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viernes, 9 de abril de 2021

Re:Monster - 438, 439, 440 + PDF V.1 Continente Oscuro

Estas sí que no tengo ni idea de quiénes son, dos gemelas dragonewts (?)

¡Pues ya estaría! Para mí que queda un poco cortado el final... Pero bueno, seguiré traduciendo el V.2 ^^



-Xeniaxen


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Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune) 
-RE:MONSTER-
El Continente Oscuro

Traducido por: Xeniaxen
Revisado por: Rounejo




Día 438


Temprano por la mañana, Minokichi y Asue llegaron al [Misterioso Continente Oscuro]. Tuve la idea de enviar a Benitama a recogerlos, cubierto con piel de monstruo.

Recorrió rápidamente la distancia entre nuestra base y el punto donde estaban nuestros dos compañeros. Al llegar, Minokichi estaba cortando el cuello de un monstruo con su hacha y Asue le estaba perforando el cráneo con su pico. Se habían puesto a cazar mientras esperaban.

Las bestias de aquí, mucho más grandes y fuertes que las del mundo exterior, fueron oponentes al nivel de Minokichi. Se puso un poco mosca al darse cuenta de que se había perdido unos oponentes tan fuertes durante todo este tiempo. Dijo que los monstruos de [Dinastía de Ruinas - Tumba Demoníaca Derruida] no estaban mal, pero que los de aquí son mejores.

De todos modos, ahora tiene todo el tiempo del mundo para matar bichos aquí. Hoy decidí salir a cazar con él y Oniwaka, que también estaba motivado.

La señorita Kred (NT: Hasta ahora la habíamos llamado Craith, pero al montar el pdf he visto que debía ser el diminutivo de Kredina, su nombre completo, por lo que Kred encaja mejor.) y sus escoltas quedaron impresionados por la presencia física de Minokichi. Pero bueno, si va a formar parte de nuestra familia, tiene que irse acostumbrando a él.

Decidimos ir a un lugar poco conocido que nos indicó el [Príncipe Mitsutake], donde suelen aparecer monstruos más fuertes de lo normal. Situado en los adentros del «Bosque Fantasma de las Grandes Bestias – Big Fortress», el «Lago Ilusorio de los Espíritus de Agua». Es un gran lago donde los gigantes no pueden acercarse. Se dice que es un manantial que las bestias usan de abrevadero y donde los espíritus del agua danzan alegremente.

Con esa reputación, no pude evitar probarla. Ciertamente era un agua excelente. El poder de los espíritus mezclados en ella es tan poderoso como una piedra espiritual de alta calidad; tiene que ser una gran medicina mágica.

Alquimista y el [Héroe de la Cocina] recolectaron agua en grandes cantidades, para investigar sus usos. Cazamos unas cuantas bestias que se acercaron atraídas por el olor de nuestra sangre y las utilizamos como ingredientes, complementando su carne con verduras. Además, el [Príncipe Mitsutake] nos dijo que el sake hecho con este agua era impresionante, tenía un sabor profundo incluso si quedaba más diluido de lo normal.

Armamos un pequeño campamento provisional para comer y beber mientras Minokichi luchaba. Yo disfruté de las vistas y pesqué un poco, casi no tuve que intervenir. Herrera también se ha acostumbrado a pelear sola, se ha vuelto más fuerte. Pensar en cuando la conocí, atrapada y temblando, me trae recuerdos.

Y eso es todo.

Minokichi, con el cuerpo empapado de sangre después de masacrar a más de 100 bestias, se tomó un purificante descanso en el manantial.

Entonces, apareció una notificación que me preguntaba si estábamos preparados para enfrentarnos a un ser más poderoso que todas esas bestias. Obviamente, seleccioné la opción “SÍ”.

Inmediatamente después, activé la recién aprendida habilidad [Maldición de los Ojos] y disparé una flecha de sangre a la cabeza de la bestia tigre que apareció. La sangre brotó a borbotones de la herida y, en el cerebro, la [Maldición de los Ojos] creó una red de hifas que se multiplicaron rápidamente. El daño fue tal, que su instinto de lucha aumentó drásticamente, volviéndose feroz y eliminando el limitador que normalmente suprime el poder para no autodestruirse. Cuando las hifas se habían expandido hasta alcanzar la mayor parte del cuerpo, los ojos de la bestia tigre se tiñeron de rojo y negro. Entonces emitió lo que parecía ser su último rugido de vida. ¿Habrían pasado unos 10 segundos desde que lo vimos por primera vez?

El tigre se transformó en un ser similar a los [Renacuajos de Ojos Locos - Glazer], hostil hacia los gigantes, excepto que tenía los ojos rojos y negros, y ahora yo podía controlarlo. Sacó sus colmillos y atacó a Minokichi ferozmente. Su velocidad no era la que cabría esperar por su tamaño. Aun así, sorprendido por el movimiento violento sin temor a morir, Minokichi-kun respondió al instante liberando llamas eléctricas violentamente de su hacha. Evitó todos los ataques del tigre con sus escudo y finalmente le cortó el cuello.

