Todos los capítulos de manhuas, manhwas, mangas y etc., se están subiendo a un nuevo lector. 
Esto tardará unos días ya que son muchos capítulos. Por favor, esperen pacientemente. –PrinceScans

15/07/2024

Black♣Clover - Dorado & Negro



Empezamos la 3ª novela, la última que existe, llamada "Libro de Yuno". ¡Espero que os guste!


-Xeniaxen



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Autor: Johnny Onda  ♣  Artista: Yūki Tabata



Traducción: Xeniaxen



♣ 3ª novela: Libro de Yuno ♣

Capítulo 1:
Dorado & Negro




—Por fin comienza —dijo ansioso y con la mano temblorosa Klaus Lunettes, miembro del Amanecer Dorado, mientras se subía las gafas.

—Bien. Ya... ¡estoy lista...!

Otro miembro del Amanecer Dorado, Mimosa Vermillion, respiró hondo. Su expresión facial era inusualmente afable.

—¡E-Espera! ¿¡De qué tienes miedo!? ¡No es para tanto! Si Yuno y yo combinamos nuestros poderes, podemos derrotar a cualquier enemigo, da igual lo fuerte que sea.

Junto a Mimosa volaba Bell, un pequeño espíritu con cuerpo de chica, no más grande que el ancho de una mano humana. El nerviosismo del ambiente la había hecho estremecerse.

Estaba actuando con dureza, pero su voz de alguna manera parecía más pequeña de lo habitual. Incluso uno de los Cuatro Grandes Espíritus, el espíritu del viento conocido como Sylph, estaba dudando.

—Bell... Te dije que te metieras en el bolsillo de mi pecho.

Quien le dijo esto en voz baja a Bell fue el chico al que ella había elegido, Yuno.

Yuno posee un grimorio de cuatro hojas, no muy diferente del que se dice que tuvo el primer Rey Mago, y solo un año después de unirse al Amanecer Dorado, se ha convertido en uno de los caballeros mágicos más célebres del escuadrón. En resumen, es un mago prodigio. Abrió los ojos lentamente y caminó hacia Klaus y Mimosa sin hacer ruido, hasta que estuvo frente a ellos.

—Vosotros también deberíais prepararos... Ya vienen.

El Amanecer Dorado: incluso dentro de la Orden de los Caballeros Mágicos, un grupo bajo la supervisión directa del Rey Mago, se considera un escuadrón de élite, al que solo se permite pertenecer a los mejores de los mejores. Sus deberes son increíblemente diversos, pero siempre actúan con una rigurosidad máxima. La misión que acababan de encomendar a Yuno, Klaus y Mimosa prometía ser bastante rigurosa también. En el peor de los casos, incluso podría hacerles perder la cordura. Aunque habían estado al borde de la muerte muchas veces, su tarea actual era tan peligrosa y, sobre todo, especial, que sus mentes se habían llenado de ansiedad. Esta misión era...

—Ejem. Damas y caballeros, gracias por reunirse aquí hoy. Soy el jefe de este patrimonio, Ryde Virule.

Cuando un joven llamado Ryde usó magia para aumentar su voz mientras saludaba a la multitud, Yuno y los demás se pusieron rígidos. El lugar de la fiesta a la que estaban asistiendo era aproximadamente el doble de grande que el lugar donde se había llevado a cabo la ceremonia de concesión de los caballeros mágicos. Estaba lleno de mujeres vestidas de largo y hombres de traje. Detrás del podio, en el piso superior, Ryde continuó sus palabras de bienvenida:

—Ha llegado la hora. ¡Que empiece la fiesta! ¡Espero de todo corazón que encuentren aquí a su compañero de vida, y que los una el hilo rojo del destino!

Así es. Yuno y sus amigos se habían infiltrado en una fiesta organizada por un noble. Sin embargo, no era una fiesta cualquiera...

Era una fiesta de emparejamiento. Les habían dicho que se infiltraran en el grupo y recopilaran información de los nobles presentes. Esa era la tarea que tenían. Para hacerlo, debían entablar relaciones con los demás invitados, al menos hasta cierto punto. En otras palabras, debían dedicar su tiempo a hablar de aficiones y de trabajo, de tendencias e incluso de historias de amor con nobles y aristócratas a quienes desconocían por completo, y tenían que dar la impresión de que se divertían mientras lo hacían.

Todos eran excelentes caballeros mágicos, pero eso no significaba que sobresalieran en ese tipo de relaciones interpersonales. Por supuesto, ninguno de ellos tenía experiencia en fiestas de emparejamiento. En primer lugar, ni siquiera tenían experiencia hablando con el género opuesto sobre ese tipo de cosas. En otras palabras, todos estaban tan nerviosos que querían vomitar.

—¿¡E-Ehh!? ¡Se están moviendo todos!

Los hombres y mujeres en el lugar comenzaron a moverse, haciendo que Mimosa temblara visiblemente.

U-Uh. ¿Qué se supone que debo hacer primero? Primero... ¿¡Tenemos que hablar con la otra persona sobre su apariencia, como sus puntos fuertes y débiles!?

Klaus estaba perdido en sus pensamientos, cuando una chica cuya ternura le recordaba a Mimosa de repente le habló.

—Oye, pareces nervioso. Se te empezará a caer el pelo si te estresas demasiado.

Esto no es bueno. Solo llevamos tres segundos y mi corazón ya está acelerado..., pensó Klaus.

—¡Cálmate, Mimosa! ¡Parece que aquí tampoco tienes pudor en ser grosera! ¡P-Primero profundiza en la profesión y aficiones de tu pareja y encuentra algo que pueda estar relacionado con lo que estamos buscando!

Con eso, Bell se asomó por el bolsillo del pecho de Yuno y se unió a la discusión con un susurro.

—Pero, Klaus, ¿¡qué vas a hacer si alguien te pregunta lo mismo!? Tu afición principal es admirar la arquitectura de los edificios, ¿verdad? ¿¡Crees que habrá chicas aquí interesadas en eso!?

—¡U-Ugh! ¡E-Eso es...!

Apuñalado por sus palabras, Klaus rechinó los dientes con frustración por su punto débil en esta misión: sus aficiones. Esto hizo que la confusión de Mimosa creciera aún más, haciendo ruidos nerviosos mientras farfullaba.

—Aah... ¿Qué hago, qué hago...? ¿¡Y-Y si les preguntamos a nuestras parejas cuáles son sus ingresos anuales!?

—¡No digas eso como si acabaras de tener una buena idea! ¡Eso es lo último que debes mencionar la primera vez que conoces a alguien!

La discusión continuó sin avances. Apartando la mirada de los demás, Yuno suspiró.

Esto no va para nada conmigo, y aun así... Aunque esto era lo que estaba pensando Yuno, se abstuvo de decirlo en voz alta. Les habían asignado esta misión unas horas antes y habían llegado al lugar hacía solo unos minutos. Esto significaba que habían llegado sin formular una estrategia.

—Necesitamos dedicar un tiempo a hablarlo —Yuno se volvió hacia sus camaradas caóticamente confundidos y los sermoneó—. Por favor... calmaos. Primero, repasemos los detalles de la misión.

Cuando no sabía adónde debía ir, lo más importante era recapitular desde donde había empezado. Esta era la rutina que Yuno había estado practicando desde que era niño. Cada vez que estaba perdido, experimentando dificultades o sintiéndose triste, si pensaba en el juramento que hizo cuando era niño, sentía como si esos pensamientos lo empujaran, mostrándole la dirección correcta.

Bueno... Cada vez que pensaba en ese juramento, le venía a la mente la sonrisa optimista de ese cabeza hueca, lo que inevitablemente causaba que Yuno también sonriera, así que debía tener cuidado con eso.

Aparte de eso, Yuno se puso a pensar en el momento en que les asignaron la misión.


♣ Hace unas horas, en la base del Amanecer Dorado... ♣


Yuno y los demás estaban en el despacho de su capitán. Los habían llamado para que acudieran urgentemente.

—¿Que hay nobles que intercambian instrumentos mágicos ilegales...? —Klaus estaba al frente, repitiendo lo que les había dicho su líder.

—Sí, esto se ha hecho evidente después de una investigación realizada por vuestros compañeros —respondió su capitán, William Vangeance, inclinando la cabeza hacia abajo silenciosamente, sentado en su escritorio.Tenía su habitual sonrisa elegante, pero el tono de su voz era un poco más serio de lo habitual—. Bueno, ciertamente no es inusual que los nobles tengan tratos secretos entre sí. No iría tan lejos como para decir que esos tratos secretos no son un problema, pero tampoco es algo que los caballeros mágicos deban perder el tiempo en corregir.

—Pero... esta vez, ¿estos "instrumentos mágicos ilegales" son un problema?

En respuesta a la pregunta de Klaus, Vangeance asintió con la cabeza.

—Aún estamos investigando para obtener más detalles, pero este instrumento mágico, llamado "Pecado Original", tiene la forma de un grimorio. Aumenta explosivamente el poder mágico de su dueño, pero también lo vuelve violento, antes de finalmente hacer que su poder mágico se descontrole. En última instancia, parece un instrumento mágico peligroso.

—¿¡Tienen un instrumento tan peligroso...!?

Klaus comenzó a pensar mientras respondía: ¿Hasta qué punto aumenta el poder mágico del dueño? ¿Cuánto dura? Una vez inducida la violencia, ¿cuánto cambia la personalidad de la persona afectada y cómo se le puede devolver a la normalidad? Había muchas incertidumbres, pero una cosa era segura: si algo así cayera en las manos equivocadas, se convertiría en una amenaza importante. Y eso era algo que debían evitar.

Además, el festival anual de los caballeros mágicos, el Festival de las Estrellas, estaba cerca. Si lograban completar esta misión, ganarían una gran recompensa de estrellas. En otras palabras, podría mostrar su lealtad al capitán.

