¡PrinceScans!: WCC

Con los capítulos de hoy, llega el fin del Tomo 2...

-Xeniaxen

Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)

World Customize Creator

Traducido por: Xeniaxen

Tras recibir una llamada de emergencia, Yuusuke y su grupo se reunieron con el destacamento de guardias de refuerzo y se dirigieron a la aldea desvalida que había sido atacada.

Los guardias de refuerzo que llegaron en esta ocasión tenían un nivel de habilidad bastante bajo, es decir, eran los típicos "inútiles". Nunca les asignaban misiones importantes ni peligrosas. Por tanto, no había ninguno de los de la Fortaleza Deernorth ni de los de la muralla de Paula, por lo que no conocían al Rey Blanco. Gracias a eso, avanzaron hacia la aldea sin disputas.

Al verlos, con un aire de desánimo y falta de energía evidente, Shinja frunció ligeramente el ceño y susurró a Yuusuke:

—¿Es que también tenéis escasez de personal?

—Supongo que no estamos en el mejor momento.

Para investigar rápidamente las aldeas de desvalidos dispersas por el vasto territorio de Fonkrank, se habían enviado unidades a varios lugares al mismo tiempo. Además, como no sabían el tamaño de las fuerzas enemigas y era posible que se tratara de "guerreros desvalidos", habían formado unidades de mayor tamaño. Entre los guardias experimentados que lideraban las unidades, se sabía que los "guerreros desvalidos" eran enemigos muy poderosos.

Una gran parte de los recursos se destinó a la seguridad de la ciudad de Sanc Adiet. Bajo la estrategia del rey Esvobus, que no priorizaba ningún lugar sobre otro, incluso las áreas fuera de la corte y los nobles importantes, cuando surgían problemas, se veían afectadas por la falta de personal.

—Un rey amable con su pueblo también tiene sus inconvenientes.

—Al menos es mejor que un tirano.

Yuusuke no se dio cuenta de lo cruel que había sonado su comentario.

—¡Estoy divisando la aldea!

Cuando llegaron, la mayoría de los edificios ya se habían quemado y solo quedaban restos carbonizados. Menos uno a lo lejos, que aún ardía.

—¡Ah! ¡La mansión!

Según la sirvienta de la familia Vulasche, era la residencia de la familia Vulasche. Como los aldeanos ya habían sido evacuados, se apresuraron hacia allí. Vermeer y otros diez o más guardias estaban luchando desesperadamente por apagar el fuego. Los guardias privados de la familia Vulasche habían logrado escapar del alojamiento por su cuenta.

—¡Capitán!

—Vermeer, ¿queda alguien dentro?

—Están arrinconados en una habitación, pero no sabemos si están vivos o muertos...

—El fuego es demasiado fuerte. Si sigue así, el edificio no se salvará.

Después de elaborar el informe sobre la situación, Zhahid frunció el ceño al ver al equipo de guardias de refuerzo. Con su poder, era como intentar apagar un incendio descontrolado con un vaso de agua.

—Hivodir, ¿dónde están los evacuados?

—Pues... creo que están en el gran salón del primer piso... ¿verdad, Rosie?

—Sí, están en un salón excavado medio piso bajo tierra —respondió una criada que momentos antes había estado comprobando la seguridad de los demás.

—Vale, entendido. Aunque va a tocar destruir un poco la mansión.

—No importa, ¿no? Luego la puedes arreglar.

Hivodir asintió, mostrando que lo comprendía. Yusuke respondió con una sonrisa y corrió hacia la mansión en llamas. Los guardias privados y los de refuerzo observaron cómo el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro se lanzaba directamente hacia la mansión, envuelto en llamas tan intensas que ya no había vuelta atrás, y se preguntaron qué planeaba hacer.

El viento caliente acariciaba sus mejillas y alborotaba su cabello. Usando su capa para protegerse de las chispas que caían, llegó hasta la pared exterior de la mansión y la golpeó para abrir el menú de personalización. Un punto débil de esta capacidad era que solo la podía usar si estaba cerca del objetivo. Personalizar un ataque a larga distancia conectando pilares de piedra, como el que usó en la batalla en la Gran Muralla de Paula, no es algo que pudiera hacer fácilmente. Para ello, debía tenerlo todo preparado a fondo desde el principio, asumiendo que llevaría a cabo tal estrategia.

