The Finite - Capítulo 15: Encuentro

Acuérdense de esta mmm "lista de lugares" por fis~ yo haré un chiste pendejo en su momento XDD

- cumbres de las montañas
- profundidades del océano
- nubes en plena tormenta
- estrellas de cerca.

Como había anunciado antes, hoy no hay Kubera y eso se debe a que no tengo editor. NECESITO UN EDITOR. Ya tengo limpiezas y traducciones revisadas... por favor si alguien esta interesado deje un comentario en esta entrada con algún medio de contacto y le enviaré la prueba de poner letras. ya que el reclutamiento esta cerrado por mantenimiento(?)

Por otro lado les comento que próximamente informaremos como usar OverTooning en el móvil. Así que... vengan al lado oscuro de la fuerza muajajajajaja~ No más excusas de "pero yo leo los capítulos en mi móvil~~" XDDD este método aún tiene unos cuantos bugs pero esperamos que solucionen eso muy pronto.

Hasta el próximo domingo y feliz lectura a todos~~

-MEG V

---

« Capítulo 14 | Lista de Capítulos | Capítulo 16 »

---

Novela original en coreano por: currygom (카레곰)
-The Finite-

---

“Ya está oscuro, deberías volver con tu patrocinador por hoy…”

“...”

Cuando le dijo que se fuera, Tak, todavía de pie en el charco, puso una expresión sombría.

“Nos vemos de nuevo mañana.”

“¡...!”

La expresión sombría se esfumó. Una sonrisa apareció inmediatamente en su cara en lo que asentía con la cabeza a Ian. Mientras Ian volvía a dirigirse a su casa, él mantuvo ese movimiento a sus espaldas. No parecía importarle si Ian podía verlo o ya no.

Tras cerrar la puerta, Tak todavía se quedó allí mirando fijamente la puerta, pero se dio la vuelta cuando escuchó que alguien lo llamaba. Era Nard, agarrado del brazo de la dueña de la tienda. La expresión perpleja de Tak se convirtió gradualmente en pánico.

“Uh… Iba a volver ahora mismo.”

“Por favor, dime cuántas más cosas rompiste después de perseguir a Ian-ssi.”

“Esto…”

“Venga. Cuanto más te demores, más difícil me lo pones.”

“...”

Finalmente, Tak confesó haber roto la ventana del restaurante de antes. Nard respiró profundamente, se despidió de la dueña de la tienda que lo había acompañado hasta allí, y luego cogió a Tak por el brazo.

“Ahora guíame hasta el restaurante.”

“...”

“¡Venga!”

“¿...me lo estás ordenando?”

“Sí.”

“...”

Un sinfín de emociones pasaron por la cara de Tak, pero Nard no podía verlas de ningún modo. Durante un rato, Tak observó en silencio al valiente chico ciego, luego cedió y lo condujo hacia el restaurante.

“Serás el primer humano que me haga esto y sobreviva, Nard.”

“¿En serio? Entonces puede que sea una buena idea que lo hagas y me mates. Cuando seas un criminal fugitivo, no vas a ser capaz de volver a ver a Ian jamás.”

“...”

Ese día, aquel ciego le dio una lección a este ‘Half’. Los ojos caídos de Tak se entrecerraron mientras la presa reía.

---

The Finite - Capítulo 15: Encuentro

---

 
Después de no cesar en toda la noche, la lluvia finalmente paró al amanecer. Cuando Nard se levantó, le pasaron varios pensamientos por la cabeza mientras tenía la mirada perdida en el techo. No, a pesar de tener los ojos ampliamente abiertos, no podían ver. Sus ojos nublados parecían perdidos, ni siquiera se daban cuenta de la luz del sol que se asomaba a través de las cortinas.

Aunque solo llevaran juntos medio día, el nº2 del Clan Dragón ya le había hecho gastar una cantidad considerable de dinero. Esto le agotaba, y hacía que sintiera que su corazón era débil. “No debes temerle” le dijo Visnu-nim. Así pues, aun cansado fingía estar normal, pero era más fácil decirlo que hacerlo.

Hubiera sido difícil incluso para un luchador valiente y experimentado, o para un mago de alto rango, pero él era solo un Quarter treintañero que parecía un joven quinceañero. Sabía lo peligroso que era ser tan descarado ante el Dragón de la Destrucción. Sin embargo, necesitaba continuar con el papel. Por lo menos se sentía aliviado al no poder ver la cara de Tak y entrar en pánico. Nard dio unas cuantas vueltas más en su cama, intentando volver a dormirse, luego se sentó sobre el colchón, pensativo.

“...Shess-ssi. ¿Qué hora es?”

“...”

Pero no hubo respuesta de Tak, quien se suponía que estaba tumbado en su cama.

“¿Shess-ssi?”

“...”

“¡Sh-Shess-ssi!”

Pensando que algo andaba mal, Nard se apresuró a ponerse el pijama y salió corriendo de la habitación. Con las prisas se olvidó de su bastón y casi tropezó con el marco de la puerta.

Toc.

“Ah…”

Antes de que Nard cayera al suelo, Tak lo cogió. Nard giró la cabeza hacia él y preguntó “¿Shess-ssi?”. Sin sus gafas de sol, sus ojos vagaban sin rumbo.

“¿Qué estás haciendo? Tú, no corras por ahí solo porque no pueda verte.”

Mientras Nard hablaba, Tak solo lo sostenía con una mano como si fuera una maleta, y con la otra mano bebía de una taza de leche. La noche anterior, Nard le había preguntado “¿Quieres pedir algo de beber?”, a lo que Tak había respondido “Leche caliente, ¡en grandes cantidades!”, pero debido a un fallo en el envío, el cartón de leche que había llegado estaba frío.

“Aunque no te quedes en la cama, no te vayas por tu cuenta sin decirme nada.”

“No podía dormir, así que fui a tomar algo de leche. No salí afuera.”

De hecho, pensó en irse a hurtadillas para encontrarse con Ian, pero decidió no hacerlo para evitar meterse en más problemas. Eso hizo que recordara algo. Desde que llevaba los pendientes puestos, parecía que lo privasen de dormir. Ser «dormilones» era una de las características del Clan Dragón, así que era razonable que tuviera menos sueño estando humanizado por culpa de los pendientes. Sin embargo, aun durmiendo menos, tendría que ser capaz de dormir como mínimo tanto como un humano normal, así que algo ocurría cuando se había quedado despierto toda la noche.

“¿No he podido pegar ojo por estar en la cama de otra persona?”

“Estoy un poco confundido, Shess-ssi. Cubrí los gastos de reparación de anoche y…”

“Oh, lo siento. Te lo devolveré.”

“¿Devolvérmelo? ¿Cómo? Si no tienes ni un centavo.”

“El dinero no es problema. Trabajaré si es necesario.”

“¿Y si rompes más cosas en el trabajo, qué?”

“...”

Aunque Tak no pudiera negarlo, puso los ojos en blanco y sorbió más leche.

“Pues podría capturar un Sura Superior o algo. Escuché que se cambian a precios muy altos entre los humanos.”

“¿Un Half va a capturar un Sura Superior?”

“Ah.”

Eso no. Tak cerró el pico y se enfadó consigo mismo mentalmente. Se equivocó al decir eso en vez de Sura Inferior. No era común que un Half joven cazara un Sura Inferior, pero tampoco era imposible.

“Bueno, ya lo hablaremos más tarde. Hoy voy a ver a Ian. Prometió que volveríamos a vernos.”

“Espera un momento. No te vayas sin un plan para acabar causando problemas de nuevo, ya sabes…”

“No me des lecciones. Ya he tenido suficiente.”

Era imposible que no le pasara nada fingiendo ser un Half en una ciudad con un Dios. A medida que la frustración de Tak crecía, Nard al principio no sabía lo enfadado que estaba, pero se dio cuenta cuando Tak aplastó la taza de leche con su mano. Nard se puso tenso con el sonido de la taza rompiéndose en pedazos, y escogió sus palabras con cautela.

“...Supongo que dormí demasiado. ¿Ya es de día?”

A la pregunta de Nard, Tak se giró hacia la ventana, sin soltar a Nard, echó un vistazo al exterior y le informó.

"Aún no. Las tiendas recién empiezan a abrir."

"Entonces, es hora de salir. Hoy es festivo, así que si vas a quedar con Ian-ssi, será un encuentro especial."

Al decir eso, Tak soltó una inmensa sonrisa y le gritó a Nard mientras lo agitaba.

"Ey. ¡Eso es lo mejor que me has dicho hasta ahora!"

Tak casi ahogó a Nard cuando tiró de él por la solapa de su traje, pero lo soltó. Un encuentro cara a cara con un Nástika seguro que no formaba parte de la rutina diaria de un humano común.

 - ♦ — ♥ — ♦ -

Tras una noche entera de lluvia incesante, se habían formado grandes charcos en el jardín. Tratando de evitarlas, Tak se quedó merodeando un rato entre los árboles, viendo caer ocasionalmente las gotitas de las hojas. Debía probar el llamar a la puerta. Como no quería que Nard se pegara a él, Nard intentaba mantenerse al margen, pero ahora que estaba solo, Tak todavía se sentía más nervioso por tener que llamar a la puerta de Ian. Cuando se acordó de la cara de Ian del día anterior, asustada y llorando, pensó que quizás se había dado demasiada prisa en decirle a Nard que no lo molestara.

En esa mañana de fin de semana, Ian abrió la puerta con una taza de té recién hecho, pero intentó volver a entrar en cuanto vio a Tak de pie en el jardín.

Evidentemente, fue un intento fallido.

“Espera, yo…”

“¡Ahh!”

Cuando Tak la cogió de la muñeca, ella se echó para atrás acto reflejo y gritó. Cogiendo la taza que se le había caído a Ian, Tak reunió las gotas de té esparcidas por el aire a velocidad de la luz antes de devolverle la taza y el plato a Ian. La descompuesta Ian aceptó la taza, Tak le soltó la muñeca y no se acercó más a ella.

“Uh, no importa las ganas que tuvieras de verme, venir a mi casa por la mañana es…”

“¿Por qué? ¿Está mal que venga a verte por la mañana?”

“No, emm… es decir…”

Con él tan cerca, ella se giró para no verlo de frente y tartamudeó al tratar de terminar la frase.

“¿...? ¿Por qué estás tan nerviosa?”

“¡Ayy!”

Tak dio un paso atrás, visiblemente sorprendido, y la desconcertada Ian entró corriendo en su casa, dando un sonoro portazo.

“...”

Todo ocurrió muy deprisa, pero Tak había podido ver el aspecto de Ian cuando entró a casa. Quizás no se habría dado cuenta desde lejos, pero estaba lo suficientemente cerca. Iba vestida con un una bata de pijama casi translúcida. Estaba bastante seguro de que no era algo que llevaría delante de un hombre fuera de casa.

“Oh… No me había dado cuenta.”

Tak se encogió y se rascó la parte de atrás de su cabeza. Nard estaba sentado en el balcón del segundo piso de enfrente, en la misma calle. Estaba hablando con el ama de llaves de la casa de Ian, una mujer mayor. Mientras Tak esperaba a que Ian saliese, varias personas, también mujeres, salieron de otras puertas. Todas ellas parecían mucho más mayores que Ian. De todas formas, si solo vivían mujeres en ese edificio, era normal que Ian saliera a saludarlas vestida de esa manera con un té en la mano.

Clic.

Tak se giró por el sonido de la puerta abriéndose. En poco tiempo, Ian se había puesto algo más adecuado para el exterior y se había recogido el pelo. Todavía se veía preciosa, pero él pensó que lucía aún más hermosa con el pelo suelto.

“¿Por qué te has recogido el pelo? ¿Es por tu jefe?”

“No, hoy no tengo que ir a trabajar, así que realmente no importa. Tenía el pelo bastante enredado, así que habría tardado un rato en desenredarlo.”

“...”

Aunque Tak no se quejó, puso una expresión seria.

“Si quieres que me lo deje suelto, ¿podrías esperar un poco más, por favor?”

“¡Ah, n-no! La coleta está bien. Muy bien.”

“¿De verdad? ¿Entonces me lo dejo recogido?”

“N-No, espera, en realidad no me… gusta…”

Odiaba la coleta, pero todavía odiaba más tener que esperar. Ian se rió de sus respuestas sin sentido. No había duda de que a él le gustaba ella.

“Entonces, ¿qué te parece esto?”

Se soltó un poco el pelo, se lo echó para un lado y se lo recogió a la derecha, luego se apartó los mechones sueltos destrás de las orejas. Tak se limitó a observarla, con la boca abierta, y luego asintió con entusiasmo cuando Ian lo miró.

“¿Es tu patrocinador?”

Ian señaló al balcón del segundo piso. Antes de responder, Tak miró a Nard, y luego asintió. Aunque Nard estuviera hablando con el ama de llaves, solo hacía ver que la escuchaba.

“Sí. Es Nard Lehn, un mago Quarter. Creo que tiene tu edad.”

“...”

Un mago Quarter de su misma edad. Para patrocinar a un Half, debía ser como mínimo de rango B o superior. No era fácil recibir tal rango a esa edad, así que Nard era claramente mejor que la media, pero Ian todavía se avergonzaba por no haber conseguido la admisión a una academia de magia con su edad.

“¿Qué ocurre? ¿Todavía te sientes incómoda conmigo pese a que tenga un patrocinador?”

“Ah, no.”

Por un momento, Ian ladeó su cabeza avergonzada, luego mostró una amplia sonrisa.

“¿Cuáles son tus planes ahora?”

“¿Ah? ¿Eh...? Bueno, creo que aunque me quedara todo el día mirándote...”

Mientras Tak murmuraba hizo contacto visual con Ian, y se apresuró en negarlo con las manos mientras decía.

“N-no, no. Le estuve dando muchas vueltas a esto. Entonces vamos a…”

Tak acababa de tener una visión de ellos paseando y conversando, pero luego se acordó de ciertos hechos.

Ella había cautivado el corazón de un Sura Superior. Él podía llevarla donde ella deseara, desde las cumbres de las montañas hasta las profundidades del océano, pasando por las nubes en plena tormenta, o incluso a ver las estrellas formando el cielo nocturno desde cerca. Por encima de todo, lo que más quería intentar era llevarla a conocer a otros Suras y decirles con orgullo a los otros Nástika: “Esta es mi mujer.”

“...”

Pero mientras todos esos pensamientos le pasaban por la cabeza, su expresión se volvió sombría. Desafortunadamente, no podía llevar a cabo esos planes ahora mismo. Había ilusiones que solo podía hacerse en sueños.

“¿No tienes nada pensado?”

“...”

A la pregunta de Ian, Tak no podía figurarse la respuesta y solamente se rascó la cabeza. Ian sonrió al verlo, alargó la mano y le rodeó el brazo.

“¡¿...?!”

Viendo la expresión sorprendida de Tak, Ian sonrió ampliamente y continuó mirando al chico más alto que ella.

“Vamos a pasear. Deja que escoja yo el destino, ¿de acuerdo?”

“¡V-Vale!”

Tak asintió deprisa mientras se ponía rojo de oreja a oreja. Nard, quien estaba escuchando desde el segundo piso, terminó de hablar con el ama de llaves y volvió a bajar al jardín con su bastón. Aunque no quería estorbar el encuentro entre un joven hombre y una mujer, no pudo evitarlo puesto que no sabía lo que Tak podía hacer.


Continuará...

---

Traducido al inglés por: Mizura
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: MEG V y Yoru

---

« Capítulo 14 | Lista de Capítulos | Capítulo 16 »

---