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24/06/2024

Black♣Clover - El escuadrón de asalto especial da un gran paso hacia adelante



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Autor: Johnny Onda  ♣  Artista: Yūki Tabata



Traducción y revisión : Xeniaxen

♣ 2a novela: Libro de la Orden de Caballeros ♣

Capítulo 3:
El escuadrón de asalto especial da un gran paso hacia adelante




Nubes de polvo volaban violentamente sobre un páramo desolado.

—Ya hemos llegado...

—Sí~

Pisando la tierra seca, Magna y Luck tenían sonrisas intrépidas.

—Oh~ Esta parece bastante difícil.

Se encontraban ante una enorme mazmorra del tamaño de una montaña envuelta en una magia siniestra. Los dos estaban a punto de entrar, no porque les hubieran asignado una misión, ni por su propio bien.

Fue para curar los brazos de Asta.

—Jajaja. ¿Tienes miedo, Magna?

Asta quedó con los brazos destrozados en una feroz batalla contra Vetto, un usuario de magia de bestia, en el Templo Submarino. Además, sus heridas estaban encantadas con magia antigua de maldición, por lo que le dijeron que nunca los llegaría a recuperar del todo. Sin embargo, incluso cuando Asta se enteró de eso, no perdió la esperanza. Dijo que no se rendiría. De hecho, gritó como si quisiera luchar contra el destino mismo. Si alguien tenía derecho a desesperarse, era él. Si alguien tenía derecho a llorar, era él. Y no hizo ninguna de las dos cosas. En lugar de eso, gritó. Gritó que todo se puede curar, y que incluso si sus brazos nunca sanaran, encontraría una manera de luchar sin ellos.

Aceptó positivamente el golpe que le dio la realidad, sin darse por vencido.

—¿Quién tiene miedo aquí? ¡Yo estoy excitado!

Por eso, como amigos suyos, y como superiores suyos que eran, solo había una cosa que tenían que hacer. Todos los Toros Negros comenzaron a buscar una cura para sus brazos. El peor de todos los escuadrones, un escuadrón de matones maleducados y ruidosos, todos unidos para un solo novato. Todos se dispersaron en diferentes direcciones para encontrar algún tipo de pista para curar sus brazos.

—¡¡Espéranos, Asta...!!

El lugar al que se querían enfrentar Magna y Luck era una mazmorra en las tierras baldías del Reino Abandonado. No les importaba cuánto esfuerzo les costaría o cuánto tiempo les tomaría, ellos querían salvar a Asta. Con esos pensamientos en sus corazones, entraron en la mazmorra.

Sin embargo...

—¡UAAAAAAAGH!

En menos de diez minutos desde que entraron, salieron por patas hacia el punto de partida a una velocidad increíble.

—¡Jajaja! ¡Ves como tenía razón! Estás cagado~

—¡NO! No tengo miedo, pero... —Magna gritó a Luck, que corría a su lado, y luego giró la cabeza por encima del hombro para mirar hacia atrás.

Detrás de Magna y Luck, esas cosas los perseguían con un impulso tremendo.

—¡Giaaaaaaaj!

Esas cosas eran soldados esqueléticos con armaduras hechas jirones, así como caballeros sin cabeza con armadura (Dullahan), entre otros. Un grotesco grupo había aparecido entre un espeluznante humo negro. (NT: "Dullahan" en irlandés significa "sin cabeza". En la mitología irlandesa, los Dullahan son jinetes decapitados que cargan con su propia cabeza bajo un brazo.)

—¡No sabía que iba a haber FANTASMAS!

Era una mazmorra llena de monstruos desconocidos: una mazmorra de fantasmas. Era evidente que ese era el tipo de mazmorra en la que se habían metido.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Uff... Uff... Uff... ¿Cómo estás, Luck? ¿Los hemos perdido? —le susurró Magna a Luck, escondido en una pequeña cámara de la mazmorra.

La mazmorra estaba estructurada como un hormiguero. Había muchas cámaras con innumerables entradas y salidas conectadas entre sí por varios pasillos. Los dos lograron librarse de los fantasmas que los perseguían saltando a una de estas pequeñas cámaras. Revisaron el pasillo aún conteniendo la respiración.

—Bueno... Parece que está despejado. No siento su maná... Aunque, jaja, no sé si se puede sentir el maná de un fantasma, así que quizá salen en cualquier momento.

—¡D-Deja de asustarme...! ¡No, espera! ¡No tengo miedo! ¡No me menosprecies! —Magna no estaba asustado, pero miró alrededor de la estrecha cámara rocosa en la que se encontraban con suma precaución—. En serio... ¿qué pasa con esta mazmorra? Esperaba que hubiera trampas mágicas y gólems de seguridad, pero los fantasmas...

Al principio, pensó que habían sido creados con algún tipo de trampa mágica, así que intentó destruirlos con su magia. Pero tenía tanto miedo que... No, como estaba tan excitado, invirtió demasiada cantidad de poder en su ataque. No obstante, por muchas veces que los tumbase, los huesos de los soldados esqueléticos se volvían a unir entre sí y sus cuerpos volvían a la normalidad. Incluso la armadura de los Dullahan se regeneraba. Mientras este ir y venir continuaba, una cantidad ridícula de monstruos se reunieron a su alrededor y un extraño humo negro comenzó a obstruir su visión, por lo que decidieron huir. Al final, no estaban seguros de qué eran esas cosas.

—Joder... Esa vieja bruja nos recomendó una mazmorra de mierda.

—¿Vieja bruja? —Luck inclinó la cabeza confundido ante las maldiciones de Magna. Magna asintió antes de dar más detalles.

—Sí. A veces aparece una vieja bruja en los garitos de juego del mercado negro. Cuando juega, es realmente buena. Le hice predecir mi fortuna y me dijo que viniera a esta mazmorra.

Todo esto había pasado la noche anterior. Magna había ido al mercado negro a comprar algunas medicinas que restauran el poder mágico. Allí se topó con aquella anciana, y cuando le explicó sus circunstancias, ella leyó su fortuna y le aconsejó conquistar esta mazmorra.

—¿Eh...? Tal vez suene raro que yo lo diga, pero ¿no es un poco turbio?

—Al principio yo también lo pensé. Pero es famosa por la precisión de sus predicciones. Además, esa vieja bruja dijo que Asta la había ayudado no hace mucho.

Ella le dijo que, cuando le robaron el bolso, Asta, Noelle y Vanessa se lo recuperaron, por lo que sentía una profunda gratitud hacia todos los miembros de los Toros Negros. Por eso, le ofreció cordialmente sus servicios de consulta, pero...

—¡Maldita sea...! ¡Devolvernos el favor, los cojones! ¡Su adivinación es un truño!

—Jaja... ¿Tú crees?

Xeniaxen: Si queréis saber quién es esa vieja bruja, recomiendo ver el anime. Capítulos más adelante se dará alguna pista más.

—De todos modos, ¿eso eran fantasmas de verdad? ¿Los fantasmas existen?

—Hm, no estoy seguro, pero, fantasmas o no, no cambia el hecho de que no sabemos qué son. No sé por qué, pero mi percepción de maná no funciona con ellos —dijo Luck mientras miraba un rayo que había en la punta de sus dedos—. Bueno, tal vez mi percepción de maná no funcione porque estamos en un zona con mucha magia concentrada... Pero nunca me había pasado esto antes. Ni una sola vez.

Al igual que las mazmorras, hay áreas especiales que generan un fuerte maná, conocidas como Zonas de Magia Cuantiosa. En estos lugares a menudo ocurren fenómenos mágicos inusuales, y los efectos que causan pueden variar ampliamente, pero ha habido casos en los que la percepción de maná se vuelve inútil en estas regiones. Una mazmorra normal no debilitaría su percepción de maná hasta este punto. Si un enemigo estaba cerca, debía poder sentirlo y también debía haber podido percibir la estructura general de esa mazmorra. Sin embargo, por alguna razón, no pudo hacer ninguna de esas dos cosas. Realmente había algo extraño en esta mazmorra.

—Bueno... ¡Solo por eso ya vale la pena capturar esta mazmorra! —Luck aplastó el rayo en su mano, extinguiéndolo. Luego añadió alegremente—: Esta mazmorra es enorme, no puedo usar mi percepción de maná e incluso hay fantasmas... ¡Jajaja! ¡Los tesoros escondidos aquí deben ser increíbles!

Las mazmorras son restos dejados por los antiguos, lugares donde se almacenan valiosos instrumentos mágicos y libros que describen cómo usar magia antigua muy poderosa. Cuanto más grande y difícil sea la mazmorra, más valiosos serán los tesoros que contiene. Había altas probabilidades de que esos tesoros contuvieran alguna pista para curar los brazos de Asta.

—Además... —la leve sonrisa de Luck se transformó en una beligerante—. Si conquistamos esta mazmorra, nos haremos más fuertes.

—Sí... En eso tienes razón.

La razón principal por la que decidieron conquistar la mazmorra, por supuesto, era encontrar alguna pista para curar los brazos de Asta. No obstante, la segunda razón por la que vinieron a esta mazmorra fue para hacerse más fuertes. Por mucho que no quisieran pensar en ello, como superiores de Asta, tenían que considerar la posibilidad de que nunca pudiera recuperar sus brazos. Pero incluso si no se le curaban, Asta afirmó que seguiría luchando. Dijera lo que dijera la gente a su alrededor para detenerlo, él seguiría luchando. Es por eso que Luck y Magna querían hacerse más fuertes para apoyarlo.

Encontrar una pista para curar los brazos de Asta y volverse más fuertes. Tal vez estaban siendo demasiado codiciosos, pero mientras lograran hacer una de esas dos cosas, podrían ayudar a Asta. Así pues, no planeaban regresar a la base hasta que no lograran hacer al menos una de esas dos cosas. Estaban aquí por ese fin.

—Bueno... Vamos allá —Magna se golpeó la pierna con el puño, todavía tembloroso por lo de antes—. Todo sucedió tan rápido que me asusté un poco... Q-Quiero decir, que me impacienté un poco, pero la próxima vez, les daré lo que se merecen y los aplastaré. ¡Los haré papilla!

Magna se había animado y se puso en pie. Pero entonces...

—¿Hay alguien ahí?

Escucharon una pequeña voz desde la entrada de la pequeña cámara en la que se encontraban.

—¡QUÉÉÉ! —Magna saltó hacia Luck.

—¡Ah, lo siento! No quería asustaros ni nada...

La persona que había entrado a la cámara era una joven, quien se disculpó mientras se acercaba a ellos. Parecía estar en la mitad de su adolescencia. Tenía el pelo rubio liso hasta los hombros y vestía una capa con volantes. Parecía una joven totalmente normal. Ahora bien, por muchas vueltas que le daba Magna, era extraño que una joven como ella estuviera sola en una mazmorra, lo que significaba que debía ser...

—¡Oh, ooooooh...! ¡Oh, no! ¡Ya han vuelto! ¿¡Esta chica también es un monstruo!? ¡No me asustes así! N-No, no tengo  miedo, ¿¡vale!? —se separó de Luck y trató de aumentar su apariencia de macarra mientras tartamudeaba. Estaba a punto de disparar su magia, pero...

—¡Lo siento! ¡¡Lo siento!! Jum... J-Jum... —la chica alzó las manos, sorprendida, y comenzó a sollozar.

—¿Qué...?

—Jum... Jum... Tienes razón. S-Soy muy fea, y te he asustado... Es normal que pienses que soy un monstruo. Mi vida no vale nada...

—¡N-No! ¡Espera! ¡Yo no he dicho eso! ¡No te llamé monstruo por insultarte! —Magna se sintió increíblemente culpable.

—Guau... Magna, has hecho llorar a una chica. Esto... Deberías disculparte. No puedes ir por ahí insultando a la gente, aunque solo sea una desconocida —Luck rara vez hacía esto, pero retrocedió disgustado.

—¡Que yo no la he insultado! ¡Ha tergiversado mis palabras! ¡Pero qué más da! Lo mires por donde lo mires, ¿¡qué hace una chica sola aquí!?

—Lo siento. Mi amigo está un poco majara —Luck ignoró a Magna y le sonrió a la chica para calmarla—. Soy Luck. Y este con pintas de delincuente es Magna. Somos caballeros mágicos.

—¿Caballeros... mágicos...? —Cuando escuchó esas palabras, levantó un poco la cabeza para mirar a Luck. A pesar de que se había calmado un poco, no podía decir nada más ya que todavía estaba cautelosamente en alerta.

—Sí... Somos caballeros mágicos. Hemos venido con la pequeña misión de conquistar esta mazmorra —Luck siguió hablando para aliviar su malestar.

La chica miró a Luck, sin entender nada, antes de mirar a Magna con expresión asustada una vez más.

—¡Aaaah...! V-Vale. Entonces él iba a abusar de su autoridad para hacerme arrodillar...

—¡E-Esa no era mi intención para nada! ¿¡Qué ideas de bombero tienes!?

—Magna... ¡No me lo esperaba de ti! ¿¡De verdad querías hacerle eso a esta chica!?

—¡Que no! ¡No dejes que te manipule así! —Magna le gritó a Luck, pero de repente se detuvo como si hubiera perdido sus fuerzas. Era ridículo. Más bien, era una completa pérdida de aliento. Respiró breve pero profundamente antes de volver a hablar con un tono de voz apacible—. Perdóname por gritarte de repente antes... ¿Nos podrías decir quién eres y qué haces aquí?

Ella hizo una pausa dramática para secarse las lágrimas.

—Me llamo Morgan... —entonces, dijo como resignándose al destino—: Y también entré a esta mazmorra por trabajo.

—¿Qué...?

Esta vez, fue Luck quien puso una expresión perpleja. Básicamente, una mazmorra queda bajo control nacional en el momento en que se descubre. Esto es para evitar que alguien de otro país o una persona con malas intenciones robe sus reliquias. Esta mazmorra no era una excepción. El acceso público debía estar estrictamente prohibido. No sabían qué tipo de trabajo había venido a hacer esa tal Morgan, pero era imposible que le hubieran permitido entrar sin autorización. Justo cuando Luck estaba a punto de pedirle más detalles, Magna, que estaba vigilando el pasillo, gritó:

—¡Oye, Luck! ¡Que vienen los fantasmas!

—¡Buuuuuuuuu! —un grito resonó en el suelo bajo sus pies, acompañado por una gran cantidad de pasos provenientes de los pasillos interiores.

—Oh~ ¡Ajajá! Qué curioso. Supongo que no puedo sentir su maná.

—¡Ahora no es momento para eso! ¿¡Qué hacemos!? ¿¡Contraatacamos!?

Los monstruos corrían a tremenda velocidad directamente hacia ellos, sin apenas darles tiempo suficiente para pensar. Luck pensó por un momento antes de responder:

—En realidad, me gustaría... pero tenemos que retirarnos.

Parecía que sus instintos de lucha emergerían en cualquier momento, pero lo soportó con paciencia. No tenían ninguna medida concreta contra los fantasmas y debían cuidar de Morgan. Era demasiado difícil luchar contra monstruos que no entendían mientras intentaban proteger a alguien. Eso fue lo que pensó mientras se dispuso a ir hacia el pasillo al otro lado de la cámara.

—¡O-Oye! ¡Oye! ¡Luck! ¡Por el otro lado! ¡¡También vienen por el otro lado!!

Tal y como dijo Magna, también se oían gritos y pasos desde el fondo del otro pasillo.

—Ajajá... ¿Un ataque de pinza? —susurró Luck, en respuesta a lo que parecían las maniobras perfectas para atraparlos. Pero en ese momento...

—¡P-Por aquí! ¡Hay un pasadizo oculto en esta cámara! ¡Podemos escapar por aquí!

Aunque antes había actuado torpemente, Morgan cruzó corriendo la cámara y empujó una parte de la pared. Cuando lo hizo, la pared se deslizó hacia un lado, convirtiéndose en una entrada a un pasadizo que conducía al interior de la mazmorra.

—¿¡E-Eh!? ¿¡Cómo es que lo sabes!?

—¡Os lo explicaré más tarde! ¡Venid!

—...

Magna y Luck se miraron. Estaban en una mazmorra desconocida rodeada de enemigos desconocidos y una chica desconocida los estaba guiando por un pasadizo desconocido. Toda la situación era completamente incomprensible. Más bien, la situación era completamente arbitraria.

—¡Siempre nos metemos en líos...!

—¿¡A que sí!?

Comprendiendo las intenciones del otro de inmediato, se dieron la espalda.

—Magia de Fuego: Disparos Explosivos.

—Magia de Rayo: Orbe Eléctrico Demoledor.

Después de golpear a los fantasmas con un ataque descomunal, entraron al pasaje oculto que abrió Morgan.

—Ahora... no os parece mal que vaya con vosotros, ¿verdad?

—Claro... Gracias por la ayuda.

Magna respondió a Morgan mientras miraba alrededor de donde ella los había guiado. Era otra cámara pequeña, aproximadamente del mismo tamaño que la anterior. Se habían quitado a los fantasmas de encima y de alguna manera habían terminado ahí, pero...

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Entonces... ¿Cómo es que sabes tanto sobre esta mazmorra?

—...

La chica los guió a través de innumerables pasillos, cámaras y puertas ocultas, a pesar de que, según los registros, la mazmorra no había sido conquistada todavía. ¿Por qué esa joven conocía una mazmorra que ni siquiera los caballeros mágicos habían explorado?

—Hmmm... —ella vaciló al responder, pero, de pronto, miró a Magna—. N-No me pegarás si te lo digo... ¿no?

—¡Claro que no! ¿¡Por quién me has tomado!?

—¡Ayy! Es que no paras de gritarme... Me das miedo... Jum...

Ella comenzó a sollozar de nuevo, haciendo que Magna sintiera otra punzada de culpa. Por lo menos sabía dos cosas sobre esa chica llamada Morgan... Que conocía muy bien la mazmorra y que era una dramática total.

—Jum... L-Lo siento. Me gusta la arqueología, así que... Entré a esta mazmorra sin permiso e investigué un poco... —Era dramática, dramática. Pero una vez que terminó de llorar, les pidió una sincera disculpa.

—Ah...

Como caballero mágico, Magna pensaba que probablemente era una saqueadora de mazmorras, un término genérico para personas nefastas que entran a las mazmorras sin permiso y se llevan los tesoros que encuentran. No estaba seguro de cuál era su objetivo, pero quizá era miembro de uno de esos grupos. Uno de los trabajos de un caballero mágico es capturar a personas tan nefastas, pero...

—Bueno, ya te haremos más preguntas después.

—¿¡A-Ah, sí!? —Morgan levantó la voz sorprendida ante la casual respuesta de Magna—. Hm... Quizá no debería revelarme así, pero básicamente soy una saqueadora de mazmorras, ¿sabéis? —Morgan tembló de miedo mientras desviaba la mirada—. M-Me habían dicho que si alguna vez me atrapaban los caballeros mágicos, me quitarían todas las uñas y me obligarían a beber una olla entera de agua hirviendo...

—¿Qué tipo de grupo crees que es la Orden de los Caballeros Mágicos? No hacemos cosas así... De hecho... —Magna y Luck se miraron—. También hemos venido aquí sin tener una misión oficial, así que no podemos delatarte precisamente... Para empezar, capturar a saqueadores de mazmorras es... Ya sabes, ¿no? Es el trabajo que debería hacer un caballero mágico de a pie.

—¡Sí! ¡Ajajá! ¡Los Toros Negros hemos destruido bastantes ruinas, así que no creo que nos asignen ese tipo de trabajo por algún tiempo!

—L-Los Toros... Negros...

Su cara de repente se volvió tan pálida como la de un fantasma, y las lágrimas comenzaron a acumularse de nuevo en las comisuras de sus ojos.

—¡Buaa! Jum... Entonces, estoy perdida. ¡Me vais a atar, golpearme y hacerme desfilar por la capital...!

—¿¡Qué cosas dices!? ¡No! No vamos a hacerte nada de eso... Pero nos gustaría cooperar contigo, si es posible —las comisuras de la boca de Magna se curvaron en una pequeña sonrisa—. Has investigado el interior de esta mazmorra, así que sabes moverte por ella, ¿cierto? Incluso conocías ese pasadizo oculto de antes.

—¿E-Eh? Bueno, sí...

—Entonces, ¿podrías guiarnos hacia la sala del tesoro?

Era de locos. Ella lo sabía. Aunque solo fuera por un momento, se olvidó de sus habituales pensamientos negativos y dio un paso atrás. Cuando había descubierto que eran caballeros mágicos, le había preocupado que se enfadaran con ella, pero, sinceramente, también se había sentido aliviada. Al caminar sola a través de una mazmorra tan peligrosa, se había dado cuenta de que estaba llegando a su límite. Sin embargo, eran Toros Negros. Incluso aquí, en las afueras del Reino Abandonado, eran un grupo infamemente peligroso. Francamente, no quería tener nada que ver con ellos.

—¡Ajajá! Magna, no puedes preguntarle eso así~ —Luck había aparecido detrás de ella como un bote salvavidas. Parecía un ser humano amable, alguien con quien podía hablar con honestidad. Pensando esto, Morgan se giró para mirarlo...— Primero tenemos que preguntarle... cómo masacrar a esos fantasmas, ¿no?

—...

Cuando se giró, vio que la sonrisa de Luck parecía aún más perturbada que la de Magna. Tenía las pupilas dilatadas como un psicópata.

—Verás, es que ya no puedo aguantar más~ Cuando veo oponentes tan interesantes, ¡tengo que luchar contra ellos! ¡Ajajá! Quiero calcinarlos a todos... Pero podría dañar la mazmorra si hago eso.

—¡Quééé...!

Morgan finalmente se había dado cuenta...

—Entonces, ¿puedes contarnos todo lo que sabes?

Los dos chavales que estaban frente a ella eran los monstruos más peligrosos del lugar...

En todo caso...

—V-Vale... No sé si encontraréis lo que queréis... pero os guiaré y os diré todo lo que sé. —Morgan fortaleció su determinación. Tan solo podía pensar que estaban completamente locos. Sin embargo, antes se enfrentaron a los fantasmas para protegerla. Incluso después de eso, parecía como si estuvieran tratando de cuidarla. No eran tan irracionales. Sobre todo, eran fuertes. Mientras estuviera con ellos, tal vez...— Esto... Ejem. Sé que no estoy en condiciones de pediros nada, pero... a cambio, ¿podrías hacerme un favor? —Morgan buscó la expresión adecuada para continuar—: Mm... Me gustaría que recuperarais algo que me quitaron en esta mazmorra.

—¿Qué es lo que te quitaron...? —Luck inclinó la cabeza mientras preguntaba.

—Mi grimorio... —aclaró Morgan, asintiendo en respuesta.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

Después de eso, tal y como prometió Morgan, guió a Luck y Magna a la sala del tesoro. En el camino, les contó su historia. Como había mencionado antes, le encantaba la arqueología, por lo que desde pequeña se había colado en mazmorras como pasatiempo. Tal y como siempre hacía, deshizo la trampa mágica en esta mazmorra para conquistarla, pero en la segunda mitad de su viaje, se encontró con un problema. Además de la trampa mágica instalada afuera, había gólems de combate estacionados en el interior, que luchaban para eliminar a los invasores. Uno de los gólems que protegía la mazmorra se llevó su grimorio. Después de ser derrotada por el gólem y perder su grimorio, había estado deambulando por allí durante días, esperando una oportunidad para recuperar el grimorio.

—No sé cómo decir esto, pero... Bueno, es que te lo merecías —dijo Magna con una expresión de aburrimiento.

—L-Lo siento... Cuando escuché que esta mazmorra no estaba conquistada aún y que estaba llena de trampas peligrosas... pensé: "¡Oh, qué bien suena! ¡Qué mazmorra tan hermosa!", así que no pude evitarlo... —Morgan dijo algo completamente incomprensible para Magna con lágrimas en los ojos.

—¡Ajajá! ¡Ya te entiendo! Yo, aunque sepa que mi oponente es muy peligroso, cuando pienso en el tipo de magia que puede usar contra mí, ¡quiero luchar a muerte!

—¿¡Verdad!? ¡Aunque una mazmorra está llena de trampas mágicas que podrían matarme si no las desactivo, termino activándolas de todos modos para poder ver cómo funcionan!

—Los dos podéis ir de la mano al ala de psiquiatría. Qué conversación más peligrosa —Magna comentó eso, pero sabía que eso no quitaba el hecho de que él también estaba un poco loco.

—De todos modos, el mayor problema son esos monstruos. Tendremos que enfrentarnos a ellos en algún momento si nos dirigimos a la sala del tesoro.

En realidad, los habían atacado muchas más veces después de eso. Cada vez, Morgan los guiaba hacia un escape, pero no podían quedarse parados.

—L-Lo siento... Ni yo sé qué son esos monstruos.

Desafortunadamente, una parte esencial de lo que necesitaban saber no podía explicarlo la investigación de Morgan.

—Todo lo que os puedo decir es que han aparecido hace poco. Cuando entré por primera vez, no estaban... Si fueran gólems o si estuvieran en una trampa mágica, deberían haber estado aquí desde el principio, pero... 

—¡Ajajá! En otras palabras, los fantasmas son... seres que se supone que no deberían estar aquí, ¿no?

Las palabras indiferentes de Luck hicieron que un escalofrío recorriera la espalda de Magna. Dicho así, entonces esas cosas realmente eran...

—¿Activaste alguna trampa que pudo haberlos liberado?

En contraste con Magna, que estaba asustado... O, más bien, un poco sorprendido por las palabras de Morgan, Luck estaba tranquilo y sereno cuando le preguntó. No obstante, Morgan negó con la cabeza.

—No. He explorado innumerables mazmorras y es imposible que haya activado una trampa mágica a tan gran escala sin darme cuenta.

—Ya veo... —Magna no pudo evitar asentir ante las sorprendentemente persuasivas palabras de Morgan—. Por cierto... ¿cuántas mazmorras has explorado ilegalmente?

—Bueno, lo dejaré a tu imaginación... —Morgan apartó los ojos de ellos con tremenda velocidad. Eran los ojos de una criminal reincidente—. Hay otra cosa que me pareció extraña... Antes de los monstruos, podía sentir el maná que fluía por las paredes. Pude llegar a la sala del tesoro gracias a eso.

Cuando Morgan obligó a que la conversación volviera al tema principal, Luck habló en voz baja, como si estuviera pensando en voz alta.

—Entonces, esos fantasmas están bloqueando nuestra percepción de maná... ¿no es así?

—Creo que sí... Pero no estoy muy segura de qué podemos hacer al respecto... Para empezar, si nuestros oponentes realmente son fantasmas, entonces no tengo ni idea de cómo pueden hacer eso...

—Sí. Bueno, si realmente son fantasmas, entonces no creo que el sentido común pueda aplicarse a ellos en general... —Los dos permanecieron con expresiones de preocupación durante unos instantes antes de que, finalmente, Luck se rindiera y dijera—: Hmm. No puedo. No he tenido suficientes combates a muerte, así que no puedo pensar con claridad. Escucha, Magna, ¿puedo romperte algunas costillas? Con tres me basta.

—¡No vayas preguntando a la gente si puedes romperle los huesos como si estuvieras pidiendo un favorcito...! Bueno, yo también me estoy cansando de intentar usar la cabeza. No nos conviene —Ya no estaba asustado... o, mejor dicho, emocionado por esos monstruos. Después de encontrarlos una y otra vez, se había acostumbrado a ellos—. La próxima vez que nos ataquen esos cabrones, los haremos picadillo —afirmó Magna con una sonrisa malvada.

Al final, iban a hacer lo que habían planeado desde el principio. Cuando estaba disparando su magia antes, se estaba conteniendo. Aun así, descubrió que esta mazmorra estaba construida de manera bastante sólida. No se desmoronaría por disparar un ataque un poco más fuerte.

—Vale... Tampoco creo que pueda aguantar mucho más —como si estuviera pensando lo mismo que Magna, Luck dijo esto con una voz llena de frustración.

—E-Entonces, la próxima vez que nos encontremos con los monstruos, me apartaré un poco... —Al ver a esos dos así, Morgan se puso pálida como un fantasma y dijo eso con una sonrisa flagrantemente falsa.

—Yo te aviso, en realidad donde más segura vas a estar es cerca de nosotros.

—Jum... —comenzó a sollozar de nuevo Morgan.

—No llores. Has entrado en innumerables mazmorras antes, ¿no? Tienes las agallas para superar esto —Magna le dio unas palmaditas en la espalda con una sonrisa irónica.

—Jum... Aun así, tengo la sensación de que esta mazmorra es más peligrosa que las demás.

No por las trampas mágicas y los gólems, sino porque estaba atrapada con esos dos.

—En serio, ¿a cuántas mazmorras has ido antes de esta? No me enfadaré, dímelo.

—E-Eh... —una vez más, desvió la mirada cuando Magna le preguntó—. Creo que ¿unas cuarenta?

Magna le dio un golpe de kárate.

—¡Ayyy! ¡Has dicho que no te enfadarías!

—Sí, pero ¿¡cuarenta!? ¡Has estado en más mazmorras que la mayoría de los caballeros mágicos de rango bajo!

Además, eso era mucho más que la cantidad de mazmorras en las que Magna había estado. En realidad, ni siquiera sabía que había tantas mazmorras por ahí.

—¡L-Lo siento! ¡Lo siento mucho! Si entras a todas las mazmorras de las que escuchas hablar, al final terminas visitando tantas... ¡Pero, por favor, no me aplastes los ojos! ¡Ten piedad!

—No pensaba hacerlo... Pero que esta sea la última mazmorra en la que te cuelas. Tienes suerte de que seamos nosotros los que te hayamos encontrado. Si hubiera sido otro caballero mágico, te hubiera arrestado.

—¡Ajajá! Bueno, y si solo fuera eso. Puede ser peligroso. Esta vez solo has perdido tu grimorio, ¡pero la próxima vez podrías perder la vida!

—Sí... Tenéis razón —Morgan asintió en respuesta a sus reprimendas, reflexionando sobre sus acciones con arrepentimiento.

¿Nos hemos pasado?, pensó Magna, pero, un momento después, Morgan volvió a la normalidad y sonrió.

—En realidad, antes de que me pasara eso, estaba pensando en hacer que esta fuera mi última mazmorra... Mis hermanos ya han crecido, así que no tengo motivos para seguir ganándome la vida así.

—¿Lo hacías por dinero...? —Magna ladeó la cabeza al preguntar.

—Sí, solía dibujar mapas de las mazmorras y venderlos a los caballeros mágicos. Nací en una aldea en el Reino Abandonado llamada Seitan, así que no tenía ninguna otra forma de ganar dinero. Vender los mapas me daba lo justo para subsistir —respondió Morgan, con una sonrisa apenada.

—Ya veo...