—Entonces, capitán Vangeance, ¿qué es lo que debemos hacer? —preguntó Klaus, sintiendo un mayor sentido de responsabilidad de lo habitual y al mismo tiempo ocultando la pizca de emoción que brotaba de su pecho.

—Bien. Lamento haberos encargado esto tan de repente, pero me gustaría que os infiltrarais en una fiesta organizada por un noble.

Al decir esto, Vangeance abrió una bolsa de tela sobre su escritorio. En el interior había un precioso vestido y dos esmóquines bien confeccionados. Parecía que esperaba que los usaran para infiltrarse en la fiesta. Klaus tomó la bolsa.

—Ya veo. Entonces, el dueño de este instrumento mágico... el "Pecado Original", ¿estará entre los nobles que asistirán a esa fiesta? ¿O es que realizarán la entrega del instrumento en la fiesta?

—Lo has captado muy rápido. Así es. Quiero que investigueis teniendo ambas posibilidades en mente. —Vangeance metió la mano en el cajón de su escritorio y sacó un fajo de documentos—. Esto contiene un breve resumen de la fiesta, del organizador y de sus participantes. Me lo han entregado hace poco, así que todavía no he leído los detalles, pero, por favor, hojeadlo de camino hacia allí... ¿vale?

Con un vistazo a la documentación, la expresión de Vangeance se puso un poco rígida. Era una expresión facial que normalmente no mostraba, lo que provocó que Klaus gritara sin demora:

—¿Qué ocurre, capitán Vangeance?

—Mmm... No, no pasa nada. Acabo de verlo, pero... —Parecía como si estuviera siendo muy cuidadoso con sus palabras, lo cual era increíblemente inusual en él—. El propósito de esta fiesta es un poco especial... Es una fiesta donde se reúne gente con el mismo objetivo en mente, o, ¿cómo decirlo? Tienen una meta bastante específica... Bueno, lo entenderéis una vez que leáis esto.

—Descuide. Lo revisaremos de camino hacia allí.

—Vale... Está bien. No os preocupéis —dijo Vangeance torpemente mientras le entregaba los documentos a Klaus. Al notar lo incómodo que parecía, Klaus se colocó los archivos debajo de su brazo e hizo un saludo de tres hojas con la otra mano.

—¡Bien pues, allá vamos, capitán Vangeance! ¡Requisaremos el "Pecado Original", así como a cada noble sin escrúpulos que esté implicado en su distribución!

—S-Sí. Cuento con vosotros...

—¡¡Sí, señor!! ¡Le puedo asegurar, absolutamente, que no le defraudaremos!

—Hm... Si encuentro algún otro caballero mágico libre, lo enviaré como refuerzo... Espero que puedan perdonarme —dijo Vangeance en voz tan baja que apenas fue audible, como si estuviera aceptando sentimientos de culpa después de un intercambio de palabras tan formal(?).

Con esas palabras de despedida, Klaus y los demás abandonaron su despacho.


♣ Volviendo al presente... ♣

—...

—¿Cómo vas... Yuno? ¿Has avanzado en algo? —dijo Klaus con buenos modales, volviéndose hacia Yuno, cuyos ojos estaban cerrados mientras recordaba.

—Sí, he llegado a la conclusión de que tú, Klaus, con tus prisas por alcanzar el éxito, aceptaste la misión sin confirmar adecuadamente de qué trataba. En otras palabras, estamos en este lío debido a tu mala gestión —Yuno abrió lentamente los ojos y miró a Klaus con una expresión extremadamente tranquila.

—¡Eso no es un avance! Pero no puedo negarlo... Lo siento. ¡No pensé que sería así!

—Además, cuando le respondiste al capitán Vangeance al final, ¿por qué gritaste "¡¡Sí señor!!"? Un simple "sí" habría bastado. ¿Por qué levantaste la voz?

—¿¡Y qué hay de malo en eso!? ¡Tenía muchas ganas de la misión! Si quieres que te dé explicaciones, ¡aquí las tienes!

Con eso, Bell y Mimosa levantaron la mano al mismo tiempo, uniéndose a la conversación mientras Klaus hacía pucheros.

—Ya que sacas el tema, ¡a mí me pareció extraño cuando dijiste "le puedo asegurar, absolutamente"! ¿¡Por qué agregaste "absolutamente" ahí!?

—Además, esto me ha sacado siempre de quicio, Klaus, ¿por qué te dejas crecer el flequillo solo por el lado izquierdo? Lo llevas tan largo que te ondea con el viento. ¿¡Por qué!?

—¡No te entrometas en los asuntos de Yuno! Además, ¡para ya! ¡Me estás avergonzando!  

Yuno sonrió un poco cuando comenzaron su intercambio. Con esto, se habían relajado un poco. Dejaron de acosar a Klaus y Yuno comenzó a contarles su plan de avanzadilla. Bueno, tampoco era tan elaborado como para llamarlo un plan de avanzadilla.

—En primer lugar, debemos actuar como lo hacemos habitualmente, tal y como lo estabas haciendo tú hace un momento. Pareceremos fuera de lugar si nos ven tan nerviosos. Y si nos dejamos llevar por el ambiente de este lugar, no podremos cumplir nuestro objetivo.

—Tienes razón... Lo siento. No tuve en cuenta nuestro objetivo antes —Klaus se rascó la cabeza con torpeza y continuó—. Debemos recuperar el "Pecado Original" y capturar a quien lo esté contrabandeando. Acercarse a alguien y recopilar información sobre él es solo un medio para lograr un fin. Ponerse nervioso por un medio para lograr un fin es como poner el carro delante del caballo.

—Menos mal. Estaba pensando seriamente que tendríamos que participar en esta fiesta de emparejamiento y acercarnos a alguien —con las palabras de Klaus, Mimosa dio un suspiro de alivio.

—Esa sería la mejor manera de obtener información, pero no es absolutamente necesaria. Si te pone tan nerviosa, no te molestes en hacerlo. —Si lo hicieras en serio, no les preguntarías cuáles son sus ingresos anuales..., pensó Yuno mientras continuaba—. Esta documentación tiene toda la información que necesitamos. Aun así, creo que deberíamos estar atentos a cualquier acto sospechoso.

—¡Ese es mi Yuno! ¡¡Has dicho todo lo que yo pensaba!! —dijo Bell con cara de engreída antes de señalar repentinamente con el dedo a Klaus y Mimosa—. ¡Vosotros dos! ¡Por ahora, pasad desapercibidos y mantened los ojos bien abiertos para detectar sospechosos! ¿Entendido? Repito, ¡pasad desapercibi... aauch!

Antes de que Bell pudiera terminar lo que estaba diciendo, Yuno la empujó hacia su bolsillo con su dedo índice. Tú eres la que más da la nota, pensó.

No llamar la atención mientras observaban al enemigo... Le molestaba una estrategia tan pasiva, pero había demasiadas incertidumbres en esta misión, como la identidad del enemigo y las verdaderas habilidades del "Pecado Original". Con la poca información que tenían, debían actuar con cautela.

—¿Hm...?

Mientras miraba alrededor, notó que una sección se había vuelto muy ruidosa. Parecía que alguien estaba en la mesa del centro, donde había comida y alcohol.

—¡UUOOOOOH! ¡¡NUNCA HABÍA VISTO ESTOS PLATOS ANTES!! ¿¡ME LO PUEDO COMER TODO!? Quiero decir, ¿por qué nadie se lo ha comido aún? ¿¡POR QUÉ!?

—¿¡Eh!? ¿En serio? Este vino es Ryuuzen Cagula. ¿Puedo beber tanto como quiera de esta mierda tan rara?

Los dueños de esas voces eran un adolescente y un hombre corpulento. Parecían entusiasmados con la alta calidad de la comida y el alcohol. Los nobles que los rodeaban los miraban fijamente mientras reían entre dientes o retrocedían para poner cierta distancia entre ellos.

—Perdone, señorita, ¿¡me lo puede poner para llevar!? No parece que nadie más vaya a comérselo, así que ¡me llevaré el resto a casa! ¡Jajaja! ¡Está tan rico que sería una pena desperdiciarlo~!

—¿Puede traer todo el vino que tenga? ¿Tiene un barril entero? Eh~ ¿En serio? Pero ¿qué voy a hacer si me emborracho? Esta fiesta de emparejamiento se va a poner caliente~

Sin molestarse por todos los ojos que estaban sobre ellos, los dos continuaron actuando de muy buen humor. En proporción inversa, Klaus y Yuno palidecían cada vez más. Los dueños de esas voces eran dos personas que conocían muy bien. De hecho, se parecían muchísimo al capitán del peor equipo de los caballeros mágicos, los Toros Negros, también conocido como el Dios de la Destrucción, Yami Sukehiro, y a Asta, un miembro optimista del mismo escuadrón. Por segunda vez ese día, Klaus parecía estar a punto de vomitar.

—¿Q-Qué...? Yuno, cuando el capitán dijo que nos enviaría refuerzos... no me digas que...

—No puede ser verdad. Deben de ser otras personas que se parecen mucho. También debe de haber nobles así. Aunque es realmente impactante —dijo Yuno rápidamente. No podía ser de ninguna manera. Esta era una misión en la que se suponía que no debían destacar. ¿Por qué enviaron a los dos tipos que más destacan en la Orden de los Caballeros Mágicos? No, si fueran los únicos caballeros disponibles, era posible, pero... —De todos modos... no nos involucremos con ellos. Incluso dentro de los Toros Negros... el capitán Yami y Asta son la peor combinación posible.

—¡Pero ya has admitido en voz alta que son ellos!

No, incluso Klaus lo sabía. Tendrían que unirse a Asta y Yami en algún momento, pero ahora no era el momento adecuado. No habían descubierto nada todavía, así que no había manera de que pudieran empezar a trabajar junto con esos tipos.

