1ra Regla: “Siempre Mantén Tu Sonrisa”

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Novela original en chino por: 御我 (Yu Wo)
⸶La Leyenda del Caballero Sol⸷

Libro 1: Una Introducción a la Teoría del Caballero

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Primera Regla del Caballero Sol: 

 “Siempre Mantén tu Sonrisa”

Yo soy un caballero. Para ser precisos soy el Caballero Sol de la Iglesia de la Diosa de la Luz.

La Iglesia de la Diosa de la Luz venera y sirve a la Diosa de la Luz, y ésta también es una de las tres religiones más grandes de este continente. Sin embargo, aunque solo pueda estar en el tercer puesto en términos de tamaño, si hablamos de tradición, entonces ninguna otra organización religiosa puede ser comparada con la Iglesia de la Diosa de la Luz.

Y como todos saben, la Iglesia de la Diosa de la Luz puede ser dividida en: su facultad militar “El Templo Sagrado”; y su facultad de alabanza, “El Salón de la Luz”.

Yo, naturalmente, soy un caballero del Templo Sagrado. El Templo Sagrado tiene Doce Capitanes de Caballeros Santos, cuyas posiciones son pasadas de generación en generación. Desde tiempos antiguos, cada capitán de los caballeros santos ha comandado a su propio ejército de caballeros. Por ejemplo, yo soy el Caballero Sol, así que yo comandaría al Ejército del Caballero Sol.

Pero, durante estos tiempos pasivos, las posibilidades de que empiece una guerra son extremadamente bajas. Sin guerras, los ejércitos de caballeros no se pueden movilizar; si los ejércitos de caballeros no se pueden movilizar, entonces ellos no tienen pretexto para poder saquear, atracar o pillar… En otras palabras, en este momento el Templo Sagrado no se puede permitir la manutención de doce ejércitos enteros de caballeros. Por eso, en su lugar, ellos decidieron simplemente agrupar a todos los caballeros y formar el Ejército del Templo Sagrado, el cual después puede ser dividido en doce compañías. ¿Y cuál compañía me pertenece a mí? Pues obviamente la Compañía del Caballero Sol.

Aunque el Ejército del Caballero Sol original se ha encogido en la Compañía del Caballero Sol, de entre todos los capitanes de los caballeros santos, este cambio tiene menos impacto en mí. Eso es porque como el líder de los Doce Caballeros Santos, yo, por supuesto, soy el comandante de todo el Ejército del Templo Sagrado. Y mientras yo siga siendo el comandante de un ejército, a quién le importa si es el Ejército del Caballero Sol o el Ejército del Templo Sagrado, ¿no?

Así que, ¿quiénes son los Doce Capitanes de los Caballeros Santos?

Bien, será mejor que se los presente poco a poco en la historia. Si solamente pongo una lista de nombres ahora, diez de diez personas no podrán recordar quiénes son los capitanes.

Empecemos con este sujeto caminando al lado mío. Así es, estoy hablando del tipo con el cabello largo y azul quien está ocupado guiñando coquetamente a todas las damas cercanas. Este es el Caballero Tormenta[1].

Cada capitán de los caballeros santos debe tener una distintiva personalidad y ciertas características. Palabra clave: “Debe”.

Por ejemplo, el Caballero Sol nació para ser el representante de la Diosa de la Luz.

Así es; yo soy el representante de la Diosa de la Luz.

Como tal, no importa cuáles sean las circunstancias, yo debo mostrar una sonrisa tan incandescente como el sol. Incluso si la persona que estoy por ver es uno de esos a los que llaman el monarca más detestable de todos los cinco reinos de todo el continente, ese gordo rey cerdo que gobierna sobre el Reino del Eco Olvidado, yo debo sonreír como si estuviera a punto de verme con una chica candente.

Forzarme a tratar a un gordo hombre-cerdo como una chica candente —Oh, hermano, ¿te das cuenta del nivel de dificultad de eso?

“La benevolente Diosa de la Luz perdonará tus pecados.”

Durante mi tiempo como el Caballero Sol he debido decir esta oración un millón de veces, y además con mi sonrisa más perfecta. Esta es la vida de un Caballero Sol, siempre portar una sonrisa y perdonar a otros.

Esto es porque, como todo el continente sabe, ¡el Caballero Sol es el orador más benevolente de la Diosa de la Luz y él jamás se rendirá en la redención de ninguna alma!

Por eso, incluso si mi más grande deseo es matar a ese gordo rey cerdo con una simple puñalada de mi espada y hacer que ese viejo desgraciado, quien se rehúsa morir rápido y pasar el trono a su hijo quien es mucho más agradable, no puedo. Solo puedo seguir mostrando una brillante sonrisa, aconsejar y persuadir a ese gordo rey cerdo que pare de cobrar más impuestos.

Ah, pero nos estamos desviando del tema.

De vuelta a lo que estaba diciendo, así como el Caballero Sol es el orador benevolente de la Diosa de la Luz, el Caballero Tormenta es el caballero representante de la “libertad”. Como tal, él es “despreocupado” y un “casanova”.

De ese modo, mientras pueda faltar a una reunión, ¡lo hará!

De ese modo, mientras sea una mujer pero luzca solo un poco mejor que un dragón, él tendrá que guiñarle el ojo coquetamente.

De ese modo, mientras algo solo tenga la más mínima conexión con la “libertad”, él tendrá que involucrarse. Por ejemplo, si hay una revolución en algún lugar, al menos tendrá que ir y apoyarlos dando un emocionante discurso. Él, incluso, a veces no podrá irse después de dar el discurso y terminará siendo forzado a encabezar algún grupo rebelde o algo así.

Sin embargo, lo más sorprendente es que incluso si él ha faltado a todas las reuniones hechas por el Templo Sagrado, siempre encontrará el modo de saber qué exactamente ha sido discutido durante las reuniones y hasta se las ingeniará para completar todo el trabajo asignado a él. (A veces tendrá especialmente una gran cantidad de trabajo. Bien, no hay nada que él pueda hacer; ¿quién le pidió que no atendiera a la reunión? Nosotros tenemos que tomar ventaja de su ausencia y darle todo el trabajo.) Él incluso sabrá si a la siguiente reunión absolutamente no puede faltar, en la cual se presentará casualmente a tiempo para el trabajo.

Por eso, aunque puedas ser llamado el irresponsable Caballero Tormenta y en la superficie tienes permitido faltar a las reuniones, ¡igualmente debes completar los documentos asignados a ti!

Y sobre la parte de ser un “casanova”… En nuestro camino hasta aquí, no importaba si eran princesas, damas o masculinas sirvientas armadas con destapadores de baños, él ha guiñado coquetamente a cada mujer con la que nos hemos topado y siempre ha tenido esa sonrisa arrogante en sus labios.

Sin embargo, todo este tiempo he tenido la sospecha de que este sujeto es todavía un inocente virgen. Después de todo, a pesar de su reputación como un “casanova”, de todos los años que lo he conocido, todavía no he escuchado que alguien clamase haber sido embarazada por él.

Esa sonrisa traviesa es probablemente falsa, tan falsa como esa cabellera de color azul.

Así es; ¡el cabello de este sujeto es teñido!

¿Por qué?

¡Porque todo el continente sabe que el Caballero Tormenta tiene el cabello azul!

Yo no sé si el primer Caballero Tormenta realmente tenía el cabello azul o si solamente quería verse genial así que lo tiñó de azul. Lo que sí sé, es que él ha causado un montón de problemas a las siguientes generaciones de Caballeros Tormenta. Después de todo, ¿realmente se puede encontrar tantos niños con cabello azul?

Obviamente, ¡no se puede!

Por eso, todos los siguientes Caballeros Tormenta han tenido que teñirse el cabello de azul por el resto de sus vidas. La causa de muerte de ocho de cada diez de ellos fue por acumulación de los químicos de los tintes para cabello en sus cuerpos…… *¡Suspiro!*… Yo solamente te daré un momento de silencio por ahora, Tormenta.

“¿Me dijiste algo, Sol?” Al lado mío, el Caballero Tormenta, levantó sus cejas. Su expresión parecía decir que no lo interrumpiera mientras estaba ocupado dando a las mujeres guiños coquetos.

“De hecho no te comuniqué ninguna palabra a ti, hermano Tormenta. Quizá lo que escuchaste fue el gentil murmullo de la benevolente Diosa de la Luz.” Le respondí con una plácida sonrisa.

Una mirada de disgusto pasó por la cara de Tormenta. Supongo que él realmente no puede soportar mi manera de hablar, porque yo tampoco puedo aguantar mi forma de hablar. Sin embargo, no tengo más opción que hablar de esta manera, así como Tormenta no tiene más opción que dar a cada mujer un guiño coqueto, incluso si ella no es menos espantosa que un dragón.

En cuanto a mí, no tengo más opción que de alguna forma conectar cada oración con la Diosa de la Luz, incluso si la conversación tiene que ver con cómo se atascó el inodoro —en cuyo caso, sin ninguna duda, el inodoro debió atascarse de acuerdo con la voluntad de la Diosa de la Luz.

Consecuentemente, no me gusta hablar. Después de todo, nadie hizo la regla de que al Caballero Sol le guste hablar.

(Alabada sea la Diosa de la Luz, por suerte el primer Caballero Sol no dejó la impresión de ser un gran hablador.)

De vuelta al tema del cabello, así como el Caballero Tormenta debe tener una cabellera de color azul, yo, el Caballero Sol, debo tener la cabellera dorada y ojos azules.

Fue precisamente por esta cabellera de brillante cabello dorado que, durante la competencia para seleccionar a los Doce Caballeros Santos, logré derrotar a otro muchacho cuyo cabello era casi castaño pero era tres veces mejor con la espada que yo.

En ese tiempo mi maestro —el antiguo Caballero Sol— casi parecía tener el corazón roto mientras anunciaba que yo había ganado la selección. Su mirada permaneció todo el tiempo en el muchacho de cabello castaño.

Pero gracias a la Diosa por los pequeños milagros, aunque mi habilidad con la espada no estaba cerca del nivel de ese niño genio, yo todavía podía ser considerado destacado en otras áreas, lo cual de alguna forma consolaba a mi maestro.

Sin embargo… seguidamente escucharía a mi maestro hablando con un investigador privado, diciendo, “¿Todavía no encontraron al muchacho de cabello castaño? Ya compré el tinte de cabello del mago…”

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Después de caminar por más de diez minutos a lo largo de ese pasillo ridículamente largo, el cual era una total pérdida para los pagadores de impuestos, finalmente llegamos a la sala de audiencias. Como dije, nuestro propósito al venir a ver al rey esta vez era convencerlo de reducir los impuestos… Aunque siento que ya sería un logro si pudiera convencerlo de no aumentar aún más los impuestos.

“Saludos, soy el Caballero Sol de la Iglesia de la Diosa de la Luz. Por la benevolencia de la Diosa de la Luz, he venido a asistir a una audiencia con Su Majestad, el rey, para transmitir el mensaje de amor de la Diosa de la Luz.” Dije serenamente al guardia, sonriendo.

El guardia tenía una mirada ansiosa, y me miró con adoración por unos momentos, antes de darse la vuelta e informar de nuestra llegada. Un momento después, las puertas de la sala de audiencias se abrieron lentamente.

Le di una sonrisa deslumbrante de agradecimiento al guardia, y parecía tan conmovido que estaba al borde de las lágrimas. Viendo los pequeños brillos en sus ojos, pensé, ¡Jaja! Parece que mi club de fans acaba de aumentar por uno.

La expresión del guardia mostraba asombro a una expresión de inesperada amabilidad, como si apenas pudiera creer que yo mostrara tanta cortesía incluso a un guardia de bajo nivel. Hay que ser honestos, era solamente él dándole mucha importancia. Aunque sea una audiencia con el rey o solamente el sucio mendigo de la esquina, siempre habrá una deslumbrante sonrisa apropiada de un Caballero Sol en mi rostro, porque soy un galante caballero.

Sí, un caballero —el Caballero Sol con una radiante sonrisa eterna.

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Entramos a la grandiosa sala de audiencias y, como siempre, la maldita bola de grasa seguía sentado en el trono e incluso ¡estaba más gordo que la última vez que lo vi! Él era probablemente la misma masa que tres soldados robustos. Querida Diosa, pensé. ¿Cómo es posible que todavía no haya muerto de un ataque al corazón o de alguna otra enfermedad debido a su obesidad?

Portando una perfecta sonrisa, me arrodillé, mientras combatía mis ganas de vomitar serenamente levanté una de las rechonchas manos del rey y besé el dorso de su mano rápidamente antes de levantar mi cabeza. Todavía sonriendo dije, “Su Majestad, el Caballero Sol de la Iglesia de la Diosa de la Luz le impartirá la benevolencia de la Diosa de la Luz a usted.”

“¡Suficiente, suficiente! ¡Siempre dices impartir Su benevolencia, pero al final siempre terminas viniendo a causar problemas!” Ese gordo rey cerdo quitó su mano con brusquedad.

Si no fueras tú quien causa problemas primero, ¿piensas que querría venir a ver qué tan asquerosamente gordo te has vuelto a poner?

Con mi más inocente y sincera sonrisa, procedí a explicarme, diciendo, “Su Majestad, la benevolencia de la Diosa de la Luz se expande a lo largo del continente por el bien de ayudar a las masas a entender la enseñanza de la justicia y compasión; su propósito nunca fue el de crearle problemas a usted, señor.

>Estoy realmente apenado si es que hubo tal malentendido y espero que me conceda la oportunidad de resolver esta confusión.”

“¡SUFICIENTE!” Agotamiento apareció en la cara del rey mientras escuchaba mi discurso, y dijo, “Apresúrate y dilo de una vez, ¿para qué exactamente has venido esta vez?”

“Estoy tan agradecido por esta oportunidad de aclarar los malentendidos y conmovido por la gracia y compasión de Su Majestad.” Dije, y me puse de pie con una impecable cortesía. Procedí a respirar profundamente antes de lanzarme en mi discurso, el cual incluso a mí me pareció insoportablemente largo.

“Desde tiempos remotos la benevolencia de la Diosa de la Luz y su amor universal cubrieron el continente, y cada uno de los habitantes del continente es uno de Sus queridos hijos. ¿Hay alguna madre bajo los cielos la cual no se preocupe por el bienestar de su hijo o hija? Como no hay tal madre, entonces la Diosa de la Luz también desea que cada ciudadano viva su vida no en la miseria, sino en la abundancia. Sin embargo, aunque la Diosa de la Luz es un dios omnipotente, Ella no puede romper el convenio que prohíbe a los dioses de acercarse a la realidad del mortal. Por eso, ha confiado a la Iglesia de la Diosa de la Luz la tarea de adaptar y compartir la filosofía de su amor compasivo, y a su más adorado niño señalar divinamente a los gobernantes de este continente…”

Aquí, el rey groseramente dio un gran bostezo, ¡sin parar a pensar en mis sentimientos en absoluto!

Tú, estúpido viejo gordo, solo tienes que escuchar. ¡No tienes idea de cuán molesto es para mí tener que decir todo esto!

“…Sin embargo, los impuestos estos últimos años han permitido que Su querida gente caiga en una vida de insegura pobreza. Yo soy solamente un simple Caballero Sol y por eso no puedo expresar los pensamientos de la Diosa de la Luz, pero incluso yo puedo entender esto: ¿Cómo es posible que la Diosa de la Luz pueda permitir que sus hijos aguanten tanto sufrimiento? ¡Santo cielo! Cuando la vida de Su gente es tan dura, cuánta tristeza la Diosa de la Luz debe sentir. Su pena me lleva a mí, el Caballero Sol, a sentir tanta culpa, pensar que por eso le he fallado a la Diosa de la Luz en la tarea que me confió, al permitir que las vidas de Sus hijos se volvieran tan peligrosas…”

El rey empezó a cabecear (de sueño). A su lado, sus dos consejeros principales trajeron los documentos y empezaron a consultar al príncipe heredero que estaba sentado cerca. Quien, de hecho, es el que gobierna de verdad actualmente, él comenzó a revisarlos y a hacer algunos ajustes a los documentos que el consejero le dio.

A mi lado, Tormenta ya había terminado de dar a todas las mujeres de la sala de audiencias un guiño coqueto y estaba a punto de empezar de nuevo.

“…A pesar de vivir bajo tan trágicas y dolorosas circunstancias, los ciudadanos continúan protegiendo un profundo respeto por el rey así como a sus corazones patrióticos, ofreciendo pagar los impuestos completos. Por eso su gesto es muy noble, ¡tal autosacrificio! Tan noble autosacrificio debe ser recompensado respectivamente, Su Majestad. Por lo tanto aumentar los impuestos no es una acción necesaria, usted debería, en consideración del noble autosacrificio de los ciudadanos, reciprocar su buena voluntad; solo después, los principios de compasión de la Diosa de la Luz serán mantenidos.”

¡Estoy tan conmovido! Finalmente alcancé el punto principal —así es, ¡cortar los impuestos! Estúpido cerdo gordo, el campo de cosechas ya está tan pequeño y tú sigues aumentando otro estúpido impuesto. ¡¿Estás tratando de forzar a los ciudadanos a formar una revuelta en contra tuya?!

“¿Qué?” Dijo el rey de repente bien despierto y golpeó la mesa con una de sus manos regordetas mientras decía, “Si no aumentamos los impuestos, ¡¿de dónde vendrá el dinero para la expansión del palacio?!”

Nooooooo… ¡No me fuerces a hablar de nuevo! Pensé, agonizando.

“Su Majestad.” De una forma casual, Tormenta remarcó, “El 20% de la cosecha es el monto acordado en todos los reinos del continente. Si insiste en hacerlo a su manera y aumentar los impuestos, la Iglesia de la Diosa de la Luz no le proveerá ninguna forma de asistencia para cualquier situación problemática que se le presente en un futuro.”

¡Una amenaza simple y directa al punto! ¡Ya lo dijiste, Tormenta! ¡Te estoy taaan agradecido! Pensé. Sin embargo, en la superficie, todavía lo reprochaba con severidad, “Tormenta, ¿cómo puedes hablarle de esa manera a Su Majestad el rey? Esto va en contra de los principios de la Diosa de la Luz.”

Tormenta se encogió de hombros. Teóricamente, él debe seguir las órdenes dadas por mí, el líder de los Doce Caballeros Santos, así que ya no dijo nada más; pero lo que no se debió haber dicho ya fue dicho, así que quedarse callado no haría mucha diferencia.

Pero está bien, ya que como todo el continente sabe, la desobediencia a las reglas del Caballero Tormenta es parte de su predicha personalidad, así que nadie se ofendió por lo que dijo.

“Esto, ¡esto es una amenaza!” El rey exclamó temblando de furia.

“¡Oh! Su Majestad.” Me apresuré en explicar, “Por favor, no lo malentienda; la Diosa de la Luz jamás emplearía un método tan bajo como amenazar a alguien…”

…pero la Iglesia de la Diosa de la Luz sí lo haría.

“No obstante nosotros cargamos por dentro los sentimientos de pena y compasión, y simplemente no podemos soportar ver a la gente en tal extrema situación…”

¡Muérete, maldita bola de grasa! ¡No me beneficiaré en lo más mínimo si la gente escoge echar una revuelta en tu contra! Hay especialmente poca ganancia para la iglesia, la cual no gana mucho de los impuestos. ¡Pero todavía debemos mandar tropas para ayudarte a reprimir las revueltas! ¡Afronta los hechos y retrocede el aumento de los impuestos, o si no nosotros observaremos cómo te vuelven carne molida para relleno de empanadas, y luego ayudaremos al príncipe heredero a ascender al trono!

“Mmm… Príncipe heredero, el Papa me dijo la última vez que realmente lo admira. Me pregunto, ¿cuándo podré llamarlo ‘Mi Rey’?” Preguntó Tormenta descaradamente, indicando al príncipe heredero.

“Recibimos los buenos deseos del Papa con mucha gratitud.” Replicó el príncipe heredero con mucha cortesía.

¡Jajaja! ¡No está mal, Tormenta! ¡Otra simple pero efectiva amenaza hacia ese gordo rey cerdo!

En cuanto al rey, yo pensaba, Si no rectificas el aumento por reducción de impuestos, ¡entonces te forzaremos a dejar el trono! Después de todo no te atreves a ponerte en contra de tu competente hijo mayor.

La cara del rey estaba sin duda tan gris como la ceniza, y después de dudar por un largo tiempo, él finalmente hizo un débil movimiento con la mano y dijo, “Como la cosecha es pobre, podríamos retrasar la expansión del palacio y no aumentar los impuestos.”

¡Aleluya! Finalmente puedo retirarme de vuelta al Templo Sagrado. ¡Casi nadie en el templo me fuerza a hablar! ¡Finalmente puedo volver a ser un Caballero Sol callado!

“Sin embargo, Caballero Sol, como raramente vienes al palacio, deberíamos tener un banquete esta noche para aliviarte del cansancio de tus viajes. ¡Debes asegurarte de compartir unas rondas de bebida conmigo, o si no sería un insulto hacia mí!” Mientras hablaba, el rey sonreía malvadamente.

Después de oír eso, Tormenta me lanzó una mirada preocupada.

Como todo el continente sabe, el Caballero Sol ni siquiera toca una sola gota de vino. Una copa y su cara se volverá roja, dos copas y su cabeza le empezará a doler, y al terminar la tercera copa, él caerá inconsciente.

Di una débil sonrisa, la cual me hacía parecer preocupado pero naturalmente era solo una fachada para que el rey la viera. Después de haber sido amenazado dos veces seguidas, tengo que darle una pequeña victoria, o si no él probablemente crearía más problemas para la iglesia en el futuro y eso sería… malo.

“Sol[2]… hará lo mejor que pueda.” Respondí formalmente, ofreciendo una muestra de consentimiento a la voluntad del rey mientras me arrodillaba sobre una pierna con una falsa mirada de indefenso.

“¡Jajajaja! ¡Hombres! Apúrense y preparen un banquete, ¡y traigan el mejor y más fuerte vino que haya!”

Mientras el rey ordenaba detestablemente a sus sirvientes que hicieran las preparaciones, el príncipe heredero me dio una mirada de disculpa. Después de todo, fue él quien secretamente contactó con la Iglesia y nos pidió intervenir cuando se dio cuenta que no podía parar al rey de aumentar los impuestos.

Aunque Tormenta seguía guiñando a todas las damas presentes, ahora él también me tiraba miradas de preocupación de vez en cuando.

¿De qué hay que preocuparse? Déjenme decirles algo: ¡Soy un bebedor invencible!

Así es, yo, el Caballero Sol, quien supuestamente no puede tomar más de tres copas de vino, ¡soy actualmente el alcohólico más fuerte de la historia!

Recordé una situación pasada, cuando mi maestro me llevó a una cámara subterránea…

 “Hijo, tu lección de hoy es tomar vino.”

“¿Qué? Pero, maestro, ¿acaso el caballero Sol no tiene baja tolerancia al alcohol?”

“El Caballero Sol siempre perdona a otros, pero ¿realmente alguna vez has perdonado a alguien?”

“No todavía.”

“El Caballero Sol siempre porta una sonrisa, pero ¿cuántas veces realmente has sonreído desde el fondo de tu corazón?”

“Solo unas pocas veces…”

“El Caballero Sol es un orador benevolente, pero ¿eres realmente benevolente?”

“…”

“Hijo, si tú tienes poca tolerancia al alcohol, entonces ¿cómo te asegurarás de que, después de beber, todavía podrás mantener la imagen del Caballero Sol como alguien que se vuelve rojo con la primera copa, le da dolor de cabeza con la segunda, y cae inconsciente después de la tercera?

“Ya ves, la idea de que el Caballero Sol tiene baja tolerancia para tomar de hecho está basada en que el Caballero Sol no puede ser derrotado por la bebida.”

¡Este argumento puede sonar realmente razonable, pero también tan contradictorio!

“Bebe, hijo. Debes beber solo vino cada noche por el siguiente mes, hasta que puedas beber vino como si no fuera más que agua”

“…”

El año cuando tenía doce, me convertí en alguien que podía beber vino tan fácilmente como si fuera agua, un bebedor invencible, uno que no se desmayaría ni después de mil copas. Todo por el bien de mantener la imagen del Caballero Sol como alguien que no aguanta beber.

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De vuelta al presente, diez minutos en ese banquete con el rey forzando la bebida en mí, “perdí la conciencia” después del tercer vaso de vino.

¡Muy bien! Finalmente puedo volver a mi cuarto y dormir.

Aunque Tormenta realmente daba pena, por el bien de su imagen como el Caballero Tormenta, todavía estaba atendiendo el baile y guiñando a todas las mujeres. Con el número de damas de la nobleza presentes… no estará de vuelta a dormir hasta pasada la medianoche, cuando sus músculos faciales se hayan acalambrado por todo el tiempo que ha estado guiñando.

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[1] “Caballero Tormenta” es un título y un nombre. Cada caballero de los Doce Caballeros Santos adopta su título como su apellido, así que a veces verán en la historia que su título tambien es usado como nombre.

[2] Sol: Sol habla sobre él mismo en tercera persona porque en la antigua China, usar tu nombre y hablar de ti mismo en tercera persona es elegante y formal.

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Traducida al Ingles: Lealynn

Traducido al español: Blacklily

Revisado por: Lavi-sama

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