Feliz martes antes de Reyes~~
-Xeniaxen
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Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
World Customize Creator
Traducido por: Xeniaxen
15
En el almacén, una mujer de cabello amarillo y una niña de cabello azul estaban sentadas, abrazándose la una a la otra, y cubiertas con una tela que se usa para envolver los ingredientes crudos. Se veían muy agotadas, con dolorosos moretones alrededor de los ojos y las mejillas hinchadas de tanto llorar. Zaisha, que pudo leer lo que pensaba Yuusuke a través de su expresión, lamentó su propia falta de habilidad.
—Este es el límite de mi poder.
Zaisha miró hacia abajo y dijo que lo único que podía hacer era curar rasguños y los cortes pequeños. Yuusuke se sintió aliviado de que no hubiera heridas irreparables, pero aun así le preocupaba algo más.
—Por cierto, ¿por qué están tapadas así?
—Su ropa está hecha trizas... —respondió Zaisha, señalando un trozo de tela que había en la esquina del almacén y que ya no servía como ropa.
Originalmente había sido un uniforme de sirviente o camarero, pero estaba rasgada en pedazos y cubierta de sangre y otros fluidos corporales. Yuusuke sintió pena por las dos supervivientes, que lo miraban con ojos temerosos. Pensó que no podrían sentirse tranquilas si seguían envueltas en esa tela cutre, así que decidió intervenir.
Reparó los uniformes en su menú de personalización y guardó los datos. Miró a su alrededor en busca de los materiales adecuados, pero lo único que encontró fue la tela que cubría a las dos chicas. No tuvo más opción que usarla.
Cuando terminó y las partículas de luz se desvanecieron, aparecieron dos uniformes nuevos hechos de un material algo rígido. Les había cambiado el color para que parecieran más normales, de modo que fueran más apropiados, pero eran extremadamente resistentes a la lluvia y al viento. No podía garantizar que fueran cómodos, pero sin duda sería mejor que estar envueltas en la tela.
—Eh, capitán... ¿qué acaba de hacer? —dijo Zaisha sorprendida cuando vio la ropa. Se la entregó a la mujer.
Hinke y los demás se encogieron de hombros, como si ya nada pudiera sorprenderles. Mientras las chicas se cambiaban, los hombres esperaron fuera de la habitación. También hicieron algunas sillas para que pudieran sentarse, ya que era una pena hacerlas quedarse en el frío suelo del almacén.
—El capitán es capaz de todo.
—Es la monda.
—El rumor de que domina todas las artes divinas... parece que tenía algo de cierto.
Una vez cambiadas, decidieron preguntar nuevamente a las dos supervivientes sobre lo que había ocurrido en el fuerte.
Habían pasado tres días desde el cambio de personal y la llegada de los materiales. Cuando la jornada terminó y los trabajadores se reunieron en el comedor para cenar, se oyó una voz pidiendo ayuda fuera del fuerte.
—¡El soldado que estaba de guardia ha caído! ¡Por favor, necesitamos a alguien con artes divinas curativas!
Tras la conmoción que había causado que alguien hubiera caído del pasaje de la azotea, los guardias y los sanadores corrieron a la escena en la parte trasera del fuerte. Justo cuando los guardias del turno abandonaron el fuerte, innumerables hojas de viento irrumpieron repentinamente en el comedor.
Lleno de gente a punto de cenar, en el momento en que una camarera estaba colocando un plato sobre la mesa, la cabeza del comensal salió volando. Ella se quedó atónita, pero luego la misma cuchilla le cortó su cuerpo en dos, haciendo que la mitad superior se desplomara sobre la mesa. Murió sin saber qué había sucedido.
La mitad inferior de su cuerpo convulsionó al caer, derramando sus intestinos por todo el suelo. Otra camarero que presenció cómo su amiga se iba soltó un grito. Al instante siguiente, el grito fue seguido por un chorro de sangre que tiñó el techo de rojo. El hedor sofocante invadió el espacio, entremezclándose con el aroma del sabroso guiso de la cena.
Tras un momento de parálisis, algunos intentaron correr, otros se pusieron en posición de lucha y algunos simplemente se quedaron en shock, siendo acuchillados hasta la muerte. El comedor se sumió en pánico y, en un instante, se transformó en un infierno de gritos y alaridos. Las paredes y el techo goteaban sangre fresca, y en el suelo, además de comida derramada, había sangre y órganos de los cadáveres.
