24/06/2025

WCC Kalvatia - Capítulo 7




Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
World Customize Creator



Traducido por: Xeniaxen


Capítulo 7
El ojo del huracán

Una vez finalizada con éxito la recuperación de Rectima, Sakuya sugirió que ya era hora de regresar.

—¿Puedo quedarme aquí un rato más?

Al enterarse de que Yuusuke enfrentaba dificultades con Polvatia y Gazetta, Kou manifestó su deseo de ayudar, en agradecimiento por el apoyo recibido durante la expedición para derrotar al Rey Demonio.

—¿Qué te parece, Yuusuke? Con Kou podrías identificar rápidamente a aliados y enemigos.

—La verdad es que eso sería de gran ayuda, pero... podría ser bastante peligroso.

—No te preocupes por mí.

La forma física de Kou era solo provisional, ya que en realidad era un ente espiritual inmortal. Por ello, aseguró que ningún entorno, por peligroso que fuera, supondría un problema para él. Desde su despertar en una mazmorra llena de monstruos, había convivido con criaturas peligrosas y experimentado constantemente situaciones de vida o muerte. Según Sakuya, de los tres que provenían de otros mundos, Kou era quien más acostumbrado estaba a tratar con la vida y la muerte.

—En ese caso, cuento contigo.

—¡Hecho!

De esta manera, se decidió que Kou permanecería en este mundo durante un tiempo. Acordaron que asistiría también a la reunión tras la vuelta de la delegación de las Cuatro Grandes Naciones, que se llevaría a cabo en cinco días.

—La delegación se reunirá en la Catedral de Kaltcio poco después de su regreso, así que hasta entonces puedes quedarte aquí.

Yuusuke pensó que Kou debía visitar el palacio para ser presentado a Violet. El objetivo era evitar revuelo en torno a su cabello negro, que tenía un significado especial en Kaltcio. «Seguro que Reifold intentará averiguar algo sobre él...» pensó.

—¡Ah! Ese tipo estuvo aquí hace poco —intervino Kou repentinamente.

—¿Eh? —Esa observación dejó fuera de juego a Yuusuke por un momento.

—La lectura mental de Kou está siempre activa. Todo lo que pienses lo sabrá inmediatamente —explicó Sakuya. Además, reveló que también había detectado la presencia de Reifold, escondido en el techo.

—¿En serio estaba aquí? ¡¿Y dices que su poder está siempre activo?!

—Yo lo evito con mi «barrera espiritual», pero el nivel de lectura mental de Kou es realmente terrorífico.

—¿Hasta dónde puede leer exactamente?

—Todo.

—¿Todo?

—Absolutamente todo. Desde cero hasta ciento veinte, sin excepción.

—¿Cómo que hasta ciento veinte?

—Puede leer incluso pensamientos involuntarios de los que uno mismo no es consciente.

—Eso es... demasiado.

Si aquello era cierto, ya no era meramente telepatía: era leer la mente al completo. Yuusuke se estremeció ante lo implacable de aquel nivel de lectura mental.



Poco después, Sakuya se despidió prometiendo volver pronto, y desapareció hacia su mundo original.

Al caer la tarde, Parcer, que llevaba rato con hambre, por fin se incorporó. Al mismo tiempo, Raazsha subió del laboratorio subterráneo.

—Ya va siendo hora de cenar.

—Me llevó más tiempo de lo esperado ordenar los químicos... ¿Y este niño quién es? —Raazsha se fijó en Kou, que descansaba cómodamente en el sofá.

—Se llama Kou. Se quedará con nosotros un tiempo.

—¡Mucho gusto!

Yuusuke explicó que Kou era el dueño de Rectima, el compañero de aventuras de Sakuya y el aventurero al que ayudó con la caza del Rey Demonio en otro mundo.

—Ah. ¿Rectima ha despertado ya? Vaya, ¿así que este niño es su amo?

—Y yo que pensaba que lo habías adoptado, Yuusuke.

Parcer, por su parte, notó inmediatamente que Kou no era un niño ordinario.

—Pareces humano, pero claramente no lo eres, ¿verdad?

—Técnicamente, sí soy humano. Aunque este cuerpo es de un espíritu invocado.

—¿Invocado? Interesante.

A diferencia de la reservada Sun o la discreta Rasanaasha, Raazsha no dudó en lanzar preguntas, y Parcer, fiel a su curiosidad, también interrogó a Kou. Gracias a eso, Yuusuke fue descubriendo nuevos detalles:

—¿Tienes la habilidad de poseer otros cuerpos? ¡Es increíble que puedas sacar información incluso de insectos y animales!

—Los insectos no suelen complicarse mucho la vida; casi no expresan emociones —aclaró Kou—. En cambio, los animales y las bestias tienen pensamientos y sentimientos muy definidos, y su percepción de la muerte varía mucho de unos a otros.

Durante la conversación, mencionó una experiencia memorable de cuando empezó a ser aventurero: había poseído el cuerpo de un gran monstruo llamado «oso cornudo» para ayudar a unos aventureros a derrotar a una poderosa banda de bandidos. Durante la batalla, salvó a unos rehenes y acabó hiriendo de muerte al oso. Al partir hacia el más allá, el monstruo le dijo a Kou, como agradecimiento y sin rencor, que había sido divertido colaborar juntos antes de morir, y se marchó en paz.

(Xeniaxen: Llega a decir «conejo cornudo» en vez de oso y yo ya estaba viendo un crossover con Re:Monster monumental...)

—Vaya —dijo Yuusuke—. Si pudieras poseer también a las bestias modificadas, podríamos investigar si se están reproduciendo en algún lugar...

