WCC 87 + ¡CAPÍTULO 1 DEL MANGA!

Buenas, buenas~

Sí, hemos decidido editar el manga de esta serie, porque nos apetece (, porque nos aparecio un aguerrido limpiador. -MEG V) y porque la edición en español actual deja mucho que desear, no sé el esfuerzo que ponen en ella las personas que se encargan pero nosotros nos esforzaremos a hacer nuestra versión a nuestro ritmo.

Así que antes de dejarles con el capítulo de hoy, comparto el link a nuestro primer capítulo del manga. La versión que tomamos es la de los tomos en papel, por lo que hay algunas diferencias con respecto a las versiones que ya habrán visto. Estararemos retrasados con 10~15 capítulos ya que primero se publica su versión online en Alphapolis y no es hasta mucho después que se recopilan en tomos. Sip, eso quiere decir que nosotros no nos pondremos al día nunca :D 

World Customize Creator (manga)

Volumen 1 Capítulo 1

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Habrán podido ver estas últimas semanas que nuestro lector ya no funciona... Eso es debido a un cambio en el sistema que usábamos para alojar imágenes. Estamos trabajando en que puedan seguir leyendo nuestro trabajo. En esta serie, por el momento vamos a usar el lector de Batoto para publicar los capítulos.

¡Disfruten de la lectura!

-Xeniaxen

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Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)

World Customize Creator

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Traducido por: Xeniaxen

87

Con la llegada del mes de viento de Hilgnar, había muy pocas horas de sol, marcando el preludio de la estación nocturna sobre la tierra de Kaltcio.

En la ciudad de Sanc Adiet, la noticia sobre la partida del escuadrón especial de caza de bestias modificadas comenzaba a extenderse entre la población con una velocidad inusual, ya que ciertas esferas estaban impulsando intencionadamente su difusión.

Mientras tanto, una multitud ansiosa por ver un extraño vehículo se había congregado frente a la plaza de la torre de observación, en el distrito de clase baja.

—¿Estás listo, Sorzak?

—Cuando quiera.

Yuusuke y Sorzak estaban a punto de poner en funcionamiento un prototipo de tren. Otros miembros de la Patrulla del Dios Oscuro y sus subordinados también se habían reunido para ayudar, y, como era de esperar, Violet había acudido de incógnito para observar, escoltada por la Patrulla de Fuego.

Cuando Yuusuke le explicó en su momento que se trataba de algo similar a los vagones de las minas, ella no mostró demasiado interés. Aun así, el vehículo que tenía ante sus ojos era de las dimensiones de varios carruajes unidos, lo que le daba una presencia imponente.

En un principio, Yuusuke había planeado hacerlo funcionar sobre raíles. No obstante, la necesidad de tender de nuevo las vías con cada expansión de la ciudad y el riesgo de que los carruajes o los peatones las invadieran lo hicieron desistir de la idea. Al final, decidió desarrollar antes la atracción similar a una montaña rusa que le había prometido a la princesa.

El prototipo de tren medía seis metros de largo por dos de ancho y contaba con diez ruedas. Era un solo vagón, con diez asientos para pasajeros y un puesto de conducción. Tenía ocho motores mecánicos, lo que le permitía alcanzar una velocidad de hasta veinte kilómetros por hora.

Con una carrocería que lo cubría entero, inspirada en los tranvías, lo había modificado para que se pudiera conducir mediante un volante en lugar de seguir una vía fija. El resultado fue algo más cercano a un autobús que a un tren. (Xeniaxen: Aquí en Catalunya tenemos un vehículo que se llama "carrilet" o trenecito, que creo que vendría a ser esto.) La idea era convertirlo en un medio de transporte accesible que conectara las puertas de los distritos, las entradas y salidas de la ciudad, la zona de cultivos, los mercados, las áreas residenciales y los puntos más céntricos.

Si bien en Sanc Adiet ya existía un sistema de carruajes compartidos, su tarifa era bastante elevada, lo que hacía que los ciudadanos comunes del distrito de clase baja apenas los usaran. Al mismo tiempo, los más pudientes contaban con sus propios carruajes, por lo que el sistema tenía un uso muy limitado. El objetivo de Yuusuke era que este tren se convirtiera en un medio de transporte asequible para la población general, ampliando su rango de movilidad y contribuyendo a la revitalización de la ciudad.

—Bien. Empecemos.

A la señal de Yuusuke, Sorzak activó los motores, sentado en el puesto de conducción. La carrocería tembló un instante antes de comenzar a avanzar lentamente. Hacía un peculiar sonido mecánico, un zumbido profundo. Fascinada por aquel ruido desconocido, la multitud aguzó el oído con curiosidad.

