Agradeced a Luz la corrección de hoy~~~~
Agradeced al buen samaritano que se está dedicando a traducir esta serie desde donde se quedó Re:Translations (ya abandonado, según parece), el fantástico White Samurai de Pacem Community Translations.
Y agradeced (?) también a MEG V por ilustrarnos (?) con su dominio del japonés (?)... me obligó a decir esto.
En el día de hoy, Rou obtiene un montón de nuevas habilidades, fruto del inicio de la gran guerra de los elfos contra los humanos en que él y sus tropas participan. En ella conoceremos las habilidades de lucha de los compañeros de Rou y ampliaremos todo lo que sabemos de los motivos de esta guerra.
Por último, como siempre, cuando acaba un capítulo hay PDF del mismo~
-Xeniaxen
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Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)
Re:Monster - Volumen 2 - Capítulo 8
Traducido por: Xeniaxen
Revisado por: Luz
Traducido por: Xeniaxen
Revisado por: Luz
Día 78
Hoy tanto Kumajirou como Kurosaburou evolucionaron.
La raza en que Kumajirou se convirtió se llama “Oniguma” en vez de Oso Erguido. Se ha vuelto mucho más grande que un oso erguido común. Su pelo se volvió gris, sus garras se volvieron incluso más largas y más afiladas, negras como la obsidiana, y su cuerpo había crecido a lo ancho. Kurosaburou había crecido más o menos hasta el tamaño de un caballo y ahora incluso era capaz de llevarme a cuestas. Tenía dos cabezas por las cuales respiraba fuego y truenos. Decidí llamar a la raza de Kurosaburou “Orthrus” en vez de Lobo Negro.
Al parecer, los animales suben dos rangos por cada evolución comparado con nosotros. Kumajirou y Kurosaburou están al nivel de un Ogro, igual que Ogakichi-kun y yo.
Decidimos que íbamos a preparar un ataque contra el ejército humano, siendo solo 13 miembros y 6 esqueletos negros caballeros.
El motivo de esa decisión fue específicamente subir niveles.
El aumento de nuestros niveles se ha convertido más o menos en el motivo de luchar en el conflicto. Cuanto más subas de nivel, más experiencia necesitas para volver a subir. De hecho, en grupos grandes, la cantidad de experiencia que recibes es poca y, puesto que te encuentras entre demasiados luchadores, la calidad de esa experiencia disminuye notablemente. Por eso decidí mezclar nuestros miembros más fuertes con los más débiles. El simple hecho de escoltar a los débiles comportaría el riesgo de verse rodeados por enemigos o tenerlos que proteger constantemente.
Así que decidí que cinco goblins nos acompañaran. Y con nosotros también vendrían las nuevas incorporaciones, Oxidado —que tendría el papel de instructor de los goblins—, Hidalga-san —quien me había jurado su espada y su vida a mí en vez de al Reino—, etc. Lo organicé de modo que la mayoría fueran luchadores fuertes, para asegurarme de no preocuparme por ellos.
El objetivo del ejército humano eran los elfos, así que no tuve que enfatizar demasiado que íbamos a defenderlos en caso de ser asaltados.
Sobre las 11:00 am, monté sobre Kumajirou junto con mis compañeros por el bosque hacia el campamento humano. Nuestro grupo tenía una buena variedad de clases combativas, desde francotiradores y magos hasta luchadores cuerpo a cuerpo. Estimamos que los humanos formaban un ejército de unos 600 miembros más o menos. Por ahora deben estar bajos de ánimos debido a nuestros esfuerzos, puede que algunos incluso estallen en pánico cuando iniciemos nuestra ofensiva.
Una hora después, llegamos a su campamento. Me molestó su despliegue de poder militar, al ser de día ni siquiera podía invocar a esqueletos negros caballeros para igualar las posibilidades. Tras una corta búsqueda nos posicionamos en una colina desde donde podíamos observar la posición entera del enemigo. Desde allí, me di cuenta de que debíamos tener cuidado con un caballero maduro vestido con una cota escamada que brillaba con una luz blanca divina, armado con una lanza corta negra de metal con el filo granate, y un espléndido bigote blanco que auguraba que sería un oponente difícil. Según Oxidado e Hidalga, ese hombre era famoso a lo largo de las filas.
Al parecer, era del Imperio. En sus tiempos mozos, labró su fama como aventurero y consiguió ganar grandes batallas. Su lanza corta es un artículo de clase [Antiguo] reforzada con muchos encantamientos, que consiguió en una mazmorra llamada [La Era de los Dioses]. Seguro que su lanza tiene la capacidad de propinar una cantidad enorme de daño, puesto que su punta granate tiene una [Maldición] que forma llamas oscuras. Su cota escamada estaba protegida con la [Bendición de Noroikoku], que producía el velo blanco que envolvía su armadura. Parecía ser un artículo mágico forjado con las escamas de uno de los dragones que había matado. Al escuchar eso, me salió una sonrisita. Esta batalla acaba de ponerse interesante.
