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Esto tardará unos días ya que son muchos capítulos. Por favor, esperen pacientemente. –PrinceScans

viernes, 25 de marzo de 2022

Re:Monster - 461




Hola, hola~ Si nos siguen en Twitter ya habrán visto que esta semana recomendé una página amiga donde leer otras novelas traducidas: https://novelaligera4fan.com/. Resulta que conocí a su admin y me pareció una persona digna de respetar, así que ahí la tienen. Espero que eso les compense la lentitud con la que avanza Re:Monster... TT_TT

En cuanto al capítulo de hoy, bastante divertido. Disfruten de la lectura.


-Xeniaxen



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Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune) 

Re:Monster


Traducción: Xeniaxen



Día 461


El jefe de la Familia Portgas era un escarabajo ciempiés.

Tenía un torso humano, de tres metros de altura, envuelto en un duro exoesqueleto de color rojo púrpura, tan grueso como un culturista o un luchador profesional. El color de su cabeza era ligeramente diferente, de un rojo más vivo. Tenía unas antenas gruesas y largas que no solo le servían para interpretar su entorno, sino como látigos mortales para golpear a sus enemigos. Además, con sus grandes colmillos de color rojo oscuro, inyectaba un veneno letal en sus presas. La cola era parecida a la de un ciempiés, se le extendía unos cinco metros desde su espalda. En ella le crecían innumerables patas de un color amarillento y la punta era afilada como una estaca. Llevaba la mayoría de patas dobladas, envolviéndole el cuerpo como una armadura, pero en batalla seguro que las usaría para contener al enemigo.

Sus movimientos eran rápidos. Y su habilidad con los brazos humanos y la lanza espiral tampoco podía subestimarse. Además, actuaba con astucia. Parecía haber organizado a todos sus aliados a la perfección. Había cometido muchas fechorías, y tenía muchos enemigos, pero los había sometido y derrotado a todos.

Sin embargo, nuestra fuerza era aún más irrazonable. Fue Minokichi quien se enfrentó a Portgas, que salió a interceptar a los asaltantes. Su lanza espiral no pudo perforar el escudo del minotauro, que cortó con su hacha al ciempiés mientras intentaba un ataque por su punto ciego. De la mitad que quedó, el ciempiés se regeneró como una lagartija. Pero la situación lo superaba. La batalla se prolongó un poco debido a la vitalidad de Portgas, pero terminó antes de que Kanami y los demás aniquilaran a los otros miembros.

Le cortamos todas las extremidades al ciempiés y lo decapitamos.

Me impresionó la perseverancia de Portgas que, incluso sin cuerpo, se arrastró usando sus antenas y llegó a morder la pierna de Minokichi. Lo sorprendió, pero sus colmillos envenenados no pudieron traspasar el pelaje, la gruesa piel y los músculos de mi amigo. Expulsó una pequeña cantidad de veneno mortal apretando los gemelos y del restante se curó de forma natural en pocos segundos.

Mientras comentaba con Minokichi lo respetable que fue esa última acción de Portgas, me comí el torso. La cabeza no, para poder mostrarla y verificar su identidad. También me comí a otros de su grupo, pero desgraciadamente no aprendí nada.

A pesar de eso, al haber derrotado a la Familia Portgas, nos quedamos con todo el botín que tenían almacenado en la base.

Luego volvimos para demostrar nuestra valía. La contribución había sido mayor de lo que esperaba, pero nos asignaron la siguiente presa para continuar cazando.

Al habernos cargado a la organización al mando, la Familia Portgas, lo más probable es que otras organizaciones secundarias quieran hacerse con el poder ahora. Puede que hayamos dado inicio a una guerra territorial.

Nos dieron esta información de forma confidencial, para no alarmar a la población. Como desencadenantes de la situación, debíamos arreglarlo asegurando el mínimo impacto en el resto de vecinos. El primer paso era deshacernos de las organizaciones más pequeñas, así la escala de la agitación se reduciría.

Partiendo de esta premisa, nos dispusimos a actuar. Lo haríamos cada uno por separado y nos comunicaríamos a través de los pendientes.

Yo iba solo. Kanami y Pelirroja formaron un grupo. Se movían rápidamente, con sed de sangre. Minokichi y Asue también actuarían juntos. Iban a por una organización pequeña pero muy fuerte. El Héroe de la Cocina y mis hijos siguieron unidos, con Herrera protegiéndoles, pero haciendo turismo.

Herrera no participaría en la batalla esta vez, tenía una labor más importante. No es que no confíe en ellos, pero los demás somos más fuertes. Registraremos nuestra contribución como grupo, y así podrán bajar al cuarto y quinto nivel con nosotros. Naturalmente, el grado de contribución requerida es proporcional al tamaño del grupo. Hay que multiplicar lo que nos pidieron inicialmente por todos nosotros. Por eso, lo más eficiente es que el resto de nosotros nos encarguemos de contribuir.

A eso nos dedicaríamos hoy. A buscar organizaciones delincuentes y subyugarlas.

