-MEG V
« Capítulo 20 | Lista de Capítulos | Capítulo 22 »
Novela original en coreano por: currygom (카레곰)
-The Finite-
-The Finite-
“Oaah~”
En un páramo cubierto de neblina de color rojo oscuro, en una zona que parecía un nido rodeado de rocas, una mujer altísima se sentó y bostezó, chasqueó los labios un par de veces, se estiró rudamente y se ató su pelo de color rojo sangre. Tenía dos líneas verticales que cruzaban sus ojos y su cara, pero cuando movía su cabello se hacían visibles seis líneas más en su cuello.
“Tak no está aquí, y Ria ha ido a ver a sus hermanos. ¿Qué es esto? Estoy muerta de aburrimiento.”
La mujer se rascó la cabeza con una mano, mientras se rascaba el costado con la otra, antes de dar un par de pasos. Parecía carecer de cualquier noción de decencia o refinamiento.
“... No te escondas de mí. Soy la única aquí de todos modos.”
Tan pronto como terminó de murmurar, la temperatura a su alrededor bajó significativamente. El ambiente helado incluso congeló el musgo entre las grietas, pero la mujer ni se inmutó y se limitó a rascarse de nuevo la cabeza. Un hombre rodeado por una luz azulada apareció frente a ella. Su constitución no era realmente pequeña, pero la mujer era tan grande que parecía insignificante a su lado.
“El color de tu pelo... Ya no es el mismo. Solía ser de un hermoso color azul.”
Al oír eso, el hombre frunció el ceño en silencio. A pesar de que todavía estaba rodeado de luz azul, su cabello negro oscuro con visos rojizos era completamente diferente del azul que la mujer describió. El magnífico par de cuernos curvos que salían de su cabello negro rojizo eran algo más azules, pero de un tono de azul más cercano al gris.
“Como puedes ver, el nido está vacío, y Tak salió. ¿Qué problema tienes? Dime. Te escucho.”
“Quiero decírselo a Taksaka directamente. No te metas, Vasuki.”
“Conque esas tenemos. Tak no parece preocuparse por ti ni un poco...”
¡ZAS!
Antes de que la otra mujer llamada Vasuki terminase de hablar, algo pasó junto a su mejilla. Poco después, las rocas detrás de ella se derrumbaron, y la colina en el horizonte lejano se desmoronó.
“Ah... Esto realmente se ajusta el dicho «La furia del infierno no se compara a la de una mujer desdeñada».”
La mejilla de Vasuki fue herida, y su sangre salió de ella congelada, pero con un golpe de sus dedos volvió a la normalidad. Cuando levantó la mano de su mejilla, se dirigió a la persona sonriendo.
“Pero eres un hombre ahora ¿no?”
“¡...!”
El rostro del hombre se contrajo en una expresión aterradora mientras lanzaba una nueva ronda de ataques, que Vasuki evadió fácilmente antes de acercarse al hombre en un instante. Él se dio la vuelta inmediatamente al oír el sonido de su risa, y solo encontró el lugar vacío, ya que Vasuki reapareció de repente en su lugar original.
“No importa lo fuertes que sean los del clan Dragón, hay excepciones a la regla, Utpala. Aunque estoy debilitado en mi forma femenina, dentro de mi raza sigo siendo el primero en la línea de sucesión del trono. Hay muy pocos de ustedes en el clan Dragón, he hecho la vista gorda para preservar una especie en peligro. Si no fuese por eso, estarías recibiendo un aviso de muerte ahora. Jeje.”
“...”
Mientras Vasuki se reía, el llamado ‘Utpala’ solo podía morderse los labios. Parecía que sus fríos y brillantes ojos azules podrían congelar todo lo que reflejaban, pero Vasuki no retrocedió en absoluto.
“Ah, por cierto, si quieres tratar con Taksaka directamente, puedes volver más tarde. Aunque no sé cuánto tiempo tarde...”
“Dime adónde fue.”
“¿Estás tratando de llamar su atención?”
“¡No es asunto tuyo!”
Utpala gritó con rencor, Vasuki lo miró y suspiró.
“Baja el tono, Utpala. Estoy muy generosa pero, ya sabes, ¿no es obvio que Tak no siente nada más que ira? Hasta el momento, nada de lo que has hecho lo ha enfurecido realmente, pero si consigues que se enoje contigo, el hecho de que sean del mismo clan dejará de importar.”
“Por mucho que se enfade, no me matará.”
“No, creo que Tak no es como tú piensas que...”
“Entonces, prefiero que me mate. Prefiero morir en sus manos antes que vivir de esta manera.”
“Utpala...”
Vasuki intentó decir algo, pero decidió no hacerlo cuando lo vio romperse. Cuando Utpala notó que Vasuki había visto sus lágrimas, las reprimió con rapidez, y la miró con el ceño fruncido de nuevo. Durante un tiempo, Vasuki se quedó mirando a Utpala con los ojos llenos de piedad, luego cerró los ojos y murmuró.
“Planeta Willarv.”
“¡...!”
“¿Recuerdas? Es el lugar donde causaste un alboroto no hace mucho tiempo.”
“¿Taksaka está ahí?”
“Sí.”
Tan pronto como respondió Vasuki, Utpala se envolvió a sí mismo en una luz azul y desapareció. Poco después, la helada temperatura volvió a la normalidad. Vasuki se quedó mirando las luces azules que Uptala dejó tras de sí, y murmuró.
“Solo quedan machos en el clan Dragón, y a ese Nástika solo le quedan celos... Realmente da lástima.”
The Finite - Capítulo 21: El Dragón Celoso (1)
“Quema...”
Ian estaba agachada entre algunas grietas de las rocas, a la espera de que Tak volviera. Estaba en el ‘Valle Crepuscular’, un poco más lejos de Atera, la Ciudad del Fuego. A diferencia de su romántico nombre, el terreno estaba envuelto en caliente y abrasadora lava. Rindhallow era demasiado frío, por lo que él dijo que la llevaría a un lugar más cálido, pero la llevó a un terreno de lava... los extremismos de Tak le estaban dando dolores de cabeza, causando que se arqueara y envolviera su cabeza con las manos.
Con los pendientes puestos, era evidente que estaba enamorado de ella, y de alguna manera trataba de impresionarla. Pero todo con torpes resultados. Aunque su apariencia torpe era linda, a veces se acordaba de su aspecto sin pendientes, y ya no pensaba que era lindo. Era falso. El lado real era el de cuando no llevaba los pendientes. Su lado lindo, cariñoso y siempre sonriente, era todo solo una ilusión causada por los pendientes... Cada vez que pensaba en esto, su mente vacilante se tornaba fría y amarga de nuevo.
“Ian, ¿has esperado mucho?”
“¡...!”
Perdida en sus pensamientos, Ian se sorprendió por su repentina voz. Tak la alcanzó entre las grietas y sonrió feliz.
“Compré una casa vacía en un pueblo cercano. Me la dieron después de capturar un Sura Garuda y entregarlo.”
“...”
“Siento haber tenido que dejarte sola. Como todavía no te habías recompuesto, no quería que me vieras cazar Suras.”
“...Está bien.”
"Vamos, ahora tenemos una casa."
Ian cogió de la mano a Tak solamente después de confirmar que tenía los pendientes puestos. Con suavidad, él la tomó en sus brazos y la abrazó, frotando su mejilla contra la de ella.
“...”
Ian parecía un poco rígida, pero no mostró ningún signo aparente de aversión. Precisamente, se trataba de una mirada como de: ‘Temo que se quite los pendientes si le miro con odio’.
“Te extrañé, Ian.”
“...Apenas has estado fuera medio día.”
“...”
Tak parecía un poco decepcionado por la respuesta indiferente de Ian, pero ella rápidamente le dio una palmada en la espalda y dijo.
“Yo también te extrañé, Tak.”
“¿D-De verdad? Jejeje...”
Él sonrió como tonto. Viendo a Tak, sin saberlo, Ian dejó escapar una sonrisa triste. Incluso siendo torpe, habría preferido ser ella misma. Entonces, podría haber intentado que le gustara de verdad.
- ♦ — ♥ — ♦ -
En la frontera del Valle Crepuscular, había un pueblo donde se juntaban las personas que tenían fe en los Suras. La magia diabólica había desaparecido en esta era, por lo que ya no se podía tomar prestado su poder al creer en los Suras. Sin embargo, un pequeño número de personas aún eran sus seguidores. Podrían haber tenido un ancestro Sura, recibido la ayuda de un Sura, heredado la voluntad de sus padres o simplemente haber sido decepcionados por los dioses... Todos ellos tenían razones para su fe, pero los seguidores de los dioses solo los etiquetaban como «herejes».
Ian estaba de pie en la plaza a la entrada del pueblo, vio una estatua en forma de serpiente, y un poco a regañadientes miró a su alrededor.
“Tak, esto es...”
“Este es un pueblo que adora al Nástika del clan Ananta, Vasuki.”
“...”
Los Suras se dividen en varias especies en función de su forma. Los herejes de este pueblo adoraban al clan Asura (los Sura con forma de insectos) y el clan Ananta (los Sura con forma de serpientes), que tenían mala reputación... Ian se sentía incómoda con la idea de formar parte de este pueblo, y miró con ansiedad alrededor.
“No tienes de qué preocuparte. Tampoco adoran tanto a los Suras. Solo tendrás que hacer un rito de paso, y no van a pedirte nada más.”
“¿Rito de paso?”
Después de un tiempo, una gran cantidad de aldeanos se reunieron frente a Ian, y se alarmó cuando Tak recibió un papel. El documento contenía artículos que insultaban a los dioses y alababan a los Suras. Para llegar a ser residentes de este pueblo, debían leerlo desde el principio hasta el final. Tak estaba sonriendo alegremente mientras ella empezó a leer, pero después de leer la primera frase, Ian no pudo seguir y se quedó en silencio.
“¿No va a leer más?”
Un residente señaló a Ian con una mano, pero ella no respondió y simplemente inclinó la cabeza. Le temblaban las manos con que sostenía los papeles.
“Uh... ¿Ian?”
Tak cambiaba la mirada entre Ian y los residentes, y luego se acercó a Ian, que seguía agarrando el papel. Después de usar su cuerpo para ocultar su expresión de la mirada de los residentes, inclinó la cabeza y observó atentamente su rostro.
“...”
Ian lloraba apretando los labios. A pesar de superarle el dolor, se quedó en silencio.
“Eh... ¿Viniste aquí para incitarnos a creer en los dioses?”
Otro residente la señaló, y los otros comenzaron a agitarse. Muchos empezaron a chismear, Tak frunció el ceño, sin querer que Ian escuchara nada desagradable. A continuación, le tapó los oídos con las manos al mismo tiempo que bajó su rostro.
“Lo siento, Ian. Esto no era lo que quería. Vamos a otro lugar.”
A pesar de que estarían fuera de la ciudad, pensó que ella sería un poco más feliz rodeada por más personas. Eligió esta ciudad de herejes, pero... fue una muy mala idea. Había perdido a su pueblo a causa de un Sura, ella no podía vivir en esta ciudad con gente que adoraba a los Suras.
“Si la chica estaba del lado de los dioses, será mejor que viva en las ciudades...”
“No creo que el chico pueda vivir en la ciudad, de todos modos.”
“Entonces, ¿van a tener que separarse?”
“...”
Susurraban entre sí para que Tak no los oyera, pero por desgracia, Tak podía oírlo todo con claridad. Si no fuera por las pendientes, las cosas habrían acabado con sangre, llegados a este punto. Pero al tener los pendientes, en lugar de sentir rabia hacia ellos, lo primero que pensaba era que estaban equivocados.
Todo era su culpa. Él se llevó a Ian. Pero no podía volver a la ciudad ahora. Tendrían que encontrar alguna manera de vivir fuera de las ciudades...
Con el tiempo, una mujer mayor se volvió hacia Ian y le preguntó, preocupada.
“¿Adónde vas a ir? Los que creen en los dioses viven en las ciudades, los que creen en los Suras viven en pueblos como este. ¿Qué vas a elegir?”
Cuando terminó de hablar, otro residente habló.
“Mejor que no se pongan a vivir solos. O estarán en peligro.”
“En cuanto los Suras del Clan Garuda se enteren que puedes derribar a uno de los suyos, todo el clan te perseguirá. Incluso si intentas no dejarla sola, no serás capaz de protegerla siempre...”
“Ellos podrían atacarla cuando esté sola.”
“La chica realmente debería olvidarse de una idea tan imprudente.”
“...”
Tak meditó sus palabras, pero tomó a Ian y se fue con ella. Cuando desaparecieron tras la colina, los residentes se dispersaron, a excepción de una multitud alrededor de un solo hombre. Era el hombre que había vendido la casa a Tak, que básicamente había obtenido un Sura del clan Garuda de forma gratuita, y estaba disfrutando de sus extraordinarios beneficios. Varias personas permanecieron junto a él, pidiéndole que les vendiera los globos oculares a bajo precio, o lo molestaban por conseguir unas cuantas plumas.
“...”
Durante un tiempo, la mujer que habló preocupada contempló las colinas por donde desapareció Tak, luego corrió hasta la colina; no podía pasar esto por alto.
“¡Esperense! Por favor, piensen de nuevo, ¡no hagan esto! Fuera de las ciudades y de los pueblos...”
Alcanzó la cima de la colina, pero todo lo que pudo ver fue un terreno baldío sin fin. Era una larga distancia cuesta abajo, y no habían cruces de caminos, así que no importaba lo rápido que fuesen, todavía tendrían que haber estado cerca de la colina. Sin embargo, no había rastro de los dos jóvenes amantes que abandonaron el pueblo.
Continuará...
Traducido al inglés por: Mizura
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: Karou y MEG V
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: Karou y MEG V
« Capítulo 20 | Lista de Capítulos | Capítulo 22 »
○ _______
ResponderBorrar∥ |
∥ Gracias!! |
∥ |
∥ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄
∧_∧
(`・ω・∥
丶 つ0
しーJ
Se agradece
ResponderBorrarGracias! ^•^
ResponderBorrar