WCC - Capítulo 13

Bien, pese a que los webtoons y OT les tengan distraídos yo sigo con lo mío XD

En esta entrada quiero dar respuesta a una reciente sugerencia que proponía entregar las novelas también en formato epub (el formato de archivo para leer en el móvil, tablet o en un e-reader). Viendo el resultado de crear un epub, he llegado a la conclusión de que pierde mucha estética y he razonado que pueden leer igualmente los capítulos desde el móvil o la tablet mediante este mismo blog, que ni siquiera gasta datos de la forma que se abre en dichos dispositivos. De modo que mi respuesta es no, no voy a hacer archivos epub de las novelas porque no es necesario.

Hoy el capítulo de WCC fue traducido por Josué~ ¡Espero que les guste!

-Xeniaxen

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Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)

World Customize Creator

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Traducido por: Xeniaxen

13

La mañana siguiente...

Yuusuke estaba durmiendo profundamente en su habitación. Estaba agotado del interminable viaje en carro del día anterior, y del alboroto en el palacio de después, así que después de cenar se metió en la cama temprano, pero no pudo conciliar el sueño fácilmente en ese ambiente desconocido.

Justo cuando le estaba confiando su conciencia al momento más dichoso del sueño matutino, un pequeño demonio de fuego irrumpió y lo despertó sin piedad.

—¡Yuusuke! ¿Estás despierto? Si estás dormido, ¡levántate ya!

—No. Me. Jodas.

—¡Venga, hombre!

—Uh...

Tirando de sus sábanas, Violet casi tira de la cama a Yuusuke mientras él todavía no había vuelto del todo en sí de su estado de somnolencia. Bostezó y se levantó lentamente, en lo que ella le tendió un traje negro doblado.

—Este es tu uniforme. Pruébatelo y me lo enseñas.

—¿Uniforme?

Era un traje negro con el mismo diseño que los uniformes del resto de guardias de palacio. Entonces Yuusuke recordó que se había convertido en miembro de la recién creada Patrulla del Dios Oscuro. Cuando estaba a punto de ponérselo, sintiéndose como si le hubieran dado un disfraz de cosplay, de repente miró hacia atrás.

—Voy a desnudarme...

—Vale, venga, hazlo rápido.

—No, no es eso...

—¿Te da corte que te vea las vergüenzas?

Yuusuke quiso preguntarle si a ella, como mujer, no le daba vergüenza, pero luego pensó que probablemente aquel comportamiento era normal viniendo de una princesa violenta, obstinada y gruñona. Sintió como si la mirada de Violet lo estuviera castigando mientras me ponía su nuevo uniforme negro.

—Ahora que lo pienso, lo que ocurrió ayer...

—¿Sí?

En un intento de aliviar su estado de ánimo, Yuusuke decidió preguntarle a Violet sobre la extraña sensación que había sentido ayer cuando lo Hivodir lo inspeccionó de arriba a abajo por tener el pelo y los ojos negros. Violet respondió con serenidad, con una madurez que verdaderamente sorprendió a Yuusuke.

—El sirviente que se suponía que iba a ser tu guía me dijo que Hivodir os había interceptado, así que me apresuré a venir.

—Ah, así que fue eso...

Parece que Hivodir a menudo jugaba malas pasadas a los otros candidatos a prometido de la princesa y a los guardias novatos. Él mismo era un joven miembro de la Patrulla de Fuego y tenía unas artes divinas promedio, pero era el heredero de la prestigiosa familia Vulasche, que tiene vínculos reales.

—Bueno, tiene su propia cruz que cargar. Su familia es una de las más prestigiosas del reino.

Al decir esto, Violet puso una mirada de preocupación. Yuusuke pensó que, en momentos como ese, fingía actuar como adulta, como el dicho de que «Las niñas crecen muy rápido». Pensándolo así, tenía sentido que Sun lo hubiera animado a unirse al ejército.

—¡Je, je! Te queda bastante bien. Aunque se te ve algo incómodo.

—Cállate... Es difícil moverse con una capa si no estás acostumbrado.

A petición de Yuusuke, casi no habían puesto armadura en su uniforme, solo le habían cosido unas pocas placas de refuerzo, pero les personalizó los valores para estar más protegido. Al verse reflejado en el espejo con su uniforme negro nuevo, se dio cuenta de que hoy sería el comienzo de una nueva vida para él.

—Está bien, vayamos a ver a mi padre de inmediato.

—¿Qué? ¿Ahora?

—Corren tiempos delicados, así que cuanto antes mejor.

Si daban pie a cualquier duda, los burócratas empezarían a interferir con ellos sobre formalidades y cuestiones de seguridad, lo que sumaría tiempo y procedimientos complicados al proceso. Yuusuke quería saltarse todo eso, así que siguió a Violet hasta el piso donde se encontraba la sala de audiencias.

—Ju, ju... Mi propio uniforme de guardia...

—¿Qué? ¿Has dicho algo?

—No, nada. Vamos allá.

Sala de audiencias, en el octavo piso del palacio de Volance. El trono estaba situado sobre una plataforma al fondo del salón. Había numerosos ​​pilares de piedra por toda la sala. La luz del exterior entraba por las ventanas situadas a lo alto de las paredes, y había varias salas de espera y salas de trabajo de sirvientes detrás de los pilares.

Delante del trono se encontraban los capitanes y oficiales de cada escuadrón, así como los ayudantes del rey y los burócratas. Solo habían reunido al mínimo indispensable de miembros para la ceremonia de nombramiento de la recién establecida Patrulla del Dios Oscuro. El rey Esvobus estaba sentado en el trono, escondido detrás de una cortina para que solo se pudieran ver sus rodillas.

—Vamos, rápido.

—Espera un segundo, no sé nada de etiqueta.

—No pasa nada. Solo sé tú mismo.

—No sé yo...

Violet guió a un tenso Yuusuke hacia la parte de delante del trono. Los capitanes y oficiales parecían confundidos, como pensando: «No sé de qué va a servir todo esto».

—Es tal y como nos dijeron...

—Sí, parece que lo del juguete de la princesa es tal cual.

Aunque esperaban que el usuario de aquellas artes divinas únicas que habían hecho aparecer una torre gigantesca en un instante resultara útil, susurraron que no parecía más que un peón para divertir a la princesa. Sin embargo, el capitán de la Patrulla de Fuego, Krielov, había presenciado en directo su poder, por lo que tenía una expresión complicada diferente a la de los otros capitanes.

—Gracias por responder a mi convocatoria. Vos, Yuusuke, juráis convertiros en un miembro de los Cuerpos de Seguridad de Fonkrank para servir al Rey y proteger a la gente de este país?

—Mm... ¿Jurar?

—¡No hagas preguntas!

—Ya te he dicho que no sé nada de cómo va todo esto.

Mientras Yuusuke y Violet susurraban, el ministro designado a efectuar la ceremonia puso cara de preocupación y preguntó al Rey cómo debía proceder. Este levantó la mano y ordenó: «Siga». Luego se dirigió hacia su despreocupada hija con una mirada de afecto, bajando las comisuras de los ojos. El ministro negó con la cabeza, como diciendo: «No creo que esto salga bien», y prosiguió con la ceremonia de nombramiento.

Luego portaron una bandeja con el escudo de armas de la familia real cerca del trono, y el Rey Esvobus se levantó lentamente para cogerlo. Impulsado por Violet, Yuusuke subió los escalones y se arrodilló sobre una pierna ante el rey.

Así, Yuusuke fue reconocido oficialmente como guardia, y la ceremonia de nombramiento terminó sin problemas. Fue una ceremonia bastante simplificada, se saltaron muchas cosas, como el juramento a los Cuatro Grandes Dioses y el canto de lealtad hacia el rey, pero el punto principal era recibir una prueba de ser un guardia real.

Ninguno de los capitanes de los diferentes cuerpos de seguridad se opuso, ya que no sintieron la necesidad de preocuparse por formalidades al considerar que la ceremonia había sido solo fruto del capricho de la princesa.

Por su parte, el Rey Esvobus otorgó sin protestar el título de guardia a un joven de cabello negro que parecía gustarle mucho a la princesa. Como había recibido informes de que el joven tenía relación con Zeshald, estaba ansioso por saber más sobre él.

—Yuusuke...

—¿Sí?

Justo cuando estaba a punto de bajar, el rey lo llamó y él se detuvo. Sin embargo, el rey Esvobus vaciló. Parecía que quería decir algo, pero luego no dijo nada...

—Nada. Todo bien...