—¡Ay, ay, quema, quema!

Yusuke comenzó a trastear con la mansión en la pantalla de personalización, haciendo mucho ruido. Había agujeros por todas partes en las paredes, techos y suelos. Mientras realizaba modificaciones al modelo 3D de la mansión en tiempo real, las partes faltantes iban aumentando.

—Está bien... ¡Ejecutar!

Un destello de luz pareció desbordarse desde el interior de las llamas ardientes, cubriendo toda la vivienda. Luego, las llamas desaparecieron en un instante, dejando atrás ráfagas de luz y chispas revoloteando por el aire. Toda la mansión se plegó, creando un espacio donde aparecieron los refugiados, de pie. Un murmullo se elevó entre los guardias privados y la guardia de refuerzo.

—Buen trabajo, capitán.

—Parece que ha salido bien... pero sigue ardiendo, así que aseguraos de apagarlo como es debido.

El humo negro que se había elevado momentos antes fue arrastrado por una ráfaga de viento hacia el cielo nocturno. En el centro, donde había estado la mansión, los aldeanos se acurrucaron en un espacio ligeramente hundido. Yusuke observó todo a su alrededor con una expresión vacía.

—Vaya, ahora que las he visto de nuevo, tus artes divinas son realmente increíbles.

—Déjame en paz.

En cualquier caso, confirmaron la seguridad de los aldeanos evacuados. Los trabajos de reconstrucción de la aldea quemada comenzarían por la mañana. Yuusuke recogió los restos de materiales esparcidos por todas partes para construir un refugio temporal, donde los aldeanos podrían descansar.

Mientras los guardias buscaban e identificaban a los desaparecidos, encontraron los cuerpos de los sirvientes y ayudantes que habían escapado con Hivodir, que fueron retenidos por los perseguidores. Los que habían muerto o estaban heridos pero aún respiraban fueron trasladados al hospital de la aldea.

Entre los atacantes que Shinja había derrotado en el camino, la primera víctima era un experto en artes ígneas. Cuando fue identificado, Hivodir testificó que definitivamente lo había visto entre los asaltantes. Los otros dos también tenían el cabello blanco y vestían uniformes del ejército de Gazetta, pero usaban principalmente ataques de fuego. Más tarde, los guardias encontraron otro cuerpo cerca de las ruinas.

Cuando Yusuke fue a consultar con los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro y con Shinja, encontraron el cuerpo de un civil desvalido con profundas cicatrices que parecían quemaduras por todo el cuerpo.

—No hay duda, es un soldado de la Legión Blanca de Gazetta.

—¿Eh...?

Yusuke no pudo evitar preguntar de nuevo después de escuchar las palabras de Shinja. Vermeer y Hinke intercambiaron miradas.

—Entonces, ¿al final es verdad que Gazetta está detrás de los ataques?

—No, para nada. Hmm... Pero eso es lo que quieren que pensemos.

—¿Qué quieres decir?

Shinja repitió lo que había dicho en la casa de Hisotta. Lo habían informado de que, hacía unos cinco días, un equipo de investigación había ido a Fonkrank para investigar el ataque a la aldea de desvalidos, pero fue aniquilado por una patrulla mientras cruzaban el territorio de Blue Garden.

—¿Y eso qué quiere decir? A nosotros no nos había llegado esa información —preguntó Hinke.

—Por supuesto, porque los que nos atacaron no fueron guardias de Fonkrank —respondió Shinja con indiferencia.

Con esas palabras y lo que habían hablado ese día, Yuusuke sintió que de alguna manera entendía lo que estaba intentando decir. Hivodir parecía pensar lo mismo, se llevó la mano a la barbilla y asintió.

—¿Eso significa que es de Blue Garden?

—Así es. Por cierto, solo un miembro del equipo de investigación regresó con vida a Gazetta. Asumo que lo dejaron escapar deliberadamente, dándole la información equivocada.

—Ah... Ya te entiendo.

—¿Qué quieres decir? No tiene sentido.

Mientras Hinke miraba confundido los rostros de los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, Yuusuke le explica lo que probablemente pensaba Shinja. Es posible que el grupo armado que atacó al equipo de investigación de Gazetta en el territorio de Blue Garden fuera el mismo que atacó la aldea. Especulaban que habían arrojado los cuerpos de los guerreros desvalidos aquí para dejar pistas falsas.

