2da Movida: “Hazte de un Increíble Corcel”

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Novela original en chino por: 御我 (Yu Wo)

⸶La Leyenda del Caballero Sol⸷
Libro 4: Matar a un Dragón

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Segunda Movida para Matar a un Dragón:

“Hazte de un Increíble Corcel”

Según Archie, las puertas de la ciudad habían sido fuertemente selladas tras el escape del unicornio, dejando solamente abierta una pequeña puerta para que la gente entrara y saliera de la ciudad, así que sabíamos con certeza que el unicornio seguía en la cuidad. Pero, todavía era un misterio por qué aún no había sido descubierto; estando atrapado en la ciudad y sin escape.

Rápidamente nos preparamos para nuestra primera misión como un equipo, pues entre más tiempo pasara, mayores serían las probabilidades de que eventos inesperados sucedieran; como que el unicornio escapara o que fuera capturado por alguien más o que lo sacaran furtivamente de la ciudad. Y fue precisamente por ello que el Campamento de Aventureros anunció una recompensa de quinientas monedas de oro por la captura de la bestia. Teniendo como única condición que el unicornio fuera capturado vivo y preferentemente sin heridas graves.

Comencé a leer cuidadosamente la información previamente obtenida por Archie, y al final solo pude llegar a la misma conclusión: lo primero que había que hacer era buscar al unicornio y capturarlo antes que nadie.

¡Cada minuto es crucial!

“¿Dónde están mis cosas?” Pregunté de inmediato a mis nuevos compañeros.

Ante eso, Sybil y Yuna se miraron por un momento antes de que la primera sacara una insignia, a regañadientes. La miró con nostalgia por unos segundos antes de entregármela.

Miré la insignia en la palma de mi mano. Cabía perfectamente en mi mano y estaba hecha de alguna especie de metal, pero podía sentir una poderosa aura oscura emanando de ella. Batallé un poco en discernir los elementos de metal en medio de todo ese elemento oscuro y luego en descifrar su forma.

La insignia no era plana, tenía gravada en relieve la escultura de una imponente… criatura.

No recordaba de qué criatura se trataba, así que probablemente no la encuentre muy seguido, pero la insignia en si me parecía bastante familiar, así que debe ser mía.

Después de eso, esperé por otro momento pero no parecía que me entregaran nada más. “¿Eso es todo?” Pregunté sorprendido. “¿Ni siquiera una espada? ¿Qué hay de mi ropa?”

Aunque llevaba puesto un atuendo – una camisa blanca ordinaria y unos pantalones cafés – mi intuición me decía que no eran míos. Tenía que recuperar mi ropa original – ¡no eran cosas baratas!

“Eres un sacerdote, y los sacerdotes solo usan báculos, jamás espadas.” Explicó Yuna. “Y de tu ropa no se pudo salvar nada. Cuando te encontramos en el bosque, tus alrededores estaban completamente quemados. Tú mismo parecías haber sido quemado vivo; tu ropa se quemó tanto que era negra y se deshacía y tu báculo… lo siento, pero creo que se volvió cenizas en el fuego.”

Se volvió cenizas ¿ah?… ¿cómo es que no me siento ni un poquito mal sobre eso?

Esto no está bien. Mi báculo debería ser algo muy importante para mí, ¿verdad? Sin embargo, no me siento triste ni nada. O quizá, ¿era algo que no podía ser destruido por una simple llama?

Ah, olvidemos eso.

“¿En verdad ya no hay nada más?” Insistí un poco más.

Ambas chicas negaron con la cabeza.

Ya veo… Inconscientemente toqué mi pecho. Se sentía como que algo faltaba… ¡Argh! ¡Olvídenlo!

“¡Bien! Ahora lo primero que hay que hacer es conseguir una virg-”

“¿En verdad secuestrarás a una virgen?” Igor exclamó sorprendido. Lanzó una mirada de traición a Yuna antes de indicar, “Y no es como que puedas saber si alguien es virgen o no con solo verla, así que ¿cómo conseguirás una?”

“Pues tan solo debo conseguir a una niñita, ¿no?” Le respondí casualmente. “Además, la liberaremos una vez que capturemos al unicornio, ¡dah!”

“¿Tomar a una niña pequeña? No sé…” Murmuró Woodrow, tratando de conservar su moral.

“¡No podemos hacer eso! ¡Me rehúso absolutamente!” Gritó Yuna, mirándome furiosamente. “No puedes hacer eso, o te arrepentirás por el resto de tu vida. Recuerda que eres un sacerdote de la Iglesia de la Diosa de la Luz. Todo el mundo sabe que los sacerdotes de la Iglesia de la Diosa de la Luz son las personas más honestas y amables. Si secuestras a una niña ahora, cuando recuperes tus memorias, ¡te arrepentirás por el resto de tu vida!”

¿Arrepentirme por el resto de mi vida? Y-yo ¿en realidad soy una persona tan buena y amable?

“¿Qué les molesta tanto?” Dijo Archie. “No tenemos por qué secuestrar a nadie, ¡podemos pagarle!”

Archie asintió con la cabeza en falsa solemnidad antes de continuar, “Tan solo tendríamos que conseguir a una chica de una familia pobre y ofrecer pagarle diez monedas de cobre por un día con ella. Pero tendríamos que conseguir a una muy joven, ‘que si no, podría ya no ser una virgen. Así es la vida, a una chica de una familia pobre, por diez monedas de cobre al día, se le puede pedir que haga lo que sea… jejeje…”

“¡Archie!” Yuna lo regañó.

Archie se mantuvo en silencio y tan solo se encogió de hombros.

Yo me había callado mientras Archie hablaba. Al escucharlo decir eso tuve una sensación desagradable en mi pecho… Tal vez Yuna sí tenía razón, y yo en realidad no soy un tipo malo. Si en realidad fuese a secuestrar a una niñita, ¡puede que de verdad me arrepienta por el resto de mi vida! Pero contratarla sería un asunto diferente.

No tener que secuestrar niñas pequeñas, ser capaz de llevar a cabo mi misión mientras mi conciencia está limpia, y además satisfacer mi amor por el dinero; ¡Qué solución más perfecta! ¡Ah, tengo mucho que aprender de Archie!

Mientras lo pensaba, sonreía hacia dicho ladrón. Pero por alguna razón él me contestó con una mirada pervertida.

“Ya sé, ya sé. Te daré el honor de contratar a la chica.” Sacudía la cabeza mientras me lanzaba una exageradamente exasperada mirada antes de giñarme en complicidad. “¿Ves lo bien que te trato ‘mano?” Luego continuó en voz baja. “Así que asegúrate de darme tratamiento especial a la hora de curarme, ¿‘kay?”

…Pensándolo bien, tal vez no debería aprender nada de él después de todo.

“¡De ninguna manera!” Yuna refutó de inmediato “Sybil y yo seremos las que contraten a la chica.”

“Bien, ¡entonces ya está!”

Woodrow accedió de inmediato antes de asignarnos tareas a cada uno. “Yuna y Sybil contratarán a la chica; Archie, tú seguirás reuniendo información, por si acaso. Yo trataré de preparar el equipo que necesitaremos para capturar al unicornio, e Igor, tú y Creus investigarán los alrededores en busca de pistas del paradero del unicornio.”

Miré a Igor y dije educadamente, “Estaré contando con usted.”

“¡No te apures, hermano!” Dijo Igor mientras me palmeaba el hombro. “¡Pero recogeremos mi espada y armadura, antes de tomarnos un trago o dos!”

“¿Qué?” Parpadeé con incertidumbre antes de preguntar, “¿Pero y la búsqueda…?”

