¡Otro viernes más por aquí! Los dos capítulos de hoy son un poco de relleno. Espero que pronto venga lo bueno.
Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)
Re:Monster
Traducción: Xeniaxen
Traducción: Xeniaxen
Día 455
Veíamos claramente frente a nosotros la [Cordillera del Castigo Divino], pero solo como una pared blanca a lo lejos. Era tan alta que atravesaba las nubes.
Para explicarlo mejor, los dominios gigantes se dividen en tres zonas:
- La primera es una zona boscosa, llamado [Bosque Fantasma de las Grandes Bestias – Big Fortress], donde habitan bestias e insectos gigantes. En esta zona también se encuentra la capital Colossus Titan y algunos de los edificios más importantes de los gigantes. Está rodeada de las otras dos zonas que están bajo el dominio de los gigantes, y conecta con el océano de donde vinimos, por lo que está bien flanqueada. Es una tierra muy rica en alimentos, ya sean animales terrestres o marinos y plantas.
- Las llanuras rodean el bosque y se extienden hasta más allá de lo que alcanzan los ojos. Pese a que gran parte de ellas es virgen y natural, contienen la ruta comercial que conecta la capital de los gigantes con otros puntos clave. Otra parte importante de ellas, la que colinda con las montañas, está destinada al cultivo. Eso evita que las bestias gigantes lo estropeen. La mayoría de productos que cultivan son para el consumo propio y solo comercian con otras razas una pequeña parte. Los cultivos gigantes son sabrosos y se mantienen frescos mucho tiempo. Yo los he probado y puedo confirmarlo. De hecho, se conservan tan bien que los guerreros gigantes se los llevan tal cual a la batalla. Les duran días, e incluso meses. Además, con una sola pieza de lo que sea, un ser de tamaño normal tiene alimento para una buena temporada, por lo que son bastante populares.
- La zona montañosa, que es donde nos encontramos ahora, rodea las llanuras. El terreno se vuelve cada vez más escarpado hasta llegar a la [Cordillera del Castigo Divino], que delimita el territorio de los gigantes. La mires por donde la mires, de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, la cordillera es interminable. Es un escenario muy emocionante.
Es una vara que tiene la forma de una serpiente, bastante parecida al Milagrum, con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante en la parte superior y una gema multicolor en la boca. Nada más sacarla del inventario, emite una fuerte presencia. Y al tocarla, te sientes lleno de vitalidad y con un poder mágico infinito. Si la sacudes, crea vegetación en la dirección hacia donde estás apuntando y la marchita, pero luego vuelve a crecer más gruesa y fuerte.
Lo probé en un árbol que había cerca. Sus frutos eran similares a las manzanas, de color rojo pero con motas negras. Creció, se marchitó y luego un nuevo árbol más grande creció en su lugar. Descubrí que si te comes los frutos en menos de diez segundos después de haber agitado la vara, tienen un aspecto reluciente y además son muchísimo más dulces y sabrosos. Incluso me pareció recibir poder mágico. Tengo claro que este [Tesoro Sagrado] nos va a ser muy útil.
Obtuvimos muchos otros artículos mágicos. La lista es larga y tediosa, pero hay algunos con los que alguien sin experiencia podría matar fácilmente a un enemigo superior. Su facilidad de uso y su alto rendimiento los convierten en armas letales. Debemos manejarlos con cuidado. Por el momento, los guardaré en mi inventario. Creo que los miembros más experimentados les darían un buen uso, se los entregaré como recompensa un día de estos. Minokichi ya me ha pedido uno que quiere para él y se lo he reservado, pero no quiero repartirlos hasta que no se lo hayan ganado.
He estado pensando en cuál asignar a cada miembro según sus habilidades personales y las del artículo. También he intentado sondearlos para saber qué le gustaría tener a cada uno. Pelirroja dijo “Cualquiera me viene bien, sobre todo si me permite obtener carne fresca”. A lo que el Héroe de la Comida interrumpió “¿Pero cómo quieres obtener la carne?” Ella respondió “Pues cortándola”. Y él “Ten en cuenta que a parte de carne también te iría bien poder cortar escamas”. Y se pusieron a discutir qué era mejor. Las Hermanas también dijeron “Yo quiero cocinar un bistec” y “Yo quiero ahumarlo”.
En fin, conversaciones estúpidas.
Todos los que participaron en la batalla contra el Milagrum ganaron experiencia. Pelirroja y Herrera, además, obtuvieron una nueva [Profesión]. Como resultado, sus habilidades físicas han mejorado mucho. Se pueden defender solas sin problemas.
Pero las cosas, como son. Parece que Pelirroja y el Héroe de la Comida están insatisfechos por no haber podido quedarse con algún trozo de carne del Milagrum. Les da envidia que me lo comiese todo yo. Veo la tristeza en sus rostros y no puedo evitar sentir un poco de arrepentimiento.
En serio, creo que hasta estoy perdiendo el apetito. Puede que encontremos algún trozo de carne sobrante si volvemos a las ruinas, pero ya no será lo mismo.
Tampoco sé si se hubiese conservado bien en mi inventario, por eso me lo comí tan deprisa.
Mientras reflexionaba sobre eso, decidí ir a cazar.
Día 456
Hoy continuamos subiendo por las colinas y llegamos al pie de la [Cordillera del Castigo Divino] por la noche.
Viéndolas desde abajo, su inmensidad es abrumadora.
Parecen una pared que separa el mundo. Los picos más altos ni siquiera son visibles. Una amenaza natural de acantilados donde todo el que entra tiene pocas opciones de sobrevivir. El movimiento de las espesas nubes que ocultan la cumbre es rápido e intenso. Tiene pinta de haber fuertes vientos ahí arriba. Siendo así, moverse será difícil y salir, casi imposible.
Además, aquí abajo el aire es fresco, pero arriba hará un frío del carajo. Las Hermanas ya están temblando y a mí no me vendría mal ponerme algo con mangas. Por ahora, decidimos acampar al pie de la cordillera y atemperarnos a su clima. Todavía nos queda camino para llegar al [Pasaje Subterráneo – Great Earth] y quiero contemplar la majestuosidad de la [Cordillera del Castigo Divino] tanto como sea posible. Tomé docenas de fotos con la videoesfera. Si tuviéramos un [Pintor] o un [Artista] en el grupo, sus cuadros se venderían a precio de oro.
Mientras preparábamos el campamento, mantuve un ojo abierto por si aparecía uno de esos “ojos locos”, pero por suerte no nos molestaron. En todo el camino no vimos a ninguno. ¿Se esconden de nosotros o nos están acechando para atacar cuando menos lo esperemos? No los detecto con mi sensor de presencia pero nunca se sabe... tampoco tenemos tanta información sobre ellos.
Cenamos un plato de vegetales y carne de las bestias gigantes que nos encontramos por el camino. Como hacía frío, lo cocinamos en un estofado. Minokichi y yo nos comimos los trozos más grandes pero, entre todos, nos terminamos lo que un centenar de personas hubiese consumido.
Comer un estofado al aire libre es genial. Y maridarlo con licor de mazmorra todavía más.
Me encanta esta historia, gracias por seguir traduciéndola
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