Mientras los guardias que estaban fuera de servicio observaban distraídos la situación desde el segundo piso, alarmados por la repentina conmoción dentro del fuerte, las cuchillas de viento también los atacaron a ellos. Aquellos que se habían reunido cerca del guardia caído fueron aniquilados de un solo corte.
Los soldados de élite de Blue Garden se habían infiltrado en la fortaleza, usando a las sirvientas y camareras como rehenes o escudos, o haciéndose pasar por aliados para acercarse a la caótica fortaleza y matar a los guardias uno por uno con ataques sorpresa.
Cuando la confusión se calmó, las únicas personas que seguían vivas dentro y fuera del fuerte eran los miembros de la Brigada de Viento disfrazados de trabajadores.
Entre los supervivientes, los guardias y trabajadores sin capacidades ofensivas trasladaron los cuerpos de sus compañeros. Los de fuera los enterraron en agujeros y los de dentro los llevaron a una instalación de tratamiento de aguas residuales ubicada en el sótano, en el lado opuesto del almacén de alimentos. Una vez que el trabajo estuvo hecho, los reunieron a todos y también los asesinaron sin piedad.
Torturaron a la guardia del pelo azul para averiguar si aún quedaban supervivientes dentro de la fortaleza, y para descubrir la ubicación de cualquier habitación o pasadizo oculto. Esto se prolongó durante unos tres días, cuando recibieron la noticia de que la Patrulla del Dios Oscuro iba de camino.
Según la información que la Brigada de Viento había reunido, dicha patrulla solo tenía un miembro, pero poseía unas artes divinas insólitas. Basándose en esto, asumieron que era un refuerzo para acelerar la construcción de la fortaleza, por lo que planearon emboscarlo, eliminarlo y llevarse el mérito.
Las dos chicas rescatadas se habían visto obligadas a escuchar los gritos de la guardia del pelo azul en el sótano hasta el día en que Yuusuke y los demás llegaron. La única razón por la que pudieron mantener la cordura fue que sabían que un guardia de élite vendría a rescatarlas pronto.
Después de escuchar la historia por completo, Yuusuke y los demás suspiraron profundamente. Al final, parecía que esas dos eran las únicas supervivientes de la fortaleza. Casi ochenta guardias, trabajadores y sirvientes habían sido asesinados.
—Debemos volver a verificar la fuerza del enemigo —rompiendo el pesado silencio, Vermeer propuso su siguiente curso de acción.
En los últimos años, se habían registrado varios incidentes en el territorio de Fonkrank que se creía que habían sido obra de Blue Garden. Si consideraban que los había cometido la Brigada de Viento, lo más probable es que se hubieran dividido en aproximadamente tres grupos, operando en distintas unidades.
Normalmente, una unidad está formada por entre cuatro y ocho personas, pero en un ataque a un fuerte como este, era probable que varias unidades se hubieran unido. En ese momento, ya sabían que había cuatro personas afuera y tres dentro. Según los testimonios, habían sido unas diez personas en total, por lo que era posible que hubiera otro grupo de tres escondido dentro del fuerte. Mientras discutían esto...
Cataclín, cataclón, cataclín, cli-clín, cataclán, cata-cata-clón...
—¡...!
—¿Y ahora qué...?
—¡Shhhh!
Al bajar, Yuusuke había devuelto la puerta del sótano a su estado original junto con el mecanismo de la cerradura. El sonido que acababan de escuchar se asemejaba al de una bola metálica rodando por las escaleras. Eso significaba que alguien había desbloqueado la puerta.
—Oh, son dos... Están bajando... H-Hay otro en lo alto de las escaleras... ¡Ah! P-Parece que nos han descubierto —informó Hisotta en voz baja, después de haber escaneado inmediatamente la zona en busca de enemigos y percibir unas fuertes artes aéreas.
La sirvienta y la camarera se aferraron a los brazos de Zaisha, temblando de miedo. No podían escuchar pasos, pero el viento que se acercaba era inconfundible.
—Capitán, ¿qué debo hacer?
Yuusuke se paró un momento a pensar, buscando cómo afrontar la situación. De repente, recordó algo que Reifold había mencionado en el bosque. Reifold también era un hábil usuario de artes aéreas, capaz de aparecer de forma repentina e inesperada, pero ni siquiera él pudo notar la trampa que Yuusuke le preparó.
—Una cosa, ¿se pueden realizar ataques de artes divinas sin moverse?