—El plan era hacer creer a Gazetta que se trataba de una conspiración de Fonkrank y hacer creer a Fonkrank que había sido Gazetta.

Primero, dentro del territorio de Fonkrank, un misterioso grupo armado disfrazado de tropas de Gazetta atacó una aldea de desvalidos. Luego, un equipo de investigación de Gazetta, que se dirigía al territorio de Fonkrank para investigar el incidente, fue atacado por el mismo grupo armado, probablemente disfrazados de guardias de Fonkrank. Al dejar los cuerpos de los miembros del equipo de investigación aquí, el lado de Fonkrank creería que había sido Gazetta. Al mismo tiempo, esto haría creer a Gazetta que habían sido los mismos de Fonkrank quienes organizaron el incidente.

—El ataque al cruzar el territorio de Blue Garden puede ser una mera coincidencia geográfica, o tal vez no.

Basándose en la especulación anterior, Shinja concluyó que la serie de acontecimientos era parte de una conspiración de alguien que planeaba que Fonkrank y Gazetta se enfrentaran entre sí.

Estaba empezando a tener dolor de cabeza, pero Hinke asintió y confirmó que lo había entendido con el ceño fruncido.

—Bueno, básicamente... es obra de un tercero, ya seamos nosotros, Gazetta o Blue Garden, ¿no?

—Probablemente, sí. Fonkrank no parece capaz de hacer algo tan imprudente, y Gazetta tampoco se está rebelando, ¿verdad?

—Sí, la facción pacífica no va a colaborar en este plan, dada su postura. Sin embargo, siempre puede haber tontos por ahí que se dejen engañar y que podrían estar cooperando.

Aun haciéndose pasar por el ejército de Gazetta, necesitaban información detallada sobre ese país, que hasta ahora había sido un misterio. No podían simplemente fingir tener el cabello blanco y tener el disfraz completo con eso. Aunque hubieran atacado al equipo de investigación de Gazetta, ¿cómo habían podido identificarlos sin información interna?

—Entonces... ¿son un grupo que sabe mucho sobre Fonkrank y que tiene vínculos con la facción pacífica de Gazetta?

—Un grupo al que, además, le conviene que Fonkrank y Gazetta se enfrenten entre sí.

—Y, por supuesto, con una capacidad militar considerable para llevar a cabo algo de esta magnitud, ¿no?

Compartiendo sus opiniones en círculo y basándose en deducciones bastante verosímiles, intentaban identificar la verdadera identidad del "enemigo" mientras observaban de reojo cómo reunían los cuerpos de las víctimas en un solo lugar, dejando aparte los cadáveres de los miembros del grupo de investigación.

—Parece poco probable que se trate de los restos de la facción de Izapnar...

—No necesariamente. Podrían usarlos como fuerza operativa. Al fin y al cabo, los soldados de élite que sirvieron a Izapnar conocen bien el territorio de Fonkrank, ¿no?

—¿Fuerza operativa, dices? Entonces habría alguien manejando los hilos desde las sombras. ¿Quién crees que podría ser?

—Probablemente... los de Noscentes.

Noscentes era un país con mucha historia, conocido por ser la segunda nación más grande de Kaltzio y por tener como capital una ciudad considerada la más antigua de todas. También es donde se originó la Fe en los Cuatro Grandes Dioses, que era la base del sistema de castas. Además, era el primer objetivo que buscaba conquistar Gazetta en su intento por restaurar el Imperio del Clan Blanco.

—Oye, oye... ¿No será que los de Gazetta están intentando desviar la atención hacia nosotros porque su propio país está en peligro?

—No me extrañaría...

Aunque Noscentes era una gran nación, su líder era cerrado de miras y había señales de problemas en su mandato. Por eso, a ellos les beneficiaría que Fonkrank y Gazetta se desgastaran mutuamente. Durante el conflicto entre Blue Garden y Fonkrank, oficialmente mantuvieron una postura de observación neutral, pero parece que estaban preparados para actuar militarmente, como se deducía de la rapidez con la que reaccionaron posteriormente contra Gazetta.

