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01/10/2024

Ut0p1a - Código Izquierda (perte I)




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04. Código Izquierda

Título original: Left to code
Autora: vgperson
Traducción: Xeniaxen



El sol se alzó una vez más sobre un mundo peculiar.

Para una de sus habitantes, hoy era una oportunidad para aprender, crecer y superarse. Con sus amigas a su lado, no dejaría que nada la desanimara, ya no.

Para la profesora de esa chica, hoy era una oportunidad para impartir las lecciones que había aprendido, guiando a sus alumnos por el camino correcto para superar tanto lo que ella misma había sido como sus propios miedos.

Para la nueva alumna de esa profesora, hoy era una oportunidad para empezar a trabajar hacia su futuro y demostrar su valía, no solo a ella misma, sino también en honor a los legados esperanzadores que otros habían puesto en ella.

Y por último, pero no menos importante, para una chica nada suspicaz no era más que otro día en el paraíso.


₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁


⬆⬆

Me estaba quedando dormida en clase. No como lo estás pensando, la clase aún no había empezado. Tenía la intención de prestarle toda mi atención cuando empezara.

No, siempre llegaba temprano a la clase de Código Fuente. La asignatura siempre me había atrapado, y la profesora Meyer la enseñaba muy bien. Tomaba apuntes con esmero y practicaba mucho fuera de clase también. Siempre sacaba mejor nota que nadie en todos los exámenes. Vaya, si no confiara en las habilidades de enseñanza de Meyer, probablemente me habría saltado la clase para estudiar a mi propio ritmo acelerado.

¿Por qué? No lo sé. Simplemente me apasionaba. ¿Quizás me diseñaron así?

Mientras descansaba cómodamente los ojos en mi asiento del fondo, escuché una conversación delante de mí. Una de las voces me resultaba familiar, pero la otra no. Abrí un ojo a regañadientes para mirar.

Efectivamente, era Lina Brackett, esa chica conejo tan torpe. Me sorprendió verla aquí todavía el primer día de SRC 102; tenía todas las razones para creer que Meyer la había suspendido con ganas. Pero aquí estaba, aún luchando. Bueno, tenía que respetar el esfuerzo.

Estaba hablando con otra coneja que nunca había visto antes. ¿De dónde había salido? ¿No estaba llena la clase? Eché un vistazo alrededor para intentar determinar si alguien había dejado la asignatura, liberando así el espacio, pero había mucha gente que aún no había llegado, así que no podía estar segura. Sin embargo, parecía muy amiga de Brackett.

De hecho, Brackett le estaba dejando copiar sus apuntes de la primera semana. Eso demostraba que, efectivamente, no había estado aquí. Me pregunto cuál sería la situación.

—Vale... ¡eso es todo! Ahora deberías estar al día. Ah, siempre y cuando mis apuntes no sean demasiado malos —le dijo Brackett a su amiga con una risa avergonzada.

—No digas eso, Lina, tienen todo el sentido para mí.

—Sí, eh... —Brackett bajó la mirada tímidamente—, el caso es que para mí no lo tienen. Pero supongo que tú eres una experta...

—Venga ya —su amiga negó con la cabeza con un suspiro—, no deberías pensar así. ¿Qué parte te cuesta entender? Puedo intentar ayudarte.

—Hm... sobre todo lo que tengo subrayado.

—Oh... —la miró con incredulidad—. ¿Eso era...? Yo pensaba que... —se quedó callada y se frotó el cuello—. Bueno, la clase empieza en unos minutos, así que dejémoslo para después.

No pude evitar soltar una carcajada. La amiga de Brackett se dio cuenta y se giró para lanzarme una mirada de desaprobación.

—Perdón, perdón —me disculpé, al menos diciendo una verdad a medias—. Es solo que estoy muy familiarizada con las dificultades de Brackett con el código fuente... de Lina, quiero decir. No serás su hermana o algo, ¿verdad?

—No... —ella negó con la cabeza—, me temo que no. Soy Rena Taggart. Y no me hace gracia que la gente se burle de Lina. ¿Quién te crees que eres?

—R-Rena —Brackett tiró de la manga de Taggart—, está bien. Es Cecilia; una de las mejores estudiantes de nuestra clase. Hasta me ayudó, mm... una o dos veces —dijo lentamente, como si le costara recordar cuántas veces me había molestado en hacerlo.