Fui transformando las bestias que se acercaban atraídas por nuestro olor a sangre y el olor de la comida con [Maldición de los Ojos] para hacerles pelear contra Minokichi del mismo modo.

Después, volvimos a la capital del reino gigante Colossus Titan. Allí, Minokichi y Asue, que habían tenido un día de entrenamiento duro, comieron y bebieron para reponer sus fuerzas. Fue un día gratificante.


Día 439


Después de desayunar, terminé el entrenamiento matutino con Minokichi y volvimos a la posada. Unos soldados de élite gigantes habían venido a vernos.

Los guardias llevaban armaduras mágicas pesadas y enormes armas mágicas en la cintura. No muy diferentes de un humano completamente equipado, pero con 30 metros de altura cada uno. Traían una invitación del [Príncipe Mitsutake] para recibirnos en su residencia privada, el «Palacio Hoko», mañana por la noche.

Sin embargo, no entendí su escritura, así que les pedí a los guardias que me lo leyeran. Estoy estudiando la escritura de los gigantes, pero la del [Príncipe Mitsutake] estaba compuesta de palabras muy antiguas que se han perdido en los tiempos modernos. Ellos tampoco sabían leer algunos caracteres, así que tuvimos que descifrarlo entre lo que yo he aprendido y lo que ellos sabían, releyendo varias veces cada línea para que tuviera sentido. Más o menos conseguimos entenderlo.

No es normal que inviten a palacio a seres como nosotros, tan desproporcionadamente pequeños comparados con los gigantes. La familia real no suele recibir ni siquiera a aristócratas subordinados y rara vez organizan comidas con invitados. Pero juramos lealtad al [Príncipe Mitsutake], por lo que tenía sentido. ¿Sería un gran festín o una comida formal para pedirnos algún favor? Sea como sea, estoy expectante.

Bueno, también era extraño codearnos con Principesa al principio, y mira cómo hemos acabado.

Todavía no domino la escritura lo suficiente como para responder la carta, así que encomendé mi respuesta a los guardias. Al escuchar que aceptábamos la invitación, se inclinaron de forma muy cortés y regresaron a palacio montados en caballos gigantes.

Los observé hasta que desaparecieron en el horizonte.

Le di al [Príncipe Mitsutake] mi tarjeta personal en caso de que quisiera contactar conmigo. Sin embargo, él hizo que sus guardias me trajeran una carta. No sé si habrá algún motivo por el que no usó mi método.

Quizá simplemente es su procedimiento habitual para organizar una reunión. Claro, él tiene que actuar siguiendo unos protocolos para mantener su estatus.

Decidí prepararme para lo que sucediera, pensando en algunas razones por las que querría que nos encontrásemos. Kanami y Minokichi me acompañarán por lo que pueda pasar.

No podía llevarme a la señorita Kred, pues todavía no somos parientes formales y no puedo descartar la posibilidad de que nos ocurra algo, por lo que es mejor que por ahora solo incluya a mi círculo más cercano.

¿Qué nos deparará esa cena? ¿Algo hostil? ¿Conoceremos a más gigantes?


Día 440


Hoy fue un día gris y aburrido. Una espesa nube cubría el cielo, parecía que iba a llover y me hacía sentir incómodo. Por alguna razón, estaba inquieto.

Hasta primera hora de la tarde, todos pasaron el tiempo como quisieron. Por la noche, los mismos guardias de ayer vinieron a recogernos con estandartes con el escudo real estampado en ellos.

Uno de ellos nos llevó sobre su mano, en una especie de carruaje de lujo especialmente preparado para unos invitados enanos como nosotros. Parecía ser un artículo mágico, ya que al colocarlo en el suelo apareció una entrada y una escalera. En el interior, tenía sofás y una mesa, así como bebidas frescas.

Mientras lo inspeccionaba todo, asombrado, las vistas de la ventana cambiaron de repente. El paisaje empezó a moverse. Estábamos avanzando, pero no se notaba ningún traqueteo. Aparentemente, ese artefacto reducía cualquier perturbación externa, de modo que los pasajeros pudieran sentirse relajados en su interior.

De ese modo no importaba la diferencia entre nuestro tamaño y el de los gigantes. Los movimientos verticales y los golpes que se producen al andar habrían sido bastante fastidiosos, por lo que agradecí que nuestros anfitriones nos diesen la bienvenida con esa tecnología. De lo contrario, además de que probablemente nos hubiéramos mareado, incluso podríamos haber muerto o resultar heridos por una mala colisión.

Sin embargo, aquello era realmente cómodo. Gracias a los guardias, llegamos rápidamente al centro del reino gigante Colossus Titan, es decir, al Palacio Real. Encerrado por una enorme muralla, el área del palacio estaba dividida en diversas secciones. En la parte más baja, se encontraba el palacio donde vive la aristocracia real. Entramos sin problemas, solo nos hicieron algunas preguntas rápidas.

