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19/04/2024

Re:Monster - 572 (parte I)




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Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)

Re:Monster


Traducción: Xeniaxen



Día 572
(parte I)


Cuando llegamos al final, la parte más profunda de la Ciudad del Tiempo y la Historia, Historinor, donde nos esperaba el Emperador de la Causa y Efecto del Antiguo Pasado, Histoclock, lo que nos recibió fue un muro plateado acercándose a gran velocidad hacia nosotros. Era la espalda de un enorme minotauro. Salté hacia un lado lo más rápido que pude, pero tal vez no hubiera sido necesario.

El minotauro era muy similar al de la [Sombra del Tiempo]. El tamaño y los detalles sugerían que se trataba del mismo que encontré cayendo una y otra vez por el hueco de la escalera en la entrada de la torre. ¿Tendría algún tipo de conexión con este tipo?

De todos modos, la [Sombra del Tiempo] es una ilusión que refleja el pasado; no tiene sustancia. Aunque me hubiera topado con él, simplemente lo habría traspasado. Aun así, me dio una tremenda sensación de malestar.

Se supone que la [Sombra del Tiempo] es un fenómeno que solo ocurre dentro de la Torre Sagrada, pero ahora estaba en el [Aposento Empíreo del Emperador del Tiempo]. ¿Qué hacía la sombra aquí?

Tuve la idea de observar los detalles y ver si estaba en lo cierto o si, de lo contrario, me había equivocado en suponer que era una [Sombra del Tiempo]. Quizá este minotauro era otra cosa, similar a una [Sombra del Tiempo] pero distinta. Personalmente, prefería la última teoría.

De hecho, es que el minotauro parecía que estuviese realmente allí. Me dio la impresión de que si no lo hubiese esquivado, me habría aplastado. Era un sentimiento que nunca antes había experimentado, a pesar de que me he encontrado con la [Sombra del Tiempo] muchas veces.

Efectivamente, el minotauro no desapareció como una ilusión, sino que permaneció allí. Era tan grande que me era imposible ver la mayor parte de su enorme cuerpo de más de diez metros. En ese momento, se creó una explosión dorada frente al muro que me escudaba. No pude ver el ataque en sí, pero por la escala de la explosión, el minotauro debía de haber evitado algo de considerable poder destructivo.

En el siguiente segundo, hubo diez explosiones más. Pude lidiar con ellas ajustando ligeramente el ángulo donde me encontraba. El minotauro mostraba lo habilidoso que era con el más mínimo movimiento. Cuanto más lo miraba, más sentía que realmente estaba allí. ¿Era mi imaginación o estaba recibiendo ataques de verdad y esquivándolos sin vacilar ni un poco?

Eso me distrajo un poco, y de repente sentí un indicio de muerte inminente y una silenciosa intención asesina. Mi cuerpo se movió por instinto. Saqué mi lanza carmesí y corté algo que se abalanzó hacia mí a gran velocidad. Se dispersó un deslumbrante destello dorado, los pedazos se desparramaron por todos lados y algo quedó perforado en el suelo. El fuerte impacto hizo que mi brazo protésico y toda la atmósfera temblaran un poco.

Por los restos que había detrás de mí, me pareció haber atravesado una flecha dorada. Pero no una normal. Era enorme, probablemente de un metro de diámetro. La flecha, que parecía un tronco, se ensartó en el suelo y, después de un rato, mostró un leve brillo de poder mágico y desapareció lentamente. No estaba hecha de materia, sino que parecía ser fruto de algún poder o habilidad mágica.

Había varias flechas doradas a mi alrededor, por lo que deduje que no debía ser necesario prepararlas con antelación y se podrían generar a mansalva si se disponía del suficiente poder. Mientras me preparaba para la persecución, otra de ellas apareció de repente a unos 100 metros delante de mí. Era como si se materializaran en el momento en que me acercaba lo suficiente. Todo sucedía en una secuencia muy rápida.

Quizás este fue el ataque que golpeó al minotauro. Con esto en mente, seguí cortando las flechas doradas y esquivándolas con el mínimo movimiento. En solo unos segundos, el número de flechas superó las diez. No solo desde el frente, sino también a izquierda, derecha y desde arriba.

Le iba cogiendo el truco, pero aquello no daba señales de detenerse. De hecho, se estaban volviendo más rápidas, más numerosas y más poderosas. Puede que el arquero se estuviera inclinando por aumentar la velocidad y el poder destructivo de los disparos, al ver que yo no me movía demasiado. Deseé verlo, para entender mejor lo que estaba ocurriendo, pero desafortunadamente no pude encontrarlo.

