No he preparado nada que decir... Hm...
Ah, ¡ya sé! ¿Alguien sabe de alguna novela o novela ligera sobre magia sin traducir? Solo de magia, tipo Negima o Mahō Tsukai Tai!, sin reencarnaciones o cosas de juegos de rol por el medio xd, que eso es lo que está más de moda. Me he enganchado a The Magicians y tengo mono de una novela así jaja. Encontré varias traducidas a medias por ahí, pero no me gusta leer traducciones de otra gente (porque suelen estar mal), así que si alguien sabe de alguna serie así me gustaría saberlo ^^
Ya está, espero que os gusten los capítulos~
-Xeniaxen
Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)
World Customize Creator
Traducido por: Xeniaxen
31
Tras retirarse de Blue Garden, la Legión Blanca regresó a su base en una aldea oculta en las montañas de Gazetta. A diferencia de la aldea de los líderes del clan blanco, este lugar albergaba a los guerreros de la misma tribu y a sus familias.
—Majestad, hemos recibido un informe del equipo infiltrado en Noscentes. La capital está movida.
—Jum. Como era de esperar, están observando la confrontación entre Blue Garden y Fonkrank.
—¿Fortalecemos la defensa en la frontera?
—No sería prudente en terreno abierto. Mantened la vigilancia y replegadla un poco. Si cruzan la frontera, eliminadlos sin dudar.
Los guerreros de Gazetta, que conocían la naturaleza del Dios Oscuro, consideraban más valioso haber podido evaluar su poder que haber tenido éxito en la última incursión. Sin embargo, algunos estaban insatisfechos porque no se les permitió aniquilar a los confiados milicianos de Blue Garden, que los habían subestimado como simples prisioneros. Shinja lo decidió porque era consciente de que enfrentarse directamente a Yuusuke en ese momento habría sido desastroso.
—¿Qué hacemos con Caluwa? Podríamos oficializarla como un refugio para desertores.
—No, dejadlo estar por ahora.
En fronteriza cercana a Blue Garden, Gazetta tenía una ciudad conocida como Caluwa, que oficialmente aparentaba ser un asentamiento neutral pero en realidad pertenecía al clan blanco. Sus habitantes vivían como desvalidos comunes, pero eran una fuerza dominante que interactuaba de manera estratégica con otras ciudades de usuarios de artes divinas.
El conflicto reciente había sacado a la luz la existencia de la Legión Blanca y había generado desconfianza incluso dentro de Caluwa. Los ciudadanos habían empezado a sospechar de quienes pretendían integrarse en la sociedad de usuarios de artes divinas. Como resultado, los movimientos conciliadores habían quedado paralizados temporalmente.
—Por ahora, que no cambien nada. Aunque, por lo que veo, Yuusuke no parece que vaya a venir pronto. Antes de eso, probablemente recuperaremos la capital de Noscentes.
Gazetta continuaría seleccionando a los exiliados desvalidos que llegaban al país, reforzando su ejército y esperando la llegada del Dios Oscuro.
La actual capital de Noscentes, una antigua ciudadela, había sido en el pasado una fortaleza del Imperio del Clan Blanco hace unos dos mil años. Antes de ser relegados a su posición actual en Gazetta, los blancos habían gobernado un vasto imperio que abarcaba casi la mitad de Kaltcio.
—Sería un honor que mi generación cumpliera el anhelo.
—Parece que este Dios Oscuro simpatiza con los desvalidos. Seguramente estará de nuestro lado.
—Eso espero —respondió Shinja, montado en su caballo, al comentario alentador de su estratega.
Con esas palabras, partió rumbo a la aldea del clan blanco, galopando hacia el futuro que soñaba construir.
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En el treceavo día del mes de fuego de Shalnar, Zeshald acudió al palacio para informar sobre la finalización de su misión. Allí, recibió grandes elogios del Rey Esvobus y fue objeto de mucha atención por parte de Violet. La mañana siguiente, finalmente regresó al pueblo de Rufk.
—¡Bienvenido de vuelta, profesor Zeshald! Oh... ¿Quién es ella?
—¡Cuánto tiempo, profesor! Eh... ¿Ese es el uniforme de la brigada de élite?
—¡Ah! Me alegra ver que ambos estáis bien.
—Hola...
La llegada del profesor Zeshald acompañado por una belleza de Blue Garden causó revuelo en la aldea. Por un momento, se escucharon tanto voces de alegría como de sorpresa.
—Soy... Bellusha.
El día en que partió de Blue Garden, Zeshald llevó a Bellusha ante la reina. Allí, le ofrecieron dos opciones: quedarse en Blue Garden al servicio de la monarca o acompañar al profesor a Fonkrank. Dada su situación, con el comandante Volmes y varios miembros de su unidad desaparecidos, no era prudente dejarla enjaulada en Paula, especialmente considerando que podría escapar fácilmente con su poder. Su historial y habilidades la convertían en alguien peligroso.
