WCC - 93

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Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)

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Traducido por: Xeniaxen

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La tierra de Kaltcio ya había dado la bienvenida al nuevo año. Aun con la llegada del mes de agua, la estación de Volnar seguía siendo mayormente nocturna; el sol apenas asomaba durante un breve instante del mediodía. Para que volviera a elevarse hasta lo alto del cielo habría que esperar otros veinte días, hasta el mes de tierra.

Los ataques de bestias mágicas no habían cesado. Aunque las víctimas humanas habían disminuido, esto se debía simplemente a que los comerciantes habían reducido su actividad. Las campañas de exterminio organizadas por los distintos países no habían sido efectivas.

Solo en el territorio de Gazetta se había logrado garantizar cierta seguridad gracias a la labor de los guerreros desvalidos, pero la única ruta comercial con el exterior pasaba por una angosta carretera de montaña en la frontera con Blue Garden. Al cruzar al lado de Blue Garden, sin embargo, había un alto riesgo de sufrir ataques de manadas de bestias ocultas en el bosque.

Eso estaba dificultando el acceso a productos en Gazetta, y también comenzaban a escasear en otros países los medicamentos que ahora producían los desvalidos, considerados un legado de la antigua Noscentes.

En la Torre Central de Patricia del Norte, en el despacho del antiguo Consejo Divino, Shinja seguía absorto en la interminable tarea de repasar informes y propuestas sobre planes de urbanización y medidas contra los ataques de bestias. Fue entonces cuando Ayuukas lo interrumpió:

—¿Te está costando lidiar con esto?

—Sí... un poco.

—Déjame ver. Hmm... ¿Enviar tropas a otros países para dar caza a las bestias...? Solo quieren aprovecharse de ti.

—Yo también lo creo... Por eso no puedo darles permiso, pero si esto sigue así, el país va a sufrir por la falta de suministros.

Paradójicamente, el plan de Fonkrank y Trent Rietta de debilitar a Gazetta mediante restricciones comerciales se estaba cumpliendo a causa de los ataques de bestias.

A diferencia de los países habitados por usuarios de artes divinas, donde se podía avanzar fácilmente en la construcción y desarrollo de territorios, en Gazetta era necesario reunir herramientas y recursos desde cero, lo que duplicaba prácticamente la cantidad de suministros necesarios. Por ejemplo, si querían romper una roca para acondicionar un terreno, un usuario de artes terrestres podía hacerlo en un momento, pero los desvalidos lo tenían más difícil, por mucho que gozaran de una fuerza física impresionante. Necesitaban herramientas adecuadas, y estas, tarde o temprano, se rompían y debían ser reemplazadas.

Además, mientras que un usuario terrestre experto podía completar ciertos trabajos de construcción él solo y en poco tiempo, los desvalidos necesitaban trabajar en grupo, lo que a su vez aumentaba el consumo de alimentos y otros recursos necesarios para sostener a más personas.

Por eso, cuando disminuyó el flujo comercial, el país que más sufrió las consecuencias fue Gazetta. No era como cuando se limitaban a sobrevivir en las montañas: ahora controlaban todo el antiguo territorio de Noscentes, y la población había aumentado drásticamente, sin distinción entre usuarios y desvalidos.

—Bueno, habría sido mucho más rápido cargarse de una vez a los países vecinos, ¿no crees? Pero decidiste no hacerlo, ¿no?

—No había más remedio... Está también lo de Yuusuke.

—Shinny, cariño, no vale echarle la culpa al Dios Oscuro como excusa.

—...

Shinja frunció el ceño y soltó un suspiro, visiblemente incómodo. Con Ayuukas, no había forma de escurrir el bulto.

Durante el momento perfecto en que Fonkrank centró su atención en Trent Rietta por el asunto del laboratorio, Shinja decidió no atacar a Blue Garden, cumpliendo fielmente su promesa verbal con la Reina Rishause. Aunque él no lo admitiera, esa decisión significaba que se había apartado del camino hacia convertirse en un rey conquistador.

Si en aquel momento se hubiese apoderado de Blue Garden, habría podido utilizar el periodo de inestabilidad en Trent Rietta, con los de Fonkrank inmovilizados allí, para consolidar su control del territorio ocupado y prepararse para la siguiente guerra.

—Bueno, no tengo intención de meterme en tus decisiones. Si has decidido actuar así, entonces está bien —dijo la anciana con apariencia de niña y soltó una sonora carcajada.

—Abuela...

Comprendiendo que una vez más solo se burlaba de él, Shinja dejó caer los hombros con resignación.

Volvió a concentrarse en los informes y propuestas, trazando estrategias para afrontar la escasez de suministros. Se debatía entre dos medidas principales: la primera, relajar las restricciones que impedían a los ciudadanos usuarios de artes divinas ocupar cargos clave en el país; y la segunda, emprender un ambicioso proyecto de construcción para expandir la red de distribución de bienes.

