23/08/2016

WCC - 79, 80



Bueno, bueno~

Esta semana ha habido muchas novedades de WCC sin ser el día de publicar. Y tan solo he recibido un comentario de "los pdf no funcionan" ¡¡¡te diré yo lo que no va a funcionarte si te pillo, maldita sea!!!

En fin, gracias a un ex miembro de este scans, el gran master666, dominador del universo y creador de terremotos, he podido editar los volúmenes de esta serie dividiendo los capítulos como pertoca. Tienen los tomos 1, 2 y 3. El 4 seguramente esté a mediados de la semana que viene, pues creo que termina en el capítulo 82 y para entonces los tendremos traducidos. Dejo los enlaces por aquí también. Por las dudas, si está en gris es que ni existe ni está enlazado todavía, estaba hecho para dummies pero se ve que hay gente que ni así lo entiende...






¡Ah! Aparte de eso también puse en la página principal de la serie las imágenes de los personajes principales de cada tomo y un mapa de Kaltcio. ¡Agradezcan el trabajo que hago por ustedes, joder!


-Xeniaxen



Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
World Customize Creator



Traducido por: Xeniaxen


79

El camino montañoso que conectaba Ringwall con Delia-Lidea se dividía en dos en cierto punto. Una de las rutas era un sendero que atravesaba las grietas de la montaña, mientras que la otra bordeaba un acantilado, tallada directamente en la roca. Ambas caminos llevaban a la ruta minera de Ludia.

Actualmente, el ejército de Viento Afilado había bloqueado el sendero rocoso y derrumbado la ruta del acantilado, dejándolas completamente intransitables. El ejército de Trent Rietta, encargado de restablecer el acceso a las minas, había renunciado a la reconstrucción del camino del acantilado y se estaba dedicando a despejar las rocas que obstruían el sendero de montaña.

—Joder. ¿Estos de Viento Afilado no se han pasado un poco?

—Ni que lo digas. Reconstruir el camino del acantilado nos llevará años... ¡¿Eh?!

—¿Qué pasa?

—No sé... Me pareció ver algo moverse...

Dos ingenieros militares, que se habían escabullido del trabajo nocturno para curiosear en el camino del acantilado, vieron algo en la oscuridad, al otro lado del vacío donde antes estaba la carretera. Aguzaron la vista para distinguirlo, pero antes de que pudieran reaccionar, un objeto largo y delgado con una punta metálica brillante voló hacia ellos.

—¡Aaarghhh!

—¡¿Qué demonios...?!

Era una cuerda con un pesado clavo de hierro atado al extremo. Atravesó el aire con un silbido y se clavó con fuerza en la pared rocosa del acantilado. Al mismo tiempo, una intensa oleada de energía divina se expandió y una ráfaga de viento reforzó la fijación del clavo. La cuerda se tensó un par de veces, como si alguien del otro lado estuviera verificando su estabilidad. Luego escucharon el sonido de anillas metálicas chocando.

—Oye... Esto es...

—¡No puede ser...! ¡¿Van a tender un puente?!

Una serie de plataformas plegables sujetas a anillas de metal comenzaron a deslizarse por la cuerda, hasta alcanzar el extremo clavado en la roca. De inmediato, se desplegaron simultáneamente, formando un estrecho puente colgante, apenas lo suficientemente ancho para que lo cruzara una persona. Entonces, el puente empezó a oscilar y crujir como si alguien estuviera a punto de cruzarlo.

Uno de los ingenieros, que dominaba las artes terrestres, intentó derribar el puente con su poder, pero por alguna razón su energía divina no fluía correctamente.

—¡No puede ser! ¡Envía un aviso a la base!

—El viento nos está... No, espera... ¡Esto es...!

Mientras uno de ellos intentaba cortar las cuerdas con un cuchillo, vio cómo, desde el otro extremo del puente, una bestia mágica lo cruzaba a toda velocidad. Con los colmillos al descubierto, saltó hacia ellos en un feroz ataque.



A altas horas de la noche, el palacio de Ringwall estaba sumido en un caos absoluto, como si hubieran golpeado un avispero. Desde la ruta minera, que supuestamente había quedado inutilizada, un pequeño destacamento liderado por bestias mágicas modificadas había lanzado un ataque sorpresa. Además, se había perdido toda comunicación con los ingenieros militares encargados de despejar el sendero de montaña. El escuadrón enviado de urgencia a investigar la situación también se vio afectado por las ondas de interferencia que anulaban artes divinas, lo que los obligó a retroceder hasta la entrada de la ciudad. Para empeorar la situación, la unidad que estaba apostada en la frontera informó sobre la aproximación de lo que parecía ser el ejército enemigo. Después de ese último mensaje, tampoco volvieron a responder.

Por lo que se había podido determinar hasta el momento, el ejército de Viento Afilado mostraba una composición inusual. En todas sus unidades había bestias de guerra, y su táctica consistía en utilizar las interferencias para inutilizar las artes divinas, seguido de un asalto cuerpo a cuerpo liderado por mercenarios. El ejército de Trent Rietta no disponía de medios para contrarrestarlos, lo que suponía una desventaja fatal.

—¿Y los refuerzos de Fonkrank...?

—Apenas hemos enviado la petición de ayuda. Es imposible que lleguen en uno o dos días.

El rey Cliffzah ordenó enviar información detallada a Fonkrank sobre la situación en Ringwall y la composición del enemigo. Tal vez la Patrulla del Dios Oscuro, que había logrado clausurar el laboratorio, tuviera alguna estrategia para hacer frente a las bestias modificadas.

—Majestad, con el debido respeto... Si revelamos demasiada información a Fonkrank, podrían aprovecharse de nuestra situación...