A medida que Sorzak subía de marcha en la caja de cambios de tres velocidades, el tren iba ganando rapidez. Los espectadores rompieron en vítores y murmullos de asombro al ver aquel extraño vehículo moverse a la velocidad de un carruaje sin necesidad de caballos.

El prototipo dio dos vueltas alrededor de la torre de observación antes de regresar lentamente a su punto de partida. La primera prueba había sido todo un éxito.

—Ha ido mejor de lo que esperaba. ¿Qué tal en las curvas?

—Giraba con bastante naturalidad. No creo que haya riesgo de que vuelque.

El siguiente paso era probar el tren con pasajeros a bordo para evaluar la estabilidad y el comportamiento del chasis. Un mayor peso probablemente aumentaría la estabilidad, pero también incrementaría la inercia, lo que podría hacer que el vehículo volcara al girar. Además, había muchas otras variables que solo podrían comprobarse con pruebas reales, como la carga que soportaban el chasis, las ruedas y los ejes durante la aceleración, la frenada y la parada.

—Bien. Empecemos con diez pasajeros de golpe. Los que van a subir serán...

—¡Yo subiré! ¡Quiero ser la primera en subir!

—Negativo. Hasta que no se demuestre que es seguro, tendrás que esperar.

—¡¿Eeeeh?!

Violet había estado conteniendo las ganas de subirse al tren desde que lo vio, pero Yuusuke la rechazó sin dudar, haciendo que ella inflara las mejillas con frustración.

Si se tratara de un pequeño vehículo, como un kart, un choque o una mala caída no representarían un peligro grave. Sin embargo, un vehículo de estas dimensiones podía causar daños considerables en caso de accidente. Aunque solo fuera de forma teórica, Yuusuke conocía bien el peligro de los accidentes de automóvil, por lo que decidió proceder con cautela.

Así, realizaron múltiples pruebas. Primero, con el número de pasajeros previsto, que incluía a varios miembros de la Patrulla del Dios Oscuro y otros guardias. Luego, con sobrepeso, para comprobar en qué aspectos se veía afectado el tren. Tras realizar algunos ajustes en la resistencia de las ruedas, dieron por terminadas las pruebas y definieron las especificaciones del modelo final para su producción en serie.

—Ahora solo falta contratar conductores y esperar la autorización del rey para que opere por la ciudad.

—Sanc Adiet es grande, seguro que habrá mucha demanda.

Un Yuusuke satisfecho con los resultados y un Sorzak esperanzado en la rentabilidad del proyecto compartían la sensación de que este vehículo tenía futuro. Por el momento, solo podía circular sobre adoquines bien pavimentados, pero creían que podrían lograr que se desplazara sin problemas incluso en caminos más irregulares.

Si querían establecerlo como un medio de transporte público, tendrían que contratar conductores, mecánicos, taquilleros y coordinadores, además de organizar un sistema de gestión adecuado. Planeaban encontrar a alguien capaz de liderar el proyecto a través de los contactos de Rasanaasha.

—Bien. Con esto damos por finalizado el día. Buen trabajo a todos.

Los guardias volvieron a sus tareas habituales. La multitud que se había congregado en la plaza comenzó a dispersarse. Algunos, interesados en el funcionamiento del vehículo, se quedaron a curiosear, mientras que otros se dirigieron al mercado o regresaron a sus ocupaciones.

—Nosotros volveremos al palacio. ¿Qué hará usted, capitán? —preguntó Vermeer, ya subido al carruaje de la guardia.

—Yo regresaré con esto —Yuusuke señaló el prototipo de tren antes de desviar la mirada hacia otro lado.

Allí, rodeada por su escolta de la Patrulla de Fuego, la princesa lo miraba fijamente con ojos brillantes, como si le estuviera rogando con la mirada que la dejara subir.

—Entendido.

Vermeer sonrió con complicidad y, tras dar un leve tirón a las riendas, puso en marcha el carruaje.

De regreso al palacio, avanzaron tranquilamente a bordo del prototipo de tren. Sorzak lo conducía, mientras que Yuusuke estaba sentado en los asientos de pasajeros junto a Sun, Violet y Krielov. Detrás de ellos, un carruaje de la guardia con miembros de la Patrulla de Fuego como escolta los seguía de cerca.

—Hmm... Es un poco lento, pero tiene un aire distinto a los carruajes. Es interesante.

—También se podría usar para hacer recorridos turísticos por la ciudad.

Violet observaba el paisaje urbano por la ventanilla mientras el atardecer comenzaba a teñir el cielo, conversando con Sun.

Un asiento más atrás, Yuusuke y Krielov intercambiaban opiniones sobre la situación actual. El tema más relevante era la actividad de la unidad especial de exterminio que había partido recientemente en misión.

—Esta mañana recibimos el aviso de que han llegado a la ciudad portuaria. Se espera que comiencen sus operaciones en un par de días.