—Alejémonos de esta zona por ahora. Hay otras salas, así que separémonos y... ¿hm? —Klaus miró a su alrededor y se dio cuenta de que Mimosa se había ido. Tenía un mal presentimiento, así que se giró hacia donde Asta y Yami estaban armando alboroto, y...

—¡Eh~! ¡Asta, capitán Yami! ¡Qué bien! ¡Estar rodeada de toda esa gente que no conocía me hacía sentir muy insegura! —su sonrisa brillaba mientras hablaba con ellos.

¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ! Klaus parecía estar a punto de gritar de ira, pero ya era demasiado tarde. Asta y Yami, que también llevaban esmoquin, la habían visto y ahora estaban hablando con ella.

—¡Oh, es Mimosa! ¡Prueba esta carne! ¡Está deliciosa!

—Ah, ahora que lo pienso, vosotros habéis llegado antes que nosotros. ¿Quién te acompaña?

—¡Yuno y Klaus! ¡Están por ahí! ¡Juntémonos con ellos!

—...

Yuno y Klaus intercambiaron miradas en silencio, ambos pensando exactamente lo mismo. Por ahora les iba a resultar imposible no destacar.  

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—El enemigo podría estar aquí y tú comportándote así... ¿En qué estás pensando? —le dijo Klaus a Asta, presionándose las sienes como si acabara de desarrollar una migraña.

Se pararon en una esquina de la sala donde había varias mesas y sillas. Llamaban demasiado la atención en el salón principal, por lo que se trasladaron a esta sala, donde Klaus les explicó su estrategia a Asta y Yami en un intento de reconstruirla. Yami se reclinó en su silla, hablando como si todo el asunto no tuviera nada que ver con él.

—Puto gafotas estirado... Ni que hubiéramos hecho daño a nadie. Déjalo pasar, hombre.

—¡Cómo que no! Asta y usted estaban armando una buena, ¡no diga que no! Que lo haga Asta, vale, pero usted...

—¿¡Yo, qué...!? ¡¡¡Qué dices...!!!

—Eh... No, mm... Lo siento —sintiéndose amenazado por Yami, Klaus se disculpó por inercia.

Era abuso de poder por parte de un superior. Como mando intermedio que también ha tenido que lidiar con el acoso en el lugar de trabajo por parte de sus subordinados... Klaus se había familiarizado mucho con esos problemas este año. Sin darse cuenta de los pensamientos de Klaus, el hombre que acababa de acosarlo bebió un poco de vino y dijo:

—Bueno, no te preocupes. Me aseguraré de no destacar más de lo que ya lo hago. Vosotros seguid con esa estrategia vuestra.

Al notar que Yami una vez más estaba actuando como si no fuera problema suyo, Yuno se inclinó hacia adelante y preguntó:

—¿No va a tomar la iniciativa, capitán?

—No. Esta vez no quiero intervenir demasiado. Si siempre intervienen sus superiores, los novatos no tienen posibilidades de crecer. Estoy seguro de que Vangeance piensa lo mismo.

—¿Ah, sí...?

A pesar de su respuesta casual, el respeto de Yuno por Yami aumentó un poco. No solía actuar así, pero un capitán sigue siendo un capitán. Yami también estaba pensando en cómo podía cultivar a los recién llegados. Mientras Yuno lo admiraba en secreto, Yami se levantó lentamente, llevando sobre su hombro el vino que acababa de recibir de la camarera.  

—Bien pues, voy a emborracharme y a dar un paseo por el jardín o algo así. Llamadme si surge algo. Ah, pero no me despertéis si me tumbo a dormir la mona. Os daré una paliza si lo hacéis.

Con eso, el respeto de Yuno por Yami volvió a ser como antes. De hecho, bajó un poco más. Yami le dio unas palmaditas en la cabeza a Asta y comenzó a caminar hacia la salida.

—Bueno, hasta luego. Esfuérzate mientras te sigues rehabilitando, mocoso.

—¡Sí, señor! ¡Tenga cuidado, capitán Yami!

Con ese intercambio de palabras, Klaus suspiró profundamente ante la figura que tan rápidamente los dejó atrás.

—Por Dios. ¿Por qué se molestó siquiera en venir aquí, ese hombre...?

—Bueno, aun así, vendrá a ayudarnos si pasa algo. ¡Él es siempre así! Es más... —Asta le dio una palmada en la espalda a Yuno con una sonrisa de oreja a oreja—. ¡Cuánto tiempo, Yuno! ¡Te veo tan guay como siempre, cretino!

—Cállate. Y no me pegues. Nos vimos en Kiten, así que no ha pasado tanto tiempo. Veo que todavía no has crecido —replicó Yuno, con una leve sonrisa.

—¿¡Te han rechazado!? Además, ¡qué tiene que ver mi altura!

—Ahora que lo pienso, el capitán Yami mencionó algo sobre una rehabilitación. ¿Estás mal? ¿Es tu cabeza?

—¿¡Qué te hace pensar eso!? ¡Son mis brazos! ¡Mis brazos! Los llevaba completamente vendados cuando nos vimos en Kiten, ¿¡recuerdas!? ¡Ya me he curado, pero aún los tengo magullados!

—Pues ahora solo falta que cures el resto de ti.

—¡Cállate! ¿¡Qué ganas metiéndote conmigo!?

Klaus no pudo evitar reírse mientras veía a los dos pelear tan felizmente. Mimosa tampoco pudo evitar sentirse cálida y confusa por dentro mientras murmuraba "Asta es tan mono, tan pequeñín...". Era una escena que Klaus debía detener, pero realmente había pasado tiempo desde la última vez que esos dos pudieron hablar a gusto. Klaus sabía que eran rivales, pero, antes de eso, habían sido prácticamente como hermanos gemelos. Pensó que nadie lo culparía si los dejaba jugar un poco más, pero entonces algo comenzó a moverse en el bolsillo del pecho de Yuno.

Es verdad... Me había olvidado. Hay alguien aquí que no sabrá leer la situación para salvar su vida, a pesar de que es un espíritu del viento.

—¡Espera un momento! ¿Por qué estás charlando con mi Yuno y me estás ignorando por completo?

Tal y como Klaus esperaba, Bell asomó la cara por el bolsillo del pecho de Yuno y le gritó a Asta, lo que provocó que Asta retrocediera sorprendido.

—¿¡Qué!? ¡Hala, espíritu del viento! ¡No sabía que tú también estabas aquí!

—¡Claro que estoy aquí! ¡Nunca me separo de Yuno! ¿¡No es eso lo primero que te enseñan en la escuela!? ¡Qué clase de educación tienes si no sabes ni eso!

—¡No lo digas como si todo el mundo tuviera que saberlo! ¡He tenido una educación completamente normal!

—Bell... a casa. ¿Qué pasa si alguien te ve?

Esta vez, fue Yuno quien detuvo la guerra de palabras. Justo después de que detuviera su discusión con un suspiro...

—Yuno... ¿No crees que esa gente de ahí está actuando de manera extraña? —Mimosa tiró suavemente de la manga de Yuno y señaló una esquina de la sala con la otra mano. 

Cuando miró hacia donde ella señalaba, pudo ver unos diez hombres tratando de cortejar a cinco mujeres jóvenes. No era un espectáculo particularmente raro de ver en una fiesta de emparejamiento, pero...

No...

Un individuo bastante corpulento era quien dirigía al resto de hombres. Yuno pudo escuchar la conversación entre él y las cinco jóvenes.

—Todas son nobles de castas secundarias, ¡y tienen el descaro de rechazar una invitación mía, del próximo jefe de la familia Burlington!

—Eh... No, mm... No es que estuviéramos... rechazándole, pero, hm...

—¡Entonces acepten la invitación a mis aposentos! ¡Les digo que les dejaré visitar mi habitación privada!

A pesar de que su invitación se desviaba claramente de los buenos modales, los demás asistentes de la fiesta a su alrededor fingieron no ver nada, y los camareros y camareras continuaron apresuradamente con sus deberes sin detenerlos. La casa Burlington. Era un nombre del que Yuno nunca había oído hablar antes, pero debía ser un nombre con algo de peso por aquí. Considerando las circunstancias de su misión, no debían destacar más de lo que ya lo hacían, pero...

Yuno le preguntó a Klaus como si la respuesta ya fuera obvia.

—Klaus, puedo ir a ayudarlas, ¿verdad?

—Claro que no... Pero aunque me niegue, irás de todos modos, ¿verdad? Y contando que Asta también está aquí... —Klaus suspiró, pero sonrió al instante siguiente y dijo—: Bueno, tampoco tengo intención de hacer la vista gorda. Pero espera un poco. Deberíamos pensar en una manera de resolver las cosas tranquilamen...

Antes de que Klaus pudiera terminar, Asta se lanzó a la refriega a una velocidad vertiginosa.

—¡EEEEY! ¡Capullo! Está claro que no le gustas a estas chicas, ¡así que deja de molestarlas!

¿¡No podía escuchar lo que estaba diciendo antes de actuar!?

Asta logró abrirse camino entre la multitud. El gordo que lideraba el grupo gritó agresivamente:

—¿¡Qué dices, gilipollas!? ¿No sabes que estás hablando con Zable Burlington?

—¡Y a mí qué si te llamas Sable o Cable! ¡Seas quien seas, obligar a una chica a salir contigo cuando ella no quiere está mal!

—¿Qué? ¿Que estas damas no quieren salir conmigo? ¿Entonces sí que me rechazaron? ¡Ajá! Entonces, puedo afirmar que cometieron un acto atroz de falta de respeto hacia mi persona, ¿¡verdad!?

