09/08/2016

WCC - 75, 76



¡Hey! Agradezcan a mis traductores Aldea y Degel los capítulos de esta semana ^^


-Xeniaxen



Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
World Customize Creator



Traducido por: Xeniaxen


75

Segundo día de la expedición. Planeaban hacer lo mismo en el nivel subterráneo que en la planta baja: primero, asegurar los pasillos dividiéndolos con barreras defensivas y, una vez despejados, peinar una por una las salas. Dado que la mayoría en esta planta eran laboratorios, los aventureros esperaban encontrar un buen botín.

Nada más bajar las escaleras, se toparon con un charco de sangre negra y seca en el que yacía una flauta mágica rota. La exploración con artes aéreas de rastreo reveló que había un total de ocho bestias en la planta. Dos de ellas parecían ser bestias modificadas y deambulaban por una sala al fondo del pasillo que, por su disposición, debía de haber sido un comedor.

—Parece que también podría haber una madriguera.

—¿Una madriguera en el comedor...? Esto me da mala espina.

El suelo de los pasillos estaba salpicado de sangre y de marcas de arrastre, todas dirigiéndose hacia la estancia del fondo. Recordando lo que habían visto en el bosque, resultaba fácil imaginar que los científicos sacrificados habrían acabado como alimento en la madriguera.

—Quiero que Shinja y los desvalidos entren en combate desde el principio esta vez.

—Vale. Será más rápido así.

Las dos bestias que se encontraron en la planta baja resultaron ser más resistentes de lo que esperaban. Incluso sin tener en cuenta la imprudencia de Vermzack, el bombardeo de artes divinas arrojadizas y los ataques reforzados en la vanguardia probablemente no hubieran sido suficientes para acabar con ellas. Después de lo de ayer, aquellos que recelaban de Gazetta tuvieron que reconocer la fuerza de su grupo. Y ahora que la situación estaba más estable, decidieron integrarlos directamente en la línea del frente.

—Pues venga, ¡intentemos que hoy tampoco haya heridos!

La arenga del capitán de la Patrulla del Dios Oscuro carecía por completo de fuerza. Los expedicionarios respondieron con un confuso «¿E-Ehh? », y así comenzó la exploración del nivel subterráneo del laboratorio de bestias modificadas.

Por cierto, en esta planta el hedor a sangre y a cadáveres de bestia también era insoportable. Como el edificio tenía numerosos conductos de ventilación, instalaron en ellos ventiladores con mecanismos giratorios automáticos para renovar el aire.

La exploración avanzó sin problemas y, con los combatientes de Gazetta en la vanguardia, fueron eliminando a las bestias sin grandes complicaciones. Cuando el pasillo quedó asegurado, comenzaron a investigar las salas.

—En la de antes... Parece que había productos químicos peligrosos esparcidos por el suelo.

—Algunos de los que entraron experimentaron leves alucinaciones.

—Ya veo. Mejor la sellamos, por seguridad.

Uno de los aventureros que entró en una sala llena de jaulas sufrió un ataque de pánico y se desplomó, pero, aparte de pequeños incidentes como ese, antes del mediodía ya habían asegurado prácticamente todas las estancias del nivel subterráneo.

—Esta es la última.

—Eso parece. Es el comedor. La placa de la entrada está intacta.

—Empiezo a tener un mal presentimiento.

La sala que se alzaba ante Yuusuke y Vermeer era la segunda más grande de la planta, solo superada por la de las jaulas. Las bestias mágicas en su interior eran modificadas, por lo que los ataques con artes divinas no serían efectivos. Eso significaba que la clave del combate recaía principalmente en el grupo de los de Shinja, que irían en la vanguardia.

Justo cuando estaban a punto de tomar posiciones, Shinja miró hacia atrás y se dirigió a Yuusuke con una sugerencia.

—Yuusuke, ¿le dejas venir con nosotros? Yo me haré responsable.

—Mhm... Bueno, si él quiere, por mí no hay problema.

Yuusuke miró hacia Vermzack, el hombre al que Shinja había dirigido su atención. Desde el inicio, hoy había estado relegado a la retaguardia. El usuario ígneo mostró una expresión de sorpresa por un momento, pero al encontrarse con las miradas del capitán de la Patrulla del Dios Oscuro y del guerrero desvalido, asintió con firmeza. La noche anterior había informado a sus compañeros mercenarios de su intención de abandonar el grupo e ir a Gazetta una vez terminada la misión.

El equipo de asalto tomó posiciones frente a la puerta blindada y se preparó para la batalla. Mientras tanto, una usuaria de artes aéreas que observaba a través de un pequeño orificio abierto para el reconocimiento determinó la posición exacta de las bestias en el interior.

—Una está al fondo, justo enfrente... La otra merodea cerca de la entrada... Ah, se está moviendo hacia el fondo.

—Cuando estén juntas, avísanos. Abriremos en ese momento.

Cuando Hisotta dio la señal, la puerta se abrió y los guerreros desvalidos fueron los primeros en lanzarse al interior, seguidos de Vermzack. Un instante después, el resto de la vanguardia también irrumpió en la sala. Desde la retaguardia, los usuarios ígneos iluminaron el comedor con sus llamas para apoyar el avance del equipo de asalto.

—Escúchame. Una espada no es para matar enemigos ni para proteger aliados. Es para blandirla —advirtió Shinja de repente.

—¿Qué? —Vermzack se quedó desconcertado.

—Que un enemigo caiga o que un aliado sobreviva es solo la consecuencia de haber blandido la espada correctamente.

—...

—Observa bien mis movimientos. Grábatelos en los ojos, en la cabeza y en el cuerpo hasta que los hagas tuyos.

—V-Vale.

El rey blanco se lanzó ferozmente contra las dos bestias modificadas y las atacó con una esgrima arrolladora, como si fuera fuego desatado. Una de las criaturas se abalanzó con las fauces abiertas para interceptarlo. Un tajo. Un solo barrido de su espada. Destrozó los colmillos del enemigo y los hizo saltar por el aire.

Aprovechando la inercia del corte, el desvalido giró sobre sí mismo y enlazó el movimiento con otro tajo descendente. El impacto fue tal que la cabeza de la bestia se estrelló contra el suelo con un sonoro golpe seco. Sin darle respiro, Shinja giró en sentido contrario y, con la fuerza del giro acumulada en su mandoble, lanzó un tajo ascendente. La cabeza del monstruo se separó de su cuerpo sin la menor resistencia y salió volando.

Vermzack se estremeció ante semejante demostración de brutalidad. No solo él, sino todos los que presenciaban por primera vez la espada de Shinja en serio quedaron abrumados y sin palabras. Si ese filo llegara a blandirse contra un ser humano, ¿no quedaría reducido a una amalgama...?

—Vaya, vaya. Shinja está dándolo todo.

—Oye, Yuusuke... ¿No te sorprende?

—Capitán... ¿Cómo puede mantenerse tan tranquilo?

Sun y Zaisha no pudieron evitar expresar sus dudas ante la reacción de Yuusuke, que se limitó a comentar con total normalidad lo que acababan de ver. Al igual que el resto de la expedición, los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro estaban sobrecogidos por la técnica del blanco. Como soldados de Fonkrank, un estado regido por los usuarios de artes divinas, era posible que en algún momento tuvieran que enfrentarse a Gazetta. Aunque no todos los guerreros del país enemigo fueran tan hábiles como Shinja, ¿no era alarmante la falta de preocupación de su capitán?

—Ya lo había visto antes. Cuando fui de noche al pueblo de Hivodir.

En ese instante, la Patrulla del Dios Oscuro recordó la incursión armada contra la aldea de desvalidos, cuando Yuusuke y Shinja lucharon codo con codo. Los asaltantes a los que Shinja había eliminado quedaron en un estado lamentable, y los supervivientes no pudieron evitar salir espantosamente heridos. Si Yuusuke no hubiera restaurado sus cuerpos con su habilidad de personalización, posiblemente habrían acabado como masas de carne irreconocibles, imposibles de identificar.

Mientras hablaban de aquello, el equipo de vanguardia eliminó a la última criatura.



Cuando eliminaron la madriguera, al fondo del comedor, cerca de la cocina, clausuraron inmediatamente la estancia. Como era de esperar, los alrededores de la madriguera estaban repletos de cadáveres y, aunque tenían activo el sistema de ventilación para expulsar los olores, el hedor a sangre y muerte seguía siendo insoportable.

Primero sellaron con muros todas las entradas que conectaban el sótano con los pasillos. Luego, procedieron a tabicar completamente el laboratorio.

Mientras los grupos de aventureros más pequeños rebuscaban entre lo que quedaba en el sótano, fueron reuniendo los objetos de valor frente a la Patrulla del Dios Oscuro. Encontraron cuatro flautas mágicas, algunas de ellas rotas, varios documentos de investigación sobre fármacos y un listado que parecía ser un registro de clientes del mercado negro.

—¿Qué clase de gente compra en el mercado negro? —preguntó Yuusuke.

—Por lo general, comercian con objetos de mala fama o con productos ilegales que no pueden venderse en tiendas normales —explicó Vermeer.

—Compran objetos robados e incluso hay quienes se dedican a saquear tumbas —siguió Hinke.

—También se rumorea que tienen vínculos con grupos de bandidos para abastecerse de mercancía —continuó Zhahid.

Además, por el testimonio dejado por el científico fallecido, se sabía que los traficantes del mercado negro que mantenían cautivos a los científicos en estas instalaciones formaban una organización de gran envergadura. No era un grupo de comerciantes ilegales actuando por su cuenta, sino una comunidad compuesta por varias bandas de ladrones que operaban en conjunto.

—El problema es dónde se han ocultado tras salir de aquí —observó Vermeer.

Todos quedaron pensativos. La posibilidad más lógica era que estuvieran escondidos en Delia o Lidea, haciéndose pasar por trabajadores. También cabía la opción de que se hubieran establecido en una aldea secreta en algún lugar del bosque de Trent Rietta.

Para moverse por el bosque es imprescindible el uso de artes aéreas de transmisión, por lo que si revisaban las corrientes de comunicación en busca de señales sospechosas, tal vez podrían obtener alguna pista. A partir de ahora, sería el ejército de Trent Rietta quien debería encargarse de investigar el paradero de los traficantes del mercado negro.

—Hablando del ejército de Trent Rietta...

Yuusuke recordó que se había propuesto una estrategia conjunta para debilitar a Gazetta mediante la restricción del comercio, estableciendo bases en las rutas principales. Estuvo a punto de mencionarlo, pero se contuvo. Lanzó una mirada a Shinja, que conversaba con Ayuukas sin parecer haberse dado cuenta. Dado su estatus como guardia de Fonkrank, no podía compartir esa información.

—Gazetta, ¿eh...?

—¿Has dicho algo, Yuusuke?

—No, nada.

Shinja alzó una ceja y ladeó ligeramente la cabeza.

Mientras tanto, Yuusuke no pudo evitar preguntarse cómo funcionaba el sistema político de Gazetta si su propio rey iba de un país a otro armado solo con una espada. Sin embargo, si así era como el país conseguía mantenerse en pie, entonces simplemente debía de ser un lugar con ese tipo de estructura. «De todas formas, no parece que vaya a poder ir a Gazetta en un tiempo...», pensó. Si se restringía la distribución de los recursos necesarios para la producción de fármacos en Gazetta, era evidente que los precios aumentarían aún más al reducirse la oferta en el mercado. Tal vez sería mejor hablar con Raazsha y pedirle que desarrollara un medicamento nuevo con una rareza equiparable.

«De momento, ya lo pensaré cuando regresemos». Pensando esto, Yuusuke decidió dejar el asunto aparcado.

De entre los objetos de valor reunidos, la Patrulla del Dios Oscuro solo se quedó con las flautas mágicas, los documentos de investigación sobre fármacos y la lista de clientes. Todo lo demás lo descartaron.

Los demás miembros de la expedición repartieron los instrumentos de laboratorio y los muebles. Mientras comenzaban a discutir cómo dividirse el botín, los mercenarios y aventureros admiraron la falta de avaricia de los de Fonkrank. Por cierto, el grupo que se había metido con Sun fue castigado con la peor parte: solo les dejaron los restos que nadie más quería.

—Seguro que hay más de uno metiéndose una flauta mágica en el bolsillo a escondidas —observó Vermeer en voz baja, mientras observaban la bulliciosa disputa por los despojos.

—Seguro —asintió Yuusuke.

Era algo que se podría descubrir si se investigaba, pero no tenían intención de llegar al punto de hacer registros solo para señalar a los culpables.



—Los que iban primeros, preparaos para la retirada.

Una vez terminada la distribución del botín, la expedición comenzó a desfilar. Cuando se confirmó que todos habían salido del laboratorio, Yuusuke utilizó su habilidad para convertir en un muro la última entrada que quedaba. En la tarde del cuarto día desde la formación de la expedición, el recinto quedó completamente sellado.

Mientras los distintos grupos que habían participado en la misión empezaban a dirigirse al pasaje subterráneo, el grupo de Gazetta se preparaba para el viaje de vuelta a su país en un sendero cercano.

—¿Vosotros también os retiráis? —preguntó Yuusuke.

—Hemos cumplido nuestro objetivo —respondió Shinja, con su gran espada de platino en la espalda.

—Ya veo. Entonces, supongo que nos despedimos aquí.

