07/08/2025

Re:Monster - 664, 665, 666





Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)

Re:Monster


Traducción: Xeniaxen




Día 664


Hoy me he despertado sintiéndome completamente renovado. Estos últimos días me he desatado a mi antojo, así que mi cuerpo está en muy buena forma.

Para el desayuno, he usado los ingredientes de varios monstruos que eliminé en diferentes entornos. Para mantener un equilibrio, el plato principal fue pan de trigo solar. Se me infló perfectamente; estaba crujiente y aromático por fuera, y suave y esponjoso por dentro. Con cada bocado, la suave dulzura del trigo y el fragante aroma del tostado estimulaban mi apetito.

El plato principal fue una tortilla de huevos de gallina de lava y un bistec de carne de dragón de veta. Las gallinas de lava son aves especiales que habitan en las profundidades de la tierra, y sus huevos tienen un aspecto indistinguible de la roca. En su interior, están llenos de yemas y claras de huevo con poder mágico líquido dorado, y en tortilla tienen un sabor muy intenso. Era una delicia que se puede disfrutar por sí sola, pero el bistec de carne de dragón de veta no se quedaba atrás. La carne de dragón de veta, que se alimenta de minerales, contiene una gran cantidad de metales mágicos especiales y normalmente no es apta para el consumo. Uno puede morir envenenado si la come. Para mí, los componentes metálicos no son un problema, y la carne, que contiene metales mágicos subterráneos y el formidable poder de la especie dragón (un sabor difícil de experimentar), era tan deliciosa que resultaba embriagadora. Ambos platos tienen un sabor tan fuerte que, mal combinados, arruinarían otros ingredientes, pero esta vez, realzaron sus propias cualidades mutuamente.

Como guarnición, preparé una colorida ensalada de los seis jardines. Compuesta por plantas especiales que habitan en diversos entornos, la aderecé con una vinagreta de fruta. Estaba crujiente, y cada sabor competía por desplegarse en mi boca, pero la salsa los unía a la perfección. Incluí queso de oveja de trueno y una selección de frutas celestiales.

Para beber, tomé un café de mineral oscuro, con un sabor profundo y un aroma refrescante, una lujosa combinación de artículos obtenidos.

Después de disfrutar de este suntuoso desayuno, partí hacia Fantagram Eggrion, la Ciudad Fortaleza de la Joya Cristalina. No fui a pie, sino que me monté en el lobo apóstol, la evolución de mi lobo negro. Ahora es más grande que antes, y puede surcar el cielo con total libertad. Movió la cola enérgicamente, invitándome a subir.

Cedí ante su mirada de puro entusiasmo y me monté. Su rendimiento es más alto de lo que imaginaba. Su velocidad de vuelo es tan rápida como la de un avión de combate, y a la vez posee una velocidad de giro que desafía las leyes de la física. Los monstruos voladores que encontramos por el camino no eran para nada débiles, pero el lobo apóstol los adelantó sin esfuerzo, les demostró que no tenían escapatoria y luego les destrozó la columna cervical para rematarlos.

Es un depredador del cielo, por describirlo de alguna manera...

Mientras el lobo apóstol me ofrecía las presas que cazaba, disfruté de un breve viaje por el aire. Y en un abrir y cerrar de ojos, llegamos a Fantagram Eggrion.

Avanzamos por la carretera. A diferencia de antes, mis sentidos agudizados captaron absolutamente todo a mi alrededor. La inmensa corriente de personas, sus palabras y acciones, las diversas intenciones que albergaban en sus negocios y en su vida diaria... todo lo percibía con total claridad. Aunque era una ventaja poder recoger tanta información con solo caminar, todo tiene un límite.

Era una cantidad diferente de información de la que estaba acostumbrado, y me sentí un poco mareado. Para adaptarme, me dejé llevar por la naturaleza mientras me concentraba mentalmente durante un rato, evitando resistirme inútilmente y malgastar energía. Tardé más o menos unos diez minutos. Me costó un poco, pero una vez que estuve adaptado a la gran oleada de información, pude optimizar la forma en que manejo mis sentidos.

Para poder utilizar la información en el futuro, ahora selecciono y priorizo la que necesito en cada momento de entre la que me llega. Además, almaceno temporalmente la que no me hace falta, ya que podría necesitarla más adelante.

Mientras cerraba los ojos y organizaba mis pensamientos, un dragón entró en el rango de mis agudos sentidos. Era un "vuelo directo" hacia la cima de la montaña. Sin duda, un emisario de la Emperatriz Gerani. Al parecer, enseguida detectó mi regreso y envió a alguien a buscarme.

Con su extensa red de información, seguramente sabría cómo había terminado mi enfrentamiento con Tiermatías. Al fin y al cabo, si sabía que había cambiado drásticamente de raza, era lógico que también supiera eso. Aun así, quizás para asegurarse y no cometer ningún error, quería escucharlo directamente de mí.

Para hacerme notar claramente al dragón que se acercaba desde el cielo, saqué y levanté el [Artefacto Divino] que acababa de conseguir: la [Vara de Barro Divino Fantasmal (Noktrim-Aveshrut)]. A primera vista, el sencillo artefacto, que parecía hecho de barro blanco solidificado, brilló con la luz del sol.



Día 665


Ayer, tan pronto como regresé, Gerani me invitó a su Castillo de Gema Ideal. ¡Y su entusiasta bienvenida comenzó con un auténtico festín de exquisiteces! Quizás conocía mis gustos, o tal vez era una forma de recompensa.

Reunió a los más renombrados cocineros de la ciudad para la ocasión, y prepararon una variedad de platos utilizando ingredientes frescos y preciosos sin escatimar. Daba miedo pensar cuántos recursos se invirtieron para cada plato. No solo llenaron una mesa lo suficientemente grande para decenas de personas, sino que no paraban de traer más. Además, no eran porciones pequeñas para un par de bocados, sino montañas de comida que un hombre adulto podría comer hasta saciarse. Era, literalmente, una montaña de manjares.

Una cantidad excesiva para agasajar a un solo ogro, y era todo para mí. Se lo agradecí encarecidamente a la Emperatriz Gerani y a todos los cocineros, y comí sin reservas.

Mientras comía, ella se ausentó. Al parecer quería dejarme tranquilo hasta que quedara satisfecho. Una vez que terminé, me llevaron a unas termas de agua cristalina preciosas: limpias, amplias y con agua de excelente calidad. Como ya era tarde, disolví mi cansancio en el agua y me quedé a pasar la noche.

Hasta aquí, el día de ayer.

Esta mañana también me prepararon un desayuno suntuoso, pero esta vez la Gerani también disfrutó de la comida. Parece que ella ya no necesita alimentarse, pero sí degustó un zumo de gemas. Me llamó la atención el zumo, ya que cambiaba de color, así que lo probé. Al parecer, es una bebida hecha de gemas reales licuadas con un método especial. Es una sustancia muy tóxica que la gente normal no puede beber y que les causaría la muerte, pero su suave paso por la garganta y el poder mágico que se disolvió en mi estómago me resultaron bastante fascinantes.

En fin, una vez terminado el desayuno, me senté a conversar seriamente con la Emperatriz Gerani.

El resultado que ella deseaba estaba plasmado en la [Vara de Barro Divino Fantasmal (Noktrim-Aveshrut)], el [Artefacto Divino] que puse sobre la mesa. Por eso, ¡Gerani estaba de excelente humor!

Su sonrisa radiante y su encanto eran diferentes de lo habitual. Sus mayordomos y sirvientas estaban tan absortos por ella que reaccionaban más lento de lo normal. Debido a esto, algunos cometieron errores inusuales, pero Gerani los perdonó con una sonrisa.

Ante una Emperatriz tan animada, se lo conté todo con lujo de detalles, de principio a fin. Ella me hacía preguntas de vez en cuando y yo las respondía. Cuando la conversación avanzó a la quinta forma, tuvo sentimientos encontrados; seguramente tenía mucho en qué pensar.

En cualquier caso, cuando terminamos, ya era casi de noche. La cosa se había alargado más de lo esperado...

Hoy también me quedé a pasar la noche, pero a partir de mañana, volveré a la acción.



Día 666


Como recompensa por mi esfuerzo, Gerani me entregó una gema y la ubicación actual de mis compañeros. También me dio otras cosas, pero estas dos fueron, sin duda, las más importantes.

La gema era del tamaño de mi cabeza y brillaba con todos los colores del arcoíris. Su patrón de poder mágico era idéntico al de ella. Seguro que era parte de su ser. No me lo dijo, pero estoy casi convencido. Parece que se pueden hacer muchas cosas con ella, dependiendo de cómo la use.

En cuanto a la información sobre el paradero de mis compañeros, fue algo que agradecí sinceramente, pues era indispensable para planificar mis próximos pasos. Curiosamente, se dirigen hacia mi próximo destino. Como nuestros objetivos parecen ser los mismos, es muy probable que nos encontremos en el camino. Por lo tanto, poder actuar sin dudar fue una recompensa muy valiosa, sobre todo a nivel mental.

Le di las gracias y me despedí con una sonrisa, aunque estoy seguro de que no volveré a verla. Ahora que ha cumplido el propósito de su vida, su tiempo está casi agotado. Después de un breve periodo de gracia, se sumirá en un sueño eterno. No sé qué les contará a sus compañeros en el más allá, pero deseo que su final sea dichoso.

Tras la despedida, me dirigí a la mansión de la heredera gemlim. Quería despedirme también de ella y sus acompañantes. Me convertí en el maestro de las señoritas, aunque fuera durante poco tiempo. Sería descortés irme sin decir adiós. Además, tenía una promesa con el hurgador de barro gemlim.

Llegué a la mansión. Al saludar a los guardias que custodiaban la imponente puerta, al principio no me reconocieron y se mostraron bastante cautelosos. Ya nos conocíamos, pero sus miradas eran las de quien ve a un intruso.

Es natural, mi apariencia había cambiado mucho desde la última vez. Si no se hubieran puesto en guardia, me habría preocupado.

De todos modos, les mostré el permiso que me había dado el patriarca. Al verlo, parecieron reconocerme, se cuadraron inmediatamente y, nerviosos, llamaron a alguien. Al poco, llegó un sirviente. Se sorprendió al verme, pero se recuperó enseguida y me invitó amablemente a entrar. Mi posición aquí era muy alta, y la bienvenida que me dieron lo demostraba.

Me llevaron directamente al lugar donde estaban las señoritas: la sala de entrenamiento. Habían continuado con la costumbre de ejercitarse desde primera hora de la mañana. Se estaban enfrentando a uno de los gólems maniquí de la serie que les regalé.

Había diseñado la serie de gólems para anticipar su crecimiento futuro, creando de varios tipos para que supieran adaptarse a diferentes oponentes. En esta ocasión, estaban usando un modelo humanoide: el [Gran Ogro Rooper]. Era un ogro común, hecho principalmente de madera que se regeneraba con poder mágico. Su arma era un simple garrote robusto y gigante, sin armadura. Sin embargo, su cuerpo era tan duro que costaba hacerle el más mínimo rasguño con ataques a medias, y para simular una vitalidad realista, seguía alborotado durante un breve periodo de tiempo incluso si le cortaban las extremidades.

Era un modelo diseñado para inculcar la lección de no bajar la guardia hasta el final. Tal y como esperaba, una de las señoritas se relajó un poco después de atravesarle el corazón al tronco. Están configurados para detenerse al recibir un ataque letal. Es comprensible que ella se relajara, ya que estaría acostumbrada a entrenar con otros modelos y sabía que el entrenamiento terminaba al asestar un golpe fatal como este, pero esa negligencia le dio al Gran Ogro Rooper la oportunidad de asestar un golpe desesperado.

Su grueso puño se hundió en el torso de ella, y la lanzó por los aires con fuerza. De un momento de descuido, recibió un golpe doloroso. Se defendió justo a tiempo, pero aun así, seguramente aprendió una nueva lección. Espero que sigan esforzándose en su entrenamiento.

Después de observar un rato su práctica, casi idéntica a una batalla real, el hurgador de barro gemlim notó mi presencia, así que salí de mi escondite y me acerqué.

Cuando me mostré, también se sorprendieron. Pero gracias a Chabomaru o quizás porque sintieron algo familiar en mí, las señoritas parecieron reconocerme enseguida. Me rodearon inmediatamente y comenzaron a hacerme todo tipo de preguntas. Sabían que me había dirigido a la Gran Ciénaga Ilusoria – Claytaria, y estaban muy curiosas por saber qué había pasado allí. Además, como mi raza también había cambiado drásticamente, seguramente les surgieron un montón de preguntas.

Como no tuvimos muchas oportunidades de charlar, hoy hablé con ellas largo y tendido mientras cenábamos. Cuando me di cuenta, ya era de noche, pero la conversación no se detuvo, y decidí quedarme a dormir en la mansión. No tuve más remedio que pedirle al hurgador de barro gemlim que abriera su delicioso licor secreto, tal y como habíamos prometido, y la charla continuó hasta altas horas de la madrugada.

¡Una conversación tranquila mientras se disfruta de un buen licor tampoco está nada mal!



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