—Bueno, podría hacerlo dos o tres veces más si te apetece —suspiré, sintiéndome un poco culpable por haber convertido esto en un problema.

—¡O-Oh! —exclamó—. ¡Me encantaría! Eres muy amable, Cecilia...

—Es lo mínimo que puedo hacer —me encogí de hombros—. De hecho, Brackett, me da curiosidad saber por qué sigues aquí... por dos motivos. Lo pasaste muy mal en SRC 101, y Meyer solo parecía ponértelo más difícil.

—Eso... verdaderamente, no es incorrecto —asintió Brackett—. Pero la señora Meyer reconoció mi deseo de continuar con el código fuente y me dio una oportunidad. ¡Y no tengo intención de defraudarla!

—Entonces, ¿por qué? ¿Qué es lo que te impulsa?

—Bueno... —se frotó el cuello—, principalmente, quiero arreglar mis propios fallos. No sé si no lo has notado, tengo muchos. Además, tal vez algún día podría ser admin, o al menos una editora de código fuente que ayude a la gente...

—Vaya —dije asintiendo—. ¿Y tú, chica nueva? Quiero decir, Taggart.

—También voy a ser admin —respondió con decisión—. Puede sonar un poco cursi e ingenuo, pero... quiero hacer del mundo un lugar mejor.

—Cursi, pero encomiable —me reí—. Creo que ya es bastante ideal, pero supongo que siempre hay espacio para mejorar.

—¿Y tú, Cecilia? —preguntó Brackett—. Eres realmente buena en código fuente. ¿Hay algo que te motive a ti también?

—¿Yo? —me reí—. Yo simplemente...

⬅⬅

—hdj kasd lgsadkhdka dghas gfdf askjdfgvk asfdgkj fkgd.

De repente, Cecilia se quedó en blanco y empezó a divagar incoherentemente.

Me giré rápidamente hacia Rena, que parecía tan asombrada como yo. Corrimos hacia Cecilia y la sacudimos, llamándola, pero no respondía de verdad. Simplemente se quedaba allí, moviendo la boca, apenas moviendo otra cosa que no fuera su cola.

Los otros estudiantes se dieron cuenta, mostrando preocupación o incluso asustándose. Nadie parecía tener ni idea de lo que estaba pasando.

Me giré y grité tan fuerte como pude:

—¡PROF...!

Vi a la señora Meyer de pie justo en la puerta, con la mano en el pomo. Giró la cabeza lentamente para observar su aula en pánico.

—Creo que la clase está cancelada por hoy —dijo con un tono de asombro silencioso.


₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁


—dasd hasdkj hjaks dah dgas dg asgd h gkhdashgk dg.

—¿Qué te ha pasado...? —murmuró la profesora Meyer con confusión, agachándose para inspeccionarla por completo.

Todos los demás se habían ido, quedando solo yo, Rena y Meyer. Habíamos movido a Cecilia de su asiento para sentarla en el suelo. No es que estuviera completamente inerte; incluso podía estar de pie o caminar si la guiábamos, pero parecía que no podía moverse conscientemente.

Le contamos a Meyer cómo habíamos estado hablando con Cecilia antes de que ocurriera, pero esa información no pareció ser de mucha ayuda. Al observar la expresión de Meyer, tuve la sensación de que sospechaba que mi problemilla había tenido algo que ver, pero... al parecer, eso no era suficiente para explicar qué había pasado.

Después de un buen rato, la expresión preocupada de Meyer cambió ligeramente al levantar las cejas.

—Hm... ¿Qué es esto?

—¿Qué ocurre, profesora? —preguntó Rena, sonando como si hubiera estado conteniendo la respiración.

—He encontrado algo, oh... desconocido. No estoy segura de qué pensar. Déjame ver... —jadeó—. ¡Sí, este atributo acaba de cambiarse hace poco, antes de que comenzara la clase! ¡Podría ser esto!

—Pero... ¿no lo ha visto nunca antes? ¿En nadie? Siendo usted una ex admin, parece extraño —comenté—. Entonces, ¿cómo sabe qué se supone que tiene que ser...?

—Tendremos que confiar en que es algo con lo que podamos experimentar —respondió Meyer con cierta inquietud—. Creo que lo más seguro sería ponerlo en 0 primero. Es posible que el atributo en sí se haya añadido por error debido a un fallo, aunque eso plantea la pregunta de...

—¡¡¡Aaah!!! ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Por qué estoy en el suelo?!

