21/06/2025

WCC Kalvatia - Capítulo 3



¡Creo haber encontrado por fin el fondo perfecto para los capítulos de Kaltciadia! Es WCC total, ¿verdad? Tiene hasta la textura algo granulada de las portadas de los Tomos. ¿Qué os parece?


-Xeniaxen



Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
World Customize Creator



Traducido por: Xeniaxen


Capítulo 3
Maniobras en la sombra

Yuusuke y la Patrulla del Dios Oscuro, junto a los representantes de las Cuatro Grandes Naciones, se quedaron en la Catedral de Kaltcio para el resto de días de la conferencia. Como Ayuukas la había zanjado en apenas dos segundos el primer día, dedicaron el resto de la jornada a charlas informales y a fomentar el entendimiento mutuo, lo cual, al fin y al cabo, servía al propósito de estrechar lazos entre los reinos.

Pronto surgió un tema preocupante: varias facciones de Polvatia parecían haberse infiltrado en Kaltcio y estar moviéndose a sus anchas entre estados. Cada delegación compartió hasta donde podía sus propias evaluaciones y políticas al respecto.

La representante de Blue Garden, una de las gemelas consejeras de la reina, intervino en voz baja:

—Nosotras en Blue Garden consideramos incorporar la tecnología mágica de Polvatia.

—¿Oye, Sasha, de verdad podemos contarlo? —la interrumpió su hermana Marsha con nerviosismo.

—Claro que sí —respondió ella, sin inmutarse.

A continuación explicó que, mientras la Reina Rishause dirigiera el reino desde Kofta, la primera capital, se habían detectado recientemente grupos de polvatienses que evitaban ir ante la soberana y en su lugar intentaban negociar directamente con funcionarios en la segunda capital, Paula.

Al oír esto, los representantes de Trent Rietta intercambiaron miradas.

—En Trent Rietta también hemos observado a supuestos polvatienses merodeando por Ringwall —fue Brentford quien prosiguió.

—Parece que simulan hacer turismo mientras a la vez recopilan información —añadió Valerie con un gesto de fastidio.

—¿Creéis que están tramando algo? —preguntó entonces Yuusuke.

—Es posible —respondió Welsh, el asistente de la familia gobernante de Trent Rietta, que estaba a su lado—. Los hemos estado siguiendo con discreción: parecen mezclarse con la gente como si nada, pero hemos interceptado algunos mensajes que insinúan contactos con el bando conservador de Gazetta.

Con ese escenario sobre la mesa, la conversación prosiguió «hasta donde permitía el protocolo» entre los emisarios. Se hicieron recomendaciones mutuas para contrarrestar las maniobras de Polvatia dentro de Kaltcio.

—Según los informes, aunque al principio parecían desconcertados, realmente disfrutan de la vida en nuestro continente.

—Ya... Debe de ser como experimentar por primera vez todo tipo de diversión y llevarse un auténtico choque cultural.

Yuusuke recordó los días que pasó infiltrado en la antigua ciudad sacra de Castle Palace de Polvatia y se dio cuenta de que, efectivamente, apenas había visto locales de ocio para el gran público. Probablemente en las altas esferas de Polvatia la cosa fuera algo distinta, como le comentó Sakuya, pero la mayoría de la gente allí no parecía tener acceso a ese tipo de entretenimientos.

—Sakuya pasa mucho tiempo con Alicia, así que a menudo me cuenta cómo son esas costumbres en su mundo.

Los otros representantes lo miraron asombrados a Yuusuke, mientras este lo explicaba:

—¡Vaya, la red de información de la Patrulla del Dios Oscuro es impresionante!

—Bueno, no es tanto una red... La mayoría de lo que sé me lo cuenta Sakuya.

—¿Sakuya?

—La señorita Tsuzuki, me refiero.

Todos los de la Patrulla del Dios Oscuro asintieron, validando que la fuente principal de esas noticias era la chica que viajaba entre mundos. Valerie ladeó la cabeza, desconcertada por aquel nombre que nunca había oído, y Ayuukas intervino para aclarar:

—Por lo que sabemos de ella, ninguna de las naciones ha logrado reunir más que la vaga descripción de una enigmática conocida del capitán de la Patrulla del Dios Oscuro.