Teniendo en cuenta el escenario y el personaje mismo, pude apreciar que el método más práctico de atacar iba a ser darle en su punto más débil. Y ese punto era el mismo hombre mayor. Con toda su equipación, iba a ser una batalla bastante ardua. Sin embargo, si conseguíamos derrotarlo, nuestras posibilidades de ganar serían casi del cien por cien. Los otros soldados labrarían su propia derrota por una inherente bajada de moral. Después de eso, solo sería cuestión de eliminar por completo el poder militar enemigo.
Saqué de mi inventario un arma hecha para ser usada contra presas poderosas y fuertes, la [Lanza Carmesí]. Era una gran arma a distancia de tamaño similar a una catapulta.
Fijé el blanco con [Profesión – Cazador] y me aseguré de no ser detectado usando [Profesión – Asesino], que incrementa la probabilidad de asesinar. Tras activar [Profesión – Arquero] a la par que mis habilidades [Lanzar] y [Acertar], los cuales incrementan drásticamente la probabilidad de dar en el blanco y la potencia, por no mencionar la velocidad del mismo disparo. Con todos esos factores, apreté el gatillo de mi [Shuyari] y disparé el proyectil.
Con seguridad en mi objetivo, vi la trayectoria de mi [Lanza Carmesí] mientras volaba, es más preciso compararlo con un cometa rojo que con una simple bala. Cruzó los 200 metros que había entre el Caballero Añejo y yo en un abrir y cerrar de ojos. Con un gran golpe sordo, perforó el cuerpo protegido por la cota escamada sin detenerse, saliendo por el otro lado y dejando un agujero sustancial en el torso de ese supuesto guerrero poderoso. Si bien no podía estar seguro a esa distancia de que le había atravesado por completo, tenía la total confianza de que había dado en el blanco y, por ello, debía de haberlo atravesado de lado a lado. Ni siquiera yo habría salido ileso de un ataque de tal naturaleza. Un ataque que no podía ser percibido, con un poder tan grande que podía perforar escamas de dragón, a una velocidad mayor que la de una bala. La última expresión que el Caballero Añejo hizo con la cara mostraba que entendía lo que había ocurrido, puesto que su mirada se encontró con la mía en un instante. Quizás ese hombre merecía mi respeto después de todo, hmpf, ahora desearía que no fuera necesario matarlo desde un principio. El hecho que quienes lo rodeaban habían salido indemnes demostraba que su armadura y su equipación no eran moco de pavo.
Con la primera tarea completada, iniciamos nuestro ataque sorpresa a la vieja usanza. Es la misma ley de la naturaleza, nosotros somos los más fuertes y debemos consumir a los débiles. Pensando en ello, sonreí de nuevo y mi instinto asesino creció.
Usando la reacción del enemigo a lo ocurrido, proseguimos la emboscada. Puesto que nada inhibía la velocidad de mi [Lanza Carmesí], el disparo iba a quedar tal agujero en el suelo en su trayectoria que me iba a ser imposible recuperar el proyectil. El comportamiento de los enemigos en lo que nos acercábamos mostraba que ni siquiera comprendían lo que había ocurrido. Nos los encontramos mirando embobados el cuerpo lleno de escamas y sangre en el suelo. Probablemente pensaban que estaban alucinando, debieron de sentir un profundo mal presagio de muerte al ver a esa figura tan famosa caer de repente enfrente de ellos con un golpe sordo. Decidí preparar un segundo disparo de [Lanza Carmesí], tardando solo un pequeño instante para disparar de nuevo a un grupo de enemigos que tenía delante. En ese momento, el sonido impactante del golpe resonó a través de todo el campo. Casi 100 soldados murieron de golpe por la onda expansiva generada por el impacto, todos los que estaban en un radio de 100 metros quedaron severamente lastimados o murieron por el desmoronamiento del suelo debajo de sus pies. Casi todos los soldados en un radio de 100 metros iban a morir de un instante a otro. Sin embargo, como la experiencia que nos dieran esos oponentes debilitados iba a ser menor, me cuidé de no disparar más de una vez, puesto que el propósito principal de esta incursión con menos de 20 luchadores era obtener experiencia.
Cargamos contra ellos burlándonos de la apariencia de esos patéticos humanos que teníamos enfrente, para aprovechar la ventaja de su confusión por el doble ataque sorpresa que cortó la cabeza del mejor y mató a casi cien de sus hermanos de armas. Podría decirse que ese ataque sorpresa fue más o menos exitoso. Matar a la muchedumbre confundida y asustada fue una tarea simple. Acortamos la distancia a una velocidad cegadora entrando en la pelea con nuestras monturas.