Entre la opción de trabajar bajo un nuevo amo o buscar una vida pacífica en un lugar diferente, eligió la segunda. Estaba cansada de segar vidas ajenas para mantener su posición.
—Si puedes quitar vidas con artes acuáticas, también deberías poder sanar.
Por la naturaleza de su poder, Bellusha conocía la anatomía humana, lo que la convertía en una asistente ideal. Con ese razonamiento, Zeshald obtuvo el permiso de Rishause para llevársela consigo. Por su lado, ella no opuso ninguna objeción a vivir en un pueblo de desvalidos.
Cuando los aldeanos volvieron a sus trabajos y tareas domésticas, Zeshald regresó a su hogar después de mucho tiempo. Mientras se relajaba en el sofá, Yuusuke se le acercó para plantearle una consulta:
—Disculpa que te moleste nada más llegar a casa...
—Ajá, ajá... —tras escucharlo, Zeshald reflexionó pensativo—. El rey Shinja de Gazetta, ¿eh...? Me gustaría mucho ver esos registros de hace tres mil años que supuestamente tienen.
—A mí también me intriga eso del cometido del Dios Oscuro. Si pudiera, no me importaría ir a echar un vistazo.
Sin embargo, considerando su posición actual como miembro de la guardia de palacio, no era tan fácil que le permitieran ir. Además, si dejaban pasar el tiempo, cabía la posibilidad de que alguien se anticipara y se llevara a Sun. Aunque Zeshald y Bellusha serían de gran ayuda, no podrían vigilar a Sun constantemente. Tampoco sería justo mantenerla encerrada. Y si los oponentes decidían tomar medidas drásticas, protegerla sería complicado incluso para ellos, a pesar de sus habilidades.
—Es probable que los de Gazetta ya hayan previsto que estarías dispuesto a abandonar tu posición para ir a por Sun.
—Bueno, en ese caso seguramente Violet se las arreglaría para conseguir que me dieran permiso para ir a Gazetta.
Aunque parecía poco probable que Shinja deseara un enfrentamiento directo, no sabían qué pensaba del Dios Oscuro. Si fuera un videojuego, podría tratarse de algo como: «Desatar el poder del Dios Oscuro mediante...» o «Usa a un ser cercano para...» y derivar en un "desenlace trágico".
—Si le ocurriera algo a Sun debido a este asunto del Dios Oscuro, no me quedaría de brazos cruzados.
—No, por favor —respondió Zeshald en tono jocoso, aunque en el fondo lo decía bastante en serio—. No destruyas el mundo, ¿vale?
Mientras Sun los miraba confundida, Bellusha se limitaba a beber tranquilamente su té.
—Bueno, veamos... ¿Y si se esconde en Sanc Adiet?
—¿En la ciudad? Hmm... No creo que haya mucha diferencia en vivir en el barrio de los desvalidos...
—No, no. Digo en el barrio de los nobles. Aún no te han dado tu recompensa por los méritos de esta misión, ¿verdad?
Según parecía, cuando Zeshald pasó por el palacio, oyó que optarían por preguntarle a Yuusuke qué deseaba y, en base a ello, deliberarían la mejor opción.
—Si te dieran una mansión en el barrio noble y Sun pudiera vivir allí, dudo mucho que los de Gazetta pudieran llegar hasta ella.
La historia que se inventó Zeshald sobre Yuusuke decía que «había crecido en una aldea de desvalidos». Por tanto, no resultaría extraño que decidiera alojar en su mansión a una joven desvalida.
El trabajo habitual de la Patrulla del Dios Oscuro consistía en patrullar el barrio de clase baja y escuchar a los ciudadanos. Así, Sun podría acompañarlo para distraerse en la ciudad. Además, como Violet se la había llevado días atrás al palacio, muchos ya la conocían. Si él tenía que ausentarse por misiones, Sun podría quedarse en el palacio y hacerle compañía a la princesa.
—Bueno, pero... ¿tú cómo lo ves, Sun?
—A mí no me importa, si a Yuusuke le parece bien...
Él tenía algunas reticencias, como la dificultad de adaptarse a la vida en la ciudad, el miedo de Sun hacia los usuarios de artes divinas y otros posibles problemas. Aun así, ella parecía tener una actitud sorprendentemente positiva ante la idea.
—¿De verdad que te parece bien?
—Sí... No quiero seguirle causando problemas a Yuusuke. Además... ahora que el profesor tiene una ayudante, puedo quedarme tranquila —respondió, con un tono que parecía querer ser considerada.