Sin entender lo que estaba pasando, Asta se giró para mirar a las chicas, solo para verlas sacudir la cabeza en señal de negación, como si estuvieran a punto de llorar. No sabía nada sobre las circunstancias de la nobleza, pero sí entendía que, en ese momento, las circunstancias de esas chicas eran terribles.

Al ver a Asta quedarse en silencio, el humor de Zable aumentó mientras se burlaba.

—Entonces, ¿de qué casa eres? Tendrás que expiar tus comentarios imprudentes hacia mí... ¿eh? ¿¡Quién eres, bastardo!?

Klaus, que había llegado al lugar, tosió una vez para llamar la atención de Zable antes de hablar.

—Pido disculpas por el comportamiento grosero de mi compañero. Sin embargo, déjelo así. Este espectáculo está empezando a molestar a los demás invitados.

Klaus eligió sus palabras con cuidado, tratando de desanimar a su oponente sin parecer despectivo. Como resultado, Zable redujo un poco su actitud arrogante antes de responder:

—¿Q-Qué te pasa? ¿¡Estás tratando de sermonearme!? ¡Dime de qué casa sois! ¡El apellido!

—Por razones que no puedo divulgar aquí, no puedo decírselo. Sin embargo, es un linaje con bastante estatus.

¡Yo también debería decir algo! Pensando esto, Mimosa dio un paso adelante y dijo:

—¡E-Es verdad! ¡Dice la verdad! Mmm... ¡D-De verdad!

—Mimosa, por favor, para. No tienes que defenderme —dijo Klaus.

Yuno bajó lentamente su mirada hacia Mimosa. En realidad, el apellido de ella probablemente superaba fácilmente al de Zable en términos de linaje, pero habría un gran escándalo si revelaban su nombre, lo que afectaría su misión. Además, de todos modos, probablemente él no les creería.

(NT: Mimosa pertenece a la casa Vermillion, una de las 3 casas de la realeza, las únicas que viven en lo más alto de la Capital Real, dentro del fuerte donde está el castillo. Aunque ella es de una línea de sangre secundaria. Uno de sus progenitores es hermano directo de uno de los progenitores de Fuegoleon, Mereoleona y Leopold Vermillion, quienes sí que son de la línea de sangre principal sucesora.)

Zable estaba un poco asustado por la actitud firme de Klaus, pero se burló en un intento de ocultar ese hecho.

—¡Jajaja! Apuesto a que tu apellido no es gran cosa, ¿verdad? Por eso no quieres decirlo, ¿¡no!?

Con eso, Yuno dio un paso adelante con la mirada fría.

—Podemos decírselo una vez que termine la fiesta, pero... ¿está seguro de que podrá aceptarlo? —Yuno pronunció el farol con la voz grave y la mirada penetrante. Cuando se trataba de aplicar presión silenciosa, él era mejor que Klaus—. La nobleza está estructurada verticalmente. Estoy seguro de que sabe lo que sucede... cuando alguien con un estatus inferior se entromete con los que están por encima de él...

—Tsch...

Zable finalmente se quedó en silencio, lo que hizo que Yuno y Klaus confiaran en su victoria. Estaban listos para decir algo como: "Por ahora, hagamos como si nada de esto hubiera sucedido" y dejar las cosas como estaban, pero...

—¿Qué carajo...? ¡¿Qué diantres os pasa?! ¿¡¡Por qué os interponéis en mi camino otra vez!!?

—¿Eh...?

—¿¡Por qué aparecieron de nuevo bastardos como tú!? ¡Os voy a...!

Las bocas de Yuno y Klaus se abrieron ante las palabras incoherentes de Zable. Sus ojos se inyectaron en sangre y apretó los dientes con tanta fuerza que la sangre empezó a manar de su boca. No había ninguna razón para que estuviera tan agitado.

¿Qué le pasa a este tipo? Es muy raro...

Sintiendo el extraño ambiente a su alrededor, uno de los seguidores de Zable gritó a propósito lo suficientemente fuerte como para que el resto del lugar lo escuchara.

—¡Z-Zable! Un noble muy importante lo invitó a jugar un juego en el jardín antes, ¿verdad? Tenemos mucho tiempo, así que ¿por qué no va a ver de qué se trata?

—T-Tienes razón... Tienes toda la razón. ¡No tengo tiempo que perder en esta pandilla!

Al parecer, Zable volvió a la normalidad. Se dio la vuelta para irse y, al pasar junto a Asta, dijo en voz baja:

—Já. Esa cara tuya carece de carácter. Puedo decir que tú, al menos, eres un noble de bajo estatus... No me olvidaré de tu discursito de antes.

Con esas mordaces palabras de despedida, tomó a sus seguidores y abandonó la estancia. A pesar de dejar palabras tan incendiarias, Asta lo dejó irse en paz. Al ver esto, Klaus se puso la mano sobre el pecho aliviado y Yuno le dio un golpe de kárate a la cabeza a Asta.

—¡Ay! ¿¡Qué haces!?

—No me vengas con eso. No debiste apresurarte sin pensar.

—¡No podía quedarme sin hacer nada al ver lo que estaba haciendo! Aun así, ¡gracias por echarme un cable!

—¿Qué reacción es esa? ¿Estás enfadado o agradecido? Elige una.

—Dejadlo ya... chicos. Estamos dando mucho la nota.

Pensando que ya habían llamado suficiente la atención, Klaus decidió intervenir. Después de ver su intercambio con Zable, los otros asistentes de la fiesta comenzaron a evitar a Yuno y los demás. Era natural. Nadie se asociaría voluntariamente con personas que se habían ganado el resentimiento de un noble con considerable poder político. Con esto, sería difícil recopilar información.

Bueno, era inevitable que eso sucediera... Para Klaus, cuando se unieron a Asta, quedó claro que si veía a alguien actuar de manera tan descaradamente terrible, este no podría ignorarlo y no causar un escándalo.

—Eh... Ajá. ¡Muchas gracias!

—¿Mmm? Ah, tú eres...

Mientras Klaus se sentía abatido, las chicas a quienes salvaron se acercaron a ellos. Una chica rubia se puso al frente y, con las mejillas sonrojadas, le dijo a Yuno:

—Disculpe por tardar en presentarme. Soy Dina, de la familia Habelot. ¿Cómo se llama usted?

—Ah, soy Yuno. Mmm, mi apellido es... —Yuno se rascó la cabeza, tratando de decidirse por un alias.

En ese instante, algo en el bolsillo de su pecho comenzó a retorcerse.

—¡Oye, no mires a mi Yuno con ojos tan amorosos! —Bell saltó de su bolsillo.

—¡O-Oye! ¡Bell!

Aparentemente incapaz de escuchar los intentos de Yuno de contenerla, Bell rodeó a Dina, quien se quedó estupefacta.

—¿¡Vas de lista o qué!? ¿Crees que ese escote pronunciado te queda bien solo porque tienes los pechos un poco grandes? Además, llevas un sujetador push-up que engaña, ¿no es así? Te he pillado, así que... ¡Uy! —Después de distraerse por un instante, de repente volvió a sus sentidos y dejó de decir lo que estaba diciendo. Luego, con una sonrisa rígida, farfulló torpemente—: E-Encantada de conocerte. Soy Bell... Me puse a dieta para estar más guapa para la fiesta de hoy, y creo que exageré un poco, así que... por eso me he vuelto así de pequeña. Ejeje.

¿¡Qué excusa es esa!?, pensaron todos, al darse cuenta de que su misión estaba destinada al fracaso. Por supuesto, Dina, las chicas detrás de ella e incluso los otros nobles que había cerca se congelaron en completa y absoluta conmoción, pensando: "¿¡Qué diablos ha sido eso!?". Todos podían sentir que era solo cuestión de tiempo antes de que su sorpresa se convirtiera en un alboroto.

Solo Yuno mantuvo la calma. Mirando a Bell como un padre decepcionado que mira a su hijo, la tomó por la nuca y dijo:

—Lamento haberte asustado. Es mi instrumento mágico. ¿No es asombroso? Incluso habla.

—¿¡I-Instrumento mágico!? ¿A quién llamas...? ¡AAY!

Yuno la pellizcó un poco más fuerte con las yemas de los dedos y Bell comenzó a mover la boca como un juguete.

—S-Sí... Soy un instrumento mágico. El instrumento mágico de Yuno. Un instrumento mágico muy mono —dijo obedientemente.

—S-Sí...

El resto del grupo de Yuno se miraron a los ojos dubitativos, sin encontrar su explicación particularmente creíble, pero sabían que esta era su única salida. Después de todo, la verdadera identidad de Bell era igualmente increíble. Yuno aprovechó la situación y preguntó:

—Me gusta coleccionar instrumentos mágicos inusuales como este. ¿Sabe si hay alguien en la fiesta de hoy que sepa sobre ese tipo de cosas? Si es así, me gustaría conocerlo.

—Lo hay, pero... creo que es bastante difícil que pueda hablar con esa persona —Dina parecía incómoda cuando respondió.

—¿Por qué...?

—¡Deja de darte aires y responde ya a la pregunta de Yuno! Eres una de esas, ¿verdad? ¿Crees que un hombre será tuyo si presumes un poco de clavícula y enseñas tus muñecas y tobillos? Ese tipo de pensamiento superficial es... ¡AAAY!

Yuno la pellizcó un poco más fuerte otra vez, impresionado por lo rápido que esta espíritu charlatana podía hablar. Mirándolos a los dos, Dina no pudo evitar reír antes de responder:

—Uno de los participantes del evento de hoy es un famoso coleccionista de instrumentos mágicos... Su nombre es Zable.

—¿Zable? ¿Se refiere a ese engreído de antes?

Dina asintió en respuesta a la pregunta de Asta. Una vez más, parecía disgustada mientras continuaba:

—Sí. Antes alardeó de haber obtenido otro instrumento mágico muy especial.

—¡...!