Ya se ha mencionado antes que está estrictamente prohibido que los civiles entren a una mazmorra. Sin embargo, francamente, cuando les asignan a una mazmorra, muchos caballeros mágicos prefieren tener un mapa detallado de ella antes de entrar. Si tienes un caballero mágico en tu equipo que puede trazar el mapa de la mazmorra por sí mismo, como Mimosa o Luck, es otra historia diferente, pero si no, el mapa es un activo crucial.

Morgan dibujaba mapas de mazmorras no conquistadas y los caballeros mágicos los compraban. Ese era el tipo de transacciones ilegales que llevaba a cabo. Puede parecer incorrecto que cualquiera de las partes hiciera eso, pero ese tipo de cosas suceden cuando los intereses de ambos están alineados. Es un acuerdo tácito.

—Mi padre murió joven, y mi madre casi siempre estaba enferma... Lo único que abundaba en mi casa eran las bocas que alimentar, así que... Jejejej... Tenía que conseguir dinero de alguna forma.

—Así que es por eso... Hm... ¿Y no podrías haber trabajado lejos de casa en el Reino Común? —dijo Luck de una manera muy considerada poco común en él.

—Es difícil que en el Reino Común contraten a alguien del Reino Abandonado. Bueno, aunque los del Reino Común no tienen por qué saberlo —Magna se subió las gafas de sol y respondió por Morgan—. Muchos plebeyos tienen poco poder mágico, y otros tienen una magia tan extraña que no saben ni cómo usarla, por lo que a menudo no se considera que sean aptos para trabajar. Aunque un plebeyo se mude de casa para trabajar en el Reino Común, es difícil que encuentre a alguien dispuesto a darle empleo... Es un desperdicio inútil de gastos de manutención—dijo en un tono de voz indiferente.

No obstante, la mayoría de la gente de los pueblos ni siquiera es capaz de mudarse y pagar un alquiler en otro lugar, así que terminan trabajando de cualquier cosa para poder subsistir. A parte de eso, en el Reino Abandonado tampoco hay demasiados trabajos que digamos. Si alguien de pueblo tiene una familia muy grande llena de niños pequeños como la de Morgan, se les dificulta incluso conseguir comida para un solo día.

—La gente que no encuentra trabajo no tiene otra opción que ganarse la vida de manera ilegal... como ella —Magna se puso una mano en la cabeza y se disculpó—. Yo también soy de un pueblo, así que te entiendo. Lo siento por decir que merecías que te hayan quitado el grimorio... Tenías tus razones.

—Magna... —viéndolo considerar sus sentimientos tan avergonzado, ella no pudo evitar musitar su nombre—. Gracias... P-Pero, soy yo quien lo siente. Todo esto es verdad, pero... Al final, la razón principal por la que lo he hecho es porque me gusta —se disculpó y, con la mirada llena de pesar, continuó—. Es que no valgo para nada más, soy una inútil... No os lo había dicho aún, pero mi magia es muy extraña. Se llama Magia de Recubrimiento. Puedo cubrir cosas con magia y, mientras están cubiertas, se vuelven más resistentes y pesadas. Pero eso es todo lo que hace...

Claro... No parece del todo inservible, pero entiendo por qué le ha podido ser difícil encontrar trabajo con esa magia.

—Además, siempre lloro por nada y soy estúpida... Soy fea y apenas tengo pecho. Tengo las piernas cortas, los dientes torcidos. No sé correr y no me gusta el café. Incluso creo que dibujar no se me da del todo bien... Jum...

—O-Oye... No sigas. Lo siento mucho. No entiendo muy bien qué te pasa, pero lo siento, ¿vale? —Magna esperaba que terminara su interminable diluvio de negatividad. Había puntos de los que no tenía que preocuparse tanto, pero ella seguía y seguía, así que él pensó que debía actuar rápido para pararla.

—Pero... Incluso alguien como yo podía ayudar a los demás a conquistar mazmorras, aunque solo fuera un poco —entonces se limpió los ojos, y se le empezó a formar una pequeña sonrisa— Cuando pensaba que alguien como yo podía serle útil a mis hermanos, y a gente como los caballeros mágicos, a cualquier persona... Jejejej... Me empecé a sentir bien. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero en cada mazmorra que entraba me gustaba más y más mi trabajo.

—Ya veo...

A pesar de que fuera más bien patosa y propensa a la negatividad, se aficionó a conquistar mazmorras. Puede parecer contradictorio que su afición fuera un trabajo peligroso en el que se había metido por necesidad, pero ese era el caso.

—Ah, p-pero como he dicho antes, todos mis hermanos ya tienen edad para trabajar, así que os prometo que pretendía que esta fuera mi última mazmorra...

—Bueno, me parece buena decisión. Puede que te guste, pero es muy peligroso —dijo Magna arrepentido, antes de alzar con dolor las comisuras de su boca—. En realidad, con esa valentía y decisión, creo que podrás encontrar muchas otras formas de ser útil. Encuentra una afición diferente y ayuda a los demás de esa manera.

Él la alentó con esas palabras, pero en las comisuras de los ojos de Morgan se empezaron a formar lágrimas.

—E-En otras palabras... Tal y como soy ahora, soy una basura que no tiene ninguna utilidad en este mundo... Lo siento. No merezco ni la ropa que llevo puesta.

—No pasa nada, no te castigues. En primer lugar, tendrías que intentar corregir esa mentalidad negativa que tienes y rápido.

No dijo esto por ella, sino por todas las personas que tenían que tratar con ella.

—Una magia extraña... Se pone en peligro... Y todo por dinero... —mientras los dos discutían, como si acabara de tener una epifanía, Luck murmuró para sí mismo—. Ah... ¡Claro! —antes de aplaudir y girarse hacia Morgan—. Oye, Morgan, hace poco... Es decir, desde que los monstruos comenzaron a aparecer, ¿ha habido algún lugar de la mazmorra al que no te hayas acercado?

—¿Eh...?

Con esa pregunta tan abrupta, Morgan se quedó blanca.

—Mmm. No quería que me atacaran, así que he tenido cuidado al moverme, pero... No me he acercado a la sala del tesoro, ni siquiera una vez. El gólem que robó mi grimorio podría estar allí, así que he tenido miedo de...

—Ajá. Y, mientras buscabas la sala del tesoro, eliminaste muchas trampas mágicas, ¿no?

—Sí...

—Eso es...

—Oye... ¿Qué dices? ¿Qué es? —preguntó Magna con impaciencia, pero Luck empezó a murmurar para sí mismo de nuevo.

—Hay al menos cinco... No, seis. Bueno, puede que más —eso es todo lo que dijo antes de volverse hacia Magna—- ¡Ajajá! Creo que he descubierto qué son esos monstruos —dijo en un tono de voz terriblemente casual.

—Espera, ¿qué...?

¿¡Qué quieres decir!?, es como quería terminar su pregunta, pero antes de que pudiera terminar...

—¡¡GuuUAAAAAAAAAAAH!!

Aparecieron los monstruos en cuestión, junto con un humo negro y espeso. Además, igual que la última vez, comenzaron un ataque de pinza. No había ningún lugar adonde correr en esa pequeña cámara en la que se encontraban atrapados, y esta vez no había pasadizos ocultos.

—¡Justo en el momento adecuado...!

Pese a que habían decidido ir con todo contra esos monstruos, su ubicación actual era terrible. No podían usar todo su poder en una cámara estrecha como esa, y luchar mientras protegían a Morgan lo complicaba todavía más. Era como si los monstruos hubieran estado esperando a que llegaran a un lugar como ese antes de atacar. Aun así, no tenían más remedio que luchar.

—¡Luck, tú te encargas de los de detrás! ¡Yo machacaré a los de enfrente! —le dijo Magna a Luck antes de prepararse para disparar su magia, pero...

—¡No, abrámonos paso por aquí delante! —Luck anuló por completo las instrucciones de Magna y corrió hacia el grupo frente a ellos.

—¡Ey, espera! ¿Cómo quieres que nos abramos paso? ¡¡Son demasiados!!

Magna arrastró a Morgan con él mientras seguían a Luck. Luck no disminuyó ni un poco el paso y continuó disparando magia.

—¡¡Tú hazlo!!

—¡Vale...!

No estaba del todo convencido, pero tenía fe en Luck. Luck puede ser absurdamente imprudente, pero su intuición cuando se trata de una batalla suele ser correcta. Parecía confiado dando órdenes, así que esa fue razón suficiente para que Magna lo siguiera.

—¡Oye, Morgan! ¡¡Agárrate a mí y no te sueltes!!

—¡Qué...! ¿¡Entonces al final me vas a secuestrar!?

Mientras gritaba, Magna confirmó que se estaba aferrando firmemente a él antes de darse la vuelta y mirar hacia adelante. Después de hacerlo, Luck los miró y asintió con su habitual sonrisa. Magna le devolvió el asentimiento, se encaró a los enemigos que tenían delante y lanzaron un hechizo.

—¡Cañón Explosivo de Relámpagos Ardientes!

La magia combinada que los dos dispararon golpeó a los monstruos con un rugido atronador, aniquilando toda la primera línea del ejército. Magna y Luck dispararon simultáneamente a quemarropa. Normalmente, habrían agotado todo su maná para lanzar ese ataque, pero, esta vez, se contuvieron para preservar fuerza para más tarde. A pesar de no ir con todo, el poder de su hechizo combinado seguía siendo inmenso. Tumbaron a todos los monstruos de la línea del frente en un instante, y la réplica arrasó con los monstruos del centro. Fue un golpe infalible.

Sin embargo, igual que antes, los soldados esqueleto y los Dullahan revivieron rápidamente. No parecían haber recibido ningún daño, pero...

—¡Tomaaaa! ¡Disparos Explosivos! ¡Disparos Explosivos! ¡Disparos Explosivos!

—¡Ajajá! ¡Orbe Eléctrico Demoledor! ¡Orbe Eléctrico Demoledor! ¡Orbe Eléctrico Demoledor! ¡¡Orbe Eléctrico Demoledor!!

Sin parecer darse cuenta ni importarles, Luck y Magna continuaron golpeándolos con su magia como si estuvieran sitiando un castillo. Los huesos de los soldados esqueleto se rompieron en pequeños pedazos y se convirtieron en carbón. La armadura de los Dullahan quedó destrozada. Parecía que su tasa de ataque estaba empezando a superar su capacidad de regenerarse. Y entonces...

—Grrr... ¿¡Auf!?

Hubo un ligero cambio en los gemidos que emitían los monstruos. Aun así, ninguno de los dos detuvo sus ataques. Por el contrario, continuaron ganando cada vez más impulso a medida que cargaban hacia el ejército de monstruos. Una vez que llegaron a la retaguardia...

—Auf... ¿¡E-Espera!? ¿¡Qué!? ¿¡Por qué no se detienen!? —los gemidos de los monstruos se convirtieron en los de un humano.

—¡Ajajá! ¡Os hemos pillado!

Estaba esperando este momento. Luck saltó y voló hacia la parte trasera del ejército de monstruos, donde había escuchado la voz humana.

—¡Oh, mierda! ¡Oh, oh, oh, mierda! ¡Están aquí! Oye, ¿¡qué hacemos!?

—¡Y-Y yo qué sé! ¡Es culpa tuya por gritar así!

Había varios hombres de aspecto severo escondidos entre el humo. Eran un grupo de aspecto rudo, todos vestidos con túnicas algo sucias. Si imaginas a un bandido o un ladrón, probablemente sería exactamente así. Además, todos tenían sus grimorios abiertos.

—¡Ajajá! ¡Lo... sabía!

Después de confirmar su ubicación, Luck disparó una bola de relámpagos a sus pies.

—Guau. ¿¡Quuééééé!?

En el instante en que los impresionó, los monstruos dejaron de moverse. Como una marioneta a la que le habían cortado los hilos, se desmoronaron ruidosamente.

—Uhh... Uf... Ahora lo entiendo.

Magna caminó hacia Luck mientras recuperaba el aliento, al mismo tiempo que confirmaba que Morgan todavía estaba aferrada a su cintura.

—Lo siento. Lo siento. No volveré a hacer nada malo. Por favor, no me conviertas en alimento para cerdos... —murmuró ella, con los ojos en blanco.

Todavía estaba consciente, por lo que supusieron que probablemente estaba bien. Probablemente no estuviera traumatizada. Con un poco de suerte.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Estos tipos estaban controlando esos monstruos... ¿verdad?

—¡Ajajá! Seguramente~ —dijo Luck casualmente mientras inspeccionaba a los hombres que habían capturado.

—Antes hablaste de magia extraña, ¿verdad, Magna? Se me ocurrió pensar si la gente con magia extraña podría combinar sus hechizos para crear algo como esos monstruos~ ¡Ajajá! ¡Y parece que tenía razón!

Mientras hablaba, se acercó a sus prisioneros. Aunque quedaron impresionados por un ataque tan llamativo, todavía estaban conscientes.

—Bueno... Supongo que ya no tenemos que preocuparnos por ellos.

Magna se puso en cuclillas a modo macarra frente a uno de sus prisioneros, un hombre calvo, mientras Luck hacía crujir sus nudillos detrás de él.

—Tenemos que hacerles pagar el precio justo por perseguirnos tan persistentemente... ¿no?

—Ajajá... Sí.

—¡Qué!

No hace falta decir que los dos tenían una mirada peligrosa.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Está bien... Entonces, para que quede claro, sois saqueadores de mazmorras y habéis creado esos monstruos para ahuyentarnos... ¿no?

—Sí...

Respondieron a las preguntas de Magna y Luck sentados en el suelo de la mazmorra, todos golpeados hasta dejarlos desfigurados y atados con una cuerda.

—¡¡No os oigo!!

—¡S-Sí! ¡¡Perdonadnos!!

Actualmente, estaban en una cámara cerca de la sala del tesoro. Los saqueadores de la mazmorra habían utilizado la ruta de Morgan para entrar ilegalmente en la mazmorra y habían construido su base allí. Sin embargo, cuando estaban a punto de prepararse para extraer el tesoro, Luck y Magna entraron al calabozo, por lo que crearon esos monstruos para expulsarlos.

Por cierto, cuando Morgan escuchó que habían usado la ruta que ella había creado para invadir la propiedad, dijo con torpeza: "Jaja... Voy a ir a buscar el gólem que se llevó mi grimorio." Y escapó. No obstante, la mazmorra la devoraría si intentaba escapar, por lo que probablemente regresaría pronto.

—Hmm. Entonces creasteis esos monstruos con magia de manipulación de huesos y armaduras...

—¡Ajajá! Es justo lo que había pensado. Pero, ¿no creéis que os caerá una maldición por hacer algo así? —dijo Luck con una fría sonrisa mientras miraba los antiguos restos de difuntos y armaduras de cuerpo completo que yacían apiladas en un rincón de la cámara.

Las mazmorras suelen estar repletas de restos de personas que intentaron capturarlas en el pasado, así como de las cosas que llevaban puestas. Y estos saqueadores de mazmorras los utilizaron para hacer esqueletos y Dullahan.

—Y luego usasteis magia de amplificación de voz para hacer que vuestras voces parecieran las de los monstruos, y usasteis magia de humo para crear una atmósfera fantasmagórica... ¡Joder, os habíais montado todo el teatro! ¿¡Qué sois, una especie de circo de monstruos!?

—...

—¡No os oigo reír...!

—Ajaja... Ajaja... ¡Ajajajaja!

Dejando a un lado el infernal intercambio de palabras, había nueve saqueadores en total. Cada uno de ellos tenía una magia que se podía considerar "extraña", y las combinaron en un hechizo que creó esos monstruos. También fueron la razón por la que la habilidad de detección de maná de Luck se vio inutilizada, ya que uno de los saqueadores tenía magia de interferencia. Sin embargo, la pudo utilizar cuando estuvieron lo suficientemente lejos, razón por la que pudo conocer su paradero y lanzar un ataque contra ellos.

—La que habéis montado... ¿Y solo sois un puñado de viejos imbéciles jugando con huesos y armaduras...? Manda cojones...

—¡Ajajá! Ahora entiendes por qué mi expresión solo era de aburrimiento antes, ¿no?

Habían pensado que esos monstruos eran algo desconocido, algo que no debería estar ahí. Imaginaron todo tipo de posibilidades descabelladas, pero cuando abrieron la tapa, vieron que su enemigo eran los mismos matones con los que siempre suelen tratar. Dedicaron mucho trabajo y tiempo a esto, pero lo único que sintieron fue decepción.

—¿Y entonces? ¿Dónde está el tesoro? Ya lo habéis saqueado, ¿no?

—¡N-No! ¡Aún no! ¡Ni siquiera hemos entrado a la sala del tesoro!

Los saqueadores sacudieron la cabeza desesperadamente en respuesta a las amenazadoras preguntas de Magna.

—¡L-Lo intentamos! Pero la puerta estaba cerrada... Además, cada vez que intentábamos acercarnos, esa cosa seguía interponiéndose en el camino...

—¿Esa cosa...?

—¡Magna! ¡Luck!

Quien se acercaba a ellos no era otra que una Morgan muy agotada.

—¡E-Es esa cosa! ¡Cada vez que te acercas a la entrada de la sala del tesoro, te ataca!

—¿Eh...?

Todos la miraron, completamente atónitos. Luego, miraron detrás de ella...

Y lo entendieron.

—¡Encontré el gólem que robó mi grimorio!, pero... ¡¡No deja de perseguirme!!

Los saqueadores no estaban mirando a Morgan...

[Señal de poder mágico confirmada.]

Sino, más bien, miraban hacia el golem negro, parecido a un esqueleto, de dos metros de altura, que estaba detrás de ella.

—¡¡Morgan, agáchate!!

En el momento en que Magna entendió lo que estaba pasando, preparó una bola de fuego. Luck también preparó una bola de relámpagos.

—¿¡Eh!? ¡P-Pero si lo atacáis...!

Morgan intentó decir algo, pero cuando vio lo que estaban haciendo, inmediatamente agachó la cabeza. Luck y Magna apuntaron al esqueleto negro y...

—Magia de Fuego: Disparos Explosivos.

—Magia de Rayo: Orbe Eléctrico Demoledor.

Las bolas de fuego y de relámpagos que los dos dispararon volaron sobre la cabeza de Morgan e impactaron directamente en el esqueleto. Su enorme cuerpo giró en el aire y su cráneo se estrelló contra la pared.

—¡Lo tenemos!

Como Morgan estaba cerca, se habían contenido. Sin embargo, su sincronización fue perfecta y definitivamente dieron en uno de sus puntos vitales. Fuera quién fuese su oponente, nadie podría salir ileso de eso. Al menos eso es lo que pensaban Luck y Magna.

—No podéis... —por alguna razón, Morgan los miró con lágrimas en los ojos—. ¡No podéis atacar a este gólem así a la ligera...!

—¿Eh...? —preguntaron los dos, pero entonces...

[Ataque mágico recibido. Comenzando el análisis.]

Sacando su cabeza de la pared de piedra, el esqueleto habló con una voz inquietantemente estridente.

[Análisis completado. Magia de relámpagos y de fuego. Potencia estimada: 40%. Almacenando el dolor en la memoria.]

Sus ojos comenzaron a brillar con una luz plateada mientras mantenía ambos brazos hacia adelante. Luego...

[Devolviendo el dolor. Magia de Fuego: Disparos Explosivos. Magia de Rayo: Orbe Eléctrico Demoledor.]

Disparó dos bolas de magia con un rugido atronador: una hecha de relámpagos y la otra de fuego. Esas bolas de magia eran exactamente iguales a los ataques que Magna y Luck le habían lanzado unos momentos antes.

—¿¡QUÉÉÉÉÉÉ!?

Esta vez, Magna no hizo ningún intento por ocultar el miedo en su voz y salió corriendo de la cámara para esquivar el ataque. Luck agarró a Morgan y escapó junto con Magna.

—¡¡Uaaaaaah!!

—¡Aaaaah! ¡Esperad! ¡La cuerda! ¡Desatadnos al menos!

Debido a que los saqueadores todavía estaban atados, la cámara se volvió increíblemente caótica, pero no había forma de evitarlo. El ataque no alcanzó a ninguno de ellos, por lo que probablemente no morirían. Probablemente.

Además, en el momento en que Magna y los demás escaparon de la cámara, el esqueleto comenzó a perseguirlos con sus brillantes ojos plateados fijos en ellos, y parecía que los iba a alcanzar en cualquier momento. Definitivamente estaba apuntando a su grupo.

—¿¡Qué es esto, Morgan!? ¿¡Por qué puede usar la misma magia que nosotros!? —le preguntó Magna a Morgan, que estaba detrás de él, mientras huían.