—Entiendo tu preocupación, pero lamentablemente no estamos en condiciones de andarnos con juegos diplomáticos.

Por el momento, solo estaban sufriendo incursiones menores desde la retaguardia, pero la realidad era que la capital ya estaba siendo atacada. No podían darse el lujo de preocuparse por las apariencias.



Habiendo derrotado a la unidad de Trent Rietta que había establecido su campamento en la carretera fronteriza, el ejército de Viento Afilado avanzaba ahora hacia la capital, Ringwall. Mientras tanto, las tropas que habían retrocedido desde el puesto avanzado de la Ruta Alta estaban entrando en Delia-Lidea. La unidad de la oficial militar Brentford, que acababa de reunirse con el cuerpo principal del ejército, tomaba la delantera.

—Vaya, vaya... No esperaba menos de la oficial militar. Ha sido una maniobra impecable.

—Es mi trabajo... Es más, ¿todavía no habéis logrado contactar con la señorita Val?

—No, estamos actuando con la máxima cautela en las comunicaciones. Aunque, dado que el ejército de Gazetta se está movilizando, parece que la señorita ha logrado negociar con éxito.

—Ya veo... En ese caso, está bien.

Brentford parecía aceptar la explicación del oficial financiero Fortress, aunque no sin cierta reserva. La repentina e inesperada declaración de guerra sin consultarle seguía generándole sospechas, pero, al final, comprendía que Valerie también llevaba la sangre de los Elfidras. Quizás, en cierto modo, ese resultaba ser el carácter de la familia.

Aprovechando la oscuridad de la noche, el ejército de Viento Afilado continuaba su avance. La luz de la ciudad de Ringwall brillaba en el horizonte. Entrecerrando los ojos, Brentford centró toda su atención en la batalla que estaba por comenzar. Observándolo con una expresión de confianza, Izaac no pudo evitar sonreír para sus adentros.



Decimoséptimo día del mes de agua de Hilgnar...

El equipo de investigación liderado por la Patrulla del Dios Oscuro, que había partido de Sanc Adiet, avanzaba hacia el sur por la carretera. Se encontraban descansando tras haber pasado la intersección que separaba la ruta hacia la ciudad portuaria y el camino a Blue Garden. Al mismo tiempo, mantenían comunicación con la unidad de refuerzo de Hivodir, que se dirigía hacia la costa pasando por la aldea de Rufk, y estaban atentos a cualquier información proveniente de Trent Rietta.

—Parece que la unidad de refuerzo está a punto de llegar a la ciudad portuaria... Ah, y el señor Zeshald de Rufk también está bien.

—Ya veo. Pero qué raro que se molesten en informar sobre el estado del profesor... Para ser él, ha sido bastante considerado.

Mientras escuchaba el informe de Hisotta, el de pelo negro revisaba los elementos del mapa de combate en su menú de personalización. Pensaba que sería útil contar con más variaciones de muros defensivos y trampas, así que seguía trabajando en mejorar los datos existentes.

El equipo de investigación que llevaban consigo en esta ocasión constaba de cinco escuadrones de ocho soldados cada uno, liderados por los cinco miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, además de veinte soldados bajo el mando directo de Yuusuke, sumando un total de sesenta efectivos. Contando con Sun y el resto de la patrulla, el grupo alcanzaba las sesenta y siete personas. Era demasiado grande como para encontrar un alojamiento para todos.

—Yuusuke, Hinke y su grupo han regresado.

—Ah. Ya voy.

Hinke había salido en su motocicleta nueva para inspeccionar el terreno. En realidad, no era estrictamente necesario, pero nunca está de más ser cauteloso cuando puede haber trampas o emboscadas. Esa era la excusa oficial. La verdad era que Hinke estaba encantado con la velocidad de la moto y solo quería una razón para usarla. Era bastante cuestionable, pero al menos hacía su trabajo.

—He revisado hasta la salida del bosque. No hay nada sospechoso. Me crucé con comerciantes ambulantes, así que todo parece en orden.

—Entendido, buen trabajo.

Tras desmontar los vehículos, Yuusuke retiró los componentes metálicos, así como las unidades de propulsión, y devolvió el resto de las piezas a su forma original de madera para almacenarlas. Hinke, con una expresión de satisfacción y un ligero cansancio, se dirigió al carruaje de descanso junto con los subordinados que habían recorrido el camino con él. Cabe mencionar que los ocho miembros de la unidad que había formado Hinke eran todas mujeres.

Zaisha, que comandaba un escuadrón especializado en artes acuáticas curativas y de recuperación, sonrió con cierta exasperación mientras informaba a Yuusuke sobre el estado del equipo.

—Capitán, salvo la unidad de Hinke, ya hemos terminado con la recuperación de todos.

—Buen trabajo. Justo acaban de regresar, así que encárgate de ellos también. Partiremos en breve.

En términos generales, los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro no solían fatigarse, gracias a los efectos de sus uniformes y demás equipamiento. Debido a esta ventaja, podían centrarse en la condición física de sus subordinados y asegurarse de que todos estuvieran en óptimas condiciones. Esta consideración por parte de sus superiores aumentaba enormemente la lealtad de los soldados, aunque Yuusuke no lo hacía con ese propósito en mente.

—Bien, vamos a...

—¡C-Capitán!

Justo cuando Yuusuke estaba a punto de dar su acostumbrada orden de salida con su habitual desgana, Hisotta lo interrumpió de forma apresurada.

—¿Qué ocurre?

—¡H-He recibido un mensaje de emergencia...! Trent Rietta... Ringwall... ha caído.

