
Webnovel original en japonés por: 日向夏 (Natsu Hyūga)
Los diarios de la boticaria
Volumen 3
El aperitivo de hoy era mahua, una especie de trenza frita (NT: Se elabora con una masa hecha de harina, agua, aceite, azúcar, y levadura, que se estira y retuerce, a menudo de forma trenzada, para luego freírla en aceite caliente. Por los ingredientes, es lo mismo que nuestros churros o porras.) que le había dado la consorte Gyokujou. Era un artículo de lujo, con una forma retorcida como una cuerda y gránulos de azúcar crujientes por dentro.
—Oye, ¿a la consorte de tu pabellón... le pasa algo? —masculló Xiaolan mientras mordía su trenza con un crujido, enfrascada en su charla habitual con Maomao—. ¿Se encuentra mal?
«Ya pensaba que sacaría este tema un día u otro...», comprendió Maomao. El vientre de la consorte se había hecho tan notorio que, por mucho que se esforzaran en disimularlo, el embarazo ya era imposible de ocultar. Habría quienes se preocuparan por la disminución de las ceremonias del té y por el hecho de que su señora hubiera dejado de salir. Incluso sin saber la verdad, algunos debían de intuir que algo no iba bien. La joven boticaria ladeó la cabeza mientras mordía la trenza. La gente de alrededor no se daba cuenta de su conversación. Sacó otro paquete de mahua de su bolsillo.
—¿Quieres?
—¡Sí!
Maomao miró a Xiaolan, que se estaba atiborrando con el aperitivo, y pensó en cómo disimular. Justo a tiempo, recordó un tema que quería sacarle.
—¿Sabes lo de las reuniones nocturnas donde se cuentan historias de fantasmas en el palacio interior?
—¡Oh, sí, sí! ¡Me lo han contado! Parece que pasó algo... —dijo Xiaolan. Maomao se impresionó de lo rápido que viajaba la información—. Dicen que en la última reunión apareció una doncella que murió el año pasado aquí. Aunque ya era bastante mayor, parece que tenía una razón para no poder irse.
Parecía que no conocía los detalles. Maomao pensó que sería de mala educación hablar de ello y se limitó a asentir, cuando notó una mano que se acercaba sigilosamente al mahua.
—Qué rico, ¿me dais uno?
—Ya lo has cogido.
Quien le hurtó un mahua a Maomao y lo empezó a masticar ruidosamente era Shisui. Como ella estaba llena, le dio el resto, y esta gritó de alegría. La vestimenta de Shisui de hoy era la de una oficial de lavandería, lo que significaba que llevaba el mismo uniforme que Xiaolan. «¿De dónde lo habrá sacado?», pensó. Como era una doncella al servicio de la consorte Loulan, se suponía que debería tener su propio uniforme. Sin embargo, ¿era de mala educación decir que ese uniforme de sirvienta le sentaba mejor a Shisui?
—¿Y bien, qué decíais de lo de las reuniones de historias de fantasmas?
Shisui, que era muy extrovertida, entró en la conversación con naturalidad. Xiaolan también la aceptó con naturalidad. Maomao se admiró de tan difícil hazaña.
—Sí, lo de las historias de fantasmas. Pues hay una de una doncella que murió en el palacio interior.
—Ah, ya sé. La que quiso salir del palacio interior y al final no pudo.
—¡¿Eh?! ¿Lo sabes? ¡Cuéntala! —exclamó Xiaolan, sin poder contenerse ante lo que Maomao había decidido callar.
—Bueno, dicen que la razón por la que no pudo irse fue porque fue tocada por el anterior Emperador, pero en realidad no era eso...
Maomao se preguntó qué pasaba y aguzó el oído. Ladeó la cabeza, sintiendo que era un poco diferente a lo que había oído de Hongnyang. Xiaolan miraba fijamente a Shisui con la boca llena. Shisui se hizo la interesante, como diciendo: «A ver si me acuerdo...», y luego comenzó a contar la historia.
—Es una historia famosa, porque el anterior Emperador de aquí tenía un problema con sus gustos...
No se interesaba por ninguna mujer. La Emperatriz de entonces, la ahora Emperatriz Viuda, estaba impaciente y aumentaba el tamaño del palacio interior para ver qué mujer podía gustarle. Y un día, le dijo a uno de sus vasallos: «Envíame a tu hija». Era la hija más hermosa de la capital, una belleza muy reconocida y codiciada. Para el vasallo, era una oportunidad de ascenso. Pero para la hija en cuestión, era una pesadilla; ya estaba prometida. No obstante, no podía desobedecer la orden de la Emperatriz... y entró en el palacio con varias doncellas. Todas suspiraron ante su belleza y pensaron que el Emperador estaría satisfecho. Sin embargo...
—El Emperador tocó a una doncella de la corte, no a la consorte. Y era una niña inocente de once años. ¡Qué herido debió quedar su orgullo!
El rostro de Xiaolan, mientras la escuchaba, se contorsionó. Maomao también había oído esa historia, pero aun así le provocaba rechazo.
La razón por la que no le atraían las bellezas mayores era que ya las consideraba demasiado maduras. Posteriormente, la doncella fue ascendida y obtuvo un palacio propio, si bien su permanencia allí fue breve. Cuando ella creció, el Emperador perdió el interés en ella, y se interesó por otra. El origen de dicha predilección es incierto, pero poco a poco el palacio interior comenzó a recibir únicamente doncellas de corta edad. La doncella olvidada, no obstante, pudo vivir en sosiego dentro del palacio interior.
— Cuando el Emperador murió, ella pudo haber salido del palacio interior... pero se dice que entonces no tenía adónde ir afuera. Había avergonzado a su señora y no podía volver a su tierra natal, por lo que tuvo que pasar el resto de su vida aquí. Y el caso es que vivía solo con el pequeño placer de coleccionar historias de fantasmas. ¡Esa es la historia! —terminó Shisui, con un tono inusualmente ligero, a pesar de que había estado hablando con un tono sombrío mientras contaba la historia.
—¡Qué triste! ¡No fue culpa de ella! —dijo Xiaolan, inflando sus mejillas. Inusualmente, no parecía contenta.
Tenía razón. Aquella mujer no tuvo capacidad de oposición ni elección en su destino. Pero tal era la injusticia que prevalecía en este mundo: los que detentaban el poder prosperaban, y los que carecían de él sucumbían; era una ley simple e inmutable.
—Sí, tienes razón; no tiene sentido guardarle rencor —afirmó Shisui con un tono ligero. Se metió el resto de la trenza en la boca, masticó varias veces y se lo tragó—. Luego, la belleza intacta fue entregada a un alto funcionario. ¿Sabes a qué me refiero con la "Espada" del Norte?
—¿Espada? —dijo Xiaolan ladeando la cabeza.
Maomao se preguntó qué era al principio, pero luego recordó la historia que Bashin le había contado el otro día. El nombre del país, Li, tenía tres caracteres de fuerza o espada debajo de un carácter de flor. La espada del Norte era Shishou, el padre de la consorte Loulan. «Un alto funcionario que está en una posición de poder opuesta a la de la doncella: él manipula estas piezas en el tablero...», reflexionó. Sintió una punzada de ironía al contrastar el poder de Shishou con el destino fatal de la doncella olvidada, y saltó de donde estaba sentada, pensando que ya era hora de volver al trabajo. (NT: La doncella olvidada es una mujer enviada al palacio interior que es rechazada por todo su entorno y acaba atrapada allí, avergonzada y sin posibilidad de volver a su hogar. El pensamiento de Maomao insinúa que Shishou envió o "concedió" a la consorte Loulan al Emperador, del mismo modo que el Emperador "concedió" esta cesión para aumentar la influencia de Shishou. Por tanto, la conexión que Maomao hace con el poder del Norte es que el Emperador y Shishou usan a las mujeres en un juego de poder. La ironía es que las mujeres son meros objetos en manos de los poderosos, y Shishou es la personificación de ese poder regional, que incluso doblega al poder central.)
Gaoshun suspiró mientras entraba en la oficina tenuemente iluminada.
—Por favor, encienda alguna luz.
—No, así está bien —respondió un noble deshidratado estaba desplomado sobre el escritorio.
