21/07/2025

Re:Monster - 629, 630





Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)

Re:Monster


Traducción: Xeniaxen



Día 629


Ayer me adentré en la Gran Ciénaga Ilusoria – Claytaria con el hurgador de barro gemlim. Pasamos la noche en un lugar relativamente seguro.

Esta mazmorra ha resultado ser un lugar verdaderamente peculiar. Si tuviera que describirlo de alguna manera, diría que todo lo que existe en ella es a la vez real y falso.

Es tan difícil de describir... Claytaria presume de una vasta extensión y, debido a su elevada dificultad, la [Zona Fronteriza] que la separa claramente del mundo exterior es de proporciones gigantescas. Para acceder a su interior, hay que recorrer una cuesta de varios cientos de metros de tierra apisonada. No es hasta llegar a la cima de un pequeño acantilado desde el que puedes divisar todo el entorno.

Hay bosques frondosos y llenos de vida. Junto a ellos, se extiende un bosque gélido con árboles y tierra de un color azul pálido y congelado, y otro bosque de coníferas negras envuelto en una densa niebla. También hay un lago de aguas tan cristalinas que se puede ver el fondo. Cerca de él, hay un río de lava burbujeante y hirviendo, y géisers que arrojan una mezcla de tierra y rocas hacia el cielo. Un castillo antiguo con daños evidentes, como si hubiera sido abandonado durante siglos. Salpicados por el paisaje, varios asentamientos con empalizadas de madera, donde al parecer habitan criaturas semihumanas. La llanura intermedia está de alguna manera desolada, quizás por las constantes disputas entre ellos. Además, a lo lejos, difuminadas por la neblina, hay una torre de un blanco tiza que se alza hasta el cielo y un sinfín de inquietantes islas flotantes de diferentes tamaños.

Incluso viéndolo desde lejos, parece un entorno de lo más inusual. Que haya algo anómalo no es nuevo para mí, que he visitado muchas mazmorras ya, pero nunca había visto una dispersión tan heterogénea de elementos sin ninguna cohesión entre ellos. Los dominios de los [Jefes de Nivel] que he despejado hasta ahora tenían cierta unidad. Supongo que lo más habitual es que estén regulados por alguna ley o principio. Pero aquí hay un popurrí de todo, literalmente.

Mientras fantaseaba sobre esto, el hurgador de barro gemlim me dio la respuesta. Al parecer, todo lo que hay en este lugar está construido a partir de una vasta cantidad de barro generado por la habilidad del [Jefe Final] de Claytaria], el Antiguo Emperador del Fango Ilusorio, Tiramatías. A este barro se le conoce como [Lodo Fantasma de Tira].

El cuadro tiene ciertas similitudes con nosotros, un ogro escuchimizado acompañado por Chabomaru y un muñeco de barro a sus hombros. De hecho, el barro de aquí es similar al del muñeco, que a su vez es similar pero diferente de los fragmentos que desprende Tiramatías. Tiene la capacidad de transformarse en cualquier cosa, aunque parece que tiene ciertas limitaciones. Básicamente conforma los diversos entornos y estructuras de este lugar.

Según el hurgador de barro gemlim, permanece en ese estado hasta que cambia por un evento ambiental masivo llamado [Gran Descenso de Lodo], que ocurre una vez al mes siguiendo unas leyes específicas. Al parecer, la capacidad de los hurgadores de barro para discernir estos cambios es crucial.

Aunque el entorno es bastante problemático, el mayor inconveniente es la presencia de los monstruos de barro hundidos. Uno de cada mil aproximadamente tienen una fuerza desorbitada.

Sería más fácil si mostraran su verdadera fuerza desde el principio, pero no; a menudo te engañan haciéndote creer que son criaturas débiles, para atacarte con toda su fuerza en el momento que menos te lo esperas, o detienen su camuflaje justo antes de recibir el golpe de gracia, así que no puedes bajar la guardia hasta acabar con ellos. Suele darse mucho que queda un monstruo de barro hundido camuflado y aniquila por completo a un grupo de hurgadores de barro que se ha confiado demasiado. Cuando me lo contaron, pensé que era una mierda.

Pero peor fue cuando me enfrenté a una manada de grandes serpientes llamadas dragones slaighten. Tienen las escamas de un metal afilado empapadas en veneno. Me sorprendieron bastante, la verdad. Ver a esas enormes serpientes de unos veinte metros de largo y más de ochenta centímetros de diámetro atacando en grupo fue impresionante, pero pude lidiar con ellas sin problemas. Esparcí llamas negras desde mi halo y evaporé sus potentes venenos. Producen un delicioso aroma que casi me hizo sentir como un chef de anguila.