La tensión se extendió entre todos, rompiendo el ambiente relajado que habían tenido hasta ese momento. Como siempre, fue Vermeer quien reaccionó primero y pidió más detalles.

—¿Han dicho algo los de Viento Afilado? ¿Qué se sabe del Rey Cliffzah? ¿Está vivo?

—Todavía no hay información clara... Solo nos han ordenado continuar hacia la ciudad portuaria.

—Hmm...

—Ha sido demasiado rápido.

Sin más que hacer por el momento, la Patrulla del Dios Oscuro reanudó la marcha. En cada uno de los nueve carruajes, los soldados conversaban serios sobre la caída de Ringwall. Incluso en el carruaje donde viajaban los miembros de la patrulla, la conversación giraba en torno a ese mismo tema.

—O bien Viento Afilado es increíblemente fuerte, o bien el ejército de Trent Rietta era más débil de lo que pensábamos —comentó Zhahid.

—¿Qué pasará con el general Hivodir? —se preocupó Hinke.

—Si su capital ha caído, es peligroso que se acerquen sin más —dijo Yuusuke.

—Podrían atacarlos si no tienen cuidado —subrayó Vermeer.

De cualquier forma, la caída de Ringwall significaba que la situación se había vuelto aún más incierta. Si el ejército de Gazetta, que se encontraba reunido al otro lado del Lago Reflejo Lunar, estaba coordinado con Viento Afilado, bien podrían aprovechar la oportunidad para invadir Fonkrank. Si permanecían en la ciudad portuaria, Gazetta podría dudar antes de hacer un movimiento.

—En el peor de los casos, tendremos que depender de la fuerza del capitán.

—No me pongas tanta presión...

De hecho, Yuusuke pensó que, con Shinja allí, no deberían preocuparse tanto. Y se sumergió de nuevo en la personalización de los datos del mapa de combate.

Poco después, llegó un mensaje de la unidad de Hivodir: habían decidido establecerse temporalmente en una ciudad costera y enviar exploradores hacia la frontera para evaluar la situación antes de actuar.



Decimoctavo día del mes de agua de Hilgnar...

Welsh visitó a un traficante en la ciudad portuaria del lago y obtuvo información sobre las acciones de Viento Afilado. Se trataba de un arrebato provocado por la facción más radical dentro de la organización. Aunque fue un evento repentino, el uso de poderosas bestias de guerra permitió que el ataque a la base enemiga tuviera éxito. Ahora que se había declarado la guerra en nombre de la casa Elfidras, ya no había forma de dar marcha atrás. Los tres oficiales tuvieron que tomar el mando de toda la organización y estaban buscando la manera de evitar una guerra total contra el gobierno de Trent Rietta.

—Vaya estupidez la que han hecho... —Valerie suspiró con frustración mientras se revolvía el cabello con brusquedad.

—Quizá el hecho de que la señora Brentford estuviera ausente también influyó en que no pudieran detenerlos —expuso Rufina.

—Para colmo —añadió Welsh—, parece que se ha difundido el rumor de que la señorita está en esta ciudad. Además, también dicen que la Patrulla del Dios Oscuro se dirige hacia aquí.

—¡¿Qué?! ¡¿Ese escuadrón imbatible?!

Rufina se puso nerviosa y sugirió que debían escapar de inmediato, pero Welsh opinó que probablemente el verdadero objetivo de la patrulla era disuadir al ejército de Gazetta, que se había reunido en la otra orilla del lago.

Sin embargo, si Fonkrank estaba enviando refuerzos a Trent Rietta y la Patrulla del Dios Oscuro llegaba a enterarse de que la cabecilla de la organización, la heredera de la casa Elfidras, se encontraba oculta en la ciudad portuaria, lo más probable era que intentaran capturarla de inmediato.

—¡Entonces tenemos que escapar! ¡¿A qué estamos esperando?!

—Tranquila... ¿Cuál es el plan?

Mientras calmaba a Rufina, que estaba a punto de entrar en pánico, Valerie miró a Welsh, que en todo momento había mantenido la compostura. Asintiendo con la cabeza, él explicó los detalles de su plan.

—Los traficantes nos ayudarán a escapar.

Si se movían de noche, levantarían sospechas, así que saldrían disfrazados de mercaderes en pleno día. En el camino, se desviarían de la carretera para llegar hasta el lago, donde subirían un bote y seguirían la orilla hasta Trent Rietta.

—Nos iremos de inmediato. Yo las esperaré en la puerta trasera de abajo.

—Vale. Entonces, más vale que nos demos prisa y terminemos.

—Al final, ni siquiera pudimos hacer turismo...

Quejándose de que apenas habían podido salir del alojamiento desde su llegada, Valerie y Rufina comenzaron a preparar su equipaje para huir de Fonkrank.



Como el ritmo del grupo era bastante uniforme, la Patrulla del Dios Oscuro llegó a la ciudad portuaria antes de lo previsto. Condujeron sus carruajes por la calle frente al alojamiento que compartirían con la patrulla de seguridad de la ciudad y descargaron el equipaje para instalarse.

—Capitán, han llegado nuevas noticias sobre Trent Rietta.

Según el informe de Hisotta, el ejército de Viento Afilado parecía estar compuesto principalmente por bestias de guerra que parecían ser bestias modificadas, mientras que la mayor parte de sus tropas eran mercenarios, una unidad especializada en emboscadas y tácticas de distracción. Al parecer, una vez comenzaba el combate, casi todas las artes divinas quedaban inutilizadas.

—Bestias modificadas, ¿eh...?

—¿Deberíamos asumir que están relacionadas con la organización que gestionaba el laboratorio...?

—Sería lo más lógico.