—¡L-Lo siento! Intenté decíroslo, pero ese gólem... ¡puede devolver perfectamente cualquier ataque que reciba! —respondió ella, absolutamente aterrorizada. Su voz tembló mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos. Este debía haber sido el miedo que había sentido cuando le robaron su grimorio.

—Jum... Además, una vez que le golpea un hechizo, crea anticuerpos y se vuelve inmune a él, así que si intentas devolverle el mismo ataque, no le hace efecto... Incluso si pones más poder mágico, solo crea más anticuerpos y gana inmunidad... Jum. Y yo también traté de atacarlo, así que...

El capitán Yami les había contado que luchó contra alguien con magia de copia en la cueva de Nean. Sin embargo, con cada ataque lanzado contra este enemigo, ese ataque dejaba de ser efectivo. La magia de este enemigo era incluso más formidable que la magia de copia. En otras palabras, su enemigo podría ser más fuerte que contra el que luchó el capitán Yami...

—L-Lo siento. Jum. Solo quería explorar la zona y regresar enseguida, pero me encontré accidentalmente con el gólem y... Jum. Y me siguió hasta aquí...

—¿En serio...? —murmuró Magna con la voz temblorosa, sin escuchar muy bien la disculpa de Morgan.

Querían entrar a la sala del tesoro, por lo que tendrían que luchar contra ese esqueleto de todos modos en algún momento. Aun así, después de luchar contra esos tipos y sus monstruos falsos, no tenían su poder al máximo en términos de fuerza física y maná. Comieron algunas hierbas medicinales y pudieron descansar un poco, pero, en ese momento, solo podían producir alrededor del 60-70% de su fuerza habitual.

—Si luchamos contra esa cosa en este estado, seguro que... —Magna volvió a mirar el esqueleto, que los perseguía vigorosamente—. ¡Seguro que superaremos nuestros límites, ya ves! —gritó de alegría mientras temblaba de emoción.

—¿¡Eh!? ¿¡Qué!? ¿¡Superar vuestros límites!?

¡Cómo puede decir eso en un momento como este...!, pensó Morgan.

—¡Ajajá! ¡Tienes razón! ¡Desquitemos la frustración que nos han producido esos monstruos falsos contra este tipo y acabémoslo rápido! —dijo Luck, tan emocionado como Magna. Entonces se volvió hacia Morgan con entusiasmo—. ¡Morgan! ¡Guíanos hacia una cámara con mucho espacio! Cualquiera estará bien, ¡solo es para tener un combate a muerte con este tipo!

—¡Y una vez que nos guíes allí, huye! ¡Nos reuniremos contigo después de vencerlo!

—¡P-Pero...! ¿¡No creéis que deberíamos huir todos juntos...!?

—¡Deja de llorar por tonterías! —Magna le dedicó una sonrisa irónica, como si ya no pudiera ignorarla más—. Estás perdiendo el tiempo. Usa el esfuerzo y el tiempo que pasas llorando para pensar en una manera de sacarnos de este lío. A diferencia de nosotros, eres inteligente, es una lástima que desaproveches tu potencial.

—¡...!

Era verdad... Cada vez que Morgan se enfrentaba a un problema, se paralizaba, agonizaba, lloraba y esperaba que alguien la salvara. Conquistar mazmorras era lo único en lo que tenía suficiente confianza como para no depender de nadie, pero con solo un desliz, comenzó a depender de Magna y Luck para todo, tal y como lo hacía para todo lo demás.

Sin embargo...

—J-Jum... —después de sonarse la nariz por última vez, se armó de determinación y miró fijamente al esqueleto—. Recto... ¡Por ahí! —Hay cosas que incluso alguien como yo puede hacer—. Si seguimos recto llegaremos a la sala del tesoro, hay una cámara grande justo delante. Esa es probablemente el área más resistente de la mazmorra, por lo que deberíais poder arrasar todo lo que queráis.

Había gente dispuesta a cooperar con ella. En ese caso...

—¡Y además, dejadme ayudaros a pelear! ¡Os prometo que no os estorbaré! ¡Os apoyaré desde la distancia y estaré atenta a cualquier flaqueza!

No lloraría ni esperaría a que nadie la salvara. Buscaría algo en lo que contribuir y haría todo lo posible para lograrlo. De otro modo, seguiría siendo una llorona para siempre.

—¡Bueno...! —no estaba seguro de dónde le había salido la fuerza de repente, pero Magna sonrió y le dijo—: Si eso es lo que quieres, ¡hazlo! ¡Pero no pensamos aflojar si nos estorbas!

—¡Sí, señor!

Y así, se dirigieron hacia la cámara frente a la sala del tesoro.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Magia de Rayo: Orbe Eléctrico Demoledor.

Después de entrar a la cámara y confirmar que Morgan se había apartado en una esquina, Luck se dio la vuelta y disparó una bola de magia de rayo. Dio un golpe directo contra el esqueleto, pero esta vez, este no solo ni siquiera se inmutó, sino que se preparó para lanzar sus propias bolas de fuego y de relámpagos.

—¡Ajajá! ¡Es increíble! ¡Un mismo ataque realmente no le hace nada la segunda vez!

Luck sonrió mientras detenía ambos ataques del esqueleto. Magna también sonrió desafiante cuando dijo:

—Sí... Por mucho que infundamos más poder mágico en el ataque, genera anticuerpos, ¿no? —Sin embargo, había un poco de sudor mezclado en esa sonrisa desafiante suya—. Antes fui muy asertivo, pero... ¿Qué debemos hacer para vencer a este cabrón?

El mismo ataque con el mismo nivel de poder no le alcanzaría dos veces. Sin embargo, aunque pusieran más poder en su ataque, el esqueleto creaba rápidamente anticuerpos contra él, lo que hacía que ese ataque también fuera ineficaz. Entonces, ¿significaba eso que no existía ningún ataque que pudiera golpearlo dos veces?

—¡Increíble! ¡Podría luchar contra él el resto de mi vida! ¡Quiero uno para la base! —Para un entusiasta del combate, ese rasgo parecía ser un gran punto—. Bueno, bromas a parte... No hay forma de que pueda crear anticuerpos para cada ataque. Si hacemos que su cuerpo se desmorone, no podrá seguir produciendo anticuerpos.

—Dicho así parece fácil, pero...

Magna estudió el esqueleto mientras esquivaba sus ataques. No estaba seguro de qué estaba hecho, pero fuera lo que fuera, era bastante robusto. Además, todo su cuerpo estaba cubierto de una magia similar a una barrera. Destruirlo no sería fácil.

—Bueno, no será fácil, pero si usamos nuestra magia combinada... y lo atacamos aprovechando una brecha en su defensa... Creo que podremos derrotarlo, probablemente.

—¿¡Probablemente!? —Magna no pudo evitar farfullar, pero Luck era un genio cuando se trataba de un combate. Su análisis podía ser completamente infundado, pero Magna creía en la intuición de Luck.

—Sí, pero para hacer eso, creo que primero deberíamos infligirle un poco más de daño.

—Jeje... Entonces, al final, nos abriremos camino a la fuerza, ¿eh?

Ninguno de los dos estaba seguro de si les quedaba suficiente poder mágico para hacer eso, pero...

—¡Ese es nuestro estilo...!

—¡Bien!

Después de ese breve intercambio, se miraron con una sonrisa. Para transmitirse sus intenciones el uno al otro, eso era todo lo que necesitaban.

—¡Está bien! ¡¡Nuestro contraataque comienza ahora, esqueleto cabrón!! —gritó Magna como para mentalizarse, sosteniendo un bate de fuego mientras activaba su hechizo "Grand Slam".

No necesitaron hablarse para compenetrarse. Los dos sabían exactamente cómo debían moverse.

—Magia de Creación de Rayo: ¡Botas del Dios del Trueno!

En el momento en que Luck gritó su ataque, unos relámpagos en forma de botas se juntaron alrededor de sus piernas. Usando el empuje que le generaron, siguió cada ataque que disparaba el esqueleto mientras se acercaba a él.

—¡Ajajajá! ¡Veamos qué puedes hacer contra esto!

Aprovechó su impulso para darle al esqueleto una patada en la cara.

[Ataque mágico recibido. Comenzando el análisis.]

El ataque de Luck lo aturdió, haciendo que su cuerpo rebotara contra el suelo. Pero el esqueleto repitió la misma frase que había dicho antes y se levantó, preparándose para disparar otro ataque. Sin embargo, en ese momento...

—¡Y un cuerno te voy a dejar levantar! —Magna ya lo había rodeado por detrás—. ¡Cómete esta!

Con un movimiento completo, usó su ataque Grand Slam, que golpeó la parte posterior de la cabeza del esqueleto y provocó que saliera volando antes de estrellarse contra el suelo, dejando grandes grietas en la roca.

[Ataque mágico recibido. Comenzando el análisis.]

—¡¡Te~ vamos~ a~... machacar!!

Aun así, el esqueleto intentó levantarse, pero Luck lo pateó en el aire. Mientras su cuerpo giraba en el aire, Luck lo golpeó una vez más con un puñetazo atronador. Le dio un último golpe, lanzándolo al aire mientras su cuerpo crujía.

[Ataque mági-gi-gico recibido de nuevo-vo. Com-Comenzando el ana-análisis...]

—¡Magna! ¡Ahora!

—Magia Restrictiva de Fuego: Formación Sólida de Ataduras de Fuego.

A la señal de Luck, Magna lanzó una bola de fuego al esqueleto. Cuando le dio, se convirtió en una cuerda de fuego. En un abrir y cerrar de ojos, contuvo su inmenso cuerpo. Los dos coordinaron sus ataques perfectamente, ambos apuntando al esqueleto mientras volaba por los aires.

[D-D-Devolviendo el d-dolor.]

—¡¡!!

El esqueleto cortó la cuerda de llamas, se reorientó en el aire y apuntó ambos brazos hacia Magna y Luck. En las palmas de cada una de sus manos estaba generando bolas de relámpagos y de llamas. Estaban demasiado cerca para esquivarlo. No tenían forma de protegerse. Ni siquiera con su magia combinada podrían contraatacar a tiempo.

Qué mal..., pensaron ambos en ese momento. Pero entonces...

—¡D-Devuélveme mi grimorioooooooooo!

Morgan arrojó una piedra cubierta con su magia de cobertura al lado del esqueleto. En algún momento durante la batalla, aunque estaba temblando de miedo, usó su magia para apoyarlos. La piedra no era lo suficientemente fuerte como para dañar el esqueleto. Sin embargo, cambió un poco el ángulo de su brazo.