El guardia que nos llevó era un subordinado fiable del [Príncipe Mitsutake]. Pasamos por delante de varias sirvientas que lo miraban ardientes de deseo. Sus rasgos faciales estaban ciertamente bien formados y parecía tener un efecto interesante en el género opuesto. Sin embargo, supongo que pensó que no podía prestarles atención mientras trabajaba. Se enojó un poco e inclinó la cabeza para evitar esas miradas. No entiendo por qué.

Mientras pensaba en ello, llegamos frente a la residencia privada del [Príncipe Mitsutake], el «Palacio Hoko». Un enorme castillo rodeado por unos muros aún más gruesos que el del exterior del palacio real. Después de pedir permiso a los porteros parados a izquierda y derecha de la puerta principal, entramos y avanzamos por el amplio jardín con espléndidas flores, fuentes y una variedad de máquinas de entrenamiento.

Había grandes paquetes de paja que formaban pesas súper pesadas y enormes ollas llenas de arena. Aunque no conocía muchas de esas herramientas, sentí que era el campo de entrenamiento personal del [Prince Mitsutake]. De alguna manera, su poder mágico, su sangre, su sudor y su ambición estaban arraigados en la tierra.

Me preguntaba si para él era un lugar de culto o una sala de torturas. Pero supongo que un campo de entrenamiento como ese es una bendición para un gigante tan atraído por la fuerza.

Bueno, dejando eso a un lado, lo atravesamos y entramos en el Palacio Hoko.

Allí, los gemelos, el [Príncipe Mitsutake] y la [Princesa de la Oscuridad], nos estaban esperando para darnos la bienvenida, y nos guiaron hasta el comedor con una gran hospitalidad.

Nuestra diferencia de tamaño era un poco problemática dadas las magnitudes del espacio, por lo que nos quedamos dentro del artículo tipo carruaje en el que vinimos. Si bajábamos y los seguíamos, tendríamos que correr para avanzar a su ritmo, por lo que esa era la mejor solución.

Desde nuestra posición, me permití el lujo de observar cada estancia. El interior del Palacio Hoko es maravilloso. No era demasiado llamativo, pero todos los elementos del interior eran artículos de lujo. Estaba limpio como una patena y se podía apreciar que cada detalle estaba colocado minuciosamente.

Atravesamos un pasillo con varias obras de arte antes de llegar al comedor. Finalmente, allí dejaron nuestro carruaje sobre una mesa. La puerta de salida y las escaleras volvieron a aparecer. Afuera, habían dispuesto una mesa con sillas de nuestro tamaño sobre la mesa grande. Parecían de juguete.

Sin embargo, Minokichi y Asue son ligeramente más grandes que el resto de nosotros, por lo que no cabían en las sillas. Al darse cuenta, las criadas de los gigantes prepararon sillas y mesas nuevas proporcionales a ellos rápidamente.

Al parecer, había una cocina gigante exclusiva que no habíamos visto. Las Hermanas y el Héroe de la Cocina tenían los ojos brillantes y relucientes.

Bueno, después de estar todos bien sentados, la comida con los gemelos dio comienzo.

Contrariamente a lo que esperaba, la comida se desarrolló con normalidad. Estaba todo delicioso y la bebida también. Las doncellas gigantes permanecieron en silencio mientras nuestra conversación transcurría en un ambiente tranquilo y relajado, similar a la fiesta que tuvimos en «Ciudad Antigua – Titan Magia».

El [Príncipe Mitsutake] se llevó bien con Minokichi a pesar de no conocerlo, rompieron el hielo hablando de batallas. Y la [Princesa de la Oscuridad] se cayó muy bien con Asue y Herrera. Se escuchaban risas mientras hablaban entre ellas. Incluso los niños se divirtieron con el [Príncipe Mitsutake], que estaba alegre por el sake que había bebido.

La comida continuó hasta altas horas de la noche. Luego, nos guiaron hasta otra habitación —bueno, más bien nos llevaron en la palma de su mano—, y en el camino empezaron a contarnos una historia.

De alguna manera, sentí que la atmósfera cambió tan pronto como comenzaron a contarla. Entonces me di cuenta. Sí, finalmente estábamos llegando a hablar de negocios.

En esa habitación nos esperaba el [Rey Gigante], Balor D. Atlas en persona. Su colosal cuerpo intimidaba en comparación con los hermanos. No puedo imaginarme cómo sería estar solo frente a él. Su misma presencia desprendía fuerza, no podría ocultarla ni aunque quisiera. Tenía los mismos rasgos faciales que sus hijos, pero en él había un sentido del deber diferente.

De pronto sonrió. Pude sentir como el [Rey Gigante] Balor D. Atlas disfrutaba de reunir a sus invitados y hablar de esa manera, para hacerles sentir un poco de presión.

Me invitó a sentarme en un trono frente a él. Sin ninguna intención oculta. Todo fue muy cordial. Simplemente esperé mi turno para hablar, adoptando una postura cómoda.

Mirándome con sus cuatro ojos del color del arcoíris, el [Rey Gigante] abrió la boca. Me sorprendió la voz grave que tenía.

Sin embargo, me interesaba lo que me estaba diciendo. Continuamos charlando durante un tiempo.



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