Regla compartida 'E': "Ya sea que esté retirado o no, un Caballero Sol siempre será un Caballero Sol, así que respétalo desde el fondo de tu corazón… o escóndete de él"

Nube, en su rinconcito
Por Neko Kreus.

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Novela original en chino por: 御我 (Yu Wo)
⸶La Leyenda del Caballero Sol⸷

Libro 5: La Liche Inmortal, Parte 1

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 Regla compartida 'E' 

de los Doce Caballeros Santos:

"Ya sea que esté retirado o no, un Caballero Sol siempre será un Caballero Sol, así que respétalo desde el fondo de tu corazón… o escóndete de él"

Nube estaba en su propio pequeño cielo en silencio, el cual era detrás del mostrador de la biblioteca. Aunque no era tan secreto como un armario o un gabinete de libros, seguía siendo un lugar pacífico y por lo tanto aceptable. Sin embargo, hoy era un día un poco especial…

“Capitán Caballero Tierra.”

Se escuchaba nuevamente los saludos de los caballeros santos hacia sus superiores desde afuera. Hoy había sido un día muy extraño, un buen número de los Doce Caballeros Santos, quienes raramente pisan la biblioteca, habían venido uno tras otro. El primero había sido Tormenta. El momento en el que entró le preguntó cuál de los gabinetes era el más cómodo para esconderse. Cuando Nube apuntó cuál era, Tormenta de verdad se metió en el gabinete junto con una pila de documentos para esconderse.

“¡Nube! ¡Nube!”

Nube silenciosamente bajó su libro de “Aleja a la Mala Suerte con el Poder de la Adivinación” y se paró desde detrás del mostrador.

“Nube, rá-rápido dime, ¿cu-cuál gabinete es el más cómodo para esconderse?” Tierra tartamudeó.

Nube miró al Capitán Caballero Tierra. Luego pensó que su tartamudeo sonaba especialmente real el día de hoy. “El mejor ya está ocupado por el Capitán Caballero Tormenta.”

“¡Tch! Así que Tormenta también corrió aquí para esconderse.  ¡Con razón ‘él’ vino por mí!” La cara de Tierra se frunció con enojo antes de rápidamente decir, “Entonces dime cuál es el segundo mejor.”

“El segundo mejor ya está ocupado por el Capitán Caballero Piedra.”

“…¿Cuántas personas están escondidas aquí exactamente?”

Él comenzó a contar cuidadosamente, “Tormenta, Piedra, Metal, Hoja…”

Sin esperar a que termine, Tierra rugió, “¡Así que todos están escondidos aquí! Con razón no sabía a dónde se habían ido todos…”

En ese momento, se escucharon pasos del pasillo. La expresión de Tierra cambió de forma drástica. Frenéticamente dijo, “¡Olvídalo, olvídalo, rápido muéstrame un gabinete en el que nadie se esté escondiendo!”

Nube pensó por un momento y luego apuntó a un muy estrecho armario de limpieza que se encontraba en una esquina. Aunque Tierra tenía una expresión que decía que odiaba ese lugar, igualmente se resignó y corrió a esconderse en ese armario lleno de polvo y telarañas.

“¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué no hay nadie?”

Cuando ese regaño terminó, la biblioteca quedó en silencio absoluto. Incluso Nube, aunque se sentía un poco nervioso, no “apareció”  porque nadie había llamado su nombre.

“¡Neo!” Se escuchó otra voz. Nube reconoció que esa suave voz le pertenecía a ese elfo oscuro. “Deja de buscarlos. Todos se están escondiendo de ti.”

“¿Se esconden de mí?” Neo resopló y dijo de mal humor, “¡Entonces será mejor que no dejen que encuentre a ninguno! Solo quería que escojan entre pelear o beber contra mí. ¿Es tan difícil? ¡Solo tengo una mano!”

Incluso si no tuvieras ambas manos, seguirías siendo aterradoramente fuerte… Los caballeros santos presentes bajaron sus cabezas y fingieron leer sus libros muy seriamente.

Neo miró por todos lados y preguntó, “¿Alguno de los Doce Caballeros Santos está aquí?”

Todos los caballeros santos presentes miraron a Neo. Aunque todos sabían en cuál gabinete o armario se escondía tal persona, no se atrevieron a decir ni una sola palabra. Aunque la impresión de asombro y miedo que dejó el previo Caballero Sol seguía presente, provocar la ira de los Doce Caballeros Santos actuales no sería bueno para su futuro tampoco.

“¿Así que nadie me va a responder?” Los ojos de Neo se entrecerraron peligrosamente.

En ese momento, Nube apareció lentamente y respondió, “Aquí hay uno.”

Neo rápidamente se dio la vuelta, y lo revisó de pies a cabeza, luego frunció el ceño y dijo, “¿Caballero Nube? No, no, ustedes los Caballeros Nubes tienen movimientos de pie muy extraños, incluso si te buscara por medio día no sabría en qué dirección tendría que agitar mi espada. ¡Sería muy problemático y ese tipo de batallas no son para nada emocionantes!”

“¿Entonces por qué no buscas al Caballero Juicio?” Alstier preguntó, lucía como si no pudiera comprender, “Él no se está escondiendo de ti. ¿Acaso no acaba de pasar por nuestro lado cuando estábamos andando por el pasillo?”

“¡Definitivamente no! El Previo Caballero Juicio, Chasel, vive en la Ciudad Capullo. Tengo miedo que me vaya a acusar con Chasel.”

“…”

“Creus también escapó a quién sabe dónde, ¡ese chico es un desleal!” Neo dijo enfurecido, “Yo lo he cuidado por diez años. ¿Acaso pedirle que beba conmigo un poquito es algo que pondría en riesgo su vida? ¡¿Quién le dijo que apestara tanto usando la espada que no puede tener un duelo conmigo?!”

“Ya te ha acompañado para beber por tres días.” Alstier dijo impotentemente.

“¡Eso es!” Neo de repente y muy emocionado le preguntó a Nube, “Muchacho, ¿sabes beber?”

Nube sacudió su cabeza y respondió con honestidad, “Nunca he bebido alcohol.”

“¿Nunca te has emborrachado? ¡¿Acaso siquiera eres hombre?!” Neo rugió, “Hasta aquí llega mi paciencia. ¡Ya no me importa! A todos los presentes, vayan y traigan a uno de los Doce Caballeros Santos ante mí,  ¡o si no ustedes serán quienes tendrán que pelear y beber en su lugar!”

Todos los caballeros reales reaccionaron al mismo tiempo y apuntaron a varios gabinetes y armarios. Uno incluso apuntó a Nube. Una vez que terminaron de apuntar, de inmediato todos escaparon de la biblioteca temiendo la venganza futura de los Doce Caballeros Santos actuales.

“Ese chico que apuntó al Caballero Nube,” Neo le ordenó a Alstier. “Ayúdame recordando su apariencia. ¿Acaso piensa que lo dejaré en paz con solo apuntar al Caballero Nube? ¡Jum!”

“A todos aquellos dentro de los gabinetes y los armarios, ¿quieren salir por su cuenta o quieren esperar a que yo venga a sacarlos personalmente?” Dijo Neo con una voz fría y potente a la biblioteca aparentemente vacía.

Uno por uno los Doce Caballeros Santos salieron de sus escondites sin poder hacer nada más y se pusieron en fila como un grupo de buenos alumnos en frente de su maestro. Neo dijo fríamente, “¡Vengan conmigo! ¡Intenten escapar de nuevo si se atreven!”

Con Neo detrás de ellos, todos salieron de la biblioteca. Cuando todos ya se habían ido, la biblioteca nuevamente recuperó su ambiente de paz. Nube en silencio se puso de cuclillas y regresó a su pequeño y perfecto cielo… ¡No! Hoy, este cielito no era tan perfecto.

“¿Eh? ¡Esta cosa rojiza resultó ser muy deliciosa! ¡Oh, en realidad es jugo a base de ciruelo rojo! Incluso tiene aroma a rosas, ciruelo rojo y rosa, con razón es tan rojo. Yo antes pensaba que era sangre fresca o algo así…”

El Caballero Sol estaba sentado en el piso cruzando las piernas mientras sostenía un libro de “Activa tu Suerte en el Amor” en sus manos. Sorbió el jugo, giró su cabeza y preguntó sonriendo, “¿Puedo tomar esto?”

Ya te lo estás tomando. Nube silenciosamente asintió.

No estaba en los gabinetes, ni tampoco en los armarios, el Caballero Sol estaba al lado de él bebiendo su jugo. Este cielito de verdad no era tan perfecto hoy. Sin embargo, como los otros Doce Caballeros Santos tenían un futuro mucho más triste, este pequeño cielo sí podía ser considerado perfecto el día de hoy. Nube pensaba sobre eso muy feliz.

“Pero…” El Caballero Sol dijo furiosamente mientras bebía, “¡Alguien osó revelar mi escondite! Nube, recuerdas el rostro de ese tipo, ¿verdad?”

Nube asintió la cabeza.

“Muy bien.” El Caballero Sol se rio fríamente.

Nube continuó leyendo en silencio su libro de “Aleja a la Mala Suerte con el Poder de la Adivinación” como si no escuchara ninguno de los gritos de “¡Ex Caballero Sol, por favor déjeme ir! ¡Ni siquiera puedo derrotar a uno de sus dedos!” y “¡De verdad ya no puedo beber más, mi estómago va a explotar!” que venían desde afuera de la biblioteca.

Mirando su libro de “Aleja la Mala Suerte con el Poder de la Adivinación”, Nube pensaba. ¿Tal vez debería prestarle este libro a la persona que ha provocado la ira del actual y previo Caballero Sol?

Sin embargo, dejó de pensar eso el segundo siguiente.

Para alguien que de hecho se ha atrevido a vender al actual Caballero Sol, un libro sería inútil. Solo con tener otra cabeza podría evitar la mala suerte.

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Traducido al español por: Ishtar

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