The Finite - Capítulo 5: Ian Rajof

Gracias a todos por seguir leyendo.

-MEG V

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Novela original en coreano por: currygom (카레곰)

-The Finite-

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~¡drrriiiiing!

El ruido inundó la pequeña habitación. En un rincón oscuro de la habitación, Ian, todavía cubierta por la sábana, se despertó palpando a su alrededor. Luego apagó el despertador presionándolo bruscamente, después su mano se volvió a esconder bajo el edredón. Al principio, no se oyeron quejas.

“Ugh...”

Ian no quería quedarse durmiendo hasta tarde. Mientras intentaba levantarse, soltó un gemido doloroso. Ayer estuvo tanto tiempo nadando bajo la lluvia, y luego tuvo que quedarse sentada de rodillas durante horas por culpa de ese half, de modo que ahora su cuerpo le dolía por todos lados. Al ser una quarter, sus habilidades físicas eran ligeramente mejores que las de un humano normal, pero unas actividades tan extenuantes consumían igualmente su resistencia. Como mucho, ella estaba un poco por debajo del nivel promedio de un quarter. Hubiera sido una luchadora penosa.

"Trabajo de medio tiempo... no debo faltar...”
Ian murmuró eso con la voz ronca, le pesaban párpados.

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The Finite - Capítulo 5: Ian Rajof

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“...”

Ian se sentó de rodillas en el suelo, sujetando el despertador con ambas manos, y con una expresión de incredulidad en su rostro.

“¡Cómo he podido dormir durante todo el día! ¡Incluso me tomé varios días libres por el examen de magia!”

Aunque se apresurara en ir a la tienda, quedarían menos de 3 horas de trabajo cuando llegara. Pero, de algún modo, pensando en el trabajo, Ian se levantó rápidamente. A pesar de que le dolía todo el cuerpo, no quiso holgazanear en su trabajo de medio tiempo.

“Hoy es el día del Cielo^[1]... ¿fue esta la ropa que me puse la semana pasada, por el día del Cielo?”

Ian volvió a poner la ropa en el respaldo de la silla y se encontró varias prendas más en el colgador. Algunos clientes solían venir el mismo día cada semana, así que, aunque Ian también llevase otra ropa, desde el punto de vista de los clientes, siempre llevaba el mismo atuendo. Algunos la criticaban, pero otros no. El encargado ya le había advertido de esto a raíz de ese problema. Aunque tuviera pocas prendas de ropa, trataba de hacerles ver a los clientes que tenía una gran variedad.

Sin embargo, ya era demasiado tarde para preocuparse por eso entonces. Ian cogió una camiseta negra de manga corta y unos pantalones marrones, luego se miró en el espejo mientras se recogía el pelo, antes de apresurarse a salir por la puerta principal. Aparte de la habitación pequeña, solo tenía una cocina y un baño, aunque había un gran jardín afuera. En el jardín, tres grandes árboles cubrían el cielo, y la luz del sol se filtraba a través de las ramas mojadas por el rocío. La gente que se paraba a contemplarlo lo encontraba precioso, pero Ian no se podía permitir hacerlo en ese momento.

“No veo lluvia.”

Ian buscó un impermeable en la entrada, en esta había unos cuantos amontonados, por lo que cogió uno con bolsillo y luego siguió su camino esquivando los charcos de agua en lo que cruzaba el jardín. Alrededor del jardín, los edificios tenían puertas similares a la de Ian, y las ramas golpeaban contra una. La puerta se abrió, y una mujer mayor salió afuera, preguntando “¿Qué pasa?” al ver la figura de Ian alejarse, esta murmuró mientras volvía adentro.

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Distrito Comercial Mágico de Mistyshore. Había todo tipo de proveedores de magia alineados, así como una tienda no mágica que vendía bebidas para llevar. Eso era solo un negocio secundario comparado con la gran tienda mágica que tenía el jefe, pero gracias a la chica del mostrador, la tienda funcionaba bastante bien. La chica guapa tenía una personalidad amistosa y una sonrisa alentadora. A veces, algunos clientes le tiraban piropos a la chica, pero solo se iban decepcionados cuando se daban cuenta de que ella era una quarter cuya edad real se aproximaba a los treinta. Aun así, seguían volviendo a la tienda para ver la sonrisa de la chica.

Sin embargo, a pesar de su popularidad, había quienes la odiaban. Aunque no fuese su culpa, muchos la veían como una pecadora.

“¿Sabías que… hasta hace 8 años ella vivía fuera de la ciudad?”

“¿Cómo dices?”

“Nunca lo habría dicho si no me lo hubieras contado.”

Como algunos clientes venían a sentarse en las mesas, la chica del mostrador podía escuchar su sonoro chismorreo. Pero incluso en esa situación, ella solo les respondía con una sonrisa.

“Ian. Ian... ¡¡¡Ian!!!”

Al escuchar que la llamaban gritándole a la oreja, la mano que sostenía la mandíbula de Ian cedió, dejando que se estampara contra el mostrador.

“Ah, sí, ¿qué tal está, Jefe-nim^[2]?”

Acto reflejo, Ian recibió al jefe con una sonrisa, pero por su cara podía saber que él no estaba de buen humor. No estaba solo enfadado, se podía ver el desprecio en sus ojos.
Sin embargo, Ian ya estaba familiarizada con ese tipo de miradas, así que conocía la mejor respuesta posible.

“Lo siento.”

Ya había escuchado la reprimenda del jefe al poco tiempo de llegar, y ya se había disculpado más de diez veces, pero Ian le volvió a pedir disculpas al jefe. Mientras el jefe se preparaba para empezar su larga bronca, refunfuñó, se aclaró la garganta y empezó.

“He hecho la vista gorda con el hecho de que hayas llegado tarde porque no había muchos clientes debido a la temporada de lluvias. Pero como si llegar tarde fuera poco, te he encontrado durmiendo en el mostrador."

“Lo siento. Nunca volveré a echar una cabezada.”

Los otros empleados se habrían excusado en el caso de estar demasiado cansados o adoloridos, pero Ian no se excusó ante el jefe. El jefe volvió a la tienda mágica con una sonrisa aparentemente satisfactoria.

Para evitar quedarse dormida, Ian dejó el mostrador y se fue a la ventana. Una llovizna estaba cayendo en la calle, y la lluvia hacía que la gente estuviera bastante de mal humor. Durante la temporada de lluvias de Mistyshore, había tanto días soleados como días lluviosos, pero para Ian esa cantidad de lluvia estaba bien.

“Es romántico.”

Mientras Ian sonreía al admirar el escenario de afuera, de repente se acordó del half del otro día. Él tenía los ojos caídos. Las gotas de lluvia caían por su oscuro pelo rizado marrón y tenía cuatro cuernos rojos.

“Puesto que tenía cuernos, probablemente perteneciera al clan de los Kinnara, o al clan de los Asura, o..."

Pensó por un momento, luego sacudió la cabeza.

"No será del clan de los Dragones.”

Como solo había un puñado de halfs Dragones, a diferencia de los halfs de otras especies, sus nombres y apariencias estaban documentadas. Y mientras Ian buscaba libros del clan de los Dragones, no le fue difícil dar con información sobre los halfs Dragones.

“Actualmente, el half Dragón más joven, del planeta Taitalika, tiene 150 años. El half de ayer parecía ser más o menos de mi edad, así que su edad actual sería de 60 años. Pues, es poco probable que sea un half Dragón.”

Sin embargo, si era de otra especie, entonces su respuesta no tenía explicación cuando ella dijo que derrotaría a Taksaka. ¿Por qué iba a enfadarse si no pertenecía al clan de los Dragones? ¿Era un half Dragón inédito?

“Bueno, da igual. Probablemente nunca me vuelva a encontrar otra vez con ese half.”

Cuando Ian se giró de cara al mostrador, tilííín, el sonido hizo que se girara de cara a la entrada otra vez.

“¡Bienvenido!”

El cliente respondió a la bienvenida de Ian con un ligero movimiento de cabeza. Llevaba puesto un vestido de color blanco puro, y tenía un pelo de color verde oliva que le llegaba hasta la cintura. Aunque el flequillo le tapara los ojos, era obviamente una belleza considerable. Siendo tan alta y bella, emanaba una atmósfera única que iba a ser difícil de olvidar, e Ian no recordaba haber visto nunca a alguien como ella.

“¿Es una maga de otra ciudad?”

“Una maga... Sí, algo así.”

La dama sonrió e inclinó la cintura hasta estar al mismo nivel visual que Ian. Al ondearle el largo flequillo, le brillaron los ojos por un solo instante, y entonces se le volvieron a esconder. ¿Dorados? ¿plateados? ¿rojos?, no, ¿azules? Fue un breve momento, pero Ian estaba segura de haberlos visto, aunque ni siquiera podía reconocer los colores de sus ojos.

Esto hizo que Ian se estremeciera, sin embargo, la risa de la dama hizo que reaccionara de nuevo y fuera rápidamente al mostrador.

“Lo siento. No tengo la cabeza bien despejada hoy. ¿Qué le gustaría tomar?”

La dama se acercó despacio al menú del mostrador, y pidió leche caliente. De algún modo, esa fue una elección diferente a lo que Ian se esperaba. Ian pensó involuntariamente «‘Esta señorita es bastante linda’» mientras preparaba la leche. Mientras lo hacía, la dama la observaba a ella apoyando su barbilla en una mano en el mostrador.

“Ian, ¿no?”

“¿Sí?”

Como había clientes que venían expresamente a ver a Ian, no le sorprendió que una clienta que era la primera vez que veía la llamara por su nombre.

“¿Estás casada?”

“Emm...”

Esa pregunta fue inesperada. A Ian le temblaron las manos, causando que la leche se derramara. La dama le dio un paño a Ian, lo que hizo que Ian sonriera y se lo agradeciera antes de proceder a limpiar la leche.

“Todavía soy joven. Aunque casi roce los treinta, al ser una quarter, mi cuerpo es aún el de una adolescente. Aunque muchos quarters ya estén casados a mi edad, yo todavía no lo tengo planeado.”

“Entonces, ¿tienes novio?”

“No.”

“¿Saldrías con hombres grandes?”

“Depende de la persona.”

“¿En serio? ¿Incluso con un gigante de 2 metros?”

“No me importa, pero...”

Si el cliente hubiera sido un hombre, lo habría rechazado, pero sentía como que esa dama estaba intentando presentarle a alguien. No obstante, Ian estaba ocupada estudiando y trabajando a tiempo parcial, así que no tenía tiempo para gastarlo en un romance. Tendría que rechazarla.

“Su leche caliente.”

“¡Ah!”

La dama se apresuró en cogerle la taza de leche caliente a Ian.

“Aquí tiene. Serán 60 rarvs, por favor.”

La dama la miró pesarosa al entregarle a Ian una moneda de oro.

“No tengo cambio, ¿así está bien?”

“¡Por supuesto!”

Ian no pareció ofenderse para nada y sonrió ampliamente aceptando la moneda de oro, antes de devolver tal gran cantidad de cambio. La gigante diferencia entre los ricos y los pobres en la ciudad no es cosa nueva. Mientras que los rarvs eran las divisas básicas para los plebeyos, las monedas de plata eran las divisas más pequeñas para los magos, y los más ricos ni siquiera usaban las monedas de plata, solo las de oro. Por ello, había muchas otras personas aparte de esa dama que pagaban una bebida con una moneda de oro.

“Aquí tiene, esto hace 9 monedas de plata y 40 rarvs… ¿eh?”

Mientras Ian contaba el cambio, alzó la mirada, y solo encontró que la dama se había ido, dejándola sola en la tienda.

“...”

Esta no era la primera vez que un cliente se iba sin el cambio. Aunque Ian no sabía por qué, tenía un vago sentimiento de incomodidad mientras sostenía distraídamente el cambio en una mano. Solo después de eso, cuando otros clientes entraron, y el tintineo de la campana acompañó a la puerta abriéndose, Ian se dio cuenta de su incomodidad y sintió un escalofrío.


Continuará...

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Notas:

[1] Cada mes, día y hora en Kubera corresponden a un atributo que esta sujeto a un dios regente, para más información vea el Calendario en Kubera Wiki.

[2] Sufijo de altísimo grado de respeto sin una traducción exacta en español.

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Traducción Coreano-Inglés: Mizura 
Traducción Inglés-Español: Xeniaxen
Corrección: MEG V
Edición: MEG V

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