Novela original en chino por: 御我 (Yu Wo)
⸶La Leyenda del Caballero Sol⸷
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Libro 3: Al Rescate de una Princesa
Regla compartida de los Doce Caballeros Santos ‘C’:
“No importa lo lamentable/idiota que luzca el Caballero Sol, jamás provoques su ira”
Palacio Real del Reino de la Orquídea
Lunar
“¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaah!!!!!”
Un grito que te
perforaba el oído se escuchó en una tranquila noche, el cual provenía de la
habitación de la princesa Alice.
La princesa Ann
y un grupo de caballeros entraron abruptamente a la habitación de la princesa
Alice, pero lo que los recibió fue una escena en la que su alteza real estaba
agachada en el suelo, llorando y cubriendo su rostro con las manos. Cuando
escuchó que entraron a su habitación, chilló en un tono de pánico, “¡Lárguense!
¡Todos ustedes fuera de aquí!”
Los caballeros
se vieron el uno al otro en confusión, pero al ver que nadie estaba en la alcoba,
se dieron la vuelta para mirar a la princesa Ann quien asintió con la cabeza,
indicándoles que se marcharan.
Ann caminó al
lado de su angustiada hermana y le preguntó cuidadosamente, “Hermanita, ¿qué
pasa? ¿Viste una araña?”
Alice solo
sacudió su cabeza, sin decir una palabra.
Ann se ponía
más y más preocupada y dijo, “Iré a traer a alguien más–”
“¡No vayas!”
Alice rápidamente detuvo a su hermana.
Ann pausó. No hagas esto, no hagas aquello. ¿Qué está
mal con ella?
“Hermanita,
realmente me estas preocupando.” Dijo exasperadamente. “No importa lo que sea,
tienes que decírmelo para que te pueda ayudar.”
Alice
lentamente bajó sus manos y miró hacia arriba, pero al ver el rostro pasmado de
su hermana, estalló en lágrimas de nuevo y comenzó a lamentarse.
Ann tenía una
expresión extraña en su rostro y le preguntó asombrada, “Hermana, tu rostro……
¿Por qué está tan oscuro? ¿Acaso no estaba bien solo esta mañana?”
“Acababa de
limpiarme mi mascarilla facial, cuando me miré en el espejo y vi mi rostro,
grité… Mi piel…” Ella lloraba.
¡Che! ¿Así que solo es este pequeño
problema? Aunque su cara se había vuelto más oscura, no estaba tan mal. Ann miró a su hermana, sin
saber si llorar o reír. “Te dije que no jugaras con todas esas cremas
faciales. ¿Lo ves ahora? ¡Esta vez
fuiste a usar una crema cuestionable y arruinaste tu complexión clara!”
“¡¿Cómo es
posible?! ¡He seguido cuidadosamente las instrucciones!”
Alice
rápidamente le mostró las instrucciones de la crema aclaradora que el Caballero
Sol le había dado.
“Tinta de
calamar negro, Extracto de algas negras, Lodo, Ocre amarillo, Mucus de
cañadilla, Entrañas de pulpo, Raspado de carbón, Esencia de onagra, Colocar en
una olla para ponerla al fuego a 100˚ C. Esparcirlo por toda la piel mientras
todavía está caliente. Se deja reposar por tres horas antes de lavarlo.” Leyó
Alice.
Mirando a las
extrañas instrucciones, Ann no podía creer que su hermana de verdad se haya
atrevido a poner esa mezcla en su rostro. Después de un momento, su expresión
se puso más extraña y le preguntó cuidadosamente a su hermana, “Hermanita, ¿de
dónde dijiste que conseguiste esta receta?”
Alice le
respondió sin tratar de esconder nada, “Del Caballero Sol. Su piel es tan
suave, tersa y clara, ¡no debería de haber ningún problema!”
Lo sabía… Ann sonrió agriamente y dijo,
“Hermanita, ¿por qué no intentas juntar todas las letras mayúsculas y ver lo
que dice?”
Al darse cuenta
de que algo andaba mal, Alice rápidamente miró a la carta y leyó,
“T.E.L.O.M.E.R.E.C.E.S… ¡‘Te lo mereces’! ¡¡¡Aaaaaaaaah!!!”
La liche perdió
su cuerpo, Aguardasol recibió una paliza hasta casi quedar muerto, y ahora
incluso ella misma no pudo escapar de la ira del Caballero Sol…
Los gritos de
Alice continuaron sonando por el palacio real durante tres días y tres noches.
“¡¡Caballero
Sol!! ¡¡¡Bastardo despreciable y sinvergüenza!!!”
◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊
Un día, Hoja
cuidadosamente abrió otra carta de su querida y amada Ann.
Mi Querido Hoja,
Lo que me dijiste sobre la tercera regla de los Doce Caballeros Santos: ‘No importa lo inútil/estúpido que el Caballero Sol luzca, jamás provoques su ira’ ¡es tan cierto! Después de continuamente tratar la piel de su rostro con varias cremas aclaradoras por todo un mes, la piel de mi hermana todavía no se ha recuperado ni un poquito y sigue tan oscura como siempre.
Como la mayoría de las heridas de su amado fueron curadas por el Caballero Sol, él pudo regresar a la Iglesia del Dios del Caos y regresar aquí de nuevo para proponerle matrimonio rápidamente. Sin embargo, mi hermana no se atreve a aparecer ante él antes de recuperar el tono anterior de su piel, y no se atreve a aceptar la propuesta por esa misma razón. Ahora se la pasa llorando en su habitación todos los días. Pero aunque se la pasara llorando cada día, su piel no se aclarará de nuevo.
¡¡Aah!! ¡Ese Caballero Sol es tan tenebroso! ¡Hoja, asegúrate de no provocarlo! Si lo haces, rápidamente escapa de ahí para venir aquí. Le pediré a Michael que te esconda en la Iglesia del Dios de la Guerra. Tal vez de ese modo tú si puedas evadir su ira.Rezando para que nunca estés en la lista negra del Caballero Sol,
Siempre tuya, Ann.
Receta del desastre:
Tinta de calamar negro
Extracto de algas negras
Lodo
Ocre amarillo
Mucus de cañadilla
Entrañas de pulpo
Raspado de carbón
Esencia de onagra
Colocar en una olla para ponerla
al fuego a 100˚ C
Esparcirlo por toda la piel,
mientras todavía está caliente.
Se deja reposar por tres horas
antes de lavarlo.
Traducido al Ingles: Lealynn
Traducido al español: Blacklily
Editado: Storyteller