—¡Buen trabajo... Morgan!

Fue suficiente para darles algo más de tiempo.

—¡¡¡Cañón Explosivo de Rayos Flamígeros!!!

Dispararon una ráfaga de fuego y relámpagos que se estrelló contra el esqueleto y, con un violento destello, hizo estallar su cuerpo.

—¡¡Uaaah!!

Toda la cámara se sacudió violentamente, haciendo volar a Morgan. Si no hubiera sido tan resistente, las ondas de choque de su ataque ciertamente habrían causado que la pared y el techo colapsaran. Aunque fuera solo un ataque, fue así de poderoso. Si esto no derrotaba al esqueleto, estarían realmente jodidos.

Pero justo cuando empezaban a sentirse aliviados...

[A-A-A-A-Ataque mágico re-re-recibido. Com-Comenzando el a-análi...]

—¡¡!!

Aunque la mitad de su cráneo estaba carbonizado, se movía con estrépito. Al mirarlo más de cerca, se dieron cuenta de que los huesos que habían sido esparcidos por ese ataque estaban comenzando a acumularse alrededor del cráneo.

—¿¡E-En serio!? ¿¡Puede regenerarse igual que esos monstruos falsos!?

—¡Ajajá! Mmmm. Eso parece. Pero creo que dejará de funcionar después de un disparo más.

—¿¡Por qué dices eso tan tranquilo!? ¿Un ataque más, dices...? ¡Yo ya estoy seco!

En el mejor de los casos, solo tenían suficiente maná entre los dos para disparar un ataque más. Además, ya habían utilizado todos los ataques mágicos de su arsenal. Aunque su enemigo estuviera al borde de la muerte, ¡no tenían ningún ataque nuevo que funcionara!

Magna estaba empezando a entrar en pánico, pero...

—¡Ajajá! ¿Qué dices, Magna? —Luck parecía completamente despreocupado cuando puso su mano sobre el hombro de Magna—. Todavía tenemos un hechizo combinado más, ¿verdad...? —dijo siniestramente mientras aumentaba la fuerza de su agarre.

—¡Ey...! ¡EY! ¿¡Qué tramas, capullo!?

—¡Ajajajá! ¡Magia combinada, por supuesto! ¡Un hechizo que perfeccionamos incluso antes que el Cañón Explosivo de Rayos Flamígeros!

—¡No...! ¡Eso no es magia combinada! ¡Yo soy el único que sale perdiendo al usar... GUAAAH!

Mientras Luck sostenía firmemente el hombro de Magna, envió gradualmente una descarga eléctrica por todo el cuerpo del macarra, con una mirada temeraria y una sonrisa perversa.

—¡¡¡Tifón Eléctrico de Magna!!!

—¿¡¡POR QUÉ YOOOOO!!?

Mientras giraba con tremendo impulso, Magna se estrelló contra el cráneo del esqueleto.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—M-Mm... Magna, ¿estás seguro de que puedes moverte?

—Sí... —Magna respondió a las palabras de preocupación de Morgan con un lento movimiento de cabeza. Por el color de su rostro, parecía como si pudiera vomitar en cualquier momento.

—Tifón Eléctrico de Magna... Bueno, gira tan rápido que... ¿No sería más bien un "tornado"? —murmuraba Luck para sí mismo junto a Magna, lo suficientemente bajo como para que este no lo escuchara. Aunque ahora quisiera pelear con él, ambos estaban demasiado agotados.

Después de derrotar al esqueleto, regresaron al campamento base de los saqueadores de la mazmorras y comieron todas las plantas medicinales que encontraron. Mientras lo hacían, comprobaron si los saqueadores todavía estaban vivos, y después de un breve descanso (que, desafortunadamente, no curó el mareo de Magna después de aquella técnica secreta), se dirigieron a la sala del tesoro por segunda vez.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Entonces, Morgan, ¿la llave de la sala del tesoro está escondida en algún lugar del cuerpo de esta cosa? —preguntó Magna mientras examinaba el cráneo del esqueleto con el que acababan de luchar. En el momento en que llegaron, ella había tomado el esqueleto y había empezado a jugar con él, pero...

—Sí. Este tipo de golem almacena objetos importantes y objetos que roba a sus oponentes en un espacio mágico que guarda dentro de su cuerpo. El interruptor que expulsa los elementos de ese espacio debería estar en algún lugar... ¡Aquí está! —mientras decía esto, Morgan presionó la mandíbula del cráneo con su dedo meñique y...

Clac. Clac. Clac. Clac, clac.

El esqueleto escupió innumerables reliquias por su boca: desde vestiduras, armas, armaduras, accesorios y más. En un abrir y cerrar de ojos, la pila de reliquias llegó hasta las rodillas de Magna.

—¡Ajajá! Increíble... Pero, ¿tenemos que buscar la llave de la sala del tesoro entre todo esto?

—En serio, ¿a cuántos intrusos ha matado este esqueleto?

Luck y Magna murmuraron abatidos para sí mismos mientras examinaban los artículos dejados de los difuntos. Morgan respondió casualmente mientras volvía a jugar con el cráneo.

—Pero, cuando piensas en cuánto tiempo habrá existido esta mazmorra, la cantidad de personas que el esqueleto ha matado no es tanta. Hay varios otros gólems aquí, así que tal vez se turnaron para hacer guardia. Por ejemplo, si uno se queda sin poder mágico, otro gólem lo reemplaza. Pero, si eso es cierto, entonces debería tener algo así como un puerto de suministro de energía mágica... ¡Ah, aquí está!

Después de confirmar que el puerto de suministro estaba en su boca, Morgan extendió el cráneo hacia Magna para mostrárselo.

—Si viertes poder mágico aquí, esto debería restaurar la funcionalidad del esqueleto. Por favor, entregad esto a alguien de la División de Evaluación Mágica. Obviamente, dado que ha quedado muy mal parado, no sé cuánta funcionalidad recuperará realmente, pero...

—...

Magna no tomó el cráneo. En cambio, miró a Morgan, atónito. Aunque Luck continuó examinando las reliquias, él también la miró con admiración.

—¿Q-Qué pasa? ¡N-No me digas que, una vez que terminemos con la mazmorra, me vais a arrancar toda la piel a tiras...!

—No, obviamente no... Aunque... —Magna tomó el cráneo y dijo, como si fuera obvio—: ¿Por qué no te unes a los caballeros mágicos?

—¿Qué...? —en respuesta a las palabras tan repentinas, esta vez fue Morgan quien los miró con asombro y en silencio.

—Ahora que tus hermanos han crecido, no tienes nada mejor que hacer, ¿no? Deberías unirte a los caballeros mágicos. Sabes mucho sobre mazmorras y gólems, así que apuesto a que podrás ayudar un montón.

—¡Ajajá! ¡Ya ves si lo haría! ¡Con Morgan podríamos divertirnos capturando las mazmorras más peligrosas! ¡El examen de ingreso de este año ya fue, pero deberías presentarte al examen del año que viene!

—¿Eh? Mmm, ¿no...? Quiero decir... Yo solo... —Al escuchar incluso a Luck decirle eso, se puso absolutamente nerviosa cuando respondió—: No tengo ninguna posibilidad de unirme... Soy plebeya y demasiado pesimista...

Y no solo eso...

Ya empezaba otra vez...

—¡Qué más da si eres plebeya! ¿No has escuchado lo que te dije antes? ¡Yo también soy plebeyo, y hay un plebeyo aún más loco que yo en los caballeros mágicos! ¡Maldita sea, nuestro capitán es del extranjero! ¡A él no le importará!

—¡Ajajá! ¡Lo dices como si ya hubieras decidido que se una a los Toros Negros!

—Bueno, si se une a algún equipo, serían los Toros Negros, ¿no? En realidad, ¡probablemente podamos meterte si insistimos lo suficiente!

Como para interceptar los pensamientos pesimistas de Morgan, Magna y Luck continuaron hablando alegremente.

—¡Luck y yo podemos sacarte todo ese pesimismo y esa actitud de inútil! Nuestro capitán también da muchísimo miedo, así que por mucho que no quieras que lo haga, ¡puedes estar segura de que te sacará toda esa tontería!

—¡Y cuando él te acose, Noelle intervendrá para ayudarte! Es buena cuidando a los demás.

—Y hay otra chica en nuestro equipo, Vanessa. Seguro que te adorará...

Entonces Magna y Luck se dieron cuenta. Mientras los escuchaba hablar tan alegremente, ella tenía una sonrisa triste. De repente, las lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

—Madre mía... ¿Por qué lloras ahora? No es momento para eso, ¿no crees?

—¿Eh...? No... Eh, jeje. Jum. Parece que unirse a los caballeros mágicos habría sido muy divertido... —Ella sonrió a Luck y Magna mientras se secaba las lágrimas.

—Te lo estamos diciendo. Seguro que aprobarás el examen de ingreso, así que...

—Jum. N-No, no es eso —Morgan interrumpió a Luck mientras se secaba las lágrimas de la cara—. Yo no...

—¿Eh...? —Justo cuando Morgan estaba a punto de decirles algo, Magna vio algo brillar cerca de su mano—. ¿Eh? ¡Oye! ¿¡Esa es la llave de la sala del tesoro!?

Lo que encontró fue una llave adornada con un diseño llamativo. La recogió y se la mostró a Morgan.

—Ah... —Pero sus ojos se posaron en un trozo de papel que ondeaba con el viento—. Ah... ¡Ahh, ahhh! —Luego saltó y gritó de alegría desde lo más profundo de su corazón—. ¡E-Eso es! ¡Es lo que estaba buscando! ¡Es el dibujo!

Era un retrato de una familia con muchos hijos. No estaba muy bien dibujado, pero era una pieza cálida que transmitía claramente lo unida que estaba la familia.

—Espera, ¿qué...? Pensé que estabas buscando tu grimorio —Magna le preguntó, completamente desconcertado.

Ella se abrazó al dibujo mientras lloraba.

—Guardaba esto entre las páginas de mi grimorio... ¡Ah, me alegro tanto de que no se haya roto! ¡Lo dibujó mi hermano mayor cuando mi padre todavía estaba vivo, así que tiene mucho valor para mí!

—Ya veo... —asintió Luck, al ver esa cálida exhibición. La reacción de Morgan le pareció un poco exagerada al principio, pero dadas sus circunstancias, no era de extrañar que se sintiera tan conmovida—. Entonces, ¿dónde está tu grimorio?