[Aposento Empíreo del Emperador del Tiempo] se encuentra en la parte superior de la Ciudad del Tiempo y la Historia, Historinor. Todo el suelo es tan duro como un cristal templado, pero transparente, y a través se ve una manecilla gigante, moviéndose justo debajo. Más abajo, se distinguen todos los sitios por los que habíamos pasado: el [Laberinto del Tiempo Cambiante], la [Capital Rotatoria del Tiempo] y la [Torre de las Sombras del Tiempo]. Todo se veía con claridad, no había ninguna nube. Aunque supongo que las nubes se dispersarían con los ataques grandes, por lo que igualmente quedaría despejado.

En otras palabras, si no podía encontrar al arquero en estas condiciones, es que tenía que estar usando técnicas de ocultación como un [Camuflaje Óptico] o algo así.

Quedarme quieto me dejaba en mucha desventaja, por lo que ignoré los ataques y corrí hacia delante. Tenía una idea general de dónde provenían. E incluso si el arquero estaba en movimiento, podría encontrar algo si cerraba la distancia hacia él.

Con esa idea en mente, empecé a correr, y equilicuá. Cuanto más me acercaba, más podía sentir la presencia del arquero. Aún no podía verlo, pero el más mínimo sonido, olor o indicio de poder mágico oculto me decía que efectivamente estaba allí.

El resto fue fácil. Montado sobre el lobo gris plateado, vertí poder mágico en el [Engranaje en Llamas de la Sacerdotisa] que flotaba sobre mi espalda. El engranaje giró con una cantidad sin precedentes de poder mágico, mientras ardía de color negro. Arrojó una enorme llama negra hacia atrás como un motor a reacción. Esta es una de las tres habilidades que posee, [Aceleración de Fuego]. La velocidad de mi compañero aumentó drásticamente y nos acercamos al origen de las flechas. Estas, mientras tanto, seguían intentando alcanzarnos, pero no pudieron igualar nuestra velocidad.

Entonces dirigí el siguiente ataque del engranaje a todo mi alrededor. Las chispas se convirtieron en bestias envueltas en llamas negras, como panteras y águilas, explotando y reapareciendo en una reacción en cadena. El hecho de que el fuego fuese negro, en lugar de rojo, indicaba que el ataque estaba usando su máxima potencia.

Las llamas revelaron al enemigo invisible. Era un gigante dorado de más de diez metros. El tamaño de las flechas era comprensible. Pero, de pronto... Había más de uno de ellos. Más de diez arqueros gigantes dorados quedaron atrapados en la enorme explosión negra.

La mitad de ellos murieron, se convirtieron íntegramente en partículas doradas y acabaron desapareciendo. La otra mitad había perdido alguna extremidad y también estaban inundados de partículas doradas, como si esa fuera su sangre. No quería que me siguieran molestando, así que envié las últimas bestias negras de fuego a los gigantes moribundos para asegurarme de eliminarlos por completo.

Cuando creía que había erradicado a todo el grupo, nos dispararon más flechas doradas desde otra dirección. Al parecer todavía quedaban algunos escondidos en otra parte.

Me deslicé a través de las nuevas flechas a lomos del lobo gris plateado, la lanza carmesí en mano. Para sorpresa mía, vi un minotauro plateado cargando en esa dirección.

Estaba en plena carrera, sosteniendo un escudo de torre y con una enorme hacha de batalla sobre el hombro. Cada vez que sus patas gigantes pisoteaban el suelo, se generaban deslumbrantes llamas plateadas y relámpagos. Su velocidad era inimaginable por su apariencia. Vi explosiones doradas en la superficie de su escudo de manera intermitente, por lo que debían de estarle atacando. Sin embargo, el minotauro avanzaba sin vacilar.

De repente, blandió su hacha de batalla en un golpe que pareció destrozar el mundo. El movimiento me dio un escalofrío... Las llamas plateadas y los rayos se adueñaron violentamente del espacio. La explosión dorada que los acompañó debió de matar a todos los arqueros gigantes dorados de la zona a la vez.

Mientras admiraba al minotauro como la encarnación de pura violencia que era, saqué un artículo mágico de mi bolsillo. Eran un par de lentes para leer con forma de estrella que había dentro del cofre del tesoro [Falacia de Estrellas Fugaces]. Son un artículo mágico de tasación llamado [Gafas de Astrónomo para Leer las Estrellas]. Están hechas de un material cristalino azul que parecen estrellas titilantes. Son de mayor calidad que las [Gafas de Intelectual para Identificaciones Simples] que había estado usando hasta ahora, y no solo proporcionan una cantidad de información completamente diferente, sino que también tienen muchas otras habilidades ocultas.

Cuando las usé para mirar al minotauro plateado, descubrí que era un ser llamado Tauroshiver, el Funcionario Plateado de la Diferencia Horaria.


Continuará.



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