Al escuchar esto, Yuno y los demás fruncieron el ceño e intercambiaron miradas. Ahora que lo mencionaba, durante la pelea que tuvieron antes, sus palabras se volvieron incoherentes y de repente comenzó a actuar violento. Ambos eran síntomas de alguien que poseía el "Pecado Original". Era demasiado pronto para asegurarlo, pero si un tipo así tenía el "Pecado Original", la cosa no podría acabar bien.

—¿Qué debemos hacer? Me encantaría ir a preguntarle, pero estoy bastante seguro de que no va a querer hablar con nosotros —le dijo Asta a Klaus.

—¡Y adivina de quién es la culpa! De todos modos... si terminas hablando con Zable otra vez, no digas nada que pueda irritarlo. No sabemos en qué podría desencadenar —Al darse cuenta de lo peligroso que fue en realidad su intercambio anterior con Zable, a Klaus se le heló la sangre.

—Sí, tienes razón en eso... —afirmó Asta.

—Necesitamos que alguien hable con él y obtenga los detalles, alguien a quien aún no haya conocido...

En otras palabras...

—Ah... ¡Ya sé! ¡Podemos pedirle al capitán Yami que hable con él! —exclamó Mimosa como si acabara de tener una idea maravillosa.

Por supuesto, Klaus también había pensado en esto, pero si le pedían a ese tipo que lo hiciera, entonces terminaría torturando al pobre Zable en lugar de interrogarlo... Sin embargo, no tenían otras opciones, así que simplemente tenían que prepararse para lo peor. Klaus suspiró profundamente antes de volverse hacia todos para decir:

—Busquemos al capitán Yami... Aunque esto me inquieta, tendremos que pedirle que escuche lo que quiere Zable.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Mierda... Mierda... ¡¡Pensar que he permitido que gente así me deje en ridículo...!!

Zable estaba en un jardín en el lado este de la mansión, maldiciendo mientras jugaba. Había una variedad de cachivaches fáciles de usar preparados para el juego. Actualmente, Zable estaba jugando un juego llamado "Obra Infantil", un juego simple y pacífico donde los jugadores manipulaban marionetas de madera de tamaño natural con magia y las hacían competir en carreras a pie y campeonatos de lucha libre. No obstante, Zable estaba usando su figura de madera para destrozar la figura de su oponente, por lo que no estaba siguiendo exactamente las reglas del juego.

Por cierto, sus oponentes eran un hombre y una mujer que caminaban por el jardín. Antes había un buen ambiente entre ellos, por lo que Zable los obligó a ser sus oponentes y los derrotó. Le pareció perturbador que el hombre estuviera a punto de llorar. Aun así, esto no fue suficiente para disipar su aflicción.

—Señor Zable, señor...

—¿Qué...?

Zable se dio cuenta de que uno de sus seguidores lo estaba llamando. Aparentemente, había estado diciendo su nombre muchas veces, pero no lo había oído. Parecía asustado, mirando una marioneta de madera mientras hablaba.

—Mm... Creo que está exagerando un poco, ¿no cree...?

—...

Al mirar la marioneta de su oponente, notó que su cabeza estaba destrozada y que tanto los puños de su marioneta como los de la de su oponente estaban aplastados.

—Ah... Lo siento, lo siento. Estas marionetas son demasiado endebles y por eso se han roto. Ya está.

Hizo un gesto con la mano a su oponente, quien rápidamente tomó la mano de la mujer con la que estaba y se fue. Mientras los veía irse, Zable se puso la mano en el pecho. En este momento... había un instrumento mágico en forma de grimorio dentro de él. Desde que obtuvo ese instrumento, se había vuelto mucho más agresivo. Últimamente había sentido como si el instrumento lo hubiera estado estimulando.

Bueno, ahora tenía mucho más poder mágico fluyendo a través de él gracias a ese instrumento, por lo que detalles tan triviales no eran un problema.

Además, si no tuviera este poder, entonces volvería a ser...

—Bien... busquemos otro oponente.

Zable sacudió ligeramente la cabeza como para disipar sus pensamientos y miró alrededor del jardín. Al hacerlo, vio a un hombre durmiendo en un banco no muy lejos. Era un hombre corpulento, de unos 30 años, con el rostro sin afeitar. Al ver la botella de vino que sostenía bajo sus brazos mientras dormía, Zable pensó que la fiesta de emparejamiento no debía de haberle ido precisamente bien y que estaba tratando de dormir la mona para calmar su decepción.

—Perfecto... Tomemos un breve descanso y luego convertiremos a ese viejo en nuestro oponente.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—¿¡Has tenido suerte, Yuno!? ¿¡Lo has encontrado!?

—No... Supongo que tú tampoco.

Mientras corrían por el jardín, Yuno se encontró con Asta. Después de decidir que necesitaban encontrar a Yami, Klaus y Mimosa buscaron en los jardines norte y sur, Yuno y Asta buscaron en los jardines este y oeste, y Bell buscó a Yami desde arriba. Yuno y Asta acababan de terminar de buscar en el jardín del oeste, por lo que estaban a punto de buscar en el del este. Asta maldijo al encontrarse con Yuno.

—Maldita sea. ¡Estos jardines son demasiado grandes! ¡El terreno da para una aldea!

—No son tan grandes. Te lo parece porque eres paticorto.

—¡No empieces, idiota guapito de cara! ¡Aunque tenga las piernas cortas, lo compenso con mi fuerza física! —Después de decir esto, Asta se rió y dijo con una gran sonrisa—: De todos modos, hace mucho desde la última vez que pasamos tanto tiempo juntos, ¿no?

—¿Qué te pasa de repente...? Bueno, tienes razón. Cuando estábamos en Hage, pasamos juntos una cantidad de tiempo deprimentemente larga.

—Ah, Hage... Cuando pienso en cómo eran las cosas en aquel entonces, es tan impensable que ahora estemos en los caballeros mágicos realizando misiones todos los días como si fuera algo natural.

Tal vez fue porque estaba con su viejo amigo, pero los pensamientos de Asta eran muy fuera de lo común para ser él. Sin embargo, Yuno respondió:

—No... tal vez tú pienses así, pero yo me creía extremadamente capaz incluso cuando estábamos en Hage. Ya podía usar magia muy bien, así que no me siento como dices en absoluto. Me pareció natural entrar en los caballeros mágicos.

—¡Y un cuerno! ¡Eras un llorica total de pequeño! Comparado con cómo eras entonces, ¡ahora eres totalmente increíble!

—No sé de qué estás hablando. Ni siquiera recuerdo haber llorado al nacer.

—¡Nadie se acordaría de eso! Venga, sígueme el rollo. ¡Quería recordar contigo los viejos tiempos!

Yuno estaba mintiendo antes. Por supuesto que lo recordaba. Cuando era pequeño, era un llorica que siempre se apoyaba en Asta. Encontraba el mundo aterrador. Siempre asustado, nunca podía dar un paso adelante solo. Quien le dio el valor para dar ese primer paso no fue otro que Asta. El Yuno que existe hoy está aquí gracias a ese día en el que decidieron compartir el mismo sueño, gracias a ese momento en el que empezaron a competir por quién se convertiría en Rey Mago. En lugar de seguirlo, quería ver el mismo paisaje que Asta. En otras palabras, la razón por la que había podido dar lo mejor de sí mismo todo este tiempo era Asta.

—Qué estúpido eres, Asta... Estamos en medio de una misión. Ahora no es el momento de ponernos nostálgicos. No tengo la intención de perder contra alguien como tú... Yo seré quien se convierta en Rey Mago.

Por supuesto, no tenía intención de admitir nunca nada de eso. Sería demasiado vergonzoso. Estaba seguro de que, incluso en el futuro, seguiría evadiendo el tema bromeando así. Además, la mejor manera de agradecérselo a Asta era a través de sus acciones, no con palabras. Al reconocer a Asta como su rival, tenía la intención de seguir compitiendo sin piedad con él. Así demostraba Yuno su gratitud.

Obviamente, esa no era la única razón por la que había estado trabajando tan duro. Puede que hubiera sido Asta quien impulsó su sueño de convertirse en Rey Mago, pero ahora, Yuno quería cumplir ese sueño por su propia voluntad. Bueno, también es un hecho que mostrarse mutuamente los resultados de sus esfuerzos los ha motivado para crecer. Además, Asta se inspiraba más a base de golpes que dándole un simple "gracias".

Tal y como Yuno esperaba, Asta pareció aturdido por un momento antes de sonreír beligerantemente.

—¿¡Qué!? ¡Es obvio que soy yo quien se convertirá en Rey Mago!

—No, seré yo. Tú como mucho serás el Rey Moñas.

—¿¡El Rey Moñas!?

—¡Ah, ahí está! ¡Yuno, he encontrado a Yami! —Bell descendió del cielo, dando vueltas en el aire como si tuviera mucha prisa—. Está aquí al lado, pero la situación es terrible. ¡Date prisa!

—¿Terrible...?

Bell asintió repetidamente con la cabeza arriba y abajo en respuesta a la pregunta de Yuno.

—¡No sé qué ha pasado, pero Yami ya le está plantando cara a Zable!

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—¡Están allí, detrás de esos matorrales!

Yuno y Asta corrieron a toda velocidad hacia Yami mientras Bell los dirigía hasta su ubicación.

—O-Oye, Yuno, solo para estar seguro, si Zable tiene ese instrumento mágico... el "Pecado Original" ese, entonces irritarlo sería una cagada, ¿verdad? —dijo Asta, con el rostro pálido.

—Sí. No sabemos qué podría desatar su ira.

En otras palabras, actualmente se encontraban en estado de emergencia. Si Yami, el hombre conocido como el Dios de la Destrucción, había entrado en contacto con un hombre tan arrogante como Zable, no había forma de que las aguas estuvieran en calma.