—Sí. Hasta la próxima.

Las dos gemelas, que apenas habían cruzado palabra con él durante la misión, también inclinaron la cabeza en un gesto de despedida antes de seguir a los guerreros desvalidos por el sendero del bosque.

Mientras avanzaban, Ayuukas se giró de repente y le dedicó una sonrisa refinada, pulida a lo largo de tres mil años.

—¿Qué me dices? ¿No crees que es una buena oportunidad para quedarte un tiempo en Gazetta y olvidarte de tus deberes?

—Paso, gracias...

Rechazando cortésmente la invitación, Yuusuke observó cómo el grupo de Shinja se alejaba en dirección a Gazetta.

—Yuusuke, estamos listos para partir.

—Bien. ¿Volvemos a casa?

—Sí —afirmó Sun.

Los dos echaron a andar hacia la entrada del pasaje subterráneo, donde les esperaba el resto de la Patrulla del Dios Oscuro.



—¿Y bien?

—He conseguido la resonancia, pero... no tengo idea de cómo funciona.

Mientras avanzaban por un sendero en el espeso bosque, el grupo de Shinja escuchaba el informe de Ayuukas, que iba sentada sobre el brazo del guerrero. Ella les resumía la información que había obtenido sobre la habilidad de Yuusuke mediante su capacidad de resonancia con los dioses oscuros.

Explicó que se trataba de un tipo de poder que jamás había visto antes. Describió la técnica como una capacidad que manipulaba los objetos con ilusiones invisibles para cualquiera excepto para el propio Yuusuke.

Aunque albergaba dentro de sí el poder de un Dios Oscuro que la hacía inmortal, ella no era un dios. Los dioses oscuros eran una entidad emisaria de otro mundo que cada trescientos años era invocada por la voluntad de Kaltcio. A lo largo de la historia, algunos de los dioses oscuros con los que se había podido comunicar habían servido a naciones de su época, como Yuusuke, mientras que otros habían elegido vivir en aislamiento, evitando el contacto con el mundo. Algunos dejaron huella en la historia con grandes cambios o logros antes de perecer en batalla o alcanzar el final natural de su vida. Otros, dotados del poder de la inmortalidad, sobrevivieron a través de múltiples eras.

Ayuukas recibió su don de uno de estos dioses oscuros. Uno que había vivido incluso más tiempo del que ella llevaba existiendo, que deseaba librarse de su interminable existencia. Para morir, necesitaba transferir su poder inmortal a otra persona. Y fue elegida como recipiente por mera casualidad. Se llevó a cabo un ritual de intercambio de esencia, un antiguo método que le había enseñado otro dios oscuro de una era pasada. En el proceso, su cuerpo enfermo fue reemplazado por el cuerpo inmortal del dios oscuro. Así fue como se convirtió en algo similar a estos seres.

Gracias al poder de la inmortalidad que albergaba, era capaz de percibir, realizar resonancias y comprender a aquellos que poseían habilidades del mismo origen. Si se trataba de artes divinas convencionales, aquellas que se manifestaban con la concentración o la voluntad, o incluso aquellas que aumentaban las capacidades físicas de un individuo, podía imitarlas sin dificultad. Sin embargo, la habilidad de Yuusuke, [Creación Personalizada], requería un proceso sistemático de entrada basado en reglas específicas. Ayuukas no lograba comprender el contenido de aquel "menú de personalización" que aparecía al usar la técnica.

—Es un poder interesante, pero sin aprender a utilizarlo, no puedo hacer nada con él.

—Ya veo...



El segundo día del mes de agua de Hilgnar (NT: El mes de agua es el segundo, y la estación de Hilgnar es la cuarta. ¿Ya todo el mundo se lo sabe, no?), en el Palacio de Volance llegó el informe de que la expedición liderada por la Patrulla del Dios Oscuro había completado con éxito su misión y había regresado a Delia-Lidea. Con la misión finalizada, la expedición se disolvió y los de Fonkrank emprendieron el viaje de regreso a su país.

—Genial. Pasado mañana ya estarán por aquí.

De buen humor tras recibir las buenas noticias, Violet tarareaba mientras abría un paquete con equipamiento nuevo de trinca para la unidad y revisaba la calidad de su contenido. Días atrás, le había preguntado a Krielov si sería posible ascender a los miembros actuales de la Patrulla del Dios Oscuro a la guardia de palacio. La respuesta fue que sería difícil. No obstante, en lugar de quedarse de brazos cruzados, Violet ideó otra solución: ascenderlos a miembros oficiales de la Patrulla del Dios Oscuro.