Tal vez con cierto exceso de confianza, una de las serpientes, casi quemada por completo y que se había derrumbado del agotamiento, me atacó repentinamente desde un punto ciego. El daño debería haber sido fatal, ¡pero la cabrona resultó ser un monstruo de barro hundido!

Pese a que mi reacción se retrasó un instante por la sorpresa, logré asestarle un golpe con mi brazo mecánico a la cabeza, mientras la muy jodida había expuesto sus colmillos venenosos y abierto la boca lo suficiente como para tragarme entero. Fallé en calibrar la fuerza, y el golpe fue tan potente que la pulverizó. Con el impacto que recibió, su cabeza se hizo añicos, cayó al suelo y quedó enterrado, recuperando su forma original de monstruo de barro hundido.

¡Su resistencia superó mi imaginación! Que se mezclen cosas así es bastante problemático.

Sin embargo, es notablemente más delicioso que otras especies. Personalmente, lo considero un premio gordo. Despiezamos el monstruo de barro hundido con forma de serpiente rápidamente y lo cocinamos con una salsa casera que había preparado por si acaso. Naturalmente, esto se convirtió en nuestra cena. Era tan delicioso que no pude evitar sonreír mientras lo masticaba.

El sabor de los monstruos de barro hundidos que imitan a otras criaturas es muy interesante. ¡He decidido que tengo que cazar más! Aunque, mientras tanto, también quiero cazar criaturas de mazmorra, claro.

Siento que el hurgador de barro gemlim está un poco asqueado conmigo, pero hoy he disfrutado como un crío buscando monstruos de barro hundidos. Todos son deliciosos y, como no hay otros hurgadores de barro que los busquen, creo que son un objetivo bastante prometedor.


Día 630


La Gran Ciénaga Ilusoria – Claytaria es gigantesca.

Para llegar a su centro hay que recorrer una distancia considerable, y si a eso le sumas el sortear los monstruos y explorar por el camino, ahora mismo lo veo imposible. Mañana tenemos que retomar el entrenamiento de las señoritas del linaje principal, pero no nos habrá dado tiempo a verlo todo.

Estos días nos hemos movido por zonas relativamente poco profundas. Nos hemos centrado en entornos de alta dificultad que, según el colega gemlim, normalmente se evitan. Esto ha aumentado la frecuencia con la que hemos encontrado monstruos de barro hundidos (mi objetivo).

Pensándolo bien, me he dado cuenta de que, si hubiera venido solo, no habría avanzado con tanta eficiencia. Algunos lugares son seguros como atracciones turísticas, así que habría perdido tiempo inútil. Sin la guía del hurgador de barro, que conoce a fondo este sitio, no habría podido cazar tantos monstruos de barro hundidos de alta dificultad.

Al principio, su política era evitar riesgos innecesarios en la medida de lo posible y me ponía malas caras. Pero al ver que yo podía hacerme cargo solo de los combates básicos y darse cuenta de que solo por guiarme podía obtener muchos materiales que normalmente son difíciles de conseguir, comenzó a ayudarme activamente, pensando que era una buena oportunidad. Con cierta consideración y reserva, eso sí.

El objetivo de hoy era cazar al menos diez tipos de monstruos de barro hundidos. Nos movimos casi sin descanso y, a pesar de las dificultades, al atardecer habíamos superado la meta con creces: habíamos cazado veinte. Con la pila de artículos que obtuvimos en el proceso, mi colega gemlim estaba bien contento.

Una vez terminamos, antes de regresar, escuchamos un grito lejano. No era un grito bonito, sino más bien un alarido. Seguramente sería alguno de los otros hurgadores de barro con los que nos habíamos cruzado ocasionalmente.

Por la voz, pude imaginar que era un hombre corpulento. A decir verdad, no me apetecía mucho, pero parecía muy probable que fuera amigo de mi colega. Ayudarse mutuamente es también una estrategia de supervivencia para los hurgadores de barro. “Allá donde fueres, haz lo que vieres.”

Así pues, nos dirigimos a ayudar. Nos encontramos con un monstruo de mazmorra atacando a un hombre corpulento, y a una chica con un vestido gótico, un fuera de lugar en este sitio.



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