
Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
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Con enemigos y aliados mezclados en un espacio reducido, y con la facción supremacista también presente, la situación era bastante caótica. Aun así, Ayuukas apoyó la decisión de Yuusuke de que Kou era el más adecuado para la tarea.
—Tenemos suerte de poder contar con Kou.
—Tú también.
Yuusuke creó una plataforma de teletransporte en el campo de entrenamiento donde se encontraba Kou y le envió un mensaje pidiéndole que regresara al jardín colgante. Hubo cierta confusión en el intercambio de mensajes, pero finalmente se transmitió correctamente.
—¿Cómo...? Ha vuelto a su forma de niño... ¡Ejecutar!
Al confirmar que aparecían pequeñas huellas en la plataforma, Yuusuke lo llamó de vuelta con Shift Move.
—¡Ya he vuelto!
—Bienvenido.
—Has hecho un gran trabajo.
Como de costumbre, Kou no mostraba ni una pizca de cansancio. Yuusuke lo puso al día de su siguiente misión.
—Vale, yo también tengo información. Es sobre la facción supremacista y la Alianza del Esplendor...
Kou informó que los comandantes de la Alianza del Esplendor habían intentado detonar los mechas acorazados en los que viajaban los supremacistas, y que los mechas que pilotaban ellos no tenían dispositivos de autodestrucción.
—¿Han intentado inmolarlos? Pero, ¿no se llevan bien?
Yuusuke ya había intuido por el desarrollo de los acontecimientos que los miembros de la Alianza del Esplendor despreciaban a la facción supremacista o, más bien, a todos los kaltcianos. Sin embargo, el hecho de que intentaran autodetonar los mechas sin el consentimiento de los propios pilotos lo llevó a darse cuenta de que el vínculo entre ambos grupos era más retorcido de lo que pensaba.
—Pensé que estaban unidos por intereses mutuos, pero, ¿los polvatienses están engañando a los supremacistas?
—Podría ser.
Ayuukas mostró consideración por los jóvenes de Gazetta. Dijo que desde antaño había visto cómo algunos adultos con segundas intenciones se habían estado aprovechando de jóvenes impetuosos, confundidos por el cambio de era y desbordados por un sentido de denuncia, infundiéndoles ideas revolucionarias.
—Bueno, si es así, no podemos resolverlo todo solo con la fuerza bruta.
—Pues eso va a ser un buen problema...
Sus acciones eran totalmente impulsivas, pero sus motivaciones eran delicadas, emocionales. No podrían resolverlo solo mostrando más poder y fuerza militar. Al final, la lealtad hacia el país y hacia el rey era la clave para resolver la situación. A su vez, eso serviría como un faro para fortalecer la unidad del pueblo de Gazetta con sus compatriotas, los blancos.
«Primero, hay que controlar el caos actual», pensó Yuusuke. Observando los cambios en la pantalla de personalización y deduciendo la situación en el lugar a través de las comunicaciones, vio el movimiento de las tropas enemigas en la pantalla de Ayuukas.
En ese momento, estaban reduciendo gradualmente el espacio sellado, e inmovilizando al enemigo. La mayoría de las tropas enemigas se habían concentrado en la gran sala central de la instalación, pero algunas se habían dispersado en grupos de varias personas por otras estancias. Como sería una gran desventaja enfrentarse de frente a los tiradores que llevaban pistolas mágicas, era difícil determinar el momento, el lugar y la forma de atacar. Lo único que estaba claro era que si usaban la fuerza bruta sin pensar, habría víctimas innecesarias.
Fue entonces cuando Kou, al ver las pantallas de personalización de ambos, hizo una sugerencia:
—¿No podemos sacarlos uno por uno con Shift Move?
—¡Ah...! ¡Claro, tienes razón!
Kou no podía manejar la habilidad de personalización como Yuusuke o Ayuukas, pero basándose en la información detallada de las habilidades que había leído de la mente de ambos, ideó una técnica avanzada. El ataque actual, dividido simultáneamente entre múltiples lugares, era difícil de manejar, pero, si lograban concentrarlo en un solo punto, podrían ejecutar su plan sin problemas. Yuusuke, Ayuukas, Shinja y los demás, que ya habían vuelto del frente, debatieron la propuesta de Kou, que permitía someter al enemigo de forma segura sin que nadie corriera peligro. La pusieron en práctica de inmediato.
—En cierto modo, es plantearlo a la inversa. Es un genio. ¡Ejecutar!
Añadirían un uso aún más retorcido a una técnica que ya de por sí era «hacer trampa», para montar el escenario que pondría fin al disturbio. En el centro del campo de entrenamiento cubierto, donde apenas media hora antes se estaba librando un feroz combate, apareció una tosca torre de piedra rectangular que parecía un monumento conmemorativo o una lápida. Las tropas de supresión se desplegaron alrededor de ella.
Justo al lado de la torre, apareció Kou en su forma de niño. La pequeña construcción tenía un espacio lo suficientemente grande como para que entrara una persona, y aunque las paredes no eran gruesas, estaban tan reforzadas con la personalización de Yuusuke que podrían soportar el impacto de un mecha sin problemas. Dentro de esta torre de piedra, teletransportarían a los enemigos de las zonas selladas uno por uno usando Shift Move para determinar si eran amigos o enemigos. Si eran del bando contrario, los desarmarían y los arrestarían. Si eran de los suyos, los protegerían y darían por concluido el rescate.
—¡Dale, Kou! ¿Estás listo?
—Sí. Cuando quieras.
Desde el jardín colgante de la Torre Central, Yuusuke operaba el menú de personalización. Cuando recibió la respuesta de Kou comenzó la operación.
Una unidad combinada de la Alianza del Esplendor y la facción supremacista, que había atacado una de las prisiones dispersas por Patricia del Norte, se había atrincherado después de asegurar el edificio, liberando y añadiendo a sus fuerzas a los compañeros que estaban allí encarcelados. Su asedio contra las tropas del ejército de Gazetta que habían acudido a reprimirlos, usando al personal de la prisión como rehenes, era particularmente efectivo gracias a las pistolas mágicas que usaban los miembros de la Alianza del Esplendor. Lograban repeler una y otra vez a las unidades que se teletransportaban directamente al interior de la instalación.
Al agruparse y usar a los rehenes como escudo, podían reaccionar con calma incluso cuando las tropas enemigas aparecían de repente frente a ellos. No obstante, los de Kaltcio no solo estaban enviando tropas, sino que también construían inexplicables barreras una tras otra en lugares donde no deberían existir, bloqueando habitaciones y pasillos y dividiendo a los aliados. Los supremacistas y los de la Alianza del Esplendor se encontraron pronto atrapados en las zonas selladas.
Se reunieron en el centro de una sala, de espaldas unos a otros, vigilando en todas direcciones. Incluso si se apoyaban en una pared, esta podía desaparecer y las tropas enemigas podían atacarlos por la espalda, por lo que no tenían más remedio que apiñarse y adoptar una formación cerrada. Pero entonces, las paredes se empezaron a mover y la habitación se empezó a hacer cada vez más pequeña. La unidad combinada estaba ya completamente apiñada. Su ansiedad e impaciencia aumentaban por momentos.
En ese espacio cerrado, casi sin luz, una pareja de miembros de la Alianza del Esplendor, separada del cuerpo principal, intercambió sus sensaciones sobre la situación actual:
—Esto ha sido un completo fracaso —susurró uno.
—Sí... El equipo de asalto de la Torre Central metió la pata.
—Maldita sea. ¡¿Así es como terminará todo esto?! ¿No decían ser caballeros de élite de la antigua Legión Blanca?
—Desde el principio era un plan imprudente. Una operación a lo bruto como esta no...
Habiendo perdido su rama más grande construida en Kaltcio, ese ataque buscaba la ocupación de Gazetta mediante la toma de la Torre Central como un último recurso. Se habían adelantado al plan original, que implicaba un golpe de estado y la toma de control poniendo a la facción supremacista al frente, omitiendo algunos procedimientos necesarios, debido a la desesperación causada por la pérdida de la rama más grande.
—Esto es un desastre.
En efecto, se podría decir que el hecho de que el objetivo que habían predicho que sería un gran obstáculo permaneciera intacto, y que no pudiera ser eliminado, tuvo un impacto significativo.
—Seguro que ha sido ese heraldo del caos... el manipulador del terreno...
El hombre le habló a su compañero, que custodiaba su espalda, esperando una respuesta predecible, pero solo recibió silencio. Es más, sintió que incluso su presencia había desaparecido.
—¿Oye?
Se giró, preocupado, y no había nadie. Miró a su alrededor y vio que, en el suelo, donde su compañero había estado de pie, unas pequeñas partículas de luz revoloteaban suavemente y se desvanecían.
—Enemigo. He confiscado sus armas.
Pegado a la torre de piedra en el centro del campo de entrenamiento cubierto, Kou explicó a qué facción pertenecía la persona recién teletransportada y guardó su pistola mágica en su almacén interdimensional.
Teletransportaban a las personas una a una desde la prisión hasta el interior de la torre de piedra usando Shift Move. Desde fuera, Kou les leía la mente para diferenciar entre amigos y enemigos. Podía introducir en ellos su cuerpo espiritual y confiscarles las pertenencias. La evaluación de Kou era rápida y con una precisión del cien por cien.
Comenzaron con un pequeño grupo de la multitud del centro de la prisión, a modo de práctica, y una vez que le cogieron el tranquillo, el resto fue un trabajo en cadena.
—Aliado. Aliado. Enemigo. No tiene armas. Aliado. Enemigo.
