28/06/2016

WCC - 70



Este es el primer capítulo traducido por Aldea~  Maldito, cuánto me ha costado revisarlo... He tenido que darle dos leídas. ¡Esperemos que traduzca muchos más!


-Xeniaxen



Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
World Customize Creator



Traducido por: Xeniaxen


70

—¿Cómo os ha ido por allí?

—Pues nada mal. Hemos conseguido unas piedras bastante buenas.

Después de terminar sus actividades, Yuusuke y Sorzak compartieron los resultados de su trabajo en la posada, mientras tomaban un almuerzo tardío. El anticuario había reunido suficiente mineral de hierro para sus propósitos y ya había hecho los arreglos con una empresa de transporte minera para enviarlo hasta Fonkrank. Al grupo de Yuusuke solo le quedaba investigar las muestras de tierra recogidas en el sótano de la mansión, así que ambos prácticamente habían completado sus misiones.

—Bueno, en teoría, después de terminar la misión, íbamos a hacer algo de turismo antes de regresar, pero...

—Con la situación actual, no parece que podamos tomarnos las cosas con calma.

—Quizá en Ringwall podríamos descansar un poco.

—No podemos quedarnos aquí demasiado tiempo sin ningún propósito.

Al final, teniendo en cuenta su posición, decidieron que lo mejor era no prolongar la estancia y fijaron el regreso para la madrugada del día siguiente. No tenían grandes bultos que transportar, pero comenzaron a cargar el carruaje con provisiones como agua y comida de viaje para prepararse para la partida.

Al anochecer, se supo que la avanzadilla de mercenarios y aventureros que había regresado a la ciudad había habido muchas bajas y heridos. La zona cercana al laboratorio de las bestias modificadas era incluso más peligrosa de lo previsto. En ese contexto, algunas voces empezaron a criticar abiertamente a la Patrulla del Dios Oscuro, acusándolos de haberse acobardado al querer marcharse. No obstante, fieles a su decisión inicial, el grupo optó por ignorar por completo las burlas y provocaciones, y evitar cualquier conflicto innecesario.



Al caer la noche, los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro pasaban su tiempo libre a su manera antes de irse a dormir. Zaisha e Hisotta habían salido con Zhahid y Hinke a recorrer tiendas de costura, mientras que Vermeer y Sorzak estaban en la taberna de la posada bebiendo. Reifold había desaparecido del lugar; no estaba en su habitación. Por su parte, Yuusuke, Sun y Raazsha estaban recorriendo los puestos callejeros cerca de la zona de hospedaje.

—Bueno, ya solo falta comprar algún recuerdo para llevarnos de vuelta.

—Si es para Violet, ¿qué te parece un colgante luminoso?

—A esa princesa le gustan ese tipo de cosas, ¿verdad?

Raazsha estuvo de acuerdo con la sugerencia de Sun. Como la estructura de la lámpara green no era especialmente compleja, los colgantes hechos con ese mismo sistema, reducido al tamaño de un accesorio, eran un típico souvenir en los puestos de venta. No duraban mucho encendidos, pero se les podía cambiar el musgo.

Estaban disfrutando tranquilamente de sus compras cuando, de repente, un borracho salió de una taberna cercana y, al ver los llamativos uniformes negros, empezó a buscar bronca.

—Uoooh... Mira quién tenemos aquí, el grandioso capitán de la Patrulla del Dios Oscuro... Vaya, vaya. Pasándoselo en grande con su esclava y su concubina, ¿eh...?

—Sun, Raaz, vayamos por el otro lado —sugirió Yuusuke, haciéndoles un gesto a las chicas para que cruzaran la calle.

—Sí.

—Buena idea.

«Los borrachos no razonan», pensó Yuusuke con una sonrisa irónica. Desde esa misma tarde, cuando habían salido a comprar provisiones, ya había notado que algunos hablaban de ellos en voz alta, asegurándose de que los oyeran, pero se habían esforzado en ignorarlos.