En un principio, el grupo había sido seleccionado casi al azar de entre la guardia divina para acompañar a Yuusuke en la misión de construcción de la Fortaleza Gearhawk, por una mera formalidad. Aunque figuraban como parte de la Patrulla del Dios Oscuro, su estatus seguía siendo el de guardias divinos. Ahora, ella se disponía a cambiar eso, otorgándoles el rango de guardias de la Patrulla del Dios Oscuro.

Primero, intentó convencer a su padre, el Rey Esvobus, de ascenderlos a la guardia de palacio. Al ser rechazada, aceptó un término medio y logró que aprobara su promoción a miembros oficiales. Sun quedó fuera de la selección, pero el resto de los integrantes serían formalmente nombrados como miembros de la unidad en cuanto regresaran al país. El paquete que había llegado ese día contenía los uniformes que les iba a entregar: completamente negros, a juego con el de su capitán. En comparación con el uniforme simple de Yuusuke, estos llevaban una armadura adicional, dándoles un aspecto algo más imponente.

—Con esto, la Patrulla del Dios Oscuro tendrá finalmente su propia fuerza militar.

Su nuevo rango los colocaba por encima de los guardias divinos, pero por debajo de los guardias de palacio. Además, les otorgaba la capacidad de movilizar a la guardia divina con cierta libertad y el derecho de reclutar a usuarios de artes divinas de entre la población.

—Aun así... ¿por qué quiere hacer esto? —le preguntó Krielov.

—¿Eh? Porque sí. Más vale prevenir que curar —respondió Violet con su habitual confianza.

Sus ojos parecían brillar con un matiz diferente al de siempre. Por un momento, su asistente se preguntó si algún día podría surgir un conflicto entre la princesa Violet y el Rey Esvobus. Inmediatamente sacudió la cabeza para ahuyentar aquella idea.

A lo largo de la historia de Fonkrank, la familia real que gobernaba en Sanc Adiet había sido testigo de varias rebeliones encabezadas por príncipes que habían acumulado demasiado poder militar. Ahora bien, en todos los casos, el verdadero detonante había sido la creciente discordia entre el monarca y los príncipes rebeldes, en conflictos que nunca llegaron a resolverse. Y no había ninguna sombra de tal discordia entre Esvobus y Violet. «Estoy sobrepensando demasiado... Debe de ser por aquella conversación que escuché sin querer...», pensó el capitán de la Patrulla de Fuego.

«La historia de Kaltcio es la historia de facciones enfrentándose por el dominio del mundo, con la excusa de una fe en unos dioses que alguien se inventó...», era la frase que no podía sacarse de la cabeza. Fuese por accidente o con intención, Krielov había escuchado a Reifold compartir aquellas palabras con el Rey. Y en la actualidad, el poder del Dios Oscuro, símbolo de la autoridad de Esvobus, se encontraba en manos de Violet. El hecho de que, poco después de oír aquel discurso, Violet hubiese tomado acciones para fortalecer la Patrulla del Dios Oscuro y aumentar su fuerza militar era lo que lo había llevado a tales cavilaciones.

—¿Por qué han tardado tanto en volveeer? —se quejó mientras agitaba la capa de uno de los uniformes de la Patrulla del Dios Oscuro con entusiasmo.

—Princesa, si sigue jugueteando con la capa, se arrugará —la advirtió Krielov.

Y así, pasaron tres días hasta que Yuusuke y su grupo regresaron al país.





76

En la misma sala del piso superior del palacio de Volance que Violet solía usar para reunir a la Patrulla del Dios Oscuro, los miembros de la unidad, ahora ataviados con sus nuevos uniformes, recibían instrucciones sobre sus futuras misiones regulares.

—No sé cómo decirlo, pero... parecemos un grupo sospechoso de narices.

Tras regresar al país, la princesa informó a Yuusuke sobre la promoción de los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro. Los cinco guardias divinos que hasta entonces habían estado adscritos a la unidad recibieron su uniforme oficial como nuevos miembros de pleno derecho.

Como Sorzak no era un guardia divino, su rango se mantuvo igual. Sin embargo, cuando participara en misiones con el grupo, llevaría al menos la capa negra distintiva.

El hecho de que todos vistieran igual daba a la unidad un aspecto de mayor cohesión, pero al mismo tiempo resultaba intimidante desde fuera: un grupo completamente vestido de negro. En contraste, el uniforme blanco de Sun hacía que ella destacara aún más.

—Oye... Hisotta parece estar pasándolo fatal con ese uniforme.

—Mmm... Quizás le va demasiado grande. Bah, no importa. Ya se lo arreglarás, Yuusuke.

Frente a ellos, el cuello del uniforme de Hisotta le tapaba casi la mitad de la cara. Aun así, su expresión era de pura felicidad, pues el ascenso significaba un aumento de sueldo.

—Con esto, hasta podréis desfilar como parte de la guardia de palacio en el desfile del Festival del Aniversario.

—Ah, ahora que lo mencionas... Sí, con la pinta que teníamos antes, habría sido un problema en ese tipo de eventos.

El Festival del Aniversario, que comenzaba el primer día de la estación del fuego, incluía un desfile militar en honor al nuevo año. Durante ese evento, la guardia de palacio, a la que los ciudadanos rara vez veían en acción, marchaba vistiendo lujosos uniformes de colores vivos. Imaginarse a la Patrulla del Dios Oscuro desfilando tras ellos, con cada miembro vestido de forma distinta, era una imagen poco elegante para Yuusuke. Participar solo en la procesión tampoco le apetecía.

—A partir de ahora, seguiréis bajo el mando de Yuusuke. No lo olvidéis.

Las patrullas por la ciudad y sus otras funciones propias de la guardia divina seguirían igual. En cuanto a Vermeer, Zhahid y Zaisha, sus responsabilidades apenas cambiarían, ya que tenían experiencia en liderazgo. No obstante, para Hisotta y Hinke, que hasta ahora habían sido simples guardias de rango bajo, asumir un rol de mando sería un cambio importante.

—Bah, mientras sea un trabajo fácil, seguro que me las apaño.

—Yo... ¿Dirigir una unidad...? P-Pero... ¡¿Cómo voy a hacer eso?!

—Tranquila, Hisotta, yo te enseñaré.

Hinke, como siempre, se lo tomó con calma, mientras que Hisotta se mostró inquieta. Zaisha intervino para tranquilizarla.

Tras eso, Krielov explicó las nuevas atribuciones que tendrían los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro. Con eso, la sesión informativa sobre las misiones de la unidad concluyó sin problemas.

Yuusuke se llevó temporalmente los uniformes de todos para mejorarlos y darles efectos de refuerzo con su habilidad de personalización.

—Hoy se nos va a ir el día entero solo con esto... Ah, por cierto, Hisotta, ven a mi cuarto. Tengo que ajustarte la ropa.

—¿Eh? A-Ah, sí.

—Yo te ayudaré a cargar la ropa.

Con la ayuda de Sun, Yuusuke transportó los quince uniformes (cinco por persona, contando los de repuesto) junto con las armaduras hasta su habitación. Era la primera vez que Hisotta iba a la habitación de Yuusuke en el palacio, así que lo siguió con cierto nerviosismo.

—No vayas a aprovecharte de tu subordinada, ¿eh?

—Si intentara algo así, Sun me haría trizas.

Violet lo picó con una sonrisa, a lo que Yuusuke le respondió con una broma mientras salían de la sala donde estaban. Con esto, la Patrulla del Dios Oscuro finalizó sus actividades del día.



Unos días después, retomaron su rutina habitual. Yuusuke fue a la habitación privada de Violet para informarle sobre el estado del cultivo del musgo solar y otras novedades.

—Oh, ya veo. Si todo va bien, la expedición a Trent Rietta no fue en vano.

—Parece que el secreto estaba en la tierra y el agua, además de las propiedades de los árboles enraizados.

—¿Y para cuándo crees que podremos cambiar todas las lámparas de la ciudad por lámparas green?

—Mmm... Como mínimo hará falta medio año más para poder fabricar tantas.

Violet suspiró con un ligero gesto de decepción al saber cuánto tardaría. Las lámparas green que usaba en algunas partes de su habitación funcionaban con musgo solar cultivado en el laboratorio subterráneo de la casa de Yuusuke. Si bien la producción era suficiente para un suministro estable a pequeña escala, la cantidad era insuficiente para distribuirlas entre la población general.

—Cuando lo tengamos dominado, me gustaría usar la ciudad subterránea como zona de cultivo del musgo solar.

—Oh, bien pensado. Así le daremos uso al subsuelo... ¿Qué opinas, Krielov?

—Me parece una gran idea. Hace tiempo que comentamos que dejar que haya trabajadores ilegales allí es un desperdicio.

Con el visto bueno de Krielov, decidieron hablar con el Rey lo antes posible para asegurarse de disponer del lugar.

