17/08/2021

Bad∞End∞Night - Capítulo 11 (parte III)



Dos años después...

Hola, lectores. Disculpen la demora. Simplemente el otro día que avancé con Re:Monster leí que alguien sugería que continuara con Bad∞End∞Night, y cuando le eché un vistazo me di cuenta de que la traducción inglesa es de leeeeeeejos mucho mejor. Así que creo que voy a seguir con esta hasta dentro de un tiempo. Créanme, traducir Re:Monster es casi escribirla yo misma. El estado de la traducción actual inglesa es muy malo... Lo siento.

En fin, ¡disfruten de la lectura! Les diré que yo con esta última parte del capítulo entendí muchas cosas.


-Xeniaxen



Bad∞End∞Night
Novela original en japonés por: Hitoshizuku-P



CAPÍTULO 11 (PARTE III). VERDAD
Traducido por: Xeniaxen



—Pero... ¿Cómo deberíamos actuar para que Miku no se dé cuenta de que hemos sido absorbidos por este extraño mundo con ella? Parece bastante difícil. ¿Seguimos fingiendo que no sabemos nada aunque nos pregunte? No me gusta... Sería como dejarla al margen.

Aunque por lo general era reticente y no particularmente apasionado, excepto cuando estaba en el escenario, en ese estado de emergencia, Len estaba contribuyendo activamente a la conversación y mostrando emociones que normalmente nunca expondría. Luka expresó rápidamente su acuerdo con Len.

—Pienso lo mismo. Me sentiría mal manteniéndolo en secreto todo el tiempo...

—Supongamos que le explicamos que todos estamos en las mismas circunstancias. ¿Qué crees que nos preguntará? "¿Por qué nos ha absorbido este mundo?" y "¿Cómo salimos?" ¿Cómo se lo explicamos? Te perseguimos en el mundo real y moriste... Y, probablemente a consecuencia de la ira de Burlet, como recompensa para él y para ti, se nos ha dado un papel en esta obra de teatro justo antes de tu muerte... Cuando le expliquemos la verdadera historia, volveremos a la realidad. Y decirle que está muerta... No es tan tonta. Seguramente se dará cuenta de la incongruencia. Es demasiado peligroso.

—Sí, es muy arriesgado. Me gustaría darle alguna explicación, aunque fuese inventada, de por qué estamos en este mundo... Pero si nos vamos de la lengua será el fin.

Kaito y Meiko hablaron estaban en contra de la opinión de Len y Luka. Todos vieron que tenían que pensar a largo plazo y empezaron a tomárselo en serio.

—¿Y si le decimos... que estamos atrapados en este guion falso que escribimos para Crazy ∞ nighT... y también nos hemos visto convertidos en parte de la obra, pero no recordamos nada sobre la realidad? Actuemos siguiendo el guion de nuestros personajes... Sí, ciñá-mo-nos al pa-pel. Si con-si-deramos que es tea-tro, ¡tal vez nos sal-ga bien!

—Ya veo... Bien pensado, Rin.

—¡Jeje-je-jej-ejeje!

Kaito asintió a la idea de Rin, y la chica muñeca se rió feliz.

—No podemos cometer otro error... ¿Verdad, Len y Luka...? Puede que sea difícil, pero será la mejor manera de protegerla.

—Entendido...

—Bueno, mi personalidad no cambia mucho en la obra y en la realidad. Puedo actuar con naturalidad, ¿no?

—Mm... ¡Evidentemente! ¡Hicimos el guion intencionalmente con personajes similares a nosotros para que fuera más fácil actuar! —Meg respondió rápidamente a Luka.

—Si los siete vamos a ser los personajes de la obra... entonces tendremos que seguir el guion —dijo Gack, acariciando su barbilla e inclinando su cabeza pensativo.

—Quieres decir que tendremos que hacer que parezca que solo podemos actuar de acuerdo con el guion de Crazy ∞ nighT, ¿no? Pero lo que realmente tenemos que hacer es proteger a Miku de la muerte durante toda la obra e intentar interferir con la realidad... Así que no ayudaría mucho seguir realizando el segundo acto como tal como es, ¿verdad? Si consideramos que esta mansión tiene un vínculo con la función... Lo mejor es que Miku se mueva libremente de un lado a otro. Como antes.

—Rin tiene razón... Cuando antes tratamos de perseguirla, fue difícil atraparla... Probablemente se escondió en una habitación para que no la encontrásemos. Pero, ¿qué habitación de este mundo será...? ¿Estará vinculada con alguna? ¿O tal vez debemos interferir directamente y ya...?

—Len, creo que lo que dices es un poco enrevesado... Hazlo un poco menos abstracto para que podamos entenderlo, ¿quieres?

—Claro, para que lo entiendas, Luka... lo que digo es que por mucho que pasen años, décadas o siglos en este mundo, la equivalencia del tiempo en la realidad podría no ser más que un segundo.

—¡¿Qué?! ¿Quieres decir que...? —Luka abrió la boca sorprendida.