Tal y como Sorzak había advertido, entre los mercenarios y aventureros que querían lucrarse del incidente del laboratorio, muchos estaban desesperados por ganar renombre. Algunos de ellos, en su intento de conseguir fama de manera rápida, intentaban provocar a Yuusuke, o tantearlo para evaluar su fuerza.

Aun así, no hubo nadie que, como el joven Thalys, tuviera el valor de desafiarlo directamente a un duelo. Los que tenían algo de sensatez eran más cautelosos. Y los que carecían de razón tendían a actuar impulsivamente, pero, al mismo tiempo, a ser utilizados fácilmente por otros.

—¡Eeeh! ¿Qué pasa? ¿Estáis huyendooo...? Ooooh...

—Mm... Nos está siguiendo.

—Uh... Los borrachos son un fastidio.

Ya no podían comprar tranquilos. Además, Yuusuke se había dado cuenta de que había varias personas observándolos desde la distancia, esperando que el borracho hiciera algo. Por lo general, los comentarios contra ellos, aunque eran molestos, no llegaban a ser insultos directos. Pero como los habían ignorado por completo, no habían logrado su objetivo. Seguían sin saber cuán fuerte era en realidad el capitán.

Había rumores sobre él: que había hecho aparecer un muro gigantesco, que había construido una fortaleza en un instante, que podía moverse con toda su unidad en un parpadeo... Pero no sabían nada sobre su estilo de combate. Y sin esa información, no podían idear ninguna estrategia en caso de enfrentarse a él en un duelo. Si lograban verlo en acción, ni que fuera un poco, podrían contrastarlo con los rumores y preparar alguna táctica.

Sin embargo, todas esas expectativas se esfumaron rápidamente gracias a los compañeros del borracho, que acababan de salir de la taberna.

—¡Eh! ¿Qué haces? Vuelve aquí. El capitán va a invitarte a este licor de Delia, va —dijo un hombre con una armadura de cuero.

—¡Ooooh! ¡Qué bien...! El licor de Delia es lo mejooor...

Tambaleándose y hablando a trompicones, el borracho regresó a la taberna. Entonces, el hombre que lo había llamado se giró para hablar con el capitán y las chicas. Resultó ser una cara conocida: el mismo aventurero de cuando llegaron a la ciudad.

—No se lo tengan en cuenta. Su mejor amigo no ha vuelto de la misión de reconocimiento de hoy... Y ha estado bebiendo más de la cuenta.

—Ah... No te preocupes. Gracias por intervenir.

Yuusuke asintió con comprensión, y el aventurero le devolvió el gesto en señal de gratitud. Esta vez no parecía irradiar la locura que habían notado cuando hablaron en la avenida principal. Tal vez aquella inquietante sensación solo surgía cuando se tocaban ciertos temas.

—¿Van a regresar a Fonkrank?

—Sí, en principio ya hemos completado la misión.

El aventurero guardó silencio un momento, como si estuviera considerando algo, y luego habló con cautela.

—Oiga... No puedo obligarlo, pero si pudieras echarnos una mano con la caza de bestias modificadas, se lo agradeceríamos mucho.

—Eso es...

Enfrentarse a varias bestias mágicas al mismo tiempo era complicado incluso para los grupos de mercenarios especializados en combate. Y si entre ellas había bestias modificadas, que tenían la capacidad de inhibir las artes divinas, todas las estrategias acumuladas hasta ahora quedaban completamente inservibles. La reciente masacre sufrida por el grupo de reconocimiento había puesto en alerta a los mercenarios y los aventureros, que ahora se mostraban mucho más cautelosos con sus próximas acciones.

—Sé que es una petición difícil, lo entiendo. Pero podría convertirlo en una misión oficial, ¿no?

La Patrulla del Dios Oscuro tenía el mérito de haber derrotado a una bestia modificada sin sufrir bajas. Su presencia no solo fortalecería la moral de los mercenarios y aventureros indecisos, sino que también serviría para convencer a más personas de unirse a la causa.

—Si nos ayuda, podremos acabar con este problema de las bestias mágicas mucho más rápido. Piénselo, ¿vale?