Sobre todo, era urgente avanzar en el plan de construir un puerto en la península de Trent Rietta, actualmente medio ocupada, aprovechando la confusión del conflicto. Se trataba de una iniciativa osada: establecer una ruta comercial directa con la ciudad portuaria de Fonkrank.

El proyecto de puerto de Gazetta, destinado a profundizar los vínculos comerciales con Fonkrank (el mayor país de usuarios de artes divinas), también podía considerarse parte de una visión más amplia de la Confederación de los Cinco Clanes.

—Majestad, ha llegado un nuevo informe de Fonkrank.

—Tráelo.

Un ayudante le entregó una misiva procedente de su red de espionaje, que tenían desplegada en varios países. Shinja frunció una ceja al revisar el contenido. Según la carta, recientemente habían aumentado las acciones dentro de Fonkrank encaminadas a eliminar a la Patrulla del Dios Oscuro.

—No creo que el Rey Esvobus, conociendo lo que sabe sobre el Dios Oscuro, se esté moviendo ahora para eliminar a Yuusuke.

—Ajá. Si pensaba hacerlo, ya lo habría eliminado hace mucho, y sin titubeos.

Aunque parecía que las órdenes para estas operaciones venían de instancias bastante altas dentro del palacio, todo apuntaba a que no respondían directamente a la voluntad del Rey Esvobus. Entre los rumores que circulaban, algunos incluso hacían referencia a la postura de Gazetta y a su relación con Blue Garden, datos que solo conocían unos pocos miembros del clan blanco. Eso hacía sospechar que dentro de Gazetta había algún espía de Fonkrank (y no bajo las órdenes de Esvobus) o, alternativamente, alguien filtrando información hacia el otro lado.

—Habrá que depurar y reforzar nuestro círculo cercano... —murmuró Shinja con el ceño fruncido.

Mientras, Ayuukas ya había preparado sobre la mesa papel y pluma.

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—Majestad Rishause, ha llegado una carta del rey de Gazetta...

—¿De Shinja? Vaya, ¿a qué viene esto ahora?

Rishause ladeó ligeramente la cabeza mientras tomaba el escrito que le entregó una de sus asistentes en el palacio subterráneo de Kofta. Normalmente era ella quien enviaba cartas formales a Shinja, y solo de vez en cuando recibía respuesta. Que él tomara la iniciativa de escribir era algo muy poco común.

Preguntándose si habría ocurrido alguna urgencia, echó un vistazo al contenido de la carta.

—¿Qué dice, Majestad?

—Parece que hay movimientos inquietantes en el interior de Fonkrank... —dijo, entornando los ojos.

En la carta se mencionaba que, al parecer, alguien en el bando de Fonkrank estaba al tanto incluso del encuentro secreto entre la Reina Rishause y el Rey Esvobus, así como de la correspondencia mediante aves mensajeras entre ella y el Rey Shinja.

Ya habían llegado a Blue Garden rumores que se estaban extendiendo últimamente por Fonkrank, difamando al capitán de la Patrulla del Dios Oscuro. Shinja señalaba que algunas de esas habladurías, que lo tachaban de ser el Dios Oscuro de la Calamidad, iban acompañadas de insinuaciones sobre la conexión entre ellos tres, aunque la mezcla era algo forzada.

Entre los nobles de Fonkrank, los había que despreciaban a los advenedizos y que, al intentar hundir la reputación del capitán, acabaron descubriendo su verdadera identidad como Dios Oscuro. Si se planteaba así, no era difícil entender por qué se le consideraba peligroso.

También era probable que parte de la información relacionada con Gazetta y el Dios Oscuro se hubiese filtrado a través de los ancianos del antiguo Consejo Divino de Noscentes, entregados a Fonkrank.

Sin embargo, la desconfianza hacia el Dios Oscuro y hacia Gazetta no bastaba como justificación para azuzar las sospechas contra Blue Garden. En la batalla de la Gran Muralla de Paula, donde intervino Fonkrank, Blue Garden fue invadida de facto por Gazetta. Desde entonces, mantenían una relación ambigua, que no llegaba ni a enemistad abierta ni a amistad manifiesta.

El sistema de clases de Blue Garden se basaba en que no existían diferencias de rango entre los Cuatro Grandes Dioses, lo cual no suponía una negación de la Fe, eje central de la sociedad de los usuarios de artes divinas. A ojos del mundo, Blue Garden era claramente un país con una postura incompatible con Gazetta, que proclamaba el fin de la sociedad de los usuarios y el florecimiento del clan blanco. Al menos, de puertas para fuera, esa era la imagen que daban.

