Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
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—Ay, la tensión es insoportable a estas horas de la mañana.
—Ja, ja. Raazsha, ¿será que en realidad eres sorprendentemente tímida?
Ella se dejó caer en el sofá y se deshizo en él, blanda como un muñeco. Yuusuke había notado que últimamente mostraba a menudo su aversión a ciertas situaciones.
—¡Qué va! Son Reifold y ese chico, que son un caso especial, nada más.
Se encogió de hombros y sorbió el té que le había servido una sirvienta. Sentada a su lado, Rasanaasha le peinaba el pelo con una sonrisa irónica. Yuusuke entrecerró los ojos, pensando que era una escena sorprendentemente conmovedora.
Sun ya estaba lista para ir a trabajar al palacio. Se estaba mirando en el espejo.
—Bien, entonces yo también me iré a trabajar.
Yuusuke se terminó el té y se levantó del sofá. Haciendo girar su capa negra, se dirigió al vestíbulo de entrada donde le esperaba Sun.
Yuusuke llegó al palacio, se asomó como de costumbre a la segunda sala de descanso para saludar a los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, y se despidió de Sun, quien se dirigía al campo de entrenamiento. Luego se encerró en su propia habitación de la guardia de palacio, en el piso superior.
Hoy tenía previsto avanzar con el desarrollo del dispositivo de levitación. Antes de empezar, echó un vistazo rápido a la información del mapa de los alrededores de su casa en la pantalla de personalización para asegurarse de que no se estuvieran creando nuevos pasadizos.
«Supongo que no habrá ignorado mi advertencia», pensó. Era la primera vez que rechazaba una interferencia de forma tan explícita, pero por ahora, no parecía que le estuvieran subestimando. «Aunque acaba de pasar esta mañana, claro».
Yuusuke quitó los datos del mapa de la pantalla de personalización y cargó los datos del dispositivo de levitación. La forma del dispositivo le gustaba, pero el método de uso todavía no era el ideal.
El otro día, en la Catedral de Kaltcio, había demostrado un rendimiento impecable como herramienta de transporte. El problema era cómo usarlo como arma, que era su propósito inicial. Quería encontrar ideas para un uso más efectivo.
En ese momento, de repente, un rostro apareció en la pantalla de personalización.
—¡Holaaa!
—Hola...
Yuusuke contuvo un instante de desconcierto. Sakuya le estaba saludando con la mano a través de la pantalla de personalización.
—Así que, verás, necesito ingredientes para aumentar el repertorio de recetas de Alicia.
—¿Y eso? Es de las cosas más random que me has pedido.
Al parecer, Sakuya acababa de visitar a Alicia. Quería que se añadieran productos lácteos a la lista de ingredientes para exportar, con el fin de ayudar a Alicia, que desde hacía unos días estaba probando a hacer croquetas.
—De acuerdo, déjamelo a mí. Hablaré con el encargado de ese departamento.
—¡Genial!
De ese tema trivial, pasaron a ponerse al día sobre sus respectivas situaciones. Sakuya mencionó que la cooperación entre las organizaciones influyentes del lado de Polvatia, incluida Viento del Alba de Alicia, había empezado a activarse contra la Alianza del Esplendor, y que le había hablado a Alicia sobre el joven Kou.
—Por mi parte, eso es todo. ¿Y tú, tienes alguna novedad?
—Aquí no ha habido grandes cambios desde la última vez. Solo que...
Yuusuke le contó sobre los movimientos sospechosos en el país vecino de Blue Garden, algo que había oído de Reifold esa misma mañana.
—Todavía no sabemos si la Alianza del Esplendor está involucrada, pero Reifold va a investigarlo.
—Mmm... Vale. Ese agente... libre, ¿no?
—¿Libre? —Yuusuke ladeó la cabeza, repitiendo la palabra de Sakuya para describir a Reifold.
—Parece que a veces se mueve priorizando su propia curiosidad.
Normalmente, un espía excelente al servicio de una nación no debería actuar por su cuenta, pero Reifold, a pesar de ser muy hábil, a menudo actuaba por iniciativa propia. Sakuya señaló que sus acciones no parecían ser el resultado de un juicio de campo para determinar la mejor opción, sino que seguía sus propias preferencias.
—¿Eso es... por algo de los espíritus...?
—Sí, mi espíritu me lo ha dicho, pero lo he percibido yo misma.
—Ahh, ya.
Yuusuke asintió con aire de comprensión. Al ser un subordinado directo del rey, él a menudo sospechaba que las acciones de Reifold ocultaban las intenciones de la realeza. Que Sakuya y su espíritu confirmaran que gran parte del comportamiento de Reifold se debía a sus propios gustos y preferencias era bastante revelador.
Los allegados a Yuusuke, incluidos los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, se habían visto bastante arrastrados por los acontecimientos hasta ahora. No obstante, a partir de ahora podría achacarlo a «probablemente fue culpa de Reifold», aunque solo fuera cuestión de autoengañarse.
Una vez que terminaron de ponerse al día e intercambiar información, Sakuya decidió visitar Blue Garden. Ya la habían invitado encarecidamente antes, pero también le preocupaba que el mencionado «agente libre» se hubiera puesto en marcha para investigar.
—Ah, sí, las dos doncellas querían una oportunidad para hablar contigo en privado, Yuusuke.
—¿Te refieres a Sasha y Marsha?
Se trataba de dos damas de compañía muy cercanas a la Reina Rishause, sus amigas de la infancia, y quienes siempre la habían servido y apoyado desde que relegaron a la reina a un papel secundario.
—Tener un canal de comunicación con las ayudantes cercanas de la reina no es mala idea.
—¿Entonces fijamos una cita informal? Se lo diré cuando vaya allí.
—Mmm... Creo que primero debería consultarlo con mi jefa y mis compañeros.
Si dejaba que Sakuya marcara el ritmo de las cosas, estas avanzarían demasiado rápido y los demás se quedarían atrás. Preocupado por la falta de coordinación, Yuusuke quiso proceder con cautela.
—Vale. Entonces les transmitiré eso cuando las vea.
—Gracias.
Poco después de que Sakuya se marchara, Violet llegó a rebuscar entre sus cachivaches, como de costumbre.
—¡Ya he llegado! ¿Tienes algo interesante hoy?
—Llegas en el momento más oportuno, como siempre.
—¿Eh? ¿De qué hablas?
Sin saber por qué Violet se cruzaba con Sakuya con tanta frecuencia, Yuusuke se limitó a decir «Nada, cosas mías» y le indicó el lugar donde guardaba las nuevas creaciones que había ideado recientemente con la investigación de sus habilidades de personalización.
—Ahí está todo. Ahora mismo estoy explorando los usos del dispositivo de levitación.
—¿Te refieres a ese guantelete? ¿Se puede usar para hacer levitar personas?
—No es que no se pueda, pero probablemente se harían daño, así que sería mejor no intentarlo.
Yuusuke dedujo que, al conectar bandas de magia a un objeto para hacerlo levitar o moverlo en el aire, aunque ajustaba la potencia para mantenerla constante, no lo hacía pensando en la anatomía humana. Si aplicara la misma fuerza que usó para arrancar espantapájaros en el campo de entrenamiento o para retirar escombros en la Catedral de Kaltcio, probablemente las lesiones serían graves.
—Hmm... Entonces, ¿no sería mejor impactar directamente al enemigo en lugar de hacer levitar objetos y lanzárselos?
—Es que... no quiero que la cosa se ponga muy gore...
Yuusuke expuso las razones de su método indirecto mientras Violet seguía rebuscando entre los trastos. En ese momento, sus ojos se posaron en una figura inusual en la habitación de Yuusuke. Era una especie de caballero con armadura, pero solo tenía la parte superior del cuerpo.
—¿Qué es este muñeco?
—Ah, es una miniatura del gigante acorazado.
—¡Oh! ¿Es la que usaste en el duelo donde te apostaste a Sun?
—Es verdad... Lo había olvidado.
Violet sostuvo la miniatura del gigante acorazado y la miró con asombro.
—¡Guau! ¡Qué chulo!
—¿Ves el botón debajo del torso? —Yuusuke le explicó que esa réplica también tenía las funciones del mecanismo que había usado en ese combate.
—¿Esto? ¡Uala!
Cuando Violet apretó el botón, en la base de la miniatura, esta empezó a lanzar puñetazos. Tenía tres movimientos programados. Cada botón correspondía a: un puñetazo recto, una ráfaga de ganchos izquierdos y derechos, y un golpe de martillo con los brazos cruzados.
—¡Ja, ja, ja! ¿Qué es esto?
Parecía que los juguetes con movimiento le resultaban divertidos. Violet fue alternando los botones, haciendo que el muñeco golpeara cajas y cojines al azar.
—¡Ah! ¡Claro!
—¿Qué?
De repente, a Violet se le ocurrió algo. Yuusuke la observó con una sonrisa. Tiró de la cuerda del platillo volador que siempre llevaba consigo y colocó la miniatura del gigante acorazado encima del plato.
—Uhm... No consigo que se mantenga en pie... ¡Uoh!
Violet atrapó la figura que se cayó del plato. Parecía que quería hacer volar al mini gigante acorazado. Al atraparlo, pulsó accidentalmente un interruptor y el muñeco empezó a darle puñetazos.
—Oye, Yuusuke. ¿No puedes juntarlos para que vuele?
—A ese tamaño no tiene suficiente flotabilidad... ¡Pero esto me ha dado una idea!
La idea lúdica y la autolesión de Violet provocaron una chispa en la mente de Yuusuke. Se le había ocurrido un uso útil para el dispositivo de levitación como arma, y quería probarlo en el campo de entrenamiento. Violet, intrigada, le siguió. En el camino, Yuusuke recordó algo y decidió contarle la conversación con Sakuya.
—Ah, sí. Hace un momento vino Sakuya y me dijo que las doncellas de la reina de Blue Garden querían hablar conmigo en privado.
—¿Ha venido Sakuya? Las asistentes de la reina son esas hermanas gemelas, ¿no?
Aunque Violet no las había conocido en persona, había escuchado varias cosas de ellas de Yuusuke, y se puso a deducir el motivo por el cual querían reunirse con él en privado.
—¿Qué querrán? Si solo quisieran pedirte ayuda, no habría problema en hacerlo de forma oficial.
—Sí, dudo que sea para encargarme que repare objetos o que construya edificios.
Tampoco era probable que quisieran pedirle consejo sobre la tecnología mágica importada de Polvatia. Y mucho menos que fabricara un objeto como la reliquia de Shalnar que usaba la Reina Rishause, lo cual sería aún más inverosímil dadas sus respectivas posiciones. Así que, si querían hablar con Yuusuke por algún motivo que no fuera político...
—¿Crees que será algo relacionado con Shinja?
—¡Oh! ¿Te refieres a la historia de amor entre el rey melenas y la reina?
—Algo así.
De hecho, los lazos reales entre Gazetta y Blue Garden, aunque en apariencia eran naciones nuevas con poca interacción, se entrelazaban de forma compleja en lo profundo de la historia. Rishause había vivido en la aldea oculta de la familia real de Gazetta durante su infancia, y desde entonces tenía una relación cercana con Shinja. Hubo un tiempo en que incluso se habló de la fusión de Gazetta y Blue Garden. Era posible que las hermanas doncellas quisieran consultar este asunto a Yuusuke, que tenía una relación cercana con el Rey Shinja.
—Bueno, hasta que no nos reunamos, no sabremos de qué quieren hablar.
—Mmm... Si no te pone en peligro, puedo darte mi permiso.
Justo cuando llegaron al campo de entrenamiento, acordaron decidir con calma los detalles, incluido el lugar de la reunión, una vez que se hubiera contactado con ambas partes.
En el campo de entrenamiento encontraron a Sun practicando con el arco en un rincón, como en otras ocasiones. Hoy también estaban Vermeer, Zhahid y Hinke.
—Capitán, Princesa, a sus órdenes.
—Hola —saludó él con un gesto con la mano—. Qué raro verte por aquí —murmuró.