Yuusuke estuvo de acuerdo con la deducción de Vermeer. Actualmente, un equipo se dirigía a la ciudad costera donde estaba estacionado el cuerpo de refuerzo para entregarles las flautas mágicas como medida contra las bestias de guerra. En realidad, Yuusuke las había copiado y producido en masa. Aunque utilizó metales comunes, su estructura diseñada para emitir ondas sonoras específicas era bastante compleja y detallada. Incluso un maestro de las artes terrestres del nivel de Sorzak no habría podido replicarlas con facilidad. Solo había sido posible fabricarlas gracias a la capacidad de personalización superguay de Yuusuke.

—Flautas mágicas, ¿eh? Quizás deberíamos asegurarnos de tener algunas aquí también.

—Nosotros iremos a explorar.

—De acuerdo, bien pensado.

Tras finalizar su informe, Hisotta y algunos de sus subordinados se dispersaron por la zona para llevar a cabo un reconocimiento. Otros miembros también se ocuparon de recopilar información o vigilar la otra orilla desde la ciudad, cada uno cumpliendo con su tarea. Por su parte, Yuusuke terminó de saludar a los responsables de la seguridad de la ciudad y organizó turnos de guardia con sus propios soldados en los alrededores del alojamiento. Como ya había terminado con las tareas más urgentes y tenía algo de tiempo libre, decidió dar un paseo con Sun.

—Es la primera vez que vienes a la ciudad portuaria, ¿verdad?

—Sí. La verdad es que estaba deseando caminar por sus calles y explorarla.

—Ja, ja, ja. Si quieres, puedes ir a tu aire.

—No... Quería pasear contigo, Yuusuke —murmuró con un leve sonrojo.

—Ah... Vale —contagiado por su timidez, Yuusuke se rascó la cabeza, algo avergonzado.

El contraste entre los dos era llamativo: el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro, vestido completamente de negro con su cabello negro, y su asistente personal, de cabello blanco con un atuendo blanco inmaculado. Mientras caminaban por las calles de la ciudad portuaria de la mano, irradiaban una atmósfera tan cercana y armoniosa que resultaban sumamente llamativos.

Deambulaban sin rumbo fijo, y llegaron a la zona cercana a la entrada de la ciudad, que conectaba con la carretera principal. Entonces vieron algo parecido a un saco de tela tirado en el suelo. Al fijarse bien, se dieron cuenta de que era una persona.

—¡Yuusuke...!

—Sí... Está en muy mal estado.

Boca abajo en el suelo, cubierto de cortes y hematomas, su cuerpo estaba manchado de sangre y barro. Por el color de su cabello, era evidente que se trataba de un desvalido. Estaba en condiciones deplorables, pero aún respiraba.

Yuusuke le pidió a Sun que fuera a buscar a Zaisha, mientras sacaba una poción curativa y comenzaba a tratar las heridas del joven.



—Oye, mira. La chica desvalida con la que nos hemos cruzado antes...

—Es la asistente de la Patrulla del Dios Oscuro.

—¿En serio? ¿No decías que llegarían pasada la tarde?

Mientras se dirigían al punto de encuentro con su contacto, Valerie y su séquito avanzaban rápidamente por las calles, inquietos cada vez que pasaban junto a los soldados de Fonkrank.

Cuando finalmente llegaron a las afueras de la ciudad, vieron a un chico vestido con un uniforme negro agachado en la entrada de la ciudad, ocupado con algo. Se tensaron al pensar que podría estar vigilando la salida, pero en cuanto vieron lo que yacía a sus pies, sus ojos se abrieron de par en par.

El rostro hinchado y amoratado de la persona que el hombre acababa de girar boca arriba les era demasiado familiar.

—¡¡¡Od!!!

—¡No! Rufina, ¡detén a la señorita!

—¡Señorita, no!

Repeliendo las ataduras que Rufina lanzó con sus artes divinas, Valerie se lanzó hacia adelante.



Mientras cuidaba del joven desvalido, Yuusuke notó cómo las pequeñas heridas y la hinchazón de su espalda comenzaban a reducirse visiblemente gracias al medicamento. Al ver mejora, lo giró con cuidado para empezar a tratar la parte frontal de su cuerpo. Justo en ese momento...

—¡¡¡Od!!!

—¿Hm?

—¡Imbécil! ¡¿Cómo te atreves a hacerle esto a mi Od?!

Al oír aquel grito furioso detrás de él, se giró y vio a una chica abalanzándose hacia él con los brazos envueltos en llamas en espiral. Lo primero que llamó su atención fue su larga melena roja, con algunos mechones verdes que resaltaban como reflejos en su flequillo.

—¡¿Quééé?!

Sin darle tiempo a observarla bien, la espiral de fuego se extendió como un ser vivo y se abalanzó sobre él. Reaccionó al instante y transformó la tierra a sus pies en un muro defensivo. Ya había alcanzado el nivel en el que este tipo de acción le tomaba apenas un segundo.

«¿Un muro...?»

—¡Tch! ¡Maldita sea! ¡Qué fastidio!

Parecía que las llamas habían chocado contra la barrera y rebotado, pero en lugar de disiparse, se curvaron por encima de la estructura y se dirigieron hacia él desde otro ángulo. Por suerte, su trayectoria era imprecisa y el ataque terminó golpeando el suelo, dejando una mancha de ceniza antes de desaparecer.

Las artes divinas de Valerie eran una combinación de fuego y viento. Era capaz de manipular las llamas haciéndolas fluir sobre corrientes de aire como si fueran cintas en constante movimiento. Tras envolver sus brazos nuevamente en aquella espiral ardiente, corrió hacia el otro lado de la barrera.

—¡Oye! ¡Espera un momento! ¡¿Por qué me atacas?!

—¡No te hagas el tonto! Vale que Od es un idiota y puede haber metido la pata, ¡pero eso no justifica que lo hayas tratado así!

Yuusuke esquivó la nueva ráfaga de fuego con un rápido movimiento lateral, intentando ganar algo de distancia. Planeaba rodearla con una barrera o hacer que cayera en un agujero, pero el problema era que su ataque lo perseguía sin darle tregua.

—Por lo menos cálmate y escúchame. Estoy seguro de que esto es un malentendido.

—¡Cállate! ¡Los desvalidos también son personas, igual que tú! ¡Y aun así...!

Parecía que conocía al joven inconsciente, pero estaba tan cegada por la ira que no iba a escuchar razones. Yuusuke decidió que la mejor forma de resolver la situación era hacer que bajara la guardia. Abrió su menú mental y seleccionó un diseño de distracción. Era un mecanismo de bajo coste en materiales, lo que significaba que podía crearlo y aplicarlo en cuestión de segundos. Entre los muchos prototipos que había creado por diversión y nunca había usado, eligió uno que ahora le resultaba útil. Lo implementó justo bajo los pies de la pelirroja de mechas verdes.

—¡Ejecutar!

Boing, boing, boing, boing...

—¡¿Qué diantres es esto?!

Apareció un extraño objeto de tierra, de unos cincuenta centímetros de largo y veinte de diámetro, que comenzó a moverse como una oruga gigante. Al verlo de repente bajo sus pies, Valerie pegó un salto hacia atrás por puro reflejo. Su sorpresa rompió su concentración, y las llamas que controlaba se dispersaron en todas direcciones.

Aprovechando la oportunidad, Yuusuke ejecutó rápidamente otro diseño, esta vez para levantar un nuevo tipo de barrera. Antes de que ella pudiera reaccionar, la rodeó por completo.

—¿Qué...?

En el momento en que las partículas de luz que surgían del suelo se desvanecieron, Valerie se dio cuenta de que estaba atrapada dentro de una celda. Se quedó atónita.

Esta nueva versión de la barrera defensiva usaba menos recursos por cada pared, lo que le permitía a Yuusuke generar varias capas adicionales dentro de la misma área. Había formado una estructura similar a una jaula de barrotes, dejando a Valerie completamente inmovilizada. Con su oponente neutralizada, decidió que lo prioritario era seguir atendiendo al joven en lugar de perder tiempo discutiendo.

—¡E-Espera!

—No voy a esperar. Si no me doy prisa, puede ser demasiado tarde.

—¿Eh...?

Entre la sorpresa por el extraño objeto retorciéndose a sus pies y el repentino encierro, Valerie había recuperado la calma. La inesperada respuesta de Yuusuke la dejó perpleja.

Él se giró y, sin miramientos, vertió generosas cantidades de medicina sobre el inconsciente Od. Poco a poco, las heridas y la hinchazón de su cuerpo comenzaron a desaparecer. Al ver esto, Valerie comprendió que había cometido un terrible error. Sintió el calor subiéndole a la cara y agachó la cabeza avergonzada dentro de la barrera.

Poco después, Welsh y Rufina llegaron corriendo. Aunque el capitán seguía ocupado con la curación, los observaba de reojo, consciente de su presencia. Ambos, desconfiados, intentaron liberar a Valerie de diversas maneras: raspando la barrera con un cuchillo, levantándola del suelo... pero ni siquiera lograron hacerla temblar. El diseño de la celda no era particularmente resistente. Un ataque poderoso con artes divinas o un golpe con un arma pesada bastarían para derribarla con facilidad. Sin embargo, ni Welsh ni Rufina disponían de tales medios en ese momento.

—Señorita, ¿puede intentarlo con sus artes divinas?

—¿Eh? ¿Quieres que queme la barrera con mis llamas? P-Pero...

—Ese hombre es el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro. Si descubre quiénes somos, estaremos en serios problemas.

Los tres comenzaron a susurrar entre los barrotes, debatiendo qué hacer. Fue entonces cuando el joven Od, aún con el cuerpo cubierto de heridas pero ya consciente, se incorporó y corrió hacia ellos.

—¡Aaaah, señoritaaaa! ¿¡Por qué está atrapada ahí!?

Apenas vio a Valerie encerrada en la celda, se lanzó contra los barrotes sin preocuparse por nada más, ignorando completamente su propio estado. Tanto ella como Rufina soltaron un suspiro de resignación.

—O-Od...

—Od...

—En cierto modo... Esos dos se parecen, ¿no?

Yuusuke lanzó el comentario al hombre de cabello azul, que hasta ahora había mantenido la compostura. Welsh, aunque sorprendido, forzó una sonrisa incómoda mientras intentaba disimular su inquietud. Sabía que la prioridad en ese momento era aplacar cualquier sospecha. Lo primero era agradecerle que hubiera curado a Od y disculparse por el arrebato de Valerie. Lo mejor era irse de allí cuanto antes.

—Lamento profundamente la falta de modales de nuestra señorita. Ese joven es su esclavo de confianza y...

—¡Capitán!

—¡Yuusuke!

Welsh se quedó con la frase a medio terminar. Desde la calle, un grupo vestido de negro se acercó a toda prisa. Su expresión se oscureció.

«¿P-Podremos salir de esta...?»





80

—L-Lo siento mucho... Te debo una por lo de Od.

—No pasa nada. Está claro que te preocupas por él.

Yuusuke deshizo la jaula y dejó que Valerie saliera. Luego, le cedió la tarea de seguir curando a Od a Zaisha, mientras él se centraba en averiguar qué había pasado.