—Je, je... Parece que a los usuarios de artes divinas les gusta mucho el conflicto. Yuusuke, ¿seguro que no quieres unirte a Gazetta, donde al menos valoramos a los nuestros? —provocó Shinja, con un tono burlón.

—Tú no eres el más indicado para decir eso —Yuusuke se encogió de hombros, preguntándose cuánto de lo dicho iba en serio—. Además, me parece un momento muy desafortunado para intentar convencerme.

En los niveles superiores del Palacio de Volance, el rey Esvobus recibía un informe detallado sobre los acontecimientos mientras discutía con los burócratas las medidas a tomar. La situación, en la que el heredero de una casa noble había resultado herido, llevó a debatir la formación de un grupo de guardias para intensificar la vigilancia en el territorio. Ante la amenaza de bandidos causando estragos por todo el país, también se estaba considerando posponer una reunión con Blue Garden por motivos de seguridad.

Yuusuke y su equipo regresaron al palacio cerca de la medianoche. Una vez que un nuevo grupo de guardias llegó a la aldea, la Patrulla del Dios Oscuro y los guardias de refuerzo se retiraron. Reanudarían sus tareas habituales tras un breve descanso.

Al entrar en la ciudad, Shinja descendió del carruaje y se desvió hacia el distrito de los desvalidos. Según comentó, observaría cómo evolucionaban las cosas durante un día más antes de regresar a Gazetta.

—Bueno, entonces, damos por terminada la jornada. ¡Buen trabajo a todos!

—¡Buen trabajo, capitán!

—Nosotros estaremos en la sala de descanso si nos necesita.

—Uf, de verdad... Lo de hoy ha sido agotador.

En la zona de carruajes del palacio, todos se dispersaron para dirigirse a sus respectivos destinos. Vermeer y Zhahid se encaminaron hacia la sala de descanso para echar una siesta, Zaisha fue a sus aposentos, y Hinke, como siempre, tenía intención de pasar un rato con una cantarina. Por su parte, Hisotta decidió regresar a la casa de su familia en el distrito de los desvalidos.

—Bien, nosotros también nos retiramos por hoy.

Con un gesto elegante, Hivodir agitó la capa de su traje, aunque estaba desgastada tras los eventos recientes. A su lado, la joven criada Rosie se inclinó con una pequeña reverencia, pero el cansancio le hizo perder el equilibrio y estuvo a punto de caerse. Hivodir reaccionó al instante, sosteniéndola por los hombros para evitar la caída. La escena de un noble mostrando preocupación y cuidando amablemente de la joven, que se disculpó en voz baja, hizo que Yuusuke sintiera que acababa de descubrir un lado inesperado del candidato a pretendiente.

La mañana siguiente...

Violet estaba visiblemente molesta porque la Patrulla del Dios Oscuro se había movilizado sin ella saberlo, pero entendió que había sido necesario para rescatar a la prestigiosa familia Vulasche, que ostentaba un título nobiliario.

Además, el hecho de que salvaran al heredero de la familia hizo que otras casas nobles, que hasta entonces miraban con recelo a Yuusuke, comenzaran a cambiar su postura y a reconocer su posición. La supervivencia de Hivodir, que controlaba al grupo de los candidatos a prometido, fue un punto crucial. Esto llevó a que los padres de los jóvenes de dicho grupo instruyeran a sus hijos para que mostraran un respeto genuino hacia Yuusuke.

—¿Has dicho que hay alguien de Gazetta en la ciudad?

—¿Un guerrero desvalido enviado por el Rey Shinha...?

—No, es él mismo.

—¿El rey ha venido en persona y sin escoltas?

Tras escuchar de primera mano que el Rey Shinja había entrado en el distrito de los desvalidos, Krielov intentó salir apresuradamente. Sin embargo, Violet lo detuvo agarrándole el traje.

—Espera un momento, Krielov.

—¡Pero si el rey de Gazetta está en la ciudad, es una oportunidad!

—¿Oportunidad para qué? ¿Para darle a Gazetta un motivo para empezar una guerra?

—Ah, bueno... Eso no...

Centrado únicamente en la posible ventaja de capturar al rey de Gazetta, un país que probablemente sería enemigo en el futuro, Krielov había pasado por alto las implicaciones del informe de Yuusuke, que mencionaba la participación de una tercera fuerza en el complot.