Zeshald se rascó la mejilla, mientras que Bellusha, con una nueva expresión, disfrutaba del calor que le transmitía su taza de té.
—Ajá. Decidido pues.
—No sé si esto termina de convencerme...
Al tener que regresar al palacio al día siguiente, Yuusuke decidió que una vez estuviera todo listo, llevaría a Sun a su mansión para establecer medidas contra posibles amenazas. Ignoró por completo las quejas de Zeshald.
Esa noche, la cena tuvo un carácter especial: celebraron la incorporación de Yuusuke a la Patrulla del Dios Oscuro, el regreso de Zeshald a la aldea y la bienvenida oficial a Bellusha.
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Esa misma noche...
—¿Eh? ¿Sun?
—¿Yuusuke? ¿Aún estás despierto?
—Eso debería preguntarlo yo.
—Je, je. Es verdad.
Yuusuke encontró a Sun observando el cielo en el jardín, se acercó y se sentó a su lado. Bajo la luz de la luna, las nubes grises se deslizaban lentamente por un cielo lleno de estrellas titilantes.
—¿Estás preocupada?
—No... Solo pensaba en cómo podría ayudaros más.
Desde que perdió a sus padres de pequeña, Sun había vivido bajo la protección de Zeshald. Ayudaba en lo que podía al médico y llevaba una vida tranquila, aunque sabía que realmente no aportaba demasiado. Zeshald le había dado un propósito y un lugar donde pertenecer, pero sentía que no podía depender de él para siempre. La llegada de Bellusha y los problemas con Gazetta se habían convertido en una oportunidad para reflexionar sobre su papel en el mundo.
—Pero si sigo como ahora, solo terminaré dependiendo de ti, Yuusuke.
—Vaya... No sabía que te sentías así.
Yuusuke reflexionó sobre las palabras de Sun y su deseo de independencia. ¿Podría proporcionarle un trabajo o un rol en el que pudiera sentirse útil? No quería simplemente "asignárselo", sino prepararle un camino que ella misma pudiera recorrer, dependiendo de su esfuerzo y determinación.
—Ah, lo siento por decir cosas raras... Seguramente solo te estoy causando problemas.
—Para nada. De hecho, me viene genial que me hagas pensar en algo así. Como tengo subordinados, también debo aprender a gestionar estas cosas. Déjame darle un par de vueltas, creo que puedo dar forma a alguna idea que he tenido.
Aunque en el campo de batalla había actuado impulsivamente, Yuusuke todavía estaba aprendiendo a liderar y delegar en tiempos de paz.
—¿De verdad harías eso?
—Bueno, yo también estoy en una posición en la que dependo de la buena voluntad de Violet, así que no te hagas demasiadas ilusiones. Lo intentaremos juntos, ¿vale?
—Yuusuke...
Emocionada por que él comprendiera sus sentimientos, la desvalida lo miró con ojos brillantes, llenos de gratitud, bajo la luz de la luna.
—¡¿Por qué no se besan de una vez?!
—Necesitan más tiempo, tienen que dejar crecer sus sentimientos.
Zeshald se había unido Bahana para tomar el último trago de la noche. Mientras, observaban desde lejos a los dos jóvenes bajo la sombra de los arbustos, cerca de la ventana.
32
Al regresar a palacio desde la aldea de Rufk, Yuusuke explicó la situación de Sun a Violet, quien estuvo de acuerdo en apoyarla. Además, recibieron la aprobación de Krielov. Como recompensa por su participación en la construcción de la Fortaleza Deernorth y su papel en Paula, le construyeron una mansión en el distrito de clase alta.
En medio de los preparativos, e inspirado por el deseo de Sun, comenzó a pensar en cómo usar su tiempo libre entre las misiones especiales para algo significativo. Así fue como se le ocurrió desarrollar sus propias habilidades.
—¿Así estará bien?
El sistema base de su habilidad [Creación Personalizada], llamado "Sistema de Personalización y Creación de Ítems", no solo le permitía modificar las estadísticas y la forma de los objetos, sino que también incluía una función de trucos. Por ejemplo, podía crear accesorios decorativos que, al equipárselos, parecieran un par de alas en movimiento en su espalda.
En los videojuegos, este tipo de detalles requerían gastar puntos de personalización, aunque estaban más pensados para la estética y el entretenimiento que para el uso práctico. Había incluso jugadores especializados, conocidos como "artesanos de trucos", que diseñaban y vendían accesorios con mecanismos intrincados a través de plataformas de intercambio. Yuusuke, por su parte, solía gastar casi todos sus puntos de personalización en mejorar su equipamiento principal, por lo que rara vez había explorado estas funciones. No obstante, decidió probarlas ahora con materiales simples.
—Hacerlo en la vida real lo hace mucho más interesante...
