03/04/2016

The Finite - Capítulo 19: Abrumada

Hoy hay novela porque... 1. porque puedo 2. porque no recibí la cantidad suficiente de comentarios en la anterior entrada 3. porque soy mala 4. porque puedo 5. ... y porque no tengo Internet en mi casa :'(

Currygom... tu tragedia me parece más violenta que tus escenas de "violencia" XDDD pero bueno, había que respetar la 'etiqueta de violencia' de currygom XDD

Les recuerdo también que hay una encuesta de popularidad de los personajes en el blog de currygom y el fanbook más los mensajes de agradecimiento (para enviar los fanarts y para los mensajes de agradecimiento NO ES NECESARIO ESTAR REGISTRADO EN NINGÚN LADO  todos pueden participar :D) a currygom por terminar la 2da temporada de Kubera, pueden leer los detalles AQUÍ.

-MEG V


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Novela original en coreano por: currygom (카레곰)
-The Finite-



*Este capítulo contiene escenas de violencia.


“¡¿Qué hacen?! ¡Atrapen al Half!”

“Pero...

Pese a las prisas de Huen, ni luchadores ni magos se atrevieron a atacar. Por muy superiores que fueran las habilidades regenerativas de un Half comparadas con las de un humano, ninguno de ellos había escuchado nunca que pudiesen recuperar un brazo en un abrir y cerrar de ojos. Es más, él había perdido mucha sangre por el golpe de la espada de uno de ellos, ¿cómo podía siquiera seguir de pie sin desmayarse?

“No será... un Sura Superior, ¿no? Si es un Sura Superior ha pasado el punto de control pretendiendo ser un Half...”

“Pero los Sura no hablan.”

“Algunos pueden... si son... Nástika...”

“...”

Cuando el mago dijo eso, los demás magos se miraron unos a otros en silencio.

“¡Oh, mierda...!”

El mago más anciano miró a los otros fugazmente, se volvió de espaldas a ellos y comenzó a huir con el resto de los visitantes del parque de atracciones. Para evitar el tumulto, los visitantes comenzaron a huir cuando los luchadores sacaron sus armas. Al darse cuenta de que la situación no iba bien, los otros magos que antes discutían también comenzaron a correr, dejando a los combatientes en el frente mirando hacia atrás con inquietud. Sin embargo, su orgullo como combatientes les impedía salir corriendo, o al menos ser los primeros en hacerlo.

“...”

El único que, en ese momento, estaba más desconcertado que nadie, fue el luchador que había tratado de matar a Tak. De repente, una mujer saltó y sin querer se encontró en el camino de su ataque, y estaba seguro de que por desgracia la había golpeado.

“Tú... qué...”

Sin embargo, el otro bando no estaba herido. En especial, el Half que ya ni siquiera tenía signos de lesiones. La sangre que había derramado de sus heridas anteriormente ya habían desaparecido en forma de humo gris, e incluso reparó su ropa rota a su estado original.

“Eh... ¿A quién llamas «tú»?”

Al recibir esa respuesta tajante de Tak, el luchador dejó caer por inercia la espada que tenía en la mano. Ni siquiera podía reconocerlo y se le secó la garganta. Ian levantó la cabeza para encontrar la mirada de Tak mientras todavía estaba agarrada a él, y reconoció la misma atmósfera chocante de aquella vez en la orilla.



The Finite - Capítulo 19: Abrumada



“U... uh...”

Incapaz de salir corriendo, otro luchador también lanzó su arma al suelo. Hasta el mismo Huen, quien estaba viendo la escena desde lejos, no podía evitar que le temblaran las piernas.

“¿Qué... has...? ¿Qué carajo has patrocinado...?”

La mano de Huen agarró con fuerza a Nard por el hombro.

“Ah... no lo sé... es que, como ves... soy ciego.”

Aunque Nard no podía ver lo que tenía enfrente, podía sentir la atmósfera pesada e intimidante al igual que los demás. Sabía que la personalidad original de él iba a surgir si se quitaba los pendientes, pero no esperaba esto. Se mordió el labio tembloroso, tiró del dobladillo de la ropa de Huen.

“Vayámonos, Huen-ssi. Tenemos que salir de aquí...”

“No. No puedo irme sin Ian.”

“...”

“No sé qué es este tipo... pero ha capturado a Ian, ¿qué puedo hacer?”

“...”

A su voz temblorosa le faltaba poco para el llanto. Huen no era ni un luchador ni un mago, solo un estudiante universitario con dinero. Los otros magos ya habían huido, los otros luchadores se habían quedado de piedra, pero él todavía resistía.

“Realmente te gusta Ian-ssi.”

“...”

Nard no podía ver la cara de Huen, pero sabía que estaba llorando en ese momento. Le temblaba la mano que tenía en su hombro. Sin saber por qué, inclinó la cabeza con pesadumbre. Si él no hubiera patrocinado Tak... ¿Ian y este joven se habrían convertido en una pareja?

“...”

Sea como sea, tenían que escapar. En caso de que Ian tratase de evitar problemas, llegados a este punto, nada garantizaría que todavía pudiese controlar de alguna manera a Tak. Si no escapó mientras él estaba ocupado con los demás luchadores, entonces ella podría involucrarse demasiado y llegar a ser asesinada por Tak.

“Huen-ssi, lo siento.”

“¡¿...?!”

“Hoti Surya Hoti Vayu!”

Este hechizo fue una fusión entre Hoti Surya, que permitía al usuario ver sin puntos ciegos dentro de un área determinada, y Hoti Vayu, que permitía teletransportarse a una ubicación específica dentro del campo visual. Como Nard era ciego, el hechizo de visión era casi imprescindible, y era uno de los conjuros de los que él tenía habilidades de primer nivel. Huen, con la mano en su hombro, desapareció con él, dejando solo el viento que soplaba en el lugar que acababan de abandonar.

Wuuush~

Por ahora, casi todos los visitantes habían huido del parque de atracciones, dejando solos a Tak e Ian, y alrededor de una docena de luchadores. Estos todavía no se habían movido de su lugar. Mientras, Tak, todavía sujetando a la temblorosa Ian, pensaba en cómo hacer frente a esos bastardos descarados. Sus pensamientos hasta ahora incluían a Huen, pero perdió interés cuando Nard se lo llevó. Era obvio donde se habían teletransportado, pero no tenía ganas de tomarse la molestia de atraparlo y matarlo. Esto no era ni misericordia ni compasión, solo lo encontró demasiado molesto.

Ahora que se había quitado los pendientes, su estado de sueño habitual regresó de repente, y le era una molestia siquiera mantener los ojos abiertos o permanecer de pie. Aunque tenía que hacer una cosa todavía más molesta antes de eso. Matarlos habría sido muy fácil, pero hubiera sido un castigo demasiado liviano por lo que habían hecho.

“Tak.”

“...”

“Tak...”

“Qué.”

Después de las dos llamadas de Ian, contestó con una respuesta seca. A Ian le sofocaba la atmósfera intimidante, pero todavía tenía el coraje de hablar con él. De pie frente a ella estaba el Half que se había lesionado terriblemente su brazo hacía un momento. No, estaba empezando a pensar que él no era un Half. En esta situación, donde incluso los magos habían huido y los luchadores habían dejado caer sus armas, parecía que solo había una manera de salvar a los luchadores restantes.

La decisión sería irreversible. Pero no tenía otra opción. Ian consiguió reprimir su deseo de llorar, y agarró el brazo de Tak.

“Salgamos... de la ciudad.”

“...”

“Iré... contigo...”

“...”

Hasta entonces, Tak no había mirado a Ian, pero volvió la cabeza hacia atrás cuando ella dijo «contigo». Aunque ahora le estaba prestando atención a ella, en el momento en que sus miradas se encontraron, a Ian la abrumó el miedo y, sin saberlo, le gritó «¡Ay!» antes de cerrar los ojos.

“Ah...”

Al ver a Ian apretando sus ojos con fuerza, Tak suavizó el aire de intimidación a su alrededor. La docena de luchadores echaron a correr de inmediato sin recoger sus armas. Al oír los luchadores que huían, Tak volvió a prestarles atención.

“¡¿Cómo osan...?!”

No podía dejarles escapar ilesos, a pesar de lo molesto que se sentía, Tak apuntó a sus piernas.

“¡Aagh!”

Los luchadores apenas pudieron correr unos pocos pasos más antes de retorcerse de dolor en el suelo. Al tratar de volver a levantarse, se tambaleaban en estado de shock cuando veían que sus tobillos no eran más que unos muñones sangrientos.

“¡Aaaaah!”

Pronto, una enorme cantidad de sangre empapó la acera del parque de atracciones de color rojo. Tak entrecerró los ojos satisfecho. No expresó nada más que eso con la mirada, pero esto era su límite sin los pendientes.

“Hoti... ¡Ay!”

Un luchador intentó un hechizo de recuperación, pero en vez de eso vomitó sangre cuando abrió la boca. Los otros luchadores, incapaces de moverse, miraron hacia otro lado mientras la sangre brotaba de su boca, con la lengua arrancada.

“...”

Tak dejó a los otros luchadores y se dirigió hacia el que le había lastimado la espalda. Incluso con los dos tobillos arrancados, el luchador aún trataba de escapar de alguna manera.

Si me atrapa, voy a morir. ¡Si me atrapa, moriré!

Pero pronto, el pie de Tak se puso encima de los restos de la acera, y cargó todo su peso encima de él.

“¡Agh!”

“Intentaste matarme.”

“...Ugh...”

“Es más, me llamaste «».”

“...siento. Lo siento. Por favor... perdone...”

“¿Perdón? ¿Sabes quién soy y me pides perdón?”

Tak parecía encontrar su declaración absurda, y volvió a pisar al luchador, aunque solo golpeó la acera. El luchador apenas había logrado salvarse de ser aplastado, pero casi estaba sin aliento mientras se movía tambaleándose.

“Ah... esto ha ido demasiado lejos, los humanos son un error.”

Aunque su rostro todavía no mostraba ninguna emoción diferente, él volvió a levantar la pierna. Parecía como si ya se hubiera olvidado de Ian otra vez, quien aún estaba aferrada a él.

“T-Tak...”

Cuando escuchó su voz, Tak se paró.

“Vayámonos... por favor...”

Aún agarrada a la ropa de Tak, incapaz de mirar al luchador, Ian le habló a él tiritando y sollozando.

“...”

Tak cerró sus ojos caídos un instante y luego los abrió de nuevo. Quitó su pie de donde estaba el luchador y se dio media vuelta. Entonces, sin decir nada, andó unos cuantos pasos y desapareció de la vista del luchador.

Otro luchador, que estaba esperando su oportunidad, se apresuró a lanzar magia de recuperación en el luchador fatalmente herido tan pronto como Tak se fue. Este luchador estaba casi sin aliento pero había sobrevivido gracias a su magia de recuperación. Cuando recobró el aliento, dijo lo siguiente mirando en dirección donde Tak se había esfumado.

“Tenemos que ir al Templo. Tenemos que informar de esto.”


- ♦ — ♥ — ♦ -


El viento soplaba despeinando a Ian. Al sentir que el aire había cambiado, Ian desenterró su cara de la ropa de Tak y echó un vistazo a su alrededor. El parque de atracciones se veía borroso a lo lejos. Se encontraron de repente en la pared que rodeaba la frontera de Mistyshore.

Ella había vivido dentro de esos muros. Y fuera...

“Lo has dicho. Has dicho que me amabas y que vendrías conmigo.”

“...”

Las manos que no lo soltaban estaban temblando. Ella ya no sabía quién era él. Pero, de algún modo, aunque solo fuese una conjetura, estaba casi segura de que era un Nástika. Había creído que se había lastimado tratando de rescatarla, y le había dicho que lo amaba, pensando que era la última vez que podría decírselo. Si él estaba listo para desperdiciar toda su vida por ella, eso le hacía creer que sus sentimientos eran verdaderos.

Pero si realmente era un Nástika, todo cambiaba. Él solo le había salvado la vida, para nada había desechado la suya. La espada del luchador nunca había sido una amenaza para él.

“¿No vas a responder?”

“...”

Su sonrisa inocente no era verdadera. El aire alrededor de él volvió a la aplastante presión de la primera vez que lo vio, y ahora ni siquiera podía mirarle a la cara como es debido sin temblar de miedo. Había sido testigo de la brutalidad que él había desatado contra los luchadores, y su miedo había crecido comparado con cuando se conocieron.

“A-Así es. Y-Yo... contigo...”

Tal vez estaba siendo engañada. Estas podrían ser sus últimas palabras. Debido a ese pensamiento, ni siquiera logró formarlas correctamente. Tanto si moría como si terminaba teniendo que abandonar la ciudad, nunca iba a ser capaz de volver. Pero...

Obviamente, aunque no llegase a irse ahora, no volvería a estar a salvo dentro de la ciudad. Tak todavía estaba allí, y una vez que un Nástika estaba en una ciudad, no había forma de detenerlo. Ni siquiera los Dioses serían capaces de defenderse ante un Nástika. Tenían que salir de la ciudad. No había otra posibilidad.

“Yo... me gustas mucho, Tak...”

Ian inclinó la cabeza y las lágrimas cayeron de sus ojos. Se sentía como una presa sin opciones, atrapado por una bestia salvaje, y lloraba de impotencia.

“...”

Lo miró de nuevo después de decir eso, pero no había ni un solo destello de emoción en los ojos de Tak; tenía la mirada vacía.

“¿Estás llorando? ¿Estás diciendo eso sin se lo que piensas de verdad por miedo?”

“¡...!”

Con el corazón encogido, Ian dejó de llorar. Ese día bajo la lluvia, cuando la vio llorando, su voz era de alarma y pánico, pero ahora su voz sonaba molesta. Al darse cuenta de la diferencia, se mordió el labio, y no pudo evitar las nuevas lágrimas que le estaban a punto de salir, luego se secó rápidamente los ojos.

“No... No estoy llorando. Vámonos. Donde sea.”

“...”

Los ojos de Ian estaban hinchados y rojos de llorar tantas veces. Su llanto era culpa de él, y Tak notó que ella tenía mucho miedo de él, pero cuando ella trató de negarlo, su respuesta le molestó aún más.

Tenía que hacer algo. ¿Debía ponerse los pendientes de nuevo? No, podría dejarla ir con el corazón blando. Lo haría una vez saliesen. Cuando se alejasen lo suficiente para evitar que se escapase... Entonces se lo pensaría.

Con eso decidido, Tak tomó a Ian y saltó fuera de la ciudad.



Continuará...


Traducido al inglés por: Mizura
Traducido al español por: Xeniaxen
Revisado por: MEG V

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