—A mí también me gustaría conocerlo. ¿No podemos ir a verlo, Yuusuke?

—¿Ya empiezas otra vez con tus caprichos...? Creo que sigue en casa de Hisotta.

—Princesa... No me diga que quiere ir de incógnito...

—¡Por supuesto! Nadie lo sabrá; será confidencial.

Tras reflexionar, decidieron utilizar el antiguo distrito subterráneo que habían clausurado recientemente. El plan consistía en que Violet esperaría en el subsuelo de palacio mientras Yuusuke llevaba a Shinja hasta allí. Sorzak, familiarizado con la zona, actuaría como guía, y el de pelo negro crearía un camino usando sus habilidades de personalización para avanzar hasta el palacio.

—Bueno, pues me voy un momento al distrito de los desvalidos a proponérselo.

—Muy bien. Espero buenas noticias.

De camino al distrito de los desvalidos, Yuusuke hizo una parada en la tienda de Sorzak. Luego visitó la casa de Hisotta, donde informó a Shinja, quien ya estaba preparando su viaje, de que Violet deseaba reunirse con él.

—Está bien.

—Al menos duda un poco antes de decidir.

Llevando a Shinja consigo, entraron en el distrito de clase baja, donde, guiados por Sorzak, se dirigieron a un callejón con poca afluencia que daba acceso al subsuelo del distrito de clase media. Según les comentó, aunque hacía solo tres días que el área estaba cerrada, ya habían abierto un nuevo paso.

—No me digas, ¿otra vez, Sorzak?

—¡Para nada! Yo estoy ocupado con el desarrollo del vehículo, ¿recuerda?

Sorzak se rió diciendo que, aunque le encantaría explorar el subsuelo si tuviera la oportunidad, no estaba dispuesto a infringir la ley para hacerlo. Según él, los que utilizaban el espacio subterráneo eran principalmente las cantarinas clandestinas, cuyo mero existir ya era ilegal.

—Definitivamente, fue una buena decisión dejar a Violet esperando debajo del palacio.

—¡Ja, ja, ja! Si lo piensas como parte de su educación moral, no cabe duda.

—Mmm... Parece que este país es sorprendentemente indulgente con las clases sociales, viendo cómo hablan de la realeza.

—No, creo que Violet es una excepción.

Ignorando el comentario de Sorzak, ya que él mismo también era bastante peculiar, Yuusuke siguió adelante. Atravesó el callejón oscuro, donde cantarinas vestidas de forma provocativa intentaban captar la atención de los transeúntes.

—Disculpad. Permiso —dijo mientras pasaba entre ellas.

Al principio, algunas huyeron pensando que los guardias de palacio habían venido a hacer una redada. No obstante, al darse cuenta de que era Yuusuke, el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro, comenzaron a sonreír tímidamente e intentar seducirlo.

Yuusuke rechazó sus ofertas educadamente, ya que estaba de servicio, pero luego se enteró de la razón de su comportamiento, lo que lo dejó mortificado. Entre las cantarinas clandestinas y los rumores de la ciudad, circulaba la historia de que el Héroe de Deernorth y capitán de la Patrulla del Dios Oscuro tenía la costumbre de regalar joyas a quienes lograban agradarle. Esto se originó porque, en ocasiones, Yuusuke había repartido brazaletes o colgantes sobrantes a los empleados del palacio que se encontraba por casualidad. Lo que para él no tenía mayor importancia, para los destinatarios resultaba ser un gesto digno de interpretaciones profundas, lo que llevó a especulaciones entre sus familias. Estos rumores se mezclaron con la percepción común de que el capitán era un gran amante de las mujeres, ganando popularidad entre las cantarinas de la ciudad.

Dejando eso de lado, Yuusuke y los demás siguieron avanzando. Sorzak los guió con el farol que sostenía hacia un agujero artificial en una pared que daba al subsuelo del distrito de clase alta.

—Tomando esta ruta, se llega más rápido al palacio. Aunque hay muchas zonas inundadas.

—No te preocupes. Yo me encargo.

—Mmm... Este lugar sería un escondite perfecto.

—¡Ni se te ocurra!

Para acceder al subsuelo, era obligatorio pasar por el distrito de clase baja, lo que normalmente hacía imposible que un desvalido, que no tenía permiso para moverse libremente por la ciudad, se ocultara allí. Pero tratándose de Shinja, Yuusuke no descartaba esa posibilidad.