Pensó que sería incómodo mencionar el nombre de Zeshald, así que se lo guardó y al final no dijo nada. Se limitó a hacerle un gesto con la mano, diciéndole que se fuera.

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—Estaba un poco nervioso. Pero tu padre parece buena gente, a pesar de ser el rey.

—Ja, ja, ja. Claro, él es así. Puede parecer un buenazo, pero es bastante astuto cuando se trata de política.

Después de la ceremonia de nombramiento, Violet llevó a Yuusuke a la sala de descanso de la Patrulla de Palacio. La formación de la Patrulla del Dios Oscuro y el nombramiento de Yuusuke se habían anunciado en todo el palacio oficialmente, por lo que ahora solo le quedaba conocer las instalaciones y presentarse al resto de guardias. Así, le mostró el comedor y el garaje de carruajes por si tenía que salir para atender asuntos personales.

Por cierto, ya se habían encargado de devolver a la aldea de Rufk el carruaje y el caballo en los que Yuusuke viajó desde casa de Zeshald.

—Por la tarde te llevarán al sitio donde se está construyendo el fuerte. Por ahora, te voy a enseñar las instalaciones de por aquí. Ven.

—Vale, pero ¿está bien que vaya contigo?

—Claro. Todo el mundo sabe que recibes un trato especial. No pasa nada.

—Espero que no nos volvamos a cruzar con alguien como Hivodir...

Violet guió alegremente a un Yuusuke un poco avergonzado por el palacio. Estaba algo molesto por las miradas que se dirigían a ellos dondequiera que fueran, pero saludó con seguridad a todos, presentándose como su nuevo compañero.

De esta manera, recorrieron la mayoría de las instalaciones y finalmente volvieron a la sala de descanso de los cuerpos de seguridad. Comparada con la innecesariamente lujosa sala de descanso de la Patrulla de Palacio, esta era simple y funcional. A decir verdad, parecía un «barucho de mala muerte».

Yuusuke estaba extrañamente convencido de que, incluso dentro del mismo palacio, las habitaciones de los pisos superiores e inferiores tenían diferentes niveles de elegancia.

—Lo tienen hecho una pocilga, como siempre.

—¡Oh! ¡Señorita Violet! ¿Qué le trae por aquí?

Un guardia que parecía tener un alto cargo, que estaba descansando en un sofá medio reclinado, se levantó apresuradamente para saludar a Violet. Los otros guardias se alinearon, tratando de ocultar las cartas de póker y el vino de rara que había sobre la mesa.

—Yuusuke, elige a tus compañeros.

—¿Eh? ¿Qué quieres decir? —protestó Yuusuke, alegando que quería más información antes tomar una decisión

Violet le explicó que, dado que la Patrulla del Dios Oscuro estaba formada solo por él, tendría varios guardias bajo su mando por un tiempo. De ahora en adelante, cada vez que fuera a una misión, llevaría a esos subordinados consigo.

—Deberías haber mencionado algo tan importante como eso antes...

—Aunque no tengas misiones, necesitarás subordinados una vez que termine la construcción del fuerte.

Violet se encogió de hombros, sugiriendo que, al igual que la torre de observación, Yuusuke probablemente podría construir la fortaleza fácilmente con sus artes divinas, pero su trabajo no terminaría ahí. Una vez que completara esa misión, debería permanecer al lado de ella y darle conversación o saborizar su comida. Aun así, debía asignar a sus subordinados para mantener las apariencias.

—Elige a cinco y nos los llevamos.

—Pero...

Los guardias, que habían estado escuchando su conversación, miraron con curiosidad a Yuusuke con su uniforme negro, preguntándose si sería el capitán de la recién establecida Patrulla del Dios Oscuro. Se enderezaron al escuchar que él elegiría a quién serviría bajo su mando.

Si los llamaban para servir en la Patrulla de Palacio, podían esperar una generosa bonificación. Les daba igual que el trabajo fuera fácil o duro. Todos mostraron su entusiasmo con una sonrisa, esperando ser seleccionados.