El único motivo que a Rishause se le ocurría para que los nobles de Fonkrank quisieran ahora avivar la desconfianza del pueblo hacia Blue Garden, incluso recurriendo al Dios Oscuro (que solo había traído beneficios, no desgracias), era que eso estuviese relacionado con el proyecto de la Confederación de los Cinco Clanes.

—Si hay alguien al tanto del contenido de la reunión con el Rey Esvobus y de las cartas que he estado enviando a Shinja, entonces...

Rishause sospechaba que los implicados estaban relacionados con el Templo de Shalnar. En Kofta, los movimientos de personas se controlaban con gran sensibilidad, así que, en cuanto aparecía alguien desconocido o con un comportamiento sospechoso, se detectaba enseguida. Tras la caída de Izapnar, se había prestado especial atención a los nombramientos dentro del entorno de la familia real, asegurándose de rodearse solo de personas de confianza.

El Templo de Shalnar era una institución que, desde un principio, quedaba fuera de la jurisdicción del estado. No participaba en los asuntos de gobierno y solo funcionaba como un receptáculo de fe. Por eso, no sería raro que algunos de sus miembros desearan impedir la realización del proyecto de la Confederación de los Cinco Clanes, al temer que la negación de la Fe a los Cuatro Grandes Dioses redujera el valor del templo hasta poner en peligro su propia existencia.

—¿Deseáis que detengamos al sacerdote?

—No... Empezad por investigar a quienes se mueven alrededor de los asistentes que entran y salen del templo.

Las doncellas reales, Marsha y Sasha, asintieron y abandonaron en silencio el despacho de la reina.

Ahora sola, Rishause volvió a leer la carta de Shinja. El texto era escueto y se limitaba al asunto en cuestión, pero el hecho de que se hubiese molestado en avisarla significaba que empezaba a mostrarse favorable a la Confederación de los Cinco Clanes. Se alegró por ello.

Los movimientos de la facción dentro de las altas esferas de Fonkrank seguían siendo motivo de preocupación, pero si el problema de las bestias mágicas se resolvía, cabía esperar una época de calma. Pensaba aprovechar ese periodo para avanzar en el proyecto conjunto de los Cuatro Grandes Reinos.

Que Yuusuke fuera un dios oscuro auténtico era algo que le habían confirmado tanto el Rey Esvobus, durante una reunión privada, como el propio Shinja, mediante la correspondencia que mantenían. Rishause lo aceptó sin problema, como si en el fondo ya se lo esperara, y desde entonces había intercambiado impresiones con ambos sobre cómo tratar con él y con la Patrulla del Dios Oscuro. Eso sí, el Rey Esvobus y el Rey Shinja no se comunicaban directamente; sus opiniones siempre pasaban por Rishause.

Shinja seguía insistiendo en llevar al Dios Oscuro a Gazetta, mientras que Esvobus parecía desear que llevara una vida tranquila en Fonkrank como simple guardia de palacio. Sabía que Yuusuke fabricaba toda clase de objetos llamativos, pero mientras reinasen la paz y la calma, bastaría con usar sus creaciones y no sus características de dios. La visión de Rishause se alineaba más bien con la postura de Esvobus.

Por cierto, si bien Trent Rietta era uno de los Cuatro Grandes Reinos, el Rey Cliffzah no había sido invitado a reuniones secretas ni había intercambiado mensajes con los otros tres. Estaba prácticamente olvidado. Sin embargo, como él tampoco parecía darle importancia al asunto, no representaba ningún problema.

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Desde que descubrieron la existencia del Dios Oscuro y del proyecto de la Confederación de los Cinco Clanes, la facción de Ivor había comenzado a actuar como grupo opositor, decididos a impedir que dicho proyecto se hiciera realidad. Solían celebrar reuniones periódicas en una sala del palacio, pero ese día solo habían convocado a los miembros más fiables en la residencia del marqués Volard.

—Caballeros, por fin ha llegado el momento de concretar los pasos para frenar ese proyecto. A partir de ahora, nos adentraremos en una apuesta sumamente peligrosa... pero imagino que ya estarán preparados, ¿verdad?

—Por supuesto. ¡Negar la Fe en los Cuatro Grandes Dioses, que constituye la base misma de la sociedad de los usuarios de artes divinas, es inadmisible!

—Antes que quedarnos sentados viendo cómo el Dios Oscuro extiende su garra maldita, lo justo es adelantarnos, aunque eso implique correr ciertos riesgos.

—Apoyamos sin reservas su juicio, marqués Volard.

El marqués asintió en silencio a las muestras de apoyo que brotaron una tras otra de sus leales camaradas, y acto seguido comenzó a exponer las líneas de actuación y el esquema del plan.

Todo esto ocurría a comienzos del mes de fuego de Volnar, cuando aún reinaba la nocturnidad durante el día.

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