Guiados por Sorzak, caminaron durante poco más de una hora por el subsuelo hasta encontrarse con un enorme muro similar a los de las puertas de los distritos.

—El otro lado de esta pared debería estar conectado con el palacio.

—Entendido. Tiene sentido.

Usando el menú de personalización, Yuusuke examinó la estructura circundante y confirmó que ese muro era una antigua muralla defensiva. Abrió un pasaje a través de la pared y entraron en el subsuelo del palacio. Impresionado por los antiguos pasillos del palacio, Sorzak inclinó la cabeza al escuchar un extraño zumbido que parecía provenir de algún lugar cercano.

—¿Y eso...?

—Probablemente sea Violet.

Era un sonido que recordaba a un ventilador, algo poco común en Kaltcio. Provenía de las hélices del "platillo volador" que la princesa llevaba últimamente a todas partes, lo que indicaba que estaba cerca.

—¡Violet! ¿Estás ahí? —Yuusuke levantó la voz para llamarla.

—¿Yuusuke? ¿Dónde estáis?

—¡Aquí! Donde la estación de carruajes.

Intercambiaron gritos para localizarse y se reunieron en el vestíbulo principal del subsuelo. Junto a ella estaban Krielov, algunos miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, y Sun, armada con su arco. Vestía una versión simplificada del uniforme de la guardia, parecido al que Yuusuke le había visto anteriormente en el campo de entrenamiento. Krielov, como de costumbre, miraba a Shinja con una expresión llena de precaución.

—Es un honor conoceros, princesa de Fonkrank.

—Soy Violet. Bienvenido, rey de Gazetta.

—Shinja. ¿Por qué motivo me requería?

—En realidad, por nada. Solo quería conocerte.

—Entendido.

¿Una reunión extraoficial y secreta entre el rey Shinja y la princesa Violet? El ambiente era tan tensa que inquietaba a los presentes. Krielov fruncía el ceño aún más de lo habitual. La princesa de las llamas y el rey blanco intercambiaron palabras evaluando mutuamente sus capacidades.

—Por cierto, no te voy a entregar a Yuusuke.

—Je, je. Pensaba que era el Dios Oscuro que maneja los ciclos del mundo. Podría ser demasiado para ti, princesa.

—¡¿Eh?! ¡No, no!

Yuusuke intentó interrumpirlos de forma nerviosa al escuchar que mencionaban al Dios Oscuro. Aun así, Violet ignoró a Shinja y, molesta por los gritos del de pelo negro, le lanzó el plato volador.

—¡Cállate! Ya sé que es el Dios Oscuro.

—¿¡What!? ¿Qué? —Yuusuke inclinó la cabeza confundido y dejó escapar una palabra en inglés.

El platillo volador que le había golpeado la cabeza comenzó a ascender suavemente.

—¿Qué quiere decir esa palabra? Sun también la usa.

—Ah... Lo siento, se me escapó.

—¡Yepa!

Sin poder evitarlo, Yuusuke reaccionó como si estuviera en un dúo cómico, incrédulo por la confesión. Aunque internamente se alarmó pensando si Violet había influido tanto en Sun como para que ella le hubiera compartido su secreto. Pero en realidad confiaba en ella.

Sus subordinados también formaban parte de las personas en las que Violet confiaba. Pero la desvalida quedó completamente petrificada cuando Yuusuke, en medio de su reacción cómica, le dio un toque en el pecho sin querer. Violet observó la escena con una mirada entrecerrada, casi con desdén, antes de girarse de nuevo hacia Shinja y declarar firmemente:

—Bueno, como ves, por eso mismo no te voy a entregar a Yuusuke. Así que es mejor que desistas.

—...

La actitud audaz de Violet hizo que, por una vez, Shinja pareciera incómodo.

—Qué difíciles son algunas mujeres... —admitió, pensando en alguien de su pasado.

—¿Eh? ¿Te refieres a esa reina tan elegante y adorable?

—No sé si adorable la describe realmente, pero en el pasado solía ser como tú.

—¿Como yo cómo, exactamente? —Violet expresó su enojo ante el comentario grosero. Aunque, a juzgar por su sonrisa irónica, no parecía que estuviera realmente molesta.