Lo primero que creó fue un juguete: un carruaje en miniatura con un caballo tallado en madera, ambos conectados pero con movimientos independientes, y les añadió una serie de movimientos predefinidos. En los videojuegos, habrían sido un objeto puramente decorativo, pero en este mundo, descubrió que el juguete realmente podía avanzar.
—Esto tiene muchas posibilidades…
Aunque no podía configurar movimientos muy complejos, la combinación de acciones simples podría permitirle construir cosas como un pequeño ascensor activado por interruptores. Yuusuke empezó a imaginar su futura mansión llena de trucos, no de alta tecnología, sino de su peculiar estilo "personalizado".
La velocidad de movimiento, una vez configurada, no podía ajustarse a menos que se reconfigurara, por lo que hacía peligroso hacer vehículos capaces de acelerar demasiado.
—¡Yuusuke! ¿Estás despierto...? ¡Uaaah! ¡¿Qué es eso?!
—Esa forma de asustarte... ¿es apropiada para una princesa?
Como de costumbre, Violet había irrumpido en la habitación de Yuusuke sin permiso, abriendo la puerta de golpe. Pero esta vez, saltó sobresaltada al ver el juguete dando vueltas a gran velocidad por el suelo.
Existían juguetes con mecanismos creados por artesanos divinos, pero era algo totalmente fuera de lo común ver un caballo que parecía moverse como si estuviera vivo tirando carruaje.
—¡Qué susto! Pensé que era un fantasma.
—¿Un fantasma?
—Bueno, es que... —mientras levantaba el juguete para examinarlo con curiosidad, empezó a explicar la razón por la que había irrumpido en la habitación—. Dicen que en la ciudad enterrada bajo Sanc Adiet salen fantasmas cada noche.
El rumor, que había estado circulando desde hacía tiempo, hablaba de que se oían susurros de humanos al caer la noche, así como de niños desaparecidos. También mencionaba que había figuras vestidas de forma antigua que, al seguirlas, se desvanecían de repente en callejones sin salida.
—¿Así que Sanc Adiet tiene un problema de fantasmas?
—Eso parece. Pero como aún no está claro si los rumores son ciertos, no hemos movilizado a los guardias.
—¿Y quieres que lo investigue?
—Exactamente.
Con una sonrisa brillante, Violet asintió con entusiasmo. Al menos, no parecía odiar a los fantasmas.
—Entonces, ¡es hora de que la Patrulla del Dios Oscuro entre en acción! —respondió Yuusuke con una fingida emoción.
—¡Sí, sí! —lo siguió ella, sin falsear nada.
Primero, decidió dirigirse a la sala de descanso de los guardias. Por cierto, Violet intentó acompañarlo, pero Krielov la atrapó diciendo: «Es hora de sus lecciones, princesa» y se la llevó. Al parecer, su verdadera intención había sido escaquearse de hacer los deberes.
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—¿Un fantasma, dice? Es cierto que en los últimos años cada vez corre más el rumor de que se oyen voces en lugares deshabitados.
—Ahora que lo dice, últimamente han vuelto a aparecer ese tipo de rumores. Lo decían algunos trovadores que frecuentan el barrio de clase media.
—Esos rumores llevan tiempo circulando. Debe de haber alguna razón lógica que explique qué son esos "fantasmas".
—En el barrio de clase baja o en el de desvalidos no se oyen estas historias, pero alguien que fue a limpiar al barrio de clase media también me lo dijo.
Cuando Yuusuke informó a la Patrulla del Dios Oscuro en la sala de descanso sobre la misión urgente que había recibido de Violet, resultó que todos habían oído algo al respecto. Otros guardias también conocían alguna versión de la historia, que especialmente circulaba entre los residentes del barrio de clase media.
—¿En el barrio de clase media, eh...? ¿Y tú, Zaisha? ¿Has oído algo?
—¡Ah! Yo... Bueno, la verdad es que no suelo prestar atención a esas cosas.
La respuesta de Eisha fue tan exagerada que resultó fácil de leer, pero Yuusuke decidió pasarlo por alto y continuar con la conversación.
—De acuerdo, empecemos por identificar en qué lugares se oyen esas voces.
Al haber visto la estructura de la ciudad en el menú de personalización antes, Yuusuke pensó que podría tratarse de algún fenómeno natural, como que por los huecos de la ciudad enterrada pasara aire que se oyera como un silbido, o quizá los ecos de voces procedentes de otros lugares.
—¿Prefieres quedarte aquí, Zaisha?
—¡N-No! Estoy bien, iré con todos.
—Vale. Bueno, la mayoría de las veces los fenómenos paranormales no son más que bromas o fenómenos naturales simples que el miedo y la imaginación de la gente transforman en algo más.