Yuusuke primero pensó en el personal que necesitaría para la misión: alguien con artes acuáticas curativas y alguien con artes aéreas para que condujera el carruaje. Además, quiso a uno de artes ígneas para que pudiera iluminar en caso de trabajar de noche, otro de artes aéreas para encargarse de la comunicación y un último de artes acuáticas que tuviera experiencia en construcciones. Los elegidos fueron:

• Vermeer, un hombre de unos treinta y tantos años, usuario de artes ígneas.
• Zhahid, un hombre veinteañero con artes divinas acuáticas ofensivas.
• Zaisha, una chica veinteañera con artes divinas acuáticas curativas.
• Hisotta, otra chica veinteañera con artes aéreas de comunicación.
• Hinke, un joven veinteañero que había sido el más rápido en esconder las cartas de póker con sus artes divinas aéreas.

Los cinco acompañarían a Yuusuke a la construcción de la fortaleza como sus subordinados. Después de presentarse, se dispersarían para almorzar antes de reunirse de nuevo en el garaje de carruajes para partir hacia el lugar de la misión.

—Hecho. ¿Vamos a almorzar, Violet? ¿Subes conmigo?

—Lo siento, he quedado con mi padre.

Como condición para celebrar la ceremonia de nombramiento a primera hora de la mañana, Violet se había ofrecido a almorzar con su padre. Cuando su voz tranquilizadora no funcionaba, lo seducía con comidas familiares y paseos juntos. Pese a que Yuusuke pensaba que era un "padre orgulloso", él estaba preocupado por el futuro de Violet.

—No te extrañe que te pongan el mote de princesa encantadora o princesa diabólica.

—¿Qué es eso? Bueno... suena guay...

Los recién nombrados guardias de la Patrulla del Dios Oscuro escucharon la conversación amistosa entre Yuusuke y Violet. Cuando el del pelo oscuro se dio cuenta y preguntó qué pasaba, Vermeer, el mayor de sus nuevos subordinados, respondió vacilante:

—Esto... Perdone... Se dirige a la princesa por su nombre de pila. ¿Qué tipo de relación tienen, capitán?

—Ahhh...

Un poco avergonzado de que lo llamaran capitán, Yuusuke pensó: «Es verdad que no debería llamar a la princesa por su nombre de pila». Incluso Hivodir, el candidato a prometido de Volet y una persona de rango considerable, la llamaba princesa.

—Alteza Violet...

—¿Sí?

Cuando la llamó por su título, Violet inclinó la cabeza como diciendo: «¿Qué pasa a este ahora?».

—¡Violet, Violet, Violet, Violet!

—¿Qué? ¿Qué quieres?

—Es que me dio repelús llamarte alteza, así que tenía que contrarrestarlo.

—¿Es que mi nombre es como un vino rara barato y pasado?

Como ya se había acostumbrado y tampoco es que ella le hubiera ordenado que la llamara alteza, Yuusuke decidió dejarlo así. Respondió a sus subordinados como si aquello no fuera con él, en plan: «Bueno, tenemos un vínculo especial».

—A ver si terminas pronto y podemos despedirnos.

—Sí, sí.

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Por la tarde... El carruaje real que tenía que llevar a Yuusuke y sus cinco subordinados salió del palacio para dirigirse al lugar donde estaba previsto construir la fortaleza. La Fortaleza Gearhawk se construiría en las llanuras colindantes a la frontera con Blue Garden. La mitad de los cimientos ya estaban terminados y aproximadamente un tercio del edificio ya estaba ensamblado. Aunque todavía no podía funcionar como fortaleza, si destinaban algunos guardias allí, se podía utilizar como base para monitorear la frontera.

—Capitán, escuché que usted construyó esa enorme torre de observación en un instante, ¿verdad? ¿Va a construir la fortaleza igual? —preguntó Vermeer.

—No lo sé, pero es posible, mientras tenga los materiales —respondió Yuusuke.

—Q-Qué guay... M-Me encantaría ver... cómo lo hace —dijo Hisotta, mirándolo con ojos brillantes y juntando las manos frente a su pecho.

—Debería haber suficientes materiales —añadió Zhahid. Él ya había estado asignado a la construcción del fuerte y explicó que, cuando regresó a la ciudad unos diez días atrás, trajeron una gran cantidad de materiales, incluso de repuesto. Zaisha y Hinke estaban concentrados en estabilizar el carruaje mientras se movía a alta velocidad.

Pensando que la fortaleza sería fácil de personalizar al estar medio construida, Yuusuke se relajó mientras el carruaje avanzaba hacia su destino.

—Capitán, ya se aprecia a lo lejos.

—Avísame cuando lleguemos.