Se trataba de una joven de unos veinte años con alas negras, que llegó a Kaltcio procedente de otro mundo y cuya potente habilidad fue decisiva para repeler la invasión polvatiense.

—Es la persona que, tras esa refriega en la playa del norte, se plantó en la habitación de Alcia y salió de allí hecha su amiga, gracias a su increíble carisma.

Al escuchar este retrato de Sakuya, los representantes de las otras naciones no pudieron evitar soltar un simultáneo:

—¡¿¡¿Quéééé...?!?!



Mientras continuaba la cháchara en la conferencia de las Cuatro Grandes Naciones, Ayuukas tomó la palabra para revelar la grave situación interna de Gazetta.

—Bien, ahora que conocemos el estado de cada reino, hablemos del nuestro... Honestamente, tenemos el mayor problema.

Se trataba de la cuestión que desde el mismo final de la guerra contra Polvatia había venido preocupando a Ayuukas y al Rey Shinja: la acción encubierta de la facción conservadora.

—Esos individuos ya han contactado con agentes de Polvatia y se han ocultado bajo tierra junto con los distintos armamentos que teníamos almacenados.

Al parecer, habían sustraído ballestas antiaéreas, esquivando el desmantelamiento de Yuusuke, y habían recuperado armas mágicas de los cuarteles polvatienses, para luego refugiarse en algún punto de las montañas de la antigua Gazetta. Actualmente, el reino estaba en plena operación de búsqueda.

—Ya me imaginé que pasaría eso con las ballestas... —dijo Yuusuke, medio entrecerrando los ojos.

—Sí, la verdad es que yo también— contestó Ayuukas con naturalidad mirándolo de reojo.

Durante la guerra, aquellas ballestas de luz antiaéreas modificadas se habían producido en masa para enfrentar a los bombarderos de Polvatia. Tras usar la alteración de Castle Palace para forzar la rendición, Yuusuke las desmanteló una a una y recuperó los materiales con los que las habían creado. Sin embargo, bastaba con separar el arma de la Red Shift Move, el rango de intervención de su habilidad, para que quedara fuera de su control y hacerla desaparecer.

Así, la facción conservadora de Gazetta que disponía de esos mortíferos artefactos y había contactado con agentes de Polvatia se hallaba oculta en alguna parte de las antiguas montañas del reino blanco. Aunque el grupo activo contaba con apenas una docena larga de miembros, sospechaban que había muchos más colaboradores que seguían en Patricia del Norte, listos para actuar. Si llegaran a dar un golpe de Estado, los daños serían catastróficos.

—Ah, así que también es por eso que Shinja no ha podido abandonar el reino.

—Exacto.

Ayuukas explicó con el ceño fruncido que, sin el Rey, podrían atacar directamente el núcleo de gobierno de Gazetta.

—Pero... ¿está bien que participes tú misma en la misión de Polvatia en esas circunstancias? —insistió Yuusuke.

Se suponía que la representante de Gazetta en el contingente de Kaltcio sería Ayuukas. Como chamana blanca, ocupaba un puesto crucial en el gobierno.

—Precisamente por eso mismo—respondió Ayuukas, con una media sonrisa—. Mi participación también cumple una función de disuasión.

No estaba claro con qué organización de Polvatia estaba contactando los supremacistas; por ahora, la idea era contener los movimientos del grupo más poderoso para impedir cualquier maniobra imprudente.

—Parece que ese sumo sacerdote, que antes era la máxima autoridad de Polvatia, anda interesado en la vida eterna.

—¿Cómo... puede ser?

—Dicen que buscaba a la antigua heroína Parcer con frecuencia.

Con esa sola explicación, Yuusuke comprendió al instante el propósito de su compañera.

—Je, je, je... Habrá que ver cómo convencemos a ese sacerdote, ¿no?

«Madre mía, esta mujer va con la intención clara de tentar a todo el mundo...»

La noche en que Yuusuke transformó Castle Palace, al enfrentarse en persona con el sumo sacerdote en la sala de mando de la Gran Basílica, él le pareció un anciano taimado de la vieja escuela, con la misma astucia de Zeshald. Pero para Ayuukas, que había vivido eones sin envejecer, cualquier zorro viejo le parecía un mocoso inexperto.