—Aunque se trate del capitán Yami, no se pondrá violento de repente con alguien a quien acaba de conocer... ¿no? —esta vez fue Yuno quien le preguntó a Asta.

—No lo sé, pero unos seis segundos después de conocerme a mí, me hizo una llave.

—Entonces démonos prisa...

—¡Sí!

Los dos superaron sus límites mientras corrían, cruzando la espesura. Al hacerlo, se encontraron frente a un amplio campo parecido a una cancha, similar a las que se usan para eventos deportivos. Allí en medio estaban...

—E-El capitán Yami... ¡y Zable!

Estaban bastante lejos, por lo que no los podían ver con claridad, pero se notaba que los dos estaban teniendo algún tipo de confrontación. Había innumerables marionetas de madera rotas esparcidas a su alrededor, pero Zable, al menos, estaba entero.

O... al menos, eso pensaban.

*PAM*

Zable cayó de rodillas antes de desplomarse sobre el suelo. Su cordura todavía parecía intacta, pero tenía la cara hinchada y la ropa desgarrada.

—...

Con su colapso, su marioneta de madera se estrelló contra su séquito, haciéndolos caer al suelo también. Golpeados, temblando, murmuraban cosas como: "No quiero morir... No quiero morir..." y "Lo siento... Solo soy un bicho, un gusano...".

Yuno y Asta tenían delante el Infierno mismo, una imagen que superaba con creces incluso sus peores temores.

—...

La persona que creó esa escena, Yami, agitó casualmente su mano hacia Asta, Yuno y Bell, quienes estaban completamente sin palabras.

—Oh. Sois vosotros, chicos. Ey.

—¿Cómo que "Ey"...? C-Capitán Yami, esto es...

—Hm, oh, ¿estos tipos? —Yami respondió la pregunta de Asta mientras le pegaba un leve puntapié a Zable—. Estos energúmenos me han despertado de repente mientras estaba echando una cabezadita, rompieron mi botella de vino y, además, incluso se han atrevido a pegarme... Ya os lo dije. Las siestas son buenas. Aumentan la productividad después de comer... Estaba pensando que debería dejarles experimentar algo de esa productividad personalmente. —Luego, sacó su espada, aparentemente de la nada, y apuntó hacia Zable mientras continuaba—: Así que les he dado a esta tropa una siesta de la que nunca despertarán.

—Eso se llama "muerte", ¿¡sabe!? Espere, en serio, ¡pare! ¡Tenemos que hacerle algunas preguntas! —Asta corrió hacia Yami desesperado mientras Yuno arrastraba el cuerpo de Zable lejos de él.

Mirando a Asta, que ahora estaba atrapado en la llave de Yami, Yuno llamó a Zable:

—Oiga, usted. ¿Está bien? Puedo usar un instrumento mágico para curarlo y... ¿hm?

Yuno notó que algo se asomaba entre los huecos de la ropa rota de Zable. No había nada escrito en la portada y ni siquiera tenía color. Era un grimorio blanco. Sin embargo, Zable ya tenía lo que parecía su propio grimorio en su estuche. En otras palabras, eso era...

—¡¡Aah... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

Al ver esto, Yami tomó a los seguidores de Zable por los brazos y dijo:

—Oye, dorado, aléjate de él. Mocoso, ven conmigo y ayúdame a llevar a sus lacayos a un lugar seguro... En realidad, tíralos lo más lejos que puedas.

Siguiendo las instrucciones, Yuno se separó de Zable rápidamente mientras Asta lanzaba a sus lacayos lo más lejos que podía. Inmediatamente después de hacerlo...

—¡AAAAAAH! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!

Del cuerpo de Zable... no, del grimorio blanco brotaron una serie de torrentes blancos de maná. Eran como grandes tentáculos moviéndose. Se extendieron alrededor de Zable y comenzaron a atacar indiscriminadamente todo lo que había en el jardín, excavando el suelo y rompiendo lo que quedaba de las marionetas de madera hasta convertirlas en polvo. Si las instrucciones de Yami hubieran llegado solo un segundo después, los seguidores de Zable habrían quedado atrapados en la destrucción. Al ver a Zable vestido con una cantidad aparentemente infinita de tentáculos blancos, una vez más como si todo esto fuera problema de otra persona, Yami dijo:

—Entonces, después de todo, era él. Tenía ese instrumento mágico... ¿cómo se llamaba...? el "Pecado Original" ese.

Cuando Yami dijo esto, Asta, que había sacado su gran espada de su grimorio, giró la cabeza hacia él con incredulidad.

—¡Guau! Capitán, ¿lo sabía?

—Sí. Me di cuenta leyendo su ki.

—¿¡Entonces por qué le dio una paliza tan fuerte!?

—¿Por qué? Porque me despertó y me hizo cabrear... O, mejor dicho, lo hice porque necesitamos saber exactamente qué sucede cuando el "Pecado Original" se desata. Y además, porque me despertó y me hizo cabrear.

—Ya, seguro que fue por eso...

—¡Callaos! De todos modos, todo va según lo planeado, ¡así que no pasa nada!

Los tentáculos se retorcieron antes de comenzar su ataque contra Yami y los demás.

—Sin embargo... este alboroto es un poco más llamativo de lo que pensaba. —Mientras cortaba los tentáculos que disparaban hacia él, Yami corrió directamente hacia la mansión—. Iré a evacuar a la gente de la mansión, así que, mientras tanto, os dejo los tentáculos a vosotros.

—¿¡Eh!? ¡Ah, sí, señor! —Asta gritó desconcertado mientras blandía su espada, cortando tentáculo tras tentáculo.

En contraste, Yuno no pudo evitar pensar lo habitual: No puede estar hablando en serio... Yuno pensó que la razón por la que Asta podía reaccionar inmediatamente ante instrucciones tan irrazonablemente poco claras era que esas instrucciones eran parte de su entorno de trabajo diario. Pensó que era deprimente.

Aparte de eso...

—Asta... Había un grimorio blanco en el pecho de Zable. Probablemente sea el "Pecado Original". Nuestro primer objetivo debería ser romperlo.

—¡Vale!

Después de escuchar la respuesta de Asta, Yuno abrió su propio grimorio. A pesar del rápido desarrollo de la situación, Asta era el rival de Yuno, y todo lo que se había esforzado por superarlo lo demostraba.

No puedo dejar que Asta sea el único a quien elogien después de esto..., pensó Yuno.

—Vamos, Bell. Dame todo tu poder.

—¡Entendido!

Un violento vendaval sopló de repente con Yuno y Bell en el centro.

—¡¡Uooooooooooo!!

Asta corrió hacia Zable mientras esquivaba, o mejor dicho, cortaba los tentáculos que lo atacaban.

—Magia de Creación de Viento: Lluvia de Dagas de Viento.

Unos filos de viento se materializaron sobre la cabeza de Yuno, cortando los tentáculos que se le acercaban a Asta por detrás y por encima. Los tentáculos se regeneraron instantáneamente, pero hubo un ligero retraso antes de que pudieran atacar nuevamente. Asta atravesó esa brecha, reduciendo la distancia entre él y Zable. Mientras Asta usaba su movilidad para acercarse, Yuno usaba su magia para apoyarlo. Con esta estrategia, pudieron reducir constantemente la distancia entre ellos y Zable.

Nunca antes habían planeado esto. Esto fue simplemente el resultado de haber estado juntos durante más de una década. Podían entender los pensamientos del otro sin intercambiar palabras y luego anticipar los movimientos del otro en consecuencia. Para ellos, cooperar en la batalla era tan natural como respirar.

—¡AAAAAAH! ¡¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!

Tomando la presencia de Asta como una amenaza, casi todos los tentáculos de Zable fueron hacia él, rodeando su cuerpo en forma de cúpula.

—¡Yuno!

Asta se dio vuelta y llamó a Yuno, pero no era una llamada de ayuda. Yuno asintió y usó otro de sus hechizos.

—Magia de Creación de Viento: Arca de Viento Celestial.

Un arca creada con viento tomó el cuerpo de Yuno y lo hizo volar hacia el cielo, pasando por encima de Asta, quien estaba ocupado con los tentáculos. Su objetivo era el propio Zable. Yuno se había dedicado a brindar apoyo a Asta mientras este se enfrentaba a los tentáculos, pero ahora apuntaba al actualmente indefenso Zable. Los dos entendieron la estrategia del otro de inmediato y comenzaron a actuar en consecuencia al instante. Bell tardó un momento en comprender lo que estaban planeando, lo que le hizo fruncir los labios con disgusto.

—¡Déjame participar a mí también! Tengo grandes habilidades de comprensión y la mente abierta, ¿sabes?

—Bell, molestas. Además, no te lo crees ni tú. Vamos a establecer contacto con Zable.

Mientras esquivaba la cantidad de tentáculos que lo perseguían, Yuno se lanzó en picado hacia Zable y lanzó un hechizo.

—Magia de Viento: Hoz de Luna Creciente.

Un filo con forma de luna creciente se estrelló cerca de los pies de Zable, levantando una gran nube de polvo. No es que Yuno hubiera fallado. Si este ataque hubiera golpeado a Zable directamente, lo habría partido en dos. El objetivo de Yuno era simplemente cegarlo. Aprovechando la nube de polvo que había creado, Yuno saltó de su arca de viento y aterrizó justo ante los ojos de Zable. Rápidamente extendió su mano hacia el grimorio blanco en su pecho, el "Pecado Original". Sin embargo...

—Uh... Guh... ¡N-No! ¡Detente! ¡¡No... toques eso!!

Zable se abrazó al grimorio mientras sus tentáculos comenzaban a centrar sus ataques en Yuno. Sin siquiera usar su magia de viento, Yuno agarró el "Pecado Original". Al hacerlo, Zable apretó más su agarre.