La reunión informal y secreta había comenzado con un ambiente tenso, pero se transformó gradualmente en una conversación más relajada y amena.

—A propósito de la reina Rishause, parece que vamos a posponer la reunión con Blue Garden.

Volet comentó que esa misma mañana, cuando había ido a saludar a su padre, había oído a los burócratas y asesores hablar del tema. Al escucharlo, Shinja expresó su oposición. Argumentó que, dado el posible involucramiento de personas dentro de Blue Garden en los incidentes que parecían ser maquinaciones de Noscentes para enfrentar a Fonkrank y Gazetta, lo mejor sería estrechar los lazos con Rishause. Aunque en cierto modo era una intervención política, en su contexto se trataba de una charla informal sin mayores implicaciones.

—¿No sería un problema para Gazetta que Fonkrank y Blue Garden se convirtieran en aliados cercanos?

—No le veo el motivo.

—Vaya. Qué confianza.

—Es algo que ya tenía previsto.

Finalmente, la reunión no oficial y secreta llegó a su fin. El grupo de Violet subió a los pisos superiores del palacio, mientras que Yuusuke y Sorzak acompañaron a Shinja hasta una salida.

—Según tu plan, ¿eso significa que en algún momento también te enfrentarás a Fonkrank?

—Si es necesario, sí.

—Por cierto, la otra vez mencionaste que la prosperidad del clan blanco significaba la desaparición de los usuarios de artes divinas.

—Eso forma parte del ciclo de la vida en Kaltcio, y del rol del Dios Oscuro también.

Con el tono seguro de siempre del Rey Blanco, Yuusuke no pudo evitar preguntarse cuánto sabían él y su gente sobre el Dios Oscuro. Intuía que en algún momento tendría que visitar la aldea del clan blanco para esclarecer las cosas. También sabía que debía verificar personalmente la verdad detrás del supuesto papel del Dios Oscuro que él describía.

—Y si crees que podríamos enfrentarnos en el futuro... ¿qué harías si te capturáramos ahora?

—Solo significaría que no soy más que un hombre limitado. Gazetta buscaría a un nuevo rey y seguiría aspirando a una nueva era.

—¿Sabes qué? Creo que no sirves para ser rey.

—No lo niego.

De alguna manera, a Yuusuke le daba la impresión de que Shinja actuaba según su propia voluntad, pero al mismo tiempo parecía que simplemente estaba cumpliendo con un rol impuesto. La forma en que hablaba sobre la restauración del Imperio del Clan Blanco, como si desde el principio asumiera que inevitablemente perecería, le resultaba inquietante. Era una contradicción clarísima: hablar con la serenidad de alguien que comprende la impermanencia de las cosas, mientras tomaba medidas activas para alcanzar sus deseos. Dejando a un lado los temas de estado o del Dios Oscuro, pensó que le gustaría tener una conversación honesta con Shinja algún día.

—Bueno, ya nos veremos.

—Sí, hasta entonces.

Shinja salió del subsuelo y caminó hasta el distrito de los desvalidos antes de abandonar Sanc Adiet.

—Bien pues, si surge algo más, no dude en contar conmigo.

—Claro, buen trabajo.

En el distrito de clase media, Yuusuke se despidió de Sorzak y regresó al palacio. Se dirigió a la sala de descanso de la guardia. Allí encontró a Violet, junto con los miembros de la Patrulla del Dios Oscuro, y también a Sun, todos charlando animadamente. El resto de los guardias parecía estar fuera debido a los incidentes relacionados con el ataque. Krielov había salido para preparar una propuesta al rey con el objetivo de evitar la postergación de la reunión con Blue Garden.

—¡Oh, has vuelto, Yuusuke!

—Buen trabajo, capitán. Tome esto.

—Yuusuke, aquí tienes.

Hisotta y Sun le ofrecieron un vaso de zumo de frutos rara cada una. Algo sorprendido por el perfecto sincronismo de ambas, decidió aceptar los dos vasos para no hacerle un feo a ninguna.

—Ah, por cierto... Ayer en la ciudad...

Ya sea que no captó la situación o que la ignoró por completo, Hinke se puso a hablar sobre los rumores que había oído en la ciudad acerca de su capitán. Según decían, Yuusuke no distinguía entre mujeres con artes divinas o sin, y se dedicaba a conquistarlas a todas.