Meyer fue interrumpida cuando Cecilia volvió de golpe a hablar normalmente y a mover su cuerpo de nuevo. Todas nos sentimos increíblemente aliviadas.

—Mis disculpas, señorita Rhodes —Meyer inclinó la cabeza—. Parece que la señorita Brackett, aquí presente, accidentalmente le contagió con un atributo defectuoso que la dejó fuera de servicio por un momento —levantó la vista hacia el reloj—. Cancelé la clase para poder concentrarme en solucionar el problema, pero... lo resolvimos lo suficientemente rápido como para que tal vez intente reanudarla. Quizá con una lección especial, para ayudar a los estudiantes a prepararse para situaciones como...

—Espere... —Cecilia se levantó bruscamente—. Algo no va bien. ¿Por qué no puedo recordar...?

—¿Recordar qué? —preguntó Rena con preocupación.

—¡¡¡Nada!!! Es decir, recuerdo mi nombre, recuerdo hablar vosotras, recuerdo todas las clases de Código Fuente... —se lo pensó un momento—. Sí... mi inicialización... ¡No puedo recordar nada de antes de mi inicialización!

—Bueno, eso es raro —comentó Meyer—. Los aspectos relacionados con la memoria fueron lo primero que revisé, y todo parecía estar bien ahí. Me pregunto si tendrá algo que ver con ese atributo idPointer.

—idPointer... —Cecilia parpadeó—. Eh, quizás es inútil decir esto sin recordar nada, pero nunca había oído hablar de eso...

—Ni yo —Meyer negó con la cabeza—, hasta hoy. ¿Te parece bien que intente darle otros valores a ver si eso soluciona el problema?

—Quiero recuperar mis recuerdos, así que... ¡sí! —dijo desesperadamente.

—De acuerdo, bueno... prepárate por si algo sale mal de nuevo —la advirtió Meyer—. A falta de otras ideas, intentemos cambiarlo de 0 a 1.

Hubo una pausa mientras Cecilia miraba a Meyer expectante, y no estaba segura de si ya había cambiado el atributo o no. Meyer cruzó los brazos con impaciencia, aparentemente esperando ver si tendría algún efecto.

Entonces, de repente, Cecilia gritó. Sus ojos se abrieron de par en par, y cayó hacia atrás al suelo, en estado de shock.

—¡Oh, Dios mío, estoy en Ut0p1a! ¡Oh, ¿cuánto tiempo llevo aquí?! ¡Oh, ostras, ostras, un Ut0p1an0 probablemente acaba de salvarme la vida!

Las tres nos miramos, luego volvimos a mirar a Cecilia. Su rostro atónito se volvió hacia cada una de nosotras, y luego comenzó a mirar fijamente sus propias manos.

—Eh... ¿Qué dices? —rompí el silencio para decir lo que todas estábamos pensando.

—Esto es ridículo, ¿qué está pasando ahora mismo? —evaluó Cecilia—. He estado aquí durante meses y ni siquiera lo sabía... Oh, estoy tan enfadada...

—Err... ¿Qué es "Ut0p1a"? ¿O un "Ut0p1an0", en todo caso? —preguntó Rena con cautela—. Es como... "utopía", pero escrito de forma rara.

—¡¿Cómo sabes cómo se escribe?! —respondió Cecilia con desconcierto. Entonces pareció darse cuenta de algo—. Espera... ¿cómo puedo saberlo yo? Qué raro...

—¿Qué posibilidades hay de eso...? —me rasqué la cabeza nerviosamente.

Cecilia extendió las manos hacia los lados, con las palmas hacia abajo, como si nos estuviera diciendo que nos calláramos y la dejáramos pensar.

—Vale, vale, un Ut0p1an0 es... ehh, Ut0p1a es... —con un suspiro, cruzó los brazos y negó con la cabeza—. No, ni siquiera sé cómo empezar a abordar este tema con... algo como vosotras. ¿Cómo os hacéis llamar?

Una vez más, intercambiamos miradas confusas.

—¿P-Personas? ¿Como tú...?

—Vale con lo de "personas", pero... ¡como yo, no! —manifestó vehementemente Cecilia.

El ambiente se llenó de incomodidad, y ninguna estaba segura de qué decir. ¿Por qué la mejor estudiante de nuestra clase parecía de repente tan... confundida? Parecía que sus recuerdos se habían alterado de alguna manera, pero ¿qué tipo de alteración de la memoria podría causar esto? Meyer debía estar pensando en volver a editar esa extraña propiedad, pero algo parecía impedirle hacerlo.

Finalmente, Cecilia se levantó de nuevo y soltó un profundo suspiro.

—Vale, mirad. Esto no lleva a ningún sitio, así que voy a decirlo de una vez. Lo que estoy a punto de deciros es 100% verdad, no va en coña. Tenéis que creerme.

—V-Vaaale —respondió Rena—. Te creo.

—Yo también —añadí.

—Ajá... —asintió Meyer.

Cecilia tragó saliva, quizás no esperaba que aceptáramos tan fácilmente, y tal vez no estaba segura de si estábamos realmente preparadas para lo que estaba a punto de decir.

—D-De acuerdo, ahí va... Este mundo, Ut0p1a, es una simulación virtual, y yo soy del mundo que la creó.

La sala quedó nuevamente en silencio.

—Oh, querida... —Meyer se llevó una mano a la cabeza y la sacudió con un suspiro—. Hace tiempo que no tenía una estudiante como tú.

—¡¿Como qué?! —preguntó Cecilia con irritación.

—Señorita Rhodes, ¿tiene usted experiencia en informática?

—Bueno, sí, ¡soy programadora! —ella asintió con orgullo—. Quiero decir, en realidad...

—Ahí lo tienes —interrumpió Meyer—. Algunos estudiantes de código fuente encuentran que los conceptos que comparte la programación son demasiado grandes, y empiezan a creer que nuestro mundo es una simulación programada —negó con tristeza—. Es todo una ilusión. En realidad, la mayoría de los términos compartidos vienen del código fuente, no al revés. Los programadores son notoriamente malos nombrando cosas, ya ves.

—¿P-Por qué tú...? —Cecilia la miró, furiosa—. Esa última parte es cierta, pero... ¡¡¡eso es historia revisionista y lo sabes!!!

—Es la historia más verdadera que conocemos —replicó Meyer, aunque eso sonó como si al menos dejara abierta un poco la posibilidad—. En cualquier caso, la idea de una realidad simulada por ordenador es absurda. La "vida" dentro de ella no sería más que código. No se puede interactuar con líneas de código.

—¿Y cómo crees que me siento ahora mismo? —gritó Cecilia con cólera—. ¡Vosotras deberíais estar...! —se detuvo y miró al suelo—. No, lo siento, no debería decir algo así. Es un maldito milagro que esté hablando con vosotras ahora mismo. Es solo que... es verdaderamente chocante despertar así.

—¿Despertar? —repitió Rena—. ¿Quieres decir que estabas "durmiendo" hasta ahora?

—Sí, eh, técnicamente todavía lo estoy... en el mundo real. Quiero decir, en mi mundo. Mi cuerpo está dormido, pero mi cerebro está conectado a Ut0p1a —dijo, señalándose a sí misma, y luego empezó a mirar curiosamente varias partes de su propio cuerpo.

Meyer aclaró su garganta. Cecilia se detuvo y se enderezó.

—Eh, vale, lo siento. Creo que sé cómo la lié. Tuve que configurar mis propios atributos para entrar en Ut0p1a, y cuando llegué a idPointer pensé, probablemente tenga que ir un 0 ahí, ¿no? Pues no. Así que aquí estaba yo, viviendo una vida normal durante los últimos meses, sin tener ni idea de quién era, porque no estoy vinculada correctamente a mi propio maldito cerebro.

—Entonces llegó el conejo blanco a poner mi vida patas arriba por culpa de un fallo —señaló hacia mí—. Meyer lo "arregló" poniéndolo de nuevo en 0, pero entonces me di cuenta de algo que ni siquiera había pensado antes: no podía recordar nada de antes de entrar en Ut0p1a. Pero al ponerlo en 1, como debería haber estado... todo vino de golpe.

—Esto es simplemente... absurdo —sacudí la cabeza—. ¿De verdad deberíamos creérnoslo?

—¡Os dije que iba 100% en serio! —respondió Cecilia, como pareciendo traicionada.

—Pero, si te entiendo bien... ¿simplemente conectaste tu cerebro a un ordenador sin que nadie te ayudara si algo salía mal?

—Y-Ya, bueno... —ella apartó la mirada con vergüenza—. ¡¿Y qué pasa?!

—¿En serio? —preguntó Rena, incrédula.