Yuusuke pensó que no había necesidad de forzarla si estaba asustada, pero supuso que alguien tan responsable como Zaisha no abandonaría una misión por motivos personales. Así pues, basándose en sus conocimientos del Japón moderno, intentó tranquilizarla explicando que las posibilidades de que los fantasmas existieran eran muy bajas desde un punto de vista científico. Sin embargo...
—Dicen que los fantasmas se sienten atraídos por las artes acuáticas. Los trovadores que hablan de ellos son todos usuarios de artes acuáticas, y más concretamente del tipo curativo —con su actitud bromista, Hinke se encargó de arruinar por completo los esfuerzos de su capitán.
—¡...!
Para empezar, Yuusuke decidió formar dos equipos para interrogar a los vecinos del barrio de clase media: Zaisha con Zhahid y Vermeer con Hinke. Mientras tanto, Hisotta y él mismo se dirigieron al barrio de los desvalidos para hablar con la persona que mencionó haber oído rumores sobre fantasmas mientras limpiaba.
—Hisotta, ¿a ti no te asustan los fantasmas?
—Yo... Estoy acostumbrada a escuchar cosas...
—Ah... Claro.
Como usuaria de artes aéreas de comunicación, estaba acostumbrada a oír muchas "voces". Sin embargo, la realidad que los concernía era algo más compleja: esas "voces" no provenían de seres vivos. Al parecer, las voces, al igual que las presencias, a veces quedan atrapadas en un lugar, como un eco impregnado de emociones o pensamientos persistentes. Como cuando abrieron la puerta hacia el sótano en la Fortaleza Gearhawk, que Hisotta se quedó completamente paralizada al escuchar la voz de alguien suplicando por su vida. Ahora, mientras caminaba cabizbaja con una expresión algo sombría, Yuusuke le acarició suavemente el pelo.
—Lo siento, te he hecho recordar algo desagradable, ¿verdad?
—¡N-No, no! ¡No pasa nada, de verdad! —tartamudeó ella mientras jugueteaba nerviosamente con los dedos, ruborizándose intensamente.
Al verla así, Yuusuke retiró su mano, pensando que tal vez no había sido apropiado acariciar su cabeza. Así, con un ambiente un tanto incómodo entre el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro y su subordinada, ambos siguieron caminando lado a lado por los callejones del barrio de clase baja, adentrándose en el área de los desvalidos.
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—Hmm... Yuusuke últimamente parece que se lleva bien con las chicas. ¿Se le estará subiendo demasiado a la cabeza?
—Princesa, el instructor la está esperando. Deje ese chisme para más tarde, por favor.
En una de las terrazas de los pisos superiores del Palacio de Volance, Violet observaba a Yuusuke con un telescopio marcado con el emblema de la Patrulla del Dios Oscuro, idéntico a los de la Fortaleza Deernorth. Ante las palabras de Krielov, volvió a regañadientes al interior de la estancia.
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Al mediodía, analizaron de forma conjunta la información obtenida. Determinaron que la mayoría de las voces se escuchaban en el segundo nivel del distrito de clase media, en una zona habitada principalmente por usuarios de artes acuáticas. Por otro lado, donde se habían visto figuras sospechosas desaparecer era en un callejón del primer nivel.
—Parece que no hay duda de dónde ocurren los fenómenos. ¿Nadie se ha molestado en investigarlo antes?
—Bueno, los ciudadanos de aquí no se acercan a lugares así.
El callejón era un rincón desolado debido a su mala iluminación. Estaba situado entre un imponente muro que separaba el distrito de clase alta y una mansión abandonada. Por si fuera poco, el escaso acceso a la luz natural hacía que, incluso a plena luz del día, el lugar estuviera sumido en la penumbra.
—Dicen que han desaparecido niños, pero no hay ninguna denuncia de búsqueda, ¿no? —preguntó Yuusuke.
—Así es. Probablemente... eso sea solo un rumor —respondió Zaisha.
—O quizá... los padres no quieren que se encuentren a esos niños... —intervino Hinke con un tono lúgubre y teatral.
—¡Oh!
—Pero los niños... quieren que los encuentren —añadió, con la única intención de asustar a la usuaria de artes acuáticas—, ¡y por eso aparecen cada noche en el pueblo!
—¡Basta ya! ¡Cierra el pico!
—Hinke, no te burles.
—Ji, ji, ji. Perdón.
Suspirando ligeramente, Yuusuke abrió el menú de personalización para consultar los datos del mapa del callejón y los alrededores. Mientras realizaba el procedimiento habitual, los demás lo observaron en silencio.
—¿Hmm?
—¿P-Pasa algo?
—Parece que hay una especie de pozo en medio del callejón.
—¿Un pozo? ¿No será una entrada a las cloacas?
