10/07/2016

The Finite - Capítulo 20: Redención

Hola a todos~ para sus días castigo me he apiadado de ustedes (herejes blasfemos que no comentan mis entradas ni agradecen en las mismas) publicando otro capítulo más de la novela The Finite, que por si tenían dudas ¡no está abandonada!... Yo me estaba concentrando en publicar capítulos del webtoon, cosa que yo sé que ustedes aman, normalmente publico capítulos de la novela cuando no tengo capítulos del webtoon... a pesar de eso pasaron 4 semanas sin absolutamente nada de nada XD... Lo siento, tenia exámenes y aún tengo algunos pocos más. Peroooo~ no se preocupen, la novela es traducida mayormente por Xeniaxen nuestra rikura candente de retaguardia prominente abalada por la RAE, corregida por Karou nuestra cuchurrumina y revisada finalmente lameteada por mi XDD

En los comentarios internos de este capítulo~

"No puedes hacerme traducir más esta novela mientras yo no tenga a mi lado un rostro dormido al que observar TT_TT" - Xeniaxen

"¿No te advertí que esta novela te dañaría el corazón?~ ¡¡Sufre!!" - MEG V

"Orilla brumosa Mistyshore XD" - Karou

Y eso es todo~ consuelen su alma con este romance que realmente si es romance XDD no como el "romance" del webtoon~ hasta la siguiente semana ^w^/

-MEG V



Novela original en coreano por: currygom (카레곰)
-The Finite-


Se movían tan rápido que ni siquiera podía ver el paisaje.

Aparentemente buscando un lugar decente, Tak se iba deteniendo, echaba un vistazo a su alrededor, y luego arrancaba otra vez a correr, hasta que finalmente llegaron a un claro del bosque lleno de montones de hojas de color gris azulado. El cielo violeta indicaba que estaban muy lejos de Mistyshore , y más cerca de la ciudad de Rindhallow.

Mientras Ian observaba el cielo púrpura, con la boca bien cerrada, gritó de sorpresa cuando de repente Tak la dejó caer. No se hizo daño, ya que el grueso montón de hojas amortiguó su caída, pero se limitó a mirar el suelo, avergonzada por su grito.

“No es muy cómodo, pero da igual, tengo sueño.”

“¿Qué?”

No era un lugar muy sucio para acostarse, pero ella iba vestida con un vestido sin mangas de una sola pieza. El cielo era de un color púrpura que solamente podía verse en Rindhallow por la noche, ya que estaba cerca de las regiones polares. Pasar la noche en el bosque con ese vestido era un suicidio. Como Quarter, ella tenía mejor resistencia física que un humano normal, por lo que aún podría soportarlo un poco, pero le sería difícil resistirlo por mucho tiempo.

“Eh... Tak...”

“¿Qué?”

“N-No. Nada.”

Ian trataba de decirle algo, pero la respuesta irritada de Tak la sorprendió y le hizo sacudir la cabeza. Tak sabía que ella estaba tratando de decir algo, pero no estaba de humor para considerar lo que tenía que decir. Tenía tanto sueño que incluso le molestaba escucharla hablar. Obviamente, ni siquiera pensó en ponerse los pendientes en ese momento.

“...Aquí.”

Pasando de todo lo demás y pronunciando una sola palabra, Tak encontró un lugar bien lejos de Ian, se acostó y se durmió.

“...”

Igual que el primer día en que se conocieron. Por aquel entonces, solo podía mirarle sin poder hacer nada mientras él dormía en la playa... Ian lo miraba con una mezcla de miedo e incredulidad, luego se abrazó a las partes expuestas de su cuerpo, y trató de acurrucarse tanto como pudo.

¿Es que él quería que ella muriese... justo ahí?


The Finite - Capítulo 20: Redención


Era medianoche pero los ojos de Ian aún estaban abiertos. Entre Rindhallow y Mistyshore había diferencia horaria porque estaban muy lejos, por lo que cuando allí era de noche, en Mistyshore todavía brillaría el sol en la tarde. Ian no sabía si Tak había escogido un sitio oscuro para dormir expresamente, pero simplemente no podía pegar ojo porque aún no era su hora habitual de dormir.

“Ahhh...”

Su blanca respiración se disipaba frente a ella. A medida que pasaba el tiempo, las manos y los pies se le entumecieron, y sus pensamientos se volvieron cada vez más borrosos. Parecía que en cualquier momento su espíritu iba a marcharse con el de sus padres muertos.