Las heridas del chico eran, sin duda, obra de otra persona. ¿Había sido atacado por bandidos? ¿O había estado en algún tipo de conflicto? Si en la ciudad había alguien dispuesto a agredir a otros de esa manera, la Patrulla del Dios Oscuro debía tomar cartas en el asunto.

Mientras veía cómo las artes acuáticas curativas hacían desaparecer las heridas de Od, la heredera de la familia Elfidras sintió un alivio momentáneo... Pero enseguida recordó que Yuusuke formaba parte de la Patrulla del Dios Oscuro. Pálida, dirigió una mirada inquieta a Welsh y Rufina.

—Por encima de todo, tenemos que evitar que descubran quiénes somos.

—Pero... ¿Cómo llegó Od hasta aquí?

Los dos susurraron entre sí, buscando cómo justificar las heridas de Od, probablemente diciendo que lo habían atacado unos bandidos. Sin embargo, lo que realmente los inquietaba era por qué él habría venido hasta este lugar.

—Oye, Od. ¿Por qué estás aquí? ¿Viniste solo?

—¡A-Ah, es verdad! ¡El oficial general Fortress y el oficial financiero Izaac quieren asesinar a la señorita...! Por eso... Yo...

De repente, recordando su propósito, Od empezó a hablar atropelladamente, relatando todo lo que había oído: la conspiración de los altos mandos, su intención de acabar con Valerie... Había escapado del asentamiento para advertirla. En el camino, los hombres de Viento Afilado lo habían alcanzado y había tenido que pelear con ellos. A pesar de sus heridas, se había forzado a continuar, viajando sin descanso hasta llegar a la ciudad portuaria, donde finalmente se había desplomado.

Todos quedaron paralizados al escuchar su historia, pero por razones distintas. Yuusuke ladeó la cabeza, mientras que los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro intercambiaron miradas tensas.

—¿El oficial general Fortress y el oficial financiero Izaac...? Me suenan esos nombres.

—Son los comandantes enemigos del grupo Viento Afilado —aclaró Vermeer.

—Ah, claro... —dijo Yuusuke, golpeando la palma de su mano con el puño al reconocerlos.

La tensión se hizo aún más evidente entre los del grupo de Valerie. Y entonces...

—¡Eres idiota!

—¡Aaaagghhh! ¡Lo siento muchoooo!

Od recibió un buen puñetazo de la furiosa Valerie y se desplomó en el suelo, sumando una nueva contusión a su cuerpo ya maltrecho. Welsh y Rufina, que eran tanto sus asistentes como sus amigos, miraron al cielo con resignación. «No tiene remedio...».

—Entonces, ¿qué está pasando exactamente?

Ante la insistencia de Yuusuke por conocer los detalles, ya sin escapatoria, los dos asistentes de Valerie acabaron por confesar qué estaban haciendo aquí. Sumando a eso la información de Od, revisaron una vez más la situación actual.

Valerie era descendiente de los fundadores de Viento Afilado y, aunque su título era más bien nominal, ocupaba un puesto similar al de un líder en la organización. No obstante, los tres altos cargos que representaban las casas que tradicionalmente habían respaldado a los Elfidras buscaban no solo tomar el control total de la organización, sino también apropiarse del título de líder. Por eso habían urdido todo este complot.

—Desde su creación, Viento Afilado siempre tuvo como objetivo tomar el control de Trent Rietta...

—Pero la idea era que la organización creciera poco a poco, fortaleciendo sus fuerzas durante diez o veinte años...

Welsh y Rufina explicaron que todo había empezado a cambiar cuando adquirieron las bestias modificadas, un poder militar abrumador que hizo que la organización adoptara una actitud cada vez más agresiva. Desde hacía tiempo, Valerie criticaba los métodos violentos del grupo y había acabado en el punto de mira de los tres altos cargos. Era probable que planearan su asesinato para eliminar cualquier oposición interna.

Mientras escuchaba todo esto, ella se quedó en silencio, con la mirada baja. Finalmente, comprendía con dolorosa claridad que su posición dentro de la organización nunca había sido más que decorativa.


En ese mismo momento...

—O sea que la líder de la organización ha sido rechazada por su propia gente.

A pesar de la imponente presencia de la Patrulla del Dios Oscuro, alguien se coló sin miedo en el círculo donde estaban reunidos y les dirigió la palabra con descaro.

—¡¿Shinja?!

—Cuánto tiempo, Yuusuke.

Cuando Yuusuke echó un vistazo al Lago Reflejo Lunar y luego a Hisotta, esta negó con la cabeza. No sentía la presencia de ningún otro guerrero desvalido cerca, lo que significaba que Shinja había venido solo de nuevo.

—¿Otra vez solo...?

—Ajá.

Shinja había sabido que la cabeza de la familia Elfidras, la supuesta líder de Viento Afilado, se encontraba oculta en esta ciudad. Queriendo confirmar personalmente el motivo por el cual habían enviado emisarios a Gazetta, había movilizado sus tropas para investigar.

—Se están reuniendo en la península, al otro lado del lago.

—Así es. Pensé que Viento Afilado planeaba moverse contra Fonkrank también.

Pero al final resultó que la supuesta líder estaba simplemente de turismo y, para colmo, no tenía prácticamente ninguna autoridad en la organización. «Parece que me equivoqué por completo...», se burló Shinja de sí mismo.

—Entonces, ¿Gazetta no está aliada con Viento Afilado?

—No, aunque tampoco es que estemos del todo desconectados. Sabíamos cuál era el objetivo del ejército que estaba ocupando las rutas principales, así que actuamos por nuestra cuenta —admitió Shinja.