El agujero conectaba con los antiguos sectores enterrados durante las ampliaciones de la ciudad. En estas áreas, algunos edificios permanecían intactos, con sus interior preservado tal y como era en el pasado.
A diferencia del Palacio de Volance, que había crecido hacia arriba con cada nueva construcción, los antiguos distritos enterrados presentaban una disposición caótica: edificios de diferentes épocas con tamaños y posiciones variados se entrelazaban, formando un laberinto subterráneo aún más intrincado que el del palacio.
Guiados por Vermeer como fuente de luz, el grupo avanzó por el callejón hasta llegar al pozo. Estaba oculto entre arbustos altos y descuidados, y de su interior colgaba una escalera de cuerda.
—No parece que sea muy antiguo...
—Parece que lo usan con bastante frecuencia.
—¿Será que alguien vive ahí abajo?
—Entonces, eso de que solo se oyen voces... quizá...
Era posible que las voces misteriosas no fueran más que personas hablando en las cloacas. El hecho de que se escucharan más fuerte en el segundo nivel, donde la reverberación sería mayor, reforzaba esta teoría.
—Hmm... ¿Bajamos a echar un vistazo?
El grupo deliberó mientras la ciudad comenzaba a teñirse con los colores del atardecer.
33
Zaisha y Zhahid se quedaron arriba, mientras que Vermeer, Hinke, Hisotta y Yuusuke descendieron por el pozo. Utilizaron la escalera de mano, ya que parecía fiable. El agujero vertical atravesaba una capa de suelo de un metro de grosor y conectaba con el interior del techo de una antigua mansión.
—Parece que el agujero está hecho a propósito —observó Vermeer, que descendió el primero para iluminar el área.
Señaló que no tenía un aspecto natural, como de derrumbe fortuito; sino que, más bien, alguien lo había cavado intencionadamente. Aunque los adoquines de la ciudad estaban reforzados con artes terrestres, no era complicado abrir un agujero usando las mismas habilidades. Por supuesto, cavar sin permiso estaba terminantemente prohibido.
—¿No será que un espía de Blue Garden andaba escondiéndose por aquí?
—Hmm... Podría ser.
—Ugh... No quiero que se repita lo de la Fortaleza Gearhawk...
El grupo llegó al final de un pasillo de la antigua mansión enterrada, probablemente ubicado en un segundo piso o superior, ya que más adelante veían unas escaleras de bajada. La única fuente de luz eran las artes ígneas de Vermeer. Más allá de su alcance, todo era una negrura impenetrable. El olor a moho impregnaba el aire frío, evocando una sensación extrañamente familiar.
—Hisotta, ¿detectas alguna presencia?
—No, no hay nadie... ¡A-Ah! Pero, hace unas doce horas... alguien pasó por aquí.
—Hmm...
Con la ayuda del menú de personalización, Yuusuke analizó la estructura de la mansión. La construcción había sido reforzada para servir como pilar que sostenía la ciudad superior, limitando las áreas accesibles dentro del edificio. Solo quedaban transitables el pasillo en el que estaban, una parte del piso inferior y unas escaleras que descendían aún más.
—Hay un camino bastante lineal. Avancemos hasta donde podamos. Hinke, prepara la asistencia de movimiento —dijo Yuusuke, pensando que podrían regresar al día siguiente con un equipo más grande para explorar con mayor profundidad.
—¡Entendido!
Al bajar por las escaleras, llegaron a un amplio vestíbulo, similar al de una entrada principal. Uno de los pasillos laterales estaba bloqueado, y por las ventanas solo se veían muros de piedra. Siguieron el único pasillo disponible hasta llegar a las otras escaleras de bajada.
—No hay nadie cerca..., pero oigo algo... Como si fueran pasos a lo lejos. No estoy segura...
—¿Qué opinas, Hisotta?
Ya habían confirmado a través del menú de personalización que no había trampas en el área, así que continuaron descendiendo. Tras avanzar un rato y subir por unas escaleras, salieron a lo que parecía ser un antiguo jardín.
El lugar, que alguna vez habría estado cubierto de césped verde, ahora era un espacio amplio de hierba seca. Tenía unas enormes e imponentes columnas alineadas en perfecta simetría.
—Vaya, esto sí que es impresionante.
—Parece que esta zona fue un distrito de alta clase en su época.
Había grandes edificaciones rodeadas de piedra que formaban parte de los pilares que sostenían la ciudad. Mientras tanto, las estructuras más pequeñas permanecían intactas entre los pilares.
Con el menú de personalización, en caso de emergencia, podrían teletransportarse de inmediato a la superficie. Con esa seguridad, y guiados por las artes aéreas de Hisotta, que detectaban rastros de actividad humana, el grupo se adentró cada vez más entre las columnas.