Voltee para mirar a los otros miembros del equipo, pero ellos ya se retiraban a cumplir sus respectivas tareas.

“Investigaremos los alrededores en el camino.” Dijo Igor casualmente, “Además, ¡qué mejor lugar que un bar para enterarse de la noticias!”

Parpadeé ante su respuesta antes de voltear a ver a Woodrow. Woodrow se dio vuelta y me sonrió mientras explicaba, “No te preocupes. Buscar pistas no es parte de las responsabilidades de un guerrero. Tan solo le estoy pidiendo que mantenga los oídos atentos. Además buscar pistas tampoco es trabajo del sacerdote. Así que te dejaré ir con él por un trago y algo de comer. Has dormido por tanto tiempo, que aunque te hemos estado dando agua endulzada, seguro tienes hambre ¿no?”

«El sacerdote debe quedarse atrás en situaciones como esta» Recordé. ¿Será esto parte de mi “conocimiento general”?

“¡Vámonos! Creus, tu vienes conmigo por un trago…” Igor pausó y me miró dudoso. “¿Pero estarás bien? Tan solo será un vaso. Pero no pareces alguien que pueda con la bebida.”

Woodrow – que acababa de salir de la casa – asomó su cabeza dentro y advirtió, “Igor, si no puede beber será mejor que no lo obligues. Un poco de alcohol está bien, pero si cualquiera se pone ebrio, ya conoces las reglas…”

“Lo sé… qué aguafiestas,” Murmuró Igor.

¡Alcohol!

En el momento que escuche la palabra “alcohol” no pude evitar lamerme los labios emocionado… por alguna razón creo que no soy tan mal bebedor como ellos creen.

◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊   

Igor y yo caminamos por las calles de la ciudad; aunque la noche ya había caído, la ciudad seguía llena de vida. Había gente por todos lados abriéndose paso, subiendo y bajando por las calles; muchos puestos sobre las calles vendían todo tipo de objetos y cosas. Con tantos elementos de mucha variedad revueltos juntos tan caóticamente, me fue muy difícil discernirlo todo. Pero cuando finalmente lograba identificar algo particularmente complicado, me llegaba una enorme sensación de satisfacción.

“¡Creus!” Igor gritó repentinamente.

*¡BAM!*

Mis ojos se llenaron de estrellas mientras un terrible dolor se disparaba hacia mi frente. Me incliné y agarré mi cabeza en agonía…

“¡Dios! ¡¿Cómo pudiste no ver ese enorme pilar frente a ti?!” Igor me preguntó incrédulo. “¿A dónde demonios mirabas?”

Ah, choqué contra un pilar. Con razón me dolió tanto… “Habían demasiadas cosas; ¡no pude juntarlas y armarlas todas!” Me quejé en voz baja, avergonzado.

“¿Armarlas?” Igor preguntó confundido.

“Demonios, como duele. Ay Diosa, me duele tanto la cabeza.” Me quejé mientras sujetaba mi cabeza. Se sentía como si el pilar me hubiera partido la cabeza en dos.

“Por supuesto que duele, hasta dañaste el pilar.” Dijo Igor. “Eres un sacerdote, así que cúrate. Debemos continuar, la gente no deja de vernos.”

Curarme… Aunque sabía que era un sacerdote, aún no había usado algún tipo de magia curativa. Me pregunto ¿qué se supone que debo hacer?

“¡Curación elemental!”

Parpadeé sorprendido mientras elementos de luz me rodeaban antes de convertirse en un nuevo tipo de elemento y abrirse paso hacia mi frente. Entre más entraban menos me dolía.

¡Ya veo! ¡Así es como funcionan los hechizos curativos!

Justo entonces una risa desconocida se escuchó no muy lejos de nosotros. “¡Jajajajajaja! Igor, siempre pensé que tú eras estúpido, pero ¡jamás pensé que habría alguien más estúpido que tú! ¡Pfft! ¡Caminar hacia un pilar!”

“¿Qué-? No soy tan estúpido como para caminar hacia un pilar… ¡y Creus tampoco es estúpido!” Igor le gritó indignado antes de darse cuenta de su error. Él rápidamente se dio vuelta y explicó, “De veras, tú no eres estúpido, es solo que, como apenas te recuperaste de tus heridas, tal vez tus reacciones sean un poco lentas, tanto que ni siquiera notaste el pilar y accidentalmente caminaste hacia él.”

….Igor, por favor ya no me ayudes. Si dices algo más, ¡yo mismo te lanzaré hacia el pilar!

“¿Estás bien? ¿El hechizo te curó por completo?” Una suave y gentil voz preguntó. Qué mal que haya sido la de un hombre.

Antes de que pudiera responder, la primera voz interrumpió.

“Kyle, ¿por qué fuiste a gastar un hechizo curativo en él?” Preguntó impaciente. “Aunque solo sea un hechizo elemental de curación, tu solo puedes hacer cinco de esos al día.”

La gentil voz, que desafortunadamente pertenecía a un hombre – Kyle – respondió, “Está bien. No dejaremos la ciudad en los próximos días, así que no necesitaremos mucha curación.”

Me puse de pie y observé al grupo. Aunque tan solo había escuchado dos voces hasta ahora, en realidad habían cuatro personas en total – al parecer, probablemente sean un equipo. El primero en hablarle a Igor hace unos momentos también era un guerrero, pero con una mayor cantidad de elementos de viento, así que probablemente sea un guerrero enfocado en la velocidad. Él que me acaba de curar era – obviamente – un sacerdote, así que tenía grandes concentraciones de elemento de luz. Pero note que no eran tan altas como las mías.

¿Significa eso que soy más fuerte que él?

“Igor ¿este chico no parece uno de los de tu equipo?” Preguntó el guerrero, mientras mantenía su vista en mí.

“¡Claro que lo es! Acaba de unírsenos. Creus es un sacerdote.”

“¿Sacerdote?” Sonó sorprendido, antes de preguntar dudoso, “¿Que no tienen ya a Yuna como su sacerdotisa?”

“Creus es un sacerdote de la Iglesia de la Diosa de la Luz,” Igor dijo orgulloso. “igual que la nena de su equipo.”

Q-Quién demonios es como una nena…

La nena – Kyle – tosió levemente. “Así que, ¿eres un compañero de la Iglesia de la Diosa de la Luz?” pero su suave pregunta fue ahogada por la ruidosa voz de su compañero “¿De la Iglesia de la Diosa de la Luz? ¿En serio?”

“¡Claro, y las habilidades de curación de Creus son bastante poderosas!” Presumió Igor.

“¿De verdad?” Por alguna razón Kyle sonaba gratamente sorprendido. “¡Te ves tan joven! Ser tan fuerte a tan joven edad es bastante impresionante. ¿Qué nivel de sacerdote eres?”

¿Nivel? No sabía qué decir. No tenía ni idea de qué nivel era; si ni siquiera sabría que era un sacerdote si Yuna no me lo hubiera dicho, mucho menos iba a saber qué nivel era. Esta era la primera vez que escuchaba que los sacerdotes tenían diferentes niveles.

“¡Creus ni siquiera tiene que recitar encantamientos para realizar hechizos de curación!” Dijo Igor, antes de preguntar con curiosidad, “Oye nena, ¿qué nivel crees que sea?”

“¡¿No recita encantamientos?!” Gritó Kyle, asustando a los demás.

Después de un momento, dijo titubeante, “Esto, erm… Usualmente los encantamientos son necesarios para los hechizos, pero si uno está muy pero muy familiarizado con los hechizos elementales, quizá sea posible. Creo que los Cardenales son capaces de hacer eso…”

“¿Cardenales?” Pregunté. “¿Qué es eso?”

Kyle se quedó sin habla al escuchar mi pregunta antes de decir con dificultad, “Los Cardenales son los cuatro arzobispos, quienes solo son superados en poder por el Papa… ¿De verdad eres un sacerdote?”

“Ni idea.” Respondí honestamente.

“¡¿No sabes?!” Los cuatro se me quedaron mirando.

“Eso es porque Creus perdió sus memorias.” Igor aprovechó para decir.

“¿Perdió sus memorias?” Todos seguían viéndome aturdidos. Sip, Woodrow y los demás se veían exactamente igual.

Después de un rato, la nena murmuró con tacto, “¿Creus? No recuerdo ningún sacerdote con ese nombre.”

Cuando escuché eso, no pude evitar sentirme algo decepcionado. Si alguien pudiera reconocerme, me habría sido más fácil encontrar a mis amigos rápidamente.

“Está bien.” Dije a pesar de mi desdicha.

“De verdad siento no poder serte de ayuda.” Kyle me miraba como disculpándose, mientras decía, “Quizá deberías ir a la Iglesia y preguntar allí. Con una persona tan llamativa como tú, definitivamente debe haber mucha gente que te reconocerá. Desafortunadamente no hay ninguna Iglesia de la Diosa de la Luz  aquí en Kissinger. Temo que deberás regresarte todo el camino hasta el Reino del Eco Olvidado; o quizá al Reino de la Orquídea Lunar, allí también hay unas pocas sucursales.”

Asentí con la cabeza. “Gracias por tu ayuda.”

◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊   

Bebí la botella completa de alcohol antes de liberar un suspiro de satisfacción y limpiar mi boca con la manga.

Junto a mí, Igor me miraba estupefacto. “Creus, ¡ya deja de beber! ¡Esta es tu tercera botella! Oh no, ¡esto es malo! ¡Woodrow me matará cuando sepa que te puse borracho…!”

Me di vuelta y lo mire a los ojos, “Pablito clavó un clavito en la cabeza de un calvito, en la cabeza de un calvito Pablito clavó un clavito.” Le dije claramente. “¿Quién dices que está borracho?”

“Bien…tú no estás borracho.”

Igor rascó su cabeza antes de ponerse en pie. “Vale, puedes quedarte aquí y seguir bebiendo, pero no te propases ¿sí?, yo iré a la tienda de armas de al lado. Oh, y aquí tienes, yo pagaré tus bebidas por ahora, ¡pero tendrás que pagarme cuando tengas tu parte!”

“¡Entonces ya no quiero más!” Grité horrorizado.

“……”

◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊♦◊   

 “Tan solo fue un poquitito de alcohol, ¿Por qué no me lo invitaste?” Me quejé mientras salíamos del bar.

“Te tomaste tres botellas Creus, TRES botellas. ¡Esas no son ‘un poquitito’! Cada botella que te tomaste costó una moneda de plata…”

En verdad quería decir que “tan solo eran tres monedas”, pero no pude. ¡Una moneda de plata por botella! Y pensar que ya me tome tres de esas monedas…. ¡Ni siquiera he completado una sola misión y ahora ya tengo una deuda de tres platas!

Ay unicornio, ¿dónde estás?

¿Dónde están… mis cien monedas de oro?

Justo entonces Igor rio fuertemente mientras me codeaba. “¡Pero jamás habría pensado que eras un bebedor TAN fuerte! Habría bebido contigo, si justo ahora no estuviéramos en una misión. Una vez terminada la misión nos tomaremos un buen trago, ¡y esa es una promesa!”

“¿Tu invitas?” Pregunté de inmediato con interés.

“…Sí que eres tacaño. Incluso más que nuestro ladrón, Archie.” Murmuró Igor. “Qué te parece esto, él que sea capaz de mantenerse en pie no paga, ¿de acuerdo?”

“¡Hecho!”

Puede que haya perdido mis memorias y que no tenga ni la más mínima idea de cuánta sea mi resistencia al alcohol, pero me sentía extrañamente seguro de que ¡nadie sería capaz de vencerme!

“Aquí es.” Anunció Igor, antes de ponerse frente a mí. “¿A ti no te interesan las armas verdad? Si te aburres, puedes ir y visitar la tienda de báculos mágicos de en frente. Hasta puedes elegir y llevarte uno. Los demás pagaran por el por ahora, y luego se te deducirá de tu parte cuando la obtengas y… tu expresión dice: ‘No lo quiero si tengo que pagarlo’.”

Asentí empáticamente.

Igor no sabía si reír o llorar. “Un sacerdote no puede estar sin un báculo. Ah, olvídalo. Me acompañarás por ahora y luego visitaremos la tienda de báculos más tarde. Temo que te engañen, ya que no recuerdas nada… mmm, aunque, es poco probable con lo mucho que te gusta el dinero… ¿en verdad perdiste tus memorias?”

“¡Oye! Sí, ¡de verdad perdí mis memorias!” Protesté.

“Pues no lo pareces; ni siquiera te ves preocupado.” Dijo mientras entraba en la tienda.

Me encogí de hombros. “No siento que deba preocuparme. Confío en que mis compañeros vendrán a buscarme.”

“Cierto…”

El dueño de la tienda de inmediato nos saludó en cuanto pusimos pie en la tienda, sus ojos yendo y viniendo entre Igor y yo, antes de fijarse rápidamente en Igor e ignorarme por completo. Ser capaz de saber a simple vista que mi clase no usaba armas – y por tanto no molestarse en desperdiciar tiempo conmigo – ¿debería elogiarlo por su sagacidad o criticar su materialismo?

Mientras Igor y el dueño de la tienda discutían algo sobre armas, yo me quedé sin nada que hacer más que caminar por la tienda. La mayor parte de la mercancía de la tienda consistía en dagas y espadas. Sin embargo, las espadas me parecían bastante familiares. El báculo, por otro lado, no me era nada familiar… ¿Será que de verdad uso báculos?

No pude evitar tomar una de las espadas y blandirla un poco. También se sentía familiar en mis manos, probablemente sí use espadas – ¡Iirk! ¿A dónde fue la espada?

Miré fijamente mis manos confundido. ¿Que no estaba la espada en mis manos hace un segundo? ¿Cómo pudo desaparecer tras unos pocos movimientos?

“¡AH!” Gritó Igor, seguido por el claro sonido de algo pesado y metálico cayendo al suelo.

Me di vuelta tan solo para ver que la espada había volado de mis manos a la nuca de Igor con 100% de precisión… Por suerte, solo fue el mango de la espada.

Igor se tocó su cabeza con cuidado, el dolor salpicaba a través de su rostro mientras se daba vuelta.

“¡Creus, qué carajos me lanzaste…! ¡Joder!”

Cuando vio la espada en el piso, me miró horrorizado e incrédulo. De inmediato lo miré con inocencia y le dije en tono de disculpa. “Perdón, se me resbaló de la mano.”

“¡Tú y tu mano resbalosa casi me matan! Sacerdote, ¡se te prohíbe tocar cualquier espada!” Me advirtió Igor en exasperación antes de darse la vuelta y seguir regateando con el dueño de la tienda.

Caminé un poco y recogí la espada antes de regresarla a su lugar. No me atrevía a tocar cualquier otra arma. Supongo que mi arma en verdad es un báculo. Pensé.

Al menos, si mi báculo fuera a salir volando y golpeara a alguien, ese alguien no moriría.

Ya que no me atrevía a tocar nada más, ya no tenía nada que hacer. Igor y el tendero no parecían siquiera estar cerca de terminar su argumento. “Igor.” Lo llame. “Iré a la tienda de báculos.”

“Bien, ¡solo no compres nada antes de consultarme!” Respondió sin siquiera darse la vuelta.

“Está bien.”

Después de prometer eso, salí de la tienda y miré alrededor antes de notar la tienda que estaba opuesta a mí. Había gravados de báculos falsos decorando la puerta principal, así que esa debe ser.

Di un paso al frente, pero sentí algo jalando mi camisa… ¡¿Quién es?!

Eso sí que me asustó, ya que ¿cómo podría alguien sorprenderme? Puedo ver los 360° a mí alrededor, en todas las direcciones. ¡Nadie puede acercárseme sin que lo note!

Me giré para encarar a esa persona… y relajé la guardia. Ya que la persona que había jalado mi camisa tan solo me llegaba al pecho, tenía una carita redondeada y regordeta, cabello hasta la cintura y llevaba puesto un lindo vestido. ¡Era solo una niñita!

Probablemente había estado demasiado enfocado en la tienda de enfrente y es por ello que no la noté.

Miré hacia abajo y le pregunté gentilmente, “Hola, ¿cómo te llamas?”

“Carmesí.” Respondió tímidamente la niña.

¿Carmesí? Qué nombre tan peculiar. “¿Y qué es lo que quiere Carmesí con este hermano mayor?”

“¡Ven conmigo hermano mayor!”

Súbitamente Carmesí tomó mi mano con ambas manos suyas y trató de jalarme hacia donde iba ella. De inmediato la detuve y le dije, “¡Espe-espera! Estoy con un amigo y no puedo ir contigo.”

Pero Carmesí se rehúso a soltarme y siguió jalando mientras decía, “Ven conmigo, ven conmigo, ven conmigo, ven…”

Yo era demasiado pesado como para que una niña tan pequeña me moviera – aunque sea un “débi” sacerdote – pero Carmesí era muy insistente, por lo que nos quedamos allí parados. Después de unos momentos los ojos de Carmesí – que comenzaron a llenarse de elementos de agua – finalmente me vencieron.

No tuve elección más que llevarla conmigo a la tienda y buscar a Igor. Igor seguía regateando con el dueño de la tienda y no parecía que fuera a terminar pronto. “Igor.” Lo llamé, “Saldré por un momento, así que nos veremos luego en la tienda de báculos, ¿está bien?”

“Sí, sí, lo que sea.” Respondió Igor, sin molestarse en siquiera voltear a vernos antes de continuar hablando con el dueño de la tienda.

Después de obtener su consentimiento, crucé mis brazos y miré abajo hacia Carmesí, “Muy bien, ¡soy todo tuyo! Puedes llevarme a donde quieras.”

Carmesí de inmediato se llenó de sonrisas y los elementos de agua desaparecieron de sus ojos.

Fui arrastrado por Carmesí a través de varias calles y callejones, pero por suerte, parece ser que poseo una excelente memoria y fui capaz de memorizar todas las esquinas y vueltas. Tres veces a la izquierda, cinco veces a la derecha, el tercer camino de la izquierda en el cruce de cinco calles… Fui capaz de grabarme toda la ruta en mi cabeza.

Pero incluso aunque recordaba cómo regresar, ¡No puedo distraerme ahora! Aún tengo un unicornio que capturar – er, quiero decir, ¡tengo un Igor con quien encontrarme!

“¿A dónde me llevas Carmesí?” Le pregunté con curiosidad.

Carmesí se rio levemente y me llevó hacia otro pequeño callejón antes de detenerse y apuntar. “¡Míralo tú mismo, hermano mayor!”

Miré hacia donde apuntó Carmesí y “vi” exactamente qué era lo que ella quería que viera. Aunque estaba un poco lejos, e incluso aunque ni siquiera estaba seguro de haberlo visto antes, en el momento en que puse mi vista en él estaba seguro de lo que era.

Un unicornio.

Estaba en un sótano bajo tierra, e irradiaba una impresionante cantidad de elementos de luz. Incluso con varias cosas obstruyendo el camino entre nosotros, aun así, podía ver claramente su forma. Era justo como Woodrow lo había descrito, el unicornio se veía igual a un caballo, excepto que su figura era más esbelta y elegante.

El único cuerno que tenía en su cabeza, lo distinguía claramente de un caballo común y corriente. El aura sagrada que emitía el cuerno era tan fuerte que ni siquiera podía “verlo” claramente por mucho tiempo.

Justo entonces el unicornio alzó su cabeza y miró en mi dirección… ¡No! Me miró justo a mí.

Me miraba tan fijamente como yo a él.

Después de un tiempo, desperté del shock de haber visto a un unicornio y pregunté levemente, “¿Fue el unicornio el que te pidió que me trajeras aquí Carmesí? Carmesí… ¿Carmesí?”

No había nadie.

Parpadeé sorprendido, pero no me sorprendí demasiado. Soy un amnésico después de todo, y hay demasiadas cosas que no entiendo. Con lo que sé, hasta puede ser que convertirse en una niñita sea una de las habilidades especiales de los unicornios.

Me dirigí hacia el unicornio y entré en la pequeña casa. La casa era bastante vieja y en muy mal estado. Estaba llena de telarañas y una gruesa capa de polvo cubría todo alrededor, signo de cuánto tiempo había pasado deshabitado el edificio. No me sorprende que nadie haya buscado aquí. Pero entonces, ¿cómo es que el unicornio llegó aquí en primer lugar?

Ya era capaz de “ver” dentro del sótano subterráneo – y este estaba descansando en el piso, pero el momento que sintió que me movía en su dirección, se puso de pie y caminó alrededor del sótano, bastante emocionado.

Aceleré mis pasos y me apresuré a bajar las escaleras antes de entrar al  sótano donde se había estado ocultando el unicornio.

Ahí estaba, a menos de cinco pasos de mí… No, de hecho se había movido unos pasos más cerca.

Aunque ni siquiera podía saber si Sybil era bonita o no, me convencí de inmediato que el unicornio que estaba parado frente a mí, debía ser una de las criaturas más hermosas del mundo, una majestuosa, hermosa, elegante y sublime criatura tan blanca como la nieve…

¿Ah? ¿Blanca como la nieve? Sabía algo de nieve – algún tipo de agua congelada – ¿pero qué es eso de “blanca”?

Justo entonces, el unicornio se acercó un poco más, para pararse junto a mí y empujarme un poco con su sublime cabeza.

“Te agrado, ¿verdad?”

Le sonreí un poco y estiré mi brazo para acariciar su cuello. El unicornio empujó su cabeza contra mí, cerrando sus ojos complacido por el cariño recibido e incluso lamia mi mano…

“¡Ah! ¡Détente, me haces cosquillas! Jajaja… ¿Que no te agradan solo las vírgenes? No es como si yo fuera virgen–”

Momento…

Podrá ser qu-que sea un “puro y casto”… ¡¡¿virgen?!!

Justo entonces, para avivar las crecientes llamas de mi horror, el unicornio empujó su cabeza más allá de mis manos y recargó su cabeza en mi pecho.

“¡Maldito Caballo! ¡Aléjate de mí! ¡No soy virgen!”

En respuesta, el unicornio comenzó a lamer mi rostro… ¡Tú! ¡Caballo asqueroso! En realidad soy tan “puro” y “casto” ¡que hasta quieres lamerme!

“¡Ah, es cierto! ¡Quizá en realidad solo tengo dieciocho años!” Murmuré para mí mismo. “En ese caso, no sería tan raro si aún soy virgen ¿verdad?… ¡Sí! Eso tiene que ser. ¡Debo tener dieciocho! No, ¡puede que hasta dieciséis!” 

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Traducido al Ingles: Lealynn
Traducido al español: Storyteller
Editado: BlackLily

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