No puedo. No puedo morir todavía.

Ian sacudió la cabeza para despejar su mente, y trató de levantarse y arrastrarse más cerca de Tak. Él parecía no tener idea de la condición de Ian; dormía muy serenamente. No sabía por qué un Nástika estaba tan abrumado por el sueño, pero necesitaba despertarlo. Moriría de todas formas si no lo hacía.

“T-Tak... D-Despierta...”

Lo llamó con la voz temblorosa, pero este no parecía inmutarse por el ruido y no se movió. Ian casi se sentía enojada, y tiró de la bufanda de Tak con las manos tiritando de frío.

Tak seguía sin moverse. Solo después de apretarle la garganta con la bufanda entreabrió los ojos, todavía somnoliento. Frunció el ceño al despertar y ver los cansados labios azules de Ian pidiéndole algo.

“Aquí... hace... demasiado...”

Aquí hace demasiado frío. ¿Podemos ir a otro sitio? Pero su boca estaba demasiado congelada para que sus palabras se formasen adecuadamente. Tak vio como la temblorosa Ian dejaba de hablar, y luego puso una mano sobre sus labios de color azul pálido. Al notar que el calor se extendía de su mano, Ian dejó escapar inadvertidamente un suspiro de alivio.

“...”

Medio dormido, Tak entrecerró los ojos un par de veces fijándose en los labios de Ian, luego se estiró y la tomó entre sus brazos.

“¡¿...?!”

La sorprendida Ian se encontró con la cabeza apoyada en la bufanda de Tak. El dobladillo le rozaba su frío pelo, y el resto le envolvía sus hombros al descubierto. Aunque le preocupaba el contacto, no tenía ni la fuerza ni la motivación para resistirse, y hundió la cara en el pecho de Tak, cerrando los ojos para descansar. Todo le parecía un sueño. Esa misma mañana estaba en su casa, entonces todo se salió de control, y ahora se preguntaba qué estaba haciendo aquí.

Se sentía más caliente que cuando él la había abrazado antes en la ciudad. Al principio pensó que era porque fuera hacía más frío, pero parecía estar cada vez más caliente. Pronto el calor había aumentado obviamente más allá de la gama normal de la temperatura del cuerpo. Además, aparte de la temperatura, también se notaba seca ya que no había una sola gota de sudor. Su respiración ya no se volvía blanca. Al final, no pudo soportarlo más y gritó.

“¡Ah! ¡Quema!”

“...”

De repente, la temperatura descendió. Ian se estremeció ante lo que había dejado escapar descuidadamente en un lenguaje informal, pero Tak simplemente puso su mano sobre sus labios de nuevo, sin decir nada. ¿La estaba riñendo por usar un lenguaje informal? Sentía la mano de Tak sobre sus labios como una amenaza que le impedía hablar.

Una vez más, el aire comenzó a calentarse, hasta que fue ligeramente superior a la temperatura del cuerpo de Ian, y se detuvo cuando ella ya pudo respirar cómodamente. Después de comprobar su respiración, Tak quitó los dedos de su boca y cerró los ojos de nuevo. Después de bañarse en el calor por un tiempo, Ian repente volvió en sí y abrió los ojos.

“Oh, lo siento. Se me había olvidado...”

“...”

“¿...Estás dormido?”

“...”

“Volveré a mi sitio. Ya estoy mejor...”

Ian trató de levantarse pero fue incapaz de moverse; estaba atrapada dentro de sus brazos. Intentó llamarlo un par de veces, pero no obtuvo respuesta, por lo que finalmente se rindió y cerró los ojos. El frío de repente se volvió cálido, y pronto se quedó dormida. Cayó en un sueño profundo, sin siquiera haber considerado la peligrosidad de la criatura que la abrazaba.


- ♦ — ♥ — ♦ -


Al escuchar las aves volando sobre los árboles, la primera en despertar fue Ian.

El cielo verde brillante anunciaba la mañana de Rindhallow. Había nevado durante la noche, y menos en el espacio alrededor de Tak, todo estaba cubierto de nieve de color blanco puro. Incluso el punto donde ella se había acostado la noche anterior. Si se hubiera quedado dormida allí, ella probablemente ya no estaría en este mundo.

“Tak...”

Ian se retiró la bufanda que cubría su cuerpo y se extiendía sobre sus hombros, y llamó a Tak una vez, cuyos ojos estaban todavía cerrados. Sin embargo, no hubo reacción de él, solo dejó de abrazarla apartando sus brazos, por lo que probablemente sabía que era por la mañana y que era hora de levantarse. Pero parecía que no abriría los ojos tan fácilmente

“...”

Ian se rindió de tratar de despertarlo y se sentó junto a él, contemplando su rostro dormido.

Su oscura piel roja era de un tono más apagado que sus cuernos. Sus cejas gruesas contrastaban con las pestañas delgadas de debajo, y sus ojos de doble párpado estaban bien cerrados. En general, era difícil evaluar su rostro como "bello" o "atractivo", pero estaba cerca de su ideal masculino. Ahoro solo tenía el aspecto de un chico de 15 años, pero como adulto tendría un aspecto que enamoraría. Si fuera un humano, le hubiera gustado conocerlo como una persona común y corriente de la ciudad...

Entonces recordó su aspecto cruel del día anterior y el hecho de que él se la llevó casi a la fuerza. Ese chico de quien podría haberse enamorado, menuda broma. Ian negó con la cabeza y ajustó sus pensamientos, a continuación, lo examinó de nuevo. Vio 4 cuernos rojos entre su pelo rizado de color marrón oscuro, los cuales le recordaron que él no era humano.

“...”

Sin dejar de mirarlos, alargó cuidadosamente una mano para medir su tamaño. Eran unos cuernos pequeños, pero no lo suficientemente pequeños para ocultarse bajo su pelo corto. Ella se equivocaba al pensar que antes habían estado cubiertos por su pelo. No tenía claro cómo se las había arreglado para esconderlos, no sabía por qué ni cómo lo hizo. Con o sin cuernos, su personalidad parecía alterarse, pero...

“Mano.”

“¡...!”

Con el sonido de esa voz insensible, Ian retrocedió sorprendida y retiró la mano. Ni siquiera había llegado a tocarle los cuernos, por lo que no sabía cómo la había descubierto con los ojos todavía cerrados. Ian reposó sus manos en su regazo, sentada en una posición más educada.

“L-Lo siento.”

“No tienes que disculparte.”

Tak todavía mantenía los ojos cerrados, pero pareció despertar cuando extendió sus manos y buscó alrededor.

“Ah... ¿Dónde se me cayeron?”

“¿...?”

“Esto... busca unos pendientes rojos por aquí.”

“¿Pendientes?”

Nunca le había visto los cuernos con los pendientes rojos puestos. Ian buscó en el suelo, y los posó en su mano. Tak los aceptó en silencio y se los puso en los lóbulos de las orejas. Gracias a su capacidad de regeneración, los agujeros ya habían desaparecido, pero hizo otros nuevos pellizcando sus oídos con los pendientes.

Pasaron unos segundos después de ponerse los pendientes. Ian se quedó viendo con los ojos abiertos como los cuatro cuernos desaparecían como si nada. Pero después de ese momento de sorpresa, tuvo que hacer frente a un cambio más grande.

“¡Cuánto lo lamento!”

Al ponerse los pendientes, Tak inclinó su cabeza hacia ella. La sobrecogida Ian le colocó las manos sobre sus hombros y le preguntó con voz temblorosa.

“¿Q-Qué ha ocurrido?”

“...”

Antes de responder a su pregunta, Tak la envolvió con su bufanda.

“Maldición... se me fue la cabeza. Estaba tan dormido... y tuve que escoger precisamente este sitio... lo lamento. Lo lamento muchísimo. Debería haber cuidado mejor de ti con ese vestido que llevas...”

Tak le dio una vuelta con su bufanda y luego la ató en forma de lazo. Aparentemente satisfecho, sonrió. Ian se quedó perpleja por la sorpresa. Se dio cuenta de que había vuelto a su personalidad amable, e incluso le había hablado sonriente. Buscando en su expresión, Tak preguntó suavemente.

“Uh... ¿Te asusté mucho ayer?”

“...”

Ian no dijo nada, pero asintió levemente.

“Yo... lo siento. Realmente no siento nada sin los pendientes. Me prometí a mí mismo muchas veces que no te enseñaría esta temible faceta...”

“...”

“Es que llegué a pensar que no podría llevarte conmigo, y no podía soportarlo... así que me quité los pendientes. Aunque luego sin pendientes...”

“...”

Para llevarla consigo.

Ian, aún temblando, se limitó a quedarse en silencio mirando a Tak. A pesar de que su personalidad parecía cambiar con los pendientes, no parecía tener intención de dejarla ir de cualquier manera. Ni siquiera el lado afectivo de Tak permitiría su “libertad”.

Quería llorar. Pero llorar no cambiaría nada. Si él no iba a dejarla ir de todos modos, debía al menos intentar que no se quitase las pendientes. Cada vez que recordaba las horribles escenas del día anterior, no podía dejar de sentirse aterrorizada. No quería estar con alguien tan insensible que no tenía reparo en lastimar a otros.

“Tak... ¿Podrías no quitarte los pendientes?”

“¿Eh...? ¿Estos?”

Tak pareció reflexionar sobre la solicitud de Ian por un momento, ocasionalmente poniendo los ojos en blanco con preocupación, entonces volvió la mirada hacia Ian de nuevo, lo que la hizo retroceder.

“¿No vas a huir?”

“...”

A pesar de que se lo preguntó en un tono suave, sus ojos rojos la asustaban. Ella realmente no quería que él se quitara los pendientes.

“C-Claro que no voy a huir a ninguna parte.”

“Vale. Entonces no me quitaré los pendientes.”

Tak sonrió feliz, cogió las manos de Ian, se acercó un poco más a ella y se sentó. Ian se sorprendió por el repentino contacto físico, pero se quedó quieta para no darle la impresión de que lo estaba rechazando.

“Ian... sabes que soy un Nástika.”

“Ah... lo sé.”

“Pero aún no puedo decirte a qué especie pertenezco. ¿Está bien?”

“De acuerdo.”

Aunque no lo hubiese estado, nada habría cambiado. Pero si ella hubiese dicho que no estaba de acuerdo, él se habría quitado los pendientes otra vez. Y el hecho de no tener elección la devastaba. Ni siquiera podría suicidarse. Hasta ahora, puesto que su meta era la venganza, se había cuidado de no morir.

“...”

Un momento. ¿Venganza...?

Ese pensamiento le pasó por la cabeza, y entonces miró a Tak con el pulso acelerado. Sería absurdo tratar de vengarse ella sola, pero si tomaba prestada la fuerza de otro Nástika... si lo lograba...

Su futuro, que hasta ahora había parecido oscuro, de repente pareció iluminarse.

“Tak, ¿me harías un favor?”

“Claro. Dime qué quieres.”

Tak sonreía mientras escuchaba lo que Ian tenía que decirle.

“L-La primera vez que nos conocimos... ¿Recuerdas lo que te conté?”

“...”

“Sobre el dragón malvado que destruyó mi aldea... Taksaka. Por favor, quiero que me ayudes a matarlo.”

“...”

La sonrisa de Tak se tensó. Era él. El Taksaka de quien ella quería vengarse no era nadie más que él. Por supuesto, él no fue quien destruyó su aldea, pero ella creía que el culpable era Taksaka. Para solucionar el malentendido, él tendría que cazar al verdadero culpable. Pero eso era...

“Sé que va a ser difícil. Taksaka es el N° 2 del Clan de los Dragones... He escuchado que es mucho más fuerte que otros Nástika. Por eso te lo pido a ti. Por favor... Ayúdame. Haré lo que sea.”

“...”

Con voz temblorosa, Ian se arrodilló frente a él. Tak empezó a sentirse incómodo y puso una expresión contrariada. Entonces Ian dejó escapar un gemido de sorpresa cuando él la abrazó.

“Oh. Vale. Te ayudaré. Te ayudaré, así que no llores.”

“Gracias. Gracias, Tak.”

“...”

Ian susurró en voz baja y se aferró a él, con la cabeza contra su pecho. Tak solo pudo mirarla molesto, pero fue incapaz de apartarla, por lo que se limitó a sentarse allí abrazándola.


Continuará...


Traducido al inglés por: Mizura
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: Karou y MEG V


5 comentarios:

  1. Gracias oh gran y misericordiosa diosa jajaja muchas gracias suerte con los exams!!!

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  2. Muchas Gracias *o* yo ya estaba triste por que extrañaba la novela jajajaja xP en verdad gracias *o*

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  3. Se merecen el cielo,muchas gracias!!, extrañaba tanto la novela T^T, suerte con tus exámenes (^з^)-☆

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  4. Muchas gracias me encanta todo lo relacionado con kubera sigan adelante por favor

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  5. gracias suerte en los examenes no te tardes tanto para el proximo capitulo plis

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