De pronto, encontraron una zona parcialmente inundada. Yuusuke construyó una pasarela y cruzaron al otro lado, donde descubrieron una pequeña embarcación amarrada.
—¡Oh! Hay alguien cerca..., un usuario de artes terrestres.
—Como sospechábamos... Por esa embarcación, supongo que debe ser él solo el que usa todo esto.
—¿Crees que él hizo el agujero?
Por el tamaño y la forma del agujero, tenía que ser un experto en artes terrestres aplicadas a la manipulación de materiales. Estas permitían reforzar, debilitar o moldear estructuras, y eran comunes entre los arquitectos.
—¡Hola! ¿Hay alguien ahí? —gritó Yuusuke en la dirección que indicó Hisotta, mientras se preparaba por si necesitaban activar una barrera en cualquier momento.
—¿Quién eres? —respondió una voz masculina, con un tono cauteloso tras una breve pausa.
El grupo intercambió miradas antes de decidir que Vermeer sería el encargado de responder. Explicó que eran de la guardia de palacio, que habían descubierto un agujero sospechoso en un callejón y estaban investigando. Entonces, la respuesta del hombre fue...
—¡¿Q-Qué? ¿La guardia de palacio? ¡Un momento! ¡Yo no he hecho nada!
El dueño de la voz comenzó a moverse apresuradamente y haciendo ruido. Luego sacó la cabeza por una ventana de un edificio entre las columnas. Era evidente que la había usado de entrada.
—¡Uf! —soltó el hombre, de mediana edad y con el cabello amarillo.
—¡Alto ahí! Diga su nombre, afiliación y motivo por el cual está aquí.
—¡E-Esperen! Me llamo Sorzak y solo soy un comerciante de baratijas del distrito de clase media. Estoy aquí únicamente porque me gusta investigar la historia de la ciudad como pasatiempo.
Claramente consciente de que abrir un agujero e ingresar al subsuelo era ilegal, Sorzak respondió con nerviosismo ante el sondeo de Vermeer. Yuusuke lo observó con la sensación de haberlo visto antes en algún lugar.
—Hmm... Este hombre me resulta familiar...
—¿Capitán?
Cuando Sorzak finalmente vio a Yuusuke gracias a la luz de vermeer, sus ojos se abrieron como platos y exclamó:
—¡Tú eres... el joven de cabello negro que estaba con el señor Zeshald!
—¿Eh? ¡Ah! ¡Ya me acuerdo de ti! ¡Te vi el primer día que llegué a la ciudad!
Sorzak era el hombre que se había interesado por las teorías de Zeshald sobre el Dios Oscuro cuando los de la Patrulla de Fuego tomaron a Yuusuke por ese ser, por tener el pelo negro. Explicó que llevaba mucho tiempo explorando el subsuelo. Por eso, no estaba al tanto de que Yuusuke ahora era el capitán de la Patrulla del Dios Oscuro, ni de que Zeshald había regresado recientemente de una misión encubierta en Blue Garden. Según relató, llevaba una vida peculiar: cuando se le acababan los suministros, regresaba a la superficie para abastecerse, solo para volver a sumergirse en sus investigaciones. La misteriosa figura de la que hablaban los rumores en la ciudad, alguien «extraño con ropa antigua», no era otra que Sorzak, vestido con prendas que había encontrado ahí abajo.
Curiosamente, financiaba su investigación gracias a un golpe de suerte. Había visitado la torre de observación durante una de sus escapadas a la superficie. Participó en un proyecto para crear recuerdos de la torre con sus artes terrestres y, con las ganancias, pudo permitirse este estilo de vida. Al parecer, el negocio fue un éxito rotundo.
—En las estructuras más antiguas hay edificios con estilos arquitectónicos únicos. Desde que encontré un mapa antiguo, no he parado de investigar. ¡Es fascinante!
—Bueno, investigar está bien, pero tendrías que haber solicitado un permiso formal.
—Al menos ya sabemos quién es la figura misteriosa. Ahora solo queda resolver el tema de las voces...
—¿No podría ser que haya otros aficionados como él?
—Podrían ser los niños —explicó Sorzak—. Hay una entrada en unas antiguas cloacas que ya no se utilizan, aunque ahora estamos lejos de allí.
—¿Qué? Nunca había oído hablar de eso.
Sorzak explicó que, debido al tamaño y la antigüedad de la ciudad, era inevitable que existieran lugares que ni la guardia ni las autoridades administrativas tenían registrados.
—Los barrios marginales son un claro ejemplo. Es inaceptable que algo así exista en una ciudad donde residen usuarios de artes divinas, por mucho que se encuentre junto al barrio de clase baja.
—Está bien, pero necesitamos que nos indique todas las entradas al subsuelo que conozca —exigió Vermeer, cortando cualquier discusión ética sobre la gestión de la ciudad.
