Autora: vgperson
Traducción: Xeniaxen
Traducción: Xeniaxen
Continuación del capítulo 4 > Código Izquierda
Después de eso, llamé a Rena para informarle de lo mismo. Luego... no llamé a nadie más.
Realmente no me sentía con ánimo para hablar con Meyer o Cooper de nuevo aún. Después de la última vez, sentía que el ambiente sería incómodo de alguna manera, y aunque no lo fuera... bueno, sentía que me habían dado una tarea fácil para empezar, quizá sin darse cuenta, y aunque había fracasado en cierto sentido, temía que los resultados rápidos pudieran elevar demasiado sus expectativas.
Por tanto, en realidad, era totalmente justificable que en lugar de volver inmediatamente a ellos, decidiera hacer algo de trabajo preparatorio para tener una mejor oportunidad de entregar resultados efectivos. Discutiblemente, lo del teléfono también entraba ahí. Pero ahora era el momento de hacer algo de papeleo.
El código fuente original de Ut0p1a se había perdido hace mucho tiempo. Nunca se preservó adecuadamente, así que se había perdido incluso cuando se subió la copia de seguridad original del sistema completo. Todo lo que teníamos era el código compilado, lo que significaba que cualquier cambio o adición tenía que hacerse de maneras extremadamente improvisadas.
Los intentos previos de restaurar Ut0p1a habían comenzado el largo y difícil proceso de decompilación, teóricamente permitiendo ediciones más limpias y menos restringidas del código una vez que se hubiera descifrado lo suficiente. Pero solo habían logrado hacer una pequeña mella en esa enorme tarea. Y, sinceramente, dado que era el código de otra persona (y los comentarios también lo eran), no entendía qué demonios significaba cada pieza de código en particular.
Aun así, tenía que intentarlo. Lina, Rena, Meyer, Cooper... algunos de ellos quizás no lo habían dicho explícitamente aún, pero sabía que todos contaban conmigo para hacer lo que ellos no habían podido y crear un mundo mejor para todos.
Se me ocurrió que era extraño sentirme así mientras analizaba lo que literalmente era el código que les permitía existir... Me preguntaba si alguien alguna vez entendería el milagro de su conciencia o, para ser más precisos, si alguien que hubiera hablado con alguno de ellos se atrevería a investigarlo.
Sin embargo, poco después de que comenzara, mi teléfono sonó. Guau, qué rápido. ¿Una emergencia ya? ¿Quién era?
Miré quién estaba llamando y no podía estar menos segura.
{}
—Hola, Cecilia.
—Hmm... —ella se tomó un momento—, ¿Lily? Eres... la compañera de cuarto de Lina, ¿verdad?
—Sí, la misma.
—Vale, menos mal —dijo con alivio—. Pensé que algún completo desconocido había conseguido este número de alguna manera y... eso sería señal de problemas mucho mayores. Pero, aun así, ¿por qué me llamas? ¿No estabas intentando evitar todo este asunto el otro día?
—Sí —confirmé—. Pero al intentar seguir con mi rutina y adaptarme al nuevo conocimiento sobre mi mundo... me di cuenta de algo.
—¿Qué? ¿Como que no deberías huir de ello o algo así?
Negué con la cabeza y me pregunté si, desde donde estaba, podría verme hacerlo.
—Más bien, que no puedo huir de ello. Estoy estudiando informática, ¿sabes? Y empiezo a preguntarme en qué se diferencia realmente del código fuente.
—Ahh —dijo con comprensión—. Sí, tiene sentido. A mí incluso me parece un poco loco pensar que existen ordenadores dentro de una simulación virtual...
—Siento algo similar desde el extremo opuesto —suspiré—. Me pregunto si los ordenadores tal y como los conocemos siquiera se parecen al tipo de sistema dentro del cual "funciona" nuestro mundo. Como mínimo, nuestros sistemas deben ser mucho, mucho menos potentes...
—Probablemente sea algo así —dijo—. Pero parece que mucho de Ut0p1a se modeló para que les resultara familiar a las personas que entraban, y estoy segura de que la informática no es una excepción. Por tanto, al menos los conceptos deberían ser los mismos.
Me sorprendió lo fácilmente que absorbí esa información: que no solo nuestro mundo había sido diseñado, sino que había sido diseñado para personas que no éramos nosotros. Supongo que tenía sentido que ellos tuvieran prioridad, pero no lo había conectado de esa manera hasta ahora.
—Tú dijiste que eras... —medité por un momento—, programadora, ¿verdad? Estoy segura de que tienes más experiencia que yo, si te atreves a trabajar con nuestro mundo. Así pues, si los conceptos básicos son los mismos... ¿tienes algún consejo para mis estudios?
—Uh... Guarda siempre copias de seguridad del código que escribas. Y deja buenos comentarios —se rió.
—Claro, eso ya lo sabía —resoplé—. ¿Qué tipo de tonto no lo sabría?
—Te sorprendería —escuché un poco de ruido por el teléfono—. Oye, por curiosidad, ¿dónde estás ahora? ¿En tu dormitorio?
—No —negué con la cabeza, menos segura esta vez de que Cecilia pudiera verlo—, estoy en una cafetería al aire libre a la que vengo a veces. Quería trabajar en mis deberes de informática lejos de Lina... y tener esta llamada contigo.
—Vaya, genial. Seguro que tienes buenas vistas.
—Sí —miré brevemente el atardecer—. ¿Y tú, Cecilia? ¿Estás... en algún lugar, verdad?
—Oh —hizo una pausa—. Ajá, solo en mi... sala de trabajo sin ventanas. Es un poco estrecha, tengo muchas cosas por el suelo. Pero al menos es lo suficientemente grande para meter el servidor que uso para conectarme, y, bueno... que es "Ut0p1a" en sí.
—¿Una sala de trabajo, dices? —eso despertó mi curiosidad—. ¿En qué más trabajas allí?
—¿Ahora mismo? En nada. Sois mi principal prioridad. Estaba trabajando en mi cola mecánica, pero, sinceramente, no se puede comparar con...
De repente, se detuvo. Miré el teléfono, pero vi que la llamada seguía en curso.
—¿Qué quieres decir con "cola mecánica"? —pregunté—. ¿No te gusta tu cola real?
—Sí... algo así —respondió Cecilia con nerviosismo—. Mi cuerpo Ut0p1an0... me gusta mucho. Hasta el punto de que desearía poder trabajar desde allí; aunque dudo que pueda llegar a hacer eso nunca.
—Te entiendo... —asentí—. Supongo que en tu mundo no hay código fuente, ¿verdad?
—¿Eh? N-No, que yo sepa...
—Entonces... supongo que tuve suerte —casi me sentí culpable imaginando lo difícil que debió de haber sido para Cecilia—. A mí no me gustaba cómo había sido inicializada. Sin embargo, con algo de ayuda de los demás, tuve la oportunidad de cambiar mi cuerpo, y desde entonces he sido mucho más feliz... Supongo que les debo una a los diseñadores de nuestro mundo.
—Oh... claro —parecía estar sumida en sus pensamientos—. Hm... Para que quede claro, he logrado dar algunos pasos en mi mundo. Las cosas podrían no ser tan simples aquí, pero si quieres, hay formas de hacerlo. No soy la única que ha tenido esas inquietudes.
—Ah —asentí con una sonrisa, sintiendo que ahora la comprendía en un nivel más personal—. De hecho, a pesar de los temores que tenía, me he dado cuenta de que no estoy tan sola; es bueno escuchar que ocurre lo mismo en tu mundo. Entonces, ¿qué haces, en lugar de editar el código fuente?
—Bueno, la medicina puede hacer cosas sorprendentes, y las prótesis han avanzado mucho... eh, pero probablemente no entiendas ninguna de esas cosas, ¿no? —hizo una pausa para pensar—. Oh, por supuesto, y la tecnología de enlace cerebral de Ut0p1a sugiere que muchas otras cosas podrían hacerse realidad.
—¿Hacerse realidad? —algo no me encajaba—. ¿No dijiste que Ut0p1a en sí se cerró hace décadas?
—Sí, pero toda la tecnología que se usó para crearlo estaba patentada —explicó Cecilia, con desdén en su voz—. Y por eso estoy aquí hoy, tratando de hacer ingeniería inversa de todo. (NT: La ingeniería inversa o retroingeniería es el proceso llevado a cabo con el objetivo de obtener información o un diseño a partir de un producto, con el fin de determinar cuáles son sus componentes y de qué manera interactúan entre sí y cuál fue el proceso de fabricación. Fuente: Wikipedia. Es como ponerte a hacer los planos de la casa una vez que esta ya está construida.)
—Te deseo suerte, entonces —volví a darme cuenta del portátil que tenía frente a mí y sonreí—. Sabes, Cecilia, estoy muy contenta de que hayamos tenido esta conversación. Me ha hecho sentir mucho más cómoda con todo esto. Tenemos mucho más en común de lo que hubiera imaginado.
—Je, je, sí... No pensé que simpatizaría tanto con una chica-gato virtual. Quiero decir, más allá de las novelas visuales —se rió.
—Y... dado que tenemos tanto en común, ¿puedo darte un consejo? —cerré los ojos—. No intentes aparentar ser lo que no eres. Solo sé tú misma con los demás. Te irá mucho mejor.
Cecilia terminó la llamada sin decir otra palabra.
⬆⬆
—No pensé que una también me llamaría tanto la atención —suspiré para mí misma, dejando el teléfono sobre la mesa.
Reanudé mi trabajo mientras dejaba que las cosas de las que habíamos hablado hirvieran en mi mente.
Es cierto, si todo se redujera a una simple lista de atributos, no habría mucho que impidiera convertirse en lo que cada uno quiera. Estaba más contenta con ese hecho que celosa, aunque me decía que el esfuerzo adicional requerido en nuestro mundo probablemente lo hacía sentir más valioso. Ofrecía una verdadera sensación de logro tomar control de tu propio destino.
De repente, me topé con una serie curiosa de comentarios que alguien había dejado en el código durante los proyectos de restauración anteriores.
En retrospectiva, era como si hubiera llegado allí subconscientemente, aunque no podía imaginar cómo.
"// [FF] Vulnerabilidad ENORME aquí. La entrada no está completamente saneada. Un posible vector estaría ejecutando arbitrariamente el código."
" // ^ Lo de arriba es un eufemismo. Es la función más rara que he visto. Quienquiera que la picara en su día le puso ganas para confundir a la gente y luego ni siquiera limpió adecuadamente la entrada. - Equipo de NuTopia"
"// ¿Quizás ese era el punto? :3c No lo cambiaré. ¡Hay que mantener la intención del desarrollador!"
Releí esos comentarios repetidamente. Luego revisé el código en cuestión. Después, imaginé en mi cabeza lo que había que hacer para utilizar el Exploit, y por ende, editar el código fuente, en Ut0p1a.
Fuera cual fuese la verdad detrás de esto, cada Ut0p1an0 le debía algo a este fragmento desordenado de código. Y, por extensión, yo también.
"// [CR] Totalmente de acuerdo con el anterior de la cara :3. No es un error, es una característica."
(NT: Quizá alguien por aquí sepa contárnoslo mejor, pero creo que [FF] y [CR] al principio de dos de los párrafos que citan partes del código de Ut0p1a son "estándares Unicode" (?). Y os preguntaréis, ¿qué es eso? Yo tampoco tengo ni idea. Se ve que se usa para indicar el fin de una línea de código y el inicio de la siguiente. O algo así. Más info: Wikipedia.)
₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁ ₀ ₁
Seguí trabajando en la documentación hasta bien entrada la noche. No quería que Meyer o Cooper pensaran que ya los había dejado de lado, así que quería estar lista para volver con ellos a primera hora de la mañana, preparada para lo que pudieran lanzarme.
Pero ese plan se vio alterado por otra llamada sorpresa.
Parecía venir de Ut0p1a, pero no reconocía el nombre esta vez, lo que me preocupó. Contesté:
—Eh, ¿hola...? ¿Quién es...?
—Lo siento mucho —dijo la persona al otro lado de la línea de inmediato—. No sé por qué marqué este número. Quiero decir, ya lo he hecho antes, pero nunca había llegado a nadie hasta ahora...
—Espera, ¿marcaste el "911" sin más? —me rasqué la cabeza—. ¿Tienes alguna emergencia?
—¡No, no te preocupes! Fue un error mío. Pensé que alguien había desaparecido, pero luego recordé que nunca estuvo aquí.
—Oh, eso suena preocupante —respondí nerviosa.
—Lo siento —la persona suspiró—, no me estoy explicando bien, ¿verdad? Es que me pasa mucho. A veces recuerdo cosas que no son verdad, pero solo tengo que anotarlas y aprender a reconocer cuándo se trata de eso.
—Cosas que no son verdad... —miré hacia abajo, reflexiva—. Como, por ejemplo, que el 911 es el número de emergencias.
—Sí, exactamente... De hecho, si no te importa que te pregunte, ¿quién eres? Los números de teléfono no suelen tener tres dígitos...
—Soy... digamos, una admin —respondí—. Y estaría interesada en ver tu problema, si no te importa. ¿Dónde estás?
—Ah... lo siento, pero es difícil de responder. Al menos, para mí. Creo que estoy como en un "universo paralelo de coordenadas" o algo así, pero no estoy muy seguro...
—Vale, sí, eso suena difícil de comprender —asentí, consciente de que yo era alguien que estaba fuera de su sistema de coordenadas por completo—. Pero, ¿el lugar en el que estás tiene un nombre?
—¡Sí! Se llama Indefinido.
—¿Con la "I" mayúscula...? —pregunté, confundida.
—Eh, sí. Es lo que dije, ¿no?
—Olvídalo. Que tengas una buena noche sin emergencias —le dije, y colgué.
Miré y miré, pero no había ningún lugar llamado "Indefinido" en ningún lugar visible. Lamenté no haber hecho más preguntas, aunque no lo suficiente como para soportar la incomodidad de volver a llamar, especialmente si ya se habían ido a dormir. ¿Tal vez había malinterpretado algo? O quizás era un lugar creado por los Ut0p1an0s después del cierre, y no estaba debidamente designado como un asentamiento.
O, tal vez estaba demasiado cansada para resolver esto ahora mismo... Me metí en el servidor, inicié sesión en Ut0p1a y me fui a dormir en mi habitación.
➡➡
—Chicas, ¿alguna vez habéis oído hablar de un lugar llamado Indefinido? —preguntó Cecilia.
Los tres nos miramos y luego volvimos la vista hacia Cecilia, asintiendo. Lina señaló hacia mí y Lily, aclarando:
—¡Principalmente, ellas!
—Uf, qué bien —Cecilia parecía aliviada—. No esperaba que lo supierais.
—Es una coincidencia bastante aleatoria que lo sepamos —comenté—. Pero, ¿por qué nos lo preguntas a nosotras antes que, no sé, a alguien como Meyer?
—Da igual —ella cruzó los brazos—. Entonces, ¿qué podéis contarme de Indefinido? ¿Dónde está?
—Muy, muy arriba —Lily levantó el brazo, señalando hacia arriba.
—¿Quieres decir, como... en el espacio? —Cecilia parpadeó, con los ojos bien abiertos.
—Eh, sí. En el espacio de coordenadas... es complicado, pero —sacudí la cabeza—. Hay mucho que explicar sobre Indefinido, así que... ¿quieres que te llevemos allí?
—Sí —asintió—. Recibí una llamada rara de allí anoche, así que quiero ir... Aunque ahora hay mucho más que me intriga. Por favor, llevadme.
—¿Está bien si la llevo? —me volví hacia las otras dos—. Creo que no me importa perderme una clase, y ya llevaba unos días dándole vueltas a hacerles una visita...
—¡Adelante, Rena! —me animó Lina.
—Eres la que tiene los permisos desbloqueados para editar la posición, al fin y al cabo —comentó Lily con una sonrisa burlona.
—Oh... es verdad. Lo siento —me volví hacia Cecilia—. Bueno, eh... ¡Vamos!
Tomé sus manos y nos teletransporté al borde del universo. Sin embargo, cuando saqué mi hoja con las direcciones exactas, noté que Cecilia tenía una expresión extraña.
—Oh, Cecilia, ¿te pasa algo? —pregunté—. No te preocupes, es perfectamente seguro estar aquí.
—Lo he notado, sí, lo cual en realidad me parece bastante extraño. Pero no es eso —respondió, sacudiendo la cabeza.
—¿Entonces qué es?
Ella miró hacia abajo pensativamente.
—Rena, eh... ¿qué tipo de personas viven en Indefinido?
—Bueno, no creo que se puedan encasillar en una categoría particular —respondí—. Si tienen algo en común, es simplemente el deseo de ser ellos mismos. Y todos los que he conocido allí han sido increíblemente amables.
—¿D-De verdad? —ella parecía extrañada por esa respuesta—. ¿No son elitistas ni nada por el estilo? ¿Aunque hayan abandonado el planeta por...?
—Oh, si tienes la impresión de que han "abandonado" el planeta, entonces entiendo tu confusión. No necesariamente lo odian o ya no quieren estar en él —miré hacia abajo con tristeza—. Por lo general, es el planeta el que los odia a ellos, o no los quiere allí.
—O-Oh... Vale, tiene sentido —Cecilia bajó la cabeza—. No es tan fácil viajar por el espacio en mi mundo, así que... es una situación que no había vivido nunca. Perdona por tener la idea equivocada —luego levantó la vista y sonrió—. Ahora estoy mucho más emocionada por ver cómo es, porque suena como el lugar ideal para mí.
Me reí, tomé su mano nuevamente y comencé a guiarnos hacia Indefinido. Hice todo lo posible por explicar lo que estaba haciendo, y ella parecía comprenderlo bastante rápido. Pronto, vimos el gran cubo blanco y el asentamiento por encima de nosotras.
—Oh, vaya. Es genial, la verdad —comentó Cecilia, impresionada.
—Tenía la sensación de que te podría gustar el cubo. Tiene el mismo tipo de encanto que tu extraño "avatar", pero no es para nada tan espeluznante —dije con una sonrisa.
—Dejaré pasar ese comentario dado que realmente me encanta el cubo.
Aterrizamos, y me dirigí directamente a la casa de Eda. Llamé a la puerta. Mona la abrió y nos miró pasmada.
—¡Edaaaaa! ¡Rena ha vuelto y ha traído a una amiga!
Cecilia miró a Mona con adoración, como era de esperar, pero cuando Eda se acercó, la miró con una expresión de asombro.
—¿Qué...? ¿Qué eres...? —se detuvo ahí—. Uh, lo siento. ¿Eda, verdad? Soy Cecilia Rhodes. Encantada de conoceros.
Eda me miró con curiosidad.
—¿Qué le pasa?
—Es... complicado. Es una historia muy larga. Deberíamos hablarlo mientras comemos —sugerí.
Cecilia parecía indiferente a esa idea, pero una vez que nos sentamos a comer, devoró la comida de Eda con avidez, impresionada por su delicioso sabor.
—Supongo que no le estaba dando suficiente crédito; la comida sigue siendo deliciosa —comentó con satisfacción después de habérselo terminado todo—. Qué movimiento tan genial, hacer que sea agradable comerla pero no necesaria...
—¿De qué estás hablando? —preguntó Mona, mirándola extrañada.
—Quiero decir, me di cuenta de cómo... eh... —se apresuró a explicarse—. El concepto de comida es... mm...
—¿Algo por lo que te sientes agradecida a nuestros creadores teóricos...? —completó Eda.
—Sí, más o menos eso —confirmó, aliviada por la ayuda.
Eda sacudió la cabeza.
—De todos modos, algo me dice que debería preguntarte a ti, Rena. ¿Qué te ha hecho traer a Cecilia aquí? ¿Quién es?
—Bueno, ella es... la mejor estudiante de mi clase de Código Fuente —empecé—. Por cierto, estoy aprendiendo Código Fuente ahora.
—Vaya, eso parece ser de hace una eternidad —interrumpió Cecilia—. Recuerdo que lo era, pero está un poco borroso... y siento que fui un poco grosera. Probablemente le deba una disculpa adecuada a Lina por eso.
—Descubrimos que tiene un talento un poco especial —la ignoré—, como del nivel de un admin. De hecho, ha comenzado a trabajar con algunos admins que conocemos en algunas cosas. Y cuando escuchó sobre Indefinido, se interesó y quiso verlo por sí misma.
—¿Qué tiene de especial? —preguntó Mona.
—Bueno... —miré a Cecilia, y ella se encogió de hombros. Vamos, ayúdame, esto es difícil...—. Se podría decir que... le da más credibilidad a lo que creía Eda —dije finalmente.
Eda miró a Cecilia con los ojos bien abiertos, y ella se encogió en respuesta, al darse cuenta de lo que estaba insinuando.
—Eh... Para que quede claro, yo no creé el mundo ni nada por el estilo. Solo soy una programadora cualquiera, así que todavía tengo que analizar todos los... —se detuvo al darse cuenta de lo que estaba diciendo.
—Bueno, sea como sea... me alegra que ambas estéis interesadas en mejorar el mundo como admins —concluyó Eda, sonriendo—. Y cualquiera es bienvenido en Indefinido, cuando quie...
—Oh. ¿Entonces quieres decir que vivimos en una simulación virtual? —interrumpió Mona, mirando directamente a Cecilia—. ¿Tú vives fuera de la simulación y estás comprobando el código y arreglando las cosas?
Cecilia quedó paralizada por la sorpresa.
—Eh...
—¿Eso es que sí? Sonó como un sí. ¿Y cómo es el mundo de fuera? ¿Todos los demás están muertos o se están muriendo? ¿Nosotros somos la última esperanza de la supervivencia?
—Mona, por favor, no bombardees a nuestra invitada con preguntas que quizás no quiera responder —Eda la reprendió nerviosamente—. Especialmente no con especulaciones salvajes...
—Sí... es como acabas de decir —Cecilia se apoyó de mala gana sobre su mano—. Tienes razón, no soy de este mundo. Pero tampoco tenéis que asumir lo peor, ¿de acuerdo? Estamos bien... más o menos.
—Sí, Mona, no seas desconsiderada —añadí—. Y piénsalo: si todo estuviera tan mal, Cecilia no estaría tan preocupada por nosotros, ¿verdad? Eso sería como negarse a pausar un videojuego mientras todo se inunda a tu alrededor... —me froté el cuello—. No quiero decir que nos veas así, Cecilia.
—¿De dónde has sacado esa analogía...? —preguntó Cecilia, sonando realmente curiosa en lugar de simplemente extrañada.
—Eh... no estoy muy segura —me rasqué la cabeza—. Supongo que es mi asociación predilecta de escenarios apocalípticos. Tuve un sueño aterrador sobre una inundación el otro día.
—Ah, ¿el que escribiste? —recordó Eda—. No eres la primera en mencionar pesadillas así, así que no diría que es un miedo tan inusual.
Cecilia nos miró.
—Espera, ¿tú lees su diario de sueños o algo así?
—Oh, no exactamente —saqué el cuaderno que Eda me había dado para escribir—. Me pasa esta... cosa, como algunos otros aquí, en la que a veces recuerdo cosas que no son exactamente ciertas. Eda sugirió que las escribiera, tanto para mi bien como para el de los demás, y realmente me ha ayudado.
—No me digas que... —Cecilia parpadeó—. Oye, ¿te importaría si le echo un vistazo?
Miré a Eda en busca de confirmación, y ella simplemente se encogió de hombros, así que respondí:
—Eso... me parece bien, supongo.
Le pasé el cuaderno a Cecilia, y ella lo leyó con gran interés. Cuando me lo devolvió, su expresión parecía distante, como si tuviera muchas cosas rondándole por la cabeza.
Pensándolo bien, dado lo que había comprendido sobre estos recuerdos... supongo que ella... ¿no?
—Gracias. Siento que, eh... te entiendo mucho más ahora, Rena. Es extraño —miró hacia abajo pensativamente, y luego alzó la vista—. Oh, sí, una pregunta. ¿En qué contexto escribiste "dragón" ahí? ¿Simplemente viste un dragón raro?
—Oh, era Vern, una de las residentes de aquí —respondió Eda—. Usó código fuente para convertirse en una nueva especie, a la que llama "dragón", aunque Rena y más gente la han encontrado extrañamente familiar.
—Espera, espera, ¿usó código fuente para...? —Cecilia sacudió la cabeza en asombro—. A: ¿Se puede hacer eso? B: ¿Los dragones no eran una especie básica ya? Son muy populares, así que... Tengo que investigar cómo añadirla correctamente...
—Eres rara de cojones, ¿eh, Cecilia? —comentó Mona alegremente—. ¡Encajarías perfectamente aquí!
—Sí —se rió en voz alta—, estoy empezando a darme cuenta de eso. Sin menospreciar a Predet... el planeta, pero eso es como para los mainstreams, me parece. (NT: La traducción de "mainstream" podría ser algo como "mayoritario", "convencional", "principal" o "dominante". Hace referencia corriente principal o tendencia mayoritaria al hablar de pensamientos, gustos o preferencias predominantes en un momento determinado en una sociedad. Más info: Wikipedia.) Es raro, pero los lugares poco convencionales como este me atraen más. Y apuesto a que muchos más en mi mundo estarían de acuerdo —se encogió de hombros—. No es que quiera arruinar lo que tenéis aquí. Solo me está dando algo de inspiración, eso es todo.
—¿Estás pensando en empezar tu propia comunidad allí abajo? Supongo que, si puedes hacer todo tipo de cosas con nosotros desde tu ordenador, no te sería difícil, ¿no? Tal vez eres una especie de "súper persona" también, como la hermanita...
—¿Qué es una "súper persona"? Eh... ¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Cecilia, confundida.
Mona cruzó los brazos.
—Pensaste que Eda era rara nada más verla, ¿no? No pienses que me he olvidado. No le gusta que entre en todos los detalles, así que no lo haré, pero es súper vieja y puede hacer cosas increíbles como nadie más... así que no hay mejor manera de describirla —inclinó la cabeza con curiosidad—. ¿Qué pensabas que era, chica del mundo real?
Después de una pausa pensativa, Cecilia se inclinó y le revolvió el cabello a Mona con una sonrisa.
—Qué más da lo que pensaba. Sí, es una súper persona, por supuesto.
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Continuará.
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