La Fortaleza Gearhawk todavía estaba en construcción. El edificio central estaba casi terminado. Era una enorme silueta de piedra erguida sobre la inmensa llanura, con muros sostenidos por andamios de madera a ambos lados. Había varias piedras cortadas en ángulo apiladas a intervalos iguales a lo largo del muro. Era una estructura enorme, de unos 30 metros de altura y unos 50 metros de ancho.

—O-Oh, qué extraño —murmuró Hisotta para sí misma, inclinando la cabeza. Se llevó los dedos a la frente, inquieta, y agitó las manos.

—¿Qué pasa, Hisotta? —Vermeer la interpeló desde el asiento del conductor, mientras comenzaba a disminuir la velocidad.

—H-Hm... El viento no fluye.

Las artes divinas aéreas de comunicación, a las que Hisotta se había referido como "viento", permiten enviar y recibir mensajes a grandes distancias a través de vibraciones en el aire entre usuarios de artes aéreas de comunicación.

La distancia de la transmisión depende de la habilidad divina y la competencia del usuario, pero puede alcanzar largas distancias para las que se tardarían tres o cuatro días en un carruaje. Estas artes aéreas también se usan para investigar al enemigo. Para este uso se necesita estar más cerca, pero pueden detectar y distinguir voces en un rango bastante amplio.

El mensaje que Hisotta había transmitido a través de artes aéreas no había llegado a nadie. Con una mirada confusa, dijo que no podía comunicarse ni con la fortaleza ni con la ciudad. Mientras tanto, el carruaje entró en la fortaleza en obras. Había pedazos de madera esparcidos por el suelo y, cerca de un montón de materiales, un gran trozo de tela enrollada ondeaba al viento.

—Es extraño... Está todo demasiado en silencio —Zhahid sintió que algo no andaba bien en el ambiente del lugar, que era diferente a cuando él había estado allí. Con el sol a esa altura, debía haber muchos trabajadores entrando y saliendo de los andamios y circulando por dentro de la fortaleza.

Cuando el carruaje llegó frente a la entrada del fuerte, Hinke, que había estado empujando el carruaje con viento, se estiró y liberó sus artes aéreas.

—Uf... En fin. ¿Están todos descansando? ​​Yo también me tomaría una copita ahora mismo.

—Estamos en una misión, así que compórtate delante del capitán —lo advirtió la seria Zaisha.

—Uh, qué miedo —se mofó Hinke, encogiéndose de hombros.

—Sea como sea, bajemos. ¿Usted no sabe nada, capitán?

—No, nadie me dijo nada en particular... ¿Tan raro crees que es?

Cuando bajaron del carruaje, Yuusuke le preguntó a Zhahid. Este dijo que era raro que no se viera a nadie a la luz del día porque, cuando él estuvo allí, se trabajaba hasta que se ponía el sol, y les advirtió que tuvieran cuidado.

—Está bien. Bueno, chicos, venid aquí y...

«¡Detrás de ti!»

Justo cuando Yuusuke estaba a punto de decirles a todos que no bajaran la guardia, escuchó una voz familiar. Al darse la vuelta sin pensar, vio a un hombre de cabello verde, vestido con un uniforme similar al suyo, de pie con los brazos en alto en un montón de tierra excavada que había cerca de la entrada del complejo.

La ropa del hombre revoloteaba de manera antinatural y violenta. Su pelo ondeaba y había mucho polvo levantándose alrededor de sus pies. Su postura con los brazos en alto le parecía familiar. Era la misma postura que el peliverde había adoptado cuando se enfrentó a él en la plaza; la misma de cuando sacó su espada de viento.

Yuusuke abrió rápidamente el menú de personalización y personalizó la tierra bajo sus pies para crear una barrera. Apareció casi al mismo tiempo que Reifold desataba su espada de viento.

Se escuchó un silbido de tierra raspada y la mitad superior de la barrera quedó expuesta en un triángulo invertido.

—¡¿Q-Qué está pasando?!

—¿Una espada de viento? ¿De dónde ha salido?

—¡Allí! ¡En el montón de tierra de la entrada! Voy a hacer otra barrera, así que quedaos quietos.

Se agachó, construyó otra barrera y aumentó su parámetro de resistencia al máximo. La pared de tierra se envolvió en un efecto de luz, ocultando a Yuusuke y los demás de la vista del hombre que estaba a punto de disparar su segunda espada. Sin embargo, inmediatamente después, escucharon un grito de Hisotta. Zhahid intentó protegerla disparando una bola de agua que invocó en la palma de su mano. Había otro hombre preparándose para desatar una espada de viento desde otra dirección.

Zhahid, un maestro de las artes acuáticas ofensivas, solo tenía una habilidad promedio, pero su experiencia como guardia solo la superaba Vermeer en el grupo. La esfera de agua que creó recolectando la humedad del aire no tenía mucho poder destructivo, pero con un control minucioso y un poco de ingenio, se podía maximizar.

El ataque de viento falló y pasó justo al lado de Yuusuke y los demás, que estaban escondidos detrás de la barrera, dejando unas aterradoras marcas de garras en el suelo. Pero en la otra dirección, la espada de viento fue lo suficientemente poderosa como para perforar la barrera de tierra mejorada, de un solo golpe.

—¡Oh, no! ¡Son la Brigada de Viento! ¡Las tropas de élite de Blue Garden!

—¡¿Qué diablos están haciendo aquí...?!

—¡¿Qué...?! Entonces, ¿qué pasa con los trabajadores que había aquí...?

Al enterarse de la verdadera identidad de sus oponentes, Hinko y Vermeer palidecieron. Zaisha se cubrió la boca, atemorizada.

—Si nos quedamos aquí seremos blancos fáciles. ¡Corramos hacia dentro del fuerte!

—¡Vale! ¡Vermeer, te dejo al mando temporalmente!

Yuusuke hizo aparecer un túnel de tierra hasta la entrada del fuerte, y ordenó la huida. Honestamente, había decidido que era imposible dar órdenes sin saber de lo que eran capaces cada una de las artes divinas, todo al mismo tiempo que operaba los controles de personalización, por lo que decidió delegar en Vermeer, que era quien parecía tener la mayor experiencia, quien había identificado rápidamente al enemigo en medio de la confusión y quien había dado una sugerencia precisa.

Percibiendo las intenciones de Yuusuke, Vermeer quedó impresionado y pensó: «Es la mejor decisión que podía tomar».

Por si los emboscaban, Zhahid, que tenía artes divinas ofensivas, lideró la marcha hacia el interior del fuerte. Corrieron a través del túnel mientras un sinfín de cuchillas de viento lo destrozaban y Yuusuke se encargaba de repararlo mediante la personalización. Cuando llegaron a la entrada, Vermeer dio instrucciones:

—Hisotta, dinos dónde está el enemigo.

—S-Sí...

Ella se puso a sentir el viento escondida detrás de Zhahid. Mientras tanto, Yuusuke repelía los ataques de viento cortantes con múltiples capas protectoras como si fuera una cebolla. Aquello no se podía comparar con el hombre contra el que había combatido en la plaza. Se dio cuenta de que había confiado demasiado en su propia fuerza, y se preguntó si aquel era el poder de la llamada "élite" de los usuarios divinos.

«Puede que sea porque las paredes están hechas de tierra, pero el poder de sus artes aéreas... que se consideran las más débiles...»

—No consigo detectarlos.

—¡Está bien, capitán! ¡Entremos al fuerte!

Corriendo hacia el arco de entrada, Yuusuke tocó la pared del fuerte, escuchó la notificación que indicaba que podía personalizarlo e inmediatamente usó el menú de personalización para bloquear todos los posibles puntos de acceso.

Además de bloquear las rutas de escape a cal y canto, incrementó la dureza y resistencia a las artes divinas de la piedra de la construcción, creando una defensa impenetrable. A pesar de que todavía estaba a medias, la Fortaleza Gearhawk era bastante grande. El rango de búsqueda de Hisotta se limitó solo al interior. Por mucho que estuviera sellado, tenía mucho espacio por recorrer. Existía la posibilidad de que el enemigo estuviera escondido en algún lugar entre el sótano y el segundo piso. O tal vez los aliados se habían atrincherado en alguna parte.

Parecía que la comunicación con la ciudad mediante artes aéreas se había interrumpido, por lo que era imposible pedir refuerzos, pero si Yuusuke y los demás no regresaban mañana o el día siguiente, quizá Violet sentiría que algo iba mal y enviaría a sus guardias.

Por ahora, el grupo decidió trasladarse a una sala y atrincherarse en el interior del fuerte, donde discutirían qué hacer a continuación.

—Qué primera misión más extraña...

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