El primer humano cayó víctima del oso erguido de Ogakichi-kun, que le dio una vuelta en el aire como si fuera una muñeca, cortándolo por la mitad desde la cabeza para abajo con su hacha encantada y [Profesión – Luchador Pesado]. Combinado con su escudo de torre gigante que le cubre prácticamente el cuerpo entero, Ogakichi-kun para cualquier golpe antes de que le toque, mientras que corta varios cuerpos a la vez con sus potentes hachazos. Las llamas de su hacha, aun con el número creciente de bajas, incineraban cualquier cosa cercana mientras dañaban gravemente a los que tenían la suerte de estar fuera de su alcance. Aparecieron unos cuantos caballeros y usaron algunas maniobras complejas sobre Ogakichi-kun, pero no tuvieron ningún efecto en él y fueron incinerados en una fracción de segundo con un solo balanceo de su hacha. Como de costumbre, nuestro sorprendente nivel de fuerza destructiva, nuestro poder sobrecogedor y nuestra magnífica defensa, resultaron en una aniquilación total. Incluyendo la [Bendición del Semidiós del Fuego] de Ogakichi-kun, la cantidad y el calor de sus llamas era insuperable, apostaría que incluso un dragón quedaría reducido a cenizas por sus llamas divinas. Acarreando con su escudo de torre como si no pesara nada, los humanos indefensos a su camino se estampaban derramando sangre y su armadura destrozada en metralla, dañando a los que en un principio no habían recibido el golpe. Ahora mismo, con su actuación, Ogakichi-kun parecía la personificación del miedo mismo para las fuerzas enemigas. Un demonio asesino de amigos y rivales por igual en un frenesí de fuego y muerte.
Mientras esto sucedía, Dhammi-chan usó sus [Ojos de Bruja] sobre el ejército humano que tenía delante. Hizo que lucharan los unos contra los otros por su cariño.
Hmpf... Casi parece que quiera ponerme celoso o algo, tendré que... luego le mostraré quién manda más…
Dejando esos pensamientos a un lado, las víctimas manipuladas por Dhammi-chan continuaban luchando entre ellos, usando su magia y artículos especiales para causar mucha agitación. También usó sus propias habilidades de dhampiro para hacer trizas a sus víctimas en una ducha de sangre y vísceras. Sus movimientos eran tan majestuosos y seductores que me dieron ganas de... Su apariencia seguía siendo hermosa, se mostró impasible ante los hombres e incluso ante las mujeres mientras los destripaba con una sonrisa en la boca. Sus víctimas casi parecían felices por ello... un lavado de cerebro es algo terrible.
El sonido de una gran explosión me hizo volver a la realidad. El origen de la misma fue Asue-chan cuando su enorme pico golpeó el suelo. De casi dos docenas de oponentes, solo uno evitó caer al suelo y ser machacado en un baño de sangre. Una gran parte del mismo ataque sucedía cuando el suelo colapsaba con su golpe, el cual se doblaba a voluntad, debido a su raza de Aprendiz de Señora de la Tierra. Normalmente, si te cogía su ataque, solo por el tamaño de ella, no tenías escapatoria, ni siquiera Ogakichi-kun o yo mismo. Pero su poder se encontraba plenamente en la manipulación de la tierra. Era capaz de crear montañas gigantes para aplastar y triturar a sus oponentes. Paraba cualquier ofensiva o defensa con sus ataques. Los oponentes estallaban manchándolo todo de sangre y agonizaban en una muerte aberrante. Solo entonces, Asue-chan empezaba a reír y, con su alegre voz, hacía muchos... sonidos de excitación, para el pesar de sus oponentes.
La magia de Supesei-chan se llevaba por delante a todos sus enemigos desde una distancia significativa. Cualquier cosa que se le acercaba quedaba hecha polvo instantáneamente. La zona a su alrededor se convirtió en un torbellino de sangre, armaduras desmontadas y armas rotas. A todos los que eran atrapados por su vórtice les esperaba una muerte lenta y dolorosa en la que iban a ser desgarrados poco a poco. La única expresión de ella era una pequeña sonrisa amarga. A decir verdad, el número de bajas causadas por ella casi podía compararse con las de Ogakichi-kun.
La gran Espada Sangrienta de Burasato-san desmenuzaba a cualquier oponente que se encontrara en un radio de 30 pasos de ella. Absorbía cada gota de sangre derramada con su propio cuerpo y se volvía de un rojo todavía más oscuro. Su velocidad también parecía incrementar en lo que desprendía un siniestro brillo rojizo. En poco tiempo parecía el mismo Dios de la Muerte, con lo deprisa que cortaba en dos a cualquier oponente que se le pusiera delante.
Probablemente gracias al constante entrenamiento diario destinado a fortalecer el poder de lucha individual y colectivo, hoy convertimos la batalla en una masacre unilateral. Yo mismo participé usando solamente mi alabarda reforzada [Nagi], en agradecimiento a Herrera-san. Debería pensar en una manera adecuada de... darle las gracias por todo su esfuerzo más tarde.
Pasados solo unos 20 minutos desde el comienzo de la batalla, ya habíamos terminado. El primer disparo de [Lanza Carmesí], que cortó la cabeza de nuestro oponente antes de iniciar el verdadero ataque, nos aseguró la victoria. Nuestros oponentes no tenían escapatoria ante nuestro descomunal potencial de lucha. No creo que hubiera ni un solo superviviente en todo el campamento enemigo. Bueno, cumplimos con el propósito de nuestra incursión, ya que todo el mundo recibió montones de experiencia. Reunimos todos los bienes útiles que encontramos, y con la ayuda de Asue-chan incluso conseguimos excavar los proyectiles de [Lanza Carmesí] incrustados en la tierra. Después de eso, nos tomó un rato consumir los restos de los humanos. Puesto que había tantos, pudimos repartirlos entre todos.
Gracias a mis habilidades [Digestión Mejorada], [Vampirofília] y [Metamorfosis], incrementé la eficiencia con la que absorbía materiales.
Habilidad [Viento Cortante] aprendida
Habilidad [Viento Tormentoso] aprendida
Habilidad [Impedir Regeneración] aprendida
Habilidad [Impedir Reconocimiento] aprendida
Habilidad [Gancho] aprendida
Habilidad [Corte Profundo] aprendida
Habilidad [Linaje de Soldado] aprendida
Habilidad [Linaje de Caballero] aprendida
Habilidad [Profesión – Espadachín Doble] aprendida
Habilidad [Profesión – Maestro de la Lanza] aprendida
Habilidad [Profesión – Maestro del Hacha] aprendida
Habilidad [Instinto de Supervivencia] aprendida
Habilidad [Familicidio[1]] aprendida
Habilidad [Fuerza Física Mejorada] aprendida
Habilidad [Ojo de Halcón] aprendida
Habilidad [Profesión – Chiflado] aprendida
Habilidad [Cobardía] aprendida
Habilidad [Profesión – Matón] aprendida
Habilidad [Dominio de las Artes Marciales] aprendida
Habilidad [Corte Aéreo] aprendida
Habilidad [100 Flores 1000 Lanzas] aprendida
Habilidad [Avalancha] aprendida
Habilidad [Hachazo Severo] aprendida
Habilidad [Creación de Trampas] aprendida
Y, finalmente, el plato principal del día, el mismísimo Caballero Añejo. Aunque podría haberme quedado con su lanza corta y su armadura, decidí comérmelo todo.
Hora de comer. “¡Itadakimasu[2]!”
Habilidad [Profesión – Grand-Croix[3]] aprendida
Habilidad [Profesión – Maestro de la Espada] aprendida
Habilidad [Profesión – Asesino de Dragones] aprendida
Habilidad [Escamas de Dragón] aprendida
Habilidad [Herida Maldita] aprendida
Con este satisfactorio día de caza, volvimos todos a la base con sonrisas de oreja a oreja.
Día 79
Hoy recibí noticias de Padre Elfo a través del dispositivo de comunicación que le di. Al parecer, necesitaba hablar conmigo. Puesto que me encontraba entrenando con Pelirroja e Hidalga, decidí llevarlas conmigo de escoltas. Los demás estaban ocupados entre el entrenamiento, la caza y el estudio. Senté a Pelirroja en Kumajirou mientras que Hidalga y yo montamos en Kurosaburou, y partimos juntos hacia [Villa Elfo].
Al acudir casi de inmediato, había poco riesgo de fuga de información y, como pensé, no nos metimos en problemas de camino a allí. Cuando llegamos, recibí alguna mirada envenenada de un elfo que atendía al ganado. Cuando le devolví la mirada, él desvió sus ojos.
Bueno, cuando llegamos a la mansión del Padre Elfo, ya casi ni me acordaba de esa mirada irritante. Nadie dijo prácticamente nada hasta que se sirvió el té, aunque a Pelirroja e Hidalga se les ofreció una especie de bebida de coco. Ambas escudriñaron el habitáculo con curiosidad, al fin y al cabo era la primera vez que visitaban Villa Elfo, y las dos son humanas.
No estaban siendo maleducadas u ofensivas, así que lo dejé pasar.
Ah, el alcohol es fabuloso. Después de un trago me di cuenta de que Doncella se encontraba detrás de Padre Elfo esta vez.
Empezamos con una discusión sin importancia sobre la actual progresión de los conflictos mientras Doncella nos servía más alcohol a ambos. Naturalmente, yo me lo bebí todo. El tono de la conversación se animó.
Al cabo de un rato, después de soltarnos un poco y de terminar de hablar de frivolidades, pasamos al sujeto principal del día. Al parecer, Padre Elfo era el siguiente en la línea de sucesión para convertirse en Señor de la Villa. Empezó abordando el tema del ejército principal de los humanos, contándome cómo comenzar el ataque con la unión de nuestras fuerzas en la vanguardia y el soporte del ejército élfico en la retaguardia. La razón de esto era que, al parecer, el ejército principal humano planeaba venir a Villa Elfo y rodearla durante varios días. Y, bueno, dado que ninguna de las dos partes deseaba una guerra prolongada, ese movimiento era razonable.
Así que, viendo nuestras más recientes acciones, era comprensible que el enemigo tuviera la intención de atacarlos en cuanto antes. Y esta situación no era para nada confortable para ellos. Si la villa se perdiera, entonces los elfos serían convertidos en esclavos. No es que me perturben especialmente los problemas de los elfos, pero siempre hay el riesgo de que en un futuro se compita por si el bosque ha de estar bajo control del Reino de Sternbild o del Imperio de Kirika. Después de la vasta cantidad de soldados a quienes hemos asesinado durante esta última semana, no puedo ni imaginarme el acuerdo de paz al que ambas naciones humanas involucradas llegaron. Tras tantas pérdidas, seguro que han querido llegar a un acuerdo mutuo para reparar sus heridas. Igualmente, los elfos querían acabar con ese conflicto, la guerra nunca fue muy popular y ahora que estaba en peligro la villa entera, el descontento se estaba evidenciando rápidamente.
Bueno, al fin y al cabo somos mercenarios, no podemos rechazar las peticiones de su capataz tan fácilmente. Padre Elfo dejó claro que su petición era firme y no aceptaría una negativa, me aseguró una remuneración substancial por defender a su gente. Aunque sea él quien me lo pida, no tengo muchas ganas de encontrarme con toda la marabunta de humanos en mi contra. Eso es exactamente lo que había estado evitando con mis tácticas de guerrilla. Pero al ver que no había mucho más que discutir sobre el tema puesto que el tiempo se nos venía encima, empezamos a planearlo. Me dio el permiso de entregarles el elixir si la situación se torcía tanto como para tener que hacerlo.
Después de un extenso debate para confeccionar el plan, mi grupo empezó las preparaciones para volver. Hablé con Hidalga de camino a casa para discutir el tema del elixir que ahora poseíamos. Si las cosas fueran a ir de mal en peor, podía usarla a ella a modo de negociante diplomático de paz entre ambos bandos en conflicto. Podía preparar el elixir a partir de mi sangre y enviárselo al Reino para curar a la princesa y acabar con el conflicto. De hecho no era mala idea, me ganaría la confianza del Reino mientras que los elfos seguirían teniendo una deuda pendiente conmigo, la cual podría utilizar más adelante. Como Hidalga era la hija de un noble, sería una mediadora perfecta en la ciudad capital del Reino, dado que un Ogro andando por la ciudad puede que no fuera muy buena idea.
Valoré esa situación mientras avanzábamos.
Era algo más complicado, especialmente porque teníamos una cantidad importante de las fuerzas del Reino como esclavos. Los humanos son muy religiosos y lo que nosotros les hemos hecho va en contra de su doctrina. Se dice que la actual reina es una firme creyente en la [Fe de los Cinco Dioses Supremos], la cual es la religión con más adeptos alrededor del mundo. Iba a ser complicado negociar con esta gente, sobre todo si al final rechazaban la propuesta de negociación para obtener la medicina. En principio, cabía la posibilidad de negociar, pero cuando empecé a considerar las consecuencias de entregar el elixir y de la batalla misma, cada vez era más partidario de la negociación después de un combate decisivo.
Con eso aclarado, inicié las preparaciones para la batalla del día siguiente.
Día 80
4:00 am – Empezamos nuestra incursión al campamento militar del ejército humano. Su comandante era el heredero del Imperio Kirika (un joven de 24 años), y en ese momento también estaba presente en el campamento.
El número de enemigos rondaba los 2000. Aparentemente había una unidad de esclavos bajo las órdenes de lo que presuntamente era el escuadrón de élite. Tenían altamente protegido su cuartel general por muchos soldados haciendo guardia para ahuyentar a los intrusos. Al parecer habían aprendido la lección con nuestros ataques previos, su vigilancia es casi imposible de franquear esta vez.
Nuestras fuerzas actuales estaban alrededor de los 650 en total, siendo 500 un grupo de elfos de élite dirigido por Padre Elfo.
No habría prisioneros de guerra esta vez, iba a ser una confrontación directa con nosotros al frente. Tampoco habría grandes maniobras, por lo que padeceríamos bajas.
Primero consideramos el momento. Mis condiciones actuales me permitían usar la suficiente oscuridad como para invocar a mis Esqueletos Negros Caballero. Eso nos haría partir con ventaja, y además no desperdiciaría nada de poder mágico ya que podría absorber magia de la oscuridad de la zona. De hecho, las únicas fuentes de luz eran las hogueras y similares.
Por eso no me pareció necesario empezar el ataque a ciegas.
El Heredero del Imperio tenía un código ético similar al mío, puesto que también disponía de una unidad de esclavos. Esta estaba dirigida por un aparente tirano que había llevado a cabo varias crueldades. Por tanto, decidí que sería beneficioso dispensar un Esqueleto Negro Asesino con el único propósito de eliminar a ese hombre. Por la descripción que me dio Oxidado, parecía que él no se fiaba mucho del susodicho. Por mí bien, tres pájaros de un tiro. Una vez que elimináramos a ese hombre, podríamos usar su unidad de esclavos para causar el caos entre las fuerzas enemigas, puesto que el único que tenía control sobre sus collares de esclavos iba a ser aniquilado. Cabía la posibilidad de que esos collares fueran similares a los míos, en cuyo caso tendríamos que quitárselos. También parecía ser que este hombre empleaba el uso de una Quimera, si se vuelve loca después de asesinar a su amo, entonces no habría ninguna necesidad de acabar con el animal. Quién sabe, puede que incluso consiguiese dominar a la bestia yo mismo.
Hmm, debería considerar tal cosa, pero no había manera de asegurarme de eso solo por matar a su amo, la bestia no percibiría su muerte y se volvería loca y atacaría a todos los humanos en áreas cercanas. Si por casualidad lo hacía, entonces podríamos aprovechar esa distracción para quitarles los collares a los esclavos. La bestia era una mezcla entre ciertas partes de un elefante, un trigre, una serpiente y un cangrejo, y medía casi 6 metros.
Llegó la hora, asesinamos al hombre, por desgracia la bestia decidió escapar sin más. Tengo que admitir, que me molestó enormemente. Una vez liberados los esclavos, conseguimos miembros adicionales, aunque los que no reaccionaron inmediatamente después de ser liberados fueron asesinados por el escuadrón de élite que los controlaba. El mayor resultado de este primer golpe fue que reducimos en gran cantidad el número de enemigos así como su poder de batalla. Además, mientras el caos por la rebelión de los esclavos se alzaba, usé mis Esqueletos Negros Asesinos para cargarme a individuos importantes. Eliminé a unas cuantas docenas de personas sin que los humanos se dieran cuenta. Pero al cabo de un rato decidí que ya había invertido suficiente tiempo en esa táctica. Por ello, empezamos el ataque y el campamento de los humanos se convirtió en un campo de batalla a gran escala.
Pronto salió el sol y los movimientos de los Esqueletos Negros Soldados empezaron a degenerar, y no tardó en incrementar progresivamente el número de esqueletos destruidos. Uno de los estúpidos oficiales humanos contó a gritos esta obviedad a sus hombres, y al parecer hizo mella en ellos y les subieron los ánimos. El sol se fijó en el cielo y los Esqueletos Negros se hicieron claramente visibles. Aunque hubieran perdido mucha efectividad, todavía quería aplazar la confrontación directa hasta que se diera el momento adecuado.
A pesar de que ya era de día, aún había suficiente oscuridad en el bosque de la que absorber más poder mágico. Con los cadáveres frescos que habían dejado mis esclavos no muertos, generar nuevos esqueletos era muy fácil. Iba sacándolos rápidamente en grupos pequeños, pero mi prioridad era crear un escuadrón más grande.
Aunque sus movimientos se vieron dificultados por el sol, su fuerza no debía tomarse a la ligera, pese a ser más lentos, con la cantidad que yo era capaz de generar, todavía podían recortar un buen número de humanos.
Puesto que los esqueletos resultaron ser efectivos, para incrementar el tiempo que podía mantenerlos invocados decidí empezar a poner más magia en cada uno para que así también aumentara su resistencia. Como resultado, la efectividad de combate de los esqueletos dio una subida pronunciada. Los llantos de terror de los humanos pensando que los Esqueletos Caballeros se estaban volviendo inmunes al sol me concedieron cierto placer, por lo que se me escapó una sonrisa. Obviamente, el aumento de fuerza de mis esqueletos causó que la moral de los enemigos decayera bastante. Como era de esperar, a medida que la batalla progresaba, el número de humanos enfrentándose a mis esqueletos continuaba aumentando constantemente. Sin embargo, puesto que los esqueletos seguían dando guerra, irían mermando inevitablemente su moral.