—Se han dado bastante prisa... ¿Podrán coordinarse bien con las fuerzas locales?

—No, parece que planean actuar por su cuenta. Seguramente quieren obtener resultados cuanto antes.

Yuusuke frunció el ceño, sin entender por qué habían optado por un método tan arriesgado. También con gesto serio, Krielov mencionó en voz baja que el grupo tenía detrás a la facción contraria a la Patrulla del Dios Oscuro, y que esta se estaba empezando a mover discretamente en el interior del palacio.

—Todavía hay muchas figuras influyentes que se resisten a reconocer tu posición. Quienes han servido en la corte durante años y han alcanzado su estatus con esfuerzo siguen aferrándose a la jerarquía y el linaje.

—Bueno, es comprensible...

Esos veteranos habían dedicado su vida a servir al palacio y la familia real, logrando su posición tras años de esfuerzo. En cambio, Yuusuke no era más que un extraño que, gracias a la simpatía de la princesa Violet, habían acogido en la corte y había escalado rápidamente a la categoría de héroe. Para muchos, no era más que un advenedizo afortunado.

—Desde su punto de vista, es normal que no les haga gracia.

—Si al menos Zeshald hubiera podido ser tu mentor, la situación sería distinta...

Cuando Yuusuke llegó a este mundo, Fonkrank estaba en plena guerra con Blue Garden. Zeshald partió en una misión secreta, y fingía estar distanciado del Rey Esvobus para atraer al enemigo. En esa situación, no había forma de que pudiera haber sido presentado como su protector.

Y tras completar Zeshald su misión secreta, la Patrulla del Dios Oscuro y Yuusuke ya gozaban de gran reconocimiento en todo el país. Si en ese momento se hubiera presentado como su mentor, muchos habrían interpretado que simplemente se intentaba justificar su estatus, lo que habría sido contraproducente. El momento no había sido el adecuado.

En cualquier caso, el joven oscuro no tenía intención de involucrarse en política. Su objetivo era contribuir a la sociedad con inventos como el prototipo de tren y llevar una vida tranquila. Si la unidad especial de exterminio conseguía méritos y eso ayudaba a calmar a la facción, no tenía inconveniente en colaborar con ellos.

—Oye, y lo de que la reina de Blue Garden está impulsando algunas negociaciones importantes, ¿cómo va?

—Esa información solo la conocen el rey y un reducido grupo de consejeros...

—Ah, sí, lo sé. Me lo contó Reifold. Es un asunto confidencial, pero me dijo que contigo podía hablarlo.

—¿Reifold, eh...? Bueno, es cierto que el rey está valorando esa propuesta. Pero el verdadero problema sigue siendo Gazetta.

¿Podría un país de desvalidos convivir con las naciones gobernadas por usuarios de artes divinas? Dependiendo de la postura de Gazetta, no solo peligraba la realización del plan de la Confederación de los Cinco Clanes, sino que también se vería afectada la estructura social basada en la Fe en los Cuatro Grandes Dioses.

Si Gazetta optaba por la confrontación, la brecha se haría aún más evidente. En ese caso, Fonkrank no abandonaría la Fe en los Cuatro Grandes Dioses. Eso agudizaría las diferencias en las políticas sociales entre los países que seguían la doctrina y los que no, complicando la relación entre Fonkrank y Blue Garden.

Por su parte, Trent Rietta, que compartía frontera con Gazetta y los consideraba una amenaza, fortalecería su alianza con Fonkrank para mantener el sistema de clases vigente, lo que lo pondría contra a Blue Garden.

A diferencia de la época en la que Noscentes aún existía, ahora Gazetta era una gran potencia, solo por detrás de Fonkrank. Dado que la Reina Rishause defendía el principio de igualdad entre las cinco razas, no era descabellado pensar que Blue Garden y Gazetta podrían aliarse. Si eso ocurría, el conflicto se extendería inevitablemente.

—Ojalá Shinja se conformara con su territorio actual...

—Dudo mucho que lo haga, con lo ambicioso que es.

Mientras Violet y Sun charlaban alegremente, Yuusuke y Krielov siguieron conversando sobre temas más serios hasta que el prototipo de tren llegó al palacio.

Unos días después de las pruebas del tren, Yuusuke tenía que presentar al gobierno los documentos con la propuesta de negocio para el transporte público. Se le había ocurrido utilizar lámparas green para los faros y la iluminación interior. Para saber si era viable conseguir el musgo solar necesario, visitó a Raazsha en el laboratorio de su propia casa.

—Hola. Vengo a echar un vistazo.

—Oh. Hola, Yuusuke.

—Vaya, qué sorpresa verte por aquí.

En el laboratorio subterráneo, Raazsha estaba acompañada de Rasanaasha. Como ella solía ayudarla después de que Yuusuke y Sun partieran hacia el palacio, no era habitual que coincidieran.

—Llegas justo a tiempo. En realidad, quiero comentarte un asunto...

—Déjame adivinar, ¿no son buenas noticias?

—No. Bastante malas, de hecho.

Yuusuke se encogió de hombros y tomó asiento frente a ellas, con la mesa de trabajo entre medias.

De lo que Rasanaasha quería hablar estaba relacionado con la facción contraria a la Patrulla del Dios Oscuro, algo que Krielov también le había mencionado recientemente. Según él, hasta el momento solo se había confirmado la existencia de dicho grupo, pero aún no se conocían los detalles sobre su estructura.

—Parece que quien los lidera es el marqués Volard de la familia Ivor.

—Vaya, sí que estás bien informada.

—Bueno, la red de contactos de Nasha abarca desde los burócratas del palacio hasta los vagabundos de los callejones...

Tal como decía Raazsha, la red de información de Rasanaasha era extremadamente variada. Había nobles con quienes tenía relación personal, así como sirvientes y cantarinas que trabajaban en la clandestinidad. En determinadas zonas, su capacidad de recolección de información incluso superaba la de Reifold.

La familia Ivor, un linaje con una influencia a la que solo le hacía sombra la familia Vuolasche de Hivodir. Tenía una gran presencia en la corte. Si bien no solían oponerse abiertamente al rey, cuando estaban en desacuerdo con sus políticas, utilizaban sus múltiples alianzas para ejercer presión.

—Vaya, parece que el tipo sabe moverse bien.

A diferencia de la facción de la familia Vuolasche, compuesta principalmente por miembros de la guardia de palacio y de la alta nobleza, la familia Ivor también reclutaba a aristócratas menores sin mucho poder.

Así, a través de influencias y favores, Volard había conseguido colocar a personas de su confianza en prácticamente todos los departamentos del palacio.

—Se rumorea que la orden de ocultar información sobre Sun a los sirvientes de su mansión también vino de él —añadió Rasanaasha.

—Vale. Entiendo que él es nuestro enemigo —afirmó Yuusuke.

—¡Qué rápido! —exageró Raazsha.

—¿Piensas enfrentarte a un marqués? —preguntó Rasanaasha, arqueando una ceja.

—Era broma —culminó Yuusuke con una sonrisa enigmática.

Al ver ese intercambio entre ambos, Raazsha hizo un puchero fingido. Si la conversación seguía con un tono sombrío, el ambiente se volvería cada vez más pesado, así que los tres jugaron con el lenguaje y las expresiones para aligerarlo un poco. Ellas eran expertas en leer el estado de ánimo de los demás, así que este tipo de gestos les salían casi automáticos.

—En todo caso, parece que hemos llamado la atención de alguien bastante molesto...

—¿Y si vas de frente y lo declaras oficialmente tu enemigo? Con el efecto del Dios Oscuro, tal vez acabe reculando —sugirió Raazsha.

—No —Yuusuke lo meditó con los brazos cruzados—, eso desataría un desastre. Si alguien de su posición cae, podría tambalear todo el país. Además, según tú, ¿qué es el "efecto del Dios Oscuro"?

—Por lo visto, los hombres de Hivodir están trabajando para persuadir a algunos miembros de la facción de Volard y alejarlos de él.

La cantidad de información que manejaba Rasanaasha era impresionante. Mientras la escuchaba, Yuusuke intentaba dar con la manera de dejar de estar en la lista de indeseables del marqués. Si la unidad especial de exterminio lograba algún mérito significativo, tal vez eso bastaría para calmar un poco los ánimos y evitar problemas a corto plazo.

—Qué estrategia más pasiva... Aunque, bueno, es muy propia de ti, Yuusuke.

—Soy pacifista.

—¿Eh?

—¿Qué?

Rasanaasha y Raazsha lo miraron con incredulidad, dejando a Yuusuke un poco desanimado.

—Me siento acosado, ¿me estáis acosando?

—¡Ja, ja, ja, ja! Ya, lo siento. No te pongas así.

—Je, je. Lo siento, Yuusuke.

Las risas resonaban en el laboratorio subterráneo de la mansión mientras la luz anaranjada del atardecer se filtraba a través de los cristales. Desde fuera, cualquiera diría que el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro simplemente estaba coqueteando con dos bellezas.

Fue en ese momento cuando Zhafis, el mayordomo jefe, apareció para entregar un mensaje urgente del palacio.

—Por favor, debe darse prisa. He preparado un carruaje.

—Ah, gracias... Pero, ¿qué ha pasado de repente?

—Parece que hace unos momentos llegó un informe... La unidad especial de exterminio ha sido aniquilada.

—¿Qué...? No puede ser...

—Le informarán con más detalle en el palacio —respondió Zhafis mientras cerraba la puerta del carruaje con una leve inclinación de cabeza.

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