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28/06/2024

Re:Monster - 584 (parte II), 585 (parte I)



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Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)

Re:Monster


Traducción: Xeniaxen



Día 584
(parte II)


Con la ayuda de los tigres golem, la estrategia fluyó sin incidentes. La vanguardia se echaba a los golems que se interponían en nuestro camino y los aplastaban de un solo golpe. A veces necesitaban refuerzos, pero todo sucedía de forma rápida y natural.

Nos abrimos paso entre los golems patrulla y llegamos fácilmente a nuestro destino, la Torre Sagrada Zigrad. Aquel edificio que solía ser tan alto que no podías ver la cumbre desde abajo, estaba medio derruido. En la parte más alta, no quedaba nada. Y abajo, también había algunos derrumbes. Las ruinas cubrían el área circundante, creando un ambiente de tranquilidad un poco inquietante.

Un rico olor se fue haciendo más evidente a medida que nos acercábamos. Pero yo parecía ser el único que lo encontraba agradable, el profesor y los demás me miraban con cara de asco; para ellos era un hedor apestoso. ¿Sería por el fango [Sagrado] que había dentro de la torre? ¿Por qué nos parecía tan distinto? ¿Quizá estaban haciendo efecto las habilidades [Castigo Divino – Pecado del Hambre], [Resistencia al Hambre], [Guardián del Hambre] o [Pecado del Hambre] que aprendí allí?

Cruzamos lo que quedaba de puerta y accedimos al interior. También estaba en ruinas, pero no tanto como esperaba. Algunos ornamentos estaban intactos, y no había polvo o escombros. Parecía haber sido un lugar opulento. Las innumerables salas y los interminables pasillos con detalles artesanales le seguían dando un aire histórico.

Sin embargo, dentro el olor era más intenso. Casi se podía palpar a medida que nos acercamos al atrio central. Allí fue donde el profesor y su equipo anterior encontraron el fango [Sagrado]. No pudiendo soportar la pestilencia, se alejaron. Y fue entonces cuando se vieron emboscados por un grupo de pecadores de la gula.

Esta vez nos mantuvimos alejados del fango. Planeamos centrar la investigación en el borde exterior de la Torre Sagrada. El grupo sacó sus pinceles para limpiar las paredes mientras el profesor anotaba todos los detalles. Lo analizarían todo más tarde, pero parece que encontraron murales con información más que valiosa.

Uno de los murales parecía avecinar algo terrible que cubriría los cielos y mostraba gente orando para apaciguarlo. Había unas inscripciones cerca, por lo que seguramente descubriríamos de qué se trataba. El profesor y los otros investigadores saltaron de alegría por el hallazgo.

Yo también investigué por mi cuenta. Quería encontrar qué puerta abría la [Llave Sagrada del Hambre]. Probé a apuntarla hacia diferentes direcciones, para ver si reaccionaba. Para mi sorpresa, noté una ligera pulsación. Se hizo más notable cuando me acerqué, así que supuse que me estaba indicando mi objetivo.

Resultó ser el fango [Sagrado] del centro... Era ahora o nunca. Mientras el profesor y los demás tomaban notas de todo, yo me acercaría a la sala central. Tenía que ocuparme de aquello yo solo.

Tras consultarlo con el líder, convenimos que debíamos investigar cada rincón, así que me dio luz verde para proceder. Habíamos acordado que la batida solo duraría un día y que sería segura para ellos, pero no querían desaprovechar la oportunidad.

Me planté allí, delante del atrio, y efectivamente el suelo estaba cubierto de fango. Era de un color negro tan profundo que incluso se tragaba la luz que entraba desde el exterior, los restos de un [Castigo Divino] del pasado. La charca emitía un olor muy fuerte. A mí me gustaba, incluso aguzó mi apetito.

Como no sabíamos qué pasaría, el profesor y los otros se quedaron atrás observando. Con la lanza carmesí en una mano y la [Llave Sagrada del Hambre] en la otra, el lobo de llamas negras y yo nos acercamos al centro. El fango empezó a burbujear. Claramente era un signo de que algo estaba a punto de aparecer.

Y no solo una, sino múltiples criaturas comenzaron a salir del fango. Eran pecadores del hambre, residentes del pasado sujetos a un [Castigo Divino], que ahora tenían una forma humana distorsionada y sufrían eternamente de un hambre voraz. Para satisfacer sus necesidades, tenían un claro objetivo delante de ellos (yo). No fue agradable verlos arrastrarse hacia mí con las bocas abiertas y sus manos extendidas, suplicando por comida. Había cientos, o incluso miles de ellos.

Pero parecían tener algunas dificultades para salir, eran como zombis levantándose y cayendo una y otra vez, así que usé mis llamas negras contra el fango [Sagrado]. Los quemaría antes de que ninguno pudiera alcanzarme.

Entonces el fango negro empezó a ondear violentamente, generando más pecadores del hambre, probablemente reaccionando al ataque de las llamas. Sin embargo, incrementé la potencia y activé [León Solar], que generó un sol en forma de león que hizo subir la temperatura aún más. También combiné [Sacerdotisa Ardiente] y [Réquiem de Animales en Llamas] para crear unas bestias de llamas negras reforzadas, así como [Incendio Aéreo] para contraatacar con balas de llamas negras. Además, con [Vaivén de Roca Flotante] alcé los escombros, los condensé con [Jade de Alta Presión] y los cubrí con [Revestimiento de Óxido Negro] para endurecerlos. Trituré a varios pecadores manipulando la gravedad y lanzándoles estos proyectiles. Asimismo, usé [Alboroto Senil] y [Rugido Triple] para que emitiera un sonido profundo y grave.