Y vaya si lo hicimos. Yo entregué a la organización Teslan Villains, que se dedicaba a vender drogas mágicas ilegales, así como las preciadas cabezas de Forfeit Tres Cortes, el Niño Garbage y el Déspota del Colapso.

Los Teslan Villains eran una organización mediana. No eran muchos ni eran muy fuertes, pero tenían muy buenas conexiones en el exterior y en el subsuelo. Prepararon escuadrones suicidas drogados, que pretendían inmolarse activando una bomba al verme. He de reconocer que eso fue una piedra en el camino, pero al estar alejados de la ciudad subterránea Grandbadass, al igual que la Familia Portgas, para esconder las mercancías y cultivos ilegales, no puse en peligro a la población. Entré por la puerta principal y los maté a todos sigilosamente sin que me vieran.

Forfeit Tres Cortes era un espadachín asesino a quien le gustaba cortar a sus víctimas en tres partes. El siguiente, el Niño Garbage, era un hombre sanguijuela que acechaba a niños para succionar sus fluidos corporales. Finalmente, el Déspota del Colapso asaltaba las minas para matar en masa. Todos se movían por un par de zonas concretas, así que fue fácil dar con ellos.

Descubrí que no les movía solo la satisfacción de matar, sino que se ganaban la vida como sicarios. Hay que saber por dónde moverse para recopilar este tipo de información. Y en eso soy un experto.

Usé mi lanza carmesí para cortar en tres a Forfeit Tres Cortes, igual que él hacía, luego me cargué a la sanguijuela, el Niño Garbage, y terminé enterrando vivo al Déspota del Colapso. No sé por qué lo hice, desenterrarlo luego fue un coñazo, así que no creo que vuelva a hacer algo así.

Dado que eran tres individuos bastante peligrosos, sumamos una buena cantidad de contribución y nos dieron una gran recompensa en metálico.

Kanami y Pelirroja, que tienen un instinto infalible para descubrir enemigos, siguieron mis indicaciones y trajeron de vuelta la cabeza del Loco Goodbaddy, el Bandido Hipnótico y el Demonio Encantador Gunia.

Goodbaddy era un pez tritón de aguas profundas que hacía enloquecer a sus enemigos combinando la magia con la narración de historias. Tenía un ejército de creyentes entusiastas. El Bandido Hipnótico era un demonio minero que utilizaba su propio caparazón, hecho de un mineral especial, para hipnotizar a sus víctimas. Usaba a civiles como esclavos. Y el Demonio Encantador sometía a los demás bajo la apariencia de súcubo. (NT: Según las leyendas medievales occidentales, son unos demonios que toman la forma de mujeres atractivas para seducir a los varones, introduciéndose en sus sueños y fantasías.) Dirigía un burdel de lujo, lucrándose de hombres y mujeres inocentes y viviendo una vida glamurosa a su costa.

Kanami y Pelirroja los dejaron a todos mudos con su fuerza abrumadora. Tuvieron que contenerse para dejar las cabezas intactas.

Por cierto, el burdel tenía empleados normales, por lo que me he apoderado del negocio tal como estaba. Al fin y al cabo, es un bien para la sociedad. Gunia lo dirigía con Aslad, otro súcubo con forma de caracol, que se rindió ante Kanami cuando esta los sorprendió, así que lo tenemos de nuestra parte.

Minokichi y Asue se dirigieron a la zona peligrosa en las afueras de la ciudad. Mataron a Dragiant “el costurones” y a Vermessence “el hemolítico”.

Dragiant era un gigante con cabeza de dragón. Un monstruo de mazmorra muy duro, especialmente por sus capacidades físicas, ya que combinaba las de los dragones y las de los gigantes. Sin embargo, era tan avaro que prefería salvaguardar sus tesoros antes que luchar. Por eso lo llamaban “el costurones”, porque había sobrevivido a innumerables saqueos y tenía heridas por todo el cuerpo. Lamentablemente, esta vez no resistió. Ahora todos sus tesoros son nuestros.

Vermessence era un pez salamandra de más de diez metros. Un veneno plateado supuraba de su suave piel blanca. Le gustaba vivir entre piedras preciosas extremadamente raras y valiosas. Le llamaban “el hemolítico” porque su veneno destruía los glóbulos rojos de sus presas. Era extremadamente territorial, y parece que últimamente había estado causando daños más allá de su hábitat.

Minokichi dice que se lo ha pasado muy bien con ellos. Con una sonrisa de oreja a oreja, me mostró el gran tesoro de Dragiant. Por su parte, Asue extrajo todos los minerales de la cueva de Vermessence.

En resumen, fue una buena caza. Casi hemos alcanzado la contribución necesaria para bajar los dos niveles que nos quedan. Mañana atraparemos a un par de maleantes más y listo.

Por la noche, el Héroe de la Cocina nos preparó su propia interpretación de unas piedras comestibles que había encontrado Herrera. Como siempre, su versión supera a la original. No era muy diferente, pero los condimentos que les puso potenciaban el sabor de alguna manera. Que sea capaz de mejorar un plato hecho con un ingrediente que acaba de conocer demuestra que este chef es un fenómeno.



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