Luck estaba a punto de seguir buscando entre el montón de reliquias, pero...

—¡¡!!

Encontró algo más, un top con volantes. Era exactamente igual al que llevaba Morgan.

Eso eran cosas de los muertos, las prendas de aquellos que fueron asesinados por el gólem. Si sus cosas estaban aquí, entonces...

—Yo ya no tengo grimorio... —Agarrando con fuerza el dibujo en sus manos, les sonrió tristemente a los dos una vez más—. Después de todo, yo... ya estoy muerta.

—No, no. Este no es un buen momento para hacer bromas estúpidas... —Magna se rió de la abrupta declaración de Morgan, pero...

—...

El cuerpo de Morgan comenzó a volverse lentamente transparente ante sus ojos.

—¿Qué... cojones? ¿¡Qué demonios!? Tú... ¿¡Por qué estás desapareciendo!? ¿¡Oye!?

—Realmente tampoco lo entiendo... Creo que, como ya no me arrepiento de nada, finalmente puedo pasar a la otra vida... ¿No? Esta es la primera vez que me pasa, así que realmente no lo sé, pero tengo sueño y siento que mi maná sale de mi cuerpo, así que... —dijo con indiferencia y bajó la cabeza silenciosamente—. Hm. Lamento haberos engañado. Pero pensé que no me creeríais si os hubiera dicho "Hola, soy un fantasma. Por favor, ayudadme a lograr la paz."

—¿Que eres un fantasma? ¿Cómo...? —susurró Magna, haciendo que Morgan pusiera una expresión de preocupación.

—Honestamente... tampoco entiendo del todo cómo llegué a ser así —miró su propio cuerpo transparente y sonrió con tristeza—. Sé con certeza que ese gólem me mató. En el momento en que morí, pensé... Quiero mirar este dibujo por última vez. Sentí esto con tanta fuerza que mi recubrimiento mágico cubrió mi propio cuerpo... Después de eso, aunque mi cuerpo estaba muerto, había conseguido cubrir mi conciencia... y me volví así.

—¿Cómo puede ser...?

Magna iba a preguntar que cómo podía eso ser posible, pero no terminó. Después de todo, su cuerpo, que estaba perdiendo constantemente tanto su poder mágico como presencia, era toda la evidencia que necesitaba. Ella les contó que su recubrimiento mágico cubría objetos. Había cubierto su propia alma con su magia y había usado su maná tomar la forma de su cuerpo, por lo que era posible...

—No puede ser. ¡No puede ser! ¡Estás mintiendo! Por mucho que hubieras logrado hacer todo eso, ¿¡no habrías regresado directamente con tu familia!? ¿¡Por qué estabas deambulando por un lugar tan peligroso como este!? —estalló Magna, pero la triste sonrisa de Morgan permaneció inmutable.

—Intenté salir de aquí muchas veces, pero estoy tomando prestada una cantidad tan grande de maná de esta mazmorra que, esencialmente, me he convertido en parte de ella... Cada vez que intentaba irme, empezaba a desaparecer.

—¿¡Q-Qué...!? ¡¡No me jodas!! ¡Deberías haber usado tu espíritu de superación! Si te esfuerzas lo suficiente... ¡quizás puedas salir! ¡Los Toros Negros son bastante permisivos! ¡A nadie le importará que seas un fantasma!

Magna era plenamente consciente de que lo que decía era ridículo. Sin embargo, no quiso admitirlo. Pensó que la chica que tenía delante tenía que convertirse en una de ellos. No quería admitir que ella estaba muerta.

—Ejeje. Lo siento... Ya es un poco tarde para apelar a mi espíritu de superación. Ahora que mi cuerpo está así, me será imposible presentarme al examen de ingreso... o ver a mi familia —Observó cómo sus manos seguían desapareciendo antes de volver a mirar el dibujo de su familia—. Por eso... al menos, quería ver este dibujo.

—¡¡...!!

Magna alcanzó reflexivamente su cintura y la abrazó. Todavía podía sentirla allí mientras la abrazaba. ¡¡La chica llamada Morgan todavía estaba allí, y sin embargo...!!

—Hmm... Puede que sea extraño que yo lo diga, pero ¡anímate! Es culpa mía que esté muerta, así que... ya acepté mi destino. Sabía que esto sucedería algún día. Incluso me esforcé para que esto pudiera suceder algún día —ella sonrió mientras decía esto, pero luego, con la mirada baja, continuó—: Pero, aun así... —las lágrimas comenzaron a correr por su rostro—. Me hubiera encantado unirme a los caballeros mágicos. Con vosotros dos... Ejejeje... Seguro que nos habríamos divertido mucho.

—...

Luck apretó los puños con fuerza y Magna se mordió el labio, tratando de soportar el dolor que sentía. Había sido demasiado repentino. Muy cruel.

—Si me hubiera unido a los caballeros mágicos, ¿creéis que incluso alguien como yo habría sido útil?

—Sí... Por supuesto. Nos habrías ayudado mucho —Luck miró hacia arriba mientras respondía, su respuesta fue breve. Sintió que no debería intentar decir demasiadas palabras, ya que ella iba a desaparecer pronto.

—Gracias... Lo siento, tengo mucho sueño —en el momento en que dijo esto, su presencia comenzó a disminuir drásticamente. Llegó el momento de decir adiós—. Bueno, esto... Mmm... No estoy segura de qué decir, pero, Magna, Luck, gracias por todo lo que habéis hecho por alguien como yo. Estoy muy...

—¡¡Ey!! —gritó Magna, interrumpiendo sus últimas palabras. Luego, levantó la llave de la sala del tesoro—. Prometemos que no dejaremos que se eche a perder lo que nos dejaste... —Se quitó las gafas de sol y se secó las lágrimas. Después de hacerlo, miró a Morgan directamente a los ojos—. ¡Le daremos un buen uso a esto! —dijo con su habitual sonrisa—. Por eso, ya te he dicho que no tienes por qué llorar o ser tan pesimista... ¡Ya nos has ayudado mogollón!

—Ejejeje... ¡Gracias! —en respuesta a la habitual forma torpe de él de tratar de cuidarla, una sonrisa tímida floreció en su rostro.

—...

Y luego desapareció sin dejar rastro.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

—Bueno, entonces, vamos a abrir esto...

—Sí.

Después de que ella desapareciera, los dos se quedaron aturdidos por un instante. Luego, comenzaron a examinar una vez más los artículos de la difunta. Doblaron su ropa y colocaron encima el dibujo que tanto había ansiado. Cuando todo terminara, planeaban ir al pueblo de Seitan y devolverle sus pertenencias a su familia. Una vez revisado todo, sin decir palabra, se dirigieron a la puerta que conducía a la sala del tesoro.

Todo esto había sido para cumplir su deseo más anhelado. Querían buscar en esos tesoros y encontrar algo que pudiera ayudar a curar los brazos de Asta. Esa era su misión.

—Ajajá... ¿Estás bien, Magna? Puedes llorar un poco más si quieres, ¿eh? —dijo Luck en broma mientras le daba unas palmaditas en el hombro a Magna.

En parte estaba jugando con Magna como solía hacer, pero en parte también era sincero. Para Luck fue bastante impactante que Morgan estuviera muerta, pero el corazón de Magna era más humano que el suyo. No había manera de que fuera capaz de aceptar una despedida tan repentina, pero...

—No tenemos tiempo para eso... —Magna respondió a la preocupación de Luck devolviéndole con fuerza la palmada en el hombro—. Usaremos lo que nos dejó para ayudar a Asta. Ese es el mejor regalo de despedida que podemos darle.

—Sí...

Ser útil para alguien. Honestamente, no estaban seguros de si ella siempre había estado tan preocupada por ser útil. Quizás esa línea de pensamiento surgió porque se enfrentó a la muerte y a lo que había hecho mientras estaba viva. Sin embargo, ella ciertamente les había dejado algo útil a ellos. No estaban seguros de si encontrarían algo que curara los brazos de Asta. Sin embargo, tenía que haber algo en esa sala del tesoro que resultara útil para alguien. Incluso el cráneo del esqueleto debía ser útil para los investigadores.

Por tanto, la mejor conmemoración que podían ofrecerle era añadir "significado" a su muerte. Y para hacerlo, debían actuar. No había tiempo de llorar.

—¡Está bien! ¡Encendamos nuestro espíritu de superación y saqueemos todos los tesoros que haya aquí dentro! —Magna gritó con tanta fuerza como para disipar sus sentimientos actuales. Metió la llave en la cerradura y abrió la puerta de la sala del tesoro—. ¡¡!!

Lo primero que llamó su atención fue el brillo deslumbrante de todos los tesoros de plata y oro amontonados en la sala, y había tantos instrumentos mágicos como tesoros. Además...

[Señal de poder mágico confirmada.]

Dentro de la sala del tesoro había otro esqueleto negro, del mismo tipo que el que acababan de derrotar. De hecho, eran diez. Todos pronunciaron exactamente la misma frase. Todos se giraron hacia Magna y Luck exactamente al mismo tiempo.

—...

Magna cerró lentamente la puerta.

Ahora que lo pienso... Morgan dijo que probablemente habría más esqueletos por aquí.

Sin embargo, pensar que habría tantos, y que estaban todos ahí dentro...

—Luck, ¿cuánto maná has recuperado?

—Hmmm... ¿Cinco...? No. Yo diría que estoy alrededor del cuatro por ciento.

—Yo también...

Ya no se trataba de volverse más fuertes. No había manera de que pudieran enfrentarse a tantos oponentes en su condición actual.

—Entonces... Tendremos que hacerlo.

—Bien....

Esto era imposible... si no superaban sus límites, claro está.

—Dices que hay que hacerlo, pero... ¡Ajajá! Estás cagado, ¿verdad, Magna?

—¿A quién llamas cagado...?

Luck cubrió todo su cuerpo con rayos mientras Magna apoyó su Grand Slam contra su hombro.

Incluso Morgan, por muy torpe que fuera, lo hizo lo mejor que pudo y le dio un golpe a ese esqueleto. Ella había superado los límites de la vida y de la muerte misma para guiarlos. Eso significaba que ellos debían...

—Estoy temblando de emoción.

Dicho esto, Magna abrió la puerta de golpe.

—¡Espéranos, Astaaaaaaaaaa!

Y el escuadrón de asalto especial corrió hacia la sala del tesoro.




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