En cuanto a los documentos de investigación sobre medicamentos que trajeron del laboratorio de bestias modificadas, estaban siendo analizados por investigadores competentes gracias a los contactos de Rasanaasha. Una vez que el cultivo del musgo solar estuviera bien encaminado, planeaban incluir a Raazsha en la investigación y desarrollo de nuevos fármacos.

—Por cierto, Sorzak casi ha terminado el nuevo modelo de caja de cambios, así que pronto empezaremos a desarrollar vehículos pequeños.

—Te refieres a los que usará la Patrulla del Dios Oscuro. ¿Y qué hay del mío? ¿Todavía no está listo?

—Tendrá la misma base. No tardará en llegar.

Desde que tuvo la idea de desarrollar vehículos motorizados pequeños, Yuusuke había estado considerando una revisión completa del concepto de los coches de motor. En lugar de seguir improvisando como hasta ahora, quería definir una dirección clara para el diseño, unificar estándares y estructurar las bases del proyecto. Si separaban la unidad de propulsión de la parte en la que viajaban los pasajeros, podría mantener el mismo rendimiento y cambiar libremente el diseño exterior. Podría hacer modelos simples enfocados en la velocidad o carruajes lujosos y ornamentados con un interior elegante.

—Si conseguimos establecer bien el modelo base, luego podremos desarrollar todas las variaciones que queramos.

—Uuuh... ¡Eso suena increíble! Espero con ansias el resultado.

Dado que la Patrulla del Dios Oscuro utilizaría los vehículos en sus misiones, necesitaban que la conducción fuera fácil. Violet disfrutaba corriendo por la pista de entrenamiento con los prototipos actuales, así que solo imaginar un coche capaz de recorrer la ciudad como una diligencia la emocionaba aún más. Por otro lado, Krielov, en contraste con la expresión radiante de Violet, estaba visiblemente agotado solo de pensar en la posibilidad de que se escapara del palacio con un vehículo de esos. Ya de por sí, atrapar a Violet cuando se ponía a jugar una tarea difícil.

—No te preocupes. Pondré freno de emergencia en un lugar fácil de agarrar.

—Si eso sirve para detenerlo, vale...

Krielov miró a Yuusuke con los ojos entrecerrados e insinuó que si no funcionaba, lo llamaría a él para atrapar a la princesa. Yuusuke se rió cortesmente y dijo que no sería necesario. Mientras tanto, Violet fingió no haber oído nada, miró hacia otro lado y se puso a silbar.



Las salas de descanso de la guardia de palacio se encontraban en la séptima y octava planta del Palacio de Volance. La de la séptima planta era la más utilizada en el día a día, mientras que la de la octava se reservaba para reuniones entre capitanes. De esa sala de la octava planta salieron juntos un joven miembro de la Patrulla de Fuego y un hombre de cabello verde.

—Bien, haré todo lo que esté en mis manos para investigarlo —sacó pecho Hivodir.

—Te lo agradezco. Pero, por favor, ten cuidado —respondió Reifold con una sonrisa inescrutable.

Él era quien manejaba el grupo de candidatos a prometido de Violet, que eran los miembros de mayor estatus dentro de la guardia de palacio. Aprovechando su posición, Leifold Reifold había estado filtrando información intencionalmente en algunos círculos para detectar quiénes estaban intentando acercarse al capitán de la Patrulla del Dios Oscuro.

No todos los dioses oscuros que habían descendido sobre Kaltcio habían tenido el mismo impacto, pero al menos aquellos como Yuusuke demostraban ser la clave para dominar este mundo. Esta era una oportunidad perfecta para erradicar cualquier semilla de rebelión en el país y convertir a Fonkrank en una gran nación eterna.

El reino de Noscentes, cuya fundación se situaba entre cinco y seis mil años atrás, había logrado perdurar tanto tiempo gracias a que sus sucesivos gobernantes habían sabido manejar a los dioses oscuros de la manera adecuada. Reifold estaba convencido de ello.

«En fin, ahora toca ir a la zona baja de la ciudad», pensó. Después de despedirse de Hivodir, Reifold salió del palacio y se dirigió desde un callejón de la zona noble hacia el distrito de clase baja. Su objetivo era recabar información sobre los traficantes del mercado negro. Cuando acompañó a la Patrullo del Dios Oscuro a Trent Rietta, además de la misión en el laboratorio, también había estado investigando el movimiento de estos comerciantes por otro asunto. El motivo por el que apareció en el momento en que Yuusuke y los demás estaban debatiendo en Delia-Lidea fue porque había estado buscando informantes en los callejones de la ciudad.