Dicho esto, el aventurero volvió a la taberna.



—Hmm...

Yuusuke no quería poner en peligro a sus compañeros, ni tampoco a él mismo, pero no le parecía bien rechazar sin más la petición de aquel hombre. Había algo en él que transmitía una sensación inquietante, y no podía ignorarlo por completo. Aun así, la decisión de regresar a casa ya estaba tomada. Sacar este tema a estas alturas solo serviría para desconcertar a los demás.

—¿Se lo comentamos a los demás?

—Yo haré lo tú digas, Yuusuke.

—Mm... No sé...

Tras escuchar las opiniones de Raazsha y Sun, siguió dándole vueltas al asunto. «¿Debo decírselo o no? ¿Qué hago...?», pensaba mientras regresaban a la calle de su posada. Fue entonces cuando una voz apareció desde las sombras.

—Vaya. ¿Ya volvéis?

—¿Reifold...? Espera, ¿qué haces metido ahí?

El autoproclamado habitante del bosque salió de un hueco entre dos edificios. Yuusuke pensó que él era justo la persona adecuada con quien discutir el tema. Como Raazsha aún parecía algo tensa en su presencia, le dijo a Sun que se fuera con ella de vuelta a la posada.



—Bueno... No creo que tengas la obligación de hacerles el favor, pero...

Teniendo en cuenta que el problema de las bestias mágicas modificadas podría representar una amenaza potencial para todo el Kaltcio, según Reifold, cooperar con ellos no sería mala opción. Se expresó con mucha ambigüedad, como siempre.

—Te estoy consultando porque no sé qué hacer...

—Ja, ja, ja. Cierto, cierto. Hmm... Vamos a analizarlo más a fondo.

Por ahora, el daño causado por los científicos de bestias modificadas solo afectaba a una zona concreta del territorio de Trent Rietta. Sin embargo, en este lugar se habían congregado numerosos grupos de mercenarios y aventureros procedentes de todas las naciones. Si actuaban ahora, podrían generar una buena impresión no solo en Trent Rietta, sino en todo Kaltcio.

—Si a través de tus acciones puedes influir positivamente en el mundo, entonces...

—¿Influir... en el mundo...?

Las palabras de Reifold se deslizaron suavemente desde los oídos de Yuusuke hasta su corazón. En su mente, la frase «influir positivamente en el mundo» se repetía una y otra vez. Sonaba como algo grandioso. Y sí, sin duda era algo bueno. Algo realmente justo. Su propia voz interior lo reafirmaba, como si se estuviera respondiendo a sí mismo. Porque... porque... porque...

—¡...!

De repente, un sonido agudo, como el cristal rompiéndose, resonó en su mente. Yuusuke sintió que despertaba de golpe. Parpadeó varias veces, sorprendido al darse cuenta de que había estado completamente absorto.

—¡¿Qué... están haciendo?!

Desde la esquina de la calle, Hisotta dirigió una mirada fulminante hacia Reifold. Su expresión era tensa, con un atisbo de miedo, pero también ocultaba una ira inusualmente intensa. Había notado que Reifold estaba usando artes aéreas de ilusión sobre Yuusuke y, en un acto reflejo, lanzó artes aéreas para dispersarlas, anular los efectos de la manipulación mental y las perturbaciones en la comunicación.

—Vaya, esto sí que no me lo esperaba...

Reifold sonrió con su gesto habitual, como si realmente estuviera sorprendido. Sabía que Hisotta andaba cerca, pero nunca imaginó que alguien tan tímido como ella tomaría la iniciativa para interferir.

Su llamada de auxilio mediante artes aéreas de amplificación había resonado en el interior de la posada, alertando a los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro. Todos salieron de inmediato y, tras escuchar lo sucedido, desenvainaron sus armas y prepararon sus habilidades para amenazar al espía aéreo. Sun no dudó en alzar su arco. Raazsha, a su lado, reforzó la punta de la flecha con su habilidad para apoyarla. Desde la entrada de la posada, un empleado que había salido a ver qué ocurría se asustó ante la tensa situación y rápidamente se metió de nuevo adentro.