—Pero eso no quiere decir que pasar tiempo aquí sea inútil en la vida real. Podríamos ver qué sucede si nos deshacemos de todo lo que representa una amenaza para la vida de Miku aquí... Eso podría evitar que tenga que morir en el mundo real. Solo es un ejemplo, pero Burlet escribió que también hay un reloj en este mundo. Podríamos destruir la manecilla del reloj que es un cuchillo. Eso podría sobrescribir los hechos en la realidad y hacer que el arma del crimen se rompa... tal vez. Pero pensándolo bien, Burlet dijo que necesitaríamos el cuchillo para volver a la realidad, así que no haremos eso. No podemos destruirlo.

—Mm... Ya veo. Sí... Hmm, entonces es eso, ¿no? Mhm, sí — Luka se cruzó de brazos y asintió enérgicamente.

—¿Seguro que lo entiendes...? De todas formas... interferir repetidamente con la realidad provocará una retroalimentación, y una vez veamos que vamos por el buen camino, todos usaremos las llaves del final para escapar: las dos manecillas del reloj, la carta que tiene Miku, el guion y los ataúdes... Una vez que lo tengamos todo, lo usaremos en orden.

—Hmm... Bueno, entonces tendremos que pensar en un escenario efectivo. Y, mmm, en uno que sea una especie de disculpa hacia Miku... por lo que sugiere Len...

Meg tomó el guion de las manos de Kaito y lo hojeó. El Prólogo era lo que Kaito había leído antes, con la información escrita por el maestro titiritero. Después de eso, desde el Capítulo 1, era la historia de Crazy ∞ nighT, el guion que Meg había escrito con las sugerencias de los otros seis.

—Hmmmm...

—Es difícil... Si estamos atrapados en el mundo de la obra, debemos actuar como dicta el guion... Siempre que no haya ningún tipo de accidente... —Gack se volvió a llevar la mano a la barbilla y puso una mirada seria.

—¿Un accidente, dices...?

—Básicamente, tenemos que convencer a Miku de que somos fruto de este mundo, que somos parte del decorado. No podemos salirnos del guion de Crazy ∞ nighT. Nuestras personalidades, acciones, todo, tiene que ser lo que está en este guion. ¡Qué mal! Ojalá hubiera alguna manera de evadir esa regla...

—A ver, Miku tiene recuerdos del segundo acto en adelante... Si no nos movemos según lo que ha ocurrido, sospechará. ¿Qué podemos hacer...?

Kaito hizo un resumen de lo que Meg estaba diciendo para que los demás comprendieran mejor y suspiró preocupado.

—Oigan... Hay algo que me gustaría probar.

—Cuéntanos, Luka.

—Meg, ¿me dejas ver el guion?

—¿Eh...? Aquí tienes.

Meg se acercó a Luka y le entregó el guion.

—Esto... Mm... La página entre los actos uno y dos... estaba aquí, ¿verdad?

—...

Los dedos largos y bien formados de Luka hojearon el guion. Al llegar a la página que estaba buscando, su mano se detuvo, agarró la página y tiró con fuerza hacia la izquierda y hacia abajo.

Con un agradable sonido, arrancó la página.

—¡¡...!!

Nadie pudo responder a la acción tan repentina. Los otros seis la miraron fijamente, con los rostros congelados por la profunda conmoción.

—¿Ven? ¡La he arrancado! Ahora, incluso nosotros... ¿Verdad? No podemos recordar nada sobre el acto dos en adelante.

—¡¡!!

Todos se tragaron sus palabras, demasiado aturdidos por la acción precipitada de Luka.

—¡Ejem! ¿Qué piensan? ¿Qué les parece?

—Realmente eres un genio. No tengo palabras.

La boca de Len se torció elogiando a Luka.

—¡Oh, gracias! Qué bien que un genio me llame genio.

—C-Claro... Al arrancar la página del guion, como somos parte de este mundo, olvidamos lo que estaba escrito en ella... Y dado que tenemos que proceder de acuerdo con el guion... No podemos continuar desde el primer acto, ya que hemos olvidado el resto... Pero...

—¡Joder! Luka, ¿por qué no nos has contado tu plan antes de hacerlo...?

Kaito y Meiko hablaron con una mueca de dolor.

—Porque si lo hacía, quizá habríais intentado detenerme. ¿No es así? Tenía que actuar rápido para hacerlo.

—Es cierto que esa brillante idea nos salvó. Gracias. Pero la próxima vez, habla con nosotros primero, ¿vale?

—Vale, vale...

—Bueno, por ahora... gracias a la, emm... contundente epifanía de Luka, tenemos relativa libertad para actuar en la obra... —dijo Kaito con una pizca de exasperación y una mueca temblorosa.

—¿Qué hacemos con esta página? ¿Decir que alguien la ha robado? Entonces creo que podríamos movernos como queramos, pero aún con algunas restricciones.

La avispada Rin consideró y propuso rápidamente su siguiente acción.

—Ajá... Si decimos que alguien robó la página, podemos simular que sospechamos los unos de los otros y fingir que la buscamos. Pero, ¿alguien debería llevarla consigo en todo momento, o debería estar escondida en algún lugar...?

—Kaito es el líder, ¿por qué no la lleva él?

—Bueno, sí, pero...

—¿?

—En el caso de que me pase algo, hay que procurar que no llegue a las manos de Miku...

—Sí... Entonces la esconderemos en algún lugar donde no pueda encontrarla.

—¿Qué tal en un ataúd con uno de los cuerpos?

—Rin... Eso es demasiado perturbador. ¿En un ataúd, de verdad...?

—A ver... los ocho tenemos nuestros cuerpos reales en esos espeluznantes ataúdes subterráneos del sótano. ¡La estaríamos poniendo con nuestros cuerpos! No tiene nada de aterrador.

—Esto... Yo-o... ¡No soportaría ver a un fantasma o un espectro ni nada de eso! ¡No!

Luka gritó, como si estuviera a punto de romper a llorar en cualquier momento.

—Los fantasmas y los espectros son lo mismo... ¡Rayos! ¡No seas egoísta! Y es como dice Kaito... Habrá repeticiones largas, muy largas... Algo podría pasarnos a cualquiera de nosotros. Necesitamos considerar los peores escenarios... Incluso tenemos que considerar la posibilidad de morir en el acto. Pero si eso sucede, este mundo es falso. Nuestra última baza, la realidad que estamos tratando de proteger, está en los ataúdes. Pero si Miku abre uno y regresa al mundo real... Esa historia en la que ella es realmente la protagonista... Su vida terminará...

Las cejas de Rin bajaron con tristeza.

—Podríamos salirnos con la nuestra viendo nuestros cuerpos, en el peor de los casos. Pero el ataúd de Miku, ciertamente no. Hagamos de eso nuestro último as bajo la manga. El simple hecho de tener la idea de que ya está muerta, o suponer que esta es la otra vida, pondría en peligro la estabilidad de este mundo. Pase lo que pase... protegeremos el ataúd de Miku con nuestras vidas. Y ocultaremos esta página del intermedio en él.

—¡Genial! Bueno, ¿vamos? —dijo Meiko, levantando el puño en el aire.

—¿Qué...? Mei, ¿vas a ir... ahora? ¿A los ataúdes subterráneos?

—¡Claro! El tiempo apremia. Y no tiene sentido prolongar la conversación aquí. Una vez que hayamos visto este mundo con nuestros propios ojos... ¡planearemos nuestros siguientes pasos!

Siguiendo el ejemplo de la proactiva Meiko, todos decidieron ir a los ataúdes del sótano.

—Mm... Bueno, entonces me pondré la primera, ¡síganme! Me conozco la obra de inicio a fin, por lo que probablemente más o menos sepa por dónde ir... Yo escribí los fundamentos de este mundo y dibujé la distribución de la mansión. Así que vayamos a ese sótano, ¿de acuerdo? Me pregunto si esa escalera de caracol secreta está ahí con el mismo truco y todo eso...

Meg tomó la iniciativa y guió a los demás. Kaito levantó a Miku y la siguió. Todos entraron en el pasillo detrás de las escaleras, giraron a la derecha, avanzaron y se detuvieron frente a la pintura de Twilight ∞ NightT que cubría la pared a su izquierda. Meg puso su mano derecha en la palma izquierda de la chica del cuadro, la pared se replegó hacia la habitación prohibida y apareció una escalera de caracol que conducía al subterráneo.

—¡E-Esto es...! ¡Una escalera secreta! ¡Oh, Dios mío!

—¿Qué tipo de mecanismo es este...?

—Estos dos son tan ingenuos...

Rin y Len dieron un salto y corrieron emocionados escaleras abajo. Meg luego comenzó a examinar el funcionamiento del sistema, pero Gack le dijo que bajar era su prioridad en ese momento y la arrastró a regañadientes.

Todos bajaron por la escalera de caracol. Finalmente llegaron a un callejón sin salida con puertas resistentes. Eran bastante pesadas, ya que estaban hechas de madera. Kaito y Gack lo comentaron mientras las abrían lentamente. Atravesando las puertas, había una habitación bañada por la luz de las velas, que contenía ocho ataúdes en filas ordenadas. Sin siquiera tener que abrirlos, todos parecían saber cuál contenía su cuerpo.

—Siento como si me estuviera llamando... Oh, Len, ¿es tuyo el de la izquierda?

—¿Este es su extraño vínculo entre gemelos?

Cada uno de ellos se detuvo ante sus respectivos ataúdes, como atraídos hacia ellos.

—¿Qué hacemos con Miku...?

Kaito, sosteniendo a Miku en sus brazos, se dirigió hacia... el ataúd de la otra Miku.

—Supongo que cuando llega el momento de abrirlo... da un poco de miedo.

—¿Qué te dije, Rin? Siempre tan negativa.

Kaito se quitó la chaqueta, la tiró al frío suelo de piedra y suavemente colocó a Miku sobre ella. Luego fue a abrir el ataúd. Pero...

—No se abre... ¿Está bloqueado?

Al mirar alrededor del exterior del ataúd, notó un agujero largo y delgado. Len trató de abrir su propio ataúd igual, pero descubrió que tampoco se abría y miró a un lado.

—Supongo que necesita una llave. Algo del tamaño de una tarjeta gruesa.

—¿Una tarjeta? ¿Dónde quieres que la encontremos? Si no se abren, ¿qué tal si los dejamos como están?

