-Xeniaxen
Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)
Re:Monster
Traducción: Xeniaxen
Traducción: Xeniaxen
Día 533
(parte II)
Como había decidido mi propósito, completé mi entrenamiento matutino antes de que saliera el sol y desayuné. Luego hice una última revisión de mi equipaje y me senté a horcajadas sobre el lobo gris plateado, que yacía boca abajo y me instaba a subir.
No tenía silla de montar, pero cuando enganché mis piernas alrededor de la base de las ligeras alas del lobo plateado, su pelaje se retorció y enredó naturalmente alrededor de mis piernas para mantenerme fijo. Mientras pensaba que era ideal, un cordón plateado se extendió desde su collar de escamas de dragón y lo agarré con mi brazo protésico. Parecía servir como brida y podía comunicarme con él simplemente sosteniéndolo.
Estábamos listos para partir, así que saltamos desde el último piso de la torre. Las barreras del borde exterior fueron fáciles de atravesar, pero tan pronto como salimos, chocamos contra un fuerte viento frío.
Yo llevaba solo el taparrabos y ninguna chaqueta. El aire era gélido, pero aun así, no lo sentía contra mi cuerpo desnudo. Quizás el cuerpo de Rey Goblin Negro es más resistente al frío. Pese a que no lo sintiera, podría haber perdido calor corporal si continuaba expuesto, así que activé [Anulación de Daños por Frío] y [Resistencia al Viento]. Esto hacía que el aire frío fuera casi una suave brisa.
Con ese problema resuelto, disfruté un rato del vuelo. La vista del suelo desde arriba era bastante espectacular. En la majestuosa naturaleza había repetidas competencias por sobrevivir.
Un enorme monstruo oso es atacado por una horda de pequeños monstruos parecidos a dinosaurios y, mientras le cortan el cuerpo, él empuña sus fuertes brazos para masacrar a sus enemigos.
Distinguí una batalla entre un grupo de humanos y unos monstruos que parecían mantis. Los humanos tenían ventaja. También vi unas plantas móviles que mataban a los monstruos echando raíces y creciendo rápidamente sobre ellos, absorbiendo sus nutrientes. Luego, una horda de pequeños monstruos parecidos a dinosaurios atacaron a un enorme monstruo oso. Mientras le cortaban el cuerpo, él los masacró con sus fuertes brazos.
Se desarrollaron otras escenas interesantes, pero parece que viajar en el aire no es del todo seguro. Desde la Torre del Equilibrio, vi pterosaurios y monstruos gigantes de tipo pájaro varias veces desde la distancia. No estoy seguro de si veían al lobo plateado volador y a mí como presa, pero nos estaban vigilando.
Como tengo poco alcance con la daga de mi cintura, saqué la lanza carmesí del inventario. Después de unos momentos de intentar pasar desapercibido, parecía que no me iban a dejar ir. Entonces uno empezó a descender rápidamente desde el cielo.
Su objetivo estaba claro. Con la intención de atravesarnos con su afilado hocico como una lanza, era tan rápido como un rayo. Justo antes de chocar, aparté al lobo gris plateado y me desvié del curso de impacto directo. En el momento en que nos separamos, la punta de mi lanza carmesí perforó profundamente la cabeza del pterosaurio.
Con el momentum del ataque, el pájaro se partió por la mitad empezando por la cabeza. Los pterosaurios parecen estar entre las categorías más fuertes de monstruos, pero con la agudeza de la lanza carmesí combinada con el impulso de la caída, ese fue incapaz de resistir.
Terminó lloviendo sangre, pero por supuesto recuperamos su cadáver. El lobo gris plateado lo alcanzó fácilmente, por lo que fue una tarea simple arrojarle un artículo mágico de almacenamiento en el aire.
Xeniaxen: Me lo he imaginado lanzándole una pokéball.
Al ver que se cazaban con tanta facilidad, me volví codicioso. No podía dejar pasar la oportunidad de conseguir más de estos souvenirs, aunque fuese una sola escama. Quería comerme sus órganos internos más tarde junto con el lobo gris plateado, así que volamos hacia el cielo, esperando que el próximo atacase pronto. Pude matar a más de una docena de pterosaurios y otras docenas de monstruos pájaro.
Cuando llegamos a Madralén, la Ciudad de la Misión, ya estaba anocheciendo. Acabamos yendo más lentos de lo que había planeado, pero eso sucede a menudo cuando te distraes cazando.
Nos alojamos en una posada de lujo y pedí un plato hecho con carne de pterosaurio.
Día 534
(parte I)
Estaba decidido a ganar algo de dinero vendiendo los artículos que obtuve en la Torre del Equilibrio. Con eso en mente, dejé el lobo plateado en la posada, ya que era demasiado grande e intimidante para llevarlo por la ciudad, y pasé la mañana recorriendo varias sedes de grupos de comerciantes importantes para tasar los artículos. Tres de las más grandes me dieron precios más altos que la anterior, por lo que pedí al presidente de la Asociación de Comerciantes y a su secretario que se reunieran y llevaran a cabo una subasta.
Muchos de los artículos de la Torre de Equilibrio parecían ser valiosos. Incluso me tasaron bien los artículos de baja calidad del comienzo del viaje. Podría haberlos vendido, pero me fui un poco avaricioso y decidí subastarlos entre tres comerciantes diferentes para subir aún más el precio.
Y lo logré. En poco tiempo hice una fortuna.
Gracias al hecho de ofrecer como atracción principal los muchos artículos que obtuve en los pisos inferiores, además de algunos de los superiores, el precio final llegó a duplicarse. Conseguí un buen trato. Los tres grupos de comerciantes debían estar satisfechos con el acuerdo.
Hasta ahí todo bien, pero por alguna razón insistieron en que ofreciera una oración cuando vendí los artículos. No sabía cómo hacerlo, así que lo hice sin mucho esmero. Sorprendentemente, me lo agradecieron muchísimo y me dieron una buena cantidad de dinero por ello también.
Todavía tengo muchas preguntas y asuntos que investigar, pero primero usé el dinero que obtuve de más para comprar recuerdos para el chico hormiga y otros artículos valiosos que solo se pueden encontrar aquí. Si me quedo sin dinero, siempre puedo reponerlo vendiendo los artículos que me quedan, así que no me puse límites y compré bastante.
Sin embargo, al estar haciendo algo tan llamativo, naturalmente hubo gente que se acercó a mí. Pero al igual que cuando me pidieron orar, todos parecían ser extranjeros.
- Un anciano vestido con ropa vieja y con un tatuaje en el dorso de su mano derecha que indicaba que creía en el [Semidiós de la Pobreza] se inclinó y levantó un cuenco vacío, diciendo: "Por favor, deme un poco de dinero".
- Una mujer de mediana edad en una tienda de comestibles con un cartel que mostraba el signo del [Semidiós de las Verduras] vociferó: "¡Nuestras verduras son deliciosas! ¿Quiere probarlas?" y me vendió unas verduras frescas que estaban buenísimas.
- Un chico gato que llevaba un brazalete del [Dios del Robo] vino hacia mí y desapareció de repente. No sé si intentó robarme la cartera.
- Una fascinante mujer súcubo que lleva un collar del [Dios de la Lascivia] me tentó con su dulce encanto.
- Un demonio vestido con una túnica negra del [Dios del Mar Muerto] me maldeció.
- Un pescador con un collar del [Dios del Abismo] me miró y escribió algo en su mano.
Hay algunos creyentes del [Dios del Mar Muerto] que se comportan de maneras que no entiendo, pero en general no hay duda de que atraen más atención que yo cuando era un humano mejorado. No tuve mucho trato con ellos, pero como ahora soy un pequeño goblin, que es una de las razas de menor estatus, me siguió mucha gente curiosa por mi contradictoria opulencia.
Cuando fueron más de diez, empecé a cabrearme, así que me atreví a apartarme en un callejón para tener una conversación seria con ellos. No mucho después, un grupo de demonios se nos acercó. Eran ocho, liderados por un [Demonio de la Muerte – Necro Lord], quien se caracterizaba por su horrible túnica andrajosa y su máscara de esqueleto con cuernos. Cada uno de ellos tenía algo que indicaba que eran seguidores del [Dios de Rebelión] o del [Semidiós de la Jerarquía].
Se acercaba el anochecer y una atmósfera siniestra llenó el callejón poco iluminado.
Mientras esperaba en silencio para ver qué querían, un nigromante con pendientes del [Dios de la Rebelión] dijo: "Mostramos nuestra fe al gran [Apóstol]", y levantó un bastón de metal que brillaba de color púrpura rojizo. Al mismo tiempo, los otros siete también alzaron sus propias armas especiales, como grandes espadas, martillos, látigos y chakrams.
Para ser honesto, no entendí a qué se referían con "Apóstol", ni por qué me mostraron su fe a mí. Lo único obvio era que cada una de sus armas emitía un poderoso poder mágico y estaba llena de voluntad de luchar.
Voy a darles una paliza y luego les pediré que me lo expliquen, pensé. Solo me tomó un abrir y cerrar de ojos hacerlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario