10mo Requerimiento: “Comenzar una Historia de Amor con la Princesa”

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Novela original en chino por: 御我 (Yu Wo)
⸶La Leyenda del Caballero Sol⸷

Libro 3: Al Rescate de una Princesa

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 Decimo Requerimiento para Rescatar a una Princesa:

“Comenzar una Historia de Amor con la Princesa”

¡Ah, la Iglesia de la Diosa de la Luz! ¡Mi querido Templo Sagrado! Ah, mi corazón se llenó de alegría al volver a ver las deslumbrantes torres de la iglesia frente a mí. Como el hijo prodigo regresando a casa después de años de viaje, así me sentí yo, como si fuese bienvenido en el cálido abrazo de una amorosa madre…

¡Finalmente he vuelto! ¡Por fin he vuelto a mis bellos días de vida en el templo!

Aunque logré mantener mi actitud agraciada mientras desmontaba del caballo, fui incapaz de contenerme de caminar un poquito más rápido. Deseaba regresar a mi muy añorada habitación, la cual no había visto desde hace más de un mes, pero en mi camino, noté una enorme multitud reunida alrededor del patio público del Templo Sagrado. Se me frunció el ceño cuando sentí dos personas muy familiares justo en medio del gentío.

Roland y su vicecapitán Dylan.

Aunque estaban rodeados por un enorme grupo de gente, aun así pude escuchar los ruidos de espadas chocando una contra otra. Me alarmé y enfurecí ante esto. ¡Cómo se atreven! ¡Comenzar una pelea entre ellos dentro del mismísimo Templo Sagrado!

Me abrí paso a través de la multitud dirigiéndome hacia el centro. Los caballeros santos que empujaba, al voltear, me daban una mirada molesta, pero al darse cuenta de a quién estaban mirando feo, de inmediato saltaban hacia un lado sorprendidos.

Finalmente logré llegar hasta el centro, e indudablemente pude ver a ambos portando espadas y atacándose ferozmente, sin mostrarse algún signo de misericordia entre ellos. Sentí como si una sacudida de horror pasara a través de mí, ¿si hubiese llegado un segundo más tarde, habría encontrado a uno de ellos muerto por la espada del otro?

“¡Detengan esto ahora!” Les grité furioso, y sentí satisfacción al verlos detenerse. Entonces volteé a mirar furioso a una figura familiar que estaba parada viendo todo desde entre la multitud y le grité, “¡Adair! ¡¿Porque no los detuviste?!”

Adair se me quedó viendo sorprendido antes de apresurarse a mi lado y explicarme en un suave susurro, “Capitán, todo está bien. El Capitán Caballero Infierno y su vicecapitán tan solo están teniendo un encuentro amistoso entre ellos. En este último mes, siempre se les ha podido encontrar practicando alrededor de esta hora, incluso, a veces el Caballero Juicio se les uniría.”

Cuando escuché eso, rápidamente volteé para mirar a Roland y a su vicecapitán Dylan. Ambos se habían detenido desde hace ya rato y me miraban, no parecían querer matarse el uno al otro… Oh Diosa, parece que he malinterpretado la situación. No pude evitar reírme de mí mismo. Parece que la muerte de Hoja me ha afectado más de lo que pensaba. ¡Este es el patio público del Templo Sagrado! Mucha gente pasa por aquí, sería imposible para ellos quedarse quietos y mirando mientras uno de los Doce Caballeros Santos y su vicecapitán se están matando.

E incluso si Adair no los detiene, seguramente Juicio lo haría, él jamás permitiría que algo así sucediera.

Justo entonces Adair se inclinó y agregó, “Capitán, el Capitán Caballero Infierno le prometió a Dylan que si podía derrotarlo en un duelo, él le regresaría la posición de capitán. Sin embargo, después de tan solo diez días, Dylan finalmente fue convencido. Justo ahora el Capitán Caballero Infierno está entrenando las habilidades con la espada del Pelotón del Caballero Infierno.”

“¿Así que se ha resuelto el problema?” Le pregunté en voz baja.

“Sí, señor.” Adair asintió con la cabeza y dijo, “Ahora Dylan sería el primero en lanzarse al frente y defender al Capitán Caballero Infierno contra cualquier insulto.”

Asentí en satisfacción. “Entonces por favor explica todo por mí, yo regresaré a mi cuarto para realizar mi régimen aclarador de piel.”

“¿Capitán?” Adair me miró en confusión.

Entonces me di cuenta de mi error y rápidamente traté de cubrirlo. “…Quiero decir, regresaré a mi cuarto para recuperarme”.

“Sí, señor. Ha trabajado muy arduamente, señor.”

Me di la vuelta para continuar mi camino hacia mi cuarto, y mientras me alejaba, pude escuchar la explicación de Adair hacia la multitud: “Aquí no pasó nada, ¿entienden?”

Y todos respondieron en unísono, “Entendido.”

Ah, nada mal, mi muy capaz vicecapitán. Él no puede molestarse con excusas triviales, justo como su apuesto capitán.

“¡Creus!” Me llamó una voz.

Me giré para ver cómo Roland se dirigía hacia mí. Le sonreí y pregunté, “¿Qué te parece la vida en el Templo Sagrado, te has ajustado?”

“Sí, muy bien, pero ¿en verdad está bien que yo esté aquí?” Me preguntó cuando me alcanzó y continuó caminando a mi lado. Luego dudó un poco antes de decir, “Si mi identidad verdadera fuese descubierta, entonces tú serías……”

Giré mis ojos ante eso y dije exasperadamente, “Después de vivir en el Templo Sagrado por un mes entero, ¿aún no lo entiendes? Si Juicio y yo unimos fuerzas, apuntamos a una manzana y la llamamos tomate, desde ese momento en adelante esa manzana siempre será conocida como tomate.”

Roland simplemente frunció el ceño sin decir una sola palabra.

“Deja de preocuparte. Incluso si fueses descubierto, en el peor de los casos serías quemado hasta ser cenizas.” Entonces le dije a propósito, “Si llegase a suceder eso, mientras te dejes quemar, no me afectarás en lo más mínimo, así que debes prometerme que si es que nos descubren, tú dejarás que yo te ate a la estaca para quemarte.”

“Lo prometo.”, dijo Roland en tono solemne.

Sonreí ante eso. Roland dejaría de preocuparse mientras creyera que sacrificándose resolvería todos los problemas. Él no temía por su seguridad, pero si temía por los demás involucrados. Así que esta es la mejor manera de convencerlo para que deje de preocuparse. Por otra parte, si se tratara de Juicio, él me habría hecho un millón de preguntas más e incluso me habría dicho cosas como “¿Juras ante la Diosa de la Luz que realmente me quemarás en la estaca?”.

“Bueno, Capitán Caballero Infierno, puede continuar con la práctica de duelo con su equipo. Sol está muy cansado y desea descansar.”

“Está bien.” Roland asintió solemnemente, antes de prometerme muy seriamente, “Creus… ¡no!, Sol, te juro que llevaré a cabo adecuadamente todas mis obligaciones como Caballero Infierno.”

Dejé salir un suspiro de alivio al escuchar eso. Finalmente los asuntos de Roland han sido resueltos de una vez por todas. ¡Parece que habrá muchos días tranquilos en mi futuro!

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Pocos días después, un mensajero del Reino de la Orquídea Lunar llegó; logrando con su presencia aumentar las dudas del rey sobre si la Iglesia de la Diosa de la Luz ocultaba secretos con el Reino de la Orquídea Lunar.

Bajo la cautelosa mirada de los Doce Caballero Santos y un representante de la familia real – Eliot – el mensajero del Reino de la Orquídea Lunar felizmente sacó un enorme montón de cartas y dijo, “La princesa real de mi país me ha pedido que pase esto al Caballero Hoja del Templo Sagrado.”

Todos miraban fijamente el grueso montón de cartas perfumadas, eran casi tantas como la carga de trabajo de Tormenta.

Los Doce Caballeros Santos rompieron en sonrisas conocedoras.

Eliot frotó su rostro algo avergonzado, haciendo desaparecer su previa conducta seria.

Hoja, por otra parte, silenciosamente aceptó las cartas, sin atreverse a levantar la cabeza para mirar a alguien. Sin embargo, el mensajero no quedó satisfecho y le dijo, “Su Alteza me dio instrucciones de no partir sin una respuesta.”

La cabeza de Hoja cayó aún más abajo mientras decía en voz baja, “Está bien.”

Y entonces, bajo la ferviente mirada de todos, sacó una docena de cartas – no estaban perfumadas, pero eso seguro se debe a que Hoja es demasiado pobre como para comprar un perfume – y se las pasó al mensajero.

El mensajero aceptó el bonche de cartas en satisfacción y partió.

Fuego fue el primero en correr hacia Hoja y palmearlo en la espalda. “Hoja, pequeño pícaro.” Y gritó “¡De verdad te conseguiste una princesa!”

“¡Ay mi Diosa de la Luz! ¡¿Quién habría pensado que el primero en conseguirse una princesa seria el chico bueno de Hoja?!”

En realidad, el honor de ser el primero en conseguirse una princesa le corresponde a Eliot. Pensé en mi corazón.

“¡Pero cómo ha cambiado el mundo!” El Caballero Tierra dijo amargamente. “¡Si incluso ahora los tipos buenos pueden terminar con una princesa!”

El Caballero Luna miró la cruz de la Diosa de la Luz derramando lágrimas de sus ojos y juró, “¡También me convertiré en un buen tipo!”

Le hice un puchero a eso.

¡Yo también soy un buen tipo! Y soy el líder de los Doce Caballeros Santos, soy más guapo que Hoja y gano muchísimo más dinero que él. ¡¿Así que por qué todas las princesas insisten en llamarme sinvergüenza y despreciable?!

*Llanto* *Llanto* Y-Yo tendré que conformarme con mi vida de templo y mirar a las bellas sacerdotisas del Salón de la Luz para consolarme…

¡Maldición! ¡¡¡Seré un chico de templo por siempre!!! Grité desde lo más profundo de mi corazón.

Justo entonces, Juicio pasó por mi lado, se fijó en la ventana que estaba mirando y observó detenidamente el vecino Salón de la Luz. Después de un rato habló. “El Salón de la Luz tiene libre el día de hoy.”

“Lo sé.”

“¿Entonces qué miras?”

“Un sueño triste y vacío…”

Miramos fijamente el vacío salón que estaba completamente ausente de vida por algunos momentos, antes de que Juicio hablara una vez más. “Cuando Hoja envió el mensaje para pedir refuerzos, mencionó que parecía haber algo malo con tus ojos”

Tuve una sacudida de alarma que me atravesó por completo, pero por fuera, simplemente me encogí de hombros y dije, “Él solo se preocupa demasiado. ¿O acaso parezco un ciego? ¿Un ciego viendo bellas mujeres? Qué ridículo.”

“Bien, entonces dime, ¿de qué color es el ave que esta parada en el alféizar de aquella ventana?” Me preguntó tranquilamente.

Dudé por un momento antes de contestar cuidadosamente, “Blanco.”

Con eso se hizo un enorme silencio, y después de un largo tiempo, Juicio suspiró cansado y dijo, “Creus, ¿por cuánto tiempo pensabas que podrías ocultármelo?”

Debí haber sabido que no podría ocultárselo a él. Pensé con una sonrisa nerviosa.

En un principio, había utilizado la excusa de que aún estaba demasiado débil por la resurrección y me quedé en cama en Bosque Verde por varios días. Mientras aparentaba estar descansando, en realidad me entrenaba desesperadamente en cómo utilizar mi visión de mago en lugar de mi visión normal, y apenas pude dormir en esos diez días. Pensé que había logrado manejarla a la perfección. Incluso cuando fui tras el enemigo, ni la princesa Alice, ni Aguardasol, ni Pink se dieron cuenta del hecho de que estaba ciego.

Después de eso, camino al Templo Sagrado, mejoré aún más mi visión de mago e incluso los más mínimos detalles de un objeto se habían vuelto claros para mí con tan solo examinar los elementos del objeto… ¿Qué? ¿No entienden? ¡*Suspiro*! Muy bien, por ejemplo, soy capaz de decir cuántos botones hay en el atuendo de una persona y cosas por el estilo.

Y al final, fui capaz de incluso darme una idea general de cómo luce el rostro de una persona y saber qué tipo de expresiones está haciendo… me he vuelto tan bueno con la visión de mago ¡que casi había olvidado que estaba ciego!

Pero la única cosa que jamás podré volver a ver es ‘el color’. Ya ni siquiera podía saber si alguien era bello o feo. En aquel entonces en la cueva cuando Alice me preguntó con lágrimas en los ojos si era bella, yo verdaderamente no tenía idea. En mi mente, la única imagen que podía obtener de ella era un puñado de elementos diferentes combinados para formar la figura de una joven doncella. Ya no me era posible juzgar la belleza de nadie.

Juicio arrugó la frente y dijo en un tono algo acusador, “Tú jamás mencionaste que se tendría que pagar un precio tan alto por una resurrección.”

“No se tiene que pagar un precio tan alto.” Acepté con calma, “Pero mientras invocaba la resurrección, yo le imploré a la Diosa de la Luz y accedí a ‘pagar el precio’ por una resurrección perfecta en Hoja. Como tu bien sabes, yo siempre he sido muy cauteloso y ¡nunca dejaría la vida de Hoja en manos de esa tasa de veinte por ciento de éxito! ”

Juicio se quedó callado antes de decir, “Si ese es el caso, entonces debes dejar de culparte por la muerte de Hoja. Cada vez que miras a Hoja, tienes esta mirada llena de remordimiento y dolor en tus ojos.”

Respiré profundamente antes de declarar silenciosa pero forzosamente, “Yo jamás dejaré atrás a ninguno de mis compañeros otra vez, ¡jamás!”

“Y yo les diré que será mejor que brinquen de algún precipicio y dejen atrás un cadáver incompleto antes que morir frente a ti.” Juicio respondió calmadamente. “Uno nunca sabe que será lo que perderás la próxima vez.”

“……”

Incluso si brincaran de un risco, mientras aún quede su cabeza, probablemente aún sería capaz de salvarlos. Tan solo será cuestión de cuánto más tendré que sacrificar. Pensé rebeldemente.

Entonces Juicio dejó salir un suspiro “No puedes salvarlos a todos Creus, espero que entiendas eso.”

“Lo sé.” Creo…

“Aparte de la pérdida del color, ¿tu ceguera te afecta de alguna otra manera?” Preguntó Juicio.

Hice la cabeza a un lado mientras pensaba al respecto. No creo que necesite mencionarle sobre mi pérdida del sentido de estética, así que le respondí honestamente, “Habían algunos problemas al principio pero, tras mejorar mi visión de mago, ya los he superado. De hecho, puedo ‘ver’ mejor que antes, es decir, ahora tengo una vista en trescientos sesenta grados. Pero aparte de eso, lo único que me falta son los colores.”

“Hablando de eso,” Le pregunté con curiosidad, “¿de qué color era ese pájaro?”

Juicio hizo una pausa antes de responder, “Era blanco.”

“Me mentiste.” Le dije inexpresivo.

“Sí, lo hice.” Juicio admitió sin trazo de culpa antes de añadir, “Y si tratas de ocultarme cosas otra vez en el futuro, sin importar qué tan secreto sea lo sacaré y expondré frente a todos los Doce Caballeros Santos. Ahora piensa larga y arduamente en cómo te vas a disculpar con el Caballero Infierno, porque iré a contarle sobre tu ceguera y haré que se encargue de tu seguridad.”

“¡No!” Le rogué, “¡Si haces eso Roland me seguirá a todos lados las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana! Él no necesita dormir o comer o usar el baño… ¡Oh Diosa! ¡No quiero que un chico me siga a donde quiera que vaya! ¡Enloqueceré!”

“¡Oye, oye! ¡Juicio no te vayas! Escúchame, si no le dices a Roland, te prometo hacer todo lo que me digas ¿te parece? ¡Leithe Juicio–!”

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Traducido al Ingles: Lealynn
Traducido al español: Storyteller
Editado: Blacklily

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