De esta manera, si era un aliado, se abría rápidamente una de las caras de la torre de piedra para rescatar a la persona. Luego se sellaba la torre de nuevo y se teletransportaba a la siguiente persona. Si era un enemigo y estaba armado, Kou le confiscaba las armas. Luego se abría una de las caras de la torre de piedra y la persona era arrestada y detenida por una unidad especial. Después, se sellaba la torre y se pasaba a la siguiente persona.
Se iban comunicando los tiempos de teletransporte, liberación y sellado mediante señales desde el campo de entrenamiento hasta la Torre Central, que era la torre de mando. Yuusuke era quien realizaba todas las operaciones con su habilidad de personalización desde el jardín colgante. Miró el cielo, que empezaba a iluminarse con el amanecer, mientras tomaba el té que Ayuukas le había preparado.
—Ya ha amanecido por completo.
—Me gustaría dormir un poco cuando volvamos.
—Sí, vinimos justo a la hora de acostarnos...
Sun y los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro estaban relajados en sillas y mesas. Ya liberado de sus tareas de comunicación, Hinke parecía particularmente somnoliento.
—Oye, Hinke, si no te sientas bien, te vas a caer.
—Mmm... E-Estoy bien...
—No parece que lo estés.
Yuusuke sonrió con amargura. Hinke estaba recostado sobre Zaisha y medio sumergido en el mar del sueño. El trabajo en cadena de la torre de piedra podía hacerse con una sola mano.
Con la amenaza del ataque disipada y sin peligro, el Rey Shinja y sus asistentes también se estaban relajando. Parecían interesados en las recientes reformas del Palacio de Volance que había realizado Yuusuke y en los ejercicios y entrenamientos de alto nivel. Estaban conversando sobre ello con Vermeer y Zhahid.
—¿En serio? ¿Tiene una nueva arma secreta, Yuuuske? Esto me interesa.
—Bueno, no es que sea secreta. Cuando terminemos aquí, te la enseñaré.
Las nuevas formas de usar el dispositivo de levitación aún eran conocidas solo por algunos guardias dentro de Fonkrank. Para Yuusuke, era preferible que no hubiera necesidad de usarlas.
Finalmente, el trabajo concluyó, y todos los atacantes de la Alianza del Esplendor y la facción supremacista fueron capturados. Entre ellos había algunos miembros infiltrados que se habían unido al ataque.
Después de limpiar los muros de defensa improvisados y la torre de piedra que había erigido para contrarrestar el asalto, así como de llamar a Kou de vuelta al jardín colgante por última vez, se declaró el fin del incidente.
—Bien hecho, Kou. Has hecho un gran trabajo.
—¡Qué bien! ¡Ha sido gracias a todos!
Tras una noche de combate ininterrumpido desde la madrugada, y con todos mostrando al menos un poco de fatiga, Kou no parecía mostrar cansancio alguno, y eso que había sido el más activo.
—No sé qué habríamos hecho sin vosotros, de verdad. Quiero recompensaros. ¿Me acompañas a un sitio, Yuusuke?
Ayuukas les indicó que los llevaría a la sala del tesoro para darles un regalo. Al parecer, cuando Kou contribuyó con sus actividades de espionaje desde el primer día de su llegada a Gazetta, habían acordado que él mismo podría elegir su recompensa. La sala del tesoro de Gazetta, al parecer, contenía tesoros especiales fabricados en épocas muy antiguas.
—¡Ahh..! ¡Qué interesante! Sorzak seguro que pondría los ojos en blanco. Qué lástima que no esté aquí.
Al ingeniero de la Patrulla del Dios Oscuro, aficionado a la arqueología, probablemente le habría entantado ver las reliquias históricas de Gazetta.
Mientras Yuusuke charlaba con los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, entrecerró los ojos ante la luz del sol que ya estaba en lo alto y murmuró:
—Por cierto, al final Sakuya no ha venido.
Se había convencido a sí mismo de que era imposible que ella se diera cuenta de los incidentes de otro mundo tan convenientemente y tan a menudo, pero Kou le dio una respuesta inesperada:
—Antes sentí su mirada, así que probablemente ha estado al tanto de todo.
—¿Ah, sí? Mmh...
En ese caso, ¿simplemente había decidido no venir? ¿O es que se estaba ocupando de otro problema en otro lugar al mismo tiempo, y le había dado prioridad? Considerando su forma de ser y su capacidad de acción, si se hubiera enterado de un disturbio tan grande, no parecía del tipo de persona que fuera a ignorarlo. Seguro que de alguna manera habría intervenido.
—Bueno, si ya conoce la situación aquí, probablemente vendrá hoy al mediodía, esta noche o mañana por la mañana.
Yuusuke se estiró y cerró la pantalla de personalización con la vista panorámica de Patricia del Norte.
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