Desafortunadamente, no podía confiar en los esqueletos para siempre, a medida que el número de humanos aumentaba, el sol continuaba alzándose y el número de esqueletos empezó a disminuir drásticamente. Al darme cuenta, di la orden a todos mis escuadrones de que atacaran desde múltiples puntos. Ogakichi-kun tomó la delantera donde la lucha se haría más feroz, mientras que los demás tomaron sus posiciones respectivas. La pelea se volvió arrolladora en el campo de batalla. Con cada uno de nosotros flanqueando por un lado, la moral de los humanos se tambaleó por un momento, pero cada vez lograban de algún modo reponerse y hacerse más fuertes. No iba a ser una batalla fácil, ya había visto como dos kobolds caían tras ser apabullados por los humanos.
¿Hmm? Creo que he visto a algunos goblins desafiando a la Quimera por ahí, bien por ellos, deseo comérmela cuando terminen con ella.
Mientras observaba el espectáculo, me fijé en un único enemigo que estaba en el cuartel de los humanos. Mantenía una supervisión constante del enfrentamiento. Por su apariencia, el humano era sorprendentemente un blanco perfecto. Activé [Profesión – Hechicero] para romper su concentración. Después activé [Profesión – Asesino] e [Impedir Reconocimiento] para ocultar mi presencia. Puesto que necesitaba una gran cantidad de fuerza, decidí dotar al artículo mágico [Capa de Hermitaño] de seguridad extra para evitar ser detectado.
Todo eso para acercarme al Heredero del Imperio y comandante de las Fuerzas Humanas Invasoras. Iba vestido con una armadura completa espléndida y se parecía a mí. Sin embargo, pese a estar acercándome a él, no tenía intención de matarlo. Por la simple razón de que si quisiera matar al heredero, haría de este conflicto una guerra personal de venganza por parte del Imperio por perder a su sucesor. Este desenlace sería una mala situación y ocasionaría la muerte de muchos elfos como resultado. En serio, tenía que evitar matarlo, debía evitar a cualquier coste que los elfos y el bosque pudieran ser absorbidos por el Imperio. Con un vasto incremento en números, nos iban a pisotear como cucarachas.
Preferiría que los encargados del bosque siguieran siendo los elfos, dada mi buena relación con ellos. Otra razón para evitar matar al heredero en esta situación.
Considerando todo esto, dominé rápidamente al Heredero. Acercándome a sus oídos, le di instrucciones acerca de nuestra localización. Mientras lo hacía, introducí un frasco con líquido rojo en su bolsillo. Le informé de que eso era, de veras, la medicina que cura cualquier enfermedad. Y después de decírselo, lo solté. Asintió con la cabeza para mostrarme que había entendido mis intenciones. Seguidamente, nos separamos para empezar con nuestro siguiente deber.
Como mis negociaciones ya habían concluído, di el aviso a Asue-chan para que creara un muro gigante de barro para dividir los dos bandos. Con esto debería bastar por el momento.
Antes de que pudieran abrirse paso a través de la pared de barro, recogimos todos los cuerpos, incluída la quimera. Juntamos a los heridos y a los supervivientes de lo que quedaba de la antigua unidad de esclavos y nos retiramos rápidamente. Para ser honesto, quería llevarme a casa tanta carne como fuera posible y llenarme hasta las trancas, pero en ese momento el tiempo era crucial. Por suerte, participé en tantas cosas en plena batalla que ahora tenía mis premios de guerra. Como por ejemplo la quimera.
Fiuu, la paciencia es una virtud... Paciencia...
Y así, volvimos a la cueva para curar a los heridos. Puesto que pedimos una unidad médica del ejército de los elfos de camino a casa, no tardaron en llegar para ayudarnos a tratar a los luchadores con heridas más graves. El ritmo de curación incrementó en gran medida. Por desgracia, no pudimos recuperar a los que cayeron en el campo de batalla porque el tiempo no nos lo permitía. Todos los 100 hombres de nuestra propia antigua unidad de esclavos consiguieron volver a salvo. Todos los elfos también regresaron intactos a excepción de los que todavía llevaban puestos los pendientes de esclavo, a quienes dejé atrás con Potsun. Aunque no debería de haber más violencia, unas medidas extra de protección nunca están de más.
