Autora: vgperson
Traducción: Xeniaxen
Traducción: Xeniaxen
Continuación del capítulo 3 > Código Derecha
La cara de Meyer se cayó de inmediato.
—Ah. Sí, bueno, eso explica muchas cosas.
Aunque me sentía mal por Lina y su reputación, podía entender lo que Meyer estaba pensando.
—Cree que ella me ha causado algún problema, ¿verdad?
—Sí. Lo siento, sé que son amigas y he tratado de ser más comprensiva con sus peculiaridades. Pero, como dice, probablemente ha tenido un "ataque de hipo" solo por hablar con ella; es muy propensa a ese tipo de fallos. Así que, aunque estoy segura de que hizo un buen trabajo al curarte, y estoy orgullosa de que lo haya logrado, un fallo probablemente ha corrompido sus permisos mientras lo hacía —Meyer sacudió la cabeza—. Como ya he dicho... los fallos no suelen ser culpa de nadie.
—Pero, espere... —me rasqué la cabeza—. He tenido este fallo durante años. Conozco a Lina desde hace apenas un par de días. ¿Cómo podría ella ser la responsable?
—Quizás ha habido un malentendido —Meyer levantó una ceja—. Asumí que sus permisos eran el problema, pero... ¿hay algún otro fallo no relacionado que esté experimentando?
Le expliqué el problema de mis recuerdos falsos de manera similar a como se lo había explicado a Lina y a Lily, pero cuidando de ceñirme a los hechos esta vez y de no compartir mis teorías extravagantes con ella.
—Hm. Eso suena complicado —comentó Meyer una vez que terminé—. No puedo prometerle nada, pero, si viene mañana, puedo hacerle un examen exhaustivo. Dependiendo de lo que encuentre, podríamos necesitar varias sesiones, pero haré lo que pueda. Y también arreglaré sus permisos; eso sí que lo prometo.
—¡Muchas gracias...!
Incluso con su incertidumbre, me sorprendió recibir este nivel de ayuda de alguien que ni siquiera era mi profesora. Pensar que todo lo que había tenido que hacer era pedirlo...
Me volví para salir, pero me detuve al tener un pensamiento y me giré.
—Hm... ¿Me recomendaría no pasar tiempo con Lina por el momento?
Meyer sacudió la cabeza.
—Sería innecesariamente cruel dictar las relaciones de las personas por una razón así. La señorita Brackett es una buena persona. Solo hay que tener cuidado a su alrededor —sus ojos se entrecerraron levemente—. Así que... tenga cuidado.
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Salí del despacho de Meyer sintiéndome optimista. Claro que no era el único problema en mi vida, pero este asunto de la memoria siempre había sido una molestia. Tener una esperanza real de que se resolviera pronto era emocionante.
No obstante, no pude evitar pensar en todo el asunto de los "permisos". Todo lo que sabía de permisos era la breve explicación de Meyer, y algunos de los conceptos que mencionó me resultaron difíciles de entender. Pero parecía no estar relacionado con mi memoria; simplemente no podía establecer una conexión entre ambas cosas, y parecía que Meyer también pensaba en ellas por separado.
En ese caso, ¿qué problemas podrían surgir de unos permisos defectuosos? Aunque, como ella dijo, otros no pudieran aprovecharse de eso, sino solo yo misma, ¿no había realmente ninguna posibilidad de que accidentalmente empeoraran algo más? ¿Y qué pasaría si Meyer estaba equivocada sobre Lina y sus permisos, y en realidad había estado viviendo así durante mucho tiempo?
No había manera de saber nada de eso. Así pues, finalmente, lo dejé estar. Debía dejarle las reflexiones a Meyer.
Y justo después de salir de mis pensamientos, vi algo que me hizo sobresaltar.
—Hola, Rena —dijo Lily.
—¿L-L-Lily? —me quedé boquiabierta—. ¿Has venido a hablar con la profesora Meyer?
Ella negó con la cabeza.
—No, en realidad tenía curiosidad por saber de qué te ha hablado a ti. ¿Pudo solucionar tu problema?
Me quedé pensando en cómo responder.
—Eh, todavía no... Va a ver qué puede averiguar mañana.
—Ya veo —Lily asintió y me sonrió—. Bueno, estoy aquí para ayudarte también, si puedo.
—G-Gracias... —sentí que debía decir más, pero apenas sabía cómo manejar el repentino interés de Lily en mis problemas.
Después de una considerable pausa, durante la cual pensé en irme, Lily habló:
—Quería preguntarte algo, sin Lina o Meyer de por medio.
—¿P-Preguntarme...? —mi mente comenzó a funcionar a toda pastilla, tratando de adivinar qué podría ser.
—Me temo que es una pregunta un poco incómoda. Podría estar completamente equivocada; si es así, me disculpo y espero que no lo tengas en cuenta. Pero es por ayudar a alguien que podría necesitarlo... —respiró hondo—. ¿Alguna vez has pensado que en realidad no te ves a ti misma como "mujer"?
Mi mente, antes se estaba volviendo loca, se quedó en blanco.
—N-No... En realidad, para nada.
La expresión seria de Lily desapareció en una sonrisa.
—Está bien. Es genial. No te preocupes por mí; sigue siendo tú misma, Rena.
Aparentemente satisfecha, comenzó a alejarse.
—¡Espera, espera! ¡No puedes irte después de eso! —le grité—. ¿Por qué has querido preguntarme algo así?
—Supongo que debo decírtelo —ella se rascó el cuello y suspiró—. En resumen... lo que describiste me resultó extrañamente familiar.
—¿Familiar? ¿Qué parte? —pregunté, aún completamente perdida.
—La situación con tus recuerdos. Esa sensación de que la realidad no... no parece estar bien. Lo que describiste es diferente a lo que siento yo en muchos otros aspectos, así que probablemente me esté proyectando en ti. Pero, incluso si me equivoco, llegué a una conclusión que personalmente creo que puedo compartir contigo.
—¿Cuál?
—Cuando tus sentimientos y la realidad se contradicen, nunca son tus sentimientos los que están mal; es la realidad —cerró los ojos—. Y ese es el verdadero poder del código fuente, en mi opinión. Puedes tomar el control de tu propia realidad para corregir esos errores. Puedes desafiar el destino preestablecido que el mundo tenía preparado para ti.
Traté de entender lo que estaba diciendo, y luego tuve una revelación.
—Espera, me preguntaste si no me veía a mí misma como "mujer". Si esa realidad de mi inicialización contradice mis sentimientos —pausé para considerar mis palabras—. Perdona si es un tema sensible, Lily, pero, ¿estás insinuando que... no fuiste inicializada como mujer?
Los ojos de Lily se abrieron con sorpresa, y parecía estar preparándose para lo que podría decir a continuación. Así que rápidamente cerré mi discurso para tranquilizarla.
—Eso... puede que sea lo más asombroso que haya oído nunca. Así que ese es el alcance del código fuente... convertirte en la persona que quieres ser.
—Me temo que no puedo atribuirme todo el mérito —se sonrojó. El alivio era visible en su rostro—. Necesité la ayuda de Meyer, en particular, para desbloquear mis permisos... Le debo mucho. Así que, aunque te enfrentes a un problema muy diferente, espero que ella también pueda ayudarte.
—¿Desbloquear tus permisos? —mis oídos se pusieron alerta—. ¿Como, eh... un "acceso total de escritura"?
—¿Dónde escuchaste eso? —preguntó Lily con curiosidad—. Pensé que no sabías nada del código fuente.
—Bueno, Meyer me dijo que eso es lo que me pasa ahora: tengo "acceso total de escritura" a mí misma. Eso es lo que pretende arreglar para que no la líe, pero...
—No me digas... —Lily me miró con una sonrisa—. Ven, déjame intentar algo.
—¿Eh? Espera, ¿vas a tocar mi código fuente? —sentí que mi corazón latía con fuerza.
—Así es —asintió.
Cerró los ojos y movió las manos de manera mística. Sin embargo, nada se sentía diferente.
—¿Y bien? ¿Qué hiciste? —pregunté nerviosa.
—Te he dado permiso para divertirte un poco —se rió Lily.
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Nos fuimos a un aula vacía y Luly comenzó a enseñarme los conceptos básicos del código fuente. Dijo que estaba un poco oxidada, pero a mí no me lo parecía en absoluto; de hecho, podía verla como una buena profesora, si le interesaba (no le interesaba).
Los principios básicos del código fuente eran bastante simples. Al "ejecutar" mentalmente algunos "comandos" (a lo que se le denomina Exploit), una persona puede modificar cosas del mundo. No obstante, esto sigue estando limitado por los permisos. Por ejemplo, yo no podía cambiar nada de Lily y viceversa. Aparentemente, alguien como un admin tiene mayores privilegios que ignoran estas restricciones.
Los "atributos" en sí mismos (los aspectos modificables de las personas y los objetos por igual) también tienen diferentes niveles de acceso, lo que significa que algunas cosas están más protegidas que otras y no se pueden editar fácilmente. Pero el hecho de que yo tuviera acceso total de escritura significaba que nada, hasta donde sabíamos, estaba fuera de mis límites. Lily había apreciado mucho que Meyer le hubiera dado este nivel de acceso temporalmente en el pasado, por lo que quería compartir la misma oportunidad conmigo.
Tengo que admitir que fue divertido que Lily recitara los nombres de los atributos para que yo las buscara y jugara con ellas. Cosas como la altura y el peso tenían efectos inmediatos y obvios. Podía cambiar todo tipo de colores en mi cuerpo de una forma sorprendente, hasta tener cada ojo de un color distinto. Incluso la especie era modificable... aunque a veces los resultados se veían muy extraños, aparentemente debido a atributos que eran específicos de esa especie y, por lo tanto, no se habían configurado correctamente para mí. Aun así, Lily se aseguró de que probara a transformarme en gato.
Sí, fue divertido experimentar y satisfacer rápidamente las curiosidades sobre cómo sería si me hubiera inicializado así o asá. Pero me encontré cambiando prácticamente todo de nuevo a lo que he sido siempre. No me importaba probar cosas, pero rápidamente me di cuenta de que, más allá del factor novedad, estoy bien como estoy.
Bueno... con una excepción. Me refiero a la parte de "no me importaba probar".
Lily no lo mencionó, probablemente porque ya había hecho su pregunta antes. Pero, naturalmente, había un atributo de "género". Configurada en "femenino", con solo otra opción.
Y por alguna razón, solo mirarla me hizo estremecer.
—¿Rena? ¿Pasa algo? —preguntó Lily, preocupada.
—Perdona, me he distraído. ¿Qué decías?
No estaba segura de qué era. Porque no tenía problemas en cambiar todo lo demás, hasta mi propia especie (quiero decir, sabiendo que podía volver a la normalidad, por supuesto), pero me repugnaba la sola idea de alterar eso. ¿O tal vez lo que me inquietaba era la mera existencia de una opción binaria y conmutable para algo que parecía tan innato y complejo?
No hay nada de malo en saber de antemano que algo no me gusta, me dije. Seguramente Lily sentiría lo mismo acerca de alterar ese atributo nuevamente, después de haber tomado una decisión clara sobre cómo quería que se estableciera. Y al menos esto significaba que había una parte de mí sobre la que podía adoptar una postura firme.
Me di cuenta de que esta vez estaba realmente distraída y no estaba prestando atención a Lily, así que salí de mi estado de ánimo. Y la escuché hacer otra sugerencia.
—Oh, acabo de acordarme de una buena. Rena, mírate la "posición".
Hice lo que me dijo y encontré tres números con valores altos que parecían aleatorios. Posición, ¿eh? Como...
—Conoces las coordenadas de las matemáticas, ¿verdad? Son esas tres dimensiones. Intenta cambiar el primer número por 1. Una sola unidad es aproximadamente... un metro. Ah, ya lo tienes —Lily se giró hacia mi nueva posición y sonrió.
—Tienes razón, es divertido —me reí—. Podría ahorrarme mucho tiempo de viaje... Pero supongo que no puedes aislar los permisos solo para este atributo, ¿no? O de lo contrario verías a la gente optando por la teletransportación en lugar del transporte público.
—Desafortunadamente, así es —asintió—. Estas cosas son bastante de todo o nada, por lo que es difícil aprovecharlas sin abrir una caja de Pandora. Pero bueno, al menos puedes divertirte con ellas por ahora.
—Me gustaría... pero me da un poco de miedo —admití tímidamente—. ¿Qué pasa si, por así decirlo... termino dentro de una pared?
—Oh, no te preocupes, te empujarán hacia afuera. Ni siquiera duele ni nada. Mira.
Lo demostró teletransportando repetidamente un lápiz a un escritorio, haciendo que volviera a aparecer sin hacer daño sobre la parte superior del escritorio.
—Está bien, es genial —asentí—. Uh, aunque me gustaría que vinieras conmigo...
—Tranquila —me ofreció su mano—. Si te aferras a alguien, os movéis juntos.
—¿De verdad? —me pregunté, tomando su mano.
—De verdad —respondió Lily.
Me reí entre dientes con satisfacción, luego comencé a caminar por el aula y a cerrar los ojos aquí y allá. Sabía que Lily probablemente me miraba raro, pero no le presté atención; tenía una idea para algo que esperaba que la impresionara.
Una vez satisfecha, le ofrecí mi mano.
—Agárrate fuerte, que vamos.
—¿Ah, sí? ¿Adónde vamos?
—Es sorpresa... pero espero que solo lo sea para ti.
—Me gustan las buenas sorpresas —comentó con una sonrisa.
Ingresé las coordenadas y...
Bingo.
Lily miró a su alrededor con asombro. Ahora estábamos afuera, en una colina. Creo que ambas habíamos perdido la noción del tiempo, sorprendidas al darnos cuenta de lo tarde que era.
—¿Dónde estamos exactamente? —preguntó Lily.
—Justo donde quería. Es un lugar llamado Punta Freno, cerca de donde solía vivir. Siempre me gustaron las vistas, así que... quería mostrártelas —expliqué tímidamente.
Lily parecía conmovida, pero también confundida.
—¿Pero cómo supiste las coordenadas? ¿Estás segura de que nunca has editado código fuente antes?
—Bastante segura. Verás, estuve caminando por el aula para orientarme y saber qué dirección era cuál. Entre eso y saber la distancia aproximada de aquí hasta allí, pude hacer una buena estimación de las coordenadas. Y sabiendo que siempre te expulsa al exterior, apunté a un lugar bajo tierra para darme un mayor margen de error.
—Eso es... extremadamente impresionante —dijo Lily con asombro—. Me alegra estar en tan buenas manos.
Sonreí, sonrojándome.
—Ja, ja. Bueno... solo son matemáticas básicas.
Después de eso, nos tomamos de la mano en silencio, mirando el cielo nocturno. Si esto fuera lo único que obtuviera de esta incursión en el código fuente, pensé, estaría satisfecha.
—La luna se ve realmente hermosa desde aquí —comentó Lily.
—Sí... es bonita —coincidí—. Pero también se ve un poco extraña.
—¿Extraña? —Lily me miró con curiosidad—. Bueno, claro, es una roca gigante, pálida y redonda flotando ahí arriba...
—Eso en realidad... no es exactamente lo que me parece raro —respondí, esforzándome por encontrar las palabras—. Es su superficie que se ve extraña.
—¿Su... superficie? ¿Los cráteres y todo eso? —Lily se rascó la cabeza—. Es algo extraño en lo que fijarse. No puedes esperar que nuestro sentido estético se aplique a patrones que se formaron de manera natural.
Me di cuenta de que estaba arruinando un momento agradable, pero este sentimiento persistente seguía ahí.
—No lo sé, por alguna razón siento que debería parecer algo. Como una persona. Tal vez un conejo.
—¿Crees que debería haber... un conejo en la luna? —repitió Lily.
Me sentí muy avergonzada al escucharla decirlo. Me reprendí a mí misma por ser tan rara con esto; probablemente solo era mi memoria fallando de nuevo, pensándolo bien.
Pero cuando la miré, ella simplemente me estaba mirando con los ojos muy abiertos.
Ah. Oh, ya veo.
Tal vez podría haber un conejo en la luna.
—¿Quieres... ir? —pregunté vacilante.
—Podría ser toda una experiencia —respondió Lily—. Yo también me divertí manipulando la posición, pero nunca intenté nada tan loco como eso. Demasiado preocupada por ponerme en peligro, dado que carecía de la intuición para las coordenadas que tú pareces tener.
—B-Bueno, hay una gran diferencia entre saber la distancia de Chexum hasta aquí y calcular la distancia hasta la luna —expliqué rápidamente—. No tengo ni la más remota idea. Quiero decir, ¿cuánto de grande es, siquiera? Sin saber eso, ni siquiera puedo calcularlo a ojo.
—¿Quizás deberías pasarte y ajustarlo después? —sugirió ella—. Intenta poner coordenadas grandes y luego salta rápidamente de vuelta aquí. Piénsalo como si estuvieras "paseando" en el cielo nocturno.
—¿Estás segura...? —suspiré.
—¿De qué? Estoy segura de que si tienes un sueño, quiero verte hacerlo realidad —dijo con una sonrisa.
Sentí que Lily estaba interpretando mis palabras de manera salvajemente incorrecta, pero al pensarlo mejor, no me importó. Si podía usar mi aparente talento natural para la teletransportación y llevar a Lily a un lugar donde estoy bastante segura de que nadie había estado antes... cualquier esfuerzo valdría la pena.
Le apreté la mano y miré hacia el cielo.
—¿Lista...? Tres, dos, uno...
—¿Lily...?
Miré en la dirección donde antes estaba ella, atónita. Todo estaba tan oscuro que, al principio, pensé que me había desmayado o algo así, hasta que vi mi propia mano. No, realmente se había ido.
Rápidamente introduje de nuevo las coordenadas para Punta Freno, esperando que de alguna manera simplemente la hubiera soltado antes del salto. Pero no volví a Punta Freno. Solo había más vacío.
Si no fuera por la capacidad de verificar mi propia posición, no habría sabido que me había movido; aunque parecía estar cayendo. Intenté cambiar mi posición al azar en un intento desesperado, pero todo se veía igual. Para asegurarme, volví a las coordenadas iniciales que había ingresado. Todavía no había nada a la vista.
Mientras flotaba allí, desconcertada, tratando de procesar lo que estaba pasando, de repente me invadió un miedo. ¿Podría respirar aquí? Sin embargo, no estaba segura de por qué tenía esa preocupación. Quiero decir, ya había estado respirando normalmente, sin siquiera ser consciente de ello, antes de tener ese pensamiento.
Supongo que no podía culparme por sentirme insegura acerca de la naturaleza de este lugar, dondequiera que fuese. Debía estar muy, muy lejos en el cielo. La mayoría de las personas simplemente dan por sentadas las cosas que se pueden ver desde la tierra, sin tener ideas como la de subir para echar un vistazo más de cerca. Así que, según mis conocimientos, nadie sabía realmente si había algo especial en altitudes como esta... ¿O mejor debería decir "distancias"?
Oh, qué más da. No tenía ni la más remota curiosidad. Solo quería encontrar a Lily y volver a casa.
Justo cuando tuve ese pensamiento, vi lo que parecía una estrella fugaz a lo lejos, como si estuviera ahí para responder a mi deseo.
No obstante, al seguirla con la mirada, me di cuenta de que definitivamente no era eso. Se movía en un patrón extraño: disparándose en línea recta, luego desapareciendo unos segundos, antes de aparecer nuevamente para dispararse en otra línea paralela.
Poco a poco, su trayectoria se fue acercando a mí, y pude observar que su movimiento tampoco era "fluido". Era como si se moviera muy rápido hacia adelante en incrementos entrecortados.
Una vez estuvo lo suficientemente cerca, pude confirmarlo: no era una estrella fugaz, sino una persona.
Y luego, esa persona se detuvo justo frente a mí.
—Hola. ¿Llevas mucho tiempo aquí afuera? —preguntó, levantando la mano en un saludo.
Era una loba con el pelo oscuro oscuro, una chaqueta de cuero y un pelaje blanco que probablemente parecía más radiante de lo que realmente era debido a que estábamos en un vacío negro. De alguna manera, sentí que podía confiar en ella de inmediato... no es que tuviera muchas opciones.
—¿Dónde es "aquí afuera", exactamente...?
—Fuera de tu planeta, eso seguro. Esto es tierra de nadie, un terreno inhóspito y sin explorar. Un verdadero "en cualquier lugar menos aquí". Lo llamamos... el Límite —dijo la loba con una sonrisa.
—¿Eso fue... —parpadeé— un discurso ensayado?
—Ouch, qué corte —gimió, dejando caer los hombros—. Una cosa es pensar que es cursi, pero podrías habértelo guardado, ¿no?
—L-Lo siento —sacudí la cabeza y agité las manos—, no quería insinuar eso... Aunque lo dije en voz alta, ¿no? —me di cuenta, cruzando los brazos—. Pero, aun así, ¿cómo es que... tienes un discurso preparado para la gente que encuentras por aquí?
—Claro que sí —la loba asintió—. Hago escaneos regulares sobre un área enorme buscando a gente perdida como tú. Así que, ¿cuál es tu historia?
—Estaba... jugando con el código fuente, con mi atributo de posición con la ayuda de... esto... una amiga. Una cosa llevó a la otra, y ella me animó a intentar ir a la luna —miré a un lado con vergüenza—. Pero creo que me pasé de largo...
—¿Y estabas intentando llevar a esta amiga contigo?
Recordar eso me preocupó nuevamente por la desaparición de Lily.
—S-Sí, estábamos cogidas de la mano, estoy segura de eso, pero cuando di el salto, por alguna razón ella desapareció...
—Dame un segundo —instruyó la loba.
Desapareció y, después de lo que pudo haber sido exactamente un segundo, reapareció sosteniendo a Lily.
—¡Lily!
Habría corrido a abrazarla, pero no estaba segura de cómo moverme en este vacío, y ciertamente no quería jugar con la edición de posiciones en este momento.
—¡Rena...! —Lily se dio cuenta de que había otra persona a su lado y retrocedió—. ¿Q-Quién eres tú?
—Finalmente, alguien pregunta —se encogió de hombros—. Me llamo Eda. Y he venido a rescataros.
—Espera, ¿cómo encontraste a Lily tan rápido? —pregunté mientras mi mente asimilaba la situación.
—Respuesta corta: ella terminó en el mismo lugar que tú... más o menos. La respuesta larga puede esperar para más tarde.
—¿Ese "más tarde" implica seguir flotando en un espacio vacío? —preguntó Lily preocupada.
—No tiene por qué, no. —Eda nos ofreció una mano a cada una—. Hay un lugar al que me gustaría llevaros.
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Continuará.
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