—¿Se refiere a sin levantar las manos o extenderlas? Bueno, sí, la mayoría de artes divinas pueden ejecutarse con un poco de concentración si las dominas bien.
Vermeer respondió que los usuarios de élite podían hacerlo perfectamente. Zhahid añadió que, aunque con un poco menos de estabilidad, se podía disparar una bola de agua incluso estando sentado. Por tanto, consideraron que era casi imposible neutralizar y capturar a un usuario con artes divinas ofensivas.
—Supongo que es imposible atraparlos y contenerlos...
—Son parte de un equipo de espías de élite, así que no deberíamos subestimarlos, ¿sabe?
—Probablemente haya otras tropas protegiendo el fuerte además de la brigada encargada de la ejecución.
—No va a ser fácil escapar... Sinceramente, creo que no tenemos escapatoria.
A Yuusuke se le ocurrió la idea de usar manillas que afectaran negativamente a las artes divinas, pero aunque hicieran todo lo posible por capturarlos, no creía que pudieran sacarles información a unos agentes de élite. Probablemente preferirían suicidarse antes que hablar. Sus subordinados le dijeron que, si quería enfrentarse a ellos, no tendría más opción que derrotarlos. Con algunas dudas, finalmente aceptó que lo único que podía hacer era aniquilarlos para poder sobrevivir.
Primero cerró la puerta del almacén y la reforzó con personalización. Montó una trampa en el pasillo, en la entrada de su sala y debajo de las escaleras. Modificó el techo por donde estaba hueco para crear un mecanismo similar a un falso techo. Como esa zona ya estaba bajo tierra, no podía hacer un agujero profundo personalizando la piedra del suelo, así que optó por hacer caer el techo para acabar con el enemigo. El mecanismo funcionaba personalizando los pilares que sostenían el techo, que lo harían caer sobre los intrusos.
Los dos miembros de la Brigada de Viento avanzaron con cautela por el pasillo. Al ver que la puerta estaba cerrada, intuyeron que el enemigo se había atrincherado dentro. De inmediato, dejaron de intentar ocultar su presencia y pasaron a querer acorralarlos. Se habían estado escondiendo en el segundo piso y ahora se encontraban en una situación difícil, ya que no podían salir de la fortaleza, que tenía todos los accesos bloqueados. Sin embargo, recibieron instrucciones de buscar a la Patrulla del Dios Oscuro.
—No tiene sentido esconderse.
—Todavía quedan otros compañeros dentro del fuerte. Será mejor que nos rindamos y levantemos la restricción de la comunicación.
Se miraron en silencio mientras buscaban en la habitación, atentos a cualquier sonido. Justo cuando intentaban acercarse a las paredes a cada lado de la puerta, el suelo cedió bajo sus pies. Yuusuke había confirmado que los dos habían caído en el pozo y, al accionar los mecanismos, los pilares de soporte colapsaron, haciendo que el techo se viniera abajo. El horrible sonido de la carne aplastada y los gritos de muerte resonaron a su alrededor.
—¡¿Eh?! ¿Qué pasa? ¡¿Qué ha pasado?! ¡Responded!
El tercer miembro, postrado en las escaleras, alzó la voz al escuchar el grito de sus camaradas. Yusuke dudó por un momento, preguntándose si se trataba de una mujer, pero cuando sus subordinados lo miraron con firmeza, como diciéndole que no vacilara, se armó de valor. Decidió retirar los escalones de las escaleras y modificarlos para crear un tobogán. Los efectos de luz reflejaron la transformación.
—¡...!
De repente, los escalones desaparecieron de debajo de los pies de la persona que aún estaba en la parte de arriba. Perdió el equilibrio y se deslizó hacia abajo, cayendo sobre su trasero en el pasillo. Sin tiempo para reaccionar, cayó de bruces en el pozo. Un último bloque de piedra del techo se desplomó sobre ella, aplastándola antes de que pudiera emitir un solo grito.
—Ahora sí... Parece que ya no queda nadie.
Tras recibir el informe, Yuusuke llenó el foso y restauró el techo. Los tres cuerpos aplastados quedaron enterrados bajo el suelo de la fortaleza. No tenía claro si lo lamentaba de verdad, pero se dio cuenta de que había quitado tres vidas con sus propias manos, y una pesada sensación comenzó a crecer en su plexo.