Entre los representantes reunidos, solo la mitad captó al instante el doble sentido de su intercambio de palabras. Al resto hubo que explicárselo, provocando un buen puñado de sonrojos y exclamaciones de sorpresa durante un rato.



Después, en la cena, se sirvieron platos exquisitos y también se ofreció buen licor, de modo que la atmósfera hasta hacía un rato tensa y cargada dio un vuelco. Se convirtió en un animado intercambio en el que todos comían y bebían con entusiasmo. Fue entonces cuando, escoltada por los soldados de la entrada, apareció Sakuya.

—¡Oh, qué alegría verte, Sakuya!

—¿Pero qué pasa aquí...? ¿¡Una fiesta en plena sala de conferencias!?

Había llegado imaginándose un solemne encuentro diplomático entre naciones y se había quedado completamente desconcertada al ver el salón convertido en banquete.



Mientras tanto, en una antigua mina abandonada de las montañas de la antigua Gazetta, los miembros de la facción conservadora y los operativos de la Alianza del Esplendor de Polvatia repasaban el plan de acción de cara al alzamiento.

—El éxito de esta operación depende mucho del momento. Todo se decidirá a partir del instante en que nuestros compañeros enviados como intercambio de personal pisen Patricia del Norte.

—Pero... ¿realmente tenemos que alzar la mano contra la chamana blanca? Ella ha velado por Gazetta desde su misma fundación...

Los operativos de la Alianza, que ya habían previsto esa reacción, aprovecharon la oportunidad para inflamar los ánimos de los jóvenes supremacistas:

—¡Sin neutralizar al símbolo, la revolución no triunfará! ¡Debemos convencernos de que estamos destinados a encabezar el futuro de todo nuestro pueblo!

—En un país con la larga historia de Gazetta, hace falta aire nuevo en los momentos decisivos de su devenir.

—Proteger un viejo sistema que tanto os ha protegido es importante, pero si os aferráis en exceso, caeréis igual que aquel desaparecido estado de Noscentes.

—Deberíais preguntaros de nuevo: ¿a quién queréis realmente preservar, a todos los orgullosos miembros del clan blanco... o solo a aquellos líderes en quienes siempre se ha apoyado el gobierno?

Los operativos de la Alianza, que en Polvatia habían instruido en su día a los fieles y educado a diversas etnias de otros continentes, conocían de primera mano la impetuosa lealtad de los jóvenes guerreros blancos. Hasta tiempos recientes, en Gazetta coexistían dos facciones enfrentadas: los progresistas, favorables a integrarse en un mundo dominado por los usuarios de artes divinas, y los conservadores, decididos a restaurar el antiguo Imperio del Clan Blanco.

Gracias a la intervención del dios oscuro Yuusuke Tagami, considerado el factor clave para el auge de Gazetta en Kaltcio, el reino se asentó finalmente como una de las Cuatro Grandes Naciones. Sin embargo, esa estabilidad como gran potencia generó, tanto entre los conservadores como entre los progresistas, el surgimiento de los supremacistas.

El mundo se había vuelto demasiado pacífico. Los jóvenes que habían estado entrenando para la guerra habían perdido la oportunidad de demostrar su fuerza. Su espíritu combativo ardía en silencio. Su deseo más profundo no era la hegemonía de Kaltcio, sino hallar un campo donde brillar. Los agentes de la Alianza del Esplendor aprovecharon ese anhelo y empezaron a guiar sus pensamientos:

—Dicen que vuestro rey siempre ha luchado en la primera línea del frente.

—El rey de Gazetta ahora debe proteger al país y a su pueblo. ¿Quién luchará en su lugar?

—Exacto: Shinja ya no puede moverse libremente. ¡Somos nosotros quienes debemos actuar!

Para ello, era necesario eliminar esa influencia oculta que había sostenido a la familia real de Gazetta durante tanto tiempo.

—¡Superad las adversidades y conquistemos juntos la victoria!

Así, las operaciones clandestinas de la Alianza del Esplendor continuaron avanzando paso a paso.








No hay comentarios:

Publicar un comentario