Zhahid, usuario de artes acuáticas ofensivas, practicaba el lanzamiento de esferas de agua a menudo; pero era especialmente extraño ver a Vermeer, que tenía poca energía divina y estaba más inclinado al combate cuerpo a cuerpo, y Hinke, que rara vez participaba en los entrenamientos.
—Estamos en alerta por ese asunto, pero no podemos quedarnos encerrados en las habitaciones todo el día, ¿no?
Vermeer parecía haber venido a acompañar a Zhahid y haber arrastrado también a Hinke, quien estaba ocioso en la sala de descanso. Habían encontrado a Sun practicando con el arco en el campo de entrenamiento, y Vermeer había estado explorando diversas ideas para combinar las artes aéreas de asistencia que habían usado a menudo en combate para fortalecer las flechas.
—Qué bien que seáis tan diligentes.
Mientras Yuusuke elogiaba a sus subordinados, Violet se puso a charlar animadamente con Sun sobre lo mucho que había mejorado en el tiro con arco.
—¡Guau, Sun! ¡Pareces otra!
—Ay, no... Todavía me queda mucho por mejorar...
Impresionados por la presencia de miembros tan destacados como el capitán oscuro y la princesa Violet, los demás guardias del campo de entrenamiento se limitaron a observarlos desde lejos.
—Por cierto, ¿qué han venido a hacer aquí, capitán, princesa? —preguntó Hinke.
—¡Ah! Queríamos hacer algunas pruebas con esto —contestó Yuusuke, y mostró el dispositivo de levitación con forma de guantelete que llevaba en la mano izquierda.
—Así que lo lanzas contra eso y luego atacas, ¿no? —preguntó Violet al ver el espantapájaros que Yuusuke hizo levitar en el primer experimento.
—Primero haré un gigante acorazado de tamaño considerable... Bueno, no será de tamaño gigante, sino más bien como una armadura de medio cuerpo.
Usando el suelo del campo de entrenamiento, que ya había materializado varias veces, Yuusuke creó una armadura de medio cuerpo ajustada a un tercio de su tamaño habitual. Con un efecto de luz, apareció el acorazado de casi dos metros de altura. Un murmullo de asombro recorrió el campo de entrenamiento.
—Lo cogeré y lo moveré con el dispositivo de levitación.
La armadura de medio cuerpo realizaba ataques con su función mecánica y, en ese estado, flotando en el aire, se acercó al espantapájaros y lo golpeó brutalmente. Los golpes sonaban sorprendentemente pesados. Violet exclamó con admiración. Parecía que con la conexión mágica activada se podía incluso cambiar las funciones del mecanismo. Operarlo se volvía un poco más complejo, pero eliminaba casi todas las debilidades del gigante acorazado, que hasta ahora era una fortaleza inmóvil.
Tenía una gran versatilidad, ya que se podía adaptar a diferentes usos: desde el combate cuerpo a cuerpo o incluso como ariete para asediar castillos, dependiendo del tamaño, los movimientos de ataque y la combinación de armas como espadas o lanzas.
—Si tenemos una variedad completa de armas, podremos usarlas en la mayoría de las situaciones.
Mientras operaba la armadura de medio cuerpo flotante, Yuusuke imaginó cómo la usaría en combate real. Los movimientos de ataque se repetían en bucle gracias a la función mecánica, lo que resultaba en movimientos idénticos que se repetían sin cesar. No se cansaba ni se inmutaba ante los contraataques. Era una secuencia de ataques inorgánicos que se lanzaban con intensidad y monotonía. No era necesario que tuviera forma humana, pero precisamente por tenerla, los ataques mecánicos adquirían una fuerza inquietante.
—Uhm... Esto es... —gimoteó Vermeer.
—Se mueve por el aire y es difícil prever su alcance o cuándo se va a acercar. El oponente sentirá una presión considerable —observó Zhahid.
—Cuando se toma en serio la creación de armas, realmente produce cosas increíbles, capitán —lo elogió Hinke, representó el sentir de todos los que lo presenciaron en el campo de entrenamiento.
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