Luego, dejó a Zaisha y Zhahid vigilando la entrada del sótano, mientras él, Vermeer, Hisotta y Hinke buscaban en el segundo piso. Confirmaron que ya no había nadie más allí. Había rastros de cuchillas de viento que habían cortado la entrada del pasillo, como si intentaran salir desde adentro.
«Pensándolo bien, podría averiguar más o menos la ubicación actual del enemigo con estos rastros.»
Mientras trataba de averiguar cómo usar su habilidad de personalización para esa nueva función, Yuusuke decidió investigar el sótano donde se encontraba la planta de tratamiento de aguas residuales que las dos supervivientes habían mencionado.
Descendieron al gran espacio al que habían entrado primero, la entrada principal del fuerte, y tomaron el pasillo de la izquierda. En ese lado había las habitaciones de los sirvientes y el baño. Al abrir la puerta de la sala con las escaleras, todos instintivamente se taparon la nariz con los dobladillos de sus ropas.
—¿Qué es esto?
—Es el olor de la muerte... Será mejor que Hisotta no baje.
Como solo iban a confirmar el estado de los cuerpos, dejaron a Hisotta vigilando en la puerta. Yuusuke, Vermeer y Hinke bajaron con máscaras improvisadas que Yuusuke confeccionó. Nadie quería inhalar el hedor de la muerte directamente.
Las escaleras que conducían al sótano estaban ennegrecidas por sangre seca. No había luz, pero la mano de Vermeer emitía un tenue brillo, lo justo para evitar que los gases putrefactos se inflamaran. Aunque la visibilidad era mínima, en este caso resultó ser una suerte, ya que ocultaba parcialmente la escena dantesca que se extendía ante ellos.
—Vaya, esto es terrible... No deberíamos quedarnos mucho tiempo aquí.
Frente a ellos, había una masa informe de carne descolorida. Ninguno de los cuerpos había conservado su forma original después de ser destrozados por las poderosas cuchillas de viento. De no ser por los restos de ropa, sería difícil imaginar que alguna vez habían sido humanos. Los cuerpos que yacían en el primer plano, con una apariencia relativamente más intacta, probablemente eran de aquellos que fueron asesinados al final, después de retirar los últimos cuerpos.
Tras confirmar que había víctimas, Yuusuke y su equipo abandonaron rápidamente la escena. No hubo tiempo para orar por las almas de los fallecidos. Subieron corriendo las escaleras y cerraron la puerta tras ellos en cuanto llegaron al pasillo. Hinke sopló con fuerza, dispersando el hedor de la muerte que se había acumulado en el aire alrededor del grupo.
—Bien hecho, capitán.
—¿Eh? ¿Qué?
—No vomitaré.
Yuusuke asintió, sin estar seguro de si eso era algo impresionante o simplemente un acto de pura resistencia. Mientras presionaba el área de su pecho para calmar una sensación creciente de malestar, pensó que él mismo debía estar insensibilizado de alguna forma. En lo más profundo de su mente, lejos de su conciencia, sintió una inquietante indulgencia por haber sobrevivido a costa de otros.
—Hagamos algo con los cuatro que están fuera.
Vermeer y Hinke intercambiaron miradas, mientras que Hisotta parpadeó, sorprendida, mirando al capitán.
De regreso en el sótano de la cocina, Yuusuke comenzó a mover los suministros de comida hacia la sala del pozo. Una vez allí, reforzó las paredes repetidamente hasta crear un refugio antiaéreo, sólido como un búnker nuclear, para garantizar la seguridad de todos incluso en caso de un ataque.
Después de reunir a todo el grupo en esa habitación fortificada, Yuusuke abrió el menú de personalización y empezó a trabajar.
—Hisotta.
—S-Sí.
—Diles a los caballos que huyan.
—¿Q-Qué?
Yuusuke no respondió de inmediato. Con calma, conectó una delgada tubería, a modo de chimenea, desde el subsuelo hasta la superficie. Luego, hizo que Hisotta enviara un mensaje a los caballos del carruaje con el que habían llegado al fuerte y que aún podrían estar en carca. La orden era clara: escapar y evitar quedar atrapados en lo que estaba a punto de ocurrir. Si todo salía bien, también podrían usarlos para el camino de regreso.
—Ya está, pero... No sé si lo habrán entendido.
—Está bien. No te preocupes, no será culpa tuya...