Al final, por primera vez en esta guerra, hubo bajas. Un total de 20: murieron 3 hobgoblins, 2 hobgoblins magos, 5 goblins, 6 kobolds y 4 elfos macho. Fue una trifulca brutal y la fuerza del enemigo no podía tomarse a la ligera. Puedo decir que probablemente hayamos tenido buena suerte de que nuestras bajas sean solo de esta severidad, teniendo en cuenta la situación. Celebramos una ceremonia y una incineración como es debido para aquellos cuyos cuerpos logramos recuperar. Ofrecimos plegarias y hubo un inmenso nivel de emociones flotando en el aire, se derramaron muchas lágrimas hoy.
Aunque no cabía la duda de que había tristeza en el aire, en realidad no puedo decir que yo personalmente estuviera triste. No me salió ni una sola lágrima. No obstante, como suelo vivir mi vida de manera egoísta hasta cierto punto, tomé algunas partes de cada uno para consumirlas. Al verlo como algo natural, no le di mayor importancia.
Me comí un trozo de carne de la quimera, y a pesar de coger trocitos de cada uno de los caídos de camino a la base, ver sus cuerpos en llamas me molestó un poco. Me pareció una pérdida de tiempo que nos molestáramos en traerlos de vuelta solo para quemarlos. Uh...
Habilidad [Síntesis] aprendida
Hmm, esta era la interesante habilidad que recibí de la quimera. Parece ser que una habilidad que ya tenía se parece mucho a ella. Me pregunto si esto también ocurre con otras habilidades de mi arsenal. Bueno, por hoy, preparar las camas para la antigua unidad de esclavos fue mi prioridad. Tras bañarme en las aguas termales durante un rato, volví a mi habitación.
Hmmmm... Si las cosas van bien, esto podría ser el fin de la guerra y de mi contrato con Padre Elfo. Con este último pensamiento, caí en un sueño profundo.
[1] Hechizo de magia negra que acaba con todos los vínculos de sangre de la víctima (mata a todos sus familiares).
[2] Se dice en Japón antes de comer, su significado es “¡Vamos a comer!” pero se usa como en occidente usamos “¡Que aproveche!”.
[3] Es el rango militar más alto, procede de la voz francesa “Gran Cruz” y se simboliza con una medalla dorada en forma de cruz.
Traducido al inglés por: White Samurai (de Pacem Community Translations en la Wikia)
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: Luz
Traducido al inglés por: White Samurai (de Pacem Community Translations en la Wikia)
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: Luz
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: Luz
excelente muchas gracias.... saludos
ResponderBorrarGracias por la traduccion! :D
ResponderBorrarMuchas gracias, siempre estoy atento a las actualizaciones =)
ResponderBorrarExcelente, gracias!
ResponderBorrarmucchas gracias por la dosis semanal ya puedo dormir trankilo xdxd
ResponderBorrarMuy bueno :)
ResponderBorrarmuchas gracias, y quiero avisar que (no se si solo sea yo) el PDF esta "malo" por asi decirlo, desde el final del dia 72.
ResponderBorrarme aparece letras montadas sobre otras
Borrarme aparece letras montadas sobre otras
Borrartienes razón, ya está arreglado, gracias por avisar ;)
Borrarmuchas gracias, y quiero avisar que (no se si solo sea yo) el PDF esta "malo" por asi decirlo, desde el final del dia 72.
ResponderBorrarMuchas gracias por la traduccion :D
ResponderBorrarGracias, hacen un excelente trabajo, les agradezco mucho
ResponderBorrargracias
ResponderBorrargracias por la traducción
ResponderBorrarmuchas gracias por otro viernes de alegria con la novela de re: moster, y gracias al nuevo traductor por el esfuerzo.
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ResponderBorrarMuchísimas gracias Xeniaxen y Luz por sus estupendas traducciones son las mejores enserio.
gracias por el trabajo, esperando el siguiente jeje
ResponderBorrarmuchas gracias por sus traducciones owo
ResponderBorrarGrasias!!
ResponderBorrarque buen capitulo, excelente realmente (muchas gracias por la traducción)
ResponderBorrarEstuvo bueno sigan asi y gracias por el capitulo
ResponderBorrarmuchos gracias por los capítulos de esta semana estuvo interesante.
ResponderBorrargracias por los capitulos
ResponderBorrarGracias por los capitulos.
ResponderBorrarGracias por los capitulos xD, no comente hasta estar al dia con los capitulos, no me gusta comentar repetidamente :v
ResponderBorrarEn fin... esperare el siguiente cap, que me engancho mucho esta novela ligera y lo mismo pasa con el manga :3
jaja genial este episodio muchas gracias, según vi en el calendario de publicaciones hoy se publicaría el nuevo capitulo del día 80 al 83, así que lo espero con ansias si no es hoy pues sera mañana y otra vez gracias por si trabajo
ResponderBorrarhola gracias por todo el trabajo aviso que bien podrian poner las ss de la esclava, el noble y el heredero ya que las tienen en el pdf
ResponderBorrarGracias :D
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