«Ese comerciante a veces usaba palabras con acento de Trent Rietta, igual que tú...», recordó que le había dicho Izapnar, el antiguo caudillo supremo, cuando estuvo en la celda para prisioneros de alto rango en Paula. Entonces, cierta familia de Trent Rietta le vino a la mente.

La mayoría de los nobles y miembros de la realeza de Trent Rietta tenían un carácter pacifista, hedonista e inofensivo, pero había una familia que siempre había mostrado una faceta ambiciosa: la familia Elfidras y los nobles bajo su mando. Ellos defendían el control del pueblo mediante el supremacismo y proclamaban que convertirían a Trent Rietta en una gran potencia de Kaltcio, exigiendo la expansión del ejército. Sin embargo, los reyes de la época los consideraban una fuente segura de problemas y, al final, nunca lograron hacerse con el trono.

Pero eso no significaba que hubieran sido erradicados. Cuando visitó Ringwall, Reifold intentó seguir su rastro, pero no consiguió hallar ninguna pista. El hecho de que ni siquiera su propia investigación hubiera dado frutos le producía una sensación de alerta. Si no podía encontrarlos, era porque estaban tomando medidas para esconderse.

Mientras seguía investigando, empezó a notar una conexión entre los traficantes del mercado negro y la familia Elfidras. En el laboratorio de bestias mágicas, hallaron fragmentos de una armadura en los que estaba grabado el emblema de una de las familias nobles bajo la influencia de los Elfidras. Esa familia, por lo general, operaba como el ejército privado del linaje.

Si la familia principal había abandonado Ringwall y sus subordinados se habían dispersado y convertido en mercenarios, no sería extraño. Pero el hecho de que ninguna de las familias relacionadas pudiera ser localizada era sumamente sospechoso.

Los que habían servido como el ejército privado de la familia, habían estado a cargo de la seguridad de la instalación científica. A partir de ahí, se podía deducir la verdadera identidad del grupo que dirigía el cotarro...

«Los líderes de los traficantes del mercado negro son la familia Elfidras. ¿Querrán permanecer ocultos para derrocar a la actual familia real de Trent Rietta...? No, seguro que quieren hacerse con Kaltcio entero.»

Aunque en su razonamiento se mezclaban suposiciones, Reifold estaba bastante seguro de que no iba desencaminado. Una familia que había insistido tanto en convertir Trent Rietta en un estado supremacista no desaparecía de la noche a la mañana sin dejar rastro. Si habían optado por esconderse bajo tierra, era lógico pensar que lo habían hecho para reunir fuerzas mientras planeaban apoderarse del trono.

No sabía hasta qué punto la familia Elfidras comprendía la naturaleza del Dios Oscuro, pero si dentro de Fonkrank existía alguien con acceso a uno, no cabía duda de que intentarían acercarse a través de ese intermediario.

Los líderes de Blue Garden y Noscentes que habían tratado de enfrentarse a Fonkrank habían caído, gracias a la protección del Dios Oscuro. Ahora, parecía que desde Trent Rietta estaban intentando entrar en contacto con él. El propio Rey Shinja de Gazetta también tuvo las de perder en la Gran Muralla de Paula. Pero había una diferencia clave entre él y los otros: él no le declaró la guerra en ningún momento al Dios Oscuro.

También se sabía que Gazetta, un país con amplios conocimientos sobre los dioses oscuros, había intentado atraer a Yuusuke a su territorio. «Sin duda, Yuusuke es un Dios Oscuro que, si se convierte en aliado, traerá grandes beneficios.»

La familia Elfidras, que parecía estar al mando de los traficantes del mercado negro, no era una simple organización clandestina. Aunque se tratase de un grupo de esa calaña, no podían subestimar su influencia.

Teniendo en cuenta todos estos factores, Reifold comenzó a moverse en las sombras para erradicar no solo a los rebeldes dentro de Fonkrank, sino también la influencia de los traficantes del mercado negro.


4 comentarios:

  1. Que placer estar de vacaciones y poder disfrutar vuestras maravillosas traducciones. Gracias por todo el esfuerzo.


    Gracias Chi@s de princescans

    ResponderEliminar
  2. graxxx por los capis esperando mas salu2

    ResponderEliminar
  3. Me encanta esta novela, de hecho siempre la leo en los ratos libres del mi trabajo los sabados. Y cuando no esta me da una lastima jajajaja.
    Pero bueno se aprecia muchisimo su trabajo, ademas siempre esta Re:monster para perder un poco el tiempo ya que tambien me gusta muchisimo.

    ResponderEliminar