—Ah, ya. Siempre dicen que los héroes son unos mujeriegos, ¿no?

Se decía que el mismo día en que sometieron a Paula en Blue Garden, conquistó a una de las chicas de una brigada de élite.

—¡Espera un momento! ¡Ese rumor lo inventaste tú!

Y también que obligaba a sus subordinadas a hacer cosas turbias.

—¡Eso no es cierto! ¿Y qué quiere decir "cosas turbias"?

—Creo que la última parte se refiere a Hisotta. Lo escuché en la plaza del mercado.

—Dicen que la conquistaste en público y la arrastraste contra su voluntad.

Hinke continuó con su broma, diciendo que, cuando fueron a buscarlo tras recibir la orden de despliegue urgente y lo encontraron en casa de ella, eso hizo más creíbles los rumores. Por supuesto, él estaba seguro de que había una explicación.

—Capitán, no está bien obligar a nadie, ¿sabe?

—Tiene que ser amable con las chicas.

—¡Ya vale, ¿no?!

Hinke y Vermeer seguían con sus bromas, mientras Zaisha, probablemente porque estaba en presencia de la princesa Violet, se mostraba más reservada de lo habitual. Zhahid, fiel a su costumbre de guardar silencio, no participó en absoluto en la conversación. Violet y Sun se estaban divirtiendo. Yuusuke buscó apoyo con la mirada hacia Hisotta, pero se dio cuenta de que estaba completamente solo.

—¡¿Obligarme?! Eso no... Es cierto que al principio fue algo insistente, pero... ¡el capitán fue amable conmigo!

...

La explicación de Hisotta, que omitía detalles importantes como «me ayudó a llevar la compra» o «no se enfadó cuando guardé silencio», logró que la animada sala de descanso quedara sumida en un incómodo silencio.

—Ehm... Yuusuke, si vas a divertirte, mejor hazlo en las afueras de la ciudad. Deja en paz a las jovencitas.

Violet incluso sugirió llamar a una cantarina para animarlo, mientras intentaba contener la risa con todas sus fuerzas. Era evidente que se lo estaba pasando pipa, pues sus mejillas temblaban ligeramente.

—Entiendo que esas cosas despierten interés en los hombres, pero creo que deberíais moderaros —con un tono amable y conciliador, Sun intentó tranquilizar la situación.

No obstante, también era obvio que le costaba mantener la compostura, ya que le temblaban los hombros de contener la risa.

—¡Un momento...! ¡Lo estáis entendiendo todo mal!

Yuusuke, quien rara vez era objeto de burlas, estaba teniendo un día particularmente difícil.

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A orillas de un gran lago al sur del territorio de Fonkrank, un grupo armado de poco más de una docena de personas, vestidos con el uniforme del ejército de Gazetta, contemplaba su próximo objetivo: una aldea de desvalidos. Sin embargo, se vieron obligados a replantear su plan.

Un noble de Fonkrank y varios sirvientes que habían logrado escapar de un pueblo asaltado recientemente habían enviado un mensajero, un único superviviente del grupo de persecución que había sido aniquilado. El mensaje que traía era preocupante.

—¿Qué dices? ¿El capitán de la Patrulla del Dios Oscuro de Fonkrank y el Rey Shinja de Gazetta están colaborando?

—Es difícil de creer...

El jefe del grupo armado frunció el ceño, dudando de la posibilidad. Sus subordinados compartían su escepticismo, pero el hecho de que un guerrero desvalido se hubiera aliado con la Patrulla del Dios Oscuro era innegable.

La información sobre los movimientos del ejército de Gazetta, que antes fluía sin obstáculos gracias a sus colaboradores, ahora parecía tener lagunas. Continuar operando en territorio enemigo bajo esas circunstancias era extremadamente peligroso. Incapaces de tomar una decisión allí mismo, decidieron regresar a su país para recibir nuevas órdenes.

—La Patrulla del Dios Oscuro... Sin duda es un mal presagio...

Volmes, que había perdido a tres subordinados inexpertos pero prometedores, suspiró mientras daba la orden de retirada.

(Xeniaxen: ¡O sea, al que le falta un brazo es el desaparecido Volmes! ¡Qué joputa!)

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