Ese noble, que obviamente era Jinshi, estaba hojeando de reojo unos documentos y sellaba los documentos con movimientos desganados. Aunque era su trabajo, sus movimientos eran extremadamente letárgicos. Mientras tanto, se le acumulaban otros trabajos uno tras otro.
Gaoshun no sabía qué hacer, así que decidió reportar su propio trabajo.
—Sobre el asunto de la caravana de la semana pasada, no había conexión con Xing.
Xing, la exjefa de doncellas de la consorte Lihua, estaba ahora en su tierra natal. Como oficialmente se había dicho que fue despedida después de un conflicto con la consorte Lihua; era difícil investigar más a fondo. Sobre todo, por su linaje, que estaba a la altura del de la consorte Lihua, era difícil llegar a mancillar su nombre.
—Esto parece ser la causa de su acción —prosiguió Gaoshun, poniendo algo en el escritorio de la oficina que Xing finalmente le había entregado después de varios interrogatorios. Era un papel con los nombres de varios aceites perfumados y especias. Xing casualmente sabía que algunos de esos ingredientes tenían propiedades abortivas. Por eso había estado reuniéndolos. Insistió en que había sido por iniciativa propia que los había comprado. No se sabía si era cierto, pero, al menos, a juzgar por el hecho de que no había conexión con la caravana, no se la podía juzgar.
La investigación fue posible gracias a la cooperación de la consorte Lihua. Estaba muy sensible con el tema de las hierbas abortivas. Esperaba que tales cosas no circularan en el palacio interior en el futuro. No pensó que si circularan sería ventajoso para ella...
Gaoshun admiraba ese aspecto. Probablemente, si una persona así se convertía en la madre del país, se podría tener un mejor gobierno. Por otro lado, pensaba que no tenía la astucia suficiente para mantener esa posición. Necesitaba fuerza para proteger su posición, aunque no llegara a pisotear a otros. En ese aspecto, la consorte Gyokujou era superior.
—Y tampoco había conexión con la consorte Gyokujou.
—Ya veo —dijo finalmente Jinshi, levantando la cabeza. Su cara fue como si añadiera: «¡Menos mal!».
¿Había sido una coincidencia o una necesidad que la caravana portara los ingredientes abortivos? Si fue una necesidad, era necesario investigar a fondo la causa. El oponente no importaba, aunque fuera una consorte de Alto Rango. En particular, la consorte Gyokujou era originaria de una ciudad comercial occidental. Era razonable pensar que sus conexiones eran más profundas que las de otras.
Jinshi volvió a sellar los documentos con la cara hacia abajo.
—Basta, por favor —Gaoshun se tocó el entrecejo para calmarse. Pensó que no tenía más remedio que ofrecerle la cura milagrosa—. Señor Jinshi, el comerciante al que le compró el hongo que crecía en el insecto ha enviado noticias de un nuevo producto —dijo, y el rostro de Jinshi se iluminó de golpe.
A Gaoshun le parecía el rostro de un niño enfurruñado, pero a los demás les parecía un rostro lánguido y seductor, lo que era un problema.
—Parece que es una piedra que se produce en la vesícula biliar, que solo se encuentra en uno de cada mil bueyes. Se llama bezoar y es una preciosa medicina.
—¡...! ¿Eso es cierto? —los ojos de Jinshi se volvieron gradualmente más agudos.
—Lo hice examinar por un médico con buen ojo, y probablemente no sea falso. Simplemente dijo que era una pieza rara.
—Cómpralo —dijo Jinshi con naturalidad. Parecía que había recuperado algo de energía. Era un tipo difícil y al mismo tiempo fácil de entender.
—El comerciante aún no ha dado un precio —dijo Gaoshun, lo que hizo que Jinshi torciera lentamente la comisura de los labios.
—Será más barato que beber toda la noche con la cortesana más importante de la casa de placer más grande de la capital, ¿no? —expuso Jinshi con una facilidad extrema. Gaoshun forzó una sonrisa.
—Entendido. Lo conseguiré. Y... —Gaoshun miró a Jinshi, pensando que tenía que decirle esto—. Será mejor que no diga lo de antes delante de Xiaomao.
Le explicó que ella diría que aquello había sido un despilfarro de dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario