02/11/2017

Bad∞End∞Night - Capítulo 8


En este capítulo empiezan el salseo y las idas de olla pero de verdad. Disfruten. Yo lo he hecho.

-Xeniaxen


Bad∞End∞Night
Novela original en japonés por: Hitoshizuku-P



CAPÍTULO 8. DISCREPANCIA
Traducido por: Xeniaxen


First nighT

Una noche, el viento soplando feroz, con siete actores en el teatro una obra se celebró.
Animada la fiesta estaba. Entonces una octava mujer, amiga de ellos, les visitó.

La mujer dijo que había encontrado una carta que contaba de los siete un pecado.
Y que su secreto sería contado...

Los amigos quedaron desconcertados, perplejos.
Tenían un asunto muy importante del que ocuparse, pecado ni de lejos.

Los actores culparon a la mujer. Si lo revelaba eso sería clara traición.
Pero la mujer firme se mantuvo. Insistía en que tenía la razón.

Se dio por vencida y aparentó abandonar la batalla, los siete la trataron de detenerla.
Pero no consiguieron torcerla.

Las negociaciones empezaron, sin ir a ningún lugar.
Al final, un cuchillo de su bolsillo la mujer sacó para a los siete amenazar.

Ellos vacilaron con temor.
Sin embargo, ahora no podían apagar su furor.

Si la verdad en la carta, su pecado, era revelada, sus esfuerzos en vano habrían sido.
Hubo disputa, riña, una pugna nefasta y luego... un ruido.

Quizás el destino se la había jugado... ¿Milagro o accidente? La diferencia era poca.
La rueda de la tragedia empezó a girar como loca.

La mujer cayó por la escalera.
Cuando llegó abajo... el cuchillo se clavó en la delantera.
Murió... qué muerte tan certera.

Los actores lamentaron el desafortunado acontecimiento.
Y tuvieron un pensamiento.

"Ojalá esta tragedia fuera igual que nuestras obras de teatro, una escena de un mundo...
Oh, ojalá el tiempo pudiera detenerse un segundo."

Pero la obra de su vida, el que ella dirigía, a su fin llegado ya había.

Y decidieron consignar su trágica muerte al olvido así.
Para ocultar todo en el sótano secreto del teatro, dentro de un ataúd allí... ∞



El sudor corría por mis dedos mientras pasaba la página final. Ese grueso libro tan repleto de palabras... Cada vez que volteaba sus páginas, las letras saltaban hacia mí como si estuvieran escribiéndose directamente en mi cabeza.

—Esto... me sue... ¡Esto me suena!

—¿Hm...?

Lo recordaba claramente ahora. Los acontecimientos de "First nighT" eran exactamente los de la pesadilla que había tenido esa mañana. Siete hombres y mujeres estaban juntos celebrando una fiesta, una llegaba tarde y hacía una declaración que causaba alboroto, trataba de huir corriendo, en discordia con sus amigos... y moría en el acto. El sueño que había tenido era ciertamente ese. Pero si este libro era el mismo que mi sueño, entonces ¿los siete trataron de encubrir su muerte, y después ocultar su cadáver en un ataúd... en una sala en el sótano del teatro...?

—Es definitivamente lo mismo... No hay duda.

—¿Qué es lo que te pa-re-ce lo mi-smo...?

—Esta mañana tuve un sueño. Estaba dando vueltas en la cama y no podía dormir... y lo olvidé todo por completo hasta ahora. Pero ahora... puedo recordarlo vagamente.

—¿Re-cor-dar-lo...?

—Es lo que está escrito en este libro. Había ocho hombres y mujeres... Siete perseguían a una de las mujeres, y ella moría. Creo que fue un accidente, pero... siento que podría interpretarse como si la hubieran matado también.

—¿Ocho ac-to-res...? Justo como no-so-tros, ¿no?

—...

Sí, era exactamente igual. El guion de Crazy∞nighT, y este mundo. ¿Qué conexión tenían con mi sueño y First nighT? ¿Fue mi sueño una premonición...? O…

—Pero, va-ya, sí que re-cuer-das los sue-ños con cla-ri-dad... Nosotros, los mu-ñe-cos no po-de-mos soñar, así que no co-noz-co esa sen-sa-ción. Pero que in-clu-so re-cuer-des el número de per-so-nas que había en tu sue-ño...

—No sueño muy a menudo... así que no sé si suelo recordar tanto detalle o no...

—¿Y los sie-te per-se-guían a la chica...?

—Sí...

—¿En se-rio? Cuánta me-mo-ria. No pa-re-cía tan lis-ta, se-ño-ti-ta aldeana.

—Agh...

—Oiga, ¿qué más re-cuer-da? ¿Vio sus ca-ras? ¿Sus vo-ces?

—No... No vi nada. Bueno, quizá sí los vi, pero no lo recuerdo. No recuerdo nada... Ni siquiera cómo sonaban sus voces.

—Hmm. Pero, veamos, si se con-tó a us-ted mis-ma como par-te del sue-ño, entonces sin us-ted serían sie-te per-so-nas... ¿o no?

—¿Eh?

Concentré mis pensamientos en mis recuerdos del sueño de nuevo, pero... Como pensé, no podía recordar nada más al respecto. El muñeco me miraba seriamente, no era una indirecta burlona.

—Creo que... No veía el sueño desde la perspectiva de nadie en particular. Es como si fuera una obra de teatro... No estaba sentada entre el público, sino junto a los actores, pero lo veía todo desde fuera. Así que si me incluyo a mí misma, puede que fuéramos nueve... No estoy muy segura. Eso es todo lo que puedo recordar... Creo que los sueños no suelen vivirse en primera persona... era un punto de vista ambiguo.

—Ya-a...

El muñeco se llevó la mano izquierda a la barbilla, soltando un "Hmm" pensativo.

—Dijo que no podía re-cor-dar sus ca-ras o vo-ces, pero... ¿cree que podríamos ha-ber sido no-so-tros?

Inclinó su linda cabecita hacia un lado y esbozó una sonrisa. Mientras, la expresión de sus ojos comenzaba a ser algo curiosa. Como si esa curiosidad se hubiera transformado en una avara tenacidad, ahora me miraba obstinadamente con una pizca de locura. Su mirada era afilada y cortante, y me volví para escapar de ella. Si me atrapaba profundamente en esos ojos... sentí que los secretos más profundos de mi corazón, los que ni siquiera yo sabía, podrían estar expuestos. Mi garganta seca finalmente se movió.

—Umm... No lo sé. Es decir, no recuerdo nada de la gente que aparecía en él. Solo recuerdo que... la persona que murió...

Sí, recordaba que habían llamado a la mujer que murió "protagonista".

—¿Era la pro-ta-go-nis-ta...?

—¡...!

¡¿Cómo lo sabía?! El libro no decía nada de eso...

—Si la pro-ta-go-nis-ta muere en medio de la ac-tua-ción...

—...

—¿Cree que la his-to-ria ter-mi-na-ría ahí...?

Dudé, sin tener una respuesta inmediata a la pregunta. Por lo general, la protagonista no moría a media obra. Si moría, eso se solía dejar para el final de la historia... y solo cuando el final era trágico. En el caso de un libro, no habría nadie para contar la historia, y ciertamente, en una obra de teatro no es común seguir como si nada después de la muerte del papel principal. La respuesta común sería perder el interés.

—...

—¿No lo sa-be? Es us-ted un poco len-ta, se-ño-ri-ta aldeana, ¿no cree? Aunque esa es una bue-na cua-li-dad para una pro-ta-go-nis-ta...

—...

No estaba segura de si el cruel muñeco me estaba halagando o insultando.

—La pro-ta-go-nis-ta nor-mal-men-te no muere. Si no, la his-to-ria ter-mi-na-ría. Pero hay una ma-ne-ra de que pueda seguir...

—¿Ah, sí...?

—Sí. Es... reemplazando a la pro-ta-go-nis-ta. Si muere pero le pa-sa la ba-tu-ta al si-guien-te pro-ta-go-nis-ta, no pasa na-da. La his-to-ria puede continuar el tiem-po que sea.

—¿Reemplazando...?

—Se cam-bia de pro-ta-go-nis-ta y la his-to-ria adquiere un nuevo pro-ta-go-nis-ta. ¿No cree que eso ocurre to-do el tiem-po en el mun-do hu-ma-no? La his-to-ria... Todo el mun-do tiene una his-to-ria detrás. Si la pro-ta-go-nis-ta muere... sim-ple-men-te se busca a otra para que la sus-ti-tu-ya. Y esa nue-va per-so-na no de-be-ría saberlo. Habría que lle-var-lo como algo na-tu-ral. Si la nueva per-so-na in-ten-ta pa-re-cer-se a la antigua, todo acabaría, no sería na-tu-ral. La his-to-ria dejaría de ser in-te-re-san-te. No pasa nada si el siguiente ca-pí-tu-lo tiene otro pro-ta-go-nis-ta. Si la obra tiene ocho per-so-na-jes... se pre-pa-ra un no-ve-no com-po-nen-te y ya está.

—Un noveno...

Buscar un nuevo protagonista, y sustituir al primero. Al que ha muerto. Tener preparada a una novena persona en una obra con ocho personajes... No podía dejar de darle vueltas. La persona en mi sueño estaba destinada a morir y entrar en un ataúd... ¿Pero quién era...?

Inconscientemente me llevé la mano al pecho. El tiempo restante en la obra había disminuido un poco más. ¿Y ahora qué? No había tiempo. Tenía que darme prisa y hacer algo. ¿Pero hacer qué? ¡Cierto, la página! Tenía que salir de aquí y buscarla. ¡Y pensar...!

—Tengo al-go bueno que de-cir-le.

—Um... Debería...

—No tie-ne por qué apre-su-rar-se.

—¿Que no me apresure...? Pero, ¡el tiempo restante...! Seguro que ha pasado más de la mitad de la obra, no puedo...

—¿Y si no se ter-mi-na? ¿De-sa-pa-re-ce-ría-mos?

—¿Eh...?

—Se-gu-ra-men-te, ahora de-sa-pa-re-ce-ría-mos. Pero solo sería el fi-nal de es-ta fun-ción. Podría con-ti-nu-ar otra noche.

¿Continuar…? La muñeca había dicho algo similar. "El día de hoy no cesará." En su momento me pregunté qué significaba. Miré al muñeco a los ojos, y su mirada decía: "Ven conmigo." Se dirigió a una librería en el lado opuesto a la anterior, a la derecha de la puerta. Buscó entre algunos de los gruesos libros, pero parecía incapaz de encontrar el que estaba buscando. Como con los demás, no había nada inscrito en los lomos de ninguno de los libros, por lo que se hacía difícil buscar.

Después de verlo buscar entre los libros desde detrás un tiempo, noté que uno de los osos de peluche elegantemente sentado en un sillón de cuero sostenía uno. Qué extraño. Me acerqué y miré el libro. Su título era Bad∞End∞Night.

Al hojear las páginas, me pasó lo mismo que antes; las palabras fluyeron directamente a mis pensamientos como un torrente. Las olas que comprendían esas palabras se estrellaron contra mi mente. La inesperada onda de choque estuvo a punto de hacerme perder el conocimiento. Al final se retiró, di la vuelta a la última página, y luego bajé las manos sin poder. El libro se estrelló sobre la alfombra granate.

—...

Una tempestad de emociones se arremolinaba sobre mí. Me faltaban las palabras. Esto tenía que ser... algún tipo de broma elaborada, ¿verdad? Esperaba que lo fuera.

—Ahhh... Iba a re-co-men-dar-le algo me-nos in-ten-so pri-me-ro...

El muñeco se me acercó sosteniendo una pequeña pila de libros. Pero después de haber sido arrastrada por esa ola de palabras, apenas me mantenía en pie. No me habría sorprendido que me hubieran devorado esos feroces rápidos. Estaba haciendo todo lo posible por aferrarme a la vida, aunque el lazo fuera poco seguro, para no caer redonda. No tenía tiempo para juntar las palabras arremolinadas. Con manos temblorosas, agarré mis hombros.

La actriz que interpretaba a la aldeana había sido absorbida repentinamente por un mundo de la obra extraño, y estaba muy confundida. Mientras corría por la mansión en busca de una salida, encontró un sótano. Y ocho ataúdes. Esto la asustó más que nunca, e intentó huir, pero los siete habitantes de la mansión... no, los siete actores que una vez fueron sus compañeros y amigos, la persiguieron persistentemente. Solo la actriz que interpretaba a la aldeana sabía que eso era una obra de teatro... No podía comunicarse con ellos; sus amigos se habían vuelto locos. Corrió por toda la mansión, pero los demás persiguieron a la aldeana hasta que esta se detuvo. Convencida de que este ritmo también la mataría y la llevaría a la tumba... la aldeana recordó que la manecilla de las horas del reloj parado era un cuchillo, y entonces...

—Es mentira... Es todo mentira... Yo no recuerdo nada de esto... ¡No fui yo!

—La me-mo-ria es un libro muy abu-rri-do. Sus pá-gi-nas no siempre se abren...

—No puede ser... Pero...

—Si esta obra ter-mi-na, puede em-pe-zar otra. Y así una y otra vez. Para si-em-pre.

Siempre. Este mundo irreal... en el que pensé que había quedado atrapada de repente después de recoger esa carta extraña en el escenario... ¿En realidad ya se había repetido una y otra vez? ¿Era "Bad∞End∞Night" simplemente una repetición de una noche interminable...?

—Estas li-bre-rí-as son una obra de arte, ¿no cree...?

—¡¡...!!

No podía ser... Todos esos libros sin título en el lomo. ¡¿Serían esas librerías que llenaban las paredes de la estancia...?! ¡¡No...!!

—Entonces, ¿First nighT también...? Es que...

—No. Ese es di-fe-ren-te. Eso no su-ce-dió en esta obra...

—...

—Si no re-cu-er-das nada, bueno, es me-jor así...

—¿Eh...?

El muñeco bajó la cabeza de manera que no podía ver su expresión. Su mirada era diferente ahora... ese chico que solo me llegaba a las caderas. Era la misma mirada que cuando sostuvo ese ramo azul y se burló de mí. No como el otro él.

Me preguntaba si lo recordarían. Esta noche se repetía una y otra vez. Yo era la única que sabía que este mundo no era la realidad. Y, sin embargo, ¿también había sido la única en olvidar que se estaba repitiendo una y otra vez...? ¿Y qué significaba que First nighT era un libro que no pertenecía a esta obra?

Una luz brillante destelló en la habitación y me dejó aturdida por un momento. La sala no tenía ventanas. Me volví hacia la entrada. La puerta que seguramente el pequeño había cerrado antes estaba ligeramente abierta. La iluminación había entrado por la gran ventana al final del pasillo.



Salí de la biblioteca, aún aturdida, y bajé las escaleras. Fui detrás de ellas, al pasillo entre el vestíbulo de entrada y la sala de estar, encendí la luz, seguí adelante y, después de pasar la habitación de invitados #1, a mi izquierda vi el pasillo que tenía esa pintura gigante cubriendo una de sus paredes. Caminé rápidamente, sin parar, como si algo me atrajera. Continué escuchando solo mis propios pasos.

Justo cuando esa pintura de Twilight∞nighT entró en mi visión y miré hacia ella, el varón apareció al final del pasillo. Estaba segura de que aún estaba revisando las habitaciones del segundo piso que le asignaron; ¿por qué estaba tan lejos de ellas...?

—Ey. ¿Puede echarme una mano? Quiero comprobar una cosa del desván del primer piso.

—Err...

—No es muy grande, pero tiene muchas cosas. Es ideal para esconder algo. Puede que le tome algún tiempo... pero rebusque tanto como pueda. Parece que los demás están terminando con sus últimas habitaciones.

—¿En serio? Bueno...

—¿Qué...? ¿Iba a algún sitio?

Su pregunta me hizo preguntarme por qué estaba parada ahí en ese momento. ¿No me estaba dirigiendo al estudio en el segundo piso para buscar al varón...? Pero cuando salí de la biblioteca vagué distraídamente en ninguna dirección en particular y terminé ahí... como si mi destino hubiera sido la pintura de Twilight∞nighT. ¿Por qué rayos...?

—Solo estaba buscando a alguien...

—Ya veo... Bien. Por ahora, me gustaría que fuera al desván. Cuando acabe, encuéntrese conmigo en el estudio de arriba y dígame lo que ha encontrado. Voy a avisar al resto.

—De acuerdo...

Así como el varón me dio instrucciones, me dirigí rápidamente a la habitación en la esquina sureste del primer piso. Era un desván bastante amplio.

Por ahora, había notado como la mayoría de los objetos eran solo fondo para la obra; papel maché, por así decirlo. Por ejemplo el jarrón de lirios blancos sobre la mesa de cristal en la sala que me había parecido tan real. Se veían exactamente como flores reales en un jarrón, con agua. Pero no tenían más propiedades que dar la impresión de que "había un jarrón allí", por lo que ni siquiera podías sacar las flores del recipiente. Mientras buscaba a través de la sala llena hasta arriba de tales accesorios, comencé a predecir que no encontraría la página siguiente. Mis manos en movimiento fueron parando gradualmente.

Probablemente debería haberle preguntado al varón cuando nos encontramos en el pasillo. ¿Por qué nadie me había dicho que este mundo se estaba repitiendo? ¿Todos lo sabían? ¿O acaso solo el muñeco asignado a la biblioteca? ¿Por qué no habíamos buscado los cuerpos de las personas mientras buscábamos la página? ¿Por qué no encontramos ningún signo de la página siguiente después de toda esta búsqueda?

Leí algunos de los otros libros que el muñeco trajo de las estanterías, además de ese repulsivo Bad∞End∞Night. Eran todos eventos que no recordaba. Pero supongo que eran Crazy∞nighT que se habían realizado. Si el muñeco estaba en lo cierto, entonces yo... todos nosotros habíamos repetido el guion de Crazy∞nighT una cantidad insensata de veces. Y en los libros que me mostró, como era de esperar, todos estaban buscando una página robada también. Justo como ahora. ¡Pero en ni uno de solo se encontraba la página a tiempo...!

—Siempre... Estoy sola, eh...

Todos habían olvidado el mundo real, y se habían hecho parte de este. Por mucho que intenté contarles ese hecho desde el comienzo de este absurdo acto, no parecían comprenderlo. Lo significaba que en realidad era solo yo la que estaba atrapada en este mundo, ¿no? Estas personas no eran más que creaciones ficticias del mundo, y las reales estaban en otra parte... Sí, todavía en la realidad. Era solo yo quien había aparecido a este mundo como invitada... como protagonista.

En ese caso, creo que podía entender por qué simplemente perdía la memoria cada vez. Si todo menos yo era papel maché, e incluso los personajes fuesen puramente falsos, entonces ni siquiera tendría que sentirme sola. Y el libro horrible que ni siquiera me atrevía a recordar...

Bad∞End∞Night...No creía para nada que eso fuera algo que realmente había hecho yo. Incluso si fueran falsos, ¿cómo podría matarlos...? Matar a mis amigos con mis propias manos. Abrí mis manos poniéndolas frente a mi cara, mirándolas lo suficientemente fuerte como para perforarlas. No tenía absolutamente ningún recuerdo de eso. Pero cuando cerré los ojos, pude imaginar brevemente mis manos manchadas de sangre.

Era solo mi imaginación, seguramente... una debilucha como yo nunca podría hacer tal cosa. Negué con la cabeza para sacarlo de mi cerebro, pero la intensa y espantosa imagen no desaparecía fácilmente. La culpabilidad se apoderó de mí por algo que ni siquiera recordaba haber hecho. Tenía la garganta completamente reseca.

Esto no iba a funcionar... Me volvería loca por sospechar de mí, culparme y odiarme. Necesitaba algo para cambiar mi estado de ánimo y calmarme un poco... Algo para calmar mi corazón...

"El té de nuestra sirvienta es verdaderamente magnífico. Calma el corazón, ¿no cree...?"

De repente, me pasaron por la cabeza las palabras de la varonesa. Las había repetido tres veces, palabra por palabra, como un lavado de cerebro, y estaban bien arraigadas en mi mente. ¡Sí, el té...! Pero... Recordé los principios de este mundo. Solo la sirvienta podía hacer té. La aldeana, una invitada, seguramente no podría ir a la cocina, hervir agua, y hacer su propio té. No tenía ganas de buscar a la sirvienta ahora y pedirle que me lo hiciera. Mi mente todavía estaba en desorden; no quería encontrarme con nadie.

Tenía que hacer algo para recuperarme de esta angustiosa inquietud, por muy pequeña que fuera... Entonces lo comprendí, solo un poco, cómo debió de sentirse la aldeana protagonista de Bad∞End∞Night. Este estado mental en el que estaba era muy peligroso. Habían sucedido tantas cosas en una noche, y no tenía a nadie con quien compartirlas, consultarlas, o de quien depender... Esa situación en realidad había durado mucho, mucho más de lo que era consciente, y cada vez lo olvidaba... aprendía lo que había olvidado y lo olvidaba de nuevo... Todo eso en un ciclo. No sabía si sería capaz de volverme loca en un momento de debilidad. Ni siquiera podía evitar temerme a mí misma, a la única en quien pensé que podía confiar desde que vine a este mundo.

El mayordomo dijo que el mundo es lo que percibimos. Si era así, entonces yo y el mundo que estaba percibiendo ahora eran reales. Pero entonces, ¿las cosas "reales" que estaban separadas de mi percepción, y que había olvidado, ya no eran reales? ¿Había olvidado que Bad∞End∞Night era una actuación, y pese a saber que solo podría haber sido real en algún momento del pasado, no podía aceptarlo y se había vuelto mi realidad? Y lo mismo con el mundo real...

Mientras divagaba incesantemente en mis recuerdos desde que vine a este mundo, de repente lo recordé. Cuando estaba hablando con el mayordomo, ¿no nos había sobrado un poco de vino? El alcohol me vendría bien. Podía beber un poco para alegrarme. Corrí hacia la bodega.



Crucé la puerta de la bodega, que estaba abierta. El mayordomo no estaba allí. ¿Dónde había guardado esa botella de vino sin terminar? Busqué la única botella con un culo de vino real entre todas las falsificaciones.

—¡Aquí está...!

Encontré una cantidad tan minúscula de vino que apenas era suficiente para una copa. Pero como no aguantaba bien la bebida, podría emborracharme bastante. La botella estaba cerrada. Tomé un sacacorchos cercano, lo atornillé en el tapón y lo retorcí lentamente. Una vez que salió el corcho, floró un aroma como a rosas frescas.

En el sótano no había copas. Dudaba de ir a la cocina, por si habría la sirvienta o la varonesa. Podría parecerles de malos modales, así que decidí simplemente beber de la botella. No me estaba mirando nadie. La sostuve con ambas manos, la levanté por encima de mi cabeza y lo volteé hacia abajo.

Por un instante, un trueno sacudió toda la habitación. Sonó en el momento tan preciso que parecía estar tratando de impedirme hacer lo que estaba a punto de hacer.

—¡Uahhh!

Asustada por el repentino sonido, derramé el vino.

—Ohh...

Otra de mis torpezas. Solo quería la más mínima posibilidad de escapar de mi estado deprimido y desesperado... Pero ni siquiera eso fue como yo quería. En definitiva, solo me sentí peor. Sin siquiera molestarme en suspirar, miré hacia donde se había derramado el vino. Parte estaba en el suelo de piedra, y parte me había manchado un poco la falda. Cuando alcancé el pañuelo que llevaba en el bolsillo, noté que la carta que había dentro también se había mojado un poco de vino.

—Ah... La carta se manchó...

Estaba ligeramente teñida del color del vino. Y ¿era yo o las partes cubiertas de vino en realidad eran un poco más blancas que el resto del papel marrón descolorido...? Acerqué mis ojos. Efectivamente, no se había vuelto más blanco, el papel en sí estaba emitiendo una luz tenue.

—¡Esto es...!

Era igual que cuando había estado a punto de coger First nighT en la biblioteca; el libro había brillado débilmente por un momento. Y me sorprendió lo suficiente como para hacer caer la escalera. ¿Por qué estaba brillando...? ¿Qué pasaría si hubiera algún punto en común entre la First nighT y esta carta? Recordé lo que dijo el muñeco: que First nighT no era parte de esta obra. Luego, por su título... pude hacer algunas predicciones.

Tal vez ese libro no era parte de este mundo de ficción y había salido de la realidad... O tal vez eran los eventos escritos en ese libro que tuvieron lugar en otro lugar, en el mundo real. Sin embargo, tenía algún tipo de conexión con este mundo... Si First nighT y esta carta tenían relación con "el mundo real", ¿y si la carta fuera la clave para volver a la realidad? Si pudiera usarla como "Copia FinaL", como decía el sobre, ¡quizás podría terminar la obra y volver a la realidad!



De repente mi estado de ánimo pasó de estar oprimido a excitado. ¿Qué pasaría si escribía un final en el que volvía a la realidad en esta hoja en blanco? Por ejemplo, ¿si escribía "La obra terminó, los actores recuperaron sus recuerdos y cuerpos, y todos volvieron al mundo real"... realmente sucedería así? ¿Teníamos que actuar como la mente maestra que nos selló en este mundo y escribir el final de esa manera? ¿Y si escribiéramos lo que escribiéramos, no íbamos a volver a la realidad? Si este mundo operaba bajo unas leyes, entonces lo que estaba escrito en el guion sería lo absoluto, y todo y todos actuarían en consecuencia...

Bueno, solo tenía que intentarlo. ¡De acuerdo...!

Mojé el dedo índice derecho en el vino del suelo y dibujé líneas en el papel. Esta vez no brilló. Como prueba, escribí en pocas palabras: "Todos volvieron a la realidad". Pero, por desgracia, no pasó nada. Tal vez no empezaría a tener efecto hasta que se incluyera como última página del guion. O bien las palabras escritas con el vino se veían demasiado poco, y si tenías que forzar la vista para distinguirlas no servía. O tal vez incluso tenía que estar escrito con tinta de verdad. No sabía cómo funcionaba, pero si probaba todas las posibilidades, entonces tal vez...

Pero... ¿Y si no llevaba razón?

Toda la información que había reunido desde que me desperté volvería a ser una hoja en blanco. ¿Olvidaría todo nuevamente y repetiría las mismas acciones? Me despertaría en un lugar desconocido, me daría cuenta de que estaba en un mundo extraño, me invadiría el pánico y el miedo... Entonces aparecerían los otros sin recordar quiénes eran y que eran parte de una obra... Me desesperaría, y querría ayudar a que todos volviéramos a la realidad... Todo mientras me diese cuenta de que este mundo se repetía una y otra vez...

No estaba garantizado que cada detalle de la noche sucediera de la misma manera todo el tiempo. Una sola de mis acciones podría cambiar todo el desenlace; resultando en un final diferente cada vez. Después de incontables noches, finalmente podría haber encontrado una pista importante para regresar a la realidad, así que no quería tirar la toalla.

Tenía que salvarlos a todos...

Todavía me quedaba tiempo. Me llevé la mano al pecho para comprobarlo; habían pasado dos tercios de la obra aproximadamente.

En el fondo de mis pensamientos, imaginé las expresiones de todos que había visto desde que llegué a este mundo. Era posible que ellos siempre hubieran sido parte de este mundo y, por lo tanto, hubieran sido completamente falsos desde el principio. Pero por mucho que lo intentase, no podía pensar en ellos como meras invenciones.

Hubo muchos instantes en los que sus acciones, palabras y expresiones se superpusieron con los hábitos de sus representantes del mundo real. Por lo que debían ser los verdaderos, adaptados a los sistemas de este mundo, que olvidaron sus nombres reales y otros recuerdos... Esta me parecía la explicación más probable. Por lo tanto, la única que podía salvarlos de este mundo loco era yo, Miku, la que no había perdido de vista su pasado, la verdadera yo. Para evitar que otra Bad∞End∞Night tuviera lugar aquí... tenía que creer firmemente en Miku, en mí misma.



Me limpié la falda mojada con el pañuelo. El nuevo que acababa de darme Luka. Pero ahora que sabía que había pasado años en este mundo y que simplemente me había olvidado de él, vi que el nuevo pañuelo estaba gastado. Qué extraño... Obviamente, el simple hecho de conocer la realidad no podía cambiar nada físicamente. Sabía que solo podía ser mi manera de pensar lo que había cambiado. Sin embargo... No podía creer lo diferente que me parecía.

Las hojas verdes estaban teñidas del color pálido del vino. Las rosas que anteriormente habían sido rosas habían absorbido el color, luciendo como si estuvieran en plena floración. Tendría que lavarlo una vez llegase a casa... Apreté con fuerza el pañuelo mojado, metiéndolo en mi bolsillo con cuidado, y me puse de pie.

Para reunir pistas sobre cómo terminar esta obra y regresar a la realidad, primero tenía que conocer todo el panorama. Había muchos libros en la biblioteca, y aunque podía haber pistas acumuladas en todos esos eventos pasados... después de un poco de vacilación, negué con la cabeza. No tenía tiempo de leerlos uno por uno. En este momento, era mejor aprovechar al máximo las posibilidades de que disponía y resolver los misterios que tenía delante. Tenía que investigar los puntos de interés a fondo...

Seguí por el pasillo después de salir de la bodega, y a mi izquierda apareció la habitación prohibida fuera de la cual colgaba la pintura de Twilight∞nighT. Cuando salí de la biblioteca en mi estado de ánimo estupefacta, deambulando, de alguna manera me encontré allí. Tenía que haber una razón para eso. Había olvidado cuánto tiempo había pasado en este mundo, pero seguramente mi cuerpo lo recordaba.

Cuando Meg me sirvió té con leche por primera vez aquí en la sala de estar, estaba segura de que se me había resbalado de la mano la taza, pero eso en realidad no sucedió. Sorprendente incluso para mí, tomé la taza hábilmente y sin vacilar y bebí el té. Esa extraña discrepancia... fue por la pérdida de mi memoria. Mi cuerpo lo recordaba, pero mi mente lo olvidó. Entonces mi mente pensaría "¿por qué?" acerca de las acciones naturales en mi subconsciente que había olvidado. En ese caso, podría dejar de pensar y dejar que mi cuerpo se transmitiera a sí mismo pistas que había reunido en el pasado... Con suerte.

Miré la pintura de Twilight∞nighT en la pared sin pensar. Mi mano derecha, que parecía saber la verdad, extendió la mano hacia la palma izquierda de la chica que bailaba en el centro de la pintura, que miraba hacia adelante. Dado que la niña estaba dibujada a tamaño real, parecía algo así como que estaba poniendo mi mano en un espejo. Ella por dentro y yo por fuera. Entonces noté que había una ligera muesca en esa palma y, ​​como si intentara entrar en la pintura, me incliné hacia ella.

Hubo un repentino movimiento y aparté mi mano. ¿Había cambiado la hendidura que había en su palma? La pared retrocedió lenta y silenciosamente hacia la "habitación prohibida". Cuando finalmente terminó, apareció una escalera de caracol que conducía al sótano. Así que esta habitación prohibida no era una habitación para empezar, solo una escalera de caracol secreta.

Observé la oscura escalera. Las lámparas a lo largo de la pared proporcionaban una luz tenue. Se sentía una suave brisa que venía desde abajo; tal vez el sótano tenía ventilación de algún tipo que conducía afuera. Todavía confiando en mi cuerpo, bajé paso a paso. ¿Sería muy profundo...? La larga escalera se prolongaba tanto, que ni siquiera sabía cuánto había bajado.

Después de andar un rato, vi una gran puerta vieja de madera ante mí. Definitivamente tenía pinta de ser pesada, pero puse todo mi peso contra ella y la hice crujir lentamente. (NT: Es una puerta "doble" o que se abre en dos, pero hablar de puertas en plural no me parecía adecuado para el buen entendimiento de la situación.) Daba a una habitación de piedra mohosa bañada de luz por pequeñas lámparas en las paredes. Al entrar y mirar alrededor, vi muchos ataúdes. Temerosa, los conté.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... ocho. Ocho ataúdes... 

Me acerqué al que estaba en la parte posterior y puse lentamente la mano sobre su cubierta. Parecía estar cerrado, no cedería. Lo mismo para el que estaba a su lado, y el que está al lado de este... Revisé cada uno, pero ninguno se abría. Hice resonar un suspiro fuerte y desalentado en la habitación silenciosa.

En ese momento, volví a mí.

Pensando en las acciones inconscientes que acababa de hacer, me alejé del ataúd que tenía delante. Había intentado abrir estos ataúdes. Cuando dejé que mi cuerpo tomara el control, de una manera extremadamente natural, revisé cada ataúd, anhelando algo dentro de ellos. Como si algo dentro de los ataúdes me atrajera hacia ellos...

Si bien esto podría haber estado relacionado con una pista sobre el regreso a la realidad, ya que no recordaba nada, había querido abrir los ataúdes cerrados sin un objetivo claro. Me alegré de que estuvieran cerrados... Fue una suerte que no se abrieran, pensé con profundo alivio.

Pero al mismo tiempo, una vaga intuición de que tenía que abrirlos rápidamente comenzó a girar en mi cabeza. Los dos pensamientos se mezclaron, y dudé de cómo actuar durante un instante. Pero de cualquier manera, los ataúdes parecían estar bien cerrados, por lo que no podría abrirlos por el momento. Miré por encima alrededor pero no se me ocurrió nada.

Entre los libros que leí en la biblioteca, ninguno mencionaba que los ataúdes se abrieran. El varón había repartido las habitaciones entre todos ordenando que buscaran diligentemente la siguiente página, pero por alguna razón omitió esta sala, ni siquiera la mencionó. ¿Querrían ocultar la existencia de esta habitación a la aldeana? ¿Era eso una parte natural de su papel como residentes de la mansión? De hecho, en guiones anteriores, el varón me había dicho que me mantuviera alejada de esta zona, diciendo que era peligrosa. Pero tenía la sensación de que había algo importante escondido en estos ataúdes. Como decía libro de First nighT...

Pero la obra de su vida, el que ella dirigía, a su fin llegado ya había.

Y decidieron consignar su trágica muerte al olvido así.
Para ocultar todo en el sótano secreto del teatro, dentro de un ataúd allí... ∞

Un sótano secreto con ataúdes; en First nighT, solo se decía que la mujer muerta estaba escondida allí. Pero aquí había ocho ataúdes, todos cuidadosamente cerrados... Al lado de cada uno había un orificio delgado y rectangular que, supuse, servía como un ojo de cerradura, que parecía del tamaño de una carta de naipes gruesa. ¿Habría algún objeto perfecto para eso en algún lugar de la mansión? ¿Tendría que buscar eso también en el corto tiempo restante?

Por ahora, no parecía haber nada más que pudiera hacer en esta habitación subterránea. Giré sobre mis talones, me dirigí a la entrada, y puse toda mi fuerza en abrir la pesada puerta de nuevo, esta vez tirando. Luego, por el rabillo del ojo, noté una gruesa barra de madera para la puerta apoyada contra la pared al lado. Ajá. La habitación podía cerrarse desde dentro. ¿Debía usar este pestillo? Miré al otro lado de la puerta y no vi ninguna cerradura o forma de bloquearla desde el exterior.

Después de pensarlo un rato, decidí dejar la pesada puerta abierta. Tener que abrirla de nuevo me tomaría tiempo. Salí de la sala de ataúdes y subí corriendo por la escalera de caracol. Antes de ir a buscar la llave de los ataúdes, me encontraría con los demás. Ni siquiera había estado a punto de terminar el encargo del varón de buscar en el almacén, pero seguramente la próxima página no estaría allí en realidad... Así lo sentía.

Había algo más importante de que quería informarles: que podría haber una pista que condujera al final en esos ataúdes subterráneos. Y todos iban a reunirse en el estudio e informar a los demás cuando terminasen de buscar. Entonces, quién sabe, tal vez alguien habría encontrado ya la siguiente página. Estábamos presionados por el tiempo, pero aún había algo de esperanza. Si juntábamos nuestro conocimiento, seguramente... podríamos pensar en algo. Tratando de mantener mi excitación esperanzadora, subí corriendo la gran escalera hasta el vestíbulo de entrada y me dirigí directamente al estudio.

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