Quería probar mis nuevas habilidades, y sobre todo la combinación de algunas de ellas, para ver si funcionaban bien juntas. Tenía varias otras ideas, pero ya las usaré en otro momento. Por ahora, me sentí abrumadoramente superior. Lo acabé arrasando todo sin siquiera dejar cenizas.

Por eso, sabiendo que ya no había peligro, el profesor mapache y sus amigos se dispusieron a explorar aquello de lo que habían huido antes. Sin embargo, la temperatura en la parte incendiada todavía era demasiado extrema, así que decidieron empezar por el perímetro.

Dejé que hicieran su trabajo, y me senté recostado en el lobo de llamas negras mientras tanto. Maté el tiempo viendo cómo ardían las llamas negras, en un estado mental de paz total, como cuando vas de acampada.

Beber mientras observas el crepitar del fuego... ¿Hay algo más relajante?


Día 585
(parte I)


Las llamas negras no desaparecen hasta haber quemado por completo su objetivo. Cuando esto ocurrió, terminó la noche para dar paso al alba. Si bien todo empezó por querer poner a prueba mis habilidades, cosa que había planeado hacer durante la investigación, terminó siendo un gran logro.

El lodo [Sagrado], que cubría toda el área como una charca, casi había desaparecido por completo. No sabemos si se consumió por el hecho de crear tantos pecadores de la gula o si fueron las llamas que lo redujeron hasta agotarlo. Lo que sí era seguro es que el [Castigo Divino] se había ido, dejando solo un puñado de rocas y tierra ennegrecidas, y revelando un sarcófago hundido en el medio del atrio.

El féretro tenía un ojo de cerradura. No había duda de que era para la [Llave Secreta del Hambre]. ¿Tendría algo sellado dentro? ¿Habría sido todo aquello una batalla preliminar, para dar paso a la verdadera batalla ahora?

Mientras lo observaba desde lejos, vi que empezó a salir lodo negro de las juntas del sarcófago. La cantidad que brotaba era poca, tardaría mucho tiempo en volver a llenar ese sitio como antes. Pero el origen del lodo era o bien el sarcófago en sí, o bien su contenido.

Me aproximé con cautela e inserté la llave. Las juntas emitieron una luz y la tapa del sepulcro comenzó a deslizarse lentamente. De inmediato, noté una gran cantidad de poder mágico. Estaba tan concentrada que fue como una erupción. Emanaba un hedor asqueroso, como si se liberaran decenas de miles de rencores concentrados. No pude evitar estremecerme.

Dentro, había una momia. Delgada, solo con huesos y piel, iba vestida con ropas lujosas y decoradas con mucha clase, lo que sugería que habría ocupado una posición bastante importante cuando estuvo viva.

Los ojos de la momia se abrieron y, poco a poco, levantó el tronco superior. Abrió la boca para decir algo, pero antes de que pudiera hacerlo, le clavé la lanza carmesí en el cráneo. Penetró sin problemas, pero hizo que empezara a salirle infinidad de lodo negro por la boca a la momia. Apreté para hundir la lanza, hasta que traspasé el fondo del sarcófago.

Aun así, la momia no murió. Ya era un ser no-muerto, por lo que supongo que matarla era algo difícil. Pero al igual que los pecadores de la gula, una vez fijada no pudo hacer mucho.

El lodo no paraba de manar de su boca, intentó roer la lanza, pero la inmovilicé más con mis brazos metálicos. Ella me agarró con sus manos, tratando de deshacerse de mi llave. Era más fuerte de lo que parecía. Más bien, era tan fuerte como el poder mágico que emitía. No podía bajar la guardia.

Afortunadamente, su tronco inferior todavía seguía dentro del sarcófago y su tronco superior estaba clavado en un ángulo de 45 grados, lo que le hacía difícil moverse. Tenía la situación por la mano, y tampoco es que la momia opusiera mucha resistencia, así que todo salió bastante rodado.

Rompí en pedazos sus extremidades y devoré su piel reseca, que supuraba un denso poder mágico. La diseccioné como si fuera un calamar japonés. Cuanto más partes de ella masticaba, más buen sabor tenía. Pensé que era una buena compensación por no haber podido comerme el lodo negro.

Habilidad [Origen del Hambre] aprendida
Habilidad [Lodo del Hambre] aprendida
Habilidad [Lodo Aguado de la Transmutación] aprendida


Al final, no hubo batalla. Tampoco pudieron extraer mucha información de la momia... Ups. Sin embargo, después de comerme su cráneo, con sus ojos mirándome con odio, escuché una voz en mi cabeza.

Se han cumplido las condiciones ocultas del Salmo del Castigo Divino [Hambre Insaciable de los Ricos].

Los [Ricos, Hambrientos y Necios] atrapados en el [Lodo del Castigo Divino] han sido liberados y devueltos a ◼ ◼ ◼ ◼.

El alma del [Culpable del Castigo Divino: Almirante Ruborizo Neptapod] ha sido liberada del [Castigo Divino] y purificada.

Los restos del [Castigo Divino] se han materializado en [Instrumento de Expiación: Calavera Dorada de la Riqueza y la Pobreza].


Cuando la voz terminó de hablar, el sarcófago se rompió en mil pedazos, creando una calavera dorada entre los restos. ¿Qué será este extraño [Instrumento de Expiación: Calavera Dorada de la Riqueza y la Pobreza], que es del tamaño de un cráneo humano y brilla tanto?

Ni siquiera las [Gafas de Astrónomo para Leer las Estrellas] pudieron darme ninguna información sobre ella. Probablemente era un artículo de alto rango. Sin embargo, más o menos entendí su función y, sobre todo, comprendí el [Castigo Divino] que arruinó ese lugar.


Continuará.


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