—Uh, Luka... Si eres así, te quedarás atrás cuando sea el momento de dejar este mundo —dijo Len amargamente mientras Luka seguía visiblemente asustada.

—¡N-No! ¡No quiero!

—Esto... Una llave, ¿no...?

Todos deambularon por la habitación en busca de una llave. Algunos cerraron los ojos y se pusieron a pensar seriamente.

—Miku... todavía no se ha despertado, ¿verdad?

Meiko acercó la oreja al pecho de la dormida Miku y comprobó su pulso con preocupación.

—Parece que el tiempo sigue detenido para ella...

—Mmm... Tal vez despierte una vez que abramos la invitación de Burlet a la obra y comience el tiempo aquí, como dijo...

—¿Esa invitación será la carta que tiene? —preguntó Luka, ahora sentado junto a Meiko y mirando a Miku con preocupación.

—Sí... Puede que esa sea la invitación. Pero tenemos que ocultar la página arrancada antes de abrirla y despertar a Miku.

Luka tomó la carta de la mano de Miku lentamente.

—¡E-Espera, Luka! No me digas que... No vas a abrirla todavía, ¿no? ¿No?

La voz de Meiko se quebró apresuradamente cuando se acercó a Luka.

—Por supuesto que no, solo la estaba mirando. Me preguntaba si llevaría algo más...

Luka comenzó a buscar entre la ropa de Miku. En los bolsillos de su falda, encontró un pañuelo y el minutero de un reloj. El pañuelo era el que le había dado a Miku antes del primer acto. Luka lo miró en silencio, lo apretó con fuerza y luego se lo guardó suavemente en el bolsillo.

—¿Qué? Oigan, ahora que lo pienso, ¿dónde está la manecilla de las horas? Kaito, ¿la tienes?

—¿Hm? Sí, después de sacársela, me la he guardado. Aquí.

—¡Muéstramela!

Rin corrió hacia Kaito como si hubiera tenido una revelación, tomó la manecilla de la hora de su mano y la miró fijamente. Luego se acercó a Miku y tomó el minutero que Luka encontró.

—Estos son los del mundo real... del reloj que Kaito compró en esa tienda de antigüedades... Después de buscar y buscar por encontrar el mejor...

—Por supuesto.

—Miku rompió el reloj y le quitó las manecillas... Tal vez no lo pudo arreglar después del primer acto, así que se las guardó en el bolsillo para preguntarle a Kaito.

—...

—Es solo, bueno... un poco aterrador, supongo. Que esto le sucedió a Miku fue... realmente todo por casualidad... como si un dios invisible lo hubiera querido...

—Accidente, milagro y coincidencia son lo mismo que probabilidad, Rin. E incluso si estamos todos en manos de... algún maestro titiritero... nos merecemos el castigo.

—Tienes razón, Len...

—Adjudicarle el crimen... Si se supiera... No lo planeamos así, pero la carta lo decía. Queríamos lastimarla y hacer que perdiera la confianza en nosotros... y al mismo tiempo, sin saber qué le había hecho pensar de esa manera, tampoco podíamos confiar en ella. Estoy seguro de que este debe ser un castigo de Burlet.

—Si lo es, lo está consiguiendo... Creo que no podría estar más triste, tengo el corazón hecho añicos... Es una magnífica venganza —murmuró Meiko con tristeza, bajando las cejas y tocándose el pecho.

—Venganza... Sin embargo, nos ha dado tiempo para arrepentirnos y la oportunidad de intentarlo de nuevo... Quizás solo quiera lo mejor para la compañía. Siento que no solo pretende ver y disfrutar de nuestra actuación...

Kaito puso una sonrisa preocupada. Pero su voz no tenía una pizca de pesimismo.

La pequeña muñeca que estaba en cuclillas junto al ataúd de Miku deslizó la manecilla de las horas en el ojo de la cerradura. Todos miraron con sorpresa. La llave no giraba. A continuación, insertó el minutero.

—Ah... Se abrió...

El clic de la apertura de la cerradura resonó en la habitación. Rin dudó en quitar la tapa del ataúd abierto. Así que Meiko, a su lado, la levantó con fuerza. Dentro estaba Miku, durmiendo como un muerto. Todos tragaron saliva y compararon su cuerpo real y el falso que dormía en el suelo.

Meiko sacó el minutero, lo puso en el ataúd junto al de Miku y abrió la tapa. Su cuerpo real estaba dentro, la viva imagen de ella. Suavemente puso una mano en la mejilla de la dormida Meiko.

—Duerme un poco más...

Len tomó el minutero para abrir su ataúd y el de Rin. Rin se unió a él sin decir palabra y abrieron sus ataúdes al unísono. Dentro yacían sus cuerpos humanos de tamaño normal. Con una mirada de tristeza en sus ojos, como si quisiera regresar a casa, Rin rápidamente volvió a cerrar la tapa. El rostro de Len no mostró ninguna reacción y le entregó la llave a Gack. Gack abrió dos ataúdes más con la llave, revisó su cuerpo y el de Luka. Luego Meg y Kaito revisaron el estado de los suyos.

—Creo que no deberíamos volver a esta habitación hasta la última noche, ¿vale?

Rin levantó la cabeza, todavía agachada, y habló.

—¡Nos entristece mirar demasiado! He... he decidido que hasta que llegue ese momento, ¡no volveré a entrar en esta habitación!

Todos aceptaron a regañadientes y fueron cerrando los ataúdes con determinación, prometiendo librar una batalla despiadada en este mundo... El sonido pesado de las cerraduras reverberó contra el techo alto y se desvaneció.

—Bien...

Kaito puso suavemente la página arrancada cerca de la mano de Miku, descansando cerca de su pecho. Todos observaron con detalle su pacífica cara dormida mientras la tapa se cerraba lentamente. Para cambiar el estado de ánimo, Kaito respiró hondo y quiso llevar la situación.

—Ahora, decidamos qué hacemos. Hay mucho en qué pensar, pero tenemos mucho tiempo... así que vamos a aclararnos las ideas.

—Sí, tenemos que decidir el curso de nuestras acciones una vez que Miku despierte —enfatizó Gack.

—Ajá. Cuando la señorita Miku despierte, le haremos pensar que está en este mundo extraño, el mundo de Crazy ∞ nighT, y que todos menos ella hemos sido absorbidos por la obra. Luego le haremos saber que este es un mundo donde hay que seguir el guion, ¡pero que una página ha desaparecido! Entonces, emm... Le decimos que tenemos que encontrar la página robada y hacer que el guion vuelva a la normalidad... Sí, solo necesitamos una forma natural de explicárselo. Mmm...

Meg, tomando diligentemente la tarea de resumirlo de una manera que todos pudieran entenderlo, explicó rápidamente cómo irían las cosas.

—Por su personalidad... si se despierta y somos lo primero que ve, probablemente entre en pánico. Ya saben, se preguntaría "¿Por qué son muñecos...?" y todo eso.

—Vale... Y si la golpeamos con un gran impacto como ese de entrada, comprenderá rápidamente la situación y no importa lo que suceda después, ¿no? Tendrá una especie de tolerancia. Creo que es una buena introducción.

—Exactamente, Rin. Será una gran sorpresa para ella, pero haremos que ustedes sean lo primero que vea al despertar, así le entrará el miedo... Con eso verá que estamos en un mundo distinto. Puede que le resulte más fácil evitar su fatídico destino.

—Mientras simulamos buscar la página, tendremos una excusa para buscar en cada rincón y grieta de este mundo... ¡Magnífico! Es más, podemos seguir protegiendo a Miku. También creo que habría que dejarla sola en algún momento y reunirnos...

—Buen punto, Gack. No podemos saber con certeza si acompañarla y protegerla siempre será la mejor dirección a seguir. Si los eventos en este mundo y la realidad están vinculados, tenemos que esperar a que ella se enfrente al peligro algunas veces. Y la protegeremos lo mejor que podamos. Poco a poco iremos contribuyendo a su salvación.

—Pero... ¿cómo vamos a contribuir, exactamente? Creo que deberíamos ir a ver dónde están las cosas, y comprender el diseño en detalle...

—Incluso si nos escondiéramos y no hiciéramos nada, dejándola sola, la posibilidad de que ella muriera es alta... ¿no es así? Mientras camina, ¿no podría tropezar y caerse por las escaleras de nuevo?

—Cierto. No podemos saber qué probabilidades tiene hasta que empecemos... Creo que las escaleras son especialmente peligrosas. Pero aunque Miku muera, no será real... sino solo una noche que se repite una y otra vez. Pero estamos tratando de cambiar la realidad. Sea real o no, tampoco podemos dejarla morir en la obra.

—Entonces, experimentemos cómo nuestras acciones pueden reducir el riesgo de muerte de Miku, y en qué medida.

—Sí. Hagamos como sugirió Meg, primero exploremos a fondo esta mansión... o este decorado. Veamos dónde está todo, cómo podemos usarlo, y qué representa un peligro. Luego pensaremos en si está vinculado con la realidad y trataremos de mantenerla alejada de las cosas que la llevarían a la muerte.

Después de que Kaito tomase la iniciativa de avanzar en la discusión, los demás intervinieron.

—Los elementos que hacen que Miku muera provienen de la realidad. Serán nuestra forma de causar interferencia con el mundo real. Y la vi en el vestíbulo; eso también podría ser una pista.

—Entonces... ¿Deberíamos mantenerla alejada de las escaleras, por ejemplo? Eso parece bastante difícil, ¿no? No podemos esperar que se quede en un solo lugar.

—Supongo que siempre deberíamos tener a alguien vigilándola para protegerla cada vez que se acerque a las escaleras.

—Ajá... Pues yo me encargaré de eso.

—¿Eh? ¡¿L-Luka ?! ¿Podrás hacer un papel tan importante...? ¿Estás segura?

—¡Rin! ¡Me ofendes...! Ah, ¿querías hacerlo tú? Pero, oh, ahora solo eres una pequeña muñeca. Cuando Miku vaya a caer por las escaleras, ¿podrías detenerla? Eres más bajita que ella.

—Jum.

—Es verdad. Entonces dejémosle las escaleras a Luka. Tiene buenos reflejos y es rápida pensando. Lo hará bien. Quédate haciendo guardia cerca del pasillo del segundo piso.

—De acuerdo, cuenten conmigo.

—Además, tenemos que pensar en la carta en blanco que Burlet dijo que ella tendría, donde se puede escribir el final. Es peligroso que lo escriba ella, por lo que deberíamos quitársela lo antes posible.

—Mmm. En la obra, la tenía en el bolsillo de su falda, así que... ¿no estará en su bolsillo cuando despierte también?

NT: ¿¿¿Pero no la tenían ya??? Esta historia es muy confusa...

—En ese caso, ¿qué tal si alguien se encarga de robar la carta de su bolsillo? Yo...

—¡¡!! ¡Sí! ¡¡Sí, sí, sí, s-sí!! ¡De eso me encargo yo, la brillante muñeca!

—...

—D-De acuerdo... está bien, ¿no, Len? De hecho, creo que Rin podría hacerlo bien. Las dos son chicas.

—Bien. Pero no la cagues, ¿vale...?

—Jijijiji... ¡Déjamelo a mí, querido hermano! "

—Uf...

—Además, el cuchillo. Eso es lo más peligroso de todo... Alguien debería llevarlo, creo.

—Sí... Pero si consideramos el vínculo con la realidad, estas manecillas probablemente deberían permanecer en el reloj, ¿no? Luego, cuando regresemos a la realidad, el cuchillo estará fuera de las manos de Miku, de nuevo en el reloj, tal vez...

—¿Pero qué pasa si ve el reloj y vuelve a coger las manecillas...?

—...

—El reloj está cerca del final de las escaleras. Luka estará en guardia en el piso de arriba, y asignaremos también a alguien frente al reloj para vigilarlo.

—Los efectos que un instante en este mundo tiene sobre la realidad serán extremadamente menores, ¿no? Incluso si paramos el tiempo aquí, ¿puede eso influir en el flujo del tiempo en la realidad...? No quiero volver a ver ese cuchillo en su pecho nunca más...

El rostro de Meiko se ensombreció al recordar esa trágica escena.

—Mientras exista la posibilidad, tenemos que intentarlo. Definitivamente existe el riesgo de dejarlo abierto de esa manera. Captará su interés y podría intentar cogerlas. Pero alguien la estará vigilando cerca y evitará que eso suceda. No, todos lo haremos. Cambiaremos de tema para evitar que se interese demasiado e inventaremos temas que no tengan relación para despertar su interés más que el reloj. Esto también podría tener un efecto en la realidad.

—Ya veo...

—Yo vigilaré el reloj. Después de todo, estoy segura de que mi forma de muñeca le dará más miedo a Miku que a cualquier otra persona, así que la mantendrá alejada.

—Bien pensado. Está bien, Rin. ¿Alguna otra opinión?

Meg rápidamente levantó la mano para hablar.

—Um, me gustaría probar algo mínimamente distinto. Antes de que huya de nosotros y llegue a las escaleras... ¿podríamos ganar tiempo para retrasar un poco el momento de la tragedia?

—¡Ajá...!

—Vale la pena intentarlo, ¿no, Len?

—Sí. Y dada la conexión de los mundos, eso podría tener un buen efecto.

—¿Cómo? A ver, cerebritos, están hablando de cosas incomprensibles de nuevo... ¿Podrían hacerme un resumen simplificado? ¡Trabajo en equipo, chicos!

—Vaya... Nunca pensé que esa palabra saldría de la boca de Luka...

Rin la picó, pero Luka no le prestó atención e instó a Len a hablar.

—Es verdad, veamos... Cuando ella huía de nosotros por el teatro, la perdimos de vista. Probablemente, Miku se escondió en alguna parte. Está claro que existe un vínculo entre el segundo piso del teatro y el segundo piso de esta mansión. Así que tenemos que averiguar dónde se esconde aquí y preparar algo allí todas las noches. Algo para evitar que siga deambulando por toda la casa.

—¡Eso es! Tenemos que hacer que se quede quieta más tiempo. Así, llegará a las escaleras más tarde y el punto temporal que corresponda a ese momento en la realidad también se retrasará...

Meg miró a Len.

—Kaito estaba inmovilizando a Miku... y Gack, Meg, Meiko y Luka estaban detrás de él. Cuando Miku estaba a punto de caer, los cinco intentaron agarrarla. Podríamos lograr que uno de ellos lo consiguiera.

—Retrasemos un poco las acciones de Miku. Con eso debería bastar. Entonces podremos hacer que nuestra respuesta sea más rápida.

— Ya veo... Entonces, nuestro objetivo es que, en ese momento, ¿actuemos justo a tiempo?

—¡Así es, Meiko!

—Claro, de acuerdo... más o menos lo entiendo, creo. ¿Entonces vamos a provocar su torpeza?

—Bueno, a ver, no te equivocas...

Luka no parecía entenderlo del todo, pero llegó a su propia interpretación independiente. Meg estaba atónita, pero lo afirmó.

—Lo primero que tenemos que hacer es inspeccionar las habitaciones del segundo piso con más diligencia.

—Ahora que lo pienso, ese almacén donde Rin siempre se escondía para practicar actuar como una muñeca… Ese sería un escondite ideal. Miku estaba en ese vestíbulo cuando de repente salió corriendo, así que tal vez...

—¿Eh?

—¡Ajá! Es del tamaño adecuado para esconderse. Si Miku estaba allí, ¡entonces deberíamos desordenar el almacén!

—¿Hum? ¿Por qué?

—Si lo desordenamos, le será fácil entrar, pero le tomará un tiempo salir. Eso nos hará ganar mucho tiempo. Y retrasará ligeramente el curso de sus acciones. Si lo hacemos, ¡ella llegará un poco más tarde a ese instante en la realidad!

—Entendido, vayamos a desordenar el almacén. Cuando termine la primera noche y comience la siguiente, probablemente, el almacén volverá a estar ordenado. Pero si este mundo está vinculado con la realidad, desordenarlo cada vez puede tener un efecto en la realidad eventualmente. Y esos efectos también se mostrarán en la obra. Si lo hacemos una y otra vez, quizá el almacén esté desordenado desde el comienzo alguna noche.

—Aunque, como dijo el dramaturgo, los efectos pueden ser abrumadores. Tal vez todo lo que podamos hacer sea desplazar ligeramente una escoba apoyada contra la pared. Y no sabemos cuántas noches tardaremos en lograrlo... ni cuánto tiempo pasará hasta que veamos si realmente podemos interferir... No lo sabremos hasta que lo intentemos...

—Todavía es solo una hipótesis que Miku se escondió en el almacén. Pero es posible... —asintió Gack, escuchando en silencio la explicación de Meg y Kaito.

—Sí... Agotaremos todas las posibilidades potenciales. ¿Y si se escondía en una de las otras antesalas? ¿O en la habitación de descanso? En ese caso, experimentaremos provocando interferencias en todas las posibles habitaciones correspondientes de la mansión.

—Bueno, entonces... Deberíamos asignar quién se encargará de qué zonas.

—Hm... No tenemos ningún mapa de la mansión, pero nos hemos convertido en sus residentes, ¿no? Ya somos parte del funcionamiento de este mundo. Aunque nunca hemos estado aquí ni lo hemos visto... ¡Sí, intentémoslo! Cuando pienso un poco en ello, ¡sé dónde están las cosas! Sin embargo, supongo que Miku no sabrá nada, ya que se supone que no reside aquí. ¡Eso nos da ventaja! También sabemos cuánto tiempo ha pasado en la obra... En este momento, sí, todavía estamos en la sala de espera, todavía no ha empezado.

—¡...! Es verdad...

Después de que Meg señalase eso, todos se quedaron en silencio y se concentraron en tratar de recordar el interior de la mansión. Poco después, Kaito emitió órdenes.

—Como decidimos antes… Luka y Rin tomarán vigilarán las escaleras y el reloj de abajo. Los demás ocuparemos cada una de las áreas alrededor de las habitaciones prohibidas que conducen al subterráneo en ambos pisos. Repartámonos equitativamente entre el primer piso y el segundo. Nos pondremos en contacto con los compañeros que estén cerca si sucede algo.

—También necesitaremos un tiempo para poner en común todo lo que ocurra cada noche. Tendremos que dejar a Miku sola, por lo que podemos hacerle buscar la página robada en la habitación con menos probabilidades de causar su muerte.

Kaito asintió con la cabeza a la sugerencia de Gack.

—Me duele engañarla... pero solo así podremos conseguirlo. Para que podamos interferir con la realidad desde la ficción, y ajustar los engranajes del tiempo en la loca realidad...

Todos parecían completamente unidos para sobrevivir a este mundo.

—Oigan, yo...

—¿Qué ocurre, Len?

—Burlet... No creo que le moleste que hagamos nuestra la "obra perdida de Burlet".

—Len...

—Quizá crean que eso es solo lo que nos conviene pensar, no me importa... Pero opino que si estuviera realmente enfadado por lo que estábamos haciendo y quisiera detenernos, nos habría detenido mucho antes de que llegáramos a esto. No me creo que esa carta apareciese inmediatamente después del primer acto. Quizás lo que la hizo aparecer fue nuestro júbilo por el éxito del primer acto. Porque estábamos hablando de que, si volvíamos a tener problemas financieros, podríamos hacer lo mismo... Y... si la carta no hubiera contenido esa mentira sobre la intención de acusar falsamente a Miku de nuestro crimen, tal vez ella se hubiera dejado llevar por la difícil situación de nuestra compañía y se hubiera unido a nosotros en el crimen.

—Así que tal vez le dejó esa carta a Miku para que, antes de que volviéramos a cometer el mismo error... tuviéramos la oportunidad de hablar, incluyéndola a ella, sobre si estaba realmente bien seguir por ese camino. Pero... no, por supuesto que no se sentía nada bien con el hecho de que pusiéramos su nombre en una obra que no es suya...

Len habló con miedo y empezó a temblar. Parecía querer expresar sus sentimientos de arrepentimiento por traicionar a Burlet, a quien respetaba infinitamente. Gack, a su lado, se puso en cuclillas para encontrarse con el pequeño muñeco a la altura de los ojos y le palmeó el hombro silenciosamente de manera alentadora. Kaito los miró y respondió con una mirada molesta.

—Es cierto... Todos estábamos extasiados por el éxito del primer acto. Ignoramos el peso de nuestro crimen y... discutimos sobre hacerlo de nuevo, si tenía éxito. Y estoy seguro de que lo habríamos hecho...

Asintiendo con la cabeza a Kaito, Meiko y Meg agregaron sus propias opiniones.

—Pensándolo bien, este es un buen lugar para reflexionar. Aquí tenemos mucho tiempo.

—Quizás estábamos a punto de perder algo importante que nos hacía ser quienes somos. Quizás nos habíamos vuelto un poco arrogantes...

Luka esbozó una sonrisa amarga.

—Vaya, bueno... tendríamos que pedirle a Burlet que nos diga lo que realmente piensa. Si yo fuera él, no obstaculizaría a las personas que intentan proteger mi compañía y mi trabajo tan desesperadamente. De hecho, solo lo hicimos porque teníamos que hacerlo, para mantener viva la compañía. Lo respetamos; no es que quisiéramos profanarlo a propósito. Yo creo que lo entendía y le gustaba vernos. Pero fuimos demasiado lejos. Insinuando la posibilidad de seguir falsificando sus obras... El objetivo de la carta era evitarlo.

—Nos dio esperanza...

—¿Esperanza...?

Kaito se sorprendió un poco cuando Gack dijo la palabra "esperanza", y luego continuó.

—Sí... Ciertamente, si hubiéramos confiado en Miku y la hubiéramos escuchado... y si ella también hubiera creído en nosotros más que en la carta, y nos la hubiera mostrado... seguramente el futuro habría sido diferente.

—Nos equivocamos... y resultó en una tragedia increíble. Pero deberíamos ver el lado positivo; Burlet nos dio mucho tiempo para reflexionar y la oportunidad de rehacer el pasado para que Miku pueda seguir viva.

—¡Así es! ¡Bien dicho, Meiko! Reflexionaremos mucho y alcanzaremos un futuro en el que Miku no tenga que morir... ¡Será un final feliz!

—Rin... ahora sonríes, pero no será un camino fácil, lo sabes, ¿no? No tenemos la menor idea de lo que puede pasar en este mundo. La vida de Miku estará en constante peligro. Y tenemos que actuar distantes mientras tratamos de salvarla. Si sentimos lástima por ella y nos rendimos a decirle la verdad sin cuidado, todo se estropeará en un instante. Incluso si llegamos a ese final feliz, una vez que volvamos a la realidad, tendremos que encargarnos de anunciar la verdad de nuestra falsificación y demás... y aun así no sabemos si Burtlet nos perdonará.

—Hm, Rin, Luka. Que Burlet no esté enojado por nuestra falsificación es solo una teoría mía, ¿de acuerdo...? No se lo tomen muy en serio. Yo solo... prefiero pensarlo de esa manera...

—De lo contrario, es muy aterrador, ¿verdad? Te entiendo, Len... Todos estamos asustados. Finalmente nos hemos dado cuenta de la envergadura de nuestro crimen y nuestro miedo. Tenemos que esforzarnos, o no servirá de nada arrepentirnos. ¿Estamos?

Kaito puso una mano en su corazón y habló como si estuviera jurando.

—Yo no lo llamaría expiación... Pero solo espero que Miku encuentre la paz en este mundo...

Era el momento de decidir.

Todos tenían rostros solemnes y serios, como si estuvieran realizando un ritual sagrado. Cada uno de ellos tuvo sus últimos pensamientos sobre la realidad a la que aún no sabían cuándo podrían regresar.

—¡Uhh, muero de hambre! Me tendré que conformar sin comer picante por un tiempo... Qué triste.

—¿Luka...? Antes hablabas valiente y responsable... ¿Por qué dices eso ahora? ¡Te has cargado el ambiente serio! Bueno, está bien... ¡iremos todos a comer picante juntos cuando volvamos a la realidad!

—Jaja... Pero la mía que pique poco.

—Kaito... Si te pasas de la raya se te volverán a hinchar los labios, te lo advierto. Jejeje...

—La comida que le gusta a Luka es deliciosa, pero... es tan picante... Tendré que prepararme.

—Las comidas no son una batalla, Gack... Yo no iré, gracias.

—¡No digas eso! ¡Tienes que aceptar el desafío junto con tu hermana, hermano!

—A ver... nadie está obligado a venir. De verdad, soy la única que puede comer tan picante... ¡Ya sé! ¡Invitaré a Miku e iremos las dos! Nunca hemos quedado fuera del teatro... pero estoy segura de que le encantará. Pero antes... debemos regresar sanos y salvos...

Luka se cruzó de brazos y se sonrojó. Todos miraron a la dormida Miku con sonrisas amables.

—No te preocupes. Regresaremos algún día. Nosotros... y Miku.

Rin habló con una sonrisa grande y alegre, cuando se dieron cuenta de que la carta en la mano de Miku brillaba débilmente.

—Abramos la carta... Cuando se despierte, será la primera escena del segundo acto...

Se habían vuelto a poner serios. Meiko abrió lentamente el sobre.


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