Viento Afilado probablemente había revelado las estrategias de Fonkrank y Trent Rietta contra Gazetta con la esperanza de provocar una respuesta militar de su parte.

—Bueno, viendo cómo han desplegado sus tropas, dudo que nuestro movimiento haya cambiado mucho las cosas, de todos modos.

Como quedarse ahí hablando no era lo más apropiado, decidieron trasladarse a otro lugar. Se dirigieron en grupo al distrito donde había los grandes barracones de los cuerpos de seguridad locales. Una vez dentro del de la Patrulla del Dios Oscuro, se sentaron en torno a una mesa. El resto de soldados se miraban la escena con evidente desconcierto.

—Ese de ahí... es el rey de Gazetta, ¿no?

—Y la del pelo rojo... dicen que es la cabeza de la familia Elfidras, la que fundó esa organización.

La situación era surrealista. Ahí estaban, compartiendo el té y conversando tranquilamente el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro, el rey de Gazetta, y la misma Valerie Elfidras, quien había encabezado la declaración de guerra de Viento Afilado contra Trent Rietta, un país aliado de Fonkrank. Los murmullos de los soldados reflejaban la misma perplejidad que sentían las dos acompañantes de Valerie y su esclavo.

—Aquí tienen sillas, si quieren sentarse.

—Gracias, muy amable.

—¡Gracias!

—Ah, sí, gracias.

Sun, que había estado observando la peculiar reunión desde la pared, alineó algunas sillas e invitó a Welsh y los demás a tomar asiento. Vestida con un impoluto uniforme de asistente, con la piel y el cabello blancos, Sun era la imagen misma de la pureza. Welsh y Rufina lo notaron de inmediato. A diferencia del resto de soldados en la sala, los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, con sus uniformes oscuros, se mostraban impasibles ante lo que ocurría. En realidad, no era que estuvieran tan relajados... simplemente, ya estaban acostumbrados a este tipo de situaciones.

—Realmente se siente la magnitud del capitán de la Patrulla del Dios Oscuro...

—Sí... Tiene presencia, ¿verdad?

Si no fuera alguien que tratara a los guerreros desvalidos como iguales... Si no hubiera ayudado a Od... Si no hubiera permitido que Valerie actuara como lo hizo... Esta reunión ni siquiera habría sido posible, y ni Fonkrank ni Gazetta habrían obtenido los detalles de las maniobras de Viento Afilado.

Al percibir en persona la manera de ser de Yuusuke, el capitán de la legendaria unidad élite de Fonkrank, Welsh y Rufina comprendieron por qué decían que era un héroe.

—Quizás... ¿Él podría proteger a la señorita, verdad?

—Ojalá muestre algo de compasión...

Con un atisbo de alivio, Welsh miró a Valerie, que desde hace un rato le hacía señas para que se acercara, con una expresión incómoda. Soltó una pequeña risa y, con determinación, se levantó para ir a asistirla.


Durante la reunión, Welsh tomó la palabra en lugar de Valerie y explicó la estructura y composición interna de la organización. También reveló de qué modo usaban las bestias de guerra, así como las personalidades de los altos mandos de Viento Afilado.

Basándose en el testimonio de Od y en el hecho de que Brentford, la oficial militar, siempre había mostrado interés por el bienestar de Valerie, Welsh especuló que ella no había sido informada de la declaración de guerra. Existía la posibilidad de que accediera a rendirse.

—En realidad, los únicos militares en la organización son ella y su unidad de élite. No solo destaca en combate individual, pero tiene un gran talento como estratega.

—El ejército de Viento Afilado está formado en su mayoría por mercenarios, además de las bestias de guerra, ¿no?

Dicho esto, Yuusuke comenzó a seleccionar, con la ayuda de Vermeer y los demás, qué información debía enviar a la capital y a los refuerzos de Hivodir, y qué debía mantener en secreto por el momento. Luego, ordenó a Hisotta que se encargara de la transmisión. En esencia, el mensaje incluiría los objetivos de Viento Afilado, la estimación de su poder militar y la ubicación de su líder, Valerie.

—Entonces, en la práctica, el verdadero cabecilla es Fortress, el oficial de asuntos generales, ¿no?

—Sí —Welsh confirmó la suposición de Yuusuke—, aunque probablemente él mismo se haga pasar por un simple estratega y deje que Izaac, el oficial financiero, ejerza como líder.

—Bien. Entendido. Con esto, damos por concluida la reunión. Buen trabajo.

Tras declarar el final del encuentro, Yuusuke ordenó a los soldados apostados alrededor del edificio que volvieran a sus patrullas regulares. Luego, informó que Valerie y su grupo se quedarían en las habitaciones de la Patrulla del Dios Oscuro durante un tiempo.

—¿Queda alguna habitación libre?

—Sí —asintió de inmediato Vermeer, que tenía un control preciso de las instalaciones—. Hay dos disponibles.

—E-Entonces, yo me quedaré con la se...

—Nosotras compartiremos habitación, así que tú dormirás con Welsh, Od.

Antes de que Od pudiera terminar su frase, Rufina se adelantó y decidió el reparto de habitaciones por su cuenta.

Sun se ofreció a guiarlos. Rufina empujó suavemente a Valerie hacia las escaleras con un animado «Venga, vamos». Tras inclinar la cabeza en señal de agradecimiento por la generosidad del capitán, Welsh siguió a un abatido Od hasta el piso superior.

Ahora, en el comedor solo quedaban Yuusuke, Vermeer, Hisotta, Zaisha y Shinja. Zhahid estaba patrullando por la zona del lago y Hinke, como de costumbre, había salido a realizar labores de espionaje. De hecho, acababa de marcharse. Se produjo un pequeño silencio que se sintió como un intervalo incómodo. Para romperlo, Yuusuke decidió dirigirse a Shinja y sacar un tema al azar.

—¿Los anteriores reyes de Gazetta también acudían siempre en persona a todas partes?

—Ah... En realidad, dependiendo de la situación, habíamos considerado la posibilidad de lanzar un ataque contra Trent Rietta desde la base que aseguramos en la carretera.

Shinja soltó semejante información militar como si nada. Reunir la caballería en la península frente a la ciudad también tenía el propósito de disuadir a Fonkrank en caso de que llegara el momento. Yuusuke notó que el Rey Blanco lo observaba de reojo, como esperando su reacción, así que simplemente le hizo un gesto de «¿Y?» para que continuara. Al ver que su revelación no había causado demasiado impacto, Shinja pareció algo decepcionado, pero continuó explicando la razón de su visita.

—Después me enteré de que la Patrulla del Dios Oscuro se dirigía a la ciudad portuaria. Consideré que sería mejor venir a hablar directamente contigo en lugar de enviar tropas y provocar una confusión innecesaria.

—Bueno... Sí, supongo que es mejor esto que mandar a la Legión Blanca así sin más.

—No te preocupes, estoy acostumbrado a ir solo.

—Aun así, un rey debería tener más cuidado... —intervino Vermeer.

Si bien Gazetta aún no había declarado abiertamente su enemistad con Fonkrank, sus principios como nación estaban en conflicto. Permitir que alguien como Shinja cruzara la frontera tan a la ligera no solo podría causar rumores indeseados, sino también problemas políticos. Vermeer advirtió a Yuusuke sobre esas implicaciones.

—Jum. Si es por eso, reforzad la vigilancia para que nadie pueda infiltrarse.

—Si fuera tan fácil, no estaríamos aquí discutiéndolo...

Para los usuarios de artes divinas, los desvalidos eran difíciles de percibir precisamente porque carecían de ondas de artes divinas. Si un guerrero desvalido entrenado decidía suprimir aún más su presencia, ¿cómo se suponía que iban a detectarlo?

Vermeer suspiró y sacudió la cabeza, frustrado. En un gesto poco habitual, Shinja le dirigió unas palabras en tono de comprensión:

—En cierto modo, es un obstáculo inherente para los usuarios de artes divinas.

En una sociedad donde todos poseen de forma natural artes divinas, la ausencia de esa energía resulta difícil de procesar. Era lógico que no existieran métodos efectivos para detectar aquello que se daba por sentado que siempre estaba presente. Y más aún después de miles de años en los que el mundo había sido dominado por la civilización de los colorados.

—Usuarios y desvalidos... —murmuró Yuusuke en voz baja, pensativo.

Ya completamente familiarizado con su misteriosa habilidad [Creación Personalizada], sintió que esas palabras resonaban en él.


Como Shinja anunció que volvería con sus subordinados, Yuusuke lo acompañó hasta el embarcadero del Lago Reflejo Lunar, bajo el pretexto de vigilarlo.

—¿Qué pasará con Trent Rietta...?

—Por cierto, parece que la capital ha caído.

Desde que llegó la noticia de la caída de Ringwall, no se había recibido ninguna actualización. En la ciudad costera, donde se encontraba el grupo de refuerzo de Hivodir, la estrategia seguía siendo observar la situación y enviar exploradores para recabar información.

—A Gazetta no le afecta demasiado que cambie el gobierno de Trent Rietta, pero si Viento Afilado busca la dominación absoluta, eso ya es otra historia —comentó Shinja con una sonrisa.

Si pretendían alzarse contra Gazetta, no dudarían en aplastarlos sin piedad. Yuusuke no sabía si reírse o preocuparse, porque lo decía muy en serio. Mientras conversaban, ya habían llegado al embarcadero del lago.

—La vieja quiere verte. ¿Por qué no vienes a visitarnos un día de estos? Puedo hacerte embajador de buena voluntad, si quieres.

—¿Embajador de buena voluntad...? No lo veo. Y además, yo no soy un lolicon...  (NT: El término hace referencia a "Lolita Complex". En Japón, es una persona con preferencia sexual por chicas jóvenes que suelen ser mayores de edad o mujeres adultas con aspecto infantil.) Aunque, técnicamente, tiene tres mil años, así que es mayor que yo... Pero aun así...

—¿Qué es un lolicon? —Shinja inclinó la cabeza.

—Nada. Olvídalo —Yuusuke decidió que era mejor no explicarlo.

—Ah, y otra cosa... Ten cuidado con las bestias mágicas modificadas.

Dicho eso, Shinja subió a la barca que lo llevaría de regreso a la península al otro lado del lago. Por cierto, la barca, con su propio barquero, estaba alquilada a nombre de la Patrulla del Dios Oscuro.

—Ni se te ocurra cruzar nadando... —murmuró Yuusuke mientras veía la barca alejarse.

Luego, se dio la vuelta y regresó por el camino por el que había venido.

Esa misma noche, mientras cenaban, llegó un informe urgente del grupo de refuerzo de Hivodir: habían rescatado al Rey Cliffzah.



7 comentarios:

  1. jajjaj mato el primer comentario
    muchas gracias por el cap es lo mejor que me a pasado este dia

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  2. muchas gracias pr el capitulo

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  3. Muchas gracias por el cap, en conclusión mientras Yuusuke esté en ese país el rey de Gazetta no puede tocarles, ya que le pondría en su contra.

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  4. okay puedo entender casi todo lo importante solo me quejare de algo después de tanto tiempo por fin yuuske y sun tenían su buen ambiente romántico porque tenían que arruinarlo porque?

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