Fuera, el líder de la Brigada de Viento y varios de sus subordinados esperaban noticias del grupo que estaba dentro del fuerte. Cuando interceptaron el mensaje, trataron de descifrarlo. Parecía algún tipo de código, algo como: «Arre».
De repente, los caballos de los guardias, que habían estado deambulando inquietos por los alrededores, reaccionaron. Escucharon la voz de Hisotta y, sin previo aviso, salieron corriendo, llevándose el carruaje al que estaban atados.
—¿Será que enviaron el carruaje vacío de vuelta a la ciudad para pedir refuerzos...?
—¿Enviarlo vacío será un código con ese significado? Hmm...
—En cualquier caso, si los guardias de Fonkrank siguen vivos, eso significa que nuestro grupo probablemente haya fracasado.
El líder frunció el ceño. ¿Debía retirarse, dar por perdida la batalla y salvar a los que quedaban, o intentar atraer al enemigo de alguna manera? Mientras reflexionaba, una vibración inusual lo puso en alerta. Alzó la vista hacia el fuerte.
—¡Jefe, mire eso!
—¿Qué... es eso?
Toda la fortaleza se envolvió en un resplandor que se expandió rápidamente. Era el mismo efecto de luz que habían visto cuando la Patrulla del Dios Oscuro había huido hacia el interior. Poco después de aquello, las paredes del fuerte parecieron hacerse más robustas, como si una fuerza invisible las hubiera reforzado.
Desde el centro del fuerte surgió una línea de luz que se alzó hacia el cielo. La luz alcanzó una altura considerable antes de extenderse en forma de una nube brillante que iluminó todo el perímetro. Pero tras unos instantes, la oscuridad volvió, dejando tras de sí pequeñas partículas de luz que flotaban en el aire como si fueran luciérnagas.
—Esto no pinta nada bien...
De repente, un crujido resonó en el cielo, como si algo se estuviera rompiendo. Apareció una grieta en lo alto, y un silbido cortante recorrió el área. Los miembros de la Brigada de Viento se quedaron helados.
—No puede ser...
La nube luminosa se fragmentó en miles de piezas negras, que comenzaron a caer al suelo. Era una lluvia de bloques de piedra.
Un total de 52.000 fragmentos de la mitad superior de la estructura del Fuerte Gearhawk se desplomaron desde unos 100 metros de altura. Cada bloque, de unos 80 centímetros de largo y 40 de ancho, descendía con un estruendo ensordecedor.
No había refugio posible en los alrededores. Algunos intentaron escapar usando artes aéreas para impulsarse fuera del alcance. Otros trataron de interceptar los bloques con cuchillas de aire. Pero el esfuerzo fue en vano; la lluvia de piedra era implacable.
—¡Ahhhh!
—¡Jefe...! ¡Cuidado!
El líder, que se había refugiado cerca de la muralla para defenderse de las piedras que caían, fue golpeado directamente por un pedrolo y cayó al suelo. En el momento en que uno de sus subordinados dio un paso hacia adelante para correr hacia él, que había quedado atrapado bajo la pared, la piedra le atravesó la cabeza.
Uno de los miembros de la Brigada de Viento, revestido con una asistencia de movilidad, corrió entre los bloques de rocas angulares que habían comenzado a perforar el suelo, cuando una cuchilla de viento le cortó la pierna y cayó.
—¿Qué...? Me... habéis traicionado.
Esas fueron sus últimas palabras. Un sonido estrepitoso sacudió la tierra. El rugido de los bloques que caían ahogó el murmullo frío de alguien. El Fuerte Gearhawk quedó envuelto en una nube de polvo cada vez más alta.
Después de un rato, el área alrededor de la fortaleza medio destruida quedó en silencio. Lo único que se escuchaba eran los cascos de los caballos que tiraban del carruaje.
Sorry pero Really wcc y no LELL al menos avisen cuando va a salir el prox
ResponderEliminarWCC sale los martes, LELL los lunes.
EliminarPor favor revise el calendario. LELL sale los lunes si no salio este lunes saldrá el que viene, el resto de días ya están ocupados por otras series.
EliminarGracias por el cap :D
ResponderEliminarGracias por el Cap de WCC, a la espera del capitulo de LELL
ResponderEliminargracias por el cap
ResponderEliminarGracias por el capitulo! ~
ResponderEliminarSe an ganado mi confiansa
ResponderEliminarCon esto queda más que demostrado que no es un princeso ni un heroé blandengue evangelizador... me agrada.
ResponderEliminarGracias