—Aah... No... Por favor... Esto no... ¡No te lo lleves... por favor!

—Zable... ¿todavía estás consciente?

—Sin esto... Uhh... ¡Seré... débil otra vez!

Ignorando la pregunta de Yuno, Zable solo continuó gritando de manera ininteligible. Parece que su conciencia aún estaba intacta, pero estaba terriblemente nublada. Todo lo que quedaba era su determinación de no entregar el "Pecado Original".

—Yo... Uh... Lo obtuve... Guh... a cambio de...

La sangre brotó de sus ojos y boca, e incluso la forma en que sufría pareció cambiar. Yuno no entendía en absoluto lo que estaba pasando, pero se dio cuenta de que era un presagio peligroso.

—Oye, vas a morir. Suelta el grimorio.

—No... Nunca... Guh... No quiero... volver... a ser un inútil...

Podría haber terminado hiriendo gravemente a Zable, pero Yuno sintió que no tenía más remedio que usar su magia de viento. Esperando lo peor, preparó un hechizo, pero entonces...

—Este mundo... da miedo... No puedes sobrevivir... sin poder...

Yuno vio que una luz de conciencia permanecía muy débil en los ojos de Zable. Parecía que esos ojos iban a llorar en cualquier momento. Eran ojos débiles y tristes. Y eso le recordó a una persona cuyos ojos y palabras eran como los de Zable. Le recordaban a su yo más joven.

Yuno pudo cambiar gracias a Asta. Sin embargo, probablemente no había habido nadie al lado de Zable. Por eso se involucró con un instrumento mágico tabú como el "Pecado Original". Gracias a este instrumento, Zable cambió. En otras palabras, el "Pecado Original" era para Zable lo que Asta es para Yuno. Debido a esto, por un momento, Yuno dudó por un segundo de si debía robárselo. Ese momento de vacilación resultó ser un error fatal.

—¡GUH...!

Un solo tentáculo pasó a través de una brecha en su magia de viento, dando un golpe aplastante en el costado a Yuno. El impacto rompió su postura, dejándolo vulnerable. Apuntando a su estado debilitado, una innumerable cantidad de tentáculos se dispararon hacia él.

No, mierda. ¡No podré bloquearlos a tiempo!

Pero, justo cuando Yuno se preparaba para el ataque, una ráfaga de viento pasó a su lado.

—¡¡UOOOOOOOOOOOHHHH!!

Asta pasó volando a una velocidad asombrosa, golpeando a Zable con el extremo plano de su espada y lanzando el gran cuerpo de Zable al aire. Luego, con el filo de su espada, Asta cortó en dos el "Pecado Original", que había caído del pecho de Zable. Con eso, el "Pecado Original" se convirtió en polvo y se disipó en el aire. Al mismo tiempo, los tentáculos también se desvanecieron.

—Oye, ¿¡estás bien, Yuno!?

Después de confirmar que todos los tentáculos habían desaparecido por completo, Asta corrió hacia donde estaba sentado su amigo de la infancia, caído por agotamiento. Parece que, durante la batalla, Asta había podido abrirse camino a través de los tentáculos para llegar a Yuno.

—Sí... Lo siento.

—¡No digas eso! ¡Te quedaste totalmente distraído cuando viste los ojos del enemigo! ¡Eso no es propio de ti!

Aunque Yuno solo había dudado por un breve instante, Asta había leído claramente la situación.

—Hay que ver... Venga, ¿puedes ponerte de pie? —dijo Asta con una sonrisa mientras le tendía la mano a Yuno.

—...

Yuno sonrió irónicamente para sí mismo. ¿Asta era para Yuno lo que el "Pecado Original" era para Zable? Por mucho que hubiera sido solo por un momento, Yuno se reprendió a sí mismo por pensar algo tan tonto. El "Pecado Original" no era más que un instrumento mágico. Además, uno peligroso que otorgaba poder al usuario sin esfuerzo, uno que fácilmente podía usarse por razones equivocadas. El ser junto a Yuno era una persona que lo hizo más fuerte trabajando duro y compitiendo entre sí. Cuando uno de ellos hacía algo mal, el otro podía regañarlo. Cuando uno de ellos no podía mantenerse en pie, el otro le tendía la mano para que pudieran volver a caminar juntos. Para Yuno, Asta era...

—¡Ten cuidado, Yuno! ¡Eres mi rival, después de todo!

—Sí... —Yuno tomó la mano de Asta y se levantó, y con una pequeña sonrisa dijo—: Me has salvado... Gracias.

Yuno luego miró a Zable, que estaba tirado en el suelo. Si él hubiera tenido a alguien como Asta a su lado, probablemente nada de esto habría pasado. Por el contrario, si Yuno no hubiera tenido a Asta a su lado, entonces tal vez él también habría acabado como Zable...

—Ughh... Uf...

Al escuchar los gemidos de Zable, Yuno y Asta levantaron la guardia. Ahora bien, no se sentía ningún maná maligno en él y no parecía que fuera a comenzar a moverse. Simplemente estaba gimiendo de dolor.

—Bell, Asta... id a buscar a Mimosa. Yo me quedaré vigilando.

Bell y Asta asintieron enérgicamente antes de dirigirse a la mansión. Al notar la presencia de Yuno, Zable habló con mucha dificultad:

—Parece que... te he causado muchos problemas... ¡Lo siento...!

¿Así que esa es su verdadera personalidad?, pensó Yuno.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

En general, lidiar con las secuelas de su misión fue bastante fácil. Primero, Mimosa trató las heridas de Zable y sus seguidores. Mientras hacía eso, Yami y Klaus explicaron lo sucedido a los invitados y al patrocinador de la fiesta. Además, promulgaron una orden de silencio para todos los presentes, explicaron los peligros del "Pecado Original" y enfatizaron que era un instrumento mágico con el que nadie debía volver a aventurarse jamás.

—¿En serio...? Lo compraste en el mercado negro... Eso significa que será difícil identificar su origen.

Después de que Yuno, Bell y Asta contactaran al cuartel general de los caballeros mágicos y solicitaran transporte para Zable, todos montaron guardia mientras esperaban que llegaran los refuerzos, pero...

—Tal vez. Además, fue hace más de un mes. Es posible que la tienda donde lo compré ya no exista. Incluso el dueño de la tienda dijo que desconocía los detalles del "Pecado Original". Lamento no poder ser más útil...

En completo contraste con cómo era antes, Zable estaba respondiendo a las preguntas de Yuno con humildad mientras inclinaba la cabeza avergonzado. Una vez que se liberó de la maldición del "Pecado Original", quedó claro que era un joven extremadamente caballeroso. Aceptó obedientemente sus crímenes y testificó cómo había obtenido el instrumento mágico. Bell y Asta querían darle un sermón, por lo que se decepcionaron un poco al verlo así. Después de experimentar un cambio tan sorprendente (bueno, simplemente había vuelto a la normalidad), Zable continuó hablando con cierta inquietud.

—Sin embargo, el dueño de la tienda me dijo que... el "Pecado Original" aumenta el poder mágico de su dueño durante la batalla, pero cuando no está en batalla, absorbe su magia y la almacena poco a poco. Una vez que acumula una cierta cantidad de magia, se autoreproduce creando "manuscritos". Creo que mi copia probablemente no sea la única en el mercado.

—Bueno... quizá tengas razón en eso. Tu copia tampoco era la única que se vendía en esa tienda, ¿no?

—Así es. Por supuesto, el grado en que cambia la personalidad de su propietario y la cantidad de poder que da y recibe probablemente sea diferente para cada manuscrito, pero...

Parece que el problema no termina aquí..., pensó Yuno mientras chasqueaba la lengua. Incluso Zable, una persona amable con un maná muy débil, se transformó en eso con solo obtener el "Pecado Original". Si una persona malvada con un maná fuerte se hacía con una de las réplicas, entonces causaría problemas aún más gordos.

—Lo he estado pensando desde que empezaste a hablar, pero pareces... ¡un buen tío! ¿¡Por qué te involucraste con un instrumento mágico tan peligroso!? —intervino Asta, llegando al final de su paciencia.

—Un "buen tío", ¿eh? Juju. Me hace feliz escuchar eso, pero... no puedes sobrevivir en el mundo de los nobles solo con amabilidad. Tuve la suerte de nacer en una familia poderosa, pero no tengo mucho maná y soy muy tímido... Nadie me dijo nunca nada malo a la cara, pero a mis espaldas, estaban preocupados por que yo fuera el próximo jefe de la familia, e incluso empezaron a cuestionar si podría casarme y tener un heredero. —Sin esperar que sus problemas fueran tan profundos, Asta se quedó boquiabierto, haciendo que Zable se riera de sí mismo burlonamente mientras continuaba—: Supongo que me vi acorralado. Quería... al menos, tener más poder mágico, así que terminé dependiendo de un instrumento tan dudoso, y resultó en un desastre... Realmente lamento haber sido una molestia. —Cuando terminó, Zable inclinó la cabeza hacia ellos—. Y gracias por detenerme. Me aseguraré de recompensaros generosamente después de haber pagado por mis pecados.

—¿Eh? ¡N-No, no hace falta! Eres tan buen tío que... me siento mal por arrestarte.

—Si llega el momento en que incluso un tipo patético como yo pueda empezar de nuevo, me aseguraré de trabajar duro y hacerme fuerte de verdad. En lugar de depender de instrumentos, ¡lo intentaré con mi propio esfuerzo!

—¡Jolín, es que no puedo decirte nada más! O-Oye, Yuno, ¿¡no podemos conseguir que lo perdonen o algo así!? ¡Simplemente lo poseyó un maná maligno! ¡Porfa, hagamos la vista gorda! —Asta le suplicó equivocadamente a Yuno con lágrimas en los ojos.

—Como objetivo, decir que quieres cambiar es demasiado vago. Es mejor establecerte algún objetivo concreto a largo plazo y también otros objetivos a corto plazo. Eso te dará una hoja de ruta que te será más fácil de seguir —le dijo Yuno a Zable, ignorando a Asta por completo.

—¿Eh? S-Sí... —respondió Zable, inseguro. El consejo de Yuno fue tan ambiguo que no se dio cuenta de que lo decía por su decisión anterior.

Yuno desvió un poco la mirada antes de continuar:

—Hace mucho tiempo, conocí a una persona que decía las mismas cosas que tú dices ahora, pero... Creo que si a esa persona le hubieran dado este tipo de consejo en aquel entonces, las cosas le habrían ido mejor. No es gran cosa, pero... inténtalo si puedes.

Le avergonzaba demasiado decirlo en voz alta, pero esa persona, por supuesto, era él mismo. No obstante, hubo un momento en el que entrenó imprudentemente con su magia y se preguntó si habría podido entrenar de manera más eficiente si alguien le hubiera dado ese consejo. Debido a eso, Yuno quería compartir un poco más de sus aprendizajes.

—Gracias a sus esfuerzos... pudo unirse a los caballeros mágicos. —Y mientras estaba en eso, decidió seguir aún más—. Te pareces un poco a esa persona, así que estoy seguro de que te irá bien... Esfuérzate al máximo.

—¡...! —Zable pareció desconcertado antes de mirar hacia abajo con una pequeña sonrisa en su rostro—. "Te irá bien" y "Esfuérzate al máximo", ¿eh? Jeje... Nadie me había dicho eso antes... Ya veo. Entonces, que te digan esas palabras te hace así de feliz... —Zable continuó sonriendo mientras decía esto, pero mientras continuaba, sus ojos se nublaron con lágrimas.

Yuno no sintió que le había dicho nada importante, pero esperaba que sus palabras le resultaran al menos un poco útiles a este hombre que se parecía tanto a su antiguo yo. Si fuera así, estaría muy feliz. Esta fue la atmósfera sincera que establecieron Yuno y Zable antes de que Asta la destruyera diciendo:

—O-Oye... ¿¡De quién estás hablando, Yuno!? ¡Hemos crecido juntos y yo no recuerdo a nadie así! ¡Das miedo! Dímelo, ¿¡a quién te refieres!?

—¿Eres estúpido? No importa. Lo sé yo y punto.

—¡Ah, ya sé! ¡Te refieres a ti mismo! Jaja~ Pero como te da vergüenza, ¡has dicho que era un conocido, ¿eh?! ¡¿Tengo razón, verdad?!

—Tienes tan poco tacto. Bueno, de qué me sorprendo.

—¡Ah, ahí están! ¡Holaa! ¡Estamos aquí!

En ese momento, se escuchó una voz desde la mansión, seguida por el sonido de múltiples pasos.

—¡Ah! Es esa chica. Es ella, ¿¡no!? ¡Dina, la chica que estaba mirando a Yuno!

Antes de esto, Bell estaba sentada en el hombro de Yuno, aburrida. Sin embargo, escuchar la voz de Dina la hizo bufarse como un gato. Tal y como sospechaba, Dina venía hacia ellos desde la mansión, con las chicas de antes detrás de ella...

—¿¡Ese es Yuno!? ¡Caray, es un bombón total!

—Vi tu batalla~ ¡Estuviste súper genial~!

—¡Oye, ese otro chico, Asta, también es muy mono! ¡De cerca gana un poco!

Dina trajo consigo a varias docenas de chicas, que corrían frenéticamente hacia ellos. Asta gritó mientras contemplaba la vista con asombro.

—¡O-Oye! ¿¡Qué les pasa a esas chicas!?

—¡Esas chicas dicen que quieren hablar con vosotros después de veros pelear! ¡Evidentemente, yo pienso lo mismo!

Por una razón tan egoísta como esa... Yuno ya estaba harto de ese tipo de cosas. 

—¡De ninguna manera! De Dina me lo esperaba, pero ¿¡qué os pasa al resto!? ¡Todas fuisteis ariscas con Yuno y los demás antes, y sin embargo ahora queréis haceros sus amigas! —Bell infló sus mejillas cada vez más mientras protestaba.

—Vamos, vamos, no digas eso, espiritita frentuda. El organizador de la fiesta también quiere agradecernos nuestro trabajo. —Yami entró en la conversación mientras se acercaba desde detrás del grupo de chicas—. Dice que nos proporcionará todo el alcohol que queramos gratis... Joder, incluso está dispuesto a organizar una fiesta posterior para nosotros. Ya que está así de generoso, sería de mala educación rechazarlo, ¿no? Además, es bebida gratis.

Como de costumbre, no hizo ningún intento de ocultar sus verdaderas intenciones. Klaus, que estaba a su lado, tosió una vez antes de hablar.

—Además, hay personas que quieren compartir una bebida con Mimosa, el capitán Yami y conmigo ahora que saben que somos caballeros mágicos. Colaboraron con nuestra investigación, por lo que no podemos rechazarlos.

Lo que estaba diciendo ciertamente sonaba plausible, pero le quedó forzado, y parecía como si estuviera comprobando la expresión de Yami todo el tiempo. Aparentemente, este mando intermedio había sido víctima del acoso del Dios de la Destrucción una vez más en el día de hoy. A su lado, Mimosa temblaba con lágrimas en los ojos mientras les decía a Asta y Yuno:

—Y-Yuno, Asta... No me digáis que... ¿vosotros no vendréis? No me dejaréis sola en... en una fiesta de emparejamiento, ¿verdad?

En respuesta a sus súplicas, Asta se rascó la mejilla.

—No entiendo nada de lo que decís, pero esto significa que podré comer todo aquello tan rico de antes, ¿verdad? ¡Entonces contad conmigo! Por cierto, llevo todo este rato pensándolo, pero ¿qué es una "fiesta de emparejamiento"? —preguntó Asta distraídamente mientras se dirigía hacia la mansión.

—No puede ser verdad... —fue lo único que añadió Yuno, mirando la espalda de Asta, mientras suspiraba con los ojos en blanco.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

Después de eso, entregaron a Zable a los caballeros mágicos que llegaron como refuerzos, transmitiendo detalladamente sus circunstancias atenuantes. También describieron toda la batalla a la División de Evaluación Mágica, informando de que el "Pecado Original" desapareció una vez que fue destruido.

Luego, regresaron a la fiesta, donde los estaba esperando una avalancha de nobles, que corrieron hacia Yuno y los demás con el corazón acelerado, pero...

—¡Eh, tú! ¡Llevas demasiado perfume! Estás intentando que Yuno huela a ti, ¿no? ¡Y tú, la de ahí! ¿Por qué llevas tanto tiempo con ese vaso tan pequeño en la mano? ¡Te estás esforzando demasiado para parecer guapa! ¡Las mujeres como tú no deberían tener permitido hablar con Yuno! —Bell flotaba sobre la cabeza de Yuno, despreciando a todas las chicas que acudían en masa hacia él.

—Cuando entrenas con pesas, la gente piensa que se deben entrenar todos los músculos a la vez, ¿verdad? Pero no es cierto. Tienes que concentrarte en entrenar solo una parte de tu cuerpo cada vez. Mi recomendación es... —Asta estaba hablando de entrenamientos con pesas.

—P-Personalmente, creo que una relación sana entre un hombre y una mujer debería comenzar intercambiando sus diarios personales. ¡Y creo que deberían hacerlo durante al menos dos años antes de empezar a salir! —Klaus sacó su lado más puritano.

—¡A-Ay, la leche! ¡Le huele fatal el aliento! ¿Alguien tiene alguna magia que le pueda arreglar el aliento a este hombre? ¡Se lo ruego, por favor, sálvenme! —Mimosa derribaba a cualquier hombre que intentaba cortejarla con su capacidad natural de ofender.

—¿Eh? ¿Mis ingresos anuales? No sé. Ahora que lo pienso, nunca me he molestado en contarlos, porque de todos modos normalmente no llego a final de mes. ¿Que en qué lo gasto? En apuestas. Además de en alcohol y en tabaco, claro —con los ojos sin vida, Yami estaba tomando tragos de su copa mientras hablaba alegremente sobre su arriesgado estilo de vida.

Como no podían soportar otro segundo de esta fiesta de emparejamiento infernal, los nobles abandonaron el lugar uno por uno. Pasada una hora, no quedaba nadie excepto los caballeros mágicos dorados y negros.


♣ Al día siguiente... ♣


—Este es el informe del grupo de Klaus sobre la misión del "Pecado Original" de hace unos días.

Vangeance estaba sentado en su despacho, en la sede del Amanecer Dorado. El hombre que le estaba presentando el informe era su colaborador más cercano, Alecdora Sandler. El capitán dorado le dio las gracias mientras lo tomaba y lo leía detenidamente y en silencio.

—Ajá... Como pensábamos, cuando el "Pecado Original" se sale de control, manifiesta su magia de tentáculos. Este informe es consistente con los demás que hemos recibido.

—Sí. Todavía no estamos seguros de qué causa que se descontrole y si la magia de tentáculos es el único tipo de magia que puede manifestar... Todavía hay muchas cosas que no sabemos, pero, poco a poco, estamos recopilando toda la información.

—Correcto... Gracias por el informe. Puedes retirarte —dijo Vangeance antes de volver a leer el informe en silencio.

Sandler le hizo un saludo de tres hojas a modo de respuesta antes de irse.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Ya veo... Entonces, amplifica la magia de su dueño...

Poco después de leer el informe, miró hacia el vacío. Y, aunque no había nadie más en la oficina, hablaba como si hubiera alguien con él.

—Es tal y como me lo habías contado... Patry —se dijo a sí mismo con una sonrisa críptica flotando en sus labios.



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