—No hace falta que me lo restriegues por la cara —gruñó Cecilia—. Lo entiendo, estoy sola en esto. No tengo ni un solo amigo que me apoye en este proyecto. Solo me dijeron que había cosas más importantes de las que preocuparme. Y, demonios, probablemente tienen razón —enterró la cabeza entre las manos—. Es solo que, pensar en lo que podría ser posible si esto saliera bien... para mí, valía cada pizca de riesgo. Quizá también podría ser para otros... pero tenía que demostrarlo primero.

Volvió el silencio. Luego Meyer, que me di cuenta de que había estado en silencio un rato, habló:

—¿Estás diciendo... que pretendes restaurar nuestro mundo a cómo era antes?

Rena y yo miramos a Meyer sorprendidas.

—¿Es que ahora se lo cree?

—No exactamente, pero... ha dicho cosas curiosas —dijo, mirando a Cecilia a los ojos—. ¿Tu objetivo era preparar "Ut0p1a" para que "otra gente de tu mundo" pueda "entrar"?

—P-Pues, eh... —Cecilia tartamudeó—. Más o menos, tenía curiosidad sobre lo que podría conseguir con esto. Todavía estoy sorprendida de que ese antiguo hardware realmente funcionara para meterme aquí. Claro, tal vez lo he tenido en mente como una meta lejana... —tragó saliva—. Pero no sé qué puedo prometer. A vosotras, o a cualquiera en mi mundo.

—Hm... —Meyer miró hacia abajo solemnemente.

—Eh, Cecilia... —entonces Rena habló—. ¿Por casualidad, tú no serías una... "humana"?

No estaba segura de a qué se refería; nunca había escuchado esa palabra antes. Pero los ojos de Cecilia se abrieron de par en par y apartó la mirada nerviosamente.

—Eh, sí... las personas en nuestro mundo son... humanas. En general... Pero no quedan humanos por aquí, ¿verdad?

Rena sacudió la cabeza.

—No que yo sepa. Si te preguntas cómo lo sé, es una larga historia —se volvió hacia nosotras—. Oye, creo que deberíamos creerla.

—Me temo que no puedo aceptar una historia tan absurda basada únicamente en conocimientos alegados —suspiró Meyer—. Ahora que ha "despertado", supongo que habrá algo que puedas hacer para probar tu...

—¡Oh, cielos, espera, ¿qué hago charlando con vosotras?! —exclamó Cecilia de repente—. ¡Necesito comprobar que no estoy... muriendo de malnutrición o algo! Quiero decir, no se supone que deba, pero no voy a arriesgar mi vida basándome en la palabra de un departamento de marketing —cerró los ojos y puso las manos delante de su cara—. Vamos a ver, eh... ¿"cerrar sesión", tal vez?

Y entonces, desapareció por completo.

Nos quedamos mirando el lugar donde había estado, asombradas, siendo Meyer probablemente la más sorprendida.

—No está —nos informó Meyer, incrédula—. Como si hubiera sido eliminada... Excepto que sus datos todavía están por ahí. Como si estuvieran esperando a que ella regrese...

Parpadeé.

—Entonces, ¿realmente...? ¿Esta realidad es...?

—Bueno... —Meyer cruzó los brazos—, siempre y cuando ella regrese, al menos admitiré que la señorita Rhodes es algo muy especial.


₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁


➡➡

Y vaya si volvió.

Más tarde ese día, nos reunimos en el despacho de Meyer para discutir lo que habíamos presenciado y qué hacer si Cecilia regresaba y resultaba ser lo que decía ser. Lily también se unió a nosotras y se puso al tanto, pero tuve la sensación de que pensaba que todo era una broma enorme en la que incluso Meyer había caído.

—¿Qué es eso de los "humanos", Rena? —me preguntó—. Pensé que habíamos prometido contárnoslo todo de ahora en adelante.

—Lo siento —me rasqué la cabeza—, no era mi intención ocultar nada... Una vez, cuando no estabas cerca, Eda mencionó la palabra "humanos" en lugar de "personas" por error, probablemente sacando a relucir algún recuerdo antiguo. Por eso, cuando Cecilia mencionó a la gente de su mundo, hice una suposición. Eso... es básicamente todo —concluí, decidiendo que, aunque quería contarle a Lily lo de mi descubrimiento personal posterior, ahora no era realmente el momento.

—No es una historia tan larga —observó Lina.

—Solo porque sabes quién es Eda —repliqué—. Explicar eso nos llevó toda una noche, ¿recuerdas?

—Vamos, explicar quién es Eda es fácil —argumentó Lily—. Solo es un lobo no binario con una hermana pequeña que la adoptó, que construyó una comunidad en un cubo en los confines de nuestro universo y que aparentemente es increíblemente vieja y tiene habilidades misteriosas, y ni siquiera ellas están seguros de lo que es capaz...

De repente, Cecilia apareció en medio de la habitación.

—¡Tachááán!

—Justo estaba a punto de terminar —murmuró Lily.

—Vaya, mira quién ha aparecido —comentó Meyer, sonando menos sorprendida de lo que habría esperado.

En realidad, creo que todas nos habíamos imaginado vagamente que volvería. A excepción de Lily, cuya falta de sorpresa atribuí a que pensaba que solo se había teletransportado.

—Entonces... ¿estaba bien tu cuerpo? —preguntó Lina con preocupación, como si aún encontrara el concepto tan surrealista como yo—. ¿No estabas, esto... malnutrida?

—No —Cecilia sacudió la cabeza—, todo parecía estar bien. Quiero decir, tenía mucha hambre, pero sí. Como se había estropeado el enlace cerebral, estaba preocupada de que se hubiera estropeado eso también...

—¿Cómo supo que estábamos aquí y no en el aula? —se le ocurrió a Meyer.

—Decidí averiguar cómo localizaros mientras comía. Estoy bastante orgullosa de lo rápido que lo descubrí —respondió Cecilia con confianza. Pero su sonrisa pronto se desvaneció—. Aunque, por otro lado... necesito empezar a recuperar el tiempo perdido, ¿eh?

—¿Tienes algún tipo de plazo? —pregunté en voz alta—. Aunque hayas estado fuera de tu mundo durante meses...

—No especialmente, pero... —se frotó la cabeza—. Uh, he perdido tanto tiempo por una razón tan estúpida... Ahora solo quiero ponerme manos a la obra para alcanzar mi meta. Sea lo que sea "mi meta".

—Sí, bueno... —Meyer se detuvo a considerar sus palabras, como si empezara a sentir el peso de con quién estaba hablando—. Si realmente usted es del mundo de "los creadores del nuestro", me gustaría que confirmara tu conocimiento sobre nuestro mundo, particularmente si tiene la intención de revivir una era pasada a esta.

—Eh, bueno... —Cecilia se rascó la cabeza—. Lo siento, dime primero una cosa: ¿cuál crees que es mi conexión con Ut0p1a?

—¿Eh...? —Meyer estaba perdida—. Bueno, yo... he tenido razones para creer que personas de su mundo una vez entraron en el nuestro. Y que alguna vez hubo "admins" cuyos poderes sobre este mundo superaban con creces los de los admins que tenemos ahora. De hecho, sospecho que incluso esos admins solo mantenían un mundo que ya había sido diseñado por otras manos —la voz de Meyer se volvió temblorosa; parecía estar estremeciéndose—. Parece haber sido capaz de entrar en nuestro mundo desde el suyo. Y observarnos como lo haría un admin. Debo creer que ocupó tal posición en el pasado. Y que finalmente ha regresado a... a...

—Deeeeejame detenerte ahí —interrumpió Cecilia con una sonrisa forzada—. Ut0p1a cerró oficialmente hace décadas, mucho antes de que yo naciera. Yo, eh... soy un poco una don nadie que trata de preservarla...

—A-Ah... —Meyer lucía como si su cerebro se hubiera frito—. C-Cerró, dice... P-Pero... ¿usted lo ha mantenido funcionando, con sus grandes conocimientos...?

—S-Sí... algo así —respondió Cecilia, sonriendo nerviosa, claramente tratando de calmar a la pobre mujer—. Es decir, sí, se cerró, pero nadie quería dejarlo morir, ¿sabes? Todo fue respaldado por un admin, y ha habido un par de intentos de preservación desde entonces... los cuales siempre salen mal y pasan al siguiente esperanzado. ¡Pero creo que soy la primera en rastrear algún hardware funcional!

—¿Así que eres solo una... —me costaba asimilarlo—, gran admiradora de... algo con lo que no tienes experiencia, de antes de que nacieras?

—¡Exacto! —exclamó, señalándome afirmativamente—. Pero no te preocupes: soy una gran programadora, ¡así que no me costará ponerme al día!