—Claro. ¡Os ayudaré con lo que haga falta! —se ofreció Kou con entusiasmo.



Mientras avanzaban los preparativos para la cena, Kou anunció que saldría a pasear por la ciudad de Sanc Adiet y se levantó de su asiento.

—¿Ahora? ¿No quieres esperar y cenar antes?

—Es que yo no necesito comer ni dormir.

Aunque aparentemente podía comer e incluso ir al baño, su cuerpo no necesitaba ninguna de esas funciones para obtener nutrición.

—Ah, vale... ¿Será porque es un cuerpo espiritual? —murmuró Yuusuke, mientras pensaba que cierta niña de tres mil años que conocía siempre tenía hambre.

Kou procedió a explicar las especificaciones de su cuerpo. El cuerpo invocado que Kou usaba era el de una androide originalmente diseñada para el servicio doméstico. Según él, todas sus funciones fisiológicas eran simples elementos decorativos.

—No volveré hasta la mañana, así que no os preocupéis por mí —dijo, y sonrió directamente a Raazsha.

Ella, por alguna razón, había empezado a actuar de manera extraña. Viendo aquello, Yuusuke ladeó ligeramente la cabeza con expresión interrogante.

—¿Raaz? ¿Ocurre algo?

—¿Eh? Ah... No, no es nada... ¡de verdad!

Pero era imposible que no ocurriera nada, considerando lo evidentemente nerviosa que estaba actuando. Mientras Yuusuke intentaba entender su comportamiento, Kou lanzó una frase definitiva:

—Dice que está emocionada porque lleváis cinco días sin estar juntos.

—¡...!

—Ah... Ahora lo entiendo.

Rasanaasha mostró un rostro entre sorprendido y avergonzado, mientras su cara se ponía completamente roja. Por su parte, Yuusuke entendió perfectamente lo que Kou quiso decir con eso de que no volvería hasta la mañana y que no se preocupasen por él.

Últimamente, Raazsha había estado ocupada hasta tarde con su investigación sobre medicamentos, mientras que él había estado absorbido en el desarrollo de su nuevo concepto de arma, así que apenas habían podido pasar tiempo juntos.

Esa noche, Yuusuke se prometió internamente que sería especialmente considerado con ella.



Al día siguiente, Kou regresó temprano por la mañana y saludó alegremente:

—Parece que anoche lo pasaste bien, ¿eh?

—Tú también —respondió Yuusuke, que ya estaba cambiado y descansando en el salón de la planta baja, respondió con una sonrisa resignada mientras recordaba al autoproclamado hombre del bosque, que hasta hacía un rato se había estado quejando frente a él. «Me pregunto si es la primera vez que le toman tanto el pelo», pensó.

—Me resultó muy útil, ¿sabes?

—Ja, ja... Trata de contenerte un poco, anda.

La noche anterior, al parecer, Reifold había estado siguiendo discretamente a Kou durante su paseo por la ciudad, pero los lugares a los que Kou se dirigió resultaron ser residencias de objetivos importantes bajo vigilancia o zonas cercanas a núcleos clave de las redes secretas de espionaje, lugares a los que nadie podría llegar por casualidad. Sospechando de lo extraño de sus movimientos, Reifold había estado en alerta durante toda la noche.

Al amanecer, Reifold acudió a Yuusuke para preguntar directamente sobre Kou y sus intenciones, pero la respuesta que obtuvo fue la siguiente:

—¿No será que simplemente estuvo haciendo turismo tomando como referencia la información que leyó directamente de ti?

—¿Qué...?

Cuando Yuusuke le explicó que Kou poseía una aterradora habilidad para leer la mente de las personas en tiempo real, Reifold se sujetó literalmente la cabeza entre las manos.

Hasta ahora, había tratado con todo tipo de individuos como especialista en espionaje. Incluso contra alguien como Sakuya, quien era imposible de controlar directamente mediante la hipnosis, aún quedaba la posibilidad de ejercer una mínima influencia o manipulación indirecta según cómo se planteara la situación. Pero el hecho de que, además de haber sido completamente superado en cuanto a técnicas de espionaje, hubieran sabido leer toda la información importante que poseía y que, encima, esa información hubiera sido usada sin intención alguna por parte del otro, fue un duro golpe para él.

Ante alguien que podía leer absolutamente todo lo que piensan los demás (no, incluso cosas que ni siquiera piensan conscientemente), no había forma de recurrir a métodos indirectos. Alguien capaz de leer hasta el nivel del subconsciente podría descubrir incluso las acciones realizadas bajo la influencia de una sugestión inconsciente.

—De verdad... Esto ya es demasiado para mí.

Yuusuke disfrutó brevemente del poco frecuente aspecto derrotado de Reifold, y reconsideró sus planes para el futuro. Inicialmente tenía previsto presentar a Kou ante Violet, pero ahora pensaba que quizás no era buena idea dejarlo reunirse con figuras importantes del palacio. «Aunque es alguien en quien puedo confiar, es importante marcar claramente esos límites», pensó. En lugar de eso, decidió revelar cierta información sobre Kou a través de Reifold, y dejar que él mismo se encargara de gestionar cualquier rumor relacionado con la cuestión del cabello negro.

—Uf... Supongo que tendré que reforzar cuidadosamente el asunto junto con el Rey Esvobus.

—Por favor.

Reifold suspiró cansadamente, echó una última mirada hacia el jardín interior de la mansión y se retiró. Allí, en el jardín, Kou estaba esperando mientras observaba en silencio, preguntándose con expresión inocente: «¿Puedo entrar ya?».




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