Viendo una oportunidad, Sorzak propuso un trato: compartir la información a cambio de que se pasara por alto su entrada no autorizada.
—Eso...
—Está bien, trato hecho. Será más fácil que investigarlo por nuestra cuenta.
Mientras no hubiera indicios de que las actividades de Sorzak hubieran causado problemas graves, Yuusuke consideró que podía darle el visto bueno como capitán de patrulla.
Con esa información, el equipo decidió regresar a la superficie. Una vez allí, enviaron a más personal a inspeccionar las áreas problemáticas de la ciudad y, posteriormente, asignaron a usuarios de artes terrestres a tapar el resto de entradas. Así, su misión concluyó.
—Jamás pensé que me confundirían con un fantasma...
Según Sorzak, había personas que vivían en los niveles más superficiales del subsuelo, así como lugares donde las cantarinas ejercían su oficio. También mencionó que algunos niños, al no poder tener mascotas en casa, bajaban allí para criarlas o para jugar. Algunos kina, (NT: En japonés, キナ ("kina"). No es un tipo de ave que exista de verdad, pero el autor podría haber tomado el nombre de un erizo de mar comestible, propio de Nueva Zelanda, llamado kina. Tienen una forma muy redonda y su concha se usa como abalorio.) un tipo de ave doméstica que escaparía de los criaderos, habían encontrado refugio allí, convirtiéndose parcialmente en animales salvajes. Justo mientras hablaba, una bola de plumas pasó rodando frente a ellos. Era un ave redondeada, típica de la ganadería avícola del país. Era probable que hubiera entrado por algún pequeño conducto.
—Bueno, en todo caso, ya lo resolveremos mañana. Con esto se acabarán los rumores del fantasma.
—Vale. Oh, creo que hoy me apetece comer pollo asado.
—Tal vez haya problemas cuando desalojen a las personas que viven en aquí...
—Mejor. Así los que suelen holgazanear en la base tendrán algo que hacer.
Sin la tensión que los había acompañado al descender, la Patrulla del Dios Oscuro regresó charlando animadamente junto a Sorzak, el comerciante aficionado a la historia. Cuando volvieron a la superficie, el sol ya se había puesto, y sobre ellos se extendía un cielo nocturno salpicado de estrellas.
—¡Capitán! ¡Ha sido muy cruel dejarnos aquí sin enviarnos ningún mensaje!
—Estoy agotado...
Todo este tiempo, Zaisha había estado intentando distraerse de su miedo hablando sin parar con Zhahid, quien había tenido que soportarla y ahora estaba completamente exhausto. Cuando le explicaron la verdadera naturaleza del "fantasma", la chica estuvo riñendo al comerciante curioso sin descanso durante todo el camino de regreso a la base.
—Bueno, bueno, gracias a él hemos solucionado varios problemas en la ciudad. No se lo tengas en cuenta.
—De acuerdo, capitán. Si usted lo dice...
—¡Ja, ja, ja! Estabas acojonada de verdad, ¿eh? —bromeó Hinke, lo que provocó que Zaisha, roja de ira, lo persiguiera mientras él usaba sus artes aéreas para esquivarla.
El grupo observó la escena con una mezcla con una sonrisa, mientras Sorzak se los miraba con curiosidad. Había algo diferente en ellos. Esa sensación de extrañeza provenía de la forma en que interactuaban, ignorando las diferencias de estatus impuestas por los rangos divinos. Este tipo de cercanía no era tan inusual entre los ciudadanos comunes, pero resultaba sorprendente que un capitán de la guardia de palacio se comportara de esa manera.
—¿Será porque él... es especial? ¿O hay algo más...?
Corrían días de cambios significativos en Sanc Adiet. Una torre de observación más alta que el palacio en el barrio de clase baja, la mayor presencia de desvalidos... A pesar de no estar al tanto de todos los movimientos, Sorzak sintió que la Patrulla del Dios Oscuro era un reflejo de la nueva dirección que estaba tomando el país.
Gracias amiga :)
ResponderEliminarBueno gracias por los capítulos!!!!
ResponderEliminarmuchas gracias por los capítulos
ResponderEliminarmuy agradecido muy agradeciado
ResponderEliminarEsto cuenta como novel sin traducir y de magia el prota viaja al pasado asi que no es reencarnacion jajaaj pero lamentablemente esta pausado la novel desde diciembre
ResponderEliminarhttps://tensaitranslations.wordpress.com/light-novel-projects/tsuyokute-new-saga-light-novel/
otra novel seria esta tmpc he visto a alguien traducirla
http://krytykal.org/elvenblood/
oh, gracias :)
Eliminarno hay problema gracias a ti por traducir
EliminarAvisame si decide traducir alguna de la novela mencionada