¡PrinceScans!: WCC - Capítulo 17

Sobre los avisos que hemos recibido de que hay alguien que ha tomado la traducción de las series de Re:Monster y World Customize Creator (https://novelaligeras24.blogspot.com), simplemente no se preocupen. Él traduce por su cuenta y no ha robado nada nuestro (no como los de la otra vez XD).

Como sea, espero traer novedades la semana que viene, solo diré eso.

-Xeniaxen

Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)

World Customize Creator

Lista de capítulos

Traducido por: Xeniaxen

Al mediodía, como de costumbre, Yuusuke Tagami se pasó por la sala de descanso de los guardias de Fonkrank. Cuando la había visitado por primera vez, unos días antes, acompañado de la princesa Violet, la sala estaba en un estado tan ruinoso que parecía más bien un antro, pero ahora la habían arreglado y ya no tenía nada que envidiar a la sala de descanso de la Patrulla de Palacio en los pisos superiores. Aunque no pusieron adornos lujosos, a cambio la amueblaron con sofás y mesas especiales.

—¡Oh, aquí viene el capitán!

—¡Bienvenido, capitán Yuusuke!

Yuusuke levantó la mano para saludar a dos miembros de la Patrulla del Dios Oscuro.

—¡Hola, Hinke! ¡Hola, Zaisha! ¿Y los demás?

—Hisotta tiene el día libre y Vermeer está de patrulla.

Al parecer, Zhahid estaba entrenando por su cuenta. En la sala también había otros guardias pasando el rato. A diferencia de los guardias de palacio, que tendían a mantener cierta distancia de Yuusuke debido a los intereses y facciones dentro del palacio, ellos miembros no vacilaban al interactuar con él.

—Capitán, ¿puede darle un toque de sabor al vino rara?

—Perdone, se me rompió la lámpara... ¿podría arreglarla?

—¡Capitán! ¿Podría hacerme un sujetador con más push up?

Como si lo hubieran estado esperando, comenzaron a solicitarle cosas. Yuusuke bajaba con frecuencia a la sala de descanso para interactuar con sus subordinados. Con su habilidad [Creación Personalizada], les reparaba muebles de sus habitaciones, ajustaba el sabor de los vinos baratos que le traían y, de esta manera, iba profundizando su relación con ellos.

Su misión actual consistía en observar a las personas, escucharlas y luego transmitir toda esa información a la princesa Violet. Patrullaba a diario por la ciudad, donde escuchaba todo tipo de rumores y secretos. Desde historias espeluznantes, como la de que «a medida que la ciudad se expandía hacia arriba, en los antiguos barrios subterráneos habitaban los fantasmas de la familia real atrapados», hasta cotilleos como «¡alguien se lo ha hecho encima en lo alto de la torre de observación!». Había de todo: relatos interesantes, historias de lo más insólitas e incluso algunas bastante sospechosas.

—¿Hoy también irá a patrullar por la ciudad, capitán? ¡Ohhh, cuéntenos, cuéntenos!

—Sí, he estado cerca de la torre de observación estos días, así que hoy voy a cambiar de zona.

Yuusuke le lanzó un trozo de carne seca con un toque picante a Hinke, quien se lo había solicitado, mientras escuchaba los gritos entusiastas del grupo que bebía alegre. Luego, abandonó la sala de descanso rápidamente. Se había fijado en que Zaisha había pasado de estar sorprendida a enojada. Ya lo había regañado unas cuantas veces con la premisa de: «No es que sea demasiado tolerante, es que directamente promueve el desmadre».

—¡Capitán!

—¡Uaaahhh!

Yuusuke corrió por el pasillo a toda velocidad.

Una vez fuera del palacio, corrió hasta el distrito bajo sin carruaje, aprovechando los efectos del anillo de alta movilidad que había personalizado. El uniforme de la Patrulla del Dios Oscuro estaba diseñado con efectos especiales de protección, por lo que usaba anillos y brazaletes para cubrir otras características.

Con su capa ondeando, atravesó las calles de los distritos alto y medio como una bala, moviéndose con la agilidad de un usuario de artes aéreas. La figura del Héroe de Gearhawk ya comenzaba a convertirse en una especie de símbolo en la ciudad.

—Bueno, hoy voy a ir a ver la zona de la granja de morph.

Yuusuke comenzó a caminar hacia el noroeste de la ciudad, en dirección opuesta a la torre de observación. Como dato, la Fortaleza Gearhawk está al oeste de la capital, mientras que el pueblo de Rufk se encuentra al sureste. En el lado oeste se extiende una vasta granja donde se crían morphs, pero en los últimos años ha habido numerosos ataques de bestias salvajes y monstruos, que se cree que son obra del país vecino, Blue Garden. Debido a esto, se está planeando trasladar la granja a una zona más al norte o al este.

La granja es un buen lugar de trabajo para los desvalidos que viven en las afueras de la ciudad, ya que pueden ganarse la vida cuidando a los morphs. Por ello, muchos de los que no tienen permiso para entrar en la ciudad se agrupan en ese área.

Mientras caminaba por la calle oeste del distrito de clase baja, donde se encuentra el barrio de los desvalidos, Yuusuke se detuvo al ver un rostro familiar.

—¿Hisotta...?

No llevaba el uniforme, sino ropa de ciudad, y caminaba apresuradamente, con la cara medio oculta por la carga que llevaba en brazos. Yuusuke pensó: «Así parece una chica normal, no diría que es una guardia».

Distraída por su carga y la multitud, Hisotta pasó junto a Yuusuke sin darse cuenta y torció hacia un callejón que conducía al perímetro exterior de la ciudad. Intrigado por su destino, Yuusuke decidió seguirla.

Entraron en el barrio de desvalidos, que era una zona de chabolas. Se preguntaba qué haría Hisotta en un barrio así.

Los residentes del barrio, al ver a Yuusuke con su uniforme de guardia de palacio, se encerraban en sus casas o cambiaban de ruta, tratando de evitar su mirada. Por sus reacciones, el de pelo negro dedujo que, incluso en la periferia, nadie tenía una buena impresión de los guardias.

«Si reaccionan así, es posible que sea porque los guardias no actúan como deberían cuando hay un conflicto entre un usuario de artes divinas y un desvalido...»

Yuusuke pensó en preguntar al resto de guardias sobre los desvalidos, ya que rara vez le habían hablado de ellos, pero interrumpió sus pensamientos cuando vio a Hisotta entrar en una casa.

Durante el camino, algunas personas la saludaron de manera amigable. No parecía ser solo por cortesía, sino que había una clara cercanía entre ellos. Una mujer mayor del barrio la saludó, pero después bajó la mirada, evitó el contacto visual y se alejó con cautela, claramente incómoda, al pasar junto a Yuusuke.

—Hmm...

La casa en la que Hisotta había entrado era una modesta construcción de piedra y madera. Cuando Yuusuke llegó frente a la casa, escuchó voces en el interior.

—¿Ya te vas? Podrías quedarte un poco más, ¿no?

—Sí... Pero tengo que entrenar para la guardia... No quiero ser un lastre para mis compañeros.

Hisotta hablaba con algo más de fluidez de lo habitual. Al cruzar la tela de la puerta de la casa, vio a Yuusuke y dio un salto de sorpresa.

—¡Ahhh! ¡C-Ca...! ¡C-Capit...!

—Ah, eh... Hola.

—¿Q-Qué hace aquí?

—Bueno... Te vi por la ciudad y me pregunté adónde irías...

Yuusuke no quiso admitir que la había seguido y, algo incómodo, trató de eludir el asunto. Pero Hisotta lo interpretó de una manera diferente y comenzó a disculparse rápidamente.

—¡N-No es lo que parece! ¡No es que quiera ocultarlo! ¡Es que, si me descubren, podrían inhabilitarme y...! ¡Podría tener problemas!

—¡Tranquila, tranquila! No sé de qué estás hablando.

—¿Qué pasa, Hisotta?

En ese momento, se oyó una voz masculina diferente de las que se habían escuchado antes. Un joven de cabello blanco y algo corpulento, con vendas en la cabeza y el cuerpo, apareció tras la puerta de tela. Detrás de él, había un hombre y una mujer mayores con cara de preocupación. Todos eran desvalidos, tal y como podía verse por su cabello y ojos blancos.