Interesante final el de hoy...
-Xeniaxen
Novela original en japonés por: 金斬児狐 (Kanekiru Kogitsune)
Re:Monster
Traducción: Xeniaxen
Traducción: Xeniaxen
Día 469
Primero se nos mostró como una bestia joya con forma felina. Además de la corpulencia y la dureza de las gemas que lo cubrían, era un enemigo fuerte, agresivo, veloz y ágil como cualquier animal carnívoro. No escupía fuego ni secretaba veneno, pero era físicamente excelente, sin mencionar que la [Maldición] que desataba continuamente era bastante problemática.
Cuando lo vencimos, se transformó en una bestia joya con forma de pájaro. Su estilo de ataque era básicamente revolotear a alta velocidad, disparar unas hojas delgadas y afiladas desde o desatar una poderosa [Maldición]. La cantidad de gemas que cubrían su cuerpo se redujo debido al daño que infligimos a su forma anterior. También era un poco más pequeño. Sin embargo, partía con ventaja gracias a su capacidad de volar. Fue un enemigo difícil, sobre todo para Minokichi.
Aun así, lo derrotamos. Luego comenzó a transformarse en una bestia joya distinta. Medía aproximadamente unos 10 metros, la mitad que al principio. Mantuvo sus alas, que ahora disparaban cuchillas con forma de pájaro, por lo que seguía volando. Tenía innumerables tentáculos en la espalda, extremidades y cuerpo, que podía estirar infinitamente. Obviamente, también llevaba consigo la [Maldición]. En esta etapa, todos nuestros [Talismán de la Maldición] y [Muñeco de Sacrificio] estaban agotados. Sabíamos que su [Maldición] era poderosa incluso contra los monstruos más fuertes, pero no conocíamos con exactitud cómo nos iba a afectar a nosotros. ¿Seríamos capaces de resistirla? ¿Hasta qué punto? Personalmente, espero que mi [Anulación de Estado Anormal] sea efectiva y que no me afecte, pero quién sabe.
Día 470
La forma final del antiguo guardián maldito del tesoro del rey Fauniligan era humanoide. Ahora me doy cuenta de que siguió el patrón de las estatuas situadas en las esquinas del altar, pero bueno.
Era un hombre de unos 5 metros de alto. Todo su cuerpo estaba hecho de gemas mágicas de distintos colores. Rojas en el brazo derecho, azules en el izquierdo, verdes en el torso, blancas en la pierna derecha y negras en la izquierda. En la cabeza tenía todos los colores mezclados. Y cada tipo tenía un efecto distinto. Las rojas llameaban, las azules congelaban, las verdes generaban unas raíces en su espalda que podía usar como tentáculos, las blancas parecían tener un poder curativo y en las negras estaba la [Maldición]. Estas últimas producían una especie de sombra caótica. Con esta forma era mucho más fuerte en comparación con las anteriores.
No era tan feroz como en su forma felina, ni podía volar como en su forma de pájaro, pero es como si tuviese todas las habilidades combinadas en este último cuerpo. Era claramente un luchador excelente y muy inteligente. Se anticipaba a nuestros movimientos sin apenas esforzarse. Usaba estratégicamente las distintas habilidades de cada parte de su cuerpo, mientras propagaba [Maldición] a su alrededor.
Hasta entonces, todavía no había logrado lanzarme la [Maldición]. No sé si gracias a mi [Anulación de Estado Anormal] o por el hecho de que soy un [Demonio]. Sin embargo, mis tres compañeros no tuvieron la misma suerte. Unas marcas aparecieron en sus cuerpos y perdieron su agilidad habitual.
Kanami tenía [Parpadeo], que le impedía ver bien por momentos, [Fuga de Poder Mágico], que drenaba su magia, y [Dolor Chirriante], que le causaba un dolor intenso con solo moverse.
Minokichi tenía [Fragilidad] y [Resistencia Colapsada], lo que menguó su fuerza física, [Mente Nublada], que redujo su capacidad de pensar, y [Viento Cortante], que le causaba daño cada vez que le rozaba una mota de polvo.
Asue tenía [Respiración Alterada], que le dificultaba respirar, [Miedo] y [Movimientos Involuntarios], que le impidieron moverse a su voluntad.
Si a tres de los demonios más fuertes que conozco puede sucederles todo eso, no me imagino lo atroz que será la [Maldición] que sufren otras personas. Es un ataque de estado anormal realmente poderoso. Supongo que se requieren artículos o habilidades especiales para disiparlo. Una [Maldición] acaba sanando con el tiempo si es débil, pero estas pertenecen al gran Fauniligan, por lo que cabe la posibilidad de que sean incurables de forma natural. Tienen un efecto importante en la persona que las recibe, hasta el punto de dejarles fuera de combate. Ya no podía contar con el apoyo de mis amigos, por lo que debía extremar las precauciones.
Lamento no habernos traído a Seiji, que probablemente habría podido curarlos.
Pensando en darles justicia a mis compañeros, logré cortarle las extremidades a Fauniligan. Lo agarré del cuello y perforé la gema que tenía en el centro del torso, la original que había emergido del altar.
En su último aliento, aprovechó para lanzarme una [Maldición]. No me aparté. Ese chorro negro, nauseabundo y lleno de rencor, no me hizo nada. Solo noté una ligera ventisca. Desconozco por qué, pero no me afectó.
Jefe de incursión "Fauniligan" eliminado con éxito
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Se han desbloqueado las siguientes condiciones:
Se han desbloqueado las siguientes condiciones:
- DERROTA MINORITARIA
- RETIRADA EVITADA
- MALDICIÓN ANULADA
- RETIRADA EVITADA
- MALDICIÓN ANULADA
Has obtenido la habilidad especial [Activar Maldición] como bonificación por el logro.
Has obtenido [Tesoro Perdido de la Herencia] como recompensa por completarlo por primera vez.
Por ser una [Figura Clave del Salmo Divino Perdido], gozarás de una porción del poder divino del [Dios de la Herencia]. Pero como ya tienes la bendición de un [Gran Dios], la cualidad del poder divino que recibes es inferior. El poder divino no obtenido debido a esta norma se ha convertido en un objeto.
¡¡¡Has obtenido [Perla Maldita del Dios de la Herencia – World Relicadora]!!!
Sea lo que sea, después de burlar ese último ataque desesperado, es una buena recompensa. Aparte de eso, recogimos todos sus restos, eran gemas que parecían valiosas. Lo metí todo en mi inventario sin separar los restos de rocas. Como luego se me ordenó automáticamente, pude clasificar las gemas y quedarme solo con lo importante. Ahora poseo todas las piedras preciosas que componían el cuerpo de Fauniligan, incluso la central. Esta la guardé dentro de un frasco con agua de manantial que ya tenía preparado.
Kanami, Minokichi y Asue le dieron un trago. Al principio notaron un dolor intenso, pero sus estados negativos se disiparon.
Entonces me pareció oír a alguien diciendo: “Jojojo, no puede ser”. Pensaba que estábamos solos. Me entró un escalofrío.
Guardé rápidamente el frasco con la gema en mi inventario y me di la vuelta, apuntando con mi lanza hacia la voz. Era un payaso. Tenía el pelo rizado multicolor y el rostro pintado de blanco. Los ojos, la nariz y la boca pintados de rojo y una lágrima de color azul en cada mejilla. Vestía de forma muy llamativa y medía unos 3 metros. Su cuerpo era voluminoso. Lo que es un payaso de toda la vida, vaya.
Se puso a hacer malabares con unas veinte pelotas y clavas, sentado sobre una gran pelota, puesta encima de un monociclo.
Mientras lo miraba, recordé que mis informadores me habían hablado de algo así.
Me comí al Milagrum vivito y coleando, ahora acababa de derrotar a Fauniligan. Y tenía frente a mí un ser equivalente a ellos, el antiguo payaso real olvidado Jester Clown. (NT: Un jester es un bufón en inglés.) Es decir, el tercer jefe de incursión creado por el [Dios del Olvido].
Él no debería estar aquí y fue un error no atacarle de primeras. Las pelotas y clavas con los que hacía malabares dibujaron un círculo que se iluminó de repente. Era una luz con un gran [Poder Divino]. Se abalanzó sobre nosotros, envolviéndonos en una cantidad indescriptible de poder. El torrente de luz nos cegó por un instante. No sentimos dolor. Mi [Intuición] me decía que esa luz no nos causaría lesiones que pudieran poner en peligro nuestra vida. Sin embargo, sentí como que algo fatal se desprendió de mi cuerpo. Algo importante, vital, algo que más vale conservar.
No estoy muerto. Pero creo que mi situación actual es crítica.
Comprobé que mi brazo de plata estaba en su sitio, aunque tenía múltiples fisuras. Tenía la figura de ese payaso diabólico, el que me había hecho esto, grabada en mi mente. La próxima vez que lo vea, lo mataré y me lo comeré.
Y perdí el conocimiento.
Has obtenido [Tesoro Perdido de la Herencia] como recompensa por completarlo por primera vez.
Por ser una [Figura Clave del Salmo Divino Perdido], gozarás de una porción del poder divino del [Dios de la Herencia]. Pero como ya tienes la bendición de un [Gran Dios], la cualidad del poder divino que recibes es inferior. El poder divino no obtenido debido a esta norma se ha convertido en un objeto.
¡¡¡Has obtenido [Perla Maldita del Dios de la Herencia – World Relicadora]!!!
Sea lo que sea, después de burlar ese último ataque desesperado, es una buena recompensa. Aparte de eso, recogimos todos sus restos, eran gemas que parecían valiosas. Lo metí todo en mi inventario sin separar los restos de rocas. Como luego se me ordenó automáticamente, pude clasificar las gemas y quedarme solo con lo importante. Ahora poseo todas las piedras preciosas que componían el cuerpo de Fauniligan, incluso la central. Esta la guardé dentro de un frasco con agua de manantial que ya tenía preparado.
Kanami, Minokichi y Asue le dieron un trago. Al principio notaron un dolor intenso, pero sus estados negativos se disiparon.
Entonces me pareció oír a alguien diciendo: “Jojojo, no puede ser”. Pensaba que estábamos solos. Me entró un escalofrío.
Guardé rápidamente el frasco con la gema en mi inventario y me di la vuelta, apuntando con mi lanza hacia la voz. Era un payaso. Tenía el pelo rizado multicolor y el rostro pintado de blanco. Los ojos, la nariz y la boca pintados de rojo y una lágrima de color azul en cada mejilla. Vestía de forma muy llamativa y medía unos 3 metros. Su cuerpo era voluminoso. Lo que es un payaso de toda la vida, vaya.
Se puso a hacer malabares con unas veinte pelotas y clavas, sentado sobre una gran pelota, puesta encima de un monociclo.
Mientras lo miraba, recordé que mis informadores me habían hablado de algo así.
Me comí al Milagrum vivito y coleando, ahora acababa de derrotar a Fauniligan. Y tenía frente a mí un ser equivalente a ellos, el antiguo payaso real olvidado Jester Clown. (NT: Un jester es un bufón en inglés.) Es decir, el tercer jefe de incursión creado por el [Dios del Olvido].
Él no debería estar aquí y fue un error no atacarle de primeras. Las pelotas y clavas con los que hacía malabares dibujaron un círculo que se iluminó de repente. Era una luz con un gran [Poder Divino]. Se abalanzó sobre nosotros, envolviéndonos en una cantidad indescriptible de poder. El torrente de luz nos cegó por un instante. No sentimos dolor. Mi [Intuición] me decía que esa luz no nos causaría lesiones que pudieran poner en peligro nuestra vida. Sin embargo, sentí como que algo fatal se desprendió de mi cuerpo. Algo importante, vital, algo que más vale conservar.
No estoy muerto. Pero creo que mi situación actual es crítica.
Comprobé que mi brazo de plata estaba en su sitio, aunque tenía múltiples fisuras. Tenía la figura de ese payaso diabólico, el que me había hecho esto, grabada en mi mente. La próxima vez que lo vea, lo mataré y me lo comeré.
Y perdí el conocimiento.
Gracias
ResponderBorrarMe gusta demasiado Re:monster
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