban. Y si me enfrentaba a ellas como un todo en lugar de esquivarlas, las partes libres se soltaban y venían a por mí.
Pero todo era cuestión de cogerle el tranquillo a sus ataques. A pesar de ser un oponente sorprendentemente astuto, me calenté gradualmente contra la segunda forma de Tiramatías, la [Especie de Lodo Original].
A diferencia de la aburrida primera forma, esta segunda no me daba ni un respiro. Si me descuidaba, me arremetía sin piedad. Aunque fue agotador, también fue divertido, así que le cogí cariño.
Devoré los restos que corté para reponer energías, mientras seguía atacándolo sin cesar.
Habilidad [Mutación Amorfa] aprendida
Sin darme cuenta, habían pasado varias horas desde que comenzó la batalla. La tensa pero divertida lucha finalmente terminó.
Lo desgasté cuando vi la oportunidad e incluso cuando no la había. Al final, la [Especie de Lodo Original] de Tiramatías se redujo al tamaño de un humano. Lo corté en pedazos pequeños y quemé cuidadosamente sus restos con llamas negras.
Después de todo eso, había derrotado la segunda forma. Era de madrugada cuando terminé. Teniendo en cuenta el tiempo que tardará en resucitar, la batalla se reanudará mañana por la mañana.
Para recuperarme al menos un poco, he decidido irme a dormir pronto. Buenas noches.
Gracias por el capítulo
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