—Yo, eh... —Lina estaba aturdida—. Si entiendo bien, en este momento, ¿estamos vivas gracias a ti...?

—Bueno, depende de tu definición de "vivas". Se podría decir que estabas viva entre el último intento y cuando yo entré en escena. Solo que, ya sabes... ¡en pausa! —Cecilia se frotó el cuello y miró hacia un lado—. Aunque no me hagas preguntas sobre tu conciencia. Eso es un verdadero rompecabezas.

—¿P-Por qué...? —apenas pudo articular Meyer—. Si no tiene conexión con nuestro mundo... ¿por qué está...?

Los ojos de Cecilia se abrieron de par en par, y su sonrisa forzada se desvaneció.

—Porque... de todos los intentos de la humanidad por crear un mundo artificial, yo tengo claro que Ut0p1a fue uno de los mejores. Y merece una segunda oportunidad.

Meyer parecía impresionada por la respuesta sincera y su calma pareció regresar poco a poco.

—Ya veo... Entonces... Le estoy infinitamente agradecida, señorita Cecilia Rhodes. Gracias... por preocuparse por nuestro mundo.

—Eh, no hay problema —respondió Cecilia tímidamente—. Ni siquiera esperaba que hubiera personas aquí que pudieran sentir gratitud, así que significa mucho para mí.

—Espera, ¿pensabas que solo seríamos un montón de... programas o algo así? —pregunté con incertidumbre.

—¿Qué dije sobre preguntarme acerca de la conciencia? —exhaló Cecilia, molesta—. Pero sí. Hasta que entré aquí mismo, en realidad nunca había oído nada sobre que Ut0p1a tuviera su propia vida fuera de las personas que venían de mi mundo. Y realmente creo que lo habría oído si alguien lo supiera. Lo cual es... aún más razón para preservarlo, por supuesto.

—E-Esto... disculpa —interrumpió Lina, levantando la mano—. Sé que dijiste que era más una "meta lejana", pero si quieres dejar que la gente venga a nuestro mundo... Eso... hm... ¿Significa que no cuentas con nosotras? ¿Nos... deja en mala posición?

—Guau. No, no. Ni siquiera te preocupes por eso —Cecilia extendió las manos frente a ella—. Claro que fue una gran sorpresa que no fuerais simplemente IA sin mente capaz de juntar dos palabras, pero debo decir que es un placer agradable. Es completamente asombroso lo que habéis logrado —sacudió la cabeza—. ¿Sabes qué?, ni siquiera te preocupes por todo eso de "que vuelvan los humanos" por ahora, ¿de acuerdo? Por ahora, estoy aquí para vosotras. Quiero hacer de este un mundo en el que querría vivir antes de preocuparme por traer a nadie más.

—Lo cual quiere decir... ¿que lo arreglará? —preguntó Meyer—. Con acceso a los cimientos de nuestro mundo, como nunca habíamos soñado... ¿arreglará los muchos problemas que han plagado nuestro mundo, que se han quedado sin resolver desde ese "cierre" que mencionó antes...?

Cecilia parecía estar dubitativa. Pero también estaba claro que no quería quitar la luz de los ojos esperanzados de Meyer nuevamente.

—Lo... intentaré.

En respuesta, Meyer abrazó a Cecilia con fuerza.

—A-Ah, oh... Bueno, ¿por dónde empezamos? —preguntó Cecilia, visiblemente avergonzada.

—E-Esa es una buena pregunta —respondió Meyer, sin poder ocultar que estaba llorando mientras la soltaba—. Tengo algunas ideas, pero... bueno, se las haré saber más tarde.

—Perfecto —dijo Cecilia asintiendo, aún algo aturdida—. Creo que me voy a desconectar y... dormir. Dormir de verdad. No tengo ni idea de si es diferente de dormir mientras estoy en Ut0p1a, pero... ahora mismo me apetece.

Cecilia retrocedió y se despidió de nosotras con la mano.

Luego, de la nada, aparecieron imágenes flotantes, planas y algo pixeladas de figuras aladas vestidas de blanco a su alrededor, levantándola suavemente en el aire, y ella atravesó el techo.

Un mensaje flotante apareció en el lugar donde había estado de pie. "¿Bastante elegante, verdad?"

Lily miró nuestras caras atónitas y luego miró alrededor de la sala con confusión.

—Oh, hablaba en serio. Oh, no me estabais tomando el pelo. Oh. Oh, vaya.


₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁


Continuará.



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