—Ey, ey. Tranquilizaos todos. Esta vez tenía mis razones.

Lo habían rodeado completamente en formación de combate, pero incluso en esa situación tensa, él no mostraba ninguna señal de nerviosismo. Entonces, explicó que en realidad el rey de Trent Rietta había solicitado la ayuda del grupo.

—Un momento —Vermeer fue el primero en responder—, ¿no estás del lado de Fonkrank? ¿Por qué estás actuando en favor de Trent Rietta?

—No es tanto por Trent Rietta como por el beneficio de Fonkrank.

—¿Dices que involucrarnos en este asunto beneficiará a Fonkrank?

—En pocas palabras, sí.

Si la Patrulla del Dios Oscuro resolvía el incidente, no solo se ganarían un favor de Trent Rietta, sino que también elevarían su reputación, lo que, en consecuencia, también engrandecería el prestigio de Fonkrank. Esa era la explicación de Reifold. Los otros no parecían estar del todo convencidos, pero al menos reconocieron que tenía algo de sentido.

Ahora bien, el hecho de que hubiera intentado manipular a Yuusuke con artes aéreas de ilusión, un tipo de hipnosis, no podía pasarse por alto. Mientras sus subordinados lo miraban con desconfianza, Yuusuke, en cambio, se rascó la cabeza con aire despreocupado.

—Así que... ¿cuando me recomendaste que me alistara, aquel día en el bosque, también usaste eso?

—No, en esa ocasión no usé ningún truco.

Reifold miró a Sun, insinuando que Yuusuke había tomado la decisión tras consultarlo con ella. Yuusuke también la miró, y Sun le confirmó que en aquel entonces ella no había tenido contacto con Reifold. Su elección de entrar al servicio de la patrulla de palacio no había sido resultado de ninguna manipulación.

—Hmm... Pero, dime, ¿el padre de Violet está al tanto de este tipo de tácticas?

—Vaya, has ido directo al punto delicado...

—Como se entere Violet se va a enfadar...

—Bueno —continuó Reifold con una sonrisa ambigua, sin confirmar ni desmentir nada—, la verdad es que nos vendría bien que la Patrulla del Dios Oscuro participara directamente en el cierre del laboratorio de bestias modificadas.

—¿A qué te refieres?

—Esvobus te valora mucho, tanto a ti como a tu poder.

Al oírlo, Vermeer mostró signos de inquietud.

—¿Esto es orden del Rey Esvobus...?

Todos sospechaban que Reifold actuaba bajo órdenes especiales del monarca. Pero si sabía que el trabajo era peligroso y aun así intentaba arrastrarlos a ello, también cabía la posibilidad de que los estuviera utilizando como "activos desechables".

Con su experiencia, conocían bien la realidad de la corte. Aunque el Rey Esvobus tenía fama de ser una persona amable, en verdad poseía una astucia calculadora que lo convertía en un líder formidable. No dudaba en tomar decisiones difíciles cuando era necesario.

Si el propio capitán de la Patrulla del Dios Oscuro se involucraba en el asunto de los científicos de bestias modificadas y moría en el proceso, la responsabilidad no recaería en él como Rey, ya que nunca le había dado la orden directa. En su lugar, lo ensalzaría como un héroe valiente que cayó ante unas bestias mágicas muy peligrosas, usando su sacrificio para unir al pueblo.

Como de costumbre, Yuusuke no parecía entender del todo la situación y ladeó la cabeza. Por otro lado, Vermeer y Zhahid estaban visiblemente tensos. Reifold lo percibió con rapidez, así que intentó disipar sus dudas.

—No os preocupéis. Podéis tomar mis palabras literalmente. El rey confía en la Patrulla del Dios Oscuro para esta tarea.

—Si es así... ¿Por qué no nos da la orden directamente?

Ante la pregunta de Zhahid, Reifold hizo como si lo pensara por un momento. Luego, al notar que Hisotta seguía en guardia contra sus artes aéreas de ilusión, sonrió y levantó las manos en gesto de rendición, decidiendo sincerarse un poco más.

Primero, la Patrulla del Dios Oscuro informaría a la capital de su colaboración en el cierre del laboratorio de bestias mágicas. El rey aprobaría esa decisión. Dependiendo de su desempeño, podrían aliviar en gran medida la carga del ejército de Trent Rietta, que actualmente se dirigía hacia Delia-Lidea. Como resultado, el Rey Cliffzah expresaría su gratitud hacia Fonkrank y se afianzaría la amistad entre ambos reinos, lo que allanaría el camino para declarar una alianza militar. Después, las tropas enviadas a bloquear el laboratorio permanecerían en la zona con la justificación de vigilar el área para prevenir la fuga de más criaturas. Así, podrían establecer bases permanentes en las dos rutas comerciales que conectaban con Gazetta.

El verdadero propósito detrás de esto era restringir el comercio con Gazetta, debilitándolo poco a poco. Al dificultarles la expansión y el mantenimiento de su poder militar, contendrían cualquier intento de invasión. En pocas palabras, estaban utilizando el incidente de las bestias mágicas como una distracción para avanzar en sus propios intereses políticos y estratégicos.

—Y también... es una forma de evitar que Su Alteza Violet se enfade con su padre por haberle dado una misión peligrosa a Yuusuke. Me dijo que, si le hacía enfadar, probablemente dejaría de hablarle y no quería eso —añadió Reifold con una sonrisa burlona.

—Eso es... ¿un exceso de amor paternal o qué?

Si Yuusuke hubiese sido un guardia común al servicio del rey, habría recibido una misión secreta de manera oficial. Pero, debido a su posición especial, se había optado por este enfoque más indirecto.

—Bueno, si esa es la situación, tampoco podemos ignorarlo...

A Yuusuke no le entusiasmaba la idea de involucrarse en un asunto tan peligroso. Aun así, como miembro de la guardia real de Fonkrank, no podía desentenderse por completo. Si era el deseo del Rey, haría todo lo posible por ayudar. Así que decidió unirse a los mercenarios y aventureros en la misión de cerrar el laboratorio.

—Sea como sea, somos guardias al servicio del reino.

—Es una orden del capitán. Debemos obedecerla.

—No me gusta cómo ha ido todo, pero qué remedio...

—Si es lo que quiere el capitán...

—Yo iré contigo a donde sea, Yuusuke.

Los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro también apoyaron su decisión.

Con todo definido, era momento de ocuparse de los preparativos: extender su estancia en la ciudad y en la posada, reorganizar el equipaje del carruaje y asegurarse de estar listos para la misión del día siguiente.

Sorzak y Raazsha, en cambio, debían regresar a Sanc Adiet debido a su labor de recolección de materiales. Reifold se comprometió a escoltarlos de vuelta.

—Lamento no poder ser de ayuda en la batalla.

—Cuidaos mucho... y regresad todos sanos y salvos.

Sorzak parecía algo culpable por marcharse antes, mientras que Raazsha les deseó suerte con una expresión preocupada. La mañana siguiente, partieron junto con Reifold rumbo a Delia-Lidea.

Así fue como la Patrulla del Dios Oscuro se involucró en la misión de clausurar el laboratorio de investigación de bestias modificadas.


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—A ver... Básicamente, manipulas el viento para que genere un sonido con ciertas ondas y fluctuaciones... Y eso induce un estado hipnótico.

—Vaya, vaya.

Hisotta le explicó que, en realidad, no era un poder exclusivo de los usuarios aéreos, pero su eficacia era mayor en comparación con otras técnicas divinas, ya que permitía controlar mejor el ruido ambiental y reducir interferencias.

—O sea, el truco está en las ondas sonoras que entran por el oído, ¿no? Si aplico un filtro constante, ¿podría bloquearlo?

Tras conocer la naturaleza de las artes aéreas de ilusión, Yuusuke empezó a modificar su uniforme para tomar medidas de